Co-producción entre Dinamarca y
Suecia que significa el primer largometraje del director Ali Abbasi, quien
además es co-escritor del guión junto a Maren Louise Käehne. Se estrenó de
manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el pasado
mes de julio, mientras que su salida en formato físico está planeada para el
mes de diciembre.
Sinopsis:
Una pareja danesa que vive completamente
alejada de la sociedad y que no puede tener hijos hace un pacto con su joven sirvienta
de nombre Elena (Cosmina Stratan) para que ella sea quien les de uno. Situación
que parece beneficiar a ambas partes, pero las cosas no serán tan sencillas
como lo imaginaron.
Comentarios generales:
Cuando te enteras que en una
película se hablan cinco diferentes idiomas sabes que no se trata de algo
común, mucho menos dentro de un género en donde se reciclan las mismas fórmulas
una y otra vez. Es por ello que Shelley me llamaba poderosamente la atención,
sobre todo porque el cine escandinavo de terror ha brindado buenos resultados
en los últimos diez años, pero al final lo que me encontré fue un trabajo que,
en su afán de querer ser tan poco convencional, termina sintiéndose un tanto
vacío.
Una situación que parece ser, en
parte, el objetivo de Abbasi al situar su historia en un lugar remoto que
resulta ideal para impresionantes tomas en exteriores y que permite establecer rápidamente
una atmósfera desoladora mientras desarrolla una relación amigable entre Elena
y sus jefes. La cual durante todo el primer acto no parece tener nada extraño,
pero por alguna razón el espectador siempre tiene la sensación de que dicha
pareja no es lo que parece o que guarda algún tipo de secreto satánico detrás;
aunque realmente nunca se muestran pruebas contundentes para sustentar dicha
postura.
Gracias a eso se cuenta con un
nivel de suspenso interesante, sin embargo, para el segundo acto las cosas se
vuelven bastante complicadas de seguir debido a que el ritmo utilizado es en
verdad muy lento. Todo lo que tiene que ver con el embarazo se siente pesado,
sin demasiado contenido interesante como para tenerte agobiado por un deterioro
mental y físico de Elena que, al menos en el aspecto visual, resulta llamativo.
Simplemente uno sabe que ese bebé no es precisamente una bendición, pero nunca
te brindan el material necesario como para justificar lo que ocurre.
La parte final me decepcionó.
Considerando el ritmo manejado durante más de una hora no esperaba un cambio
radical, pero la nueva problemática que se presenta nunca se siente como algo
verdaderamente desgarrador considerando lo que plantea; además de que la
terminan tan de golpe que uno se queda con varias preguntas en la cabeza.
Las actuaciones me parecieron
bastante buenas, pero sin duda es Stratan la que se lleva la mayor nota;
especialmente porque su transformación con el pasar de los meses es bastante creíble.
La producción es de gran nivel: el trabajo de fotografía es realmente bueno, la
dirección de arte simple, el score está ok, el trabajo de sonido se encuentra
muy bien cuidado y toda la cuestión referente al maquillaje es modesta, pero
hace un gran trabajo con el deterioro de Elena.
Opinión final: Shelley definitivamente
no es para todo el mundo. Película difícil de digerir que agradará a quienes no
busquen algo tan convencional.
Ojometro:
***
***