viernes, 27 de noviembre de 2020

Crítica: The Call (2020)

Película dirigida por Timothy Woodward Jr. (The Final Wish) y escrita por Patrick Stibbs. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de diciembre.

Sinopsis:

En el otoño de 1987, un grupo de amigos de un pequeño pueblo deben tratar de sobrevivir la noche en la casa de una siniestra pareja. ¿El reto? Lograr mantenerse durante un minuto en el teléfono después de realizar una misteriosa llamada.


Comentarios generales:

Si no contara con la participación de Lin Shaye y Tobin Bell muy probablemente The Call hubiera pasado desapercibida, pero su simple presencia cambió por completo la situación. Ya que ver juntos a dos de los actores más representativos del género en los últimos veinte años no es cosa de todos los días, es algo especial y por ende resulta comprensible que las expectativas al alrededor de la película se incrementaran de manera considerable, aunque difícilmente creo que las vaya cumplir.

Y es que es evidente que lo presentado por Woodward Jr. estaba concebido para ser un proyecto discreto cuyo principal sustento era el tratar de evocar un poco el cine de los 80s, no solo en cuanto a la temporalidad de su historia, sino en la estética general. 

Siguiendo un esquema clásico que cuando ya está avanzado funciona de manera adecuada, pero que tiene que pasar por una construcción inicial bastante rocosa al centrarse en las experiencias de un grupo de adolescentes que se sienten aceleradas y en exceso básicas. Donde se te ofrece cierto contexto para entender lo que pudiera llegar a venir, mas en ningún punto se logra generar el suficiente interés por lo que les espera a estos personajes.

Siendo hasta que hacen acto de presencia los veteranos cuando las cosas empiezan a caminar, en gran medida porque el tono de la película se vuelve más oscuro y, por ende, la sensación de riesgo se incrementa. Poniéndonos así frente a una situación que en su concepto es bastante simple y ligero; sin embargo, cuando empieza a jugar con las culpas o los temores de los adolescentes adquiere mayor fuerza al explotar un poco más la parte visual, ya sea exponiendo elementos que representan un riesgo o elaborando una atmósfera que evoca completamente esa esencia ochentera que tanto se buscó desde los primeros minutos.

Avanzando así bajo un ritmo agradable hasta llegar a una parte final con la que hay ciertas sensaciones agridulces debido a que existen determinados acontecimientos que se hubieran beneficiado de un poco más de desarrollo considerando la relevancia que tienen. Aunque, por otra parte, la intensidad que brinda Shaye es suficiente para hacer del cierre uno efectivo.  

En las actuaciones lo ofrecido por Tobin Bell no varía demasiado a lo que le hemos visto en otros trabajos, mientras que Lin Shaye hace una buena labor con un tipo de personaje que últimamente parece que es con el que se siente más cómoda. Sobre la producción no tengo queja: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es agradable, tiene un buen trabajo de sonido, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: The Call está ok. Típica película para pasar el rato que seguro terminará rellenando la programación de algunos canales de TV.

Ojometro:
***

martes, 24 de noviembre de 2020

Crítica: Triggered (2020)

Producción sudafricana dirigida por Alastair Orr (From a House on Willow Street), cuyo guión fue escrito por David D. Jones. Se estrenó directamente en VOD dentro de Canadá y los Estados Unidos el pasado 6 de noviembre, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 29 de diciembre.

Sinopsis:

Después de una noche de fiesta dentro del bosque, nueve amigos se despiertan con unas bombas atadas a sus cuerpos. Desconcertados y sin saber qué hacer, todos deciden trabajar en equipo para encontrar una solución… hasta que descubren que la única forma de sobrevivir es matándose entre ellos.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde pareciera que está mal realizar películas que utilicen fórmulas simples para entretener a la audiencia. Un fenómeno que no es algo exclusivo del género de terror, sino de la industria en general, pero aquí se suele magnificar por diversas razones y como consecuencia muchos trabajos son ignorados sin importar si el producto final es uno mucho más agradable de lo que se esperaría. Tal como es el caso con Triggered.

