lunes, 28 de agosto de 2017

Crítica: The Ice Cream Truck (2017)


Película escrita y dirigida por Megan Freels Johnston (Rebound). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de agosto, pero todavía no hay información sobre cuándo llegará a otros mercados o su fecha de salida en formato físico.

Sinopsis:

Debido al nuevo trabajo de su esposo, Mary (Deanna Russo) se ve forzada a mudarse a los suburbios y pasar un tiempo sola en su nueva casa antes de que su familia este con ella. Ya estando ahí los recuerdos de su juventud empiezan a invadirla gracias al ambiente, aunque hay algo que le parece extraño: un misterioso camión de helados cuyo dueño le genera malas sensaciones.



Comentarios generales:

Al ver el titulo muy probablemente a la mayoría se le vino a la mente aquella película de mediados de los 90s llamada “Ice Cream Man”, no tanto porque sea una obra maestra, sino porque realmente es la única referencia que existe con respecto a los vendedores de helados asesinos. Así que esta situación, aunado a que toda la publicidad de la película se centró en venderla como un slasher, hacían suponer que estábamos ante algo similar o por lo menos una película de terror; sin embargo, al final lo que te terminas encontrando con The Ice Cream Truck es una crisis de identidad enorme que te deja con una sensación de no saber exactamente qué fue lo que acabas de ver.

Esto porque lo que nos presenta Johnson quiere ser una sátira sobre la vida en los suburbios y un drama psicológico que, por mera casualidad, cuenta con un asesino que de cierta forma le añade limitadísimos elementos de slasher. Originando con ello una película que básicamente cuenta con dos tramas ocurriendo de manera simultánea pero que nunca se compenetran correctamente y, de hecho, solo una tiene importancia como la es la de Mary; quien al menos durante los primeros 35 minutos es el punto central de todo esto al verse expuesta a un ambiente que nunca pensó que volvería a vivir, mientras que de muy de vez en cuando aparece el asesino matando jóvenes sin gran trasfondo.

Lo cual es el gran problema con esta película, ya que el vendedor de helados solo tiene apariciones contadas y además son bastante distanciadas una de la otra para hacerlo casi obsoleto en el desarrollo de las acciones; además de que resulta muy plano al nunca detallar sus motivos o la lógica detrás de la selección de sus víctimas. Provocando así que sea aburrida y que realmente por un gran periodo de tiempo ni parezca una de terror al carecer de elementos básicos característicos, ya que en realidad la meta nunca es generar suspenso o algo similar, sino más bien centrarse en exceso en los deseos reprimidos de nuestra protagonista.  

El final sin duda es lo más polémico y probablemente el principal factor para que te guste o no el producto en general. No pienso decir mucho, pero me pareció un recurso bastante barato que para colmo solo vuelve mucho más confusos los propósitos de todo lo que acabas de ver.

Las actuaciones están bien, Russo hace un trabajo aceptable; sin embargo, quien resalta es Emil Johnsen como el vendedor de helados con esa personalidad tan extraña que plasma en los limitados minutos que aparece en pantalla. La producción es de buena factura: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte es simple, el score tiene un aire setentero/ochentero genial, el trabajo de sonido es sólido y todo lo referente a efectos/maquillaje es realmente muy limitado.

Opinión final: The Ice Cream Truck es decepcionante. Una película muy aburrida que cuenta con pocos elementos para satisfacer a los fans del género.

Ojometro:
**

jueves, 24 de agosto de 2017

Crítica: Blood Hunters (2017)


Película dirigida por Tricia Lee (Silent Retreat), cuyo guión fue escrito por Corey Brown. Se estrenó directamente en VOD, DVD y Blu-ray dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de julio.

Sinopsis:

Ellie Barnes (Lara Gilchrist) se despierta embarazada en algo que parece ser un hospital y en donde todo el personal está muerto. Desconcertada y asustada planea escapar de ahí lo antes posible, pero pronto descubrirá eso no será nada sencillo.



