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martes, 14 de enero de 2025

Crítica: Y2K (2024)

Película dirigida por Kyle Mooney, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Evan Winter. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de diciembre, mientras que su salida en VOD se dio el día 24 del mismo mes.

Sinopsis:

Dos donnadies de la escuela preparatoria deciden asistir a la última celebración antes de que inicie el nuevo milenio en la víspera del año nuevo de 1999. Aunque la noche se volverá todavía más loca de lo que hubieran imaginado cuando el reloj marque la media noche.


Comentarios generales:

Recrear las décadas pasadas es algo común en la industria del cine y justo estamos entrando en el periodo en el que los 2000s empiezan a ser traídos de vuelta, algo que personalmente me llama la atención dado a que fue la época en la que viví mi adolescencia y por ello la tengo mucho más marcada en mi memoria. Situación que hacía que Y2K me generara mayor curiosidad de la habitual a pesar de que se veía como una de esas propuestas absurdas sin nada interesante, lo cual en gran parte es cierto, pero no es tan mala como pensaba que sería. 

Ya que lo traído por Mooney es una historia que maneja un humor que puede llegar a fastidiar a más de uno en su propósito de exagerar los comportamientos adolescentes de la época, haciendo que el primer acto sea difícil de digerir. Sobre todo porque el mayor atractivo en esta parte es ver cuales situaciones del pasado logran representar de la manera más fidedigna posible y básicamente no existe ningún tipo de referencia a la paranoia que existió en su momento por el error que causaría la catástrofe informática, convirtiendo esto en una comedia adolescente como cualquier otra que tiene sus momentos de gracia esporádicos.

Algo que cambia una vez que empieza la revolución de la tecnología dado a que con ello llega el caos por medio de situaciones que rayan en lo ridículo, pero que precisamente por eso mismo terminan siendo disfrutables dado a que ayudan a establecer que absolutamente todo es posible. Brindándole así un ritmo un poco más ágil a las acciones y un nivel de violencia suficiente como para que la amenaza resulte de consideración; sin embargo, también hay que mencionar que dicha ridiculez con el pasar de los minutos resulta en un arma de doble filo debido a que, así como hay cosas que funcionan, igualmente hay otras que no y eso provoca que en determinado momento sientas que lo visto en pantalla no lleva a ningún lado.

Y en gran medida así es, aunque debo de decir que la parte final me pareció entretenida y mucho de eso se debe a que integran a la dinámica al vocalista de una banda de Nu metal para resaltar algo que incluso en aquellos años generaba polémica y cierto rechazo. Lo cual probablemente funcionará de mejor manera con quienes crecieron siendo fans de dicha banda o género musical (como es mi caso), pero en general esto hace que el desenlace no resulte tan genérico.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir, la mayoría sirve su propósito en base a estereotipos y comedia muy simplona; aunque Julian Dennison (Danny) tiene algunos momentos que te pueden sacar la carcajada. Mientras que en producción se nota que el presupuesto no fue tan robusto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta. 

Opinión final: Y2K está pasable. Película absurda del montón, pero que tiene algunas cosas que pueden hacerte reír un rato.

Ojometro:
***

viernes, 29 de noviembre de 2024

Crítica: Heretic (2024)

Película dirigida por Scott Beck y Bryan Woods (Haunt), quienes además son los co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de noviembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 21 de noviembre; recaudando hasta la fecha $34.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando dos jóvenes misioneras mormonas intentan predicarle a un hombre (Hugh Grant), este las arrastrará a un peligroso juego del gato y el ratón que muestra lo peligroso que es.


Comentarios generales:

El que A24 haya crecido tanto no solo significa que sus películas reciben más exposición, sino que también son objeto de un mayor escrutinio por parte del público en comparación de hace algunos años atrás y por lo mismo su conocida experimentación puede llegar a ser un arma de doble filo. Simplemente es un tipo de cine que no es para todo el mundo y eso los obliga a tener que buscar propuestas con las que puedan encontrar un término medio para que todo tipo de público pueda disfrutarlas y creo que Heretic es un buen ejemplo de ello.

Esto porque lo traído por Beck y Woods es terror psicológico en su estado más puro, pero no rehúye a utilizar elementos simples para que la historia no se vuelva tan enredada al estar fuertemente sustentada en el dialogo, aunque durante el primer acto puede existir un reto importante desde el lado de la paciencia. Ya que en este lapso nuestros tres personajes principales nos llevan a una interesante conversación con la que no solo conocemos un poco de sus personalidades, vidas o creencias, sino que también es la vía principal para ir generando una atmósfera incomoda en la que uno sabe que evidentemente algo no anda bien, pero nunca se está totalmente seguro sobre las verdaderas intenciones de Mr. Reed con las chicas y eso lleva a que exista un misterio de peso que en todo momento mantiene tu atención.

Mucho más cuando llegando al segundo acto Mr. Reed empieza a mostrar un mayor nivel de locura a pesar de que el personaje como tal es muy elocuente en todas sus explicaciones sobre la religión, llevándonos a una dinámica en la que básicamente las chicas no tienen ninguna otra opción más que seguir su juego. Iniciando así el periodo en el que la película se centra más en un terror convencional con el que se plantean dudas sólidas respecto a lo que ocurre, aunque también hay que decir que por momentos las cosas caen en cierta repetitividad y gracias a esto el ritmo puede resultar un tanto pesado ante las pocas emociones que existen.

Las cuales básicamente son guardadas para una parte final que presenta un poco más de violencia y situaciones que requieren mayor intensidad, logrando con esto que en general se tenga un desenlace entretenido que responde varias de las dudas existentes y deja un cierre que, si bien puede parecer un tanto ambiguo, creo que es efectivo.  

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a un Hugh Grant como nunca antes lo habíamos visto gracias a una interpretación potente llena de elocuencia, soberbia y locura que vuelven a su personaje uno muy peligroso. Mientras que Sophie Thatcher (Hermana Barnes) y Chloe East (Hermana Paxton) son un gran contrapeso por su enfoque más jovial e inocente en ciertas cosas.

En cuanto a producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son bastante simples y la labor de maquillaje resulta correcta.

Opinión final: Heretic me gustó. Película sólida que apuesta por un terror psicológico simple y efectivo.

Ojometro:
****

viernes, 19 de julio de 2024

Crítica: I Saw the TV Glow (2024)

Película escrita y dirigida por Jane Schoenbrun (We're All Going to the World's Fair). Se estrenó de manera limitad en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de mayo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un adolescente de nombre Owen (Justice Smith) solo trata de sobrellevar la vida en los suburbios cuando una compañera lo introduce a una misteriosa serie de TV nocturna con una visión supernatural del mundo. Provocando que frente al brillo del televisor su visión de la realidad empiece a quebrarse.


Comentarios generales:

No suelo juzgar las películas solo por su trailer, pero en el caso de I Saw the TV Glow era prácticamente imposible no hacerlo gracias a que era muy evidente hacia donde estaba dirigida narrativamente y a qué tipo de público quería llegar. Algo que no me resultaba particularmente llamativo al punto de que por un momento pensé en dejarla pasar; sin embargo, al final decidí darle una oportunidad y… terminé encontrando más cosas negativas que positivas.

Ya que lo traído por Schoenbrun en realidad apuesta mucho por lo visual y lo sonoro para tratar de ocular su falta de sustancia o elementos que la liguen de manera considerable al terror, lo cual ciertamente le funciona durante los primeros 15/20 minutos al presentar una historia de corte adolescente que podrá generar en el espectador algunos recuerdos de épocas donde todo era más simple cuando tenía un show de TV con el cual distraerse, pero una vez que trata de elaborar las cosas más a profundidad se pierde el rumbo por completo.

