martes, 29 de marzo de 2016

Crítica: They're Watching (2016)


Película escrita y dirigida por la dupla Jay Lender / Micah Wright, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 25 de marzo, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados o sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando el equipo de producción de un show de TV sobre remodelación de casas visita un remoto pueblo en Moldavia sus jóvenes miembros piensan que el idioma y el pésimo wifi serán sus mayores problemas. Sin embargo, después de interrumpir un ritual privado llevado a cabo por los supersticiosos pobladores del lugar, su estancia se torna increíblemente peligrosa por motivos difíciles de explicar.



Comentarios generales:

Siempre es bueno tener sangre nueva debido a que así existen mayores posibilidades de encontrar propuestas frescas dentro de un género que está urgido de eso, pero en ciertas ocasiones resulta complicado poder recibir a todos de manera optimista gracias a su historial. Lo cual fue el caso con los creadores de They're Watching, ya que al enterarme de que solo tenían experiencia en shows de TV infantiles o videojuegos mis expectativas cayeron enormemente y gracias a ello no esperaba algo atractivo, aunque el resultado final fue mucho peor de lo imaginado.

Ya que lo que nos regalan este par de directores es una película con una crisis de identidad muy fuerte, donde se maneja un tono mucho más ligero por medio de un humor muy simplón y fastidioso que contrasta demasiado con el escenario en donde se desarrolla la historia; provocando así que uno no sepa muy bien como digerir lo que ocurre en pantalla. A esto hay que agregarle que el primer acto básicamente se trata de ver al equipo de filmación burlándose de todo lo que se encuentra a su alrededor bajo el único propósito de hacerlos quedar como basuras humanas que merecen sufrir más adelante, lo cual no está mal, pero ni siquiera es divertido de ver ante lo lento que se desarrollan las acciones y la poca intención mostrada para construir al menos una atmósfera lo suficientemente amenazante que te haga suponer que sus vidas se encuentran en gran peligro.

Lo peor es que las cosas no mejoran con el transcurso de los minutos. El ritmo sigue siendo el mismo y, salvo por alguno que otro detalle que te indica las supersticiones de los lugareños, realmente no existe ningún tipo de elemento de terror que juegue con las emociones del espectador; simplemente te la pasas esperando a que ocurra algo relevante por más de una hora mientras ves conflictos entre los personajes que no llevan a ningún lado y tratando de unir la poca información brindada hasta que por fin decidan revelar de manera concreta cual es la amenaza (que tampoco es tan complicado de descifrar).

La parte final es entretenida no solo porque es donde podemos encontrar elementos de terror mucho más marcados, sino también porque es un festival de muerte muy divertido de ver. Todo es increíblemente exagerado; aderezado con unos peculiares efectos especiales y un humor que por fin se siente efectivo dentro de este sangriento escenario.

Las actuaciones son aceptables para lo poco que les ofrece el guión, es una combinación bien balanceada entre actores jóvenes y veteranos cuyo potencial se ve frenado con un humor inefectivo. La producción está ok: el score es decente, tiene un trabajo de sonido correcto, los efectos abusan del CGI y el maquillaje cumple de manera adecuada en las partes donde se hace un mayor uso de este.

Opinión final: They're Watching es muy mediocre. Salvo por los minutos finales realmente no tiene mucho que valga la pena.

Ojometro:
**

sábado, 26 de marzo de 2016

Crítica: The Exorcism of Anna Ecklund (2016)


Película escrita y dirigida por Andrew Jones (The Amityville Asylum, Robert the Doll). Se estrenó directamente en DVD dentro del Reino Unido el pasado 6 de marzo y su llegada bajo ese mismo formato a los Estados Unidos está planeada para inicios de abril.

Sinopsis:

Un sacerdote y un investigador del vaticano toman el caso de Anna Ecklund (Tiffany Ceri), una ama de casa que ha sido víctima de una posesión demoníaca. Todo indica que es un caso normal que amerita un exorcismo; sin embargo, ninguno de los dos se imagina que esto podría causar una batalla entre el bien y el mal como ninguna otra.  



Comentarios generales:

Hace poco escribía sobre lo difícil que es encontrar ideas nuevas en las películas de posesiones después de ver una que, de hecho, si significaba algo fresco. Lamentablemente esa fortuna terminó muy rápido para mí, ya que con The Exorcism of Anna Ecklund no solo me encontré con otro trabajo genérico, sino también con algo que todavía no tenía los suficientes elementos como para justificar su existencia y que claramente no estaba diseñado para ser un largometraje.

