Sexta entrega de la franquicia
que ahora cae en las manos del director Valeri Milev (Code Red) y de Frank H.
Woodward como el encargado del guión. Se estrenó en algunas plataformas
digitales este pasado 13 de octubre, pero su salida oficial dentro de los
Estados Unidos en formato físico está programada para el 21 de este mismo mes.
Sinopsis:
Danny (Anthony Ilott) hereda de
forma misteriosa un gran hotel olvidado en las colinas de West Virginia y junto
con sus amigos viaja a dicho lugar. Ahí los reciben una extraña pareja que poco
a poco le harán conocer su larga historia familiar; algo que pronto lo pondrá
en la difícil situación de escoger entre sus amigos o su sangre.
Comentarios generales:
*Contiene algunos spoilers
*Contiene algunos spoilers
Si alguien nos hubiera dicho hace
once años que Wrong Turn seguiría viva en pleno 2014 seguramente lo hubiéramos
tomado por loco, pero ahora con nuevo director, guionista e incluso casa
productora es claro que la franquicia tiene todavía algunos años de vida por
delante. Sobre todo porque esta sexta entrega sirve no solo como secuela de la
4 y 5, sino también como un reboot; donde nos complicarán la vida en cuanto a
la línea de tiempo se refiere e incluso brindarán un giro completamente
diferente a lo que conocíamos de los origines de los peculiares caníbales.
Y es que es claro que para Last
Resort tanto Milev como Woodward se enfocaron muchísimo más en la historia en
comparación con las cinco entregas anteriores, lo cual en cierto modo se
entiende considerando el hecho de que esta servirá como expansión de dicho
universo en beneficio de futuras secuelas; aunque al hacer esto también terminan
por modificar varias cosas habituales en estas películas y, de paso, quitarle
protagonismo a los tres caníbales. Ahora no todo consiste en verlos matar a cualquier
ser viviente que se cruce en su camino, sino que además existe preocupación por
brindarle un poco más de profundidad a determinados personajes para justificar
los aspectos perturbadores de la propia historia, a pesar de que esto pueda
ocasionar que los primeros 40/45 minutos resulten poco memorables o hasta
aburridos.
Por ejemplo: Jackson y Sally
vienen a tomar el lugar de Maynard como las cabezas protectoras (uno de los
puntos en donde la línea de tiempo empieza a no tener mucho sentido), siendo
ellos el puente principal para las situaciones de incesto que se ven y los
lazos familiares de Danny. Igualmente, es la entrega en donde se puede notar una
mayor carga sexual; no sin salirse demasiado de los estándares habituales que
se ven en el cine de terror, pero si como una parte relativamente importante de
lo que ocurre en pantalla.
Aún con todo esto, durante gran
parte del filme se puede presenciar lo habitual en Wrong Turn: una secuencia
inicial ingeniosa, violencia extrema, gore y canibalismo; la mayoría de las
cosas a las que estamos acostumbrados siguen estando presentes. Aunque ciertamente
las muertes se dan de manera muy separada, lo cual le quita algo de dinámica al
momento de la cacería por parte de los hermanos que te deja con una sensación
de vacío porque al tener un escenario tan imponente como lo es un hotel piensas
que pudieron haberle sacado mejor provecho.
El final me gustó. Tenían el camino libre para irse por el lado feliz pero optan por uno mucho más acorde al tono
general de la película.
De las actuaciones no esperen
mucho, lo más destacable es ver a Sadie Katz (Sally) como una loca voyerista
con una expresión bastante creepy. La producción no está nada mal: tiene buen
trabajo de fotografía, un buen sonido y la dirección de arte está muy bien
cuidada; sin embargo, son los efectos y el trabajo de maquillaje los que, como
suele ser costumbre, resaltan por la cantidad de muertes presentadas (algunas
más elaboradas que otras, claro está).
Opinión final: Last Resort me
resulto difícil de calificar, pero al final de cuentas creo que es lo mejor que
se ha hecho desde la primera. Es perfecta para aquellos que no han visto
ninguna de las anteriores.
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