Ocasionando así que desde muy temprano la experiencia se vuelva cansina al tener que lidiar con un protagonista que no te transmite nada a pesar de que sufre de experiencias complicadas y porque todo lo referente a su amistad con Maddy es tratado de una forma muy vaga. Aderezado con algunos diálogos terribles y bajo un tono predominantemente depresivo que tampoco añade demasiado a la experiencia. 

Además, por si esto no fuera suficiente, lo relacionado al show de TV poco a poco va perdiendo relevancia y jamás logran solidificar la idea detrás de este al pasársela jugando con las dudas con respecto a si guardaba algún tipo de elemento supernatural o no.

Por todo lo anterior la película llega muy débil a su parte final y esta tampoco cuenta con lo necesario como para proponer una mejora significativa. En especial porque el trasfondo sobre la identidad de género no resulta demasiado convincente y porque el desenlace está construido para que cada quien le dé su propia interpretación, algo que en si no es malo, pero en este caso solo empeora las cosas ante lo vacía que es la historia.  

En cuanto a las actuaciones Justice Smith hace lo que tiene que hacer, pero en ningún momento su personaje te provoca algo y eso resulta problemático durante todo el metraje. Mientras que en producción tenemos sin duda sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, el soundtrack es muy bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: I Saw the TV Glow es decepcionante. Película divisiva y aburrida que probablemente resuene de distintas formas dependiendo de cada quien.

Ojometro:
**

martes, 16 de julio de 2024

Crítica: MaXXXine (2024)

Película escrita y dirigida por Ti West (The Innkeepers, X). Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 5 de julio, recaudando hasta la fecha $14.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En el Hollywood de los años 80s, la estrella de filmes para adultos y aspirante actriz Maxine Minx (Mia Goth) finalmente obtiene el papel que tanto ha anhelado. Pero mientras un misterioso asesino serial pone de cabeza a la ciudad, un rastro de sangre amenaza con revelar su siniestro pasado.


Comentarios generales:

La trilogía de X debe de ser uno de los proyectos más peculiares que se hayan dado dentro del género en los últimos años, ya que se combinaron un estudio y un director con visiones/estilos poco amigables para el público mainstream con una apuesta que bien pudo haber fracasado desde un inicio. Sin embargo, ante todo pronóstico eso no sucedió e incluso logró captar miradas fuera de la burbuja de fans del cine de terror para poner a MaXXXine en una posición envidiable y que creo supo aprovechar lo mejor que pudo.

Esto porque para el cierre de su trilogía Ti West apostó por los excesos del Hollywood de los 80s esperando atraer más miradas y sobre todo para volver a las raíces slasher de “X”, pero bajo un enfoque distinto en el que Maxine se vuelve la víctima a pesar de que sigue siendo un personaje siniestro cuya única meta es volverse famosa a como dé lugar. Utilizando a la propia ciudad como un personaje más que la envuelve no solo en el ambiente de excesos que rodeaban la industria en ese entonces, sino también en un ambiente hostil en el que su pasado la alcanza por medio de un detective privado y un asesino serial que la van acorralando por medio de situaciones que la involucran directa o indirectamente.

Ocasionando así que la primera mitad de la película no sea tan brutal como uno esperaría, aunque afortunadamente nunca se vuelve aburrida y gracias a la atmósfera que se logra generar siempre existe una sensación de riesgo palpable que ayuda a magnificar el peligro que representa el asesino para nuestra protagonista. Quien poco a poco se empieza a desestabilizar mentalmente y se vuelve algo vulnerable, pero no al grado de dejarla como alguien débil para que así empiece a resolver sus problemas de la única manera que sabe y con ello incrementar la intensidad conforme se va entrando a la parte más violenta.

Llevándonos así a unos 20 minutos finales que sin duda generarán opiniones divididas porque, si bien contienen momentos de shock y sangre, lo cierto es que se siente un tanto forzado lo que ocurre. Tal vez no en cuanto a las motivaciones que hay detrás, sino más bien porque quien lo planea no es un personaje tan relevante para este punto y simplemente no logra proporcionar ese gran impacto que debería, provocando que el desenlace no sea el más memorable para el cierre de una trilogía.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Mia Goth vuelve a hacer un buen trabajo, no con un nivel de trastorno tan elevado como en Pearl, pero manteniendo una línea similar con un personaje más exótico como Maxine. Mientras que Kevin Bacon (John Labat) esta genial como secundario con un personaje exótico y patético que deja su huella.

En cuanto a producción contamos con una buena factura en general: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: MaXXXine me gustó. Buen cierre para la trilogía, aunque tal vez no sea tan controvertida como se esperaba.

Ojometro:
****

viernes, 18 de agosto de 2023

Crítica: Talk to Me (2023)

Película dirigida por Michael Philippou y Danny Philippou, este último además compartiendo créditos como co-escritor del guión junto a Bill Hinzman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 28 de julio y en México el pasado 9 de agosto, recaudando hasta la fecha $40 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un grupo de amigos descubre cómo invocar espíritus utilizando una mano embalsamada y se enganchan con su nuevo juego para hacerlo viral. Esto hasta que uno de ellos lleva las cosas demasiado lejos y libera aterradoras fuerzas sobrenaturales.


Comentarios generales:

Creo que ya lo he comentado en ocasiones anteriores, pero cada que los medios que no suelen cubrir regularmente cine de terror empiezan a catalogar a una película como algo revolucionario mi interés y mis dudas se disparan de inmediato porque esta opinión muchas veces se da gracias a un importante desconocimiento de lo que ya existe dentro del género. Y en el caso de Talk to Me realmente se puede notar mucho de eso al querer resaltar "ideas nuevas" que no lo son, aunque esto no significa que sea erróneo mencionar que es un trabajo destacado y probablemente uno de los mejores de 2023.

Y es que lo traído por los Philippou en realidad utiliza conceptos que ya hemos visto en repetidas ocasiones, pero alterando ciertos detalles para brindarle frescura a una historia que esencialmente se trata sobre espíritus y posesiones. Esto bajo una perspectiva adolescente con la cual se tratan temas como el bullying, el duelo, la depresión y la obsesión por las redes sociales; siendo esto último el punto de partida para poder integrar la cuestión sobrenatural de una manera que ciertamente resulta llamativa a pesar de su simplicidad.

Logrando así que la comunicación con los espíritus sea un evento que te atrapa de inmediato, no solo por el hecho de que se sabe explotar a la perfección la excentricidad que aporta la mano embalsamada, sino porque el hecho de que muestren a dichos espíritus de manera tan directa hace que el tono oscuro aumente de manera exponencial. Aportando de golpe un nivel de intensidad no te esperas tan temprano y que con el pasar de los minutos solo se va incrementando por medio de acciones que terminan desencadenando una de las escenas más brutales de todo el filme.

Escena que significa un punto de quiebre debido a que a partir de ahí las cosas obtienen un grado de profundidad mayor, utilizando al personaje de Mia como la vía principal para ir desenvolviendo lo que verdaderamente ocurre. Algo que por momentos puede volverse repetitivo ante las decisiones que toma nuestra protagonista y por ende lleve a que el segundo acto tenga pequeños lapsos un tanto pesados en cuanto al ritmo, aunque para contrarrestar eso los directores muestran bastante habilidad en la construcción de situaciones de impacto que puedan elevar el nivel de adrenalina de manera rápida y así evitar que el daño sea grande. 

