jueves, 28 de julio de 2016

Crítica: The Blackcoat's Daughter (2016)


Película escrita y dirigida por Osgood Perkins, la cual significa su debut tras la cámara. Inicialmente se promocionó bajo el nombre de “February” y su estreno en VOD estaba planeado para el 15 de julio dentro de los Estados Unidos, pero este fue atrasado hasta el próximo 25 de agosto.

Sinopsis:

Joan (Emma Roberts) realiza un viaje a través del nevado clima con el propósito de llegar a una prestigiosa escuela para mujeres, lugar donde se encuentran abandonadas Rose (Lucy Boynton) y Kat (Kiernan Shipka) después de que misteriosamente los padres de ambas no las recogieron para las vacaciones de invierno.



Comentarios generales:

The Blackcoat's Daughter es una película que hizo mucho ruido en diversos festivales a finales de 2015 bajo el nombre de February, así que para inicios de este año ya se encontraba en mi radar de las más esperadas. Sin embargo, su repentino cambio de nombre la puso en la total oscuridad; al grado de que cuando la empecé a ver no tenía idea de que se trataba del mismo trabajo, lo cual fue extraño, pero a la misma vez añadió cierto misterio a algo que por sí mismo termina siendo una experiencia un tanto distinta a lo acostumbrado y que se sustenta en un terror muy similar al de finales de los 60s o de los 70s.

Esto porque Perkins nunca pretende ocultar claras influencias de películas como “Rosemary's Baby”, “The Omen” o alguno de los trabajos de Argento, generando así una atmósfera macabra que haga sentir al espectador como si estuviera dentro de un sueño (o pesadilla) que avanza a un ritmo lento. Aspecto que sin duda pudiera alejar a varias personas debido a que esta es una historia que no cuenta con ninguna prisa para desarrollarse, sustentando mucho de su efectividad en la propia capacidad de las actrices para expresar diversas emociones únicamente con puro lenguaje corporal debido a que, al menos durante el primer acto, los momentos de absoluto silencio son los que predominan y marcan la pauta de todas las rarezas presentadas.

Ya pasados unos 40 minutos la película empieza a recurrir un poco más a los diálogos y situaciones habituales, pero sin dejar de lado ese sentimiento de que existe un peligro en todo momento; aunque sin saber exactamente qué. Se trata básicamente de esperar pacientemente a que algo explote mientras descifras la conexión entre lo que ocurre en la escuela y lo que ocurre con el personaje de Joan, sobre todo porque por un momento no parece tener mucho sentido gracias a la forma no lineal en que te presentan la historia y que en cierto modo te hace notar la poca sustancia con la que cuenta.

La parte final ofrece un giro que probablemente no va a sorprender a muchos si es que le pusieron atención a lo desarrollado previamente; de hecho, creo que la intención del director tampoco es generar sorpresa, sino poner todas las piezas en su lugar de la forma más clara posible. Lo cual resulta efectivo gracias a que el desenlace no solo es bastante potente, sino que además logra establecer de manera definitiva todo el tema satánico.

Sobre las actuaciones puedo decir que Roberts cumple con un rol que ciertamente es limitado, pero la verdadera figura de la película es Kiernan Shipka; quien logra transmitirte cierta ternura y una maldad apabullante con tan solo su mirada. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía le brinda una identidad propia, la dirección de arte no tiene complicaciones, el score es muy bueno, el trabajo de sonido es estupendo (vital para la película) y la cuestión de efectos/maquillaje es manejada más que nada como complementos básicos.

Opinión final: The Blackcoat's Daughter me gustó. Es una propuesta interesante, distinta; aunque definitivamente no para todos los gustos.

Ojometro:
****

lunes, 25 de julio de 2016

Stranger Things: Primera temporada


El pasado 15 de julio Netflix estrenó la esperada Stranger Things, la última de sus series originales y su segundo intento por entrar de lleno al género después de la divisiva Hemlock Grove; aunque en esta ocasión con un enfoque mucho más dirigido al sci-fi. Una propuesta arriesgada que tenía muchos elementos para salir mal, desde directores/escritores con poca experiencia como lo son los hermanos Duffer, hasta un casting prácticamente desconocido; sin embargo, el resultado final ha sido uno para ponerse de pie y aplaudir durante horas.

Sobre el rating es difícil de hablar por cómo funciona Netflix, pero de momento la serie ha recibido una aceptación enorme tanto del publico general como de los críticos. Algo que prácticamente garantiza que el anuncio de una segunda temporada sea inminente durante los próximos meses por parte del gigante del entretenimiento online.