Esto porque si eliminas los créditos iniciales/finales el tiempo de metraje apenas logra rebasar la hora (62 minutos exactamente), lo cual realmente es muy poco tiempo para construir algo decente y eso se nota de manera muy clara con todos los momentos de relleno que Jones se ve obligado a utilizar. Igualmente, esto provoca que tenga que acelerar demasiado las acciones; dejando casi olvidado el trabajo de investigación (que básicamente se da en un par de escenas cortas) y los conflictos internos de uno de los sacerdotes en su afán por querer presentar lo más rápido posible el encuentro con Anna, quitándole así relevancia al único aspecto de la historia que le hubiera añadido un poco más de sustancia.

Lo destacado llega a partir de la media hora cuando esto se convierte en el show de Anna, viendo como maltrata a quienes se encargan de cuidarla y como se retuerce en la cama de manera constante bajo un ritmo no tan pesado, pero tampoco lo suficientemente dinámico como para hacer la experiencia más digerible. Aunque el principal problema de la película radica sin duda en la nula capacidad mostrada para generar una atmósfera adecuada y en poder construir momentos lo suficientemente potentes que hagan del exorcismo algo digno de ver, sobre todo porque este se siente blando e incluso excesivamente coreografiado, lo cual le quita impacto a lo que suele ser lo más importante en esta clase de historias.

La parte final es lo mejor de la película y no precisamente porque sea muy buena, sino más bien porque es hilarante gracias a todas las situaciones exageradas que presenta. Desde monjas demoníacas hasta lágrimas de sangre curativas se pueden ver aquí sin ningún tipo de explicación lógica, lo cual por lo menos hará que suelten una carcajada.

Las actuaciones son bastante malas, Ceri tiene sus momentos durante su etapa poseída pero realmente no existe nada para resaltar. La producción deja mucho que desear, salvo por un detalle en particular: el trabajo de fotografía es pobre, la edición no es la mejor, el trabajo de sonido no es del todo limpio y lo referente a efectos/maquillaje es de nivel muy básico. Sin embargo, el score es realmente bueno (a pesar de que es un poco repetitivo).

Opinión final: The Exorcism of Anna Ecklund es bastante mala. Tiene alguno que otro chispazo, pero no se perderán de nada si no la ven.

Ojometro:
**

martes, 22 de marzo de 2016

Crítica: Backtrack (2016)


Película escrita y dirigida por Michael Petroni, quien hace su debut dentro del género. La película se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de febrero, mientras que aquí en México también llegó de manera limitada a inicios de este mes.

Sinopsis:

La vida del psicólogo Peter Bower (Adrien Brody) se vuelve un caos cuando descubre que todos sus pacientes son los fantasmas de personas que murieron en un accidente veinte años atrás. Temeroso por su salud mental, Peter empieza a investigar más a fondo y esto lo obliga a regresar a su pueblo natal; un lugar en donde dejó atrás un aterrador secreto que nuevamente lo atormentará. 



Comentarios generales:

Si algo ha caracterizado al cine de terror australiano durante los últimos cinco o seis años es su violencia y sangre, lo cual ha llevado a que se le compare con el extremismo francés de los 2000s a pesar de que realmente no es algo nuevo para ellos. Sin embargo, últimamente también se han podido notar ciertos esfuerzos para alejarse un poco de esa tendencia y no quedarse encasillados como ocurrió con los europeos, situación que pudimos ver con The Babadook hace un par de años atrás y ahora con una propuesta menos arriesgada como Backtrack.

Y es que esta ocasión lo que nos trae Petroni es una película sustentada en fantasmas que en ningún momento pretende revolucionar este tipo de historias, siguiendo un patrón habitual con un personaje que empieza a experimentar sucesos difíciles de explicar que no solo están pensados para originar terror inmediatamente por medio de sustos fáciles, sino también para establecer una atmósfera especifica. Detalle que provoca que el primer acto sea un tanto lento al depender en su totalidad de la investigación de los pacientes, pero que nunca se torna aburrido gracias a que el misterio que existe detrás de ellos se mantiene bien guardado hasta que se decide trasladar las acciones al pueblo natal de Peter. 