Preparando con esto el camino para una parte final que se sustenta en la fragilidad mental de Mia y su desesperación por corregir sus errores sin importar las consecuencias. Lo cual hace que el desenlace sea sumamente tenso y en todo momento se planteen dudas con respecto a lo que ocurre sin que sea complejo descifrar el cierre.

Las actuaciones no están nada mal, hay un buen elenco; sin embargo, Sophie Wilde (Mia) es sin duda la que más destaca bajo su personaje lleno de dudas y traumas que magnifica muchas de las escenas importantes. Además también hay que mencionar la aparición de Miranda Otto (Sue), quien con pocos minutos logra dejar una buena impresión bajo su rol de madre sobreprotectora.

En cuanto a producción tenemos una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score es bueno, el trabajo de sonido resulta brutal, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Talk to Me me gustó. No es la revolución que dicen que es, pero si es una película muy efectiva en todo lo que propone.

Ojometro:
*****

martes, 8 de noviembre de 2022

Crítica: Pearl (2022)

Precuela dirigida por Ti West (The Innkeepers, X), quien ahora comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Mia Goth. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre y en VOD lo hizo el pasado 25 octubre.

Sinopsis:

Atrapada en la aislada granja de su familia, Pearl (Mia Goth) tiene que lidiar con su padre enfermo y su estricta madre. Eso mientras su deseo de tener una vida glamorosa como la de las películas hará que sus ambiciones, tentaciones y represiones choquen para convertirla en el monstruo que asesinó a varios inocentes en 1979.


Comentarios generales:

No es muy común que un estudio le dé luz verde a un director para realizar tres películas, mucho menos si son de terror y de alguien cuyo estilo es tan poco amigable con el espectador como lo es el de Ti West. Así que el que A24 haya apostado por esta trilogía es de por si algo único que se debe de valorar más allá de los gustos personales y ciertamente Pearl es una película que, a pesar de no ser tan sólida como su predecesora, sin duda aporta lo que debe para este particular proyecto.

Y es que lo que nos trae Ti West en esta ocasión es un tanto arriesgado si tomamos en cuenta que se aleja de la naturaleza slasher de “X” (sin olvidarla por completo) y centra toda su atención en la construcción de un solo personaje sin importar que la historia como tal se pueda sentir un tanto vacía en cuestiones de profundización. Sobre todo durante un primer acto que es bastante pesado en su desarrollo y plantea ciertas cuestiones que evidentemente tienen un impacto directo en la personalidad de Pearl, pero que no van más allá de situaciones cuya principal meta es hacerte saber que la relación con sus padres se encuentra al límite o, de una manera muy superficial, que su esposo se encuentra combatiendo en la primera guerra mundial.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando se empieza a exponer su fragilidad mental, aunque nunca de una manera acelerada debido a que solo se van ofreciendo ciertas dosis de su locura cada determinado momento mientras se empieza a establecer un tono más oscuro que magnifique la maldad que esconde. La cual obviamente en determinado punto termina explotando y por medio de esta se ofrecen los que son los minutos con más fuerza al exponer un poco el elemento slasher que tenían guardado para darle así cierto nivel de impacto a las acciones rumbo a la parte final.

Una que ciertamente es un tanto distinta a lo que se podría esperar, ya que en lugar de irse por el camino extremo lleno de violencia mejor se opta por tomar uno más meticuloso que vaya mostrando el quiebre mental de Pearl para ir acumulando tensión hasta que finalmente ceda ante la locura. Algo que sin duda termina brindando un cierre que, si bien es potente, también deja cierta sensación de que le faltó darle más relevancia a determinados temas; especialmente al del esposo, quien en la primera película fue un personaje muy importante.

De las actuaciones realmente todo recae en Mia Goth al tratarse de un elenco muy reducido y probablemente sea la mejor actuación de su carrera. Ya que nos presenta a un personaje con el que maneja una falsa inocencia de forma impecable y poco a poco lo va transformando en un monstruo completamente trastornado cuya locura es tan sutil como explosiva cuando se necesitan tener los momentos de impacto necesarios.

En lo que respecta a la producción realmente no cambia mucho a lo que vimos en “X”: el trabajo  de fotografía es sólido, la dirección de arte por momentos no parece concordar con el periodo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Pearl es aceptable. Sin duda un ligero paso para atrás con respecto a lo visto anteriormente, pero funciona como precuela.

Ojometro:
***

viernes, 14 de octubre de 2022

Crítica: Bodies Bodies Bodies (2022)

Película dirigida por Halina Reijn y escrita por Sarah DeLappe. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 6 de octubre; recaudando hasta la fecha $13.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando un grupo de jóvenes de la alta sociedad planean una fiesta en una mansión familiar durante el paso de un huracán, un inocente juego se torna mortal y saca a relucir falsas amistades que complicarán aún más las cosas.


Comentarios generales:

Una de las cosas más peculiares con Bodies Bodies Bodies es que prácticamente toda su campaña promocional se centraba en dejar muy en claro que se trataba de una película concebida para la Generación Z, encasillándola así como un producto para una audiencia especifica que nadie más iba a disfrutar. Lo cual en realidad parecía más una excusa para justificar el hecho de que a muchas personas no les iba a gustar y en cierto modo han tenido razón, pero realmente eso no tiene nada que ver con el tema generacional.

Y es que lo traído por Reijin trata de manera muy forzada el ser una comedia de terror cuando su historia se sustenta en situaciones o actitudes que realmente nunca dan risa, ya sea porque estas no se perciben como cómicas o de plano están mal desarrolladas en pantalla. Algo que se puede percibir desde un primer acto en el que la presentación de los personajes resulta un tanto hueca al exponer problemáticas que tendrán mayor peso con el pasar de los minutos, pero que en este punto no generan nada especial como para que el espectador sienta curiosidad por saber un poco más de estos y los motivos que hay detrás de tanta incomodidad por la presencia de Sophie.

Siendo hasta que se da la primera muerte cuando las cosas toman un camino más familiar al añadir algo de suspenso mientras se va desenvolviendo el misterio, teniendo cierta efectividad inicial debido a que juegan de buena manera con la duda respecto a quién está detrás de las muertes gracias a las problemáticas previamente expuestas que ofrecen un amplio rango de opciones. Sin embargo, dicha efectividad poco a poco se va perdiendo ante una serie de sucesos que siempre se quedan a medias en su búsqueda de intensidad y solo apuestan a lo visual para provocar algún tipo de satisfacción efímera.

Dejando con esto una parte final en la que se tienen que recurrir a discusiones banales entre el grupo de “amigas” para seguir revelando secretos que terminan quedando como meras anécdotas. Imposibilitando así que el desenlace pueda contar con la fuerza suficiente para sostener el conflicto y que cualquier buena impresión tenga que recaer en una sorpresa final que, si bien no es predecible, tampoco es que genere gran impacto como para salvar lo visto previamente.

De las actuaciones no hay mucho que decir, siendo Rachel Sennott (Alice) la única que probablemente deje una mejor impresión considerando que su personaje es el único que por momentos si resulta gracioso cuando tiene que serlo. Mientras que en producción hay cosas interesantes: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte no es compleja, el score tiene algunas piezas sólidas, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje es muy simple.

Opinión final: Bodies Bodies Bodies es decepcionante. Película que no funcionó conmigo en lo absoluto, pero no dudo que pueda tener su audiencia.

Ojometro:
**

martes, 6 de septiembre de 2022

Crítica: Men (2022)

Película escrita y dirigida por Alex Garland. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 9 de agosto.