Una propuesta a la que desde un inicio se le etiquetó como un simple clon de Saw por su temática, aunque la verdad cuenta con los suficientes elementos para tener una identidad propia sin negar su fuente de inspiración. 

En gran medida porque Alastair Orr se toma todas las libertades necesarias para ofrecer la experiencia más caótica y sangrienta posible, donde salvo por los primeros 15 minutos todo lo demás es un recorrido lleno de violencia y desesperación por medio de un juego que utiliza el tiempo como la excusa perfecta para reflejar el sentido de urgencia desde muy temprano. Lo cual sin duda es un concepto simple, pero que garantiza que las acciones cuenten con un ritmo frenético en todo momento y las muertes con una justificación sólida que además explote el tema de las mentiras o las relaciones frágiles existentes dentro de este grupo de amigos. 

Quienes conforme van pasando los minutos revelan su verdadera cara y con ello se logran construir situaciones intensas que para el segundo acto ofrecen buenos momentos de impacto, aunque también algunos otros un tanto fastidiosos que caen en la repetitividad e incluso en ciertos sentimentalismos que resultan medio bobos ante la apremiante situación que están viviendo.

Detalles que afortunadamente no afectan a una parte final que resulta por demás disfrutable. Ya que aquí no solo se contesta la principal duda de todas, sino que además se eleva el nivel de violencia para llevar así a un conflicto definitivo que entre su predictibilidad logra ofrecer cierta sorpresa y en términos generales un cierre gratificante.

En cuanto a las actuaciones todo el elenco cumple con el nivel de intensidad necesario para este tipo de historia y es difícil decir que alguien resalta por encima del resto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es bastante bueno y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Triggered me gustó. Película simple y sangrienta que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 20 de noviembre de 2020

Crítica: The Dark and the Wicked (2020)

Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers, The Monster). Se estrenó directamente en VOD el pasado 8 de noviembre dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de diciembre.

Sinopsis:

En una aislada granja dentro de un área rural, un hombre está muriendo lentamente. Ante tal situación toda su familia se reúne para llorarle, aunque poco a poco una aterradora oscuridad rodeará la casa y algo maligno se empezará a manifestar frente a cada uno de ellos.


Comentarios generales:

Durante los últimos cuatro años ha sido muy evidente la explosión de cierto tipo de películas cuyas temáticas oscuras y depresivas han dado mucho de que hablar, posicionándose como algunas de las más alabadas dentro del género. Así que no resulta extraño que cada vez más directores se aventuren a experimentar con esta clase de propuestas debido a que les ofrecen una oportunidad de oro para que sus carreras se revitalicen u obtengan impulso, lo cual sin duda The Dark and the Wicked puede representar para el suyo.

Y es que Bertino nos trae un filme que bajo estos conceptos se adapta perfectamente a lo que a él le gusta, ósea… un ritmo lento y brindar pocas respuestas. 

Algo que puede ser un repelente para muchos, pero que en realidad funciona de manera idal en una historia que desde el primer minuto se sustenta en la desolación y en base a eso construye un distanciamiento familiar que, en lugar de irse sanando, solo empeora gracias a que los miembros básicamente son desconocidos el uno para el otro; especialmente los hijos, que lo único que comparten es el remordimiento por haber abandonado a sus padres.

Todo bajo una atmósfera en verdad oscura que poco a poco se va adueñando de las acciones bajo un ritmo lento, incluso cansino; con el que el director construye sucesos que pueden pasar de la total calma al shock inmediato en cuestión de segundos y con ello ir estableciendo la peligrosidad de lo que los está asechando, mientras se te brindan algunas muy sutiles pistas de lo que podría ser. Ya sea por medio de sueños, alucinaciones o interacciones raras con determinados personajes que en su conjunto van generando una tensión enorme y que dejan en claro que no importa lo que hagan, o si son creyentes, simplemente nada salvará a esta familia de la maldad que ha decidido afectarlos.

