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martes, 17 de junio de 2025

Crítica: The Ugly Stepsister (2025)

Producción noruega escrita y dirigida por Emilie Blichfeldt. Se estrenó en cines dentro de Noruega durante el mes de marzo, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 9 de mayo.

Sinopsis:

Elvira (Lea Myren) tiene que competir con su hermosa hermanastra dentro de un reino en el que la belleza lo determina todo. Tomando medidas extremas para poder cautivar a su príncipe soñado durante una feroz competición por encontrar la imagen perfecta.  


Comentarios generales:

Gracias al fenómeno provocado por “The Substance” durante el año pasado se generó un pequeño interés por el body horror que ya tenía un rato que no se percibía, sobre todo dentro de personas que usualmente no ven cine de terror. Así que no es de extrañar que se quiera sacar provecho de eso y honestamente The Ugly Stepsister parecía otra propuesta interesante que podía explotar dicho interés gracias a que tocaba un tema similar, pero el resultado final ha sido decepcionante.

Y es que si bien está reinterpretación de “La Cenicienta” traída por Blichfeldt maneja con bastante claridad su mensaje sobre los ridículos estándares de belleza, lo cierto es que nunca parece importarle demasiado cómo su protagonista llegará a manifestar dicha obsesión de manera entretenida dentro de este mundo carente de alma y personajes secundarios poco interesantes.

Poniéndola así bajo un escenario en el que vemos su cambio físico a base de procedimientos poco ortodoxos y dolorosos que aportan ligeras dosis de impacto; sin embargo, estos quedan como meros aspectos anecdóticos junto a la exposición de la historia de Cenicienta. Una que con su toque cuasi pornográfico se siente más como una travesura fríamente calculada para hacerte olvidar el hecho de que los elementos de terror durante la primera mitad de la película son mínimos y en general el desarrollo tedioso.

Situación que tampoco es que cambie demasiado durante una segunda mitad en la que el ritmo se vuelve pesado conforme se van mostrando los cambios físicos de Elvira, quien para este punto empieza a ser ridiculizada en su transformación sin que se caiga en algo tan grotesco. Siendo este el esquema que se utiliza para todo lo que vendrá y que con el pasar de los minutos resulta problemático debido a que, cuando parece que por fin empezarán a explotar el body horror, siempre se termina reculando para añadir situaciones repetitivas que vuelven cansino el visionado y gracias a eso todo lo referente a la competición queda como algo meramente anecdótico cuando parecía que esta en algún punto llevaría a escenas más extremas.

Dejándonos así una parte final en la que uno no puede dejar de sentir que lo ocurrido previamente no llevo a ningún lado y aunque se incrementa un poco el factor shock por medio de una situación específica que engloba a la perfección la locura de Elvira, la verdad es que el desenlace resulta demasiado insípido. 

En el tema de las actuaciones hay que decir que Lea Myren no hace un mal trabajo, ella cumple con su objetivo de darle vida de manera adecuada a un personaje cuyas obsesiones la llevan a los extremos. Generando así una empatía y rechazo en proporciones similares que nunca es fácil de conseguir.

Y en cuanto a producción, la verdad tiene sus altibajos: el trabajo de fotografía es inconsistente, la dirección de arte discreta, el score es medio genérico, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son más simples de lo que uno esperaría y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Ugly Stepsister es decepcionante. Película cuyo mensaje no logra ocultar lo increíblemente aburrida que es.

Ojometro:
**

martes, 3 de diciembre de 2024

Crítica: Street Trash (2024)

Remake dirigido por Ryan Kruger, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a James C. Williamson. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de noviembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de indigentes rebeldes deben de pelear para sobrevivir cuando descubren un macabro plan del gobierno para exterminar a cada indigente de la ciudad.


Comentarios generales:

Los remakes son algo inevitable dentro de la industria del cine y lo seguirán siendo por muchos años más, así que ya no soy tan negativo ante estos como ocurría hace 15 o 20 años atrás. Sin embargo, incluso para hacer uno creo que se debe de tener cierta conciencia del interés que puede llegar a generar y por eso siempre me parece extraño que se elijan películas de culto de los 80s que para muchas personas son totalmente desconocidas, simplemente es un riesgo muy grande; en especial si cambias cosas del material original como ocurre con Street Trash.

Y es que si bien lo traído por Kruger es un remake que también funciona vagamente como secuela, lo cierto es que toda la sátira política/social desaparece casi por completo y el humor negro se ve suplantado por una comedia barata que pareciera haber sido escrita por adolescentes. Teniendo como base a un grupo de indigentes extravagantes que durante los primeros minutos más o menos logran que dicho humor tan pobre sea digerible dado a que las peculiaridades y la evidente locura de cada uno de ellos hacen que lo malo parezca algo intencional, pero con el pasar de los minutos queda claro que no es así.

Provocando con esto que poco a poco las cosas vayan cayendo en una dinámica bastante fastidiosa en la que la única salvación son las escenas de muertes, las cuales ciertamente son atractivas a nivel visual gracias a los efectos prácticos. Lo malo es que estas se dan de manera esporádica y ninguna tiene un peso significativo en la historia sino hasta mucho más tarde, generando que lo que ocurre en pantalla resulte insípido ante la carencia de un conflicto constante que pueda ir incrementando las tensiones entre ambos bandos y con ello se pueda construir algo mucho más épico durante la parte final.

Una que sin duda es lo más entretenido del filme debido a que es aquí donde por fin se deciden a que sea el caos lo que dicte el rumbo de las acciones y eso lleva a algunos de los momentos más efectivos en cuanto a la violencia se refiere. Aunque también es cierto que la falta de sustancia previa hace que el desenlace no tenga demasiada importancia y al final te quedes con una fuerte sensación de indiferencia.  

Sobre las actuaciones diría que funcionan hasta cierto punto tomando en cuenta el humor absurdo con el que tienen que trabajar y la química del grupo como tal no está tan mal. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es básica, el score es un tanto genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos prácticos están muy bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Street Trash es mediocre. Remake con un humor poco efectivo que difícilmente llegará a ser algo más que una simple curiosidad.

Ojometro:
**

martes, 15 de octubre de 2024

Crítica: The Substance (2024)

Película escrita y dirigida por Coralie Fargeat (Revenge). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 20 de septiembre, recaudando hasta la fecha $24.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Elisabeth Sparkle (Demi Moore) es una celebridad en decadencia que consume una droga vendida en el mercado negro, la cual replica las células de manera temporal para crear una versión más joven y mejorada de ti mismo.


Comentarios generales:

Adentrarse al mundo del body horror no es tan sencillo como el slasher o los zombies, se necesita tener resistencia hacía lo grotesco para soportarlo y ahí es cuando muchas personas optan mejor por ignorarlo dado a que ciertamente puede no ser una experiencia agradable si lo que buscas es solo pasar un buen rato en el cine. Por ello es que me llevé una gran sorpresa cuando The Substance empezó a recibir tantos elogios a pesar de pertenecer a este subgénero, sin duda era una rareza y después de verla uno puede entender más o menos los motivos de esto.

Y es que lo traído por Fargeat trata temas como la cosificación de la mujer y la obsesión con la edad en Hollywood, lo cual resuena bastante en una época en la que la industria del entretenimiento atraviesa por un escrutinio muy fuerte. Permitiendo con esto que las libertades para contar esta historia sean bastantes y honestamente la directora logra que durante la primera mitad las cosas avancen de una manera impecable, logrando que el trasfondo no se pierda en lo absoluto entre lo extravagante que resulta todo lo relacionado con la sustancia; en especial cuando Sue entra en escena para añadir un toque de sensualidad que podría haber generado polémica.