Aquí me centrare en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o aún no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.


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LO POSITIVO

Referencias… muchas referencias


E.T., Stand by Me, The Goonies, Alien, The Evil Dead, The Thing, They Live, Poltergeist, Close Encounters of the Third Kind, The Twilight Zone, A Nightmare on Elm Street, Minority Report y Under The Skin son solo algunas de las tantas películas a las que se hace referencia durante los ocho episodios de la serie y créanme… es una delicia el poder estar buscándolas todo el tiempo. Siendo esto uno de los mayores incentivos para ver cada episodio en más de una ocasión.


Historia 


Con tantas referencias uno pensaría que Stranger Things solo se sustenta en la nostalgia y no pasaría de ser un simple homenaje, pero la historia que nos presentan los hermanos Duffer logra crear su propio mundo. Uno que cuenta con claras fuentes de inspiración, aunque con la suficiente identidad como para llevar en un viaje entrañable y lleno de emociones al espectador de principio a fin.


Elenco


Quitando a Winona Ryder y a un par de rostros reconocibles, esta es una serie cuyo elenco se conforma prácticamente de puro actor desconocido. Todos impecables en sus roles; sin embargo, quienes se roban por completo la cámara son el grupo de niños cuyos personajes se vuelven entrañables gracias a que logran transmitirte algo que a fechas recientes se ha ido perdiendo en la TV: la inocencia.


Ritmo


El hecho de que la temporada solo consta de ocho episodios obligó a sus creadores a brindarle a la serie un ritmo muy dinámico que no permitiera al espectador desengancharse de esta. Evidentemente por ahí hubo un par de episodios donde las cosas no avanzaron demasiado, pero en general todo fluye de manera perfecta; al grado de que esta parte de la historia nunca se sintió forzada y te dejó con las respuestas necesarias por si no se llega a dar una segunda temporada.


Score 


Uno de los puntos más fuertes de Stranger Things es sin duda el impresionante score con el que cuenta, el cual claramente está influenciado por el trabajo de John Carpenter.

Sin llegar a los niveles de, por ejemplo, Halloween, lo que Kyle Dixon y Michael Stein nos regalan es una obra impecable que ayuda a establecer la característica atmósfera de toda la serie, haciendo que la mezcla de sci-fi/horror sea lo más orgánica posible.


Diseño de producción


Puedes inspirarte todo lo que quieras en trabajos de la época, pero si no eres capaz de capturar la esencia de ese lapso de la historia estas perdido y por ello el diseño de producción resalta. No es tan ostentoso como otras producciones, pero la manera en la que logran presentar las dos versiones de este pequeño pueblo de Indiana en pantalla es algo digno de resaltar.


Episodios imperdibles:

(1) Chapter One: The Vanishing of Will Byers
(3) Chapter Three: Holly, Jolly
(4) Chapter Four: The Body
(6) Chapter Six: The Monster
(7) Chapter Seven: The Bathtub
(8) Chapter Eight: The Upside Down 

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LO NEGATIVO

El monstruo


El único punto negativo que le encontré a la primera temporada es el monstruo. Uno cuyo concepto es interesante, pero que lamentablemente cuando aparece en pantalla no genera una gran impresión; en especial porque resalta muchísimo el CGI y eso lo hace lucir un tanto ajeno a este producto tan bien cuidado en los detalles.

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Opinión final: La primera temporada de Stranger Things es de lo mejor que se ha producido para TV últimamente. Una carta de amor absoluta a la década de los 80s que no solo se queda en eso y que, a base de una historia muy bien contada, te deja esperando como loco el anuncio de una segunda temporada que pueda brindar más respuestas a algo que todavía guarda algunos secretos. 

sábado, 23 de julio de 2016

Crítica: The Shallows (2016)


Película dirigida por Jaume Collet-Serra (Orphan), cuyo guión fue escrito por Anthony Jaswinski. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 24 de junio y aquí en México hizo lo propio este pasado 15 de julio; recaudando hasta la fecha $60 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando Nancy (Blake Lively) se encuentra surfeando en una playa aislada en México, ella por error entra al territorio de un gran tiburón blanco. Acorralada en una roca y a solo 200 yardas de la costa, ahora tendrá que recurrir a todo su ingenio, improvisación y fortaleza para salir con vida de ahí.



Comentarios generales:

Hay películas que están hechas para que el espectador simplemente se siente cómodamente con sus palomitas en mano y se desconecte por completo viendo algo diseñado para no pensar demasiado, es una fórmula muy utilizada con los blockbusters veraniegos y el género de terror tampoco está exento. Es por ello que cuando vi el primer tráiler de The Shallows me mentalicé con la idea de que lo que iba a recibir era eso, una película palomera; siendo este un enfoque bajo el cual resulta una propuesta efectiva.

