Película dirigida por Tomm
Jacobsen, Michael Rousselet y Jon Salmon, quienes además de actuar en esta
también comparten créditos con otras seis personas como los creadores del guión.
Se estrenó el pasado 7 de julio de manera digital en su sitio web e iTunes
dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Después de dos terribles masacres
ocurridas en las fraternidades de la universidad de Chico, el solitario Brent
Chirino (Alec Owen) tendrá que infiltrarse en una popular fraternidad para
investigar el asesinato de su hermano gemelo a manos de un asesino serial
conocido como “Motherface”.
Comentarios generales:
Tratar de recrear la esencia de
los 80s es algo que se ha puesto de moda últimamente, sobre todo cuando se
trata de los slashers. Sin duda es una fórmula que puede dar buenos resultados
debido a que el público más joven está deseoso por poder experimentar un poco
de aquella época y los más veteranos quieren revivir esos años con los que
crecieron; sin embargo, no todo el mundo tiene la capacidad para utilizarla con
éxito a pesar de su aparente sencillez y Dude Bro Party Massacre III es una
muestra de eso.
Aquí los tres directores desde un
inicio dan señales de tener cierta capacidad para poder recrear dicho periodo de
manera eficaz, proporcionando un curioso background sobre el descubrimiento de
la cinta y después estableciendo rápidamente lo ocurrido en las “primeras dos
entregas” para darle rumbo a las cosas. Hasta ahí todo bien, pero lamentablemente
no tardan demasiado tiempo en mostrar que en su afán por querer parodiar esta época
son capaces de caer en excesos creativos difíciles de digerir, convirtiendo poco
a poco la historia en una demasiado estúpida por medio de un humor que hoy en día
ya no funciona y que se siente repetitivo en cuestión de minutos; provocando así
que lo que en un inicio era un proyecto pintoresco ahora sea todo un desafío de
completar.
Y es que su principal error es tardarse
demasiado tiempo en entrar de manera contundente al territorio de los
asesinatos (al fin de cuentas es un slasher), realmente durante un lapso
prolongado no ocurre demasiado más allá de chistes sin mucha gracia y referencias
homoeróticas, lo cual hace que se sienta algo pesada a pesar de que el ritmo en
general es ágil. Es hasta casi la mitad del segundo acto cuando esto toma forma,
donde verdaderamente se vuelve entretenida al presentar un contenido visual muy
llamativo no solo por lo gráficas que resultan las muertes, sino porque los efectos increíblemente
simples que se utilizan le dan precisamente ese encanto ochentero que pretendían
desde un inicio… aunque sea solo por unos minutos.
El final es muy absurdo, realmente
aquí es cuando las cosas entran en un nivel de idiotez mucho mayor (un costal
de naranjas ejemplifica perfectamente esto). Además de que para este punto uno
ya se siente fastidiado por estar viendo los mismos chistes durante más de una hora,
evidenciando así que la película es mucho más larga de lo que debería.
Mención aparte merecen los pequeños
comerciales integrados para darle credibilidad al concepto de que la película
es una grabada de la TV. La mayoría son muy cortos, probablemente entre todos
no se hagan ni cinco minutos, pero están entretenidos y en muchos casos el
humor que manejan es más efectivo.
Las actuaciones son malas, lo
cual es el propósito pero por varios lapsos se vuelve molesto el escuchar
tantos gritos. El tema de la producción es un aspecto interesante porque
evidentemente la idea era que se viera así, tipo cine serie B: la calidad de
imagen estilo VHS si ayuda a darle la atmósfera característica de la época, está
ambientada de manera decente, el trabajo de sonido es sólido (de hecho, mejor
de lo que debería ser) y los efectos son prácticos en su mayoría; muy básicos, pero
sirven para el contenido gráfico presentado.
Opinión final: Dude Bro Party
Massacre III es una idea divertida mal ejecutada. Película para ver con las
expectativas más bajas posibles o con el cerebro en blanco.
Ojometro:
**
**