Simplemente todo avanza bajo un ritmo agradable mientras de manera sutil se empieza a plantear la problemática que representa vivir bajo esta dinámica para las dos protagonistas, llevando así a un conflicto peculiar que va escalando en cuanto al nivel de tensión conforme las ambiciones de una afectan a la otra y dar así inicio al periodo en donde precisamente el body horror se vuelve el foco de atención. Aunque también hay que decir que una vez que llegamos a este punto la película pierde un poco el rumbo dado a que, conforme se va viendo la transformación de una de ellas, esta va cayendo en comportamientos un tanto absurdos que chocan por completo con el tono que se había estado manejando y eso le va quitando fuerza a las acciones mientras se le da vueltas a lo mismo sin que se presente un avance significativo en lo que ocurre en pantalla.

Algo que obliga a que para la parte final se tenga buscar el mayor shock posible con el propósito de disimular un poco la falta de profundización y ocultar ciertas incoherencias en lo que se refiere al comportamiento de Elisabeth. Dejándonos ante un espectáculo visual extremo que resulta muy divertido a pesar de todo, donde lo grotesco y lo sangriento se combinan de gran forma para dejar un cierre caótico que puede provocar varias sensaciones, menos el dejarte indiferente.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que tanto Demi Moore como Margaret Qualley (Sue) hacen un gran trabajo, en teoría son la misma persona pero logran darle su sello único en base a la edad que representan en pantalla; además de que cuando toca irse a los extremos ambas cumplen sin demasiadas dificultades. Mientras que Dennis Quaid (Harvey) aporta el grado de excentricidad necesario con un personaje que resulta grotesco sin tener que transformarlo en un monstruo deforme.

Y en lo referente a la producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es muy sólido, la dirección de arte impecable, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Substance me gustó. Definitivamente no es para todo el mundo, pero si disfrutan del body horror se van a divertir. 

Ojometro:
****

martes, 25 de junio de 2024

Crítica: Humane (2024)

Producción canadiense dirigida por Caitlin Cronenberg y escrita por Michael Sparaga. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

A raíz de un colapso ambiental que está obligando a la humanidad a deshacerse del 20% de su población, una cena familiar se vuelve un caos cuando el plan del padre es alistarse en el nuevo programa de eutanasia del gobierno.  


Comentarios generales:

Es inevitable pensar en “The Purge” cuando uno ve de lo que trata Humane, obvio son conceptos distintos pero la idea base es más o menos la misma. Una similitud que la verdad me generaba algunas dudas debido a que parecía solo una copia más, aunque al final ha sido más entretenida de lo que esperaba.

Ya que lo que nos presenta Cronenberg es una historia de corte ligero cuya búsqueda por el horror no se centra en elementos sobrenaturales, asesinos seriales o monstruos, sino más bien en lo frágiles que pueden llegar a ser los lazos familiares cuando la vida está en riesgo. Teniendo un primer acto con un fuerte enfoque en la compleja relación familiar de los York, quienes son un grupo de individuos no muy agradables siendo arrastrados a una situación extraña en la que todos ellos merecen estar y que rápidamente añade un factor sorpresa interesante que hace que uno como espectador se ponga a analizar con mayor detalle los pros y contras de cada personaje.

Logrando así que las cosas avancen de buena manera y poco a poco se vaya generando un nivel de paranoia correcto entre los involucrados, aunque con ello también caemos en los momentos más flojos. No tanto porque lo que ocurre en pantalla sea aburrido, sino más bien porque nunca se percibe una necesidad por arriesgarse un poco más en lo que se refiere a la violencia que se muestra y eso hace que con el pasar de los minutos las acciones se estanquen en una dinámica que en el fondo debería de ser compleja de ver por la cuestión familiar, pero que realmente nunca logra construir momentos lo suficientemente tensos para que el conflicto resulte más desgarrador considerando lo que está en juego.

Situación que afecta en cierto modo a la parte final; sin embargo, también se tiene la capacidad suficiente como para rescatar las cosas al dejarnos un desenlace que cuenta con un ligero incremento en el nivel de intensidad y resuelve de manera competente la problemática a pesar de la falta de emotividad.

Las actuaciones están bien, se trata de uno de esos casos en donde el conjunto es lo más importante y por ende todos los actores funcionan en su papel. Siendo tal vez Enrico Colantoni (Bob) quien destaca un poco más por ser el “villano” y por lo consiguiente presentar una personalidad extravagante que contrasta con el resto.

En cuanto a producción se nota que el presupuesto fue discreto: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte es sobria, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje poco llamativa.

Opinión final: Humane está ok. Película ligera con algunas cosas interesantes para pasar el rato. 

Ojometro:
***

martes, 22 de agosto de 2023

Crítica: The Angry Black Girl and Her Monster (2023)

Película escrita y dirigida por Bomani J. Story. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de julio, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 8 de agosto.

Sinopsis:

Vicaria (Laya DeLeon Hayes) es una brillante adolescente que tiene la firme creencia de que la muerte es una enfermedad que puede ser curada. Así que después del asesinato de su hermano se embarca en un peligroso camino para traerlo de vuelta a la vida.


Comentarios generales:

Adaptaciones de “Frankenstein” de Mary Shelley no son algo extraño, aunque no es tan común que estas se den bajo la perspectiva de la comunidad negra. Por ahí tenemos a “Blackenstein” de los 70s y alguno que otro trabajo más sin que realmente exista uno que se pueda jactar de ser un tipo de referente, título que probablemente The Angry Black Girl and Her Monster termine adoptando con el pasar del tiempo.

Y no tanto porque lo presentado por Bomani sea espectacular, sino más bien porque la manera en la que integra el contexto de la comunidad negra a la historia hace que esta se sienta relevante y tenga un toque de seriedad como ocurre en la obra original. Lo cual se ve reflejado principalmente durante un primer acto que se centra en el entorno de Vicaria, donde tiene que lidiar con el racismo, las pandillas o el abuso policiaco de manera constante; siendo esto parte fundamental para entender su forma de ser y sus motivaciones para querer revivir a su hermano a pesar de la locura ligada a todo esto.

Eso le da cierta sustancia a las cosas y no está nada mal la forma en cómo se plantea todo; sin embargo, es la llegada de la propia resurrección lo que provoca que el visionado empiece a volverse poco emocionante cuando tendría que ser todo lo contrario.

Obvio hay muertes que ayudan a construir escenas con un poco más de intensidad y tampoco es que exista un bajón de ritmo pronunciado, pero la manera en la que se integra al monstruo (Chris) en la dinámica general no resulta tan eficiente debido a que optan por mantenerlo entre las sombras la mayor parte del tiempo para darle más exposición a un conflicto entre Vicaria y los delincuentes que en teoría debería de generar una sensación de peligro importante, más solo se queda como algo desarrollado a medias que nunca define de manera sólida determinadas posturas de los involucrados.

Afortunadamente para la parte final se logra recomponer el rumbo y en gran medida se debe a que por fin le dan exposición al monstruo. Brindándole automáticamente un impacto mayor y crudeza a un desenlace que logra plantear de buena forma la duda esencial de la novela sobre quién es el verdadero monstruo en todo esto, aunque sin dejar tan mal parada a nuestra protagonista gracias a determinadas decisiones que toma.

Sobre las actuaciones en realidad todo el peso de la película recae en Laya DeLeon Hayes y no lo hace mal, tal vez al inicio puede resultar un tanto irritante por su carácter, pero con el pasar de los minutos se vuelve un personaje muy interesante. Mientras que en producción tenemos algo estándar: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es discreta, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son simples y la labor de maquillaje es de buen nivel.  

Opinión final: The Angry Black Girl and Her Monster está ok. Película con buenas cosas a la que todo el tiempo sientes que le hace falta algo.