Es cierto que lo que nos regala Collet-Serra es un trabajo cuya trama es bastante limitada y gran parte de su atractivo recae en ver a una escultural Blake Lively en bikini, pero durante el primer acto se las arregla para brindar la suficiente información sobre la protagonista para justificar muchas de sus decisiones/acciones más adelante. Todo bajo un escenario que juega dos roles: uno como lugar paradisíaco que quisieras visitar, pero también uno cuyo aislamiento genera de manera inconsciente ese temor de saber que puede ser tu tumba sin que nadie lo sepa. Situación que el director explota de buena manera una vez que el tiburón hace de presencia y establece el desolador panorama para Nancy.

Uno con el que juega de manera inteligente, mostrando que en realidad su salvación está relativamente cerca, pero gracias a su condición y a las ventajas naturales del tiburón es básicamente un sueño imposible salir con vida de ahí. Algo que funciona muy bien durante unos 40 minutos, pero que se empieza a volver un poco tedioso con el pasar del tiempo debido a que las propias limitaciones de este escenario no los deja hacer demasiado, recurriendo así a cosas poco entretenidas que provocan un ritmo lento y evitan que el tiburón sea mejor utilizado. Lo cual es una pena porque en las escenas donde muestra toda su ferocidad la intensidad de la película sube de golpe (aunque hay una muerte fuera de cámara que molesta un poco porque pudo ser mejor aprovechada). 

La parte final cuenta con las situaciones más exageradas posibles, pero ninguna de estas te resulta un verdadero fastidio gracias a que están bien hechas y la hacen muy entretenida. Ofreciendo las mayores dosis de acción y, aunque raye en lo ridículo, una buena conclusión para este peculiar enfrentamiento.

De la actuación de Lively puedo decir que es correcta para lo que es, todas las facetas por las que pasa su personaje están bien logradas. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, el score me agrado, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están bien hechos (el CGI con el tiburón es sólido) y la cuestión del maquillaje es efectivo para lo que es utilizado.

Opinión final: The Shallows no es una maravilla, pero me entretuvo bastante. Película para pasar el rato.

Ojometro:
***

miércoles, 20 de julio de 2016

Crítica: Holidays (2016)


Antología que cuenta con la participación de 9 directores para contar ocho historias distintas. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril y su salida en DVD se dio apenas el pasado 5 de julio; mientras que en México se encuentra disponible en Netflix.

Sinopsis:

Holidays es una antología que le brinda un giro oscuro y original a algunas de las festividades más icónicas y queridas de la historia, desafiando al folklore, tradiciones y suposiciones establecidas con el paso de los años.



Comentarios generales:

No es raro que dentro del género de terror se juegue con las festividades para contar historias macabras; de hecho, resulta totalmente normal con un puñado de estas. Lo poco común es juntar varias de las más populares para distorsionarlas de golpe, algo que Holidays prometía hacer y que, junto al hecho de que Kevin Smith era quien estaba detrás, la convertía en un proyecto con muchos reflectores encima y grandes expectativas.

Unas que tristemente no llega a cumplir debido a que se trata de una película muy inconsistente, en la que la mayoría de las historias terminan sintiéndose incompletas y con muy pocas dosis genuinas de terror. Donde la falta de un enlace no representa ningún problema gracias a su variedad de escenarios y el orden de las fechas (algo muy positivo tratándose de una antología), pero que la deja sin un tono específico con el cual guiarse. Provocando así que los directores realmente solo utilicen las festividades de manera muy superficial.

La producción en general es bastante buena, sobre todo porque se nota que los ocho cortos tuvieron más o menos el mismo presupuesto y eso brinda cierta consistencia. Realmente se maneja un estilo visual homogéneo que hace que ninguno se sienta como trabajo amateur y ayuda a que el sello de los directores sea más reconocible; además de que, salvo por alguno que otro detalle con los efectos, las cuestiones técnicas son sólidas.

Pasando a los cortos:


"Valentine’s Day" (Dennis Widmyer & Kevin Kolsch)

Festividad recurrente dentro del género que nos ofrece una historia bastante estándar sobre bullying y amores platónicos; donde realmente lo más destacado son unos últimos 5 minutos con algo de sangre y un desenlace que refleja una locura creíble.