Algo que se da como a los 25/30 minutos y que trae consigo un incremento muy marcado en el ritmo de la película, lo cual se agradece bastante considerando que a partir de aquí la dinámica cambia para enfocarse mucho más en los problemas morales del personaje principal. Un cambio que también sirve como punto de partida para iniciar una serie de sorpresas cuyo principal propósito es ir revelando las conexiones con la mayoría de las preguntas planteadas al inicio de la manera más natural posible para que no se sientan forzadas; aunque bajo este enfoque las cosas se vuelven un tanto predecibles e, igualmente, los elementos de terror empiezan a dejarse un poco de lado al no utilizar de manera más notoria a la mayoría de los fantasmas.

La parte final está bien manejada. Sin embargo, el giro implementado difícilmente los tomará por sorpresa debido a que se trata de uno que ya se ha visto en muchas ocasiones y seguramente lo descifrarán muy rápido si le ponen atención a ciertos detalles.

Las actuaciones las encontré sólidas: sin duda compras a Brody como un padre totalmente quebrado emocionalmente y potencialmente loco, mientras que Robin McLeavy ofrece un tipo de actuación mucho menos extravagante a las que nos tiene acostumbrados. La producción es de buena nota: el trabajo de fotografía es realmente bueno, el score es tal vez lo mejor de la película, el trabajo de sonido está muy bien cuidado y los efectos cumplen con su función sin ser precisamente espectaculares.

Opinión final: Backtrack es aceptable. No aporta realmente nada nuevo, pero está bien hecha y no resulta nada aburrida.

Ojometro:
***

sábado, 19 de marzo de 2016

Crítica: Cabin Fever (2016)


Remake de la película de 2002 del mismo nombre que está dirigido por Travis Zariwny (Intruder) y cuyo guión fue escrito por la dupla Eli Roth/Randy Pearlstein. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de febrero, pero todavía no hay información sobre si llegará a otros mercados o si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de cinco amigos rentan una cabaña en el bosque para pasar un fin de semana; sin embargo, su diversión pronto se convertirá en una pesadilla cuando se ven infectados por un virus come carne que desatará un verdadero infierno.



Comentarios generales:

Nunca he sido fan de la Cabin Fever original, pero debo de aceptar que sin duda alguna tiene una de las legiones de fans más apasionados y leales que existen dentro del género, lo cual motivó a muchos ejecutivos para tratar de hacer una franquicia a como dé lugar. Lo malo es que esto no fue por buen camino gracias a una secuela atroz y a una precuela que no tenía pies ni cabeza, obligando a cambiar los planes originales de una cuarta entrega por un remake de un trabajo de hace solo apenas 14 años. Idea que definitivamente terminó siendo mucho peor.

Esto porque lo que nos presenta Zariwny es casi una calca de la película de 2002, con algunas variaciones en ciertos detalles, pero en general es un "copy-paste" mediocre sin sustancia que durante todo el primer acto se siente larguísimo. Un problema que se acentuará mucho más con aquellos que vieron la original gracias a que el director no demuestra mucho esfuerzo por agregar un poco de dinamismo a las cosas y pretende llevar todo de manera más tranquila con algo de humor fallido por medio de un personaje en particular, así como con escenas de sexo y problemas amorosos que nunca permiten manejar un tono mucho más oscuro; afectando así al único momento de toda la película que en verdad logra generar un poco de impacto y que supone finalmente un cambio drástico a toda esta dinámica.

Lamentablemente dicho momento no cambia el ritmo tan cansino que se maneja y no es sino hasta casi llegada la hora de metraje cuando inicia el verdadero caos producido directamente por el virus, el cual para mi sorpresa resulta mucho más ligero de lo habitual. Y es que contrario a todas las entregas previas, en donde el shock mediante momentos verdaderamente grotescos era el principal atractivo, aquí realmente todo se quiere sustentar en base a la acción y espectacularidad; dejando de lado el factor visual característico sin importar que eso elimine cualquier intento por provocarle algo de tensión al espectador.

El final es ligeramente distinto al original, pero no hace demasiado por levantar las cosas debido a que nunca se logra generar ese impacto extremo esencial para lo que ocurre en pantalla, esto a pesar de que varias de las escenas más gráficas se dan durante esta parte.