Ojometro:
***

martes, 25 de julio de 2023

Crítica: The Blackening (2023)

Película dirigida por Tim Story, cuyo guión fue co-escrito por Tracy Oliver y Dewayne Perkins. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de junio, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Siete amigos afroamericanos van a pasar un fin de semana en una cabaña donde los espera un asesino. Obligándolos a formar parte de un juego en donde su conocimiento sobre cultura negra y películas de terror podría ayudarlos a mantenerse con vida… o tal vez no.


Comentarios generales:

Existe una broma desde hace mucho tiempo entre los propios fans sobre que los personajes afroamericanos son los primeros en morir en las películas de terror, así que no es de extrañar que con el pasar de los años eso se haya vuelto una tema que ha generado ciertos debates que giran alrededor de los estereotipos. Aunque afortunadamente también existen quienes han aprovechado esto para realizar proyectos que se lo toman con humor sin dejar de señalar dicha situación y The Blackening es un ejemplo perfecto de eso.

Ya que lo traído por Oliver nos presenta una historia en la que muestra plena conciencia sobre dichos estereotipos pero en ningún momento trata de esconderlos, sino más bien los aprovecha al máximo para construir su humor negro alrededor de un grupo de amigos muy llamativo. Algo que durante el primer acto puede que no sea lo más atractivo si no se está tan familiarizado con el contexto afroamericano porque muchas de sus bromas tienen que ver con eso y ciertamente algunos de los chistes no funcionan de la mejor manera; sin embargo, una vez que entra en escena de manera predominante el asesino las cosas se vuelven bastante entretenidas.

En gran parte porque no se pierde mucho tiempo en la construcción de la problemática y se va de manera directa al juego, lo cual ayuda a brindar más dinamismo a las acciones para que así se tenga una mayor sensación de riesgo dentro de este ambiente en donde predomina el tono cómico. Logrando con esto que el asesino funcione y no quede ridiculizado ante el número reducido de muertes, siendo esto un detalle que se trata de complementar con escenas de acción que en su mayoría funcionan bastante bien al combinarlas con situaciones exageradas que siguen aportando a la causa de ridiculizar todo lo que vemos.

Ante esto se llega a la parte final de buena forma, incluso teniendo como hándicap el hecho de que la sorpresa en la que se sustenta no es tan complicada de descifrar. Proporcionando un desenlace que cumple su objetivo de generar cierto nivel de caos y darle al asesino una justificación que, si bien no es tan convincente, funciona para los propósitos de la trama.

Las actuaciones están bien, cada quien tiene sus momentos para brillar y no hay nadie que destaque de sobremanera por encima del resto. Mientras que en producción es de factura decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es la gran cosa, el score es algo genérico, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

* Cuenta con un par de escenas a la mitad de los créditos

Opinión final: The Blackening está entretenida. Comedia ligera con buenos momentos que les hará pasar un rato agradable.

Ojometro:
***

viernes, 21 de julio de 2023

Crítica: Deinfluencer (2022)

Coproducción canadiense/británica dirigida por Jamie Bailey, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Simon Phillips. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos en diciembre del año pasado, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una porrista es secuestrada y obligada a realizar distintos retos por medio de las redes sociales para satisfacer las exigencias de su misterioso secuestrador, cuyas motivaciones parecen ser más profundas de lo que parecen.


Comentarios generales:

Voy a ser sincero, mi plan realmente no era ver Deinfluencer, sino otra película que tiene un nombre similar que se estrenó durante este año. El problema fue que elegí la opción incorrecta y pues al estar pagada ya no quedó de otra, había que darle una oportunidad, aunque al final el arrepentimiento por mi error ha sido enorme.

Ya que lo presentado por Bailey es terrible por donde se le vea al tratar de realizar una crítica hacía la falsedad que rodea a las redes sociales de la manera más insípida posible, utilizando como inspiración las películas de “Saw” sin que en ningún momento logre generar una sensación de riesgo tan brutal como supondría una experiencia de este tipo. La cual tratan de agilizar por medio de retos que en el fondo tienen sentido tomando en cuenta de lo que va la historia, sin embargo, están tan pobremente estructurados que en ningún punto sientes la tensión que deberían de proporcionar y gracias a eso el visionado empieza a ser un calvario.

Y es que conforme pasan los minutos el ritmo se vuelve más pesado y la repetitividad predomina, provocando que cada reto sea menos interesante a pesar de que se añaden otros personajes para tratar de lograr cierta diferenciación. Además a todo esto hay que agregarle que el propio secuestrador en ningún momento te resulta interesante debido a que, en su afán por querer hacer sus participaciones demasiado elaboradas, te terminan aburriendo con diálogos huecos que en muchas ocasiones ni se pueden escuchar con claridad gracias a la máscara que utiliza.

Por todo lo anterior evidentemente no esperas demasiado para la parte final y, en efecto, no hay nada que la haga destacable. En especial porque consiste en otro discurso larguísimo que le quita cualquier posible emoción a las acciones y hace que el desenlace como tal resulte por demás intrascendente, dejándote con la sensación de que lo visto fue una total pérdida de tiempo.

Las actuaciones son mediocres a lo mucho. Mientras que en producción se nota que hubo poco presupuesto: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte muy simple, el score no genera nada, el trabajo de sonido es malo, los efectos son básicos y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Deinfluencer es terrible. Película de la cual es recomendable mantenerse alejado para no perder valiosos minutos de su tiempo.

Ojometro:
*

martes, 20 de junio de 2023

Crítica: Pollen (2023)

Película escrita y dirigida por D.W. Medoff. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que uno de sus colegas abusara de ella, Hera (Ava Rose Kinard) empieza a vivir una pesadilla en su trabajo soñado mientras trata de asimilar la situación. Y para empeorar las cosas un misterioso monstruo en forma de árbol la empieza a atormentar en todos lados.


Comentarios generales:

Una vez más nos topamos con Gravitas Ventures y creo que todos saben que eso por lo regular significan malas noticias por su cuestionable historial desde hace ya varios años atrás. Sin embargo, en el caso de Pollen genuinamente parecía que traían una propuesta interesante que se atrevía a hablar de un tema que nunca debe ignorarse y eso le daba cierta relevancia dentro del mundillo del cine independiente, aunque al final se ha quedado muy corta de lo que verdaderamente podría haber logrado.

Y es que si bien lo traído por Medoff no es terrible si lo comparamos con otras películas de la distribuidora, lo cierto es que su crítica sobre el acoso/abuso laboral hacia las mujeres no es suficiente como para hacer que trascienda y mucho de eso se debe a que le cuesta trabajo el poder encontrar un balance adecuado al integrar los elementos de terror sobrenaturales sin que estos se sientan un tanto fuera de lugar. Sobre todo porque la historia en general es simple y no exige darle demasiadas vueltas al asunto; en especial cuando el primer acto está centrado en el sufrimiento de nuestra protagonista tras su experiencia y cómo esta le afecta en absolutamente todos los aspectos en su vida de forma intempestiva.

Lo cual te da las bases para empezar a ver un comportamiento extraño de su parte y por lo consiguiente la presencia del hombre árbol en pantalla, pero una vez que esto se da las cosas simplemente avanzan dando saltos de un lado a otro sin profundizar demasiado en las situaciones presentadas. Posicionando a Hera como alguien mentalmente inestable cuyas acciones complican el poder estar en sintonía con ella y gracias a eso todas las injusticias que tiene que enfrentar terminan por no tener la fuerza que deberían, además de que todo lo relacionado al monstruo se vuelve demasiado ambiguo en el afán por querer darle una doble interpretación a todas las escenas que se construyen a su alrededor.