"St. Patrick’s Day" (Gary Shore)

Por mucho el corto más raro de todos y el que cuenta con mejores actuaciones. No diré demasiado para no arruinar la experiencia, pero lleva hasta el extremo eso de que una madre amará a su bebé bajo cualquier costo; aunque con unos efectos dignos de película de Syfy.

"Easter" (Nicholas McCarthy)

Una historia interesante que, tal vez, pueda resultar polémica para quienes son un tanto religiosos por la manera en que trata algunas incoherencias de la pascua. Siniestra y algo grotesca, pero que logra perfectamente su cometido de impactar al espectador.

"Mother’s Day" (Sarah Adina Smith)

Probablemente el peor de todos. Realmente ni utilizan la festividad y se van por una historia de sectas que inicia de manera potente, pero poco a poco va perdiendo fuerza para que al final no te expliquen absolutamente nada.

"Father’s Day" (Anthony Scott Burns)

Una situación muy similar al anterior en cuanto al uso de la festividad, pero en esta ocasión se trata de algo mucho mejor elaborado. Una historia llena de misterio y que ciertamente resulta conmovedora por varios lapsos; sin embargo, el final no logra su cometido.  

"Halloween" (Kevin Smith)

Tal vez el más esperado gracias a su director, pero que termina siendo uno de los más irrelevantes. Nuevamente no hacen uso de la festividad y, aunque el humor característico de Smith está presente, al final se siente como una historia de venganza muy poco arriesgada.

"Christmas" (Scott Stewart)

De los mejores, sin duda. Básicamente es la versión de “El Regalo Prometido” con un enfoque más loco y con cortes cómicos que resultan muy efectivos, los cuales sirven perfecto para esconder un desenlace que no ves venir.

"New Years Eve" (Adam Egypt Mortimer)

El más adecuado para los amantes del gore. Realmente no tiene mucha complicación y durante gran parte de su duración es uno del montón, pero una vez que se establece el secreto de ambos personajes se brinda una agradable dosis de violencia.

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Opinión final: Holidays tiene sus momentos, pero se queda corta. Una antología con un concepto atractivo que nunca va más allá de una simple carcajada o situaciones raras sin mucha sustancia, haciéndola digna más para verla en TV de manera gratuita.

Ojometro:
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domingo, 17 de julio de 2016

Crítica: 13 Cameras (2016)


Película escrita y dirigida por Victor Zarcoff, la cual significa su debut tras la cámara. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de abril y su salida en DVD se dio apenas el 12 de julio, aunque aún no se sabe si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Claire (Brianne Moncrief) y Ryan (PJ McCabe) son una pareja recién casada que se muda a una nueva casa al otro lado del país que con el tiempo descubrirá que sus problemas maritales son la menor de sus preocupaciones gracias a que su maloliente casero tiene un gusto extraño: espiarlos día y noche por medio de cámaras escondidas por todo el lugar.



Comentarios generales:

Podemos decir sin ningún problema que Paranormal Activity cambio por completo la manera en la que se conciben las películas que involucran sistemas de seguridad, encasillándolas en el subgénero como el de found footage para la eternidad. Por ello cuando salió el tráiler de 13 Cameras sentí que había una oportunidad para ver algo distinto, algo que pudiera brindar cierta frescura a una temática muy desgastada debido a que se alejaba del formato conocido; sin embargo, a pesar de que se nota un esfuerzo por hacerlo, al final lo que experimenté fue una aburrición enorme.

Ya que lo que nos presenta Zarcoff es una historia muy simple que maneja el concepto de villano/victimas de manera muy directa desde el primer minuto, dejando todo el peso en la idea de que incluso en el lugar donde te deberías de sentir más seguro existe la posibilidad de que alguien te vigile sin que tú lo sepas. Sin duda algo inquietante, pero que aquí realmente no pesa mucho gracias a que todo el primer acto se centra en conflictos maritales ideados para generar tensión entre ambos protagonistas mientras su stalker hace lo que se le pega la gana sin ser notado, lo cual vuelve poco emocionantes las acciones.

Pasados unos 40 minutos es cuando se empiezan a tomar más de riesgos por medio de un personaje diseñado para generar un conflicto mayor entre la pareja y con el villano siendo más descarado al momento de satisfacer su obsesión, pero lamentablemente todo esto no agrega mucho suspenso gracias al ritmo tan pasivo que se maneja.

En serio, llega un punto en donde la película simplemente no avanza, incluso te llega a parecer absurda la manera en la Zarcoff pretende alargar las cosas al recurrir a situaciones que son más dignas de un drama veraniego que de algo correspondiente al género; especialmente porque estas evitan identificar de manera clara el propósito de Gerald, cuyas intenciones evidentemente son oscuras, pero nunca hay el suficiente desarrollo como para involucrarte de lleno en lo que pretende.