Lo cual lleva a una parte final que se encuentra completamente invadida por la sensación de desesperanza y al mismo tiempo contiene muchísima fuerza visual. Ya que es aquí donde el nivel de intensidad se eleva de manera importante, con escenas de impacto muy bien realizadas que magnifican el alcance de la amenaza y llevan a un cierre que deja cosas abiertas a la interpretación, pero que encaja a la perfección con el tono que se vio durante noventa minutos.

En cuanto a las actuaciones nos encontramos buenos trabajos, con Marin Ireland (Louise) siendo la que más resalta y con el siempre efectivo Xander Berkeley (Sacerdote) dejando su marca con una breve, pero inquietante participación. La producción tiene varias cosas para destacar: el trabajo de fotografía es excelente, la dirección de arte muy simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Dark and the Wicked es una buena película. De lo mejor de 2020, aunque su ritmo y falta de respuestas concretas puede no ser del agrado de muchos.

Ojometro:
****

martes, 17 de noviembre de 2020

Crítica: Vampires vs. The Bronx (2020)

Película dirigida por Osmany Rodriguez, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Blaise Hemingway. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 2 de octubre.

Sinopsis:

Miguel (Jaden Michael) y sus amigos del Bronx pelean por salvar su vecindario de la gentrificación y… los recién llegados vampiros.


Comentarios generales:

Se puede decir que este año Netflix fue la plataforma que tuvo la oferta más robusta para Halloween, tal vez no con la calidad de ocasiones anteriores, pero definitivamente si era la que contaba con más variedad. Y entre toda esa variedad se encontraba una película de la que se sabía poco como Vampires vs. The Bronx, la cual rápidamente se convirtió en una interesante novedad que sin duda alguna terminó sorprendiendo a más de uno.

Esto porque lo que nos trae Rodriguez es una película de vampiros muy disfrutable que, a pesar de tener un tono ligero, nunca traiciona los elementos característicos de esta clase de historias y los adapta de manera bastante orgánica al contexto urbano que representa el Bronx. 

Logrando establecer lo más fiel posible la dinámica multicultural dentro del vecindario y las problemáticas que han originado la llegada de los chupasangre, aunque al hacer esto también se provoca que el inicio sea uno más lento de lo esperado (más no aburrido) debido a que en este punto lo que predomina es el toque cómico sustentado por el comportamiento de los niños y su manera inocente de lidiar con el problema que tienen en frente.

Un toque que con el pasar de los minutos no es que desaparezca, más bien se empieza mezclar con otras acciones de corte más “serio” que generan la sensación de peligro necesaria y algunas muertes. Agilizando así el ritmo para tener un segundo acto en el que se construye un conflicto evidentemente disparejo con el que podemos presenciar varias cosas predecibles, pero que aún así resultan efectivas gracias a lo bien diseñadas que se encuentran para tratar de brindarle cierto equilibrio a las interacciones de los niños con los vampiros; en especial cuando se revela quien está detrás de todo.

Dejando así el camino preparado para un enfrentamiento final que cumple con ofrecer un desenlace que contenga mayores dosis de acción, aunque la verdad también te deja con la sensación de que le faltó espectacularidad. Ya que, cuando esperas que el cierre sea uno de mayor escala que involucre al vecindario y los vampiros, lo que te encuentras es algo mucho más reducido que se siente un tanto anticlimático e incluso improvisado.

Las actuaciones son buenas, la química entre todo el elenco es sólida y la comedia que manejan da suficiente margen de maniobra para añadir cierto drama que evita que todo lo que hagan se vea caricaturesco. En la producción se trata de un filme discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, cuenta con score agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son los más avanzados y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Vampires vs. The Bronx está entretenida. Película de vampiros de corte muy ligero para pasar el rato.

Ojometro:
***

viernes, 13 de noviembre de 2020

Crítica: Death of Me (2020)

Película dirigida por Darren Lynn Bousman (Saw II, Abattoir), cuyo guión fue co-escrito por Ari Margolis, James Morley III y David Tish. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 17 de noviembre.

