viernes, 24 de marzo de 2017

Crítica: Lavender (2017)


Película dirigida por Ed Gass-Donnelly (The Last Exorcism: Part II), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Colin Frizzell. Se estrenó el pasado 3 de marzo de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados. 

Sinopsis:

Cuando una fotógrafa (Abbie Cornish) sufre de pérdida de memoria por un traumático accidente, extrañas pistas dentro de sus fotos empiezan a sugerir que posiblemente ella fue la responsable de la muerte de su familia. Una que ella simplemente no recordaba que tenía.



Comentarios generales:

Los thrillers pequeños son un volado debido a que reciben tan poca promoción que al final muchas veces uno no sabe con qué se va a encontrar y eso termina beneficiando el visionado de manera inicial. Tal es el caso de Lavender, la cual ciertamente es una propuesta pequeña cuya principal ventaja ante el espectador es no tener muchos reflectores encima para poder guardar los secretos de manera efectiva y, en base a eso, ofrecer algo disfrutable a pesar de ciertas obsesiones que no la benefician.

Realmente lo que nos trae Gass-Donnelly es una historia que se sustenta casi en su totalidad en el personaje de Jane, uno que desde el primer instante estará rodeado de dudas y misterios que hacen complicado sentir empatía por ella al ser puesta como alguien con muchos problemas que, al menos de inicio, indican que será la responsable de todo lo malo que está por venir. Algo que se acentúa mucho más al ponerla junto a un par de personajes (su familia) que son completamente lo opuesto y resultan el soporte perfecto para generar un balance adecuado durante el primer acto; sobre todo una vez que esta pierde la memoria.

Ya entrados en los 30/35 minutos y con la perdida de la memoria jugando un papel importante es cuando la película llega a su punto más elevado, ya que es a partir de aquí donde verdaderamente cada situación empieza a tejer poco a poco algo mucho más grande. Todo esto bajo un ritmo bastante pausado que el director aprovecha para construir escenas de suspenso efectivas por medio de Jane o la pequeña Alice, las cuales logran en todo momento no solo proporcionar la tensión suficiente, sino también que uno tome interés por saber cómo se resolverá este problema dado a que ahora involucra elementos que al principio no parecían tan fundamentales.

Un aspecto que tristemente también afecta debido a que llega un punto en donde cada cinco minutos se integra una pista nueva que no permite comprender de buena manera el pasado de la protagonista al generar memorias tan confusas. Evidentemente todo pensado bajo la idea de elevar el grado de misterio, pero que en determinado momento resulta excesivo y provoca que se sientan metidas con calzador.

La parte final es agradable. Ciertamente descifrar lo que pasó no es tan complicado si se unen ciertas piezas y una cuestión que está ligada al aspecto paranormal resulta poco convincente, pero al presentar sucesos del pasado le brindan una fuerza importante que ayuda a que el desenlace sea gratificante.

De las actuaciones realmente todo recae Abbie Cornish y no lo hace nada mal, ya que durante 90 minutos logra generarte ese conflicto sobre si debes sentir empatía por su personaje o desconfiar por completo de ella. La producción es sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es discreta, el score es lo mejor de la película, el trabajo de sonido cumple y la cuestión de efectos/maquillaje es muy limitada.

Opinión final: Lavender está ok. Un thriller interesante que lamentablemente añade demasiadas cosas que no necesitaba y eso la termina afectando.  

Ojometro:
***