viernes, 31 de octubre de 2025

Crítica: R.L. Stine's Pumpkinhead (2025)

Película escrita y dirigida por Jem Garrard, la cual es una adaptación de la historia corta “Pumpkinhead”. Se estrenó directamente en Tubi dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando su hermano mayor desaparece y todos parecen haberse olvidado de su existencia, Sam (Bean Reid) tendrá que resolver un desconcertante misterio que envuelve al pueblo antes de que sea demasiado tarde.


Comentarios generales:

No cabe duda que el interés por las historias de R.L. Stine se encuentra en su punto más alto y mucho se debe a que, a diferencia de otros autores, sus obras en general se pueden considerar para todo tipo de público y esa suele ser una razón poderosa para que cualquier estudio se atreva a adaptarlas. Por eso es que no fue novedad que alguien se interesara en la colección de Nightmare Hour y mucho menos que hicieran una adaptación de Pumpkinhead, la cual es sin duda una opción más que adecuada para ver en estas fechas con la familia.

Y es que lo traído por Garrard es una historia simple con la que realmente no se necesita demasiada elaboración al momento de establecer el problema central y saber cual será rumbo que se tomará para resolverlo, lo cual hace que el primer acto realmente se trate más que nada de exponer el comportamiento rebelde de Sam y cómo básicamente él es el culpable de lo que le termina ocurriendo a su hermano. Llevándonos así por caminos comunes no tan atractivos que te hacen recordar a algunos episodios de series de los 90s gracias a su humor bobo o su tono ligero, incluso cuando se tratan de exponer situaciones que deberían de proporcionar un poco más de drama.

Siendo realmente hasta que se llega al segundo acto cuando las cosas empiezan a ponerse interesantes debido a que poco a poco se nota un mejor manejo del humor dentro de esta problemática en la que existe algo mucho más perturbador de por medio y con la se van presentando determinados sucesos que le brindan un ritmo más dinámico al filme; en especial cuando se trata de lidiar con el Espantapájaros. Quien es básicamente la única vía que existe para agregar intensidad dado a que aquí no hay sangre, ni tampoco violencia extrema, pero gracias a su peculiar forma de moverse y a la manera en la que lo usan se logra que por lo menos se sienta que los niños se encuentran en verdadero peligro ante su presencia.

Construyendo así un camino agradable rumbo a una parte final que en teoría debería de ser bastante predecible; sin embargo, es todo lo contrario dado a que se logra darle un giro efectivo a las cosas. Siempre con un marcado tinte sobrenatural que añade fuerza a un desenlace que termina siendo mucho menos feliz de lo que uno se hubiera imaginado.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que, sin ser nada del otro mundo, todas cumplen con su propósito y logran manejar lo mejor que pueden un humor que por momentos es muy bobo. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score tiene buenas cosas, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es limitada.

Opinión final: R.L. Stine's Pumpkinhead está entretenida. Película de corte ligero sin grandes pretensiones pare ver en maratones de Halloween. 

Ojometro:
***

martes, 28 de octubre de 2025

Crítica: Good Boy (2025)

Película dirigida por Ben Leonberg, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Alex Cannon. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de octubre, mientras que en México lo hizo el día 23 del mismo mes; recaudando hasta la fecha $7.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Indy es un perro fiel que se muda con su dueño a una cabaña donde descubrirá que fuerzas sobrenaturales acechan en las sombras, obligándolo a ser valiente y pelear por proteger a quien más ama.


Comentarios generales:

No recuerdo una película de terror en tiempos recientes que haya logrado hacer tanto ruido en un periodo tan corto de tiempo como ocurrió con Good Boy, ya que desde sus primeras exhibiciones en festivales solo tuvieron que pasar ocho meses para que se estrenara a nivel comercial y eso no suele ser algo tan común. Todo gracias a un original concepto que llamó poderosamente la atención por distintos motivos y con el que afortunadamente se logra ofrecer una experiencia que no solo se queda como una pintoresca curiosidad.  

Y es que Leonberg sabe cómo lidiar con una historia en la que dicho concepto es también su principal limitante dado a que tratar presentar emocionalidad por medio de un perro es complejo gracias a que no se le pueden exigir cosas que a los actores normalmente se les pide y por ello mismo mejor se opta por construir algo simple en donde la atmósfera y los sonidos serán los principales medios para ir generando incertidumbre. Todo mientras vemos el vínculo de Indy con su dueño bajo un ritmo pausado que hace del primer acto uno muy contemplativo en el que no existen demasiadas cosas memorables y ante eso podría resultar algo aburrido para algunos.