Comentarios generales:

Hay que aceptar que el nombre de Blood Hunters es uno de los menos originales que existen, es por demás genérico y da a entender una sola cosa si es que no tienes conocimiento previo sobre lo que trata. Lo cual fue mi caso, ya que cuando me llegó esta película me mentalice casi de inmediato sobre qué sería de vampiros y gracias a ello no esperaba grandes cosas, pero al final lo que me encontré fue algo diferente que al menos trata de ser original a pesar de las limitaciones con las que cuenta.

Lo cual la verdad en un inicio no lo pareciera porque Lee y Brown apuestan mejor por una introducción bastante estándar, planteando un escenario ya visto anteriormente para explotar el tema de la soledad dentro de una instalación desconocida y de ahí poco a poco ir revelando misterios conforme se vayan presentando en pantalla a los personajes. Lo cual ciertamente hace que el primer acto sea lento y no tan interesante, sobre todo porque el tema del embarazo de Ellie no es utilizado de manera adecuada para ir generando dudas cuando en teoría tendría que ser el punto central de todo esto; optando mejor por simplemente utilizar una dinámica de huir de la amenaza a toda costa sin construir nada de suspenso y añadir alguno que otro toque de humor muy ligero.

Ya en el segundo acto las cosas se ponen más entretenidas: primero porque el tema del embarazo ahora si juega un rol importante en las acciones y, segundo, porque se revela algo muchísimo más complejo con respecto al origen de las criaturas y a la propia condición de los protagonistas. Algo que sin duda es exagerado, pero que de algún modo termina generando el interés suficiente para ver cómo se desarrolla una situación que pasa de ser un peligro reducido a algo potencialmente devastador para la humanidad; integrando un poco más de sangre e incluso cierto conflicto con la religión que sirve como herramienta para no hacer tan predecible lo que está por venir.  

La parte final la encontré decepcionante. Aquí es donde el ser una producción pequeña le termina pasando factura debido a que esa potencial amenaza a gran escala nunca se siente como tal y la intensidad que debería de tener considerando las acciones de los personajes es de muy bajo nivel, provocando con eso que el desenlace no sea nada potente y termine siendo más bien un tanto cursi.

Las actuaciones son aceptables, realmente nadie resalta y la mayoría solo hace lo necesario para sacar adelante sus roles. La producción es discreta: el trabajo de fotografía deja algo que desear, la dirección de arte cumple, el score es adecuado, el trabajo de sonido está ok, los efectos en general son muy básicos y la labor de maquillaje es bastante buena para lo que es.  

Opinión final: Blood Hunters está ok. Su idea es bastante loca pero muchas limitantes evitan que explote por completo, aunque puede agradarle a varios.  

Ojometro:
***

lunes, 21 de agosto de 2017

Crítica: Annabelle: Creation (2017)


Precuela dirigida por David F. Sandberg (Lights Out), cuyo guión fue escrito nuevamente por Gary Dauberman. Se estrenó en cines dentro de los Estados el pasado 10 de agosto, mientras que en México y varios países de Latinoamérica hizo lo propio durante este fin de semana. Recaudando hasta la fecha $160 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Doce años después de la trágica muerte de su pequeña hija, los Muller aceptan recibir en su enorme casa a una monja y a seis niñas huérfanas para que tengan un hogar. Lo malo es que con su llegada también despertarán a un demonio que utiliza a una aterradora muñeca como su medio para manifestarse.



Comentarios generales:

Annabelle no es precisamente mala, pero a muchos nos dejo con la sensación de que pudo haber sido algo mucho mejor y que además no encajaba del todo con el universo de The Conjuring. Aunque, por otra parte, su éxito comercial garantizaba al menos una entrega más y con ello las esperanzas de ver que corrigieran el camino, lo cual parecía muy probable que lograran cuando se reveló que esta sería una precuela que se centraría en los origines y afortunadamente eso se volvió realidad, ya que Annabelle: Creation es superior en prácticamente todos los sentidos a la primera entrega.