Provocando con esto que el visionado se vaya haciendo pesado ante el poco avance convincente que existe, al grado de que para cuando se llega a la parte final ya es prácticamente imposible rescatarlo. Esto a pesar de que es en esta parte donde existe el mayor nivel de intensidad y locura, pero al sentirse todo tan hueco realmente da igual lo que ocurra y más con un cierre que se deja abierto a la interpretación. 

Sobre las actuaciones en realidad todo recae en Ava Rose Kinard y esta simplemente no da el ancho para el papel debido a que en los momentos de mayor drama no te hace sentir tanta empatía por ella, mientras que en los de locura llega a ser incluso algo caricaturesca. Y en lo que se refiere a la producción las cosas no están mal considerando su presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es de buena calidad. 

Opinión final: Pollen es decepcionante. Película con temática relevante que simplemente jamás logra ser explotada de la mejor manera.

Ojometro:
**

viernes, 28 de abril de 2023

Crítica: Infinity Pool (2023)

Película escrita y dirigida por Brandon Cronenberg (Antiviral, Possesor). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de enero y en México hizo lo propio a finales de marzo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 11 de abril.

Sinopsis:

James (Alexander Skarsgård) y su esposa se encuentran disfrutando unas vacaciones con todo incluido en la isla ficticia de La Tolqa, pero cuando ocurre un accidente fatal la perversa subcultura del resort llena de turismo hedonista, violencia sin sentido y demás horrores sale a relucir.


Comentarios generales:

Ciertamente el ser el hijo de una figura tan respetada como David Cronenberg te va a abrir puertas que otros directores difícilmente tendrán, resulta absurdo negarlo, pero también es cierto que se necesita tener el talento necesario para saber aprovecharlas y no cabe duda que David Cronenberg lo tiene. Ya que su estilo es reminiscente al de su progenitor y por lo mismo cada película suya genera gran curiosidad, siendo Infinity Pool otro ejemplo de eso.

Y es que lo traído por Brandon es una historia que te puede causar de todo menos indiferencia por los temas que toca, aunque probablemente no sea su propuesta más sólida al momento de ejecutar sus ideas en pantalla. 

Iniciando de manera lenta con un primer acto que es un tanto genérico al exponer situaciones que hemos visto en muchas otras ocasiones y con las que uno puede predecir de manera bastante sencilla qué es lo que va a ocurrir debido a que básicamente esta parte se encuentra diseñada para llevar a un acontecimiento especifico que detonará el siempre interesante dilema de Hombre vs. Clon. El cual es el punto de partida para que salgan a relucir las extravagancias por parte del director y ciertamente las sensaciones iniciales con esto son positivas dado a que la intensidad que se imprime es muy agradable y conforme avanzan los minutos empiezan a existir ciertas dudas con respecto a la verdadera identidad de James. 

Sin embargo, durante el segundo acto toda la cuestión hombre/clon poco a poco se vuelve irrelevante debido a que se va dándole más relevancia a los privilegios de la alta sociedad y sus acciones atroces para así explotar determinados elementos visuales que logren proporcionarle impacto a los excesos de este grupo tan detestable de personajes sin que el proceso sea el más agradable dado a que no tardan demasiado tiempo en volverse repetitivos. Algo que no afecta de gran manera al ritmo, pero si hace que la experiencia se empiece a sentir vacía y más larga de lo que debería gracias a la carencia de respuestas en determinadas cuestiones que uno supondría son de gran importancia. 

Aunque también hay que dar crédito por hacer que la parte final por lo menos tenga la fuerza suficiente como para no resultar indiferente y poder implantar una duda razonable con la que el desenlace abierto a la interpretación resulte la opción más lógica de todas.

Sobre las actuaciones hay que decir que Alexander Skarsgård cumple a secas, viéndose opacado por una Mia Goth (Gabi Bauer) que vuelve a demostrar que los personajes mentalmente inestables son su fuerte. Mientras que en producción no hay mucho que recriminar: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no presentan demasiada complejidad y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Infinity Pool está ok. Película más que nada para fans de Cronenberg que toca algunos temas interesantes.

Ojometro:
***

viernes, 9 de septiembre de 2022

Crítica: They/Them (2022)

Película escrita y dirigida por John Logan, la cual representa su debut tras la cámara. Se estrenó por medio de Peacock el pasado 5 de agosto, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 14 de noviembre.

Sinopsis:

Un grupo de adolecentes en un campamento de conversión LGBTQ+ se enfrentan a desconcertantes pruebas psicológicas mientras son acechados por un misterioso asesino enmascarado.


Comentarios generales:

Escribir de películas como They/Them en este momento cuando el tema de la representación y diversidad se encuentra en boca de toda la industria no es algo sencillo debido a las posturas extremas que se suelen presentar entre los fanáticos. Simplemente no hay medias tintas y casi siempre el trabajo en si se termina perdiendo entre discusiones huecas que no aportan nada, lo cual es algo absurdo sin duda, aunque en esta ocasión probablemente hubiera sido lo mejor.

Y es que lo traído por Logan es bastante malo desde todo los frentes, fallando en su búsqueda por satisfacer tanto a aquellos que les interesan las tendencias “woke” como a los fanáticos del terror que simplemente están esperando ver un buen slasher.

Esto porque la historia que nos cuenta pareciera que en su origen no tenía nada que ver con el género y de pronto se le integró a un asesino para que pudiera ser vendida de diferente manera, ya que realmente durante los primeros 40/45 minutos el terror como tal viene más de un abuso psicológico por parte de los encargados del campamento que muestran una marcada intolerancia hacia el grupo de adolescentes. Cuyas dinámicas la verdad no resultan nada interesantes y la mayoría se ven expuestos a muchos clichés que, en teoría, esta película es lo que quiere evitar.

Y lo peor es que la presencia del asesino es prácticamente anecdótica debido a que después de la introducción no lo volvemos a ver sino hasta casi llegando a los 50 minutos de metraje. De hecho, después de eso vuelve a desparecer como por otra media hora y por lo consiguiente el suspenso que este debería de traer consigo es inexistente y para el resto del segundo acto nuevamente se ceden los aspectos del terror a situaciones provocadas por las fricciones entre los adolecentes y encargados que logran subir de manera muy tímida el nivel de intensidad.

Dicho todo lo anterior la experiencia en general es demasiado aburrida y solo te queda la parte final para ver si se puede salvar algo, pero para nuestra mala fortuna ni eso se logra dar. Ya que aunque el asesino hace acto de presencia en realidad no existe ninguna muerte o momento que lo haga destacar; simplemente no hay nada de impacto e incluso ese sentimiento de que fue un recurso integrado de último minuto vuelve a rondar debido a que el desenlace se pudo haber llevado a cabo perfectamente sin este para obtener el mismo resultado.

Las actuaciones son mediocres a lo mucho, ningún personaje destaca y termina siendo Kevin Bacon (Owen Whistler) el único que más o menos logra generarte cierto recuerdo a mediano plazo. Mientras que en producción es una sin muchas cosas para destacar: el trabajo de fotografía está correcto, la dirección de arte es genérica, el score no resalta, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es ínfimo para tratarse de un slasher.

Opinión final: They/Them es mala y aburrida. Supuesto slasher que falla en absolutamente todo lo que trata de hacer.

Ojometro:
**

martes, 9 de agosto de 2022

Crítica: American Carnage (2022)

Película dirigida por Diego Havillis, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Julio Hallivis. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de julio, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 30 de agosto.

Sinopsis:

Después de que un gobernador firmara una orden ejecutiva para arrestar a los hijos de inmigrantes indocumentados, un nuevo centro de detención juvenil ofrece la oportunidad de eliminar sus cargos si trabajan como voluntarios para cuidar de los ancianos.


