lunes, 27 de febrero de 2017

Crítica: VooDoo (2017)


Primer largometraje del director Tom Costabile, quien además también es el escritor del guión. Se estrenó el pasado 24 de febrero de manera limitada en cines, VOD e iTunes dentro de los Estados Unidos; aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Daní (Samantha Stewart) es una inocente chica sureña que decide pasar unas largas vacaciones en Los Ángeles con su prima para olvidarse de su complicada vida personal, pero estando ahí descubrirá que escapar de su pasado no será tan sencillo como se lo imaginaba.



Comentarios generales:

No voy les voy a mentir, al momento en que terminó VooDoo se me vinieron dos preguntas a la mente de manera inmediata:

1.- ¿Qué diablos fue lo que acabo de ver?
2.- ¿Cómo voy a escribir sobre esto?

Lo cual no se debe a que lo presentado por Costabile sea algo precisamente muy complejo, sino a que la manera en la que este trabajo está planificado no resulta benéfica para la historia que quiere contar. Ya que se trata de un found footage en donde desde la primera escena queda evidenciado que el formato en si resultará un impedimento para explicar de manera decente un tema que necesita de algo distinto.

Esto a pesar de que durante todo el primer acto se hace un esfuerzo por querer que el espectador tenga cierto apego por Dani, una aparente chica inocente que se ríe y habla muy fuerte todo el tiempo, pero cuyas experiencias resultan por demás aburridas de ver durante casi 40 minutos porque no ocurre nada relevante más allá de una breve explicación sobre el peligro que corre y un cameo de Ron Jeremy.

Es hasta pasado este lapso cuando las cosas cambian radicalmente de tono y uno se puede empezar a dar cuenta que la historia es, bueno… nula. Ya que a partir de aquí el enfoque es escuchar a Dani gritar de manera exagerada mientras esta se ve envuelta en una aterradora experiencia al ser arrastrada al infierno y empezar así un tedioso recorrido donde el director recurre a absolutamente todas las ideas visualmente impactantes que pudieran ocasionar cierta sensación de incomodidad, pero que con el paso de unos cuantos minutos se tornan repetitivas e incluso te ponen a pensar varias cosas con respecto a estas.

No solo porque no encajan para nada con el tema central que, al menos por el título, tiene que ver con el vudú, sino también porque por la manera en la que esta presentada toda esta larguísima secuencia parece más como un recorrido filmado dentro de una atracción de Halloween y te queda la sensación de que esto probablemente no es tan original como se pudiera creer.

La parte final no tiene gran sentido, aunque por lo menos llegan a aclarar de manera vaga el motivo por el cual nuestra protagonista pasa por toda esa tortura y el desenlace añade cierta dosis de sorpresa por si lo ocurrido previamente logró llamar tu atención.

En las actuaciones es la propia Stewart quien carga con todo el peso de la película y después de unos quince minuto te termina fastidiando; en especial una vez que empieza su recorrido por el infierno que la limita a gritar sin parar durante treinta minutos. La producción es la que uno espera de un proyecto tan pequeño: la dirección de arte parece de atracción, el score es intrascendente, el trabajo de sonido está aceptable, los efectos son arcaicos y la labor de maquillaje probablemente sea lo mejor de todo esto.

Opinión final: VooDoo es una locura de principio a fin… y no de buena manera. Película extremadamente olvidable.

Ojometro:
**