Y en gran medida esto se debe a que Sandberg nos regala una película que no pretende encontrar el hilo negro y se centra completamente en contar una historia sin grandes complicaciones que, antes que nada, encaje con el universo cinematográfico al que pertenece y le dé prioridad a los personajes sobre los sustos fáciles. Esto porque al menos durante los primeros 25/30 minutos se centra completamente en la dinámica entre los Muller y las niñas para poder entender mucho mejor a ambas partes desde el lado emocional e incluso físico, aunque sin dejar de lado en ningún momento ese contraste de luz/oscuridad proporcionado principalmente por la atmósfera que se construye dentro de una casa que de manera progresiva se va convirtiendo en el primer medio para ir manifestando la maldad que hay ahí.

Evidentemente esto tiene como resultado que el ritmo sea uno mucho más pausado, ya que el desarrollo en general toma tiempo, pero una vez que se empieza a darle rienda suelta a todo el tema del demonio las cosas fluyen de manera perfecta. Esto gracias a que el director muestra una gran habilidad para ir introduciendo poco a poco sustos fáciles por medio de elementos sonoros o visuales cuyo principal propósito es el hacer sentir completamente indefensa a una de las niñas (Janice) y con ello manifestar el verdadero peligro con el que están lidiando; además de ir generando interés por diversos detalles que en algún punto quieres ver cómo se unen para darle sentido precisamente al origen del mal.

Un aspecto que es importantísimo al tratarse de una precuela y que a mi parecer logran redondear de gran manera, arreglando muchas cuestiones que la primera entrega dejó completamente en el aire. Obviamente añadiendo ciertas cosas que pueden lucir algo improvisadas, pero que no afectan de manera significativa el producto general.

La parte final es bastante buena. Con mucha intensidad, algo de sangre y elementos de impacto que vuelven muy completo el conflicto con las niñas al explotar los temores que estas fueron desarrollando en los actos previos; teniendo como plus el hecho de que se une con el inicio de Annabelle para, una vez más, responder dudas.

En cuanto a las actuaciones la verdad fue una sorpresa ver a Lulu Wilson (Linda) y Talitha Bateman (Janice) cargar con el peso de la película sin muchos problemas, ambas tienen muy buena química y hacen que uno genuinamente se preocupe por ellas desde el inicio, Mientras que el resto del elenco tampoco está nada mal en su labor de complemento, aunque me sorprendió que Miranda Otto tuviera un rol tan limitado.

La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno y vital para la efectividad del filme, la dirección de arte cumple, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido es de primer nivel, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva en las partes donde se necesita.

*Cuenta con una escena post-créditos 

Opinión final: Annabelle: Creation me gustó. Se trata de una buena secuela que supera por mucho a su predecesora.

Ojometro:
*****

viernes, 18 de agosto de 2017

Crítica: WTF! (2017)


Primer largometraje del director Peter Herro, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Christopher y Lawrence Centanni. Se estrenó el pasado 1 de agosto dentro de los Estados Unidos en DVD, VOD y formato digital.

Sinopsis:

Hace tres años Rachel (Callie Ott) apenas sobrevivió a una brutal masacre en donde todos sus amigos fueron asesinados y ha tratado de reorganizar su vida desde entonces. Sin embargo, para su mala suerte, su nuevo grupo de amigos pretende pasar las vacaciones de primavera en una cabaña en medio del bosque y con ello la trágica experiencia podría volver a repetirse.



Comentarios generales:

Los slasher son un volado siempre, no importa si se trata de producciones grandes o pequeñas, ya que la naturaleza misma de este subgénero los vuelve propensos a ser ridiculizados de muchas maneras y por eso mismo suelen ser amados u odiados por igual. Además con estos parece estar todo escrito, son muy pocos los que suelen sorprender y en años recientes los que más trascienden son aquellos que homenajean a los de los 80s; sin embargo, WTF! generaba ciertas sensaciones distintas, unas que hacían suponer que podía lograr algo relevante, pero al final se ha quedado solo en un intento barato más.