Sinopsis:

Harper (Jessie Buckley) se va de vacaciones al campo inglés después de la muerte de su ex esposo, aunque estando ahí sus culpas y extrañas interacciones la harán vivir una auténtica pesadilla. 


Comentarios generales:

Hay películas que con solo ver el trailer sabes que van a polarizar a la audiencia, sobre todo si se tratan de trabajos de directores que tienen una visión muy particular sobre cómo hacer cine y su objetivo no es precisamente el mainstream. Por ello es que Men me resultaba intrigante desde muchos frentes y además al tratarse de una producción de A24 la polémica no iba a faltar, aunque ciertamente el resultado final es un tanto desabrido.

Y es que lo traído por Garland es una historia que por grandes lapsos resulta muy ambigua mientras trata de explorar el duelo de Harper y las consecuencias que ha traído la muerte de su esposo para ella a nivel mental y emocional. Iniciando con algo relativamente simple al establecer un escenario agradable a la vista y una sensación de inquietud ante la presentación de Geoffrey, cuyo comportamiento no es particularmente amenazante pero si tiene un toque de rareza que invariablemente empieza a insertar dudas con respecto a la seguridad de nuestra protagonista.

Esto bajo un ritmo que no es el más ágil, aunque tampoco precisamente lento y eso ayuda a que conforme pasan los extraños encuentros que tiene Harper se vaya generando una tensión agradable que poco a poco incremente la sensación de peligro. Lo cual funciona hasta cierto punto, pero una vez que nos vamos encontrando con más y más personajes masculinos se empieza a notar la falta de enfoque en el desarrollo debido a que varios solo están ahí porque si, planteando más preguntas de las que probablemente te hubieras esperado y tratando de explorar diversos temas o ideas que siempre se quedan más como meras curiosidades abiertas a la interpretación.

Algo que no estaría mal si para la parte final se ofrecieran algunas respuestas, sin embargo, eso no ocurre y mejor se opta por ir más en búsqueda de la espectacularidad que de la coherencia. Ya que en el desenlace nos encontramos con una de las secuencias de body horror visualmente más llamativas que se han visto en mucho tiempo, dejando un referente técnico que sin duda aporta su dosis de shock considerable, más no una conclusión que te aclare de cierta manera lo que acabas de ver y evite que el cierre se sienta incompleto.

Sobre las actuaciones hay que decir que probablemente son el aspecto más fuerte de la película al tener a una Jessie Buckley que en todo momento logra reflejar unos conflictos internos muy fuertes y cuando tiene que demostrar temor también lo consigue sin contratiempos. Mientras que Rory Kinnear logra darles vida a múltiples personajes de una manera impecable, haciendo que cada uno tenga su sello particular para generar una sensación de peligro o rareza.

De la producción vemos buenas cosas. El trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es la gran cosa, el score es fantástico, el trabajo de sonido cumple, la labor de maquillaje está bien cuidada y los efectos, cuando son prácticos, son de primer nivel. Aunque el CGI con uno de los personajes de Kinnear es terrible. 

Opinión final: Men está ok. Película ambigua que generará muchas opiniones divididas.

Ojometro:
***

lunes, 30 de mayo de 2022

Crítica: X (2022)

Película escrita y dirigida por Ti West (The Innkeepers). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de marzo y en México hizo lo propio el pasado 26 de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el 24 de este mismo mes.

Sinopsis:

En 1979 un grupo de jóvenes cineastas se proponen filmar una película porno en una recluida granja de Texas, pero cuando sus extraños anfitriones descubren lo que hacen pronto se encontrarán peleando por sus vidas.


Comentarios generales:

Honestamente cuando se supo que Ti West iba a hacer un slasher para A24 pensé que era una combinación poco favorable, no tanto porque hubiera incompatibilidad entre el director y el estudio, sino porque el subgénero como tal suele sustentarse en otras cosas que ninguno de los dos suele manejar. Sin embargo, una vez que salió el primer trailer muchas de mis dudas se disiparon y X se convirtió en una película muy interesante que afortunadamente no decepcionó.

Aunque esto no quiere decir que sea un trabajo que vaya a estar exento de polémica porque al fin de cuentas se trata de Ti West y su estilo que no es para todos, el cual se hace presente de manera muy marcada en esta ocasión.

Ya que a pesar de ser un slasher la historia se toma su tiempo para llevarte a la violencia, al grado de que básicamente toda la primera mitad se aleja por completo de los convencionalismos para enfocarse en otros temas como lo erótico, el deseo sexual y las falsas ilusiones de quienes se dedican a la industria del porno. Algo que definitivamente puede aburrir a algunos, pero lo cierto es que la manera en que se trata cada tema hace que la mayoría del reparto cuente con su determinada importancia y el ritmo en general, aunque pausado, jamás resulta tan pesado como para arruinar está experiencia que además trata de recrear mucho de esa atmósfera incomoda/calurosa texana muy a la TCM.

Realmente es un camino retador, pero una vez que llega la primera muerte el pago por la espera es por demás satisfactorio. No solo porque el asesino es peculiar, sino porque a partir de aquí el director no se guarda nada y el nivel de violencia es lo suficientemente alto como para generar un gran impacto en cada suceso y que con ello se vaya acumulando una cantidad de tensión adecuada para hacer de la parte final una que contenga mucha fuerza.

La cual en realidad no se aleja demasiado del camino convencional de la final girl, sin embargo, tiene cierto toque grotesco que no está ligado precisamente con el gore que le brinda otra dimensión a quién está detrás de la matanza. Esto sin dejar de lado el impacto visual necesario para que el desenlace sea potente.

Sobre las actuaciones hay que decir que están bastante bien para lo que se espera de esta clase de películas. Sin duda quien más destaca es Brittany Snow (Bobby-Lynne), pero tanto Mia Goth (Maxine) como Jenna Ortega (Lorraine) también resaltan en esta efectiva combinación de tiempo en pantalla que cada una de ellas recibe.

En cuanto a producción tenemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple con su propósito.

Opinión final: X me gustó. Slasher que gustará siempre y cuando sepan digerir el estilo de su director.

Ojometro:
****

martes, 17 de agosto de 2021

Crítica: False Positive (2021)

Película dirigida por John Lee, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a la protagonista Ilana Glazer. Se estrenó en los Estados Unidos el pasado 25 de junio directamente en Hulu, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Por si quedar embarazada no fuera algo suficientemente complicado, Lucy (Ilana Glazer) se propone descubrir la inquietante verdad sobre su médico especialista en fertilidad.


Comentarios generales:

Ya he comentado en ocasiones anteriores que las producciones de A24 jamás van a lograr un consenso, son como una comida exótica cuyas opiniones van a variar de un extremo al otro dependiendo de los gustos de cada persona. Por eso es que cada película suya que se estrena me resulta un evento particularmente interesante gracias a todo lo que generan, además de que en varias ocasiones lo que han propuesto en verdad me ha gustado bastante; sin embargo, ese no fue el caso con False Positive.

Y es que lo que nos regala John Lee, más allá de las exageradas comparaciones con “Rosemary's Baby”, carece de identidad al pasársela deambulando entre géneros sin nunca lograr establecer en cuál de estos se sustenta. Por medio de una historia que en su inicio logra que uno se involucre con el personaje de Lucy en su búsqueda por quedar embarazada y en la extravagancia que rodea al proceso de inseminación artificial, pero que de manera rápida se va enredando en medio de situaciones diseñadas para generar dudas muy débiles o con la aparición de nuevos personajes que resultan igual de desechables tanto en su primera aparición como en la última.