Un problema que en cierto modo se contrarresta por la propia duración de la película debido a que se tienen que establecer mayores peligros de manera rápida y en este punto básicamente se trata de poner a Indy en múltiples situaciones en las que luce indefenso, lo cual ayuda a que en todo momento se pueda obtener un ritmo ágil y unos niveles de tensión elevados para que el espectador se preocupe por su bienestar. Aunque esto siempre bajo un enfoque un tanto minimalista que no es el más benéfico al momento de desarrollar una problemática profunda, pero que en este caso hace que el aspecto sobrenatural se pueda contener en determinados detalles fundamentales y con ello ir convirtiendo de manera progresiva el tono en uno mucho más oscuro.

Brindándole así a la parte final un toque depresivo en el que la sensación de desesperanza es muy marcada y por lo mismo se puede alcanzar una intensidad que parecía complicada de obtener. Logrando un desenlace potente y sorpresivamente emocional con el que se solidifica el mensaje de que el perro siempre será el mejor amigo del hombre bajo cualquier circunstancia.

En el tema de las actuaciones evidentemente las cosas son distintas porque aquí el protagonista es un perro y no se puede analizar lo mismo que con humanos, pero la verdad es que Indy está tan bien dirigido que te encariñas demasiado con este y en todo momento tu nivel de preocupación por lo que le pueda ocurrir es muy alto. Mientras que el papel de los actores humanos es limitado en general.

Y en cuanto a producción es de un presupuesto discreto, pero bien aprovechado: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte cumple, el score no está mal, el trabajo se sonido es impecable, los efectos está bien hechos y la labor de maquillaje resulta poco espectacular.

Opinión final: Good Boy me gustó. Un concepto fresco que tiene sus limitantes, pero que ofrece una experiencia difícil de ignorar.

Ojometro:
****

viernes, 24 de octubre de 2025

Crítica: Night of the Reaper (2025)

Película dirigida por Brandon Christensen (Still/Born, Superhost), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ryan Christensen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de septiembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Tras el brutal asesinato de una niñera adolescente, la estudiante universitaria Deena (Jessica Clement) regresa a casa durante el fin de semana para terminar en un trabajo de niñera. Aunque cuando el Sheriff local recibe evidencia de que el asesinato pudo no haber sido un hecho aislado las cosas empezarán a volverse siniestras ante el riesgo de que el asesino haya regresado.


Comentarios generales:

A pesar de que Halloween es una festividad de un solo día, lo cierto es que es la fecha que dicta el calendario del cine de terror desde prácticamente el mes de septiembre y por ello es que la abundancia que existe durante dos meses es tan marcada. Algo que sin duda es benéfico para los fans por la cantidad de oferta disponible; sin embargo, para muchas producciones puede ser un gran problema debido a que si no logran destacar durante su faceta promocional lo más probable es que pasen totalmente desapercibidas y ese ha sido el caso con Night of the Reaper.

Una película con la que Christensen no puede ocultar su inspiración en “Halloween”, pero jamás logra replicar la sensación de terror y peligro constante dentro de una historia cuyo tono es uno mucho más ligero al de la mayoría de los slasher actuales. Lo cual sin duda puede hacer que los primeros 30/35 minutos se sientan como una secuencia de acciones un tanto irrelevantes debido a que, más allá del asesinato inicial y un detalle sobre perros muertos, realmente no existe mucho que añada sustancia al misterio detrás del asesino como para que el espectador se involucre de lleno o pueda percibirlo como una amenaza de consideración ante su falta de acción constante.

Situación que tratan de tapar por medio de la investigación del Sheriff, quien es la vía para ir generando dudas con respecto a su identidad y exponer por medio de videos VHS sus actos con la esperanza de que esto agilice un poco las cosas; en especial al momento de hacer sentir que Deena está en verdadero peligro. Aunque en realidad esto no genera un cambio tan radical dado a que todo el segundo acto básicamente se sustenta en nuestra protagonista mirando pasillos oscuros o escuchando sonidos dentro de la casa para tratar de generar pequeños jump scares cuya efectividad caduca muy rápido y gracias a eso el ritmo nunca termina por ser el más agradable ante la sensación de que simplemente están alargando lo más que se pueda la revelación.