Y es que realmente no tienen que pasar muchos minutos para darte cuenta de lo que te espera, ya que salvo por una breve introducción que añade algo de contexto a la historia, el primer acto de la película básicamente consiste en ver el comportamiento más inmaduro posible para dejar en claro que este grupo de amigos son adolescentes en toda la regla. Utilizando además todos los estereotipos del librito que vuelven complicado el entender si el propósito de Herro y los Centanni eran de hacer esto una comedia o no, debido a que llega un punto en donde el deseo sexual de estos personajes adquiere unos tintes caricaturescos que, más allá de generar gracia, solo se vuelve molesto ante lo sobreexplotado que está.  

Aunque el hecho de que el humor sea uno bastante malo no es el principal problema, sino que alargan dicho aspecto más de lo que se necesitaba; al grado de que nunca se profundiza demasiado con respecto a la experiencia previa de Rachel (con todos los problemas psicológicos que evidentemente tiene) o se hace algún tipo de intento por generar un poco de suspenso para así poder ir estableciendo la atmósfera adecuada de la masacre que está por venir. Una que llega hasta los 45 minutos y que realmente no podría ser menos divertida de ver debido a que el ritmo utilizado para desarrollarla no es el más fluido y eso vuelve que unas muertes de por si genéricas nunca logren provocar una dinámica lo suficientemente sólida que te haga querer saber quién está detrás de todo lo ocurrido.

La parte final es la que en gran medida hace que esto no sea un desastre mayúsculo y no tanto porque los niveles de violencia o impacto mejoren, sino porque le añaden un giro con el que al menos pretenden no irse por lo convencional.

Las actuaciones son muy pobres, rayan en lo caricaturesco hasta en los momentos más apremiantes y lo único que te generan es querer ver morir a todo el mundo lo más rápido posible. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía cumple la mayoría del tiempo, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es discreto, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están ok y la labor de maquillaje no tiene grandes cosas que resaltar.

Opinión final: WTF! es un slasher más. No es de lo peor que he visto pero carece de muchas cosas como para poder recomendarla.

Ojometro:
**

martes, 15 de agosto de 2017

Crítica: The Black Room (2017)


Película escrita y dirigida por Rolfe Kanefsky (Nightmare Man). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de mayo y posteriormente salió en DVD durante el mes de junio; aunque a Latinoamérica llegó vía Netflix apenas hace algunos días.

Sinopsis:

Paul (Lukas Hassel) y Jennifer (Natasha Henstridge) se han mudado a una nueva casa y su vida parece ir por el mejor camino. Sin embargo, ellos no saben que justo en su sótano se encuentra un misterioso cuarto que encierra a un demonio cuyos deseos carnales afectarán a ambos como parte de sus oscuros planes.



Comentarios generales:

Después de leer la sinopsis y descubrir que el director de esta película tenía bastante experiencia haciendo películas softporn inmediatamente trate de bajar lo más posible mis expectativas debido a que había altas probabilidades de encontrar algo desastroso. Simplemente no existía nada que me hiciera esperar algo que valiera la pena y, aunque al final The Black Room no es el desastre épico que suponía que sería, tampoco se trata de un trabajo que vaya a pasar a los anales de historia; ni siquiera por su superficial uso del sexo.

Esto porque lo que nos regala Kanefsky en ningún momento parece tener muy definido cual es el verdadero camino que quiere seguir, manifestando desde el primer acto un evidente guiño por la comedia pero al mismo tiempo tratando de mantener un enfoque un poco más oscuro que vaya acorde al tema demoníaco que rodea la casa. Una combinación que al menos de inicio funciona porque gracias a esta se logran generar algunas escenas divertidas que establecen de manera clara que el sexo jugará un papel fundamental en el comportamiento de los personajes y en base a eso se irá desenvolviendo una historia que tiene algo más en lo que respecta al demonio y no solo se centrará en abrir puertas o provocar ruidos para lograr sustos fáciles.

El problema es que este tipo de dinámica no es capaz de sostener toda la película y en determinado punto la comedia es la que toma la estafeta, provocando con esto que poco a poco las cosas se vayan tornando bastante aburridas debido a que las acciones por un periodo prolongado de tiempo no parecen llevar a ningún lado a pesar de que por medio del personaje de Paul tratan de hacer parecer que sí