Comentarios generales:

El tema de la inmigración es uno de los más calientes que existen en la actualidad a nivel mundial y específicamente en Estados Unidos suele ser sumamente divisivo en cuanto a su agenda nacional; sin embargo, en el cine de terror sorpresivamente es uno que no se ha explotado de una manera tan marcada como algunos otros. Obvio existen trabajos que vienen a la mente pero en general no hay algo que se centre en los sucesos más recientes y American Carnage es de los primeros en tratarlos de manera directa, aunque sin la efectividad que probablemente esperaban.

Ya que lo presentado por Havillis no tiene miedo de lanzar el dardo directo en cuanto a la demonización de los inmigrantes dentro de los Estados Unidos y cómo estos se han vuelto el objetivo favorito de políticos en aquel país para culparlos de todos sus problemas, lo cual le brinda un nivel de crítica elevado a una historia que con el pasar de los minutos la tiene que ir aligerando en pro de algo más ficticio.

Dándole así una fuerza inicial interesante para que el primer acto no resulte tan olvidable, sobre todo porque su principal fortaleza recae en la dinámica del grupo y en qué tanto uno pueda tolerar el humor con el que se manejan sus interacciones. Esto mientras se va desenvolviendo un misterio que a un nivel superficial no es tan complicado de descifrar si se le pone atención a alguien en específico, pero que poco a poco va evolucionando en algo más macabro para construir durante el segundo acto situaciones que añadan intensidad y cierto shock en momentos puntuales para restablecer el mensaje inicial. Además de que ayuda a proporcionar elementos que estén ligados al terror.

Y es que hay que decir que la película como tal tiene un tono muy ligero, realmente el terror se sustenta más en lo que lleva a hacer el odio hacia una comunidad, aunque sin nunca arriesgarse demasiado. Algo que termina perjudicando a una parte final que no es que no sea entretenida (porque lo es) sino que realmente termina sintiéndose poco memorable para lo que hemos estado viendo por más de noventa minutos.

En cuanto a las actuaciones, Jorge Lendeborg Jr. (JP) nunca termina por convencer como el protagonista, le hace falta más intensidad y emoción en muchos momentos clave. Aunque el apoyo de Jenna Ortega (Camila), Allen Maldonado (Big Mac) y Bella Ortiz (Micah) hace que las escenas en grupo funcionen mucho mejor.

Y sobre la producción nos encontramos ante algo que está bien hecho, pero no destaca en nada particular: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: American Carnage está ok. Película con cosas entretenidas que no termina por convencer del todo.

Ojometro:
*** 

viernes, 10 de junio de 2022

Crítica: Children of Sin (2022)

Película escrita y dirigida por Christopher Wesley Moore (Triggered), quien además actúa en esta. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de ser enviados a un siniestro retiro religioso por su padrastro, dos hermanos tendrán que pelear con sus vidas para escapar de tan espantoso lugar.


Comentarios generales:

Voy a aceptar que fue su póster lo que hizo que me interesara por Children of Sin, ya que esa vibra ochentera era demasiado tentadora como para ignorarla. Fuera de eso realmente no había nada más que me llamara la atención y la vi con una mente en blanco sin demasiadas expectativas, algo que por lo general sirve para disfrutar películas que no me generan nada, pero en esta ocasión ni eso fue suficiente.

Esto a pesar de que lo presentado por Wesley Moore cuenta con ciertas cosas que podían haber construido un buen slasher; sin embargo, las limitantes le terminaron pasando factura debido a que desde temprano se puede notar que la idea es más ambiciosa de lo que el director puede manejar bajo el concepto de ser un proyecto independiente.

Mostrándonos una historia que gira en torno a creencias religiosas anticuadas cuyo primer acto se desarrolla bajo un ritmo desastroso tanto para la introducción de los personajes como para establecer la problemática central y gracias a eso te queda la sensación de que todo lo que ocurre aquí realmente está de más. Nada fluye de manera correcta y por lo consiguiente cuesta trabajo el poder corregir el rumbo una vez que se entra de lleno en el tema del retiro, donde sin duda es cuando presenciamos los momentos más relevantes.

No solo porque se empieza a exponer la violencia, sino porque el mensaje sobre la hipocresía existente es muy frontal y por lo consiguiente eso le añade más sustancia de lo que esperarías. Lo malo es que esto no es seguido por acciones que le hagan mucha justicia a dicha sustancia debido a una dirección llena de inconsistencias, lo cual le quita mucha fuerza a algo que está pensado para convertirse en un viaje lleno de locura y sangre de manera progresiva por medio de momentos específicos que, con un poco más de “expertise”, hubieran tenido mayor impacto.

Dejándonos así una parte final que en todo momento trata elevar los niveles de intensidad y por algunos breves instantes lo logra, pero realmente para este punto ya todo está perdido. Y tampoco ayuda el hecho de que el desenlace se siente demasiado forzado. 

Las actuaciones son bastante malas, algunas son muy acartonadas y otras demasiado exageradas. Y en cuanto a producción se puede notar el poco presupuesto que hubo: el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte es básica, el score está decente, el trabajo de sonido no es el más limpio y la labor de maquillaje es muy discreta. 

Opinión final: Children of Sin es decepcionante. Slasher con una premisa que podía haber sido mejor explotada.

Ojometro:
**

martes, 12 de abril de 2022

Crítica: Master (2022)

Película escrita y dirigida por Mariama Diallo, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera exclusiva por Amazon Prime Video el pasado 18 de marzo.

Sinopsis:

Tres mujeres luchan por encontrar su lugar en la Universidad Northeastern, que es tan antigua como el mismo país. Sin embargo, cuando una estudiante negra de primer año es víctima de ataques racistas anónimos que piensa son producto de fantasmas del pasado, cada una de ellas tendrá que determinar dónde se encuentra la verdadera amenaza.


Comentarios generales:

Para mi sorpresa no son pocas las personas que me han llegado a comentar que ya sienten fastidio ante tanta propuesta “woke” dentro del género de terror y particularmente las de los servicios de streaming suelen ser las que cargan con las mayores críticas al respecto. Así que cuando alguna de estas anuncia una nueva película sé que habrá altas probabilidades de que genere cierta polémica y en definitiva Master no se va a salvar de eso.

Esto porque lo traído por Diallo trata un problema que sigue estando muy presente como lo es el racismo y lo expone de manera directa por medio de tres personajes que lo viven de distintas maneras conforme a su respectiva posición dentro de la universidad. Aunque también desde muy temprano manifiesta que existirán otro tipo de situaciones que a su vez atacan diferentes problemáticas que van más allá de un grupo específico de personas y con las cuales el espectador se puede sentir relacionado por vivencias propias.

Un aspecto que sin duda le añade más sustancia a la historia, pero también hace que esta no sea precisamente una de brujas convencionales; de hecho, la clasificaría más como de terror psicológico que supernatural. Lo cual con el pasar de los minutos se vuelve un tanto problemático debido a que conforme se va revelando el sufrimiento de una de nuestras protagonistas (Jasmine) se empieza a caer en cierta repetitividad para explotar recursos que dejen en claro dicho aspecto psicológico y por lo consiguiente no solo existe una carencia de escenas que generen tensión, sino que también se vuelve un tanto cansino el visionado a pesar de que el ritmo como tal no es precisamente lento.

Además las interacciones entre los personajes principales no resultan tan profundas como se esperaría, la mayoría de las veces solo son encuentros muy efímeros y eso no ayuda a que se forme un vinculo más entrañable durante la segunda mitad. Haciendo con esto que el suceso de mayor impacto durante la parte final no tenga un peso emocional tan fuerte y con ello el desenlace se sienta un tanto anticlimático, aunque le ayuda el dejar abierto a la interpretación ciertas cosas.

Sobre las actuaciones resultó ser una agradable sorpresa lo de Regina Hall (Gail), a quien casi siempre se le ve bajo personajes cómicos y aquí ofrece algo totalmente distinto para ser el principal sustento de una historia tambaleante. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es discreto, el trabajo de sonido no tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Master está ok. Película con un mensaje muy directo que seguramente generará opiniones un tanto divididas.