Dejando así un panorama poco alentador para una parte final que no parece tener solución, pero de manera sorpresiva se dan una serie de giros que añaden frescura y cambian el panorama de golpe. No como para solucionar todos los problemas previos, más si logran que con esto que el cierre tenga un mayor impacto y le dé sentido a ciertas cuestiones que eran poco claras.

Las actuaciones no son las más espectaculares, aunque Jessica Clement creo que hace un trabajo correcto con un personaje que no le exige demasiado. Mientras que en producción se nota un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es la gran cosa, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje simple.

Opinión final: Night of the Reaper está ok. Película cuya parte final la salva de la total intrascendencia.

Ojometro:
***

martes, 21 de octubre de 2025

Crítica: Black Phone 2 (2025)

Secuela dirigida por Scott Derrickson (Sinister, The Black Phone), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a C. Robert Cargill. Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 16 y 17 de octubre; recaudando hasta la fecha $42 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuatro años después de que Finn (Mason Thames) matara a The Grabber, su hermana empieza recibir llamadas dentro de sus sueños por medio del teléfono negro. Obligándola a tener visiones aterradoras de tres niños siendo perseguidos en un campamento conocido como Alpine Lake. 


Comentarios generales:

Cuando empezaron a salir rumores sobre una posible secuela de “The Black Phone” me costó trabajo asimilarlo porque honestamente parecía que esa historia estaba totalmente cerrada, pero en el cine de terror sabemos que eso no importa demasiado y de a poco empecé a tener curiosidad por ver cuál era el plan para darle continuidad. Algo que sin duda podía resultar en cualquier cosa; sin embargo, para nuestra fortuna Black Phone 2 logra ser una secuela por demás funcional que logra tener su propia identidad.

Y es que lo traído por Derrickson es algo muy diferente a la primera entrega y eso ayuda muchísimo a que la historia pueda tomarse ciertas libertades al momento de explotar las visiones de Gwen, así como en poder justificar la presencia de The Grabber tras su muerte. Provocando con esto que el aspecto sobrenatural sea todavía más importante desde un inicio y durante la primera media hora este se pueda combinar con el impacto emocional que tuvo en Finney lo ocurrido cuatro años atrás para mantener siempre un tono un tanto depresivo que conlleva utilizar un ritmo pausado que por momentos resulta frustrante.

Aunque esto en ningún momento afecta de gran manera el visionado debido a que el director sabe perfectamente en qué momentos mostrar situaciones perturbadoras con las cuales se pueda ir subiendo de a poco el nivel de intensidad, sobre todo cuando se trata de establecer que ahora es Gwen la que se encuentra en peligro y los medios por los cuales The Grabber pretende hacerle daño. Algo que ciertamente raya en terrenos muy tipo “A Nightmare on Elm Street”, pero gracias a este nuevo enfoque se logran construir algunas escenas potentes en las que no solo se apuesta por lo visual, sino también en tratar de volver el conflicto todavía más personal por medio de una revelación importante.

Dejándonos así una parte final en la que la sensación de riesgo es muy fuerte ante la ventaja que tiene el asesino y que sirve para darle cierta dosis de espectacularidad a un desenlace en el que, con excepción de algunos detalles que se sienten un poco forzados, siempre maneja un ritmo ágil y un nivel de violencia considerable que ayuda a que el cierre sea convincente y tal vez definitivo.

Las actuaciones no varían demasiado con respecto a lo que vimos en la primera película debido a que Mason Thames (Finney) y Madeleine McGraw (Gwen) mantienen su química fraternal intacta, aunque está última logra destacar un poco más dado a que la historia se centra principalmente en su personaje. Mientras que Ethan Hawke como The Grabber sigue haciendo un trabajo increíble, ya que es sumamente intimidante y logra reflejar muchísima maldad a pesar de que su tiempo en pantalla es mucho menor en esta ocasión.

Y en cuanto a producción, la factura es de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido impecable, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es sumamente efectiva.

Opinión final: Black Phone 2 me gustó. Secuela sólida que no está al nivel de la original, pero que ayuda a posicionar a The Grabber en la cultura popular.  