Aunado a esto tenemos que el ritmo no es el más fluido y que falta de identidad previamente mencionada poco a poco empieza a resultar un problema mayor debido a que el terror se encuentra centrado esencialmente en los miedos naturales de una madre primeriza y en la capacidad de observación del espectador para los detalles. Algo que en esencia no está mal, aunque en este caso la trama es tan débil en absolutamente todos sus frentes que al final nada parece importar y la constante inestabilidad de Lucy nunca logra tener la fuerza suficiente como para sostener los momentos de mayor importancia.

Provocando así que la parte final maneje un toque más “cómico” durante la revelación del misterio y por lo consiguiente no logre proporcionar el impacto suficiente durante un desenlace que, a pesar de ser raro e incluso polémico, realmente no tiene ningún tipo significado que complemente de buena forma lo que has estado viendo.

En las actuaciones la única que resalta es la propia Ilana Glazer; de hecho, si no fuera por ella la película sería más aburrida debido a que logra construir un personaje que dentro de todo este vació logra generarte empatía. Y en cuanto a producción tampoco tiene cosas que destaquen de gran manera: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante genérico, el trabajo de sonido es limpio y los efectos muy básicos.

Opinión final: False Positive es decepcionante. Película aburrida que simplemente no funcionó conmigo, aunque no dudo que por ahí tenga un público al que si le entusiasme.

Ojometro:
**

martes, 16 de febrero de 2021

Crítica: Saint Maud (2020)

Película escrita y dirigida por Rose Glass, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido a finales de 2020, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 1 de febrero.

Sinopsis:

Maud (Morfydd Clark) es una joven y solitaria enfermera que después de un fuerte trauma decide adentrase al cristianismo de manera devota. Llevándolo a extremos perturbadores cuando tiene que cuidar a una paciente con cáncer terminal de la que pretende salvar su alma cueste lo que cueste.


Comentarios generales:

En los últimos años A24 se ha forjado una reputación que otros estudios desearían tener, ya que nos encontramos en un punto en el que si le dices a alguien que se trata de una película de A24 muy probablemente sepa de inmediato qué es lo que le espera, sea fan de su peculiar estilo o simplemente lo de deteste. Eso es algo en verdad complicado de conseguir y en especial dentro del género les ha funcionado con creces, siendo Saint Maud el último gran ejemplo de esto.

Ya que lo que nos regala Rose Glass sigue al pie de la letra el manual de lo que caracteriza a una película de este estudio para contarnos una historia que por momentos resulta complicada de categorizar debido a que en cierto modo sigue la estructura de las películas de exorcismos, pero difícilmente se puede decir que es sobre este tema. Lo cual le añade un toque de incertidumbre bienvenido al considerar el hecho de que es un trabajo que centraliza gran parte de su fortaleza en el desarrollo del personaje de Maud bajo un ritmo bastante lento y sin tener demasiada prisa por soltar información trascendental la mayor parte del tiempo.

Provocando así que durante los primeros dos actos realmente estemos atados forzosamente a la duda sobre si lo que ocurre es verdad o simplemente es producto de la imaginación de la protagonista, quien poco a poco va experimentado situaciones que añaden impacto visual por lo raras que son y que claramente empiezan a afectarla tanto física como emocionalmente. Aunque este enfoque tan meticuloso también viene con sus problemas, sobre todo porque en determinado punto el dilema de Maud te empieza a cansar gracias a que hay escenas que solo se sienten de relleno y por lo consiguiente notas un estancamiento muy marcado en las acciones.

Unas que en la parte final recuperan el rumbo para hacerla bastante memorable. No tanto porque sea tan sorpresivo lo que ocurre, sino más bien porque finalmente la directora suelta el freno de mano para que, ahora sí, todo explote y gracias a eso se logre generar un cierre muy potente e impactante que resuelve cualquier clase de duda que uno pudiera llegar a tener.

En lo que se refiere a las actuaciones la verdad Morfydd Clark está estupenda. La manera en la que logra combinar ese lado inocente con el de fiel devota para mantener a flote la duda central de la historia hasta el momento necesario es impresionante; simplemente sin ella todo lo que vemos no funcionaría y definitivamente la experiencia sería mucho más difícil de digerir.

Con respecto a la producción, es de factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no presenta mucha complejidad, el score es sólido, el trabajo de sonido está impecable, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje cumple.   

Opinión final: Saint Maud me gustó. Definitivamente si las películas de A24 no son lo suyo mejor evítenla, pero si las disfrutan será otra experiencia que vale la pena.

Ojometro:
****

martes, 7 de enero de 2020

Crítica: The Lighthouse (2019)


Película dirigida por Robert Eggers (The Witch), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Max Eggers. La película se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de octubre, mientras que en México hizo lo propio el pasado fin de semana. Su salida en formato físico está anunciada para este 7 de enero.

Sinopsis:

Dos cuidadores de un faro tratan de mantener su estabilidad mental mientras viven en una remota y misteriosa isla de Nueva Inglaterra durante los 1890s.



Comentarios generales:

Las expectativas para The Lighthouse eran enormes desde el momento en que fue anunciada, ya que cuando tienes detrás al director de The Witch y a un estudio como A24 con su racha de películas aclamadas evidentemente no puedes ser considerado un trabajo más. Sin duda algo que puede tomarse como un elogio pero a la misma vez significa una presión enorme debido a que las posibilidades de fracaso son mucho más altas si no se llega a cumplir cierto estándar de calidad, aunque afortunadamente aquí eso no es un problema.

Lo cual es hasta cierto punto sorprendente si consideramos que nuevamente Eggers se propone a retar al espectador presentándonos una historia de terror psicológico (con clara inspiración en Lovecraft) en donde no pretende seguir convencionalismos y, además, está filmada en blanco y negro.

Una combinación que podría resultar mortal pero que logra que funcione desde un inicio por medio de una dinámica entre dos personajes contrastantes con los cuales se va construyendo de manera sostenida una relación laboral áspera. En la que resulta más que obvio que existen muchos secretos detrás que son bien guardados o simplemente se muestra lo mínimo para empezar a jugar con lo que puede ser verdad y que no.

Y es que aquí todo se sustenta en puras historias personales o leyendas, aspecto que hace que los intercambios de diálogos entre los personajes sean sumamente relevantes en todo momento y gracias a eso difícilmente te puedes distraer porque de los contrario puede que dejes pasar algún tipo de información vital. Haciendo con esto que el desarrollo en ningún punto se sienta lento a pesar de que por grandes lapsos no hay demasiada acción; simplemente todo fluye de manera natural y se complementa espectacularmente con un trabajo de fotografía impecable que ayuda a darle a las situaciones más raras un sello visual distintivo que en muchas ocasiones magnifica lo que son realmente.

La parte final es una locura y no lo digo como algo negativo. Ya para este punto los niveles de tensión son elevadísimos y lo que esto desencadena es un conflicto de gran intensidad con el que no solo se brinda la violencia que sabías sería inminente en algún punto, sino que también aclara cosas fundamentales. Aunque si deja algo para la interpretación en el desenlace.

En el tema de las actuaciones lo que tenemos aquí es fantástico, ya que el duelo de actuaciones entre Robert Pattinson y Willem Dafoe es algo digno de ver. La producción también es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable y lo relacionado con efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: The Lighthouse me gustó, es bastante buena. Terror psicológico en su estado más puro que definitivamente no es para todo el mundo.

