martes, 30 de mayo de 2023

Crítica: Island of the Dolls (2023)

Película dirigida por Jack E. Bell (Return of the Salem Witch) y escrita por Oscar Wenman-Hyde. Se estrenó directamente en YouTube de manera gratuita durante el mes de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de personas viajan a la legendaria Isla de las Muñecas para descubrir una aterradora verdad que los pondrá en peligro.


Comentarios generales:

Independientemente de si se creen o no las leyendas que la rodean, lo cierto es que la Isla de las Muñecas ubicada en la Ciudad de México es genuinamente un lugar perturbador que cualquier amante del terror debería de tratar de conocer y sin duda una atracción turística que brinda material para explotarla en cine. El problema es que al ser un lugar de difícil acceso para todo lo que involucra producir una película casi nunca se logra recrear lo que la hace tan especial e indudablemente Island of the Dolls es la peor representación que se puede encontrar sobre esta.

Ya que lo traído por Bell es una historia basada en la isla, pero se encuentra ubicada en otro lugar y por ello pierde mucho del folklore que viene adherido con esta. Aunque realmente los problemas van más allá de eso debido a que desde el primer acto uno se puede dar cuenta que lo presentado en pantalla no está muy bien cuidado que digamos, sobre todo por la forma tan apresurada y vacía en la que se introduce a unos personajes cuyo comportamiento resulta fastidioso de manera inmediata por medio de interacciones ridículas que contrastan demasiado con la edad que supuestamente tienen.

Por si eso no fuera suficiente, ya estando en la propia isla las cosas se vuelven tediosas porque en realidad la representación de la locación es muy pobre y no añade nada a la atmósfera, mientras que la problemática central sigue sin ser desarrollada de manera coherente. Optando por hacer de la protagonista el personaje más detestable de todos al guardar tantos secretos y tratando de perder tiempo por medio de conversaciones que pretenden añadir cierta capa emocional sin gran existo porque realidad solo logran que el ritmo se haga cansino y eso termina arruinando cualquier intento por generar algo de impacto; especialmente con las muertes que rayan en lo cómico por lo mal elaboradas que están. 

Ante esto la parte final no tiene ningún tipo de atractivo y honestamente el que la protagonista resulte tan poco empática tampoco ayuda demasiado. Sobre todo porque se tiene como propósito que el desenlace sea un poco más emotivo gracias a ella, pero entre lo acelerado que se siente todo y la nula capacidad por hacer que su conexión con la amenaza sea interesante, este termina siendo uno completamente desangelado.

Las actuaciones son muy malas y no serán pocas las ocasiones en las que sentirán hasta algo de vergüenza por lo que están viendo. Mientras que en producción las cosas son igual de tristes: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte es lamentable tomando en cuenta la locación que se quiere recrear, el score genérico, el trabajo de sonido es pobre, los efectos son de mala calidad y la labor de maquillaje es tal vez lo único salvable.

Opinión final: Island of the Dolls es terrible. Mejor traten de visitar el destino turístico en la que está inspirada.

Ojometro:

viernes, 26 de mayo de 2023

Crítica: Sound of Silence (2023)

Producción italiana escrita y dirigida por Alessandro Antonaci, Daniel Lascar y Stefano Mandalà. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unido el pasado 3 de marzo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que su padre acaba internado en el hospital, Emma (Penelope Sangiorgi) vuela de Nueva York a su pueblo natal en Italia para quedarse en su antigua casa. Aunque estando ahí enfrentará a un malvado ente que de algún modo se encuentra conectado a un viejo radio. 


Comentarios generales:

Las películas con más de dos directores y que no son antologías por lo regular me dan mala espina debido a que no es tan conveniente tener tantos estilos distintos detrás de la cámara por las complicaciones que eso conlleva para encontrar un balance adecuado. Obvio no es el fin del mundo y si se tiene el talento suficiente se puede terminar con un producto aceptable a pesar de dichas complicaciones, algo que Sound of Silence logra demostrar... por un margen muy ajustado.