Ojometro:
**** 

viernes, 17 de octubre de 2025

Crítica: Please Don’t Feed the Children (2025)

Película dirigida por Destry Allyn Spielberg y escrita por Paul Bertino. Se estrenó directamente en Tubi dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de huérfanos viaja hacia el sur con la esperanza de tener una nueva vida después de que un virus mortal diezmara a la población adulta del país y culparan a los niños por esparcirlo. Aunque esto los pondrá a merced de una mujer psicótica que oculta un peligroso secreto.  


Comentarios generales:

Tener el apellido de uno de los directores más importantes e influyentes de todos los tiempos seguramente te puede abrir muchas puertas que otros difícilmente podrían alcanzar, pero también es cierto que esto puede llegar a ser un arma de doble filo por distintos motivos. Entre los cuales se encuentran los reflectores que trae consigo dicho vinculo dado a que le da mayor exposición a proyectos que tal vez no tenían aspiraciones tan grandes y sin duda Please Don’t Feed the Children se ha visto afectada por eso.

Ya que lo presentado por Destry Allyn Spielberg es una historia apocalíptica zombie que, salvo por su introducción, realmente no se siente como si fuera una debido a que rápidamente opta por reducir su escala a un grupo de niños con los que de manera muy vaga trata de exponer lo infernal que se ha vuelto su vida gracias a los prejuicios de los adultos. Algo que en teoría no está mal, sin embargo, la manera en la que se desarrolla este tema es demasiado acelerado y prácticamente no existe nada que te haga interesarte demasiado en ellos como para que su situación apremiante genere niveles de tensión altos una vez que llegan a la casa de Clara.

Un personaje que cuando aparece en pantalla asume el control total de las acciones y básicamente la película se empieza a centrar en ella, lo cual significa un cambio tanto en el ritmo como en la propia trama dado a que no solo el tema apocalíptico queda en un plano muy secundario, sino que además ahora el enfoque está más en saber qué diablos es lo que hay detrás de su locura. Siendo esto un aspecto que vuelve muy inconsistente el desarrollo dado a que no saben realmente hacía donde dirigir la atención del espectador, volviendo complicado el poder construir momentos tensos efectivos y con ello básicamente esperar a que sea la parte final la pueda sacar esto adelante.

Sobre todo porque por fin se puede utilizar el tema zombie y eso de manera inmediata proporciona el shock suficiente para que el desenlace tenga un poco más de intensidad. Aunque la verdad tampoco hace mucha diferencia debido a que el desenlace, a pesar de que tiene una carga emocional decente, simplemente te deja con una sensación de indiferencia muy marcada.

En cuanto a las actuaciones, quien se lleva todos los reflectores es Michelle Dockery (Clara) gracias a un personaje que combina de buena manera la locura con la crueldad al momento de lidiar con los niños. Mientras que el elenco “infantil” y Giancarlo Esposito (Fitz) están correctos en lo que cada uno tiene que hacer.

Y del lado de la producción, sin duda es donde se ven sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte resulta competente, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos en general son discretos y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: Please Don’t Feed the Children es decepcionante. Película con alguna que otra cosa interesante que terminará en el olvido.

Ojometro:
**

martes, 14 de octubre de 2025

Crítica: Clown in a Cornfield (2025)

Película dirigida por Eli Craig (Tucker & Dale vs. Evil), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Carter Blanchard. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 9 de octubre.

Sinopsis:

Quinn (Katie Douglas) se muda junto a su padre al pueblo de Kettle Springs. Un lugar en decadencia tras el incendio de la fábrica de jarabe de maíz Baypen, cuya mascota es un payaso llamado Frendo que parece tener un problema con los adolescentes del pueblo.


Comentarios generales:

La verdad no tenía conocimiento de que Clown in a Cornfield estaba basada en un libro, así que mi primer pensamiento al ver el trailer fue que era solo otro intento por popularizar a un nuevo payaso salvaje como el ya muchas mencionado Art the Clown. Algo que se magnificó cuando se hizo mucho énfasis en su nivel de brutalidad como uno de sus puntos fuertes, pero la realidad es que se trata de una película un poco distinta a lo que pensaba.