En la parte final es donde todo explota y eso se debe a que nos muestran algunos elementos conocidos que funcionan bastante bien. Aquí la sangre hace presencia de manera discreta y la violencia utilizada añade un impacto necesario; aunque lo que lo vuelve interesante es que por fin se deja de lado la perfección del antagonista para ponerlo en situaciones que lo obligan a actuar de manera un tanto diferente.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir; Moncrief y McCabe logran una química aceptable, mientras que Neville Archambault (Gerald) aporta una presencia muy imponente sin prácticamente diálogos. La producción muestra factura sólida: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es básica, cuenta con un score adecuado, el trabajo de sonido es bastante bueno y la cuestión de efectos/maquillaje realmente es mínima.

Opinión final: 13 Cameras es aburrida. Una película que ofrece muy poco como para que la recuerden a la semana de haberla visto.

Ojometro:
**

jueves, 14 de julio de 2016

Crítica: The Dooms Chapel Horror (2016)


Película que significa el primer largometraje dentro del género para el director John William Holt, cuyo guión fue escrito por Jason Turner. Se estrenó directamente en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de junio.

Sinopsis:

Kyle Cole (Austin Madding) regresa junto a su equipo de filmación a su pueblo natal en Kentucky después de una década con la idea realizar un documental sobre un devastador recuerdo de su infancia. Sin embargo, cuando los lugareños se enteran de su regreso empiezan a ocurrir extraños eventos conectados a lo ocurrido años atrás y a un miembro de la comunidad llamado Jordan (Bill Oberst Jr.).



Comentarios generales:

Realmente solo hay un puñado de personajes ligados en la actualidad al género de terror que me hacen ver sus películas sin pensar demasiado sobre si serán buenas o no, siendo Oberst Jr. uno de ellos. Gracias a esto The Dooms Chapel Horror era un trabajo al que le seguí la pista muy de cerca y, a pesar de tratarse de una producción independiente, le tenía mucha fe por su temática; aunque tristemente el resultado final fue uno no tan satisfactorio.

Algo que resulta lamentable porque Holt en verdad hace un gran esfuerzo por poder regalarnos una película que se sienta diferente a pesar de tener una premisa un tanto común, utilizando diversos estilos de filmación que tienen un propósito específico y eso se nota en el primer acto. Uno que está construido evidentemente para brindarte un contexto muy trágico sobre la infancia de Kyle, pero que se siente increíblemente fluido gracias a la combinación de formatos que van desde entrevistas de manera tradicional hasta found footage para captar los momentos más emocionales del protagonista y, además, el uso de una cámara tipo GoPro para las situaciones tensas.

Todo esto hace que la historia te atrape sin importar su simpleza, sobre todo porque en base a este tipo de cosas el director logra generar una sensación de misterio muy fuerte no solo sobre el pasado del protagonista, sino también sobre el pueblo en sí. Uno que sabes que oculta muchas cosas, pero no sabes exactamente qué.

El problema llega cuando a la mitad del segundo acto, ya con la presencia de los antagonistas, las cosas se estancan de manera importante y se le empieza a dar vueltas al pasado de Kyle de una manera muy absurda; donde ya sabes perfectamente lo que pasó (o al menos tienes una idea sólida) y aún así no se atreven a tratar el tema de manera clara hasta que es demasiado tarde. Lo cual hace que la parte final se sienta muy acelerada e incluso un tanto absurda.

Ya que en poco tiempo le quieren dar la relevancia que no pudieron en la primera hora al culto de Jordan, pero este termina quedando en segundo plano con la revelación de algo mucho mayor que hace de los últimos 10 minutos lo más sangriento de toda la película. Aunque también lo vuelve confuso por algunas decisiones con los estilos de filmación que no tienen mucho sentido.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, realmente lo más destacado es la siempre imponente presencia de Bill Oberst Jr. y el gran complemento que significa Joshua Mark Robinson (Samuel) como su discípulo/compinche. La producción es lo que se puede esperar de un proyecto independiente: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte no presenta grandes complicaciones, el trabajo de sonido es muy limpio considerando los formatos, los efectos son bastante pobres y el trabajo de maquillaje resulta muy básico.

Opinión final: The Dooms Chapel Horror es un trabajo independiente más. No es un desperdicio, pero la verdad hay trabajos similares que logran mejores resultados.

