viernes, 19 de agosto de 2022

Crítica: Tow (2022)

Película dirigida por Vanessa Alexander, cuyo guión fue co-escrito por Caitlin Gerard y Jesse Mittelstadt. Se estrenó el pasado 24 de junio dentro de los Estados Unidos por medio del servicio de streaming Tubi, aunque se desconoce si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Unas hermanas gemelas deben de confrontar su traumático pasado cuando un asesino serial del que alguna vez escaparon vuelve a entrar en sus vidas antes de su ejecución.


Comentarios generales:

A lo largo de los años han existido un sinnúmero de slashers de mala calidad que van desde producciones de alto perfil hasta trabajos medianos o independientes, es un subgénero que simplemente tiene de todo y del cual se puede esperar cualquier cosa. Por eso el ver malas películas de este tipo ya ni me sorprende, incluso dentro de lo malo suelo encontrar cosas que me entretengan, pero con Tow eso fue prácticamente imposible de lograr.

Y es que lo traído por Vanessa Alexander es algo que desde los primeros minutos te deja la impresión de que se construyó en base a material reciclado de otras películas no finalizadas debido a que la calidad varía demasiado entre escenas. Aunque realmente lo que le hace más daño es el hecho de que la historia como tal es extremadamente confusa al presentar saltos de tiempo, sueños y flashbacks de una manera poco orgánica para tratar de contar algo que realmente no es tan complejo, al menos no desde el lado más elemental de lo que representa la amenaza por parte de este asesino.

Simplemente todo se siente forzado, cada detalle parece integrado más por mera inercia que porque en verdad tenga un propósito dentro del desarrollo y como consecuencia en ningún punto el avance de las acciones resulta fluido o fácil de seguir. Lo cual se magnifica mucho más una vez que empezamos a ver una mayor participación del asesino, cuyo rostro siempre se mantiene escondido a pesar de que lo interpreta un actor reconocido (lo cual incrementa las sospechas de ser material reciclado) y en general varias de sus acciones no tienen demasiado sentido, ocasionando así que poco a poco se vaya volviendo aburrido lo que uno ve no solo ante la falta de lógica, sino porque además no existen muertes lo suficientemente destacadas como para hacer pasar el tiempo de forma amena.

Así llegamos a la parte final más por obligación que por gusto y, aunque tiene dos que tres detalles decentes ligados a la dinámica de los slasher, tampoco mejora demasiado la experiencia. Sobre todo porque nos regala un desenlace que resulta demasiado ridículo incluso para los bajísimos estándares establecidos durante todo el visionado.  

De las actuaciones la verdad es que Caitlin Gerard (Maddy/Abigail) decepciona bastante en su doble papel, mientras que la presencia de Kane Hodder (The Mechanic) es meramente anecdótica. Y en cuanto a la producción, es de presupuesto muy discreto: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte se ve de baja calidad, el score es probablemente lo más rescatable, el trabajo de sonido no es el mejor y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy simple para tratarse de un slasher.

Opinión final: Tow es terrible. Slasher confuso y sin sentido que es mejor evitar.

Ojometro:
*