Ya que lo traído por estos tres directores en términos generales mantiene cierta uniformidad en la manera de contar una historia cuya complejidad no es alta y que realmente no tarda demasiado en establecer lo que será la dinámica central de todo esto. Lo cual ayuda a que desde muy temprano se empiecen a utilizar los elementos para proporcionar terror sin entrar en demasiados detalles con respecto al fantasma detrás de dicha problemática, logrando así que el ritmo en general sea ágil y se pueda contar con ciertos jump scares iniciales cuyo nivel de efectividad es el necesario para poder sobrellevar el primer acto.

Lo malo es que una vez que llegamos a determinado punto dichos sustos empiezan a fastidiar porque se abusa de ellos, entrando así en un lapso de repetitividad muy marcada en el que se trata de expandir lo que verdaderamente ocurre alrededor del fantasma de manera un tanto burda. Disimulándolo un poco al aprovechar de mejor forma el sonido durante el desarrollo de las acciones, aunque sin la solidez suficiente como para hacer que el misterio detrás resulte de gran interés y todo se quede más en una tragedia un tanto simplona que lleva a una resolución que tampoco es tan complicada de descifrar.

Situación que evidentemente hace que la parte final carezca de grandes emociones sin que esto signifique que sea mala porque en realidad la manera en que resuelven todo es la correcta. Lo que no es correcto es que una vez que se da dicho cierre se agrega una nueva mini historia que no tiene absolutamente nada que ver con todo lo anterior y que claramente está pensada para algún tipo de secuela o satisfacer el ego de alguno de los directores, dejando como resultado un cierre que solo te provoca indiferencia.

En cuanto a las actuaciones solo destaca Penelope Sangiorgi, quien como la protagonista no ofrece nada particularmente memorable pero si logra llevar sin demasiados contratiempos el peso de la historia. Mientras que en producción es de una factura mediana: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no resalta, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos cumplen y labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: Sound of Silence está ok. Película poco arriesgada que olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
***

martes, 23 de mayo de 2023

Crítica: We have a Ghost (2023)

Película dirigida por Christopher Landon (Happy Death Day, Freaky), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Geoff Manaugh. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 24 de febrero.

Sinopsis:

Encontrar un fantasma de nombre Ernest (David Harbour) viviendo en su nueva casa le brinda la posibilidad a la familia de Kevin de volverse una sensación en las redes sociales. Pero cuando Kevin y su nuevo amigo empiezan a investigar su pasado rápidamente se convierten en objetivos de la CIA.


Comentarios generales:

Actualmente me encuentro en un punto en el que las películas de Netflix no me generan demasiada expectativa debido a que, salvo por contadas excepciones, la gran mayoría resultan ser propuestas poco memorables que solo sirven para rellenar su catálogo. Por ello es que We have a Ghost no me llamó mucho la atención cuando fue anunciada, sin embargo, por el talento involucrado me resultaba difícil poder seguir ignorándola y honestamente me he llevado un buen sabor de boca.

Y es que lo traído por Landon hay que entenderlo como un producto para entretener a un público familiar y bajo dicho parámetro cumple su objetivo de manera satisfactoria al presentarnos una historia que desde los primeros minutos establece su tono ligero sin demasiadas complicaciones por medio de una dinámica familiar con la cual muchos se podrán sentir identificados y con la presentación de un fantasma que desde el primer instante deja claro que está concebido más para generar risas que terror. Algo que termina encajando perfectamente con todo el concepto de las redes sociales y esto hace que la primera mitad de la película fluya de manera ágil con momentos cómicos bien logrados que ayudan a posicionar a Ernest como un personaje interesante y del que quieres saber más, así como soltar cierta crítica hacía todo lo absurdo que viene con la fama instantánea que brinda el internet.

Lo malo es que esto termina teniendo cierto límite de efectividad y cuando es momento de integrar otras cosas para añadir variedad se opta por una problemática con la CIA que no es para nada interesante y en todo momento sientes que ha sido integrada con calzador porque simplemente no lleva a ningún lado. Aunque afortunadamente también existe otro misterio que hace que la película logre soportar lo anterior y gracias a eso el ritmo en realidad nunca decae; de hecho, gracias a este también se logran integrar unas escenas de acción que ayudan a sacudir un poco el estancamiento de las acciones y que la amistad Kevin/Ernest logre solidificarse.