Lo cual durante su primera media hora puede ser difícil de creer debido a que lo presentado por Craig sigue la clásica fórmula slasher al pie de la letra, sin exponer de manera tan constante a Frendo y centrándose plenamente en la nueva vida de Quinn. Una que muestra todos los estereotipos adolescentes esperados que hacen medio aburrida la experiencia en este punto al poder visualizar paso por paso los problemas en las que se meterá nuestra protagonista, aunque también es importante señalar que de manera sutil se va estableciendo un aspecto fundamental para el desarrollo dentro de la propia dinámica del pueblo.

Dejándonos así ante una historia que avanza a un ritmo poco atractivo y que no es sino hasta que el payaso empieza con su matanza cuando mejora debido a que por fin vemos algo de la brutalidad que tanto se nos vendió para ir construyendo el camino de una masacre entretenida, siendo esto precisamente lo que se da. Sin embargo, también es a partir de esta situación cuando se nos revela cierto detalle con Frendo que cambia por completo las cosas y convierte lo que era un simple slasher en algo de una escala un poco más amplia donde no es que sea tan complicado descifrar lo que ocurre, pero sin duda este ligero cambio hace que uno como espectador pueda tolerar ciertas cosas como el humor pobre o la falta de muertes memorables.

Principalmente durante una parte final en la que la gran revelación no es tan apantallante y no se sabe cómo redondear el conflicto generacional. Ocasionando así que el desenlace sea eficiente en cuanto al nivel de violencia, pero te deje con ciertas sensaciones de que lo ocurrido realmente no tuvo grandes consecuencias.

En lo que respecta a las actuaciones hay que decir que Katie Douglas está correcta en su papel de adolescente rebelde con absolutamente todos los clichés que uno podría imaginar para este tipo de personaje. Mientras que el resto del elenco raya entre lo aceptable y lo caricaturesco gran parte del tiempo, aunque sin que ninguno termine afectando las cosas de gran manera.

Mientras que en producción contamos con una buena factura: el trabajo fotografía es sólido, la dirección de arte no es muy llamativa, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Clown in a Cornfield está entretenida. Slasher un tanto diferente a lo esperado para pasar el rato.

Ojometro:
***

viernes, 10 de octubre de 2025

Crítica: V/H/S/Halloween (2025)

Octava entrega de la franquicia, la cual cuenta con la participación de siete distintos directores. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una colección de videos con temática de Halloween desata una serie de historias retorcidas y sangrientas que convierten el dulce o truco en una batalla por sobrevivir.


Comentarios generales:

La mejor decisión que se pudo haber tomado con la franquicia de V/H/S es haber dejado de lado el centrarse en años específicos y gracias a eso pudimos ver una de las mejores entregas de la franquicia durante 2024, la cual contaba con una temática predominante pero sin obligar a todos a utilizarla. Brindando así una libertad creativa que claramente es algo que beneficia a los involucrados; sin embargo, cuando se anunció que esta nueva secuela se centraría en una festividad en especifico regresaron viejos temores que afortunadamente solo se quedaron en eso.

Y es que V/H/S/Halloween representa el lado más sencillo de la franquicia dado a que cuenta con conceptos relativamente simples que encajan con la festividad y eso ayuda a que la mayoría de las historias sean entretenidas en lo que proponen sin importar la diferencia de tono o estilo. Logrando con esto que veamos una consistencia poco común dentro de estas antologías que innegablemente la convierte en una buena opción para ver durante Halloween.

En cuanto a producción me atrevería a decir que esta es la entrega más discreta, ya que salvo por ciertos efectos o trabajos de maquillaje más elaborados, realmente todos los cortos mantienen una estética más o menos similar. Lo cual ayuda a que ninguno destaque de sobremanera y opaque al resto.

Pasando a los cortos:


"Diet Phantasma" (Bryan M. Ferguson)

Una historia enlace que, para sorpresa de nadie, es lo más débil de la película.

Tal vez no sea tan mala como algunas de las anteriores, pero le afecta demasiado el estar segmentada dado a que eso le quita toda la fluidez y hace que se vuelva extremadamente repetitiva. Siendo su único punto fuerte el hecho de que presenta una buena cantidad de sangre y muertes.


"Coochie Coochie Coo" (Anna Zlokovic)

Un corto bastante sólido para iniciar y que en cierta forma te hace recordar las verdaderas bases de la franquicia. Donde el punto de vista en primera persona es fundamental para que la sensación de total desesperanza de las protagonistas resulte mucho más marcada dentro de una locación que, entre su ambientación medio grotesca y la aparición de personajes perturbadores, logra dejar un fuerte impacto en todos los sentidos.