Las actuaciones son muy malas, los actores se sienten increíblemente forzados todo el tiempo y debido a eso ninguno de los personajes resulta interesante. La producción está ok: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte tiene sus detalles, el score no es nada del otro mundo y los efectos son sólidos; sin embargo, el trabajo de maquillaje deja muchísimo que desear en comparación a lo que siempre se había manejado con la franquicia (y que en gran medida era lo único bueno que tenía).

Opinión final: Cabin Fever es de lo peor del año. Un remake que no cuenta con ningún tipo de justificación para existir.

Ojometro:
*

jueves, 17 de marzo de 2016

Crítica: Emelie (2016)


Primer largometraje del director Michael Thelin, quien además comparte créditos junto a Rich Herbeck como escritor del guión. Se estrenó el pasado 4 de marzo en VOD dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en DVD está planeada para inicios de abril.

Sinopsis:

Emelie (Sarah Bolger) es la niñera de reemplazo que un matrimonio pudo encontrar de último minuto para que cuide a sus tres hijos mientras salen a celebrar su aniversario. Al inicio todo parece una noche normal, pero pronto las cosas toman un rumbo perturbador cuando ella obliga a los niños a realizar una serie de actividades muy retorcidas.



Comentarios generales:

Cuando se trata de niñeras en el género de terror por lo general siempre se les limita a roles de “final girl” o ser simples víctimas de algún asesino, casi nunca se les involucra en situaciones distintas que provoquen interés en un público al que cada vez le atraen menos estas propuestas. Es por ello que cuando se reveló el tráiler de Emelie muchos se interesaron en esta gracias a que se sale por completo de lo habitual y existía la esperanza de que marcara una nueva tendencia; algo que dudo que pase, pero si sin duda se trata de una película cuyo concepto puede ayudar a revitalizar una fórmula prácticamente obsoleta.

Esto en gran parte porque Thelin sabe perfectamente como presentarnos una historia que se mueve más como un thriller, donde no pierde mucho tiempo en establecer que Emelie es una chica peligrosa, pero sin exponer de manera rápida que tan loca o perversa puede llegar a ser. Un punto que resulta clave para que todo el primer acto se desarrolle con una gran fluidez y, sobre todo, con una sensación de incomodidad bastante fuerte por medio de las actividades que con el paso de los minutos se ven obligados a realizar los niños; las cuales están perfectamente ordenadas para que poco a poco vayan resultando más perturbadoras, aunque sin caer en lo grotesco.

Ya entrada la segunda mitad es cuando se nos empieza a dar un poco más de información sobre el verdadero estado mental de Emelie y sus motivaciones para hacerse pasar como niñera, jugando mucho más con su notoria inestabilidad mental que ayuda a elevar el nivel de tensión conforme su plan aparentemente perfecto se empieza a llenar de imprevistos que le sirven como excusa al director para añadir un poco más de violencia a las acciones. Igualmente, gracias a esto el ritmo se incrementa de manera ligera y este simple detalle hace que todo lo ocurrido durante esta parte no se sienta pesado considerando que la meta nunca es ofrecer un espectáculo sangriento (casi todas las muertes son fuera de cámara) o uno que se incline a largas secuencias de persecución.  

Sobre la parte final debo de decir que me decepcionó un poco. Dejan varias preguntas sin respuesta y la manera en la que se desarrolla en ciertos momentos raya en lo caricaturesco por el afán de querer hacer más equilibrado el conflicto niños/niñera.

De las actuaciones puedo decir que Bolger hace un gran trabajo gracias a que logra ofrecer una dualidad muy creíble (en su modo inestable resulta bastante aterradora) y los niñitos no lo hacen nada mal, aunque el más pequeño si te llega a fastidiar después de algunos minutos. En cuanto a producción se puede notar que tuvo un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía esta ok, está muy bien editada, la dirección de arte cumple, cuenta con score sólido y todo lo referente a los efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Emelie me gustó. Es una propuesta fresca que sobresale del resto y que vale la pena checar, aunque si lo que buscan es sangre mejor evítenla. 

Ojometro:
****

domingo, 13 de marzo de 2016

Crítica: Zoombies (2016)


Película escrita por Scotty Mullen y dirigida por Glenn Miller (The Coed and the Zombie Stoner). Se estrenó directamente en DVD el pasado 1 de marzo dentro de los Estados Unidos, pero aún no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Cuando un extraño virus se esparce de manera acelerada dentro de un safari y convierte a todos los animales en zombies, aquellos que han hecho todo para protegerlos ahora tratarán de contenerlos a como de lugar antes de que logren escapar e infecten a toda la ciudad. 