Dejando con esto una parte final en la que para nuestra suerte se desecha rápidamente el tema de la CIA y se le da prioridad al misterio para así ofrecer un desenlace que es un poco más oscuro e intenso de lo que imaginarías, pero también logra resultar emocional cuando debe de serlo.

Sobre las actuaciones puedo decir que todos cumplen, siendo David Harbour el que tiene la labor más compleja debido a que no dice ni una sola palabra y aún así logra manifestar bastantes cosas por medio de expresiones faciales. Mientras que en producción es de una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte muy simple, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: We have a Ghost está entretenida. Película simple para pasar un buen rato cualquier día de la semana.

Ojometro:
***

viernes, 19 de mayo de 2023

Crítica: The Outwaters (2023)

Película escrita, dirigida y protagonizada (entre otras cosas) por Robbie Banfitch. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuatro viajeros se topan con un fenómeno aterrador mientras se encuentran acampando en una parte remota del desierto de Mojave.


Comentarios generales:

Si llevan siguiendo el blog desde sus primeros años sabrán que los found footage no son precisamente lo que más disfruto, aunque al ser parte fundamental del género desde hace más de diez años siempre les he dado su lugar y también me he llevado varias satisfacciones. Sin embargo, es innegable que se trata de proyectos con los que se suele encontrar mucha basura inflada por personajes con ciertos intereses (normalmente que tienen dinero involucrado) y The Outwaters es uno de los ejemplos más descarados de esto.

Y es que a pesar de que muchas webs influyentes la han querido elevar como algo sublime, lo cierto es que lo traído por Banfitch es de lo peor que se ha visto en este subgénero en años recientes con una diferencia abrumadora. Esto porque la “historia” que nos quiere contar creo que ni él mismo sabe de qué trata debido a que es inexistente y utilizando como excusa el formato se da vuelo mostrándonos durante 55 minutos una sucesión de situaciones con las cuales se pretende dar algo de contexto sobre los personajes, pero solo quedan paradas como vil relleno con las que uno tiene que suponer todo y cuyo momento cumbre es la filmación de un grupo de burros en el desierto.

Hasta ahí la experiencia es totalmente hueca y aburrida, aunque lo peor es que las cosas jamás mejoran una vez que se empieza a explotar la parte que debe de proporcionar terror.

Ya que a lo que se nos expone es a otros cincuenta minutos de intrascendencia con escenas de día en donde los personajes corren sin razón o se enfocan obsesivamente los pies de quien lleva la cámara, mientras que en las escenas nocturnas solo contamos con un pequeño punto de luz inestable que apenas es suficiente para poder ver algo de lo que ocurre. Siendo esto último un claro intento por dejar que el espectador sea quien interprete todo a su conveniencia sin que se den los mejores resultados debido a que, entre tantos gritos y ver exactamente lo mismo una y otra vez, lo que menos te interesa es tratar de darle sentido a esta atrocidad cuando eso tenía que haber sido responsabilidad del director/guionista.

Situación que evidentemente hace que el desenlace no te importe en lo absoluto y cuyos intentos por añadir impacto solo se queden en eso porque ni siquiera existe capacidad para darle un cierre coherente a las cosas. 

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir debido a que no se tiene el material necesario como para analizarlas a fondo más allá de muchos gritos o diálogos sin relevancia. Mientras que la producción tampoco tiene demasiadas cosas para presumir: el trabajo de fotografía es muy malo, la edición es de pésima calidad, el score no resalta, el trabajo de sonido es limpio y los efectos no sabes si son buenos o malos porque simplemente no los puedes ver con claridad.

Opinión final: The Outwaters es terrible. Un sinsentido absoluto que no merece que desperdicien su tiempo viéndola.