Ojometro:
***

viernes, 26 de noviembre de 2021

Crítica: Witch Hunt (2021)

Película escrita y dirigida por Elle Callahan. Se estrenó en Reino Unido a inicios de año en VOD, mientras que su salida en formato físico y digital se dio durante el pasado mes de agosto.

Sinopsis:

En un Estados Unidos en el que las brujas son reales y la brujería ilegal, una adolescente se tiene que enfrentar a sus demonios y prejuicios cuando junto con su familia tiene que ayudar a que dos jóvenes brujas eviten a las autoridades para que puedan cruzar la frontera y buscar refugio en México.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que existe mucha división y por lo consiguiente cualquier película que pretenda tocar temas de agenda se ve expuesta a un nivel de amor/odio desproporcionado incluso antes de que se estrene. No importa si es buena o mala, simplemente por estar o no alineada con creencias personales se le juzga de la manera más extrema posible sin analizarla como se debe, tal como fue el caso con Witch Hunt.

Una propuesta que además ha sido polémica desde distintos frentes debido a que lo presentado por Callahan no solo realiza una crítica muy evidente que en definitiva la alinea con cierta corriente política, sino que también hará que muchos cuestionen su afiliación al género de terror al nunca decantarse por completo en adoptar un subgénero de forma predominante. 

Ya que desde muy temprano vemos que habrá elementos de terror y/o fantásticos, pero al mismo tiempo el primer acto se desarrolla más como un thriller en el que se explica poco sobre el origen del odio hacia las brujas dentro de este Estados Unidos distópico o las leyes detrás de su persecución. Optando mejor por centrarse en los riesgos que asumen Claire y su familia por ayudarlas a pesar de que también tienen ciertos prejuicios a la hora de interactuar con ellas.

Y gracias a eso es que el filme en general es una mezcla de sentimientos encontrados constante debido a que nunca se explota en su totalidad la premisa o el mundo en el que se desarrolla, construyendo situaciones que por un momento hacen suponer que el tono se volverá más oscuro y al final se terminan quedando como meras anécdotas. Aunque tampoco podría decir que lo que uno ve sea aburrido, ya que el ritmo como tal no es pesado y durante el segundo acto existen escenas bien logradas que generan cierto shock ante la manera en la que la sociedad y, sobre todo, el BWI (Bureau of Witch Investigation) tratan a aquellos ligados a las brujas. Siendo dichas escenas las que plasman de mejor manera lo que la directora quería exponer con su crítica.

Todo para dejar una parte final en donde se recurren a más elementos supernaturales y que en términos generales no está mal. Especialmente porque el nivel de intensidad sube para hacer que el conflicto principal cuente con una resolución satisfactoria y se revele un secreto (que no es tan secreto) con el que se deja un cierre abierto a la interpretación.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco casi en su totalidad femenino que hace una buena labor, sin que nadie destaque de sobremanera. Mientras que en producción vemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio y los efectos a base de CGI no son precisamente los mejor cuidados.

Opinión final: Witch Hunt está ok. Película con un mensaje interesante que nunca termina por explotarse de manera convincente. 

Ojometro:
***

martes, 26 de octubre de 2021

Crítica: Black as Night (2021)

Película dirigida por Maritte Lee Go (Phobias) y escrita por Sherman Payne. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

Shawna (Asjha Cooper) es una adolescente con problemas de autoestima que encuentra confianza de la manera menos convencional al pasar su verano peleando contra vampiros que cazan a los desamparados en Nueva Orleans.


Comentarios generales:

Al final de cuentas si hubo tiempo para ver otra propuesta de Welcome to the Blumhouse y en esta ocasión me decanté por la de temática más convencional, ya con expectativas muy bajas considerando que las dos anteriores no fueron nada del otro mundo y por ende tenía una idea más clara sobre qué esperar. Además estaba el hecho de que como película de vampiros el margen de maniobra no era precisamente muy amplio considerando que se trata de un subgénero en donde ver algo fresco suele ser muy complicado, así que con Black as Night solo esperaba algo para pasar el rato y eso fue precisamente lo que me encontré.

Aunque hay que decir que lo ofrecido por Lee Go tiene similitudes muy marcadas con otra película de vampiros (Vampires vs. the Bronx) que lo hace muchísimo mejor en prácticamente todos los sentidos y por ello en muchas ocasiones sientes que se queda corta en lo que quiere proponer, sobre todo tratándose de una historia con una alta dosis de crítica social. La cual es lo que le brinda su principal rasgo de identidad y por lo consiguiente desde el primer minuto se explota de manera considerable para establecer las problemáticas que existen dentro de esta comunidad en Nueva Orleans y cómo impactan a Shawna durante un periodo complicado como es la adolescencia.

Un aspecto que podría pensarse que opacará a todo lo demás, pero en realidad la situación con los vampiros también se expone de manera temprana y se combina de buena manera con el tema social para darle sentido a sus acciones, logrando así que el desarrollo resulte ágil durante los primeros 25/30 minutos.  Sin embargo, también es evidente que conforme los vampiros van tomando más relevancia se empiezan a tener problemas para darle sentido a muchas cosas sin que se sientan aceleradas; simplemente hay situaciones que se dan porque la historia convenientemente así lo necesita y no porque estas lleguen de manera natural como consecuencia de lo que ha estado ocurriendo.

Además de que también se puede decir que las escenas que requieren de más acción nunca terminan por resultar del todo convincentes y eso genera que casi todo el segundo acto sea blando al momento de preparar el camino para la parte final.

Una que nuevamente se ve invadida por la presencia de factores integrados muy a la fuerza, pero que al menos logra darle exposición a un villano interesante por medio de un encuentro final que logra proporcionar el drama suficiente como para que lo que ocurre no te resulte tan indiferente.

Sobre las actuaciones tenemos a una Asjha Cooper que está bastante correcta en su papel y un grupo de secundarios que la verdad no te generan demasiado interés a pesar de su tiempo en pantalla. Mientras que en lo que se refiere a producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Black as Night está aceptable. Otra película poco memorable de la antología para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer. 

Ojometro:
*** 

viernes, 8 de octubre de 2021

Crítica: Bingo Hell (2021)

Película dirigida por Gigi Saul Guerrero, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Shane McKenzie y Perry Blackshear. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 1 de octubre.

Sinopsis:

En Oak Springs vive un grupo fuerte y obstinado de amigos ancianos, cuya líder es Lupita (Adriana Barraza). Ella es la encargada de mantener unida a la comunidad, pero cuando una fuerza maligna toma el control de su amada sala de bingo todo lo que ha construido se vendrá para abajo.


Comentarios generales:

El consenso prácticamente unánime sobre Welcome to the Blumhouse el año pasado fue que la idea era atractiva pero las películas que conformaban la antología se sentían como proyectos del montón con los que nadie se quiso arriesgar y terminaron perdiéndose en la intrascendencia. Así que para este año era importante que el estudio demostrara un poco más de cuidado en sus propuestas si es que quería generar interés entre los fans durante la época con más competencia como lo es Halloween y con Bingo Hell lo hacen a medias.

Ya que lo que nos pone sobre la mesa Gigi Saul Guerrero es una comedia cuya mayor fortaleza se encuentra en la propia dinámica de la comunidad que retrata, pero a la misma vez esta representa su principal flaqueza al momento de desarrollar una historia de terror como tal. La cual inicia de forma agradable al establecer de manera clara el tono que tendrá y en cómo Lupita se encarga de mantener en pie a Oak Springs a base de su personalidad extravagante, dejando varias interacciones muy entretenidas que definen de buena forma a los personajes y le da sentido a la dificultad que tienen para aceptar el cambio.

