Película escrita y dirigida por
el francés Pascal Laugier (Martyrs, The Tall Man). Se estrenó en cines dentro
de Francia durante el mes de marzo y en México hizo lo propio este pasado fin
de semana; mientras que en los Estados Unidos lo hizo directamente en VOD. Su salida
en DVD está confirmada para el próximo 24 de julio.
Sinopsis:
Una madre y sus dos hijas adolescentes
son aterrorizadas por un par de psicópatas durante la primera noche en su nueva
casa. Un evento que cambiará sus vidas para siempre.
Comentarios generales:
Cuando se supo que Pascal Laugier
estaba trabajando en algo nuevo la emoción entre los fans del género fue
evidente, al final de cuentas hablamos de uno de los directores que nos regaló
uno de los trabajos más brutales de la década pasada. Sin embargo, hace unos
años decepcionó a más de uno con su propuesta en “The Tall Man” y por ello
había ciertas dudas con respecto Incident in a Ghostland (o simplemente
Ghostland en algunos mercados); dudas que aumentaron cuando se dio un problema
legal con una de las actrices debido a un accidente durante la filmación, pero
que creo que fueron superadas de manera satisfactoria.
Y en gran medida se debe a que el
director francés regresa a sus raíces con esta película al apostar por la
brutalidad como elemento base de su historia, utilizándola prácticamente desde
el inicio para regalarnos así una serie de eventos potentes con los que
establece rápidamente que no tendrá ningún tipo de concesiones con los
personajes femeninos y que tratará de llevar a sus límites al propio
espectador. Aunque para eso también juega un poco con la estructura del filme
al presentar un escenario futuro del cual no pretendo hablar mucho para no
arruinarles la experiencia, pero que se vuelve fundamental para integrar cierto
terror psicológico que le añade profundidad a algo en apariencia muy
predecible.
Logrando así que el segundo acto
sea uno intenso, donde el ritmo en general es fluido y el nivel de violencia se
mantiene prácticamente intacto para seguir con la tendencia inicial de mostrar
un espectáculo brutal en el que el sufrimiento de las protagonistas sea muy
marcado, aunque no en niveles tan altos como vimos en Martyrs. Esto en gran
medida porque también utiliza ciertos elementos para generar suspenso y algunos
sustos fáciles que por momentos resultan excesivos; además de que aquí se
presenta al personaje de Beth como un contrapeso importante que es capaz de
mantener cierto balance entre ambas partes.
Todo realmente funciona de manera
adecuada, hasta que llega la parte final.
Una que no considero mala en realidad dado a que sigue manteniendo mucha fuerza y violencia, sin embargo, por momentos si se vuelve un poquito aburrida al tratar de explotar nuevamente el tema psicológico que, a diferencia de lo ocurrido previamente, aquí se siente algo forzado y termina por afectar la fluidez con la que se había desarrollado el filme hasta el momento. Igualmente, el que no expliquen mucho sobre los asesinos te deja con cierta sensación de vacío.
Una que no considero mala en realidad dado a que sigue manteniendo mucha fuerza y violencia, sin embargo, por momentos si se vuelve un poquito aburrida al tratar de explotar nuevamente el tema psicológico que, a diferencia de lo ocurrido previamente, aquí se siente algo forzado y termina por afectar la fluidez con la que se había desarrollado el filme hasta el momento. Igualmente, el que no expliquen mucho sobre los asesinos te deja con cierta sensación de vacío.
Las actuaciones están bastante
bien, Crystal Reed (Beth niña) hace un gran trabajo con un papel que le exige
mucho tanto emocional como físicamente, mientras que el resto del elenco
tampoco lo hace mal (en especial Anastasia Phillips como Vera adulta). La
producción también es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, la
dirección de arte está muy bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido
no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje está ok.
Opinión final: Incident in a
Ghostland me entretuvo. En definitiva no es para todo el mundo, pero siempre es
bueno ver a alguien regresar a sus raíces.
Ojometro:
****
****