"Ut Supra Sic Infra" (Paco Plaza)

A mi juicio el más flojo de todos y el único que no se apega totalmente a la festividad, lo cual es un tanto lógico tomando en cuenta la nacionalidad del director.

No está mal, tiene detalles interesantes, pero una vez que se establece lo más elemental resulta demasiado predecible y eso hace que la tensión que se debería de ir generando ante lo inevitable no se logre conseguir. Dejando a la parte con mayor intensidad como algo meramente anecdótico. 


"Fun Size" (Casper Kelly)

Esta es la historia con el tono más diferente debido a que se decanta hacía el lado de la comedia por medio de un humor que puede llegar a ser exagerado y poco digerible para algunas personas; sin embargo, la peculiaridad de la problemática hace que todo encaje. Teniendo a un villano pintoresco y muertes visualmente llamativas que le brindan su toque único.


"Kidprint" (Alex Ross Perry)

Pasamos del corto cómico al más serio, ya que lo que pone Ross Perry sobre la mesa trata un tema siempre complejo como lo es el secuestro de menores y no se contiene al momento de exponer el terror que representa esto para las comunidades en las que llega a ocurrir.

Obvio sin caer en los extremos, pero si manejando cada situación hostil de una manera competente para que esto no sea precisamente divertido, sino perturbador por cómo va incrementando la violencia en las acciones.


"Home Haunt" (Micheline Pitt-Norman y R.H. Norman)

Un segmento que se sustenta principalmente en la perdida de la ilusión del Halloween conforme uno va creciendo y en base a eso ir contando una historia en la que es evidente lo que va a ocurrir, pero con la que varios se pueden identificar desde el lado de la vergüenza.

Todo para que cuando inicie la parte más fantasiosa se vuelva una experiencia en la que utilizando monstruos clásicos se dé una ola de muertes entretenida (incluida la del mismísimo Rick Baker) con la que tal vez el formato no es el más benéfico porque no hay tanta claridad en ciertos detalles, pero que funciona perfectamente en su búsqueda de caos sin control.

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Opinión final: V/H/S/Halloween me gustó. Es de las entregas más simples de la franquicia, pero también una de las más disfrutables.

Ojometro:
****

martes, 7 de octubre de 2025

Crítica: The Strangers: Chapter 2 (2025)

Secuela dirigida por Renny Harlin (The Strangers: Chapter 1), cuyo guion fue co-escrito por Alan R. Cohen y Alan Freedland. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 26 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 2 de octubre; recaudando hasta la fecha $11.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Varada en un pequeño pueblo sin salida, Maya (Madelaine Petsch) tendrá que enfrentar una vez más una noche de terror cortesía de los tres mortales asesinos que la traumatizaron y ahora tendrá que ponerle fin a su violencia desmedida.


Comentarios generales:

Si bien no me pareció tan desastrosa, lo cierto es que The Strangers: Chapter 1 fue una de las mayores decepciones de 2024 debido a que solo se trató de una copia de la película original que se sentía sin relevancia en lo que respecta a esta nueva trilogía. Situación que terminó hundiendo todas las expectativas existentes por un proyecto que parecía sumamente ambicioso de inicio y que ahora parece destinado a fracasar ante el desinterés general, dejando a The Strangers: Chapter 2 en una posición compleja de la que apenas logra salir. 

Y es que esta segunda parte definitivamente representa una leve mejoría en determinados aspectos y mucho de eso se debe a que Harlin ya no está atado a tener que replicar el material original, dejándole con esto un mayor margen de maniobra para poder presentar algo distinto. Lo cual se puede notar de manera rápida durante una primera media hora que tiene aires de “Halloween 2” muy marcados con los que se puede establecer un tipo de dinámica en la que en todo momento la sensación de riesgo para Maya es muy potente y además se le da más pantalla a los extraños para que se siga magnificando lo peligrosos que son.

