Película dirigida por Ryuhei
Kitamura (No One Lives), quien además comparte créditos como co-escritor del
guión junto a Joey O'Bryan. Se estrenó
en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que en
ciertas partes de Europa salió en formato físico a finales de mayo.
Sinopsis:
Varados en una solitaria carreta
después de una ponchadura de llanta, un grupo de jóvenes se convierte en el
objetivo de un enigmático y despiadado francotirador.
Comentarios generales:
Nunca he sido gran fan de Kitamura
pero reconozco que tiene un estilo con todo lo necesario para atraer a un
público considerable, aunque por alguna razón siempre ha mantenido un perfil
bastante discreto cuando se trata de sus filmes occidentales. Es por eso que no
me extraña que Downrange haya pasado tan desapercibida desde su salida y eso es
una pena debido a que sin duda es uno de sus trabajos mejor logrados, a pesar
de ser uno de los más simples.
Y es que en esta ocasión el
director japonés no se complica en lo absoluto la vida al ofrecer una historia
que va al grano de manera rápida y en cuestión de unos 13 minutos te coloca
ante la situación de peligro por medio de muertes visualmente impactantes que
establecen sin problemas la línea que seguirán las acciones. Provocando con
esto que el nivel de tensión y violencia sea uno bastante elevado desde
temprano para que así cada situación en la que estén involucrados los personajes
se sienta como una de verdadero riesgo para ellos y se pinte un panorama
desalentador ante la desventaja que tienen con el francotirador.
El cual siempre se muestra como
alguien superior ante cualquier circunstancia y ese es un aspecto fundamental
con el pasar de los minutos debido a que, gracias a la ausencia de distracciones
externas (flashbacks o escenas ajenas al tiroteo), no existe ningún lapso de
relajación y eso obliga a que se tengan que construir todo el tiempo acciones que
logren mantener tensión constante en base a esa superioridad. Provocando así
momentos sumamente interesantes en los que no solo se ven muertes dramáticas,
sino que además generan una dinámica agradable con la improvisación de este
grupo de jóvenes para mantenerse con vida.
Aunque si debo de decir que hay
algunos minutos en donde la película flaquea y se vuelve algo repetitiva, pero
afortunadamente eso no dura demasiado porque cuando empieza a ser muy evidente
llega uno de los momentos de mayor impacto para añadirle fuerza y cambiar de
cierta manera las circunstancias en la parte final.
Una que es bastante divertida al
jugar de manera ligera con los convencionalismos del género (aquí la oscuridad
de la noche es una ventaja) y mantener su propósito inicial de hacer esto
siempre lo más violento posible. Incluso con una conclusión que raya en lo
ridículo.
En cuanto a las actuaciones debo
de decir que para tratarse de un elenco prácticamente desconocido no lo hacen
mal; no hay nada del otro mundo pero cumplen sin mayores problemas con lo que
les piden. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es
sólido, el score cumple y el trabajo de sonido es impecable; sin embargo, son
los efectos y la labor de maquillaje los que se llevan los reflectores gracias
a lo bien hechos que están para lograr imprimirle tal nivel de crudeza al
filme.
Opinión final: Downrange me
gustó. Una película sin grandes pretensiones y llena de violencia que les hará
pasar un buen rato.
Ojometro:
****
****