Comentarios generales:

Las películas de The Asylum tienen algo especial y obviamente no me refiero a su calidad, sino a cierto encanto del peor cine serie b que sabes podrás encontrar dentro de sus propuestas absurdas. Son un desafío constante para tu capacidad de asombro y es por ello que Zoombies era un trabajo que obtuvo mi interés, ya que con el simple hecho de ver jirafas zombies durante el tráiler me imaginaba algo muy malo que no me podía perder; aunque al final terminó siendo una experiencia mucho más digerible que en otras ocasiones.

Esto porque lo que nos presenta Miller no se anda con rodeos e inmediatamente va al grano, explicando brevemente los motivos de la infección por medio de una introducción sangrienta y sorpresivamente gráfica que establece el tono de la historia. Limitando lo más que se pueda la tediosa introducción de los personajes que en esta clase de películas importan poco o nada, lo cual termina siendo una buena decisión considerando que la mayoría son puros sacos de carne para la matanza y porque gracias a esto se le da paso a la acción desde muy temprano para que el ritmo sea uno bastante ágil.

Realmente todo se basa en esperar cuales animales terminarán siendo zombies y ver como atacan a los cuidadores (más ciertas referencias a Jurassic Park), algo que por unos cuantos minutos te divierte pero que pierde el encanto rápidamente por una simple razón: no hay suficiente sangre. Y es que contrario a otros trabajos del estudio en donde no tienen ningún problema con mostrar muertes espectaculares, aquí se guardan prácticamente todas; tal vez por temas de presupuesto o por las limitaciones con el CGI, pero lo cierto es que la mayoría se dan fuera de cámara, quitándole así sentido a una historia que se sustenta plenamente en este aspecto.

La parte final es pasable. Hay explosiones y secuencias de acción tolerables, pero se queda corto considerando que durante más de una hora se pasan vendiendo la idea de que algo espectacular va a ocurrir en el aviario y la verdad no se diferencia demasiado de los actos previos. De hecho, realmente no tiene mucho sentido debido a que nunca explican cómo diablos fue que se infectaron las aves considerando que estaban totalmente aisladas del resto de los animales.

Las actuaciones son muy planas como se espera con estas películas, pero hay una niñita que en verdad terminas odiando ante lo tremendamente fastidiosa que resulta su forzada presencia. La producción es limitada: la fotografía y la dirección de arte están ok, incluso tiene un trabajo de sonido decente; sin embargo, los efectos en esta ocasión son mucho peores de lo acostumbrado dado a que el CGI en verdad está muy mal implementado.

Opinión final: Zoombies difícilmente se puede catalogar como una película siquiera aceptable, pero al menos lo absurda de su premisa les sacará alguna que otra carcajada cuando la vean en TV.

Ojometro:
** 

miércoles, 9 de marzo de 2016

Crítica: Ava's Possessions (2016)


Película escrita y dirigida por Jordan Galland, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos este pasado 4 de marzo, aunque todavía no hay información sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Ava  (Louisa Krause) esta en plena recuperación de una posesión demoníaca, aunque al ser incapaz de recordar lo ocurrido durante todo un mes es obligada asistir a un grupo de apoyo para sobrellevar el trauma. Aunado a esto, su vida se vuelve completo caos gracias a lo que hizo mientras estaba poseída y las cosas solo empeoran cuando encuentra una gran mancha de sangre en su departamento que la obligará a investigar eventos que probablemente no querrá recordar.



Comentarios generales:

Si en algo podemos estar de acuerdo es que actualmente casi todas las películas que involucran algún tipo de exorcismo son iguales, muy pocas ofrecen ideas nuevas y por ello se han vuelto un tanto irrelevantes. Sin embargo, de vez en cuando nos podemos encontrar con alguna sorpresa que desafié dicha percepción y sin duda Ava's Possessions es una de esas, ya que estamos ante uno de los trabajos más refrescantes de los últimos diez años sobre dicho tema.

