sábado, 18 de julio de 2015

Crítica: Burying the Ex (2015)


Película dirigida por Joe Dante (Gremlins, The Hole), cuyo guión fue escrito por el debutante Alan Trezza. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de junio, mientras que su salida en formato físico se dará a inicios de agosto.

Sinopsis:

Max (Anton Yelchin) y Evelyn (Ashley Greene) deciden llevar su relación a otro nivel al vivir juntos, pero pronto él descubrirá que su novia es mucho más controladora de lo que se imaginaba. Harto de eso, decide romper con ella; sin embargo, antes de poder hacerlo Evelyn muere y cuando Max pretende empezar de cero una nueva relación su vida amorosa se vuelve complicada por un detalle: su ex ha regresado la vida para estar con él por siempre.



Comentarios generales:

En una época donde las comedias de terror no se conciben sin grandes cantidades de sangre o actitudes dignas de niños de siete años es bueno tener de vez en cuando experiencias mucho más ligeras que pretenden regresar a lo básico para entretener. Obvio con esto no pretendo omitir el hecho de que Burying the Ex utiliza un poco de dichas fórmulas, pero fiel al estilo de su director se trata de una experiencia pensada para que toda clase de publico la pueda ver cómodamente.

Ya que de entrada hay que señalar que esta es una comedia que tiene una carga importante hacia el lado romántico, no al grado de ser detestablemente melosa, pero si juega un rol fundamental durante gran parte del primer acto para que Dante pueda ir construyendo una historia en donde esencialmente el monstruo es la novia sin que todavía tenga nada de aterrador; encargándose de que uno vaya sintiendo empatía por el personaje de Max por medio de pequeñas referencias o tributos a clásicos (ojo con todo lo que pasa en la tienda) con los cuales varios se pueden identificar como fans. Algo que sin duda resulta mucho más largo de lo deseado; de hecho, por varios lapsos se siente muy ajeno a lo acostumbrado, pero termina por rendir cuentas gracias a que cuando se da el rompimiento y consecuente muerte hay cierto grado de satisfacción que no pensabas ibas a experimentar.

Realmente la parte más relacionada con la comedia de terror inicia en el segundo acto y la resurrección de Evelyn, ahí es cuando se entra a terrenos más conocidos y el director no tiene problema en utilizar viejos trucos para sacar algunas risas por medio de un zombie con una personalidad extravagante. No presenta muchas cosas gráficas, a lo mucho una escena de vomito podría ser lo más impactante dentro de todo esto, pero lo cierto es que no necesitaba de mucho considerando el tono que maneja desde un inicio.

Mi principal problema con la película, además de ciertas cosas del primer acto, es que no tratan de manera profunda el tema de la figura que provoca todo esta situación. Básicamente es como si no existiera una vez que la pareja se vuelve a reunir; por ahí le dan un raquítico seguimiento pero es olvidada de manera progresiva y esto hace pensar que simplemente la integraron de último minuto para que la resurrección no resultara muy vacía.

La parte final es entretenida por la forma en la que logran mantener el conflicto entre todos los personajes en suspenso, aunque si te quedas con la sensación de que tardaron más de lo debido en convertir a Evelyn en una verdadera amenaza. Esto porque el desenlace es hilarante y hubiera sido interesante verla un poco más en esa línea.

Los cuatro actores centrales cumplen de buena manera con unos papeles que tampoco les exigían demasiado, aunque si tuviera que elegir a alguien como la figura sin duda esa sería Greene en su rol de novia zombie. La producción tiene factura sólida: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte en los tres sets más relevantes es llamativa aun con su simpleza, el score tiene un sello ochentero muy evidente y los efectos/maquillaje en realidad no son muy complejos, aunque están bien logrados para los propósitos de la historia.  

Opinión final: Burying the Ex es una comedia ligera sin grandes pretensiones para pasar un rato agradable y nada más.

Ojometro:
***