Película escrita y dirigida por Chris
Sparling (The Atticus Institute). Se estrenó directamente en Netflix el pasado
28 de noviembre, aunque todavía no hay información sobre cuando se dará su
salida en formato físico.
Sinopsis:
Cuando cuatro hermanos
distanciados regresan a su antiguo hogar para darle el último adiós a su
moribunda madre, estos tendrán que poner a prueba sus lazos familiares cuando
varios secretos salen a la luz y el pasado de su madre resurge. Provocando que
esa misma noche tengan que pelear por sus propias vidas.
Comentarios generales:
Probablemente Netflix quede a
deber en cuanto a su oferta de cine de terror si la comparamos con la de otros
servicios, pero sin duda se tiene que reconocer su labor de rescatar proyectos
en el último par de años; incluso si la mayoría se centran en la invasión de
hogares. Un subgénero que en estos momentos está siendo explotado como pocos y,
por ende, uno en donde es difícil innovar. Por lo cual Mercy resultaba una película
de la cual no sabía que esperar y que al final me ha sorprendido gratamente.
No tanto porque sea
increíblemente innovadora, sino porque Sparling nos regala una historia que
desde un inicio no te atrapa por el hecho de no saber cuál de todos estos personajes va a terminar con vida, sino más bien por saber cuáles son sus
verdaderas motivaciones. Ya que, si bien esto se centra en una tragedia
familiar, lo cierto es que las razones que hay detrás para que todos los hijos
estén reunidos son detestables y en base a esto es como se construyen una serie
de fricciones que poco a poco van generando esa duda sobre quien traicionará a
quien y cuyo pago se da casi de manera inmediata cuando inicia el momento de
riesgo; poniendo sobre la mesa un escenario que, en teoría, es muy predecible.
Algo que cambia por completo en
el segundo acto. Esto porque cuando piensas que ya sabes cómo se van a
desarrollar las acciones el director decide retroceder y volver a repetirlas,
pero en esta ocasión desde otra perspectiva. Una jugada que pudiera parecer
barata, pero que funciona a la perfección debido a que no solo le añade mucha
más sustancia, sino porque además explica ciertos detalles que en un inicio no
tenían sentido; generando así una dinámica mucho más fluida en donde la
violencia se incrementa y se juega de manera clara con los valores de cada uno
de los involucrados para tratar de definir si es que alguno de ellos se puede
considerar como el “bueno” dentro de todo esto.
La parte final está bien manejada
y se desarrolla de manera bastante clara a pesar de la repetición de eventos
previamente mencionada. Además presenta un giro interesante que le brinda un
contexto mucho más complejo y perverso a una historia que parecía definida en
su totalidad.
Las actuaciones son sólidas;
realmente no diría que alguien destaca en particular, pero la tensión entre
todos los miembros de la familia se siente natural y eso ayuda mucho para que
las dudas estén a tope la mayor parte del tiempo. La producción es de buena
factura, sin ser nada espectacular: el trabajo de fotografía es bueno, la
dirección de arte es discreta, tiene un score agradable, el trabajo de sonido
cumple y toda la cuestión de efectos/maquillaje es limitada.
Opinión final: Mercy es una buena
película. Tal vez no ponga nada nuevo sobre la mesa, pero trata un tema
interesante que les hará pasar un rato agradable.
Ojometro:
****
****