Película escrita y dirigida por
Robert Eggers, quien hace su debut en el género. Se estrenó en cines dentro de
los Estados Unidos durante el mes de febrero, pero a México recién llego el
pasado 19 de mayo; recaudando hasta la fecha $33.2 millones de dólares en
taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Nueva Inglaterra, 1630: Un
matrimonio de cristianos devotos son expulsados de su comunidad junto con sus
cinco hijos. Ya establecidos justo a las afueras de un tenebroso bosque, el
miembro más pequeño de la familia desaparece de manera misteriosa y con ello
inicia la debacle familiar, siendo la hija mayor, Thomasin (Anya Taylor-Joy), el
centro de todas las culpas.
Comentarios generales:
Generalmente me propongo el no
tener expectativas tan altas para cualquier película debido a que en muchas
ocasiones eso suele perjudicar la experiencia, pero en el caso de The Witch me
resultó complicado cumplir con esta regla simplemente porque el tráiler me
emocionó en exceso. Obvio esto me generaba dudas, pero para mí buena suerte lo
que me encontré es una de las experiencias más gratificantes de los últimos
años; la cual nunca toma los caminos convencionales para llevar al espectador a
un viaje que le causará de todo, menos indiferencia.
Esto porque Eggers lo que busca
en todo momento es mantener un realismo apabullante para una historia que, por
estar basada en documentos históricos, lo exigía a gritos; obligándolo a
realizar un primer acto extremadamente metódico y con un ritmo pesado que a más
de uno le ocasionará dolor de cabeza. Donde su principal objetivo es ir sembrando
pequeños conflictos entre unos personajes obsesionados con la religión por
medio de una desaparición que, al mismo tiempo, también se utiliza como el
pretexto perfecto para jugar un poco con la realidad y la perturbadora fantasía;
provocando así la duda sobre si lo que ocurre es en verdad producto de las
malas intenciones de una bruja o si no solo se trata de una familia que ya se
vio rebasada mentalmente por su precaria situación.
Ya llegados los 35/40 minutos la tensión
empieza a crecer y el director, en lugar de irse por el camino fácil de incluir
puros elementos fantásticos basados en el folklore de la época, opta por hacer
una impresionante disección de un conflicto familiar lleno de mentiras,
traiciones, paranoia, miedos y desconfianza que resulta doloroso de ver. Obteniendo
así escenas muy potentes en las que no se necesita de sangre o violencia gráfica
para que provoquen gran impacto, las cuales además siguen contribuyendo para ir
inflando una burbuja que explotará en cualquier momento para darle un sentido
definitivo a un terror que incluso en este punto no sabes a ciencia cierta si
tiene un sustento fantástico detrás (a pesar de que existen sutiles pistas por aquí
y por allá para sacar una conclusión sólida).
También hay que agregar la
tremenda atmósfera que se logra construir. La película es visualmente impecable,
hermosa a su modo; lo cual convierte al trabajo de fotografía en una parte
fundamental para que el espectador se sienta atrapado en un escenario depresivo,
donde todo el tiempo existe esa sensación de que “algo” se encuentra vigilando
las acciones y como consecuencia generando una fuerte dosis de suspenso.
Sin embargo, todo lo anterior no tendría
mucho sentido si no fuera por lo que ocurre en el acto final. Aquí es donde The
Witch cambia de ritmo para explotar la burbuja de manera brutal, presentando un
nivel de locura impresionante y una adecuada cantidad de sangre que terminan por
abrir el camino hacia una conclusión muy oscura que implica algo mucho más
grande de lo que esperas.
Sobre las actuaciones puedo decir
que todos están geniales, realmente era muy fácil caer en lo cómico dada la
naturaleza fanática de los personajes y aún así cada uno de los actores logra
mantener un balance adecuado para no hacerte reír. La producción es de muy
buena factura para el presupuesto con el que contó (3.5 millones de dólares):
la fotografía es espectacular, la dirección de arte perfecta, el
score es potente, el trabajo de sonido bien cuidado, los efectos son prácticos
en su mayoría y el trabajo de maquillaje discreto.
Opinión final: The Witch es
estupenda. Ciertamente no es para todos (varios la van a odiar), pero sin temor
alguno puedo decir que se trata de la película definitiva sobre brujas.
Ojometro:
*****
*****