Película dirigida por Matt
Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Devil’s Due), cuyo guión fue escrito por Guy
Busick y Ryan Murphy. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a
finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 27 de
septiembre; recaudando hasta la fecha $48 millones de dólares en taquilla a
nivel mundial.
Sinopsis:
Grace (Samara Weaving) se acaba
de casar con un miembro de una excéntrica y adinerada familia que la obliga a
formar parte de un peculiar ritual durante su noche de bodas: participar en un
aterrador juego en el que tiene mantenerse con vida hasta el amanecer.
Comentarios generales:
Con la compra de Fox por parte de
Disney muchas producciones que se encontraban en desarrollo terminaron por
quedarse en limbo gracias al enfoque familiar que caracteriza a la empresa del ratón
y al parecer algunas eran películas de terror. Así que cuando se anunció que
Ready or Not iba a ver la luz me dio gusto, pero también tenía cierto temor
debido a que no se sabía si este nuevo proyecto de Radio Silence iba a sufrir
algún tipo de censura o bajón de tono. Cosa afortunadamente no ocurrió.
Y es que, aunque estamos ante una
comedia, lo cierto es que lo que nos ofrecen Bettinelli-Olpin y Gillett también
depende de gran manera de la violencia para desarrollar una historia que esencialmente
es una sátira sobre las clases adineradas. La cual establece desde un inicio al
personaje de Grace como “inferior” y no se toma demasiado tiempo para ponernos
frente a la situación de riesgo a la que se va a tener que enfrentar, trasladando las acciones dentro una mansión en donde se genera una atmósfera
oscura que complementa a la perfección el juego que se lleva a cabo.
Uno que sin duda sigue una
estructura bastante simple que bien podría haber resultado contraproducente,
pero cuyo ritmo fluido ayuda a que la película en ningún punto se vuelva
aburrida y su naturaleza un tanto improvisada logre generar no solo momentos de tensión, sino también varios
bastante graciosos al combinarlos con algunas muertes. Ya que aquí no estamos
ante la típica familia desalmada sin sentimientos que actúan como maquinas, más
bien estamos ante un grupo de personajes que en su afán por querer lograr una
meta a toda costa cometen muchos errores porque son demasiado incompetentes para
eso y en realidad varios de ellos ni siquiera están convencidos de lo que
hacen.
Brindándole así mucha más
sustancia de la que uno pensaría a personajes de los cuales no esperarías tanto
y, sobre todo, un balance adecuado a las acciones. Ya que es por medio de esto
por lo que la dinámica de Grace contra la familia nunca siente tan cargada
hacia un solo lado e incluso permite que se puedan construir situaciones en un
escenario mucho más amplio que poco a poco vayan incrementando el nivel de
intensidad rumbo a la parte final.
La cual sin duda es la parte con
más fuerza de todas debido a que la locura alcanza su clímax y porque aquí las
muertes ya no se sustentan de manera tan marcada en el humor como al inicio. Sin embargo, esto no
quiere decir que las cosas se vuelvan serias, más bien diría que se vuelven más
exageradas para bien. Especialmente porque el cierre en general es hilarante
precisamente por los excesos que se presentan en pantalla.
Con respecto a las actuaciones hay
que decir que cuenta con un elenco muy sólido, con nombres como Adam Brody, Henry
Czerny, Andie MacDowell, Nicky Guadagni o Kristian Bruun que muestran un gran manejo para la comedia. Aunque sin duda la estrella es
Samara Weaving al mostrar, una vez, mucha versatilidad con un papel que la
obliga a combinar humor, locura e intensidad en todo momento y que saca adelante
sin demasiadas complicaciones.
La producción es de gran factura:
el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está impecable, el
score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien
hechos y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: Ready or Not me
gustó bastante. Película muy divertida que sin duda se posiciona dentro de las
mejores del año.
Ojometro:
*****
*****