Y es que lo que nos trae Galland es una película que resulta difícil de clasificar, donde claramente existen elementos de comedia y terror, pero ninguno de estos logra acaparar por completo las acciones como para poder establecer algo concreto; generándose así un híbrido con el cual se tocan problemas complicados que guardan un toque de humor un tanto perturbador bajo el propósito de contar una historia que se centre más en lo que ocurre después de la posesión y no durante esta. Una fórmula que evidentemente deja varios elementos clásicos de lado, pero que brinda un enfoque mucho más humano sobre las dificultades que tiene que pasar Ava después de un comportamiento extremo que, con el paso de los minutos, ira descubriendo por medio de su peculiar rehabilitación.

Algo que para muchos podría no resultar atractivo, pero lo cierto es que el no saber lo ocurrido le brinda un aire de misterio muy interesante que, bajo un ritmo ciertamente pausado y un estilo visual muy llamativo, involucra de lleno al espectador con la dinámica “detectivesca” que por grandes lapsos muestra tintes de giallo; la cual además trae consigo pequeñas subtramas que le brindan un poco de variedad a las cosas. Igualmente, es por medio de estas subtramas que el director es capaz de añadir elementos un poco más tradicionales de las películas de exorcismos; aunque sin tener como principal objetivo el crear impacto o una atmósfera tétrica, sino más bien para darle un poco de fondo a todo el tema de los demonios.

Aún así, tampoco es una película perfecta por dos razones. Primero porque carece de verdaderos momentos de terror y, segundo, porque pasados los 45/50 minutos se tambalea al no profundizar demasiado en ciertas cuestiones que ocurrieron durante la etapa de posesión de Ava, lo cual la vuelve algo repetitiva y desesperante ante la falta concreta de respuestas.

La parte final me agradó debido a que redondea de manera inteligente todo lo ocurrido, a pesar de que si sentí que la aceleraron un poco. Aunque el desenlace definitivamente te deja con una buena sensación gracias que, durante toda la película, presentan de manera muy sutil detalles que aquí te revelan algo más perverso.

Las actuaciones son sólidas en general, pero evidentemente Krause es quien se tiene que llevar más crédito al ser la que carga con todo el peso de la historia. La producción es de una nota alta: el trabajo de fotografía es realmente bueno, la dirección de arte es fundamental para la efectividad del estilo visual que maneja, el score es estupendo, casi no cuenta con efectos destacables y el trabajo de maquillaje es muy básico durante un par de posesiones presentadas.

Opinión final: Ava's Possessions me gustó bastante. Es una propuesta diferente que vale la pena checar, aunque definitivamente no es para todos.

Ojometro:
****

lunes, 7 de marzo de 2016

Crítica: Flight 7500 (2014)


Película dirigida por Takashi Shimizu (Ju-On), cuyo guión fue escrito por Craig Rosenberg. Ha contado con diferentes estrenos en cine y formato físico desde el 2014 tanto en Asia como en Europa, pero su llegada a los Estados Unidos se espera apenas para el próximo 12 de abril en VOD.

Sinopsis:

El vuelo 7500 parte desde el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles hacia la ciudad de Tokio en Japón. Al inicio parece un vuelo de rutina, pero mientras el avión realiza su ruta de 10 horas sobre el océano pacifico, los pasajeros empezarán a experimentar extraños sucesos que al parecer tienen que ver con una fuerza sobrenatural ligada a uno de ellos.



Comentarios generales:

Si nunca antes habían escuchado hablar de Flight 7500 no se preocupen, probablemente no sean los únicos debido a que esta es una película que sufrió una cantidad de retrasos impresionante desde que se dio a conocer en 2011. Era uno de esos trabajos que parecían estar destinados a quedarse en la congeladora para siempre y la verdad eso resultaba un tanto frustrante considerando todo el talento que estaba involucrado; sin embargo, una vez vista no solo entenderán los motivos del retraso, sino que además lamentarán el que haya salido al público.

Ya que esta es una película que desde el inicio se siente con una falta de identidad tremenda, donde Shimizu tiene a su disposición un grupo de personajes que en cuanto a personalidad y fondo son atractivos (a pesar de los estereotipos), pero que se ven atrapados en una historia que nunca parece seguir un camino definido al quedarse atascada entre el estilo japonés y el americano. Especialmente durante un primer acto que cuenta con un grado de intensidad muy bajo para poder hacer resaltar el primer evento extraño del vuelo que servirá como detonante de los misterios que están por venir, apostándole todo a la generación de una atmósfera tétrica similar a la que se usa en el cine de terror asiático, pero que en esta ocasión nunca se logra dar ante las limitaciones del escenario en donde se desarrolla la historia.