Ojometro:
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martes, 12 de julio de 2016

Crítica: Carnage Park (2016)


Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, POD). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de julio, aunque aún no hay información disponible sobre su llegada a otros mercados o su salida en formato físico.

Sinopsis:

Es 1978 y un robo a un banco que salió terriblemente mal deja a Vivian (Ashley Bell) como la rehén de un par de criminales que huyen de la escena. Sin embargo, las cosas van de mal en peor cuando en su camino rumbo a México entran al terreno desértico de un dañado ex francotirador, quien los involucrará en un mortal juego del gato y el ratón.



Comentarios generales:

Debo de confesar que soy muy fan de toda película que se desarrolle en terrenos áridos e involucre algún tipo de inadaptado o inadaptados cuyo mayor propósito es aterrorizar a todo ser vivo que entre a sus territorios. Por ello Carnage Park era uno de los trabajos que más esperaba en el año, ya que desde el tráiler se podían notar sus influencias (The Texas Chainsaw Massacre, The Hills Have Eyes, Wolf Creek) y parecía que se uniría a esa lista de referencias obligadas en un futuro, pero al final se quedó a medio camino gracias a su falta contenido.

Y es que la película inicia verdaderamente bien con un escape que va mezclando el presente con los sucesos ocurridos en un no tan distante pasado para darte una idea general muy rápida de lo que desencadeno este desastre para Vivian. Todo por medio de una presentación muy bien cuidada que refleja al cine serie b de los 70s, pero que nunca pretende ser el punto central de tu atención y que solo sirve para complementar un primer acto lleno de tensión; donde el director con muy pocos elementos logra generar una sensación de peligro latente a base de diálogos que, en cuestión de minutos, cambian a una brutalidad gráfica para generar impacto inmediato mientras se entra a una dinámica completamente distinta rumbo al segundo acto.

Uno en el que el juego del gato y el ratón se desarrolla (al menos en su primera etapa) de manera muy fluida y con un ritmo casi perfecto mientras la protagonista se va a adaptando a las circunstancias dentro de este escenario totalmente adverso que le brinda muy pocas herramientas para poder sobrevivir. Sin embargo, esto con el paso de los minutos se va perdiendo cuando la historia se torna repetitiva y las decisiones de Vivian empiezan a resultar un tanto incoherentes; especialmente después de un aparente giro que básicamente acaba con la premisa y ocasiona que las acciones regresen a un punto muerto al que tratan de darle interés por medio de un cameo, pero que no es suficiente para arreglar el daño.

La parte final es bastante decepcionante. Aquí se entra en un punto en el que es muy evidente que el director ya no sabía cómo rellenar los minutos que faltaban y básicamente se limita a regalarnos una persecución en la oscuridad que involucra muchos gritos fastidiosos, donde además nunca queda claro qué ocurre con el estado mental de nuestra protagonista y los motivos detrás de las acciones del francotirador; teniendo como resultado una la resolución totalmente hueca. 

Las actuaciones están ok: Bell hace un trabajo aceptable mientras no la ponen a gritar por cualquier cosa y Pat Healy como el francotirador se encuentra bastante limitado en diálogos, pero en cuanto a presencia cumple con su papel. La producción está bien: el trabajo de fotografía es bueno hasta antes del último acto, la dirección de arte es lo común para estas historias, el score no tiene mucho peso, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos son sólidos y el trabajo de maquillaje realmente solo se pone a prueba por unos minutos donde cumple con creces durante la escena más gráfica de todas.

Opinión final: Carnage Park está aceptable, aunque pudo ser mucho mejor. Recomendable más que nada para ver bajo renta.

Ojometro:
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viernes, 8 de julio de 2016

Crítica: Dead Rising: Endgame (2016)


Secuela de la película de 2015 que ahora está dirigida por Pat Williams y que cuenta con el regreso de Tom Carter como escritor del guión, aunque compartiendo créditos junto a Michael Ferris. Se estrenó directamente en Crackle dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de junio, aunque aún no ha llegado a todos los mercados en los que está disponible dicha plataforma.

Sinopsis:

Dos años después nos encontramos en la zona de cuarentena de East Mission City infestada de zombies, donde el reportero de investigación Chase Carter (Jesse Metcalfe) tendrá que detener una conspiración secreta del gobierno que, a pesar de estar diseñada para acabar con la epidemia, también terminará con la vida de millones de personas inocentes.