Lo malo es que esto consume más tiempo del que debería y hace que la primera mitad de la película no se sienta como algo especial para el género, tardando demasiado en presentar aspectos que hagan de Mr. Big y su salón de bingo una amenaza interesante. Aunque también hay que decir que una vez que se revelan sus verdaderas intenciones las cosas mejoran de inmediato y es a partir de ahí cuando se empiezan a notar un poco más de riesgos no solo en cuanto al uso de la violencia y la sangre, sino también en la forma en la que nuestra protagonista afronta el peligro sin recurrir tanto al aspecto cómico que vimos al inicio.

Un cambio que lleva a que la parte final tenga momentos bien logrados que proporcionan un nivel de intensidad adecuado; sin embargo, el hecho de que a la película le sobren al menos unos 20 minutos afecta el ritmo y poco a poco se va haciendo un tanto aburrida. Además de manera incomprensible se le da juego a un personaje que había sido bastante irrelevante y eso le roba reflectores al conflicto que uno quiere ver en realidad, quitándole así impacto al cierre.

Sobre las actuaciones hay que decir que Adriana Barraza hace un buen trabajo, tal vez por momentos puede resultar algo exagerada y caer en lo caricaturesco, pero en general su personaje es muy divertido. Además está rodeada de buenos secundarios, siendo el siempre inquietante Richard Brake (Mr. Big) y la genial L. Scott Caldwell (Dolores) los más destacados.

En lo que respecta a la producción tenemos un presupuesto mediano: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es bastante buena, el score tiene cosas agradables y otras no tanto, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son simples y la labor de maquillaje es efectiva.  

Opinión final: Bingo Hell está aceptable. Película con un humor que no es para todos, pero que puedes disfrutar un día que no tengas nada más que ver.

Ojometro:
***

lunes, 30 de agosto de 2021

Crítica: Candyman (2021)

Secuela dirigida por Nia DaCosta, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Jordan Peele y Win Rosenfeld. Se estrenó en cines en México y Estados Unidos durante el fin de semana pasado, recaudando $22.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Una década después de que la última de las torres Cabrini fuera derribada, el artista Anthony McCoy (Yahya Abdul-Mateen II) y su novia se mudan a un loft de lujo en los nuevos condominios construidos en dicho lugar. Sin embargo, cuando este tiene un encuentro que lo expone a la verdadera historia detrás de Candyman su estabilidad mental se verá comprometida.


Comentarios generales:

De las franquicias con personajes que se consideran legendarios sin duda Candyman era de las últimas que quedaban por revivir de algún modo, así que cuando se supo que Jordan Peele estaba trabajando para traerla de vuelta la emoción fue prácticamente universal entre los fans. Era la combinación perfecta tomando en cuenta el aspecto racial que la rodea, generando un interés que incluso con el retraso por la pandemia nunca se vio disminuido; de hecho, probablemente era de las películas más esperadas del año.  

Algo que puede terminar afectándole en el recibimiento general debido a que lo presentado por DaCosta, Peele y Rosenfeld no creo que logre satisfacer a un porcentaje importante de los fans con su visión, a pesar de que es una secuela directa de la original.

Ya que estamos ante un slasher que no se siente como tal la mayor parte del tiempo al enfocarse más en la mitología que rodea a Candyman y a su inevitable conexión con las injusticias raciales, lo cual hace que la historia sea mucho más densa en la manera de plantear las conexiones con lo ya conocido previamente. Enfoque que de inicio funciona de buena forma debido a que por un lado se percibe la familiaridad, pero por el otro se genera rápidamente una sensación de novedad que proporciona un interés genuino sobre cómo se irá desenvolviendo todo.

Lamentablemente ese buen inicio con el pasar de los minutos se empieza a difuminar ante una evidente confusión en la forma de querer presentar las nuevas ideas y a su vez hacer que estas conecten de manera orgánica con lo que sabemos sobre Candyman. Ocasionando así que el ritmo no resulte tan fluido como debería y, sobre todo, haciendo que por momentos esta amenaza no tenga el impacto necesario al contenerla demasiado en lo que se refiere a las muertes de las que resulta responsable.

Y es que si bien existe una agradable creatividad al momento de presentarlas utilizando la explotación del sonido u espejos (prácticamente todas son fuera de cámara), estas son pocas y demasiado distantes una de la otra. Quitándole así fuerza a las acciones para que sea la propia transformación de Anthony la que termine siendo el foco de atención, la cual en general resulta bien lograda desde el lado visual y del deterioro mental, aunque el hecho de que realmente sea un personaje del que se sabe poco evita que resulte tan memorable.

Ante esto llegamos a la parte final con más dudas que certezas y realmente esta no ayuda demasiado en aclarar el panorama. Destacando principalmente el incremento en la violencia para elevar el nivel de intensidad, pero sin hacer que el desenlace pueda solidificar la idea que DaCosta tenía para Candyman (¿Es un mártir, un tipo de anti-héroe o solo un monstruo?) y dejar así un cierre demasiado abrupto e incluso algo hueco.

En lo que respecta a las actuaciones Yahya Abdul-Mateen II hace un buen trabajo, logra un buen equilibrio entre la cordura y la locura de un artista obsesionado con su obra. Lo malo es que el resto del elenco solo está de adorno y ningún otro personaje logra desarrollarse de manera plena como para que sea un contrapeso interesante, además de que la presencia de Tony Todd es meramente anecdótica.

Sobre la producción no hay ninguna queja: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es impecable, cuenta con un score sólido, el trabajo de sonido es excelente, los efectos cumplen totalmente su tarea y la labor de maquillaje está bien hecha.

Opinión final: Candyman no está mal. Mentiría si no dijera que esperaba mucho más, pero en términos generales cumple y sin duda es la segunda mejor entrega de la franquicia.

Ojometro:
***

jueves, 29 de julio de 2021

Crítica: The Forever Purge (2021)

Quinta entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Everardo Gout y escrita por James DeMonaco. Se estrenó en México y los Estados Unidos a inicios del mes de julio, recaudando hasta la fecha $57.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Es el 2048 y la purga ha sido reinstaurada, aunque en esta ocasión todas las reglas se rompen cuando un grupo de alborotadores decide que no se detendrá al amanecer y, por el contrario, esta nunca debe de terminar.


Comentarios generales:

Dentro de la simpleza que existe en la premisa de esta franquicia también se encuentran un sinfín de ideas por explotar debido a que realmente es inagotable la cantidad de cosas que se pueden contar, resultando evidente que el principal enfoque hasta ahora ha sido precisamente uno muy político/social. Algo que sin duda puede ser tanto negativo como positivo dependiendo de la perspectiva de cada quien, aunque creo que The Forever Purge es de las entregas que mejor han explotado dicho aspecto.

Y lo hace por medio de un tema que siempre estará presente como lo es la inmigración que involucra a Estados Unidos y México, con el cual Gout y DeMonaco no solo establecen su mensaje de manera inmediata, sino que además les brinda la oportunidad de cambiar un poco la estructura característica de estas películas. Ya que realmente la noche de la purga como tal es un evento casi secundario que se utiliza más como escenario de fondo para enfatizar el miedo que provoca entre las distintas clases sociales, generando así cierta tensión y algunos momentos que, aunque breves, logran presentar ciertos visuales que dejan en claro lo atroz de dicha "festividad".

Una decisión que sin duda le brinda frescura a las cosas, sin embargo, también se tiene que decir que gracias a esto el inicio puede resultar lento y poco emocionante ante la carencia de muertes más impactantes.

