Película dirigida por Andrew C.
Erin (Sam's Lake), quien además comparte créditos como co-escritor del guión
junto a Daniel Farrands. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de
los Estados Unidos a inicios de febrero, mientras que en México hizo lo propio
el pasado 3 de marzo.
Sinopsis:
Una mujer ex alcohólica se muda a
un viejo edificio de apartamentos en donde la única condición para poderse
quedar es no cometer los errores del pasado, ya que de lo contrario tendrá que
confrontar algo más que un vergonzoso desalojamiento.
Comentarios generales:
Desde hace unos años a la fecha la
presencia de Danielle Harris en ciertas películas se ha convertido en un imán
publicitario de peso para venderlas, algo que tiene sentido considerando lo
ligada que ha estado al género desde pequeña. Lo malo es que también se está
convirtiendo en un método engañoso al solo utilizarla de manera breve y con
Havenhurst tenemos un nuevo ejemplo de esto, ya que sin su presencia para la
promoción este hubiera sido un trabajo sin tantos reflectores dada su
naturaleza tan básica.
Y no es que piense que utilizar
una fórmula simple sea malo, de hecho, lo que nos regalan Erin y Farrands se
podría decir que es terror clásico en su máxima expresión; sin embargo, es
indudable que esta es una historia a la que muchos puede que no le encuentren
gran atractivo debido a que llega un punto en donde predecir lo que va a
ocurrir se vuelve demasiado fácil. Lo cual en un inicio ciertamente el director
intenta que no sea así, ya que durante todo el primer acto se juega de manera
correcta con la duda en lo que respecta a la amenaza mientras se establecen las
bases por las que esta existe y gracias a eso generar escenas agradables que te
ayudan a apreciar de mucha mejor manera lo fundamental que será ese viejo
edificio para el desarrollo de las acciones.
Un aspecto que es interesante de
ver, pero que también se convierte en un arma de doble filo gracias a que por
eso mismo todo el misterio se pierde de manera rápida y se pueden empezar a unir
los hilos sin demasiados problemas apenas entrando al segundo acto. Uno que se
sustenta principalmente en la cuasi relación de madre e hija entre los dos
personajes centrales y que ciertamente ofrece algunos de los momentos más
interesantes de la película, pero que nunca logra establecerse de manera sólida
debido a que se le da paso a una investigación que lo deja todo a medias.
De hecho, a partir de este
momento todo se siente hecho sin ningún tipo de objetivo fundamental más que
por añadir contenido y cierto impacto visual gracias a algunas muertes,
ocasionando así que se entre en un lapso en el que las cosas avanzan lentamente.
La parte final me entretuvo.
Cuenta con la intensidad necesaria y optan por un camino no convencional, pero
lamentablemente tampoco se esfuerzan por contestar varias preguntas que
hubieran redondeado de mucha mejor manera la historia.
Las actuaciones están bien, tanto
Julie Benz (Jackie) como Belle Shouse (Sarah) cumplen con sus respectivos roles
y logran generar una química en pantalla que te hace preocuparte lo suficiente por ellas. La producción también está bien cuidada: el trabajo de fotografía
es sólido, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el
score está ok, cuenta con un buen trabajo de sonido, los efectos cumplen y la
labor de maquillaje es bastante bueno.
Opinión final: Havenhurst está
aceptable. Es una película muy simple que resultará ideal para ver en Netflix y
demás servicios en unos cuantos meses.
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