Comentarios generales:

La primera entrega no fue nada del otro mundo, pero resultó ser un buen negocio para Legendary y todas las partes involucradas dada la facilidad con la cual se podía vender en distintos formatos para diversos mercados (en menos de un año estuvo en TV), así que una secuela era algo lógico. Lo único que faltaba era ver si mantenían la poca fidelidad hacia el videojuego o si tomaban el camino que en su momento tomó Resident Evil de desviarse por completo para crear su propio universo, lo cual Dead Rising: Endgame termina haciendo.

Esto porque Williams y los guionistas durante el primer acto se alejan por completo de la esencia del juego que involucra atascar todo con zombies y prefieren establecer de manera más sólida la amenaza a gran escala del gobierno, dejando claro que la historia, si bien involucra zombies como un peligro constante, tiene un poco más de fondo. Algo sin duda necesario para expandir esta franquicia, pero que realmente convierte al primer acto en uno bastante aburrido dado a que ocurren muy pocas cosas trascendentes y las escenas con las criaturas son en extremo limitadas; provocando que la película se sienta de todo, menos como parte del género de terror.

Situación que cambia rebasando los 35 minutos, cuando se empieza a explotar lo verdaderamente fuerte dentro de esta producción: las persecuciones/enfrentamientos.

Aquí es donde el ritmo se vuelve frenético y el espectador entra a terrenos conocidos con secuencias muy bien logradas que involucran mucha sangre, armas peculiares, escenarios con cierta complejidad para los sobrevivientes y cantidades muy importantes de zombies que ahora lucen mucho más intimidantes debido a que no son los típicos que con un solo golpe se mueren; además de que pueden correr (lo cual en automático agrega impacto a todo lo que hagan).

La parte final es agradable. Logran producir niveles de tensión sólidos y nuevamente se proporciona una escena de acción con muchos zombies muy entretenida que le brinda bastante dinamismo a un desenlace por demás predecible, el cual está totalmente pensado para preparar el camino a una inevitable tercera entrega.

Las actuaciones no cambian mucho con respecto a lo que se vio el año pasado; Metcalfe realmente cuenta con muy pocos diálogos y se dedica a ser el héroe prácticamente invencible, mientras que los secundarios son realmente los que cargan con cuestiones más emocionales. La producción es un poco menos ostentosa, pero mejor cuidada: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es simple, cuenta con un buen trabajo de sonido, los efectos están bien hechos (sobre todo en las persecuciones) y la cuestión de maquillaje sigue siendo poco imaginativa tratándose de zombies, pero al menos hay mayor variedad.

Opinión final: Dead Rising: Endgame sigue la línea de la primera como un entretenimiento hueco sin mayores pretensiones, pero con mejores escenas de acción.

Ojometro:
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martes, 5 de julio de 2016

Crítica: Before I Wake (2016)


Película dirigida por Mike Flanagan (Oculus, Hush), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jeff Howard. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 22 de abril, aunque en Estados Unidos saldrá hasta el mes de septiembre.

Sinopsis:

Jessie (Kate Bosworth) y Mark (Thomas Jane) deciden adoptar al adorable Cody (Jacob Tremblay), quien de manera inexplicable presenta un gran rechazo a quedarse dormido. Al inicio ellos asumen que se debe a su problemático pasado, pero pronto descubrirán que, en realidad, los sueños de Cody se manifiestan en el mundo real cuando duerme… así como sus más oscuras pesadillas.



Comentarios generales:

En ocasiones es curioso ver como problemas externos pueden afectar la salida de una película y cambiar completamente el panorama de su estreno con el paso del tiempo, al grado de prácticamente condenarla al fracaso desde mucho antes que salga a la luz. Ese es el caso con Before I Wake, un trabajo que debió salir el año pasado y que básicamente quedó en el olvido gracias a complicaciones financieras del estudio que la distribuye; obligándola así a tener que distorsionar un poco su enfoque de venta en la búsqueda de una potencial audiencia combinada. 

Esto porque lo que nos trae Flanagan es una historia que camina entre un thriller, una película de suspenso y una de terror, siendo las primeras dos opciones las que dominan, pero con la tercera básicamente ejerciendo como el punto central de la poca promoción. Lo cual puede resultar un tanto contraproducente debido a que el inicio es de todo, menos aterrador; con un propósito claro de establecer la tragedia que los personajes involucrados están viviendo y como se adaptan a una nueva vida que gira en torno a este niño peculiarmente extraño con una habilidad que no es explotada en este periodo para generar alguna clase de sustos.

