martes, 2 de noviembre de 2021

Crítica: Antlers (2021)

Película dirigida por Scott Cooper, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Henry Chaisson y Nick Antosca. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 29 de octubre, recaudando $6.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En un aislado pueblo de Oregon, la maestra Julia Meadows (Keri Russell) y su hermano se involucran con la preocupante situación de uno de sus estudiantes, cuyos oscuros secretos los llevarán a cruzar caminos con una criatura que va más allá de su comprensión.


Comentarios generales:

Realmente parecía que el destino de Antlers era quedar olvidada en alguna plataforma de streaming para rellenar su catálogo debido a que fue una de las principales afectadas de la compra de Fox por parte de Disney y de la pandemia ocasionada por el COVID-19. Por ello es que su estreno en cines es un logro por sí mismo y la verdad es que no pudo llegar en mejor momento, ya que no solo es de una de las mejores películas que salieron durante esta época de Halloween, sino también una de las mejores propuestas de todo el año.

Y es que lo que nos presenta Cooper es una historia que desde los primeros minutos te deja claro que será muy depresiva y oscura tanto por su estética general como por todo lo que vive el personaje de Lucas. Quien tiene que lidiar con situaciones como el bullying, la desnutrición o el abandono familiar mientras le hace frente a una situación aterradora para alguien de su edad y que es el medio para ir develando un misterio en el que lo importante realmente no es tanto saber qué fue lo que pasó, sino más bien qué diablos puede ocurrir si por alguna razón no logra mantener su frágil fachada.

Algo que en verdad resulta desgarrador de ver y que lleva su tiempo para desarrollarse plenamente, por lo cual puede que el ritmo no sea precisamente el más atractivo durante varios lapsos de la primera mitad; sin embargo, una vez que se expone el secreto la película entra en una dinámica que fluye de manera prácticamente perfecta. Magnificando la violencia para ir dejando unas muertes que aportan bastante impacto e inmediatamente incrementan la sensación de angustia y de peligro entre los personajes principales, quienes se ven superados por una problemática de la cual no les es fácil conseguir respuestas lógicas.

Llevando así a una parte final en la que los elementos sobrenaturales toman más relevancia y en donde, ahora sí, se le brinda mayor exposición al increíble monstruo. Lo cual añade un nivel de fuerza brutal a las acciones para tener un desenlace en el que el tema de los lazos de sangre sigue siendo fundamental, pero tampoco representa un impedimento para proporcionar un cierre potente que encaje con el tono oscuro que predominó durante las casi dos horas de duración.

En lo que se refiere en las actuaciones tenemos un elenco muy sólido, aunque hay dos en particular que destacan. La primera es la siempre confiable Keri Russell con un personaje que poco a poco va obteniendo fuerza y el segundo es el pequeño Jeremy T. Thomas (Lucas), cuya desesperación por tratar de mantener su pequeño mundo familiar a flote es básicamente el sustento de esta historia.

Sobre la producción tenemos una factura por demás cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte efectiva, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Antlers me gustó mucho. Película oscura y depresiva que definitivamente es una de las mejores de 2021.

Ojometro:
*****

viernes, 29 de octubre de 2021

Crítica: Slumber Party Massacre (2021)

Película dirigida por Danishka Esterhazy (The Banana Splits Movie) y escrita por Suzanne Keilly. Se estrenó el pasado 16 de octubre dentro de los Estados Unidos por el canal Syfy, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o digital.

Sinopsis:

En 1993 Trish Devereaux fue la única sobreviviente de una masacre durante una pijamada en Holly Springs. Ahora, tres décadas después, su hija Dana (Hannah Gonera) y un grupo de amigas se ven forzadas a quedarse en el mismo lugar para que la historia vuelva a repetirse.  


Comentarios generales:

La franquicia de Massacre conformada por tres distintas series (The Slumber Party Massacre, Sorority House Massacre y Cheerleader Massacre) históricamente siempre ha sido un hit or miss incluso con los propios fans debido a que representan un periodo muy especifico del género de terror que muchos consideran caduco o que ya no encaja con los estándares sociales actuales. Así que cuando fue anunciada una nueva Slumber Party Massacre realmente el panorama no resultaba nada alentador y se esperaba lo peor; sin embargo, al final me he topado con una verdadera sorpresa.