Ojometro:
*****

martes, 24 de septiembre de 2019

Crítica: Midsommar (2019)


Película escrita y dirigida por Ari Aster (Hereditary). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que en México hizo lo propio apenas el pasado 20 de septiembre. Recaudando hasta la fecha $36 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un grupo de amigos son invitados a pasar el verano en un festival dentro de una remota villa en Suecia. Al inicio parece que todo será un viaje llenó de placeres en la tierra de la luz eterna, pero pronto las cosas tomarán tintes siniestros cuando los pobladores empiecen a realizar actividades impactantes difíciles de creer.



Comentarios generales:

El año pasado Ari Aster irrumpió dentro del género de terror de manera explosiva con una película que algunos amaron y otros odiaron, pero que a nadie le fue indiferente. Ante esto obviamente su siguiente trabajo sería uno muy esperado gracias a que quedó bastante claro que su manera de hacer cine no es algo convencional y además muchos queríamos saber si lo de “Hereditary” no fue solo un golpe de suerte, pero después de ver Midsommar cualquier duda de mi parte ha sido eliminada.

Obvio con esto no quiero decir que a quienes no les gustó su trabajo previo ahora lo vayan a amar, para nada; de hecho, creo que difícilmente eso va a cambiar debido a que el director en está ocasión incluso reta mucho más al espectador con una historia que, irónicamente, es hasta cierto punto más convencional. Esto porque aquí en verdad se toma su tiempo para desarrollar lo que quiere contar, empezando por un extenso prólogo que se encarga de añadir sustancia a los personajes principales y expone de manera concisa el drama en el que se van a sustentar gran parte de sus acciones dentro de la villa.

Una villa que se podría decir que es un personaje por sí misma, ya que una vez que se trasladan las acciones a Suecia esta se vuelve una experiencia bastante surrealista ante tanta vida y colores que la rodean, contrastando así con lo que normalmente se esperaría considerando que se elimina un elemento fundamental dentro del género como lo es la oscuridad. Lo cual parece exótico, pero conforme van pasando los minutos esa belleza empieza a resultar inquietante ante el comportamiento de los habitantes, proporcionando así misterio y acumulando poco a poco unos niveles de tensión enormes que en cualquier momento pueden explotar.

Y créanme, cuando lo hacen es de la manera más brutal posible. No se guardan nada, todo es muy explícito e incluso grotesco, desatando así una oleada de rarezas dentro de una dinámica en la que se van revelando las excentricidades de esta comunidad por medio de situaciones cargadas de humor negro en las que no solo el timing es impecable, sino también la manera en la que se encuentran diseñadas para generar shock en el espectador sin que se pierda ese hipnotismo logrado por el aspecto visual que las envuelve.

Así las cosas avanzan de manera fluida y sin demasiados puntos muertos que puedan resultar problemáticos con el tiempo de duración, dejando el camino preparado para una parte final un tanto predecible, pero que ejemplifica la locura y la destrucción mental/emocional a la perfección. Donde el impacto es profundo ante la perturbadora naturaleza que existe detrás de los eventos y, sobre todo, se le da un cierre con muchísima fuerza a la problemática establecida desde el inicio.

Con respecto a las actuaciones quien se lleva las palmas es Florence Pugh (Dani) gracias a un personaje que es antipático por naturaleza, pero cuya destrucción progresiva es tremenda de ver y poco a poco va generándote cierta empatía. Mención aparte merecen todos los miembros de la villa, quienes desde el primer instante corren el riesgo de resultar caricaturescos; sin embargo, estos logran mantener un equilibrio adecuado y logran que su comportamiento, si bien por momentos te genere alguna risa, casi siempre te resulte perturbador o incomodo.

La producción es de grandísima factura: el trabajo de fotografía es magistral, la dirección de arte tiene un gran lujo de detalle, el score es bueno, el trabajo de sonido impecable, los efectos prácticos son estupendos y la labor de maquillaje cumple con lo necesario.

Opinión final: Midsommar es una gran película, de lo mejor de 2019. Un viaje brutal de emociones que sin duda no es para todo el mundo y generará mucha polémica.

Ojometro:
*****

viernes, 20 de septiembre de 2019

Crítica: In Fabric (2019)


Película escrita y dirigida por Peter Strickland, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó en cines en el Reino Unidos durante el mes de junio, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 26 de agosto.

Sinopsis:

Durante las ventas del mes de enero dentro de la región de Thames Valley, un barato y embrujado vestido rojo pasa de persona a persona con devastadoras consecuencias para todos aquellos que se lo ponen.



Comentarios generales:

Cuando lees que habrá una película sobre un vestido embrujado lo primero que se te viene a la mente es el cine serie B, es algo inevitable ante lo absurdo que se escucha dicha premisa. Sin embargo, para mi sorpresa In Fabric estaba lejos de eso y de hecho sus pretensiones eran totalmente distintas al catalogarse más como una comedia de terror por sobre todas las cosas; aunque ciertamente para muchas personas puede que sea difícil identificarla bajo esa etiqueta.

Esto porque lo que nos regala Strickland es cine de autor muy marcado con el cual no pretende satisfacer a nadie más que a él mismo, ofreciendo así una historia que se puede decir que es una crítica al consumismo pero cuya estructura es tan extraña que resulta imposible para el espectador involucrarse de lleno con lo que está viendo. Ofreciendo así unos primeros 25/30 minutos que se sustentan mucho en lo visual, con un trabajo de fotografía inspirado en el cine de terror europeo de los 70s y 80s que ayuda a generar una atmósfera peculiar que sirve como distractor para que todo el tema del vestido no resulte tan ridículo e incluso uno pueda ir teorizando respecto a lo que hay detrás, a pesar de que muchas cosas no tienen sentido.

Lamentablemente ese efecto se empieza a perder con el pasar de los minutos y el ritmo se vuelve cansino de manera rápida gracias a que los eventos no te llevan para ningún lado, además de que los aspectos de terror psicológico que se fueron mostrando prácticamente desaparecen.

Para empeorar las cosas, justo a la mitad del metraje, el director toma una decisión extraña y toda la segunda parte de la película es prácticamente una historia distinta a la que se venía contando. Afectando con esto la crítica inicial al consumismo que se va perdiendo entre otras subtramas que se sienten muy forzadas gracias a su nula conexión con dicha critica; de las cuales varias de estas claramente fueron concebidas solo como un medio para integrar el humor tan particular del creador.

Es casi hasta el final cuando las cosas vuelven a tomar cierto rumbo y varios de los elementos que vimos en los minutos iniciales regresan, haciendo que el cierre tenga un elemento de locura y caos agradable. Aunque sin el suficiente peso como para salvarla de la mediocridad.

De las actuaciones tanto Marianne Jean-Baptiste (Sheila) como Susanna Cappellaro (Miss Lullworth) son las que más destacan, pero la historia misma no les permite brillar más allá de la actuación promedio. La producción tiene buenas cosas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: La verdad In Fabric me aburrió. No le encontré nada interesante más allá de su rara premisa, aunque definitivamente puede tener un público allá afuera. 

Ojometro:
**

martes, 19 de marzo de 2019

Crítica: The Hole in the Ground (2019)


Producción irlandesa dirigida por Lee Cronin (Minutes Past Midnight), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Stephen Shields. Se estrenó en cines dentro de Irlanda a inicio de mes, mientras que hizo lo propio en México durante el pasado fin de semana.

Sinopsis:

Sarah (Seána Kerslake) empieza a sospechar que el extraño y perturbador comportamiento de su pequeño hijo se encuentra ligado a un gran agujero en medio del bosque. Y peor aún, ella teme que ni siquiera se trate en lo absoluto de su propio hijo.