Situación que cambia ligeramente con el transcurrir de los minutos cuando se revela que también sus pesadillas se manifiestan, ya que empiezan a presentar sustos fáciles dosificados un tanto predecibles que apenas y logran darle algo de fuerza a ciertas situaciones. Sin embargo, a pesar de esto sigue siendo claro que el propósito es utilizar la habilidad del niño para presentar una subtrama más compleja en donde te dan a entender que el personaje de Jessie está más interesada en los beneficios personales para superar su trauma que en el cuidado de su nuevo hijo y eso proporciona pequeños conflictos que añaden sustancia, pero que a la vez hacen que el ritmo de la película sea uno con altibajos.

La parte final no está nada mal. Es donde se puede notar la construcción de una atmósfera mucho más oscura gracias a las pesadillas de Cody, pero también es una parte en donde todas las piezas encajan de manera natural una por una; sin muchas teorías absurdas y manejando un mensaje claro sobre la imaginación de los niños. Aunque esto ciertamente provoca un desenlace un tanto anticlimático.

Las actuaciones son aceptables: Bosworth y Jane muestran buena química como padres amorosos con problemas aún por resolver, mientras que Tremblay sigue un tono muy similar al que se le ve en The Room. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es correcto, la dirección de arte no tiene mayor complicación, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y los efectos son mayormente basados en un CGI de calidad aceptable.

Opinión final: Before I Wake no está mal, pero le hace falta más punch. Película ideal para ver en Netflix un fin de semana cualquiera.

Ojometro:
***

sábado, 2 de julio de 2016

Crítica: Baskin (2016)


Coproducción turca/estadounidense que significa el primer largometraje para el director Can Evrenol, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ogulcan Eren Akay, Cem Ozuduru y Ercin Sadikoglu. Se estrenó en cines dentro de Turquía en el mes de enero y posteriormente hizo lo mismo en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo.

Sinopsis:

Un escuadrón de policías inocentes va directo a una trampa hacia el infierno cuando responden un extraño llamado que los llevará a una misa negra dentro de un edificio abandonado.



Comentarios generales:

Ciertamente Turquía no es un país desconocido dentro del cine de terror, obvio no cuenta con los reflectores de países europeos como Francia, Alemania o España, pero ya lleva unos cuantos años produciendo películas y consolidando un estilo propio que difícilmente pasa desapercibido. Por ello el anuncio de Baskin me resultaba llamativo debido a que sabía que mínimo me encontraría con algo un poco distinto a lo habitual y así fue; aunque no al nivel del material original (un cortometraje de 2013).

Y es que, aunque Evrenol hace todo lo posible para que su idea de 11 minutos cobre vida de manera extendida, al final siempre te encuentras pensando que lo que estás viendo es una historia sin mucho contenido y sí con mucho relleno. En especial durante un primer acto en el que se nos presenta a este grupo de policías un tanto detestables con el cual, según palabras del propio director, uno debería de sentir empatía; sin embargo, eso resulta prácticamente imposible gracias a sus acciones y comportamiento natural, lo cual hace que todo esto sea más que nada cascajo sin mucha relevancia que se desarrolla de manera bastante lenta.

Para el segundo acto las cosas se vuelven un poco más complejas con la integración de unos extraños sueños y la sensación de terror se incrementa debido a que es a partir de aquí cuando se empieza a generar una atmósfera bastante tétrica que te absorbe de inmediato. La película adquiere un toque mucho más sombrío y el director empieza a jugar de manera tímida con posibles amenazas para añadir suspenso, pero nuevamente se te queda la sensación de que no ocurre nada relevante y que lo presentado no tendrá demasiada importancia a futuro. La cual se magnifica cuando integran a un puñado de personajes que pasan sin pena ni gloria como un tipo de enlace entre los policías y el edificio abandonado.

Lo mejor llega en los últimos 25/30 minutos. En esta parte parece una historia completamente diferente y es donde se toman todas las libertades posibles para tocar un tema ligado al infierno de la manera más brutal posible; utilizando una buena dosis de impacto gráfico y mucha sangre, pero también integrando un nivel de rareza extremo (incluso llegando un poco a lo grotesco) que hace que uno como espectador no pueda voltear la mirada debido a que todo es posible dentro este recinto.

Las actuaciones no están mal, realmente no conocía a ninguno de los actores, pero todos cumplen de manera sólida con sus roles; sobre todo Mehmet Cerrahoglu como el líder del culto. La producción es bastante buena salvo por alguno que otro detalle: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, el score realmente me gusto, el trabajo de sonido por lapsos no es tan bueno, los efectos están ok y el trabajo de maquillaje cumple de buena manera durante todo el último acto.

Opinión final: Baskin es más envoltura que contenido. Causará mucha división, pero su concepto es interesante como para verla una vez.

Ojometro:
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