Algo que pudiera resultar difícil de creer si tomamos en cuenta que durante el primer acto lo que nos presenta Esterhazy no difiere mucho de las entregas anteriores al seguir la estructura habitual con unos eventos que, si bien no resultan nada aburridos, tampoco es que destaquen por su originalidad. Teniendo estos como principal propósito el familiarizar con la franquicia a aquellos que no la conocen y establecer de manera simple tanto el ritmo que predominará como las personalidades de este grupo de chicas.

Realmente nada particularmente especial, pero una vez que se cruzan los treinta minutos de metraje llega un giro que ni el fan más perspicaz verá venir y que cambia de manera radical la dinámica de esta historia. Brindándole así un toque de frescura muy agradable dentro de un subgénero en el que eso es difícil y a la vez exponiendo ciertos temas de relevancia actual por medio de situaciones cuyo desarrollo resulta lo opuesto a lo que tradicionalmente se ve, mientras se mantiene intacta la esencia slasher por medio de muertes que proporcionan las dosis de impacto suficientes y además ayudan a aplacar un humor que no siempre resulta tan efectivo dentro del caos expuesto.

Dejándonos con todo lo anterior una parte final que pareciera muy simple, sin embargo, aquí se presenta otro giro que le brinda una capa más de novedad. Aunque este si no es tan complicado de descifrar y se va más a la segura, recurriendo a un buen nivel de violencia, sangre y acción constante para ofrecer un desenlace satisfactorio que, en apariencia, no deja nada abierto para una secuela o algo por el estilo.

Las actuaciones son lo que uno espera de esta clase de películas, aunque en general la dinámica entre las chicas está muy bien y muestran buena química en pantalla. Y en cuanto a la producción no se puede desligar por completo de ser una película de Syfy, pero cumple: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es muy genérico, el trabajo de sonido tiene algunas inconsistencias, los efectos son simples y la labor de maquillaje aceptable.

Opinión final: Slumber Party Massacre me gustó. Entrega que le da un aire de frescura a la franquicia y que sin duda se establece como una de las mayores sorpresas del año.

Ojometro:
****

martes, 26 de octubre de 2021

Crítica: Black as Night (2021)

Película dirigida por Maritte Lee Go (Phobias) y escrita por Sherman Payne. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

Shawna (Asjha Cooper) es una adolescente con problemas de autoestima que encuentra confianza de la manera menos convencional al pasar su verano peleando contra vampiros que cazan a los desamparados en Nueva Orleans.


Comentarios generales:

Al final de cuentas si hubo tiempo para ver otra propuesta de Welcome to the Blumhouse y en esta ocasión me decanté por la de temática más convencional, ya con expectativas muy bajas considerando que las dos anteriores no fueron nada del otro mundo y por ende tenía una idea más clara sobre qué esperar. Además estaba el hecho de que como película de vampiros el margen de maniobra no era precisamente muy amplio considerando que se trata de un subgénero en donde ver algo fresco suele ser muy complicado, así que con Black as Night solo esperaba algo para pasar el rato y eso fue precisamente lo que me encontré.

Aunque hay que decir que lo ofrecido por Lee Go tiene similitudes muy marcadas con otra película de vampiros (Vampires vs. the Bronx) que lo hace muchísimo mejor en prácticamente todos los sentidos y por ello en muchas ocasiones sientes que se queda corta en lo que quiere proponer, sobre todo tratándose de una historia con una alta dosis de crítica social. La cual es lo que le brinda su principal rasgo de identidad y por lo consiguiente desde el primer minuto se explota de manera considerable para establecer las problemáticas que existen dentro de esta comunidad en Nueva Orleans y cómo impactan a Shawna durante un periodo complicado como es la adolescencia.