Ojometro:
*

domingo, 14 de mayo de 2023

Crítica: From Black (2023)

Película dirigida por Thomas Marchese, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jessub Flower. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cora (Anna Camp) es una drogadicta en recuperación llena de culpa por la desaparición de su pequeño hijo y mientras se encuentra buscando un cierre le llega una bizarra propuesta para saber lo que verdaderamente ocurrió… si es que está dispuesta a aceptar el aterrador precio que debe pagar.


Comentarios generales:

Cuando leí la sinopsis de From Black y posteriormente vi su trailer lo primero que se me vino a la mente fue “A Dark Song” de 2017 debido a que ambas premisas eran prácticamente idénticas, así que inmediatamente pensé que se trataba de algún tipo de remake. Sin embargo, para mi sorpresa ese no fue el caso y eso generó ciertos conflictos en mi manera de analizarla debido a que jamás pude quitarme de la cabeza que esto ya lo había visto en otra parte.

Y es que a pesar de que lo presenta Marchese es una historia original, la verdad es que resulta casi imposible no compararla con la tediosa película irlandesa dado a que tanto en sus virtudes como en sus defectos son prácticamente idénticas. Especialmente durante una primera mitad en donde el espectador tiene que lidiar con un camino bastante empedrado que retará su paciencia ante el poco terror que se presenta gracias a una intercalación de líneas temporales que tratan de generar muchas preguntas con respecto a las acciones de Cora, pero también darte el contexto necesario para entender por qué aceptó realizar el ritual con un desconocido sin que realmente ninguna de sus interacciones sean demasiado interesantes.

Ante esto el ritmo resulta lento y eso nunca cambia, pero una vez que se empieza a llevar a cabo dicho ritual las cosas mejoran al lograr construir ciertas situaciones que hacen que el tono vaya volviéndose más oscuro y se logre de manera efectiva vender el riesgo que todo esto representa. Logrando generar una tensión suficiente por medio del demonio que es convocado y por lo consiguiente durante el segundo acto vender la idea de que nuestra protagonista está expuesta al peligro en cualquier momento y hacerte suponer que tendremos una parte final verdaderamente intensa y, a lo mejor, sangrienta.

Algo que tristemente solo se queda en una simple suposición debido a que nunca se atreven a ir más lejos en cuanto a la violencia en pantalla. No como para decir que es mala porque si cuenta con algunas cosas interesantes, nada más que el desenlace como tal nunca tiene un gran impacto y terminan sobre elaborándolo de manera innecesaria.

De las actuaciones solo puedo decir que Anna Camp hace un trabajo correcto para sacar adelante un personaje que por varios momentos se vuelve un tanto fastidioso. Mientras que en producción hay buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada espectacular, el score no está mal, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: From Black es aceptable. Película con buenos momentos que jamás logra ser lo devastadora que debería.

Ojometro:
*** 

martes, 9 de mayo de 2023

Crítica: Snow Falls (2023)

Película dirigida por Colton Tran, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Luke Genton y Laura M. Young. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a mediados de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que una tormenta de nieve deja atrapados a cinco amigos en una cabaña remota sin electricidad y con poca comida, la desorientación e hipotermia empiezan a afectar su juicio para sucumbir ante la idea de que la nieve está contaminada o es malvada de algún modo.


Comentarios generales:

Si uno no supiera absolutamente nada de Snow Falls muy probablemente pensaría que se trata de otro slasher y por ello no es de extrañar que haya pasado desapercibida durante su estreno a inicios de año. Lo cual podría ser una pena para muchos entusiastas del género de terror, pero en realidad creo que lo mejor es dejarla ahí arrumbada en el rincón sin que reciba mucha atención.

Y es que lo traído por Tran no solo es malo, sino que además es de esas historias con las cuales cuesta trabajo el tratar de comprender qué diablos era lo que querían lograr. Ya que su inicio definitivamente te hace pensar en los slasher gracias a un grupo de personajes con los que se presentan todos los clichés que uno se puede imaginar y porque su estructura se asemeja bastante a la de dichas propuestas; sin embargo, tampoco se tarda demasiado tiempo para establecer que ese no será el camino y optarán por un terror mucho más psicológico por medio de una de las problemáticas peor presentadas que recuerde debido a que absolutamente todo se desarrolla de la manera más acelerada posible.

