Producción australiana escrita y
dirigida por Chris Sun (Daddy's Little Girl). Se estrenó en cines a finales del
año pasado en Australia, donde también ya salió en formato físico durante mediados
de junio. En los Estados Unidos se encuentra disponible vía iTunes.
Sinopsis:
En un esfuerzo por experimentar
algo diferente, cuatro amigos realizan un pequeño viaje a las regiones más
alejadas del centro de Australia para explorar una famosa granja en donde fue
asesinada una familia de psicópatas. Esto les genera conflictos y diversas
advertencias, pero sin importarles deciden pasar unos días ahí, aunque pronto
descubrirán que alguien sigue habitándola.
Comentarios generales:
El cine de terror australiano es
un gusto que se va adquiriendo poco a poco, ya que suele generar opiniones
divididas al ser uno que no busca encontrarle el hilo negro a las cosas y que basa
gran parte de su éxito en presentar un grado de violencia muy elevado. Se
podría decir que es algo “simple” que para algunos resulta muy atractivo, pero
para otros es extremadamente aburrido y creo que con Charlie's Farm tenemos el
ejemplo perfecto para saber de qué lado de la moneda te encuentras.
Desde la primera escena Sun
establece que uno de sus puntos fuertes será, como era de esperarse, la
violencia explicita; sin embargo, de manera inteligente no se gasta este
aspecto rápidamente y mejor decide tratar de darle un desarrollo decente al
grupo de personajes que sabes sufrirán las consecuencias, así como establecer los
orígenes de la amenaza. Algo que de inicio no resulta malo a pesar de que puede
sonar aburrido tratándose de un slasher, pero lo cierto es que los flashbacks
sobre la historia de la granja son interesantes a pesar de que caen en los típicos
clichés de granjeros asesinos y demás; es una buena manera para hacer tiempo e
incrementar la expectativa por lo que vendrá.
Lo malo es que este desarrollo no
se limita a unos cuantos minutos, sino que el director en verdad se toma su
tiempo para llevarlo a cabo sin importarle que eso vuelva demasiado aburridas
las cosas; imprimiéndole un ritmo exageradamente cansino y presentando mucho
dialogo que termina sintiéndose estúpido para actores que es claro que ya no
encajan en esa clase de comportamiento. Realmente no pasa nada, llegado el
minuto 60 solo se han dado tres muertes esporádicas y lo más llamativo es la integración
de dos nuevos jóvenes que sabes de inmediato serán los primeros en morir. La pobreza
del guión queda al descubierto sin que exista intención de disimularlo un poco añadiendo
al menos uno que otro momento de impacto.
Lo mejor son los últimos 25 minutos porque aquí se desata una masacre muy entretenida. Se trata de Charlie matando
sin piedad a todo lo que se le ponga en su camino de la manera más cruel
posible; donde la sangre fluye, los efectos brillan, el ritmo se acelera y además
presentan una conclusión bastante seca que sorprenderá a más de uno.
De las actuaciones tenemos a una
esquelética Tara Ried a la que nunca le crees su papel, a un Kane Hodder que
solo está ahí para cobrar un cheque y a un grupo de actores de complemento que
están ok en sus roles. Sin embargo, la figura es Nathan Jones como Charlie
debido a que el tipo es una mole humana en verdad aterradora que, con un poco
de suerte, pueden convertir en un personaje prolífico durante los próximos
años.
La producción en
general es sólida: tiene un buen trabajo de fotografía en exteriores, aunque
por algunos lapsos en interiores se ve muy oscura y eso no deja lucir mucho a
la discreta dirección de arte; el score no es nada del otro mundo, cuenta con
un buen sonido y el trabajo de efectos/maquillaje es de primer nivel. No solo
por las muertes gráficas presentadas, sino porque la caracterización de Charlie
en verdad es de destacar.
Opinión final: Charlie's Farm es
un slasher más. Salvo por la última media hora no tiene mucho, es la típica
película para ver en TV.
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