Sinopsis:

Christine (Maggie Q) y Neil (Luke Hemsworth) son una pareja de viaje en Tailandia que tendrá que descubrir el misterio detrás de un perturbador video en el que se muestra como uno de ellos asesina al otro.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios seguramente sabrán que soy bastante fan de Darren Lynn Bousman y todo en lo que esté involucrado suele llamarme la atención debido a que es un director al que no le da miedo tomar proyectos raros y gracias a ello su filmografía se podría catalogar como extravagante, al grado de que uno espera alguna locura cada que saca algo nuevo. Ese es su sello, aunque con Death of Me brilla por su ausencia.

Esto porque sin lugar a dudas se trata del filme más “normal” que le recuerde a Bousman, algo que no considero malo en sí, pero en este caso solo hace que el producto que ofrece te resulte indiferente. 

Ya que estamos ante una historia que, si bien cuenta con una idea base interesante, lo cierto es que el tiempo de efectividad del misterio que esta plantea caduca durante los primeros treinta minutos y a partir de ese punto todo se limita a tratar de encontrar una manera para disimular la falta de contenido relevante. Dando lo mismo si es por medio de recuerdos borrosos, habitantes comportándose de manera extraña o increíbles tomas del paisaje tailandés.

Orillando así a que el desarrollo se centre en darle vueltas a lo mismo varias veces, yendo del punto A al punto B (con alguna que otra escena de impacto) sin que se añada demasiada sustancia en medio y por lo consiguiente no existan los suficientes elementos que generen la tensión que deberían tener las acciones. Simplemente lo que ves es aburrido y para empeorar las cosas está el hecho de que el personaje de Christine en ningún punto te resulta agradable, es demasiado antipática y eso genera que el desarrollo en general se sienta muy pesado en todo momento.

Siendo la parte final la única en donde las cosas presentan una mejoría, sin que esto signifique un salto sustancial en la calidad con respecto a lo que ya hemos visto. Más que nada porque por fin se logra manifestar cierta sensación de peligro para la protagonista dentro de este territorio hostil y porque el cierre es mucho más oscuro de lo que te esperas.

En las actuaciones Maggie Q se queda muy corta con el protagónico, carece del carisma necesario para cargar con el peso de la historia y para la mitad del filme ya no te importa lo que le pase. Mientras que en lo relacionado con la producción es donde tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son bastante sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Death of Me es bastante aburrida. Más allá de unos bellos paisajes la verdad no tiene mucho que ofrecer.

Ojometro:
**

 

martes, 10 de noviembre de 2020

Critica: Train to Busan Presents: Peninsula (2020)

Secuela dirigida nuevamente por Sang-ho Yeon (Train to Busan), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ryu Yong-jae. Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el mes de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 5 de noviembre. Recaudando hasta la fecha $37.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Han pasado cuatro años desde que Corea del Sur se vio infectada por un misterioso virus y se encuentra completamente infestada de zombies. Nadie se atrevería a volver a entrar ahí, pero al ex soldado Jun-seok (Dong-Won Gang) le llega una oportunidad que lo hará regresar y encontrarse con una tierra que no está tan inhabitada como pensaba.


Comentarios generales:

No exagero al decir que la primera Train to Busan no solo es una candidata a ser la mejor película de zombies en lo que va del siglo XXI, sino que además es probablemente una de las diez películas de terror más relevantes de los 2010s. Sin duda un nivel de reconocimiento que cualquier trabajo quisiera tener, pero que también se volvió casi de inmediato una carga enorme para su secuela debido a que parecía imposible poder realizar algo de ese calibre una vez más y Peninsula solo vino a confirmarlo.

Aunque el hecho de que de no haya podido alcanzar a la primera entrega no significa que lo traído por Sang-ho Yeon sea malo, en realidad es bastante entretenido y en gran medida se debe a que opta seguir un camino muy a la Romero en el que su meta no es profundizar en lo ocurrido durante el primer filme (solo menciona ciertos detalles), sino centrarse en una historia ajena a los hechos anteriores para expandir el grado de devastación ocasionado por el virus y en base a esto construir una experiencia totalmente diferente en la que evidentemente los zombies siguen siendo la mayor amenaza, pero la decadencia humana es igual de peligrosa.