Al grado de que es ridícula la cantidad de tiempo que pasa entre el inicio de la tormenta y los primeros signos de locura dentro del grupo, logrando con esto que el espectador jamás pueda sentir empatía por ellos porque simplemente no hay nada de construcción entre una acción y otra. Fallando completamente en la manera de generar tensión, pero sobre todo en tratar de establecer una justificación sólida para todo esto; en especial porque la excusa de la posible nieve contaminada jamás funciona y el uso de elementos que jueguen con la estabilidad mental tampoco es que sea el más efectivo como para que exista una duda razonable.

Ante esto el camino rumbo a la parte final es uno muy aburrido y ya estando ahí las cosas no mejoran demasiado. Tal vez se tenga un poco más intensidad en pantalla, aunque eso no evita que las acciones de los protagonistas resulten muy estúpidas y su desenlace ambiguo te deje la sensación de que lo visto fue una total pérdida de tiempo.  

Las actuaciones son muy malas y ya para los minutos finales lo único que quieres es ver a todos muertos. Mientras que en producción tampoco tiene mucho para rescatar: el trabajo de fotografía es discreto, la dirección de arte simple, el score no aportada nada, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy limitado.

Opinión final: Snow Falls es terrible. Un sinsentido absoluto que es mejor evitar.

Ojometro:
*

viernes, 5 de mayo de 2023

Crítica: The Devil Conspiracy (2023)

Producción checa dirigida por Nathan Frankowski y escrita por Ed Alan. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que en México hizo lo propio a finales de marzo; recaudando en taquilla nada más $959,011 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Una poderosa compañía de biotecnología ha logrado crear clones de las figuras más importantes de la humanidad con solo una gota de ADN. Aunque detrás de ellos se encuentra un grupo satánico que roba el sudario de Turín para obtener el ADN de Jesucristo, clonarlo y ofrecérselo como ofrenda a Lucifer.


Comentarios generales:

En un género en donde hemos visto desde tomates asesinos hasta tiburones voladores resulta difícil poder sorprenderse por alguna premisa extravagante, pero de vez en cuando existen proyectos que te hacen cuestionar severamente no tanto a quiénes los crearon, sino a quiénes dieron luz verde para financiarlos debido a que es claro que van a sufrir para recuperar su dinero y sin duda The Devil Conspiracy es uno de esos ejemplos.

Y es que lo traído por Frankowski es una historia demasiado absurda a la que quieren manejar como si se tratara de algo sumamente serio y por eso mismo en ningún momento logra captar tu interés a pesar de que el concepto como tal, al menos en toda la parte bíblica, es relativamente simple. Lo cual tendría que facilitar las cosas de cierto modo, sin embargo, ya desde el primer acto se pueden notar diversos problemas ante lo tremendamente acelerado del desarrollo y con ello muchas de las cosas que ocurren se vuelven datos anecdóticos que tal vez tengan algún tipo de relevancia (o no) más adelante.

Especialmente una vez que se integra el tema biotecnológico a la ecuación debido a que este empieza a acaparar absolutamente todo y con ello mucho de los aspectos más fantasiosos se sienten fuera de lugar. Provocando con esto una mezcla rara que hace que cada situación sea más ridícula que la anterior dentro de un conflicto en el que jamás logran generar la suficiente tensión como para que por lo menos exista un peligro convincente que te haga olvidar todo lo demás, sobre todo durante una segunda mitad que se va haciendo más pesada conforme avanzan los minutos y no muestra ningún avance significativo en las acciones.

Todo para llegar a una parte final en donde nos topamos con un revoltijo de ideas sin rumbo que tratan de disimularlo sin demasiado éxito por medio de un ligero incremento en la violencia y la acción, lo cual por lo menos le da algo de vida a un desenlace que carece por completo de un impacto significativo considerando el propósito que había detrás de la clonación.

