Película dirigida por Timothy
Woodward Jr. (Finders Keepers: The Root of All Evil), cuyo guión fue co-escrito
por Jeffrey Reddick, William Halfon y Jonathan Doyle. Se estrenó de manera
limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a finales de enero,
mientras que su salida en formato físico se dio este pasado 28 de marzo.
Sinopsis:
Después de la muerte de su padre,
Aaron (Michael Welch) regresa a casa para ayudar a su devastada madre y
confrontar su pasado. Estando ahí revisa las pertenencias de su padre para
obtener algo de dinero, lo cual lo lleva a cruzarse con un misterioso y viejo
objeto que es más de lo que aparenta.
Comentarios generales:
Una película que cuenta con la
participación de Lin Shaye, Tony Todd y el creador de “Final “Destination (Jeffrey
Reddick) sin duda alguna llamará la atención de los fans veteranos del género
debido a que su presencia, en teoría, debería de garantizar algo calidad. Sin
embargo, no siempre ese es el caso y tristemente con The Final Wish solo
resultaron ser una cortina de humo para hacer que una producción del montón pudiera
obtener un poco más de exposición.
Y es que lo que Woodward Jr. nos
trae es una historia predecible que tiene a una propuesta muy
similar como “Wish Upon” demasiado cerca y con la que no puede diferenciarse de
manera importante. Situación que empeora con un primer acto que cuenta con una
estructura similar y en el que la muerte del padre no tiene un impacto
significativo, limitándose principalmente en poner al personaje de Aaron en
situaciones random en las que tiene que lidiar con ciertos aspectos de su
pasado mientras se da a entender que “algo” le está dando buena suerte.
Realmente todo lo que ocurre es
aburrido, pesado y sin ningún tipo de gracia. Solo ciertas participaciones puntuales de Lin Shaye logran darle algo de vida
a esta dinámica sosa hasta que finalmente se empiezan a revelar los detalles
sobre el genio.
Lo cual lleva a lo que es lo más original de todo esto debido a que, contrario a lo habitual, aquí nuestro protagonista no está consciente de los deseos que pide y gracias a eso el nivel de peligrosidad se eleva de golpe para así establecer a la amenaza como algo de cuidado sin darle demasiadas vueltas al asunto. Además de que sirve para darle sentido a la introducción y, de paso, construir una atmósfera decente que refleje un panorama más oscuro.
Lo cual lleva a lo que es lo más original de todo esto debido a que, contrario a lo habitual, aquí nuestro protagonista no está consciente de los deseos que pide y gracias a eso el nivel de peligrosidad se eleva de golpe para así establecer a la amenaza como algo de cuidado sin darle demasiadas vueltas al asunto. Además de que sirve para darle sentido a la introducción y, de paso, construir una atmósfera decente que refleje un panorama más oscuro.
La parte final se podría decir
que es donde se ven los únicos momentos
con cierta carga emocional y con un poco más de intensidad. Obviamente esto no
es suficiente como para rescatar la película, pero por lo menos se puede tener
un desenlace con un ritmo más ágil y con Aaron asumiendo la responsabilidad de
sus actos.
En cuanto a las actuaciones solo
Lin Shaye brilla y más que nada porque en un punto la dejan hacer lo que le
plazca, provocando así una interpretación muy over the top que funciona en este
mar de eventos genéricos. La producción es decente: el trabajo de fotografía
tiene altibajos, la dirección de arte está ok, el score cumple, el trabajo de
sonido es limpio, los efectos son bastante simples y la labor de maquillaje está
pasable.
Opinión final: The Final Wish es
mediocre. Película aburrida que les causará más bostezos que otra cosa.
Ojometro:
**
**