Situación que para el segundo acto se soluciona debido a que partir de que la purga se descontrola las cosas entran en el terreno de la acción y con ello llega el frenetismo, además de que el nivel de violencia se incrementa bastante sin nunca alcanzar a ser un gorefest. Siendo bien complementado con el tema político/social que claramente tiene una inspiración muy marcada en los problemas más actuales que no solo añaden cierto aire de realidad (exagerada claro), sino también tensión e incluso incomodidad por medio de algunos diálogos. Sin dejar de lado el desarrollo de las historias individuales de los personajes más relevantes.

Las cuales ante un conflicto especifico llevan a que la parte final sea más que nada un juego del gato y el ratón bastante divertido. En donde entra la frontera mexicana como el escenario principal y las acciones frenéticas toman el mando para dejar así un desenlace con varias muertes, un mensaje contundente y, sobre todo, un panorama muy claro del rumbo que podría tomar la franquicia.

En cuanto a las actuaciones tenemos a Ana de la Reguera (Adela), Tenoch Huerta (Juan) y Josh Lucas (Dylan) haciendo una buena labor con personajes que tampoco exigen demasiado. Y en producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: The Forever Purge me gustó. Una entrega bastante divertida que probablemente solo esté por detrás de Anarchy como lo mejor de la franquicia.

Ojometro:
****

viernes, 21 de mayo de 2021

Crítica: Spiral: From the Book of Saw (2021)

Novena entrega de la franquicia, la cual cuenta con el regreso tras la cámara de Darren Lynn Bousman (Saw II, III, IV) y cuyo guión fue co-escrito por Josh Stolberg y Peter Goldfinger. Se estrenó en cines en México y Estados Unidos el 13 y 14 de mayo respectivamente, recaudando hasta la fecha $10.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Trabajando bajo la sombra de su padre, el detective Ezekiel Banks (Chris Rock) y su novato compañero se hacen cargo de una escalofriante investigación que involucra unos terribles asesinatos que recuerdan de manera inquietante el espantoso pasado de la ciudad.


Comentarios generales:

Creo que una de las sorpresas más grandes de los últimos años fue enterarnos que un comediante como Chris Rock era el principal interesado en darle nueva vida a la franquicia de Saw después de que esta parecía haber quemado su último cartucho en 2017 con “Jigsaw”. Simplemente resultaba una combinación muy extraña que pasó de ser rumor a toda una realidad y con ello se le dio vida a Spiral, la entrega que más expectativas ha generado desde hace bastante tiempo.

Aunque la verdad dudo que esta secuela (cuasi spin-off) traída por Bousman logre satisfacer a todo el mundo debido a que se trata de una historia que tiene elementos característicos de Saw y a la misma vez, por grandes lapsos, no sientes que estés viendo una película de Saw.

Más que nada porque en esta ocasión se le da más relevancia al tema detectivesco y, sobre todo, a la crítica social que involucra el abuso policiaco. Lo cual le brinda cierta sustancia pero hace que la violencia quede en un plano secundario mientras se explotan los conflictos que giran alrededor del detective Banks con porcentajes de efectividad variados, ya que lo mismo pueden añadir tensión a las interacciones con otros policías como generarte una sensación de extrañeza gracias a que resulta complicado comprar a Chris Rock bajo este tipo de personaje.

Obviamente con esto no quiero decir que no existan las clásicas muertes que proporcionan el gore porque si las hay, pero más que nada se utilizan como complemento para que el ritmo de la película nunca se vuelva pesado. Algo que sin duda es benéfico para el visionado; sin embargo, una vez que ocurre un evento en particular durante el segundo acto es prácticamente imposible el no descifrar quien está detrás de los asesinatos y a partir de ahí las cosas se tornan sumamente aburridas ante su predictibilidad, al grado de que ya nada puede causar impacto y con ello el misterio como tal pierde relevancia.

Problemática que logran contrarrestar un poco durante la parte final por medio de las que son las muertes con la producción más elaborada de todas para añadir unos visuales llamativos. Lo malo es que el desenlace como tal resulta muy flojo, realmente nunca sientes la tensión que debería de generar tal evento y el cierre en general pone en duda la longevidad del planteamiento sobre los policías (de ahí que parezca más un spin-off que una secuela).

Sobre las actuaciones, tal como lo mencione antes, resulta muy difícil comprar a Chris Rock bajo un papel como este. No es que lo haga mal, pero jamás logra alcanzar el nivel de intensidad necesario y eso se acentúa mucho más cuando el resto del elenco en la mayoría de los casos solo está de adorno.

En cuanto a la producción tenemos lo habitual con la franquicia: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es impecable y todo lo referente a efectos/maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Spiral es decepcionante. Entrega que le dará nueva vida a la franquicia, aunque dudo que se vuelva una de las favoritas de los fans.

Ojometro:
**

viernes, 25 de diciembre de 2020

Crítica: Spiral (2020)

Película dirigida por Kurtis David Harder, cuyo guión fue co-escrito por Colin Minihan y John Poliquin. Se estrenó directamente en VOD el pasado 17 de septiembre, aunque todavía no hay confirmación sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una pareja homosexual se muda a un pequeño pueblo para disfrutar de una mejor calidad de vida y criar a su hija con fuertes valores sociales. Pero cuando sus vecinos organizan una extraña fiesta pronto se darán cuenta que no todo es lo que parece en este vecindario aparentemente perfecto.


Comentarios generales:

Más allá de que el nombre probablemente no haya sido la mejor opción considerando que existen varias películas nombradas así e incluso en 2020 se iba a estrenar una de alto perfil que lo utilizaba, lo cierto es que Spiral era un proyecto que me llamaba la atención debido a las buenas referencias que se fue generando de boca en boca. Eso por lo regular suele ser una señal de que por lo menos el visionado será interesante y así fue, aunque la verdad el resultado final no me terminó por maravillar como a otras personas.  

Esto porque lo que nos presenta David Harder es un trabajo que por grandes lapsos parece tener muy claro lo que nos quiere contar y por otros tantos se la pasa brincando de un lado a otro tratando de buscar excusas para extender innecesariamente el misterio que propone. Ya que esta es una historia que se construye de manera lenta mientras se juega con el verdadero motivo detrás de la desconfianza, siendo evidentemente la intolerancia de la sociedad a mediados de los 90s el eje central, pero también añadiendo otra clase de detalles cuyo principal propósito es provocar un ligero suspenso.

Realmente así transcurre todo durante al menos 30 minutos y hasta ese punto no hay muchas cosas para destacar, siendo la llegada del segundo acto la que empieza a mejorar la experiencia. 

Sustentándose principalmente en alucinaciones que al menos logran brindarle una dinámica más fluida a las acciones y que poco a poco, en conjunto con situaciones que aportan mayor impacto, empiezan a plantear la idea sobre si lo que está pasando es producto de algún tipo de paranoia provocada por traumas del pasado o si verdaderamente cada aspecto lleva a algo más siniestro. Lo cual ayuda a que el camino rumbo a la parte final resulte entretenido; sin embargo, una vez que se llega a esta los baches vuelven a aparecer. 

En gran medida porque el comportamiento del protagonista resulta un tanto exasperante al momento de afrontar un peligro que para este punto resulta evidente, aunque también porque que se presenta un giro que no termina por sentirse completamente orgánico y por lo consiguiente provoca que las conexiones de los hechos previos no encajen del todo bien. Haciendo con esto que el cierre resulte demasiado intempestivo. 

Las actuaciones no están mal, nada como para destacar de gran manera, pero en general son lo suficientemente competentes para que el visionado no resulte tan pesado y la dinámica familiar resulte convincente. La producción cumple: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es relativamente simple (salvo por el final).  

Opinión final: Spiral está ok. Película con cosas interesantes que nunca terminan por funcionar del todo, aunque no está de más checarla.

Ojometro:
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De mi parte les deseo una feliz navidad.