A esto hay que añadirle que las acciones transcurren de manera muy lenta y con poca variedad, cayendo así en una monotonía desesperante que tratan de romper por medio de sustos fáciles totalmente inefectivos. Sustos que sabes están ahí, pero a los que les falta “algo” a la hora de aplicarlos y eso tiene mucho que ver con la pobre ejecución del director al momento de vender la amenaza a la que se enfrentan los pasajeros; simplemente no hay una construcción detallada de las cosas, algunas pasan porque si y otras están metidas a la fuerza (como es el caso de la muñeca), provocando que el espectador no se involucre de lleno y, por ende, no pueda verse inmerso en una experiencia que lo mantenga en un nivel de tensión aceptable como para que los elementos de impacto logren su cometido.

Para el último acto presentan un giro que muchos podrán descifrar desde antes, ya que la verdad se trata de uno que ha sido muy utilizado en los últimos 15 años. Además, termina dejándote con la sensación de que realmente todo lo que ocurrió durante la segunda mitad de la película no tuvo importancia alguna debido a lo acelerado que resulta.

Las actuaciones son decentes a lo mucho y eso gracias a que la mayoría del elenco se compone de buenos actores que tratan de exprimirle al máximo a unos personajes que no dan para más. La producción es pobre: el trabajo de edición deja mucho que desear, la dirección de arte es correcta, el score no aporta mucho, los efectos especiales parecen de película de TV y toda la cuestión de maquillaje es muy básica.

Opinión final: Flight 7500 es una abominación de esas grandes. Lo mejor que pueden hacer es mantenerse alejados de esta.

Ojometro:
*

viernes, 4 de marzo de 2016

Crítica: Frankenstein (2016)


Película escrita y dirigida por Bernard Rose (Candyman). Se estrenó directamente en DVD y Blu-ray dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de febrero, aunque aún no hay información sobre cuándo podría llegar a mercados de habla hispana.

Sinopsis:

Después de haber sido creado artificialmente y dado por muerto por una pareja de excéntricos científicos, Adam (Xavier Samuel) es recibido con nada más que agresiones y violencia por parte del mundo que lo rodea. Ahora, indefenso e incapaz de hablar, este desfigurado “monstruo” tendrá que enfrentarse con la horrible naturaleza humana mientras busca a sus creadores.



Comentarios generales:

Rehacer los clásicos no es sencillo, mucho menos cuando se trata de uno que ha recibido cualquier cantidad de adaptaciones como es el caso de la obra de Mary Shelley. Simplemente con el paso del tiempo el tratar de presentar algo que se sienta fresco se ha vuelto una labor pesada con la que muchas personas creen que no vale la pena invertir su dinero; sin embargo, en ocasiones hay quienes toman ese riesgo y nos traen trabajos únicos sin importar que el resultado final no sea tan espectacular, tal como ocurre con esta Frankenstein.

Una película en donde el veterano Bernard Rose saca a relucir su experiencia para traer una historia que ahora no se cuenta desde la perspectiva del Dr. Frankenstein, sino desde la del monstruo y que se desarrolla en el siglo XXI dentro de la ciudad de Los Angeles; brindándole así algo nuevo al espectador para que rápidamente atrape su atención. Lo cual da pie a un primer acto cuya principal meta es generar empatía por Adam y su personalidad de bebé, pero que poco a poco se va convirtiendo en una aterradora aventura para este nuevo ser que se encuentra llena de escenas clásicas bien adaptadas a la época actual que de manera contundente marcan quienes son el verdadero peligro al mostrar la crueldad de la naturaleza humana. Además, cuenta con ritmo muy fluido y una violencia bien dosificada. 

Lamentablemente dicho ritmo se cae para el segundo acto y la propia historia entra en un bache terrible en el que no solo se tiene que lidiar con un desarrollo muy lento del personaje central, sino que además está llena de acontecimientos que no aportan demasiado. De pronto todo se convierte en un show de ridiculización y no en una búsqueda de venganza, donde ahora el mayor aporte del hombre ciego es conseguir una prostituta y los científicos brillan por su ausencia mientras este “monstruo” se las ingenia de la manera más absurda para encontrarlos sin llamar la atención.