Un enfoque que no es nada nuevo con este tipo de trabajos y para no caer en lo repetitivo con una trama tan simple mejor se opta por ofrecer algo mucho más cargado hacía la acción que ayude a proporcionar un ritmo frenético por naturaleza y por medio de esto disimular las flaquezas en lo que se refiere al desarrollo. Lo cual funciona bastante bien durante el primer acto; sin embargo, para el segundo no tanto. 

Ya que en este punto las cosas empiezan a tambalearse debido a que cuando se tienen que hacer pausas para establecer determinadas situaciones la película se torna un tanto aburrida precisamente porque los conflictos entre los humanos son muy vagos y por lo consiguiente lo que les pueda pasar a estos no te resulta tan interesante. Además la sensación de peligro que tendría que existir en todo momento desaparece porque los zombies son dejados en un segundo plano por algunos minutos. 

Algo que afortunadamente se soluciona durante la parte final debido a que todo el frenetismo regresa y con ello también se añade más espectacularidad. Dejando así un cierre lleno de disparos, persecuciones y zombies que resulta agradable en términos generales, a pesar de que se va por el camino más fácil para diferenciarse de lo que vimos hace cuatro años.

Las actuaciones están bien, por ahí tiene alguno que otro personaje medio caricaturesco pero en general el elenco cumple para sacar adelante una trama que no presenta demasiada complejidad. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está impecable, el score es agradable, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Train to Busan 2 está entretenida. Definitivamente no se encuentra a la altura de su predecesora, pero como una película de acción con zombies es divertida.

Ojometro:
***

viernes, 6 de noviembre de 2020

Crítica: Uncle Peckerhead (2020)

Película escrita y dirigida por Matthew John Lawrence. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el 11 de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el día 25 del mismo mes.

Sinopsis:

Cuando una banda de punk sale por primera vez de gira, la vida para ellos se vuelve muy complicada por el poco reconocimiento con el que cuentan y por un hombre/demonio/zombie come carne que se les une como compañero de viaje.


Comentarios generales:

Año tras año se estrenan cientos de películas de terror de distintos calibres, de las cuales se puede tener determinado conocimiento e inclusive cierta idea sobre si serán ser buenas o malas. Es algo estándar, pero eso no quita que también cada año existan un puñado de películas que pasan por debajo del radar y de la nada te terminan dejando un muy grato sabor de boca sin que te lo esperes, tal como fue el caso de Uncle Peckerhead.

Un trabajo que podía haber resultado en un desastre y que Lawrence se las ingenia para mantenerlo a flote de manera estable contándonos una historia que, a pesar de su simplicidad, logra tenerte interesado de principio a fin. 

Algo particularmente complicado cuando se trata de una comedia en la se te presentan los elementos gore justo en la primera escena como un tipo de anzuelo y aún así se toman su tiempo para volverlos a utilizar, dejando que sea la propia dinámica de la banda con su nuevo compañero la que te atrape durante los primeros veinticinco minutos hasta que por fin el “misterio” sea revelado.

Y es que una vez que esto se da ya no solo se trata de los divertidos estragos de la banda, sino además del conflicto moral que representa tener a Peckerhead con ellos debido a que su peligrosidad no está en duda, sin embargo, su presencia claramente resulta benéfica en ciertas cuestiones. Logrando así de manera casi imperceptible que dicho personaje se vaya ganando tu afecto sin saber mucho de él, incluso cuando ocurren acciones que ofrecen el impacto visual necesario para recordarte que es un demonio/zombie que en cualquier instante puede cometer una locura y en base a esto sustentar prácticamente todo un segundo acto que fluye sin contratiempos mientras esperas que tarde o temprano llegue el error que haga explotar todo.

El cual, cuando llega, genera la que es la escena más extrema de todas (incluso diría que es algo grotesca), aunque también provoca que la parte final se acelere demasiado. Esto porque cuando por fin esperas que los miembros de la banda enfrenten a Peckerhead ocurre un suceso particular que se siente sacado de la manga y corta de tajo algo que era el siguiente paso natural, dejándote ante un cierre poco convincente.