Comentarios generales:

Seguimos con el cine de terror irlandés, ahora con una de las películas más relevantes para ellos durante este año que llegaba con la peculiaridad de contar con el respaldo de doce productoras distintas. Algo sin duda extraño que ponía a The Hole in the Ground bajo una situación un tanto complicada debido a que, al tener tantos respaldos financieros detrás, esta se veía obligada a cumplir con mayores expectativas a las que seguramente tenía al momento de ser concebida y las cuales no creo que alcance a cubrir del todo.

Ya que lo que nos trae Cronin se trata de una historia bastante genérica cuyo principal sustento recae en la generación de una atmósfera atrapante y un desarrollo lento que te vaya permitiendo conocer a fondo las dinámicas que esta madre tiene con su hijo. Ocasionando así que el primer acto sea un tanto tedioso y no contenga nada particularmente llamativo más allá la aparición de un gran agujero en medio del bosque que inmediatamente uno asume que traerá ligado algún tipo de peligro, pero sin saber exactamente qué.

Es hasta el segundo acto cuando esto toma un camino mucho más claro y empieza a convertirse más que nada en un thriller psicológico en el que el director aplica todos los trucos que se le ocurren para ir generando de a poco un misterio sólido que te muestre un comportamiento extraño del niño, pero también insertando ciertos detalles que logren crear una duda razonable sobre si el personaje de Sarah no sufre algún tipo de daño mental. Lo cual da pie a algunos de los momentos más efectivos de la película en el lado del terror y, sobre todo, le dan justificación al desarrollo inicial con las dinámicas entre ambos personajes.  

La parte final es hasta cierto punto predecible. Un aspecto que no encontré particularmente problemático debido a que confirma lo que uno sospecha desde varios minutos atrás, aunque hubiera resultado mucho más efectivo con algo de profundización sobre la amenaza debido a que en realidad nunca se explica demasiado sobre esta y todo lo dejan a la interpretación ante un intempestivo desenlace.

En cuanto a las actuaciones tanto Seána Kerslake (Sarah) como James Quinn Markey (Chris) muestran una química de madre e hijo muy creíble, mientras que el siempre efectivo James Cosmo (Des) cuenta con minutos muy reducidos. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es excelente, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es muy básica.

Opinión final: The Hole in the Ground está ok. Un thriller interesante que peca de genérico, pero que puede agradarle a varias personas.  

Ojometro:
***

viernes, 21 de septiembre de 2018

Crítica: Slice (2018)


Película escrita y dirigida por Austin Vesely, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de septiembre, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados este año.

Sinopsis:

Cuando un repartidor de pizza es asesinado haciendo su trabajo, la ciudad rápidamente busca a quien culpar: ¿Fantasmas? ¿Traficantes de drogas? ¿Un hombre lobo con mala reputación? Todo es posible.



Comentarios generales:

El caso de Slice es uno bastante peculiar debido a que hasta hace no más de un mes nadie sabía de su existencia y fue con simples artes promocionales en los que se burlaban de las tres cadenas de pizza más importantes de los Estados Unidos cuando empezó a hacer algo de ruido. Lo curioso es que, incluso con tan pintoresca publicidad, se seguía sabiendo poco de la película y eso provocó interés de mi parte; sin embargo, después de verla entiendes los motivos por los cuales A24 casi no reveló nada sobre esta y mejor optó por lanzarla directamente en VOD.

Ya que pareciera que ni el propio Vesely sabía exactamente qué es lo que quería contar con este trabajo cuya extravagancia te resulta llamativa por unos cuantos minutos, pero que desaparece casi de manera inmediata ante la falta de una dirección clara. Y es que aquí estamos frente a una historia que mezcla cualquier clase de temas como convivencia entre fantasmas y humanos, hombres lobo estigmatizados, drogas, corrupción e incluso el infierno; todos temas que bien podrían servir para realizar algo entretenido sin duda, nada más que en este caso solo quedan parados como simples ocurrencias a las que nunca se les puede proporcionar un hilo conductor adecuado para lograr que tengan sentido.

Realmente lo que ocurre se da de manera muy random y eso ocasiona que sea imposible establecer un tono consistente, ya que por un momento parece que predominará la comedia y a los cinco minutos esto cambia por completo; provocando así muchísimas inconsistencias en cuanto al ritmo. Además está el hecho de que las subtramas presentadas son olvidadas en algún punto y los elementos paranormales que rodean a la ciudad poco a poco van teniendo menos peso cuando, en teoría, estos deberán de constituir una parte fundamental de lo que vemos. 

La parte final es bastante confusa y no precisamente porque lo que pasa sea complejo. Ya que aquí ocurre un hecho relevante con respecto a la pizzería, uno que por más de una hora te vendieron como el foco central del problema, pero que cuando se lleva a cabo no tiene peso alguno en el desenlace; de hecho, queda parado como algo completamente inútil que no aporta nada al conflicto.

Las actuaciones son lo esperado para una película de este tipo: muy caricaturescas y en exceso planas. La producción es discreta: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es básica, el score es agradable, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos dejan bastante que desear y la labor de maquillaje cumple para su simpleza.

Opinión final: Slice es un hit or miss que depende mucho de tu estado de ánimo. A mí no me generó gran cosa, pero seguro habrá personas a las que sí.

Ojometro:
**

lunes, 11 de junio de 2018

Crítica: Hereditary (2018)


Primer largometraje del director Ari Aster, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México este pasado 8 de junio.

Sinopsis:

Cuando la matriarca de la familia Graham muere, su hija Annie (Toni Collette) y la familia de esta empezarán a desenredar los crípticos y aterradores secretos de su ascendencia mientras se ven rodeados por la tragedia. 



Comentarios generales:

Como he comentado en ocasiones anteriores, siempre que una película de terror empieza a hacer ruido fuera de los círculos habituales mi interés se dispara, no tanto porque piense que esas opiniones importen más, sino porque es una señal bastante clara de que hay algo lo suficientemente especial como para que hablen de esta y sin duda Hereditary es uno de esos casos. Aunque debo de decir que me sorprende que sea así considerando que se trata de un trabajo que no todo el mundo será capaz de digerir.

Esto porque Aster nunca tiene como objetivo principal el espantar con sustos fáciles cada cinco minutos o satisfacer con lo básico al espectador, inclinándose por un acercamiento mucho más metódico que permita ir construyendo una sensación de tensión constante por medio de elementos simples que ayuden a potenciar los momentos violentos con los que cuenta la película. Por lo cual tenemos un primer acto hasta cierto punto tranquilo, en donde vemos una historia que se centra en la forma en la que las personas manejan el duelo por la muerte de un ser querido y todo lo que puede desencadenar este periodo de inestabilidad emocional.

Sustentándose principalmente en el personaje de Annie pero también por medio de su hija Charlie, con quien poco a poco se integran situaciones extrañas que dejen ver que hay algo mucho más complejo detrás. Aspecto que se magnifica ante la idea visual que tiene el filme, ya que todo está pensado para que parezca como si los personajes fueran figuras dentro de una casa en miniatura que están siendo manipuladas por una fuerza superior.

Así avanza todo sin mayores contratiempos y es llegando al segundo acto cuando la película empieza a volverse más oscura gracias a un suceso de gran impacto que te toma por sorpresa y que eleva el nivel de intensidad de golpe, más no el ritmo. Ya que las cosas se siguen desarrollando de manera pausada, sin prisas; aunque empezando a utilizar de vez en cuando ciertos sustos para ir delimitando el camino satánico que existe y empezarlo explotar por medio de un conflicto familiar potente con el que se manejan diversos tipos de emociones y se logran generar algunas escenas perturbadoras.