La parte final la encontré bastante floja. Probablemente a nivel emocional sea interesante por los dilemas con los que tiene que lidiar Adam, pero le falta mucha fuerza a la resolución del conflicto para tratarse de una película de género.

En las actuaciones quien se lleva las palmas es Xavier Samuel con su desgarradora interpretación del monstruo, sobre todo gracias a la tremenda habilidad que muestra para reflejar tantas emociones con tan pocas líneas. La producción es de buen nivel: el trabajo de fotografía le brinda cierto colorido a una temática cruel, la dirección de arte cumple, el score está ok, los efectos son escasos y el trabajo de maquillaje en el deterioro progresivo de Adam es estupendo.

Opinión final: Frankenstein es cumplidora. No está a la altura algunas otras adaptaciones pero si es una de las más originales que han salido últimamente.

Ojometro:
***

martes, 1 de marzo de 2016

Crítica: Home (2016)


Película dirigida por Frank Lin (Hysteria), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jeff Lam. Se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos este 1 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en otros mercados.

Sinopsis:

Carrie (Kerry Knuppe) es una chica extremadamente religiosa cuya madre se ha declarado lesbiana y se ha casado con otra mujer con la que tiene una hija. Ahora ella se ve forzada a mudarse a una nueva casa con personas que simplemente no puede aceptar; aunque sus problemas alcanzarán un nuevo nivel cuando tenga que cuidar a su hermana mientras ocurren aterradores eventos dentro de su hogar que la obligarán a superar su miedos y creencias.



Comentarios generales:

El número de películas del que uno puede llegar a tener conocimiento es muy amplio, pero aquellas que llaman tu atención desde un inicio son pocas y en el caso de Home ciertamente uno no contaba con muchos elementos como para entusiasmarse hasta que veía el nombre de Heather Langenkamp. Cierto, la premisa resultaba algo interesante por el conflicto religioso; sin embargo, el hecho de ver a la protagonista de “A Nightmare on Elm Street” después de tantos años era por mucho lo más atractivo, a pesar de que prácticamente fuera un timo.

Esto porque Lin y Lam nos traen una historia en la que su personaje es prácticamente irrelevante, limitando su participación a unos cuantos minutos en donde se pretende generar el aspecto polémico de la película por medio del conflicto que vive Carrie gracias a sus creencias. Algo que ciertamente no se me hizo raro considerando que es el punto central, pero este es tratado de manera tan liviana que al final de cuentas importa poco. Realmente nunca se atreven a profundizar sobre el tema y mejor optan por acelerar las cosas para ir convirtiendo poco a poco esta historia en una mucho más convencional sobre casas poseídas cuyo principal sustento son los ruidos extraños.

Lo cual es lo único mínimamente ligado al terror que podrán encontrar durante todo el segundo acto y que para colmo se vuelve cansino después de unos cinco minutos (máximo diez) debido a que la película se queda atascada en una dinámica de sustos fáciles por medio de sonidos al por mayor. Aunado a esto, también está el hecho de que el ritmo utilizado no es el mejor debido a que todo avanza de manera exageradamente lenta y, en varias ocasiones, sin rumbo aparente.

Es como si cada situación estuviera metida con calzador para tratar de añadirle sustancia, forzándolas a desarrollarse de manera express sin que logren conformar una cadena de sucesos lo suficientemente sólidos como para construir algo de tensión que pueda explotar de manera efectiva durante los últimos minutos.

La parte final es la única en donde se logra establecer un verdadero peligro y (mínimos) momentos de terror que habían brillado por su ausencia. Además, el desenlace resultó ser mucho más elaborado de lo que esperaba.

De las actuaciones ciertamente Knuppe no lo hace mal considerando lo poco que le dan para trabajar, mientras que Langenkamp casi no aparece en pantalla y sin duda terminarán odiando a la niñita. La producción es muy limitada: el trabajo de fotografía es aceptable, cuenta con un score cumplidor (con un estilo de show de TV muy marcado), el trabajo de sonido ciertamente es bueno y los efectos especiales lucen como si fueran de finales de los 90s.

Opinión final: Home es una película del montón. Realmente no tiene nada destacable y su punto de venta es totalmente desperdiciado.

Ojometro:
**