Un aspecto que podría pensarse que opacará a todo lo demás, pero en realidad la situación con los vampiros también se expone de manera temprana y se combina de buena manera con el tema social para darle sentido a sus acciones, logrando así que el desarrollo resulte ágil durante los primeros 25/30 minutos.  Sin embargo, también es evidente que conforme los vampiros van tomando más relevancia se empiezan a tener problemas para darle sentido a muchas cosas sin que se sientan aceleradas; simplemente hay situaciones que se dan porque la historia convenientemente así lo necesita y no porque estas lleguen de manera natural como consecuencia de lo que ha estado ocurriendo.

Además de que también se puede decir que las escenas que requieren de más acción nunca terminan por resultar del todo convincentes y eso genera que casi todo el segundo acto sea blando al momento de preparar el camino para la parte final.

Una que nuevamente se ve invadida por la presencia de factores integrados muy a la fuerza, pero que al menos logra darle exposición a un villano interesante por medio de un encuentro final que logra proporcionar el drama suficiente como para que lo que ocurre no te resulte tan indiferente.

Sobre las actuaciones tenemos a una Asjha Cooper que está bastante correcta en su papel y un grupo de secundarios que la verdad no te generan demasiado interés a pesar de su tiempo en pantalla. Mientras que en lo que se refiere a producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Black as Night está aceptable. Otra película poco memorable de la antología para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer. 

Ojometro:
*** 

viernes, 22 de octubre de 2021

Crítica: There’s Someone Inside Your House (2021)

Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Patrick Brice (Creep), cuyo guión fue escrito por Henry Gayden. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 6 de octubre.

Sinopsis:

Makani Young (Sydney Park) se va de Hawái para vivir con su abuela en un tranquilo pueblo de Nebraska para terminar la preparatoria. Sin embargo, conforme se va acercando la época de graduación ella y sus compañeros de clase empiezan a ser el objetivo de un asesino cuya meta es exponer sus más oscuros secretos.


Comentarios generales:

Una de las principales quejas que se tienen sobre las producciones que se estrenan de manera exclusiva en los servicios de streaming es que la mayoría se sienten como proyectos que no dejan absolutamente ninguna huella a largo plazo y la verdad hay mucha razón detrás de esa aseveración. Ya que ante la demanda de contenido constante estas plataformas tienen que llenar su catálogo como puedan y no suelen tener un control de calidad tan estricto, dejando como resultado películas que no son precisamente malas pero que no pasa nada si no las ves, tal como es el caso de There’s Someone Inside Your House.

Un slasher con el que Brice no se rompe la cabeza y lo maneja de una manera bastante segura utilizando cada truco bajo la manga conocido. Con un inicio que te marca de forma clara el tono y nivel de violencia con el que contará para así tratar de generarte interés por una historia no muy compleja que se encuentra llena de los estereotipos adolescentes habituales y que toca de manera un tanto superficial ciertos temas de relevancia actual para utilizarlos como el detonante de las muertes que se presentan en pantalla.

Lo cual ciertamente hace que durante los primeros 40 minutos la experiencia resulte agradable al contar con un ritmo ágil y escenas de asesinatos bien logradas que terminan generando un golpe emocional fuerte entre los personajes que hace suponer una segunda mitad más oscura. Sin embargo, eso solo se queda en un supuesto debido a que con el pasar de los minutos esas virtudes positivas se van perdiendo para darle paso a un drama juvenil aburrido en el que los esfuerzos por tratar de ocultar tanto la identidad del asesino como el secreto de Makani resultan muy pobres, dejando situaciones que solo le van quitando fuerza a algo que en teoría tendría que generar más temor entre los involucrados y el propio pueblo en sí.

Por ello es que la parte final no es lo intensa que debería y cuando finalmente se dan las revelaciones más importantes estas carecen de impacto. Llevando así a un cierre que incluso se siente algo acelerado, aunque si logra mantener la violencia y la sangre en un nivel adecuado que por lo menos hace que este no te resulte tan indiferente.

De las actuaciones no hay mucho que destacar, Sydney Young no lo hace mal y por ahí te encuentras con alguna que otra interpretación sólida. Y en cuanto a producción nos topamos con algo cuidado: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte sólida, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: There’s Someone Inside Your House está aceptable. Slasher para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***