Llevándote así a una parte final extraña que confirma muchas de las suposiciones, pero que sigue generando nuevas dudas con su desarrollo. Cayendo por momentos en un territorio peligroso en el que se puede perder cualquier lógica y del cual el director es lo suficientemente capaz de evitar para ofrecer así un cierre bastante claro y con mucha fuerza. Sin embargo, también deja abiertas ciertas cosas a la interpretación.

Con respecto a las actuaciones todo el elenco hace un buen trabajo, pero Toni Collette se cuece aparte. En verdad el trabajo que hace aquí es de otro nivel, ya que se trata de un personaje inestable por naturaleza que, a pesar de esto, siempre logra que el espectador se convenza de que en verdad no está loca y por determinados momentos uno pueda entender los motivos por los cuales es así.

La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score es genial, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Hereditary es una gran película. Terror poco convencional no apto para las masas que, en definitiva, no dejará a nadie indiferente.

Ojometro:
*****

viernes, 7 de julio de 2017

Crítica: It Comes at Night (2017)


Película escrita y dirigida por Trey Edward Shults, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de junio y en México hizo lo propio el fin de semana pasado, recaudando hasta la fecha $13. 6 millones de dólares en taquilla en suelo estadounidense (todavía no hay números a nivel mundial).

Sinopsis:

Seguro de una amenaza que aterroriza a todo el planeta en su solitaria casa en medio del bosque, Paul (Joel Edgerton) ve su estricta rutina familiar amenazada cuando una joven pareja llega buscando refugio.



Comentarios generales:

Históricamente el cine de terror siempre ha sido visto con desdén por parte de la crítica especializada y pocas cosas suelen cumplir sus exigencias, mucho más durante los últimos 15 años. Es por ello que cuando una película del género empieza a tener cierto eco en ese círculo mi curiosidad se dispara, no tanto porque me importe mucho lo que digan, sino porque suele ser indicio de que hay algo interesante lo suficientemente bien hecho como para resaltar más de lo normal y sin duda It Comes at Night tiene algo de eso.

No puedo decir que Shults se rompe la cabeza con la historia debido a que se trata de una muy vista en años recientes al involucrar un virus que acaba con la humanidad, pero su idea no es hacer gran alboroto al respecto y en lugar de explicar el panorama a gran escala opta mejor por centrarse más que nada en la familia. Todo tiene que ver con este pequeño grupo de personajes y no lo que ocurrió con el mundo, dejando de lado los detalles sobre cómo se originó el virus para mejor dedicarle gran parte del primer acto a la rutina que han adoptado sin importar que en gran medida sus vidas se han vuelto miserables más por esta que por lo que ocurre allá afuera.

Evidentemente gracias a este enfoque la película siempre avanza de manera lenta (incluso cuando hace acto de presencia la segunda familia), un aspecto que no me molestó pero que sin duda pudo mejorarse; en especial porque hay puntos en donde no sientes que las cosas avancen. La tensión siempre es palpable y la dinámica sirve para ir identificando poco a poco quien es eslabón más débil, sin embargo, esto nunca termina siendo suficiente porque existen diversas situaciones que se plantean y que simplemente se dejan en el olvido cuando parecía que estas jugarían un papel mucho más importante.

Los 15 minutos finales son probablemente de lo más intenso que he visto en el año y no se debe a un cambio radical con respecto a todo lo que te mostraron previamente. Más que nada el director se dedica a explotar por completo la paranoia de Paul y en base a eso hacer que el espectador sea quien se empiece a cuestionar sobre quiénes son los verdaderos monstruos dentro de todo esto.

En la cuestión de las actuaciones Edgerton hace un excelente trabajo, aunque en realidad se trata más de una labor en equipo en donde todos cumplen de manera muy destacada cada uno de sus roles. La producción es discreta, pero bien cuidada: el trabajo de fotografía es fundamental para que la película funcione, la dirección de arte no es nada el otro mundo, el score está ok, cuenta con un buen trabajo de sonido y todo lo relacionado con efectos/maquillaje realmente es limitado. 

Opinión final: It Comes at Night es una buena película. En definitiva no será del agrado de todos pero es una propuesta interesante que debe de ser vista.

Ojometro:
****

lunes, 14 de noviembre de 2016

Crítica: The Monster (2016)


Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers, Mockingbird). Se estrenó vía DirecTV dentro de los Estados Unidos durante el mes de octubre, mientras que salió en VOD y de manera limitada en cines el pasado 11 de noviembre. Su llegada a otros mercados probablemente se de hasta 2017.

Sinopsis:

Kathy (Zoe Kazan) y su pequeña hija Lizzy (Ella Ballentine) se verán obligadas a confrontar a un aterrador monstruo cuando sufren un accidente en una carretera solitaria.



Comentarios generales:

Uno siempre anda buscando cosas nuevas o, por lo menos, cosas que se atrevan a variar un poco las fórmulas convencionales dentro del género. Sin embargo, también se nos suele olvidar que en ocasiones ir con algo convencional puede brindarnos una experiencia agradable y sorprendernos con pequeños detalles que no esperas, lo cual fue el caso con The Monster: una de las sorpresas del año y la confirmación de que su director es realmente bueno para sacar lo mejor de conceptos ya muy vistos.

Esto porque Bertino no solo utiliza al monstruo de manera literal, sino que también se encarga de utilizar dicho concepto para representar una alegoría a las adicciones, convirtiendo así una historia simple en algo mucho más serio de lo que parece. Sobre todo durante un primer acto donde las cosas se centran de manera importante en la inestable relación que existe entre madre e hija, quienes no se soportan gracias a la turbulenta vida de Kathy; esto mientras que de manera muy sutil se va introduciendo la amenaza externa por medio de la generación de una atrapante atmósfera que te pinta un panorama sumamente desalentador para nuestras protagonistas.

Panorama que se vuelve mucho más agobiante mientras te van mostrando diversos flashbacks bastante crudos sobre la vida que han tenido y que solidifican de manera importante la desconfianza de Lizzy hacia su madre, a quien incluso en una situación de vida o muerte no puede ver como alguien de confianza y eso le agrega complejidad a esta tensa dinámica. Una que, si bien no se vuelve un baño de sangre extremo, si muestra un nivel violencia e impacto significativos conforme la criatura hace su aparición y que fluye de manera extremadamente ágil a pesar de que prácticamente todo se centra en un mismo lugar.  

La parte final es desgarradora y muy potente. No solo se cierra el círculo en el tema de que una madre hará absolutamente cualquier cosa por su hijo, sino que también se logra que el personaje de Lizzy tenga una necesaria evolución al vencer sus propios miedos para acabar de recuperar ese lazo especial con su madre e, indirectamente, terminar con su infancia.

Las actuaciones son para destacar, la verdad Kazan hace un estupendo trabajo como la madre alcohólica con la que el espectador tiene un carrusel de emociones y sentimientos durante 90 minutos; mientras que Ballentine te atrapa de manera inmediata, aunque por momentos puede llegar a ser un poco desesperante. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido funciona perfecto, los efectos están bien hechos y el trabajo maquillaje resulta efectivo.

Opinión final: The Monster es una buena película. Puede que no esté al nivel de otros grandes trabajos, pero sin duda se trata de los mejores de 2016.

Ojometro:
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