Secuela de la película de 2008
que significa el primer largometraje del director Dan Trachtenberg y cuyo guión
fue co-escrito por Josh Campbell, Matthew Stuecken y Damien Chazelle. Se
estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado
mes de marzo, pero aquí en México apenas hizo lo propio durante este fin de
semana.
Sinopsis:
Después de abandonar a su
prometido, Michelle (Mary Elizabeth Winstead) se ve envuelta en un violento
accidente automovilístico y cuando despierta se
encuentra encerrada dentro de un bunker con Howard (John Goodman) y Emmet. La explicación
para esto es que fue salvada de un aparente evento apocalíptico, pero con el
paso de los días el comportamiento del primero la hará sospechar otra cosa.
Comentarios generales:
La primera entrega es una
película que a un gran porcentaje de personas les gustó, pero a mí me pareció
un tremendo bodrio y la urgencia por ver una secuela realmente no era mucha de
mi parte. Sin embargo, cuando se anunció por sorpresa 10 Cloverfield Lane bajo
un formato totalmente diferente a la original mi interés creció, ya que esto
significaba un nuevo comienzo y para mi fortuna lo que encontré fue algo que
sin duda le dará mucha vida a una franquicia que estaba totalmente destinada a
morir.
Jugando entre ser una secuela y
un spin-off, lo que nos trae Trachtenberg es una historia que se sustenta en la
paranoia de dos personajes sobre temores totalmente distintos; haciéndolos
chocar una y otra vez para que el espectador nunca tenga una idea lo
suficientemente clara sobre si el peligro se encuentra afuera e incluso si es
real, o si lo verdaderamente peligroso está dentro del que supuestamente es el
lugar más seguro. Convirtiendo así el primer acto en uno intenso, donde la
sensación de que algo no está bien es muy palpable y el ritmo es bastante ágil
para ir construyendo un momento destinado a clarificar una de estas dudas de
manera tajante y así cambiar un poco la dinámica del filme.
Obvio ante esto el segundo acto
se vuelve uno mucho más pasivo, especialmente porque es aquí donde se conoce un
poco más a fondo a los personajes y se le da mucho énfasis a la relación de
confianza/desconfianza entre Michelle y Howard. Igualmente, es en esta parte
donde cada detalle empieza a importar para ir revelando sorpresas que no se
sienten forzadas; especialmente cuando la historia retoma la idea de que el
verdadero peligro no es lo que se encuentra en el exterior.
Todo manejado con un timing
prácticamente perfecto por parte del director, quien es capaz de emplear sustos
fáciles muy efectivos en una película que apuesta más por el aspecto
psicológico y también momentos de impacto que le añaden mucha fuerza al
conflicto central.
La parte final es algo completamente
distinto, es casi como de otra película. Esto porque aquí es donde se hace la conexión
con la primera entrega de manera más directa y los elementos de sci-fi son los
que dominan para brindar unos 15 minutos finales muy entretenidos que le añaden
un poco más de sustancia al concepto de la invasión alienígena.
Las actuaciones son muy
destacadas, Winstead y John Gallagher muestran buena química como victimas
mucho más pensantes que el promedio; aunque quien se lleva las palmas es
Goodman con su increíble demostración de un tipo con dos caras al cual le crees
todo el tiempo. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía logra
reflejar una sensación de claustrofobia suficiente, la dirección de arte dentro
del bunker es impecable, cuenta con un buen score, un buen trabajo de sonido
y los efectos están muy bien hechos.
Opinión final: 10 Cloverfield
Lane es bastante buena. Un paso correcto en lo que pinta para ser el renacer de
una franquicia.
Ojometro:
*****
*****