Las actuaciones son bastante sólidas por parte de los cuatro protagonistas, ya que muestran una química agradable en pantalla y su travesía llena de problemas resulta muy entretenida de ver. Aunque definitivamente es David Littleton (Peckerhead) quien más resalta al darle vida a un personaje peligroso que tendría que ser detestable, pero que poco a poco se vuelve de cierto modo entrañable.

La producción no está mal para ser de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es discreta, el score es muy bueno, el trabajo de sonido está impecable, los efectos prácticos están muy bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Uncle Peckerhead me gustó. Una película bastante divertida que sin duda se trata de las mayores sorpresas de 2020.

Ojometro:
****

martes, 3 de noviembre de 2020

Crítica: The Witches (2020)

Nueva adaptación del libro del mismo nombre que está dirigida por Robert Zemeckis (Death Becomes Her), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Kenya Barris y Guillermo del Toro. Se estrenó por medio de HBO Max dentro de los Estados Unidos el 22 de octubre, mientras que en México hizo lo propio en cines el fin de semana pasado.

Sinopsis:

En 1967 un niño y su abuela se hospedan en un lujoso hotel después de un peculiar encuentro, aunque para su mala fortuna en ese mismo lugar un aquelarre de brujas tienen una reunión en donde la Gran Bruja (Anne Hathaway) devela su plan maestro para eliminar a todos los niños del planeta.


Comentarios generales:

Cuando la adaptación en cine suele tener más penetración que la obra original en la memoria colectiva por lo regular se vuelve complicado que futuras adaptaciones sean vistas con buenos ojos, así que cuando salió el trailer de The Witches y mucha gente la desechó de inmediato no fue novedad. 

Al final de cuentas la película protagonizada por Anjelica Huston dejó su huella porque es buena, aunque por alguna razón muchos la recuerdan como una que daba mucho miedo (en gran parte por el estupendo trabajo de maquillaje) cuando en realidad era una claramente familiar y esta nueva versión no cambia en lo absoluto dicho enfoque. Incluso me atrevería a decir que Zemeckis maneja un tono mucho más ligero y eso, aunado a los cambios realizados para que la historia se aloje en Alabama, puede resultar muy polémico para varios. 

Sin embargo, a pesar de todo creo que termina funcionando para los propósitos generales del filme sin que esto signifique que las cosas sean perfectas debido a que los primeros 30 minutos son bastante aburridos. En gran parte porque la relación de Bruno con su abuela nunca logra sentirse lo suficientemente entrañable, pero sobre todo porque la manera en la que se establece la existencia de las brujas carece de la pequeña dosis de misterio que debería y por lo consiguiente su estatus como amenazas no parece relevante.

Afortunadamente es con la aparición de la Gran Bruja cuando se le da vuelta a las cosas y a partir de ahí la experiencia resulta mucho más entretenida al tener un personaje con mucha presencia que eleva el aspecto fantástico y añade una dosis de humor efectiva por medio de su personalidad extravagante. Además de que, una vez que se revela su plan, la dinámica de las acciones se agiliza de una manera muy marcada y con ello cada situación que involucra a los ratones se sostiene de buena forma para construir sin demasiados problemas lo que será la parte final.

Una que puede sentirse un poco acelerada (porque lo está), pero que cumple al presentar de buena forma uno de los momentos más emblemáticos de la historia. Aunque también se toma sus libertades para brindar un desenlace que le dé un poco más de pantalla a la Gran Bruja y, a la vez, no se aleje demasiado de la conclusión que se da en el libro.

En el tema de las actuaciones hay que decir que Anne Hathaway es el sustento principal de la película y su labor no decepciona en lo absoluto. La manera como maneja la comedia para darle vida a un personaje tan excéntrico se encuentra en el punto ideal y logra diferenciarse por completo de la interpretación que vimos en los 90s.

La producción se nota que contó con un presupuesto decente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es impecable y la labor de maquillaje es muy básica. Mientras que los efectos recaen demasiado en el CGI, lo cual hace que algunos luzcan bien y otros no tanto.

Opinión final: The Witches está entretenida. Una experiencia de tono ligero meramente familiar que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
***