Las actuaciones no están taaan mal para lo que es la película en general, pero tampoco hay alguna que valga la pena destacar. Mientras que en producción tiene una factura decente: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es correcta, el score llega a fastidiar por momentos, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son los mejores y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: The Devil Conspiracy es mala. Película absurda que se toma demasiado en serio y por eso mismo falla en su propósito de entretener.

Ojometro:
**

martes, 2 de mayo de 2023

Crítica: Renfield (2023)

Película dirigida por Chris McKay, cuyo guión fue co-escrito por Ryan Ridley y Robert Kirkman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 14 de abril y en México el 27 del mismo mes; recaudando hasta la fecha $22.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Renfield (Nicholas Hoult) lleva sirviéndole a Drácula (Nicolas Cage) por siglos sin importar lo degradantes que sean sus órdenes. Sin embargo, ya en el mundo actual empieza a cuestionarse si está listo para tener una nueva vida lejos de su exigente jefe y cortar dicha relación extremadamente tóxica… sin pensar en las brutales consecuencias.


Comentarios generales:

Sin duda alguna la mejor decisión que pudo tomar Universal Studios fue desistir en su búsqueda por crear un universo cinematográfico con los Universal Monsters, simplemente no funcionaron sus múltiples intentos y la verdad era un desperdicio mantener a franquicias que todavía gozan de reconocimiento por parte de los fans atadas a un proyecto sin pies ni cabeza. Por eso el nuevo enfoque personalizado que han adoptado para cada proyecto me parece muy interesante porque no todo tiene que estar siempre conectado y si bien Reinfield no alcanza los niveles magistrales de la película anterior (The Invisible Man), si logra dejar sensaciones positivas.

Y sorprendentemente lo hace siendo una cuasi secuela de “Drácula” de 1931 que toma el riesgo de ser una comedia de terror, lo cual podría haber sido una receta para el fracaso pero en realidad lo que nos presenta McKay logra encontrar un balance ideal para que las cosas funcionen la mayoría del tiempo y eso se nota prácticamente desde el inicio. Donde se establece la compleja relación entre Renfield y Drácula respetando el legado de su historia original mientras se le adapta a los tiempos modernos bajo un tono cómico que encaja perfectamente con la personalidad de nuestro protagonista y lo vuelve alguien más cercano para el espectador debido a que sus cuestionamientos sobre su forma de vida resultan bastante válidos, aunque al mismo tiempo también se nos recuerda que aquí hay cosas más fantasiosas de por medio al presentar escenas de acción que garantizan no solo mucha sangre, sino también un nivel de violencia más elevado del que esperarías.

Brindándole así un ritmo dinámico que ayuda a que la comedia pueda ser digerible incluso en los momentos de mayor simplicidad gracias a que con esto pocas situaciones se extienden más de lo que deberían y por lo mismo el conflicto se desarrolla de manera ágil. Sobre todo durante un segundo acto en el que se empieza a involucrar a la policía y a la mafia de forma más activa con el propósito de añadir sustancia a los problemas morales que se manejan, además de que su presencia sirve como la excusa perfecta para construir secuencias que proporcionen las principales dosis de espectacularidad y así llegar a la parte final con muchísima fuerza.

La cual afortunadamente logran mantener durante un enfrentamiento decisivo que por momentos se puede sentir algo forzado en determinadas cuestiones; sin embargo, estas no evitan que se genere un caos bastante entretenido con el que la sangre siga fluyendo y se exponga una manera de derrotar a Drácula que ciertamente resulta original.

En lo que se refiere a las actuaciones, sin duda nos encontremos con una de las fortalezas del filme debido a que Nicholas Hoult y Nicolas Cage lo hacen muy bien. No solo porque tienen buena química en pantalla, sino que además ambos logran imprimirles un aire extravagante a estos dos icónicos personajes sin caer en lo ridículo y así lograr que se adapten perfectamente al tono predominante manteniendo su esencia.

Mientras que en producción tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de primer nivel y la labor de maquillaje está muy bien lograda.

Opinión final: Renfield me gustó. Película bastante divertida para pasar un buen rato viendo mucha acción y sangre.

Ojometro:
****