Llevándonos así por una larga persecución que en términos generales es entretenida, sin embargo, también es cierto que al enfocarse tanto en esta situación se termina dejando de lado la investigación alterna sobre la identidad de los asesinos y gracias a esto se siente que dicho aspecto no lleva a ningún lado; en especial cuando empezamos a ver flashbacks que básicamente confirman la identidad de uno de estos. Aunque tampoco es que se trate de algo tan negativo para el desarrollo, sobre todo porque existe una buena fluidez en las acciones que evita que el espectador se aburra y además la complementan generando una serie de dudas sólidas con respecto a las intenciones de cada personaje con el que se cruza nuestra protagonista.

Siendo esto último algo importante para que la parte final sea lo suficientemente tensa y con ello se tenga un desenlace en el que puede pasar cualquier cosa. Donde ciertamente es un tanto decepcionante que las muertes no se muestren en cámara, pero la forma de concluir este segundo round entre Maya y los extraños por fin brinda algo de claridad con respecto al rumbo de la historia que genera interés por la tercera entrega.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Madelaine Petsch en está ocasión hace un trabajo destacado. Ya que ahora si adquiere un rol más de final girl que le exige no solo un mayor reto físico, sino también un mayor rango de emociones al ser quien carga con todo el peso de las acciones bajo un personaje cuyos traumas parece que la van a quebrar en cualquier momento y siempre tiene que superarlos para seguir con vida.

Y sobre la producción, nuevamente tenemos una factura de buen nivel: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido no presenta fallos y lo referente a efectos/maquillaje sigue la línea discreta de la película anterior.

Opinión final: The Strangers: Chapter 2 está ok. Secuela con más identidad que su predecesora para pasar el rato.  

Ojometro:
***

viernes, 3 de octubre de 2025

Crítica: Witchboard (2025)

Remake de la película de 1986 escrito y dirigido por Chuck Russell. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de agosto, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 16 de septiembre.

Sinopsis:

Un tablero de péndulo maldito despierta fuerzas oscuras, arrastrando a una joven pareja dentro de un juego de posesión y engaño del cual no podrán escapar. 


Comentarios generales:

"Witchboard" de 1986 no es precisamente una gran película; de hecho, ni siquiera la podría llegar a catalogar como una película decente. Sin embargo, es uno de tantos trabajos de los 80s que se fueron ganando un estatus de culto entre muchos fans con el pasar de los años y debido a eso no es de extrañar que alguien buscara hacer un remake para explotar dicha nostalgia, aunque el resultado final probablemente es muy distinto al que muchos esperaban.

Ya que lo traído por Russell realmente solo toma el nombre de la original para hacer este remake, cambiando absolutamente todo en su búsqueda por ofrecer una historia de brujas que se siente muy anticuada tanto en su idea como en su ejecución. Lo cual probablemente durante el primer acto no sea tan notorio debido a que, ante la sorpresa por los cambios tan radicales y el rápido desarrollo de las acciones, el espectador se ve expuesto a algo que ofrece lo mínimo necesario para mantener el interés por medio de elementos simples cuyo propósito de establecer el aspecto sobrenatural y el lado violento de la maldición se cumple sin muchos problemas.

Lo malo es que una vez alcanzado dicho objetivo el director empieza a caer en clichés ochenteros e inconsistencias en cuanto a las decisiones de los personajes que son difíciles de ignorar, las cuales trata de tapar con cierto toque de excentricidad por medio del villano sin los mejores resultados. Provocando con esto que la experiencia se vaya volviendo un tanto aburrida y predecible; aunque también hay que mencionar que por algunos minutos se logra retomar el entretenimiento simple con una escena rodeada de muertes, sangre y caos que le da un poco de validez a todo el tema de la bruja con la esperanza de poder cerrar esto de la manera más fuerte posible.

Algo que en este caso no se da del todo, ya que si bien la parte final no es tan mala, lo cierto es que la manera en la que se resuelve la problemática es poco convincente. Dejándonos así un desenlace que trata de ser emotivo sin mucho éxito y que en su afán por acelerar las cosas se termina sintiendo totalmente intrascendente. 

En cuanto a las actuaciones estamos ante el típico caso de un elenco que realmente hace lo que puede con lo que tiene, siendo Madison Iseman (Emily) y Jamie Campbell Bower (Alexander Babtiste) quienes dejan las mejores sensaciones. Mientras que en producción no hay nada que destaque de sobremanera: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está ok, el score es genérico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos tienen altibajos (sobre todo en el CGI) y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Witchboard es decepcionante. Película del montón que olvidarán rapidamente hasta que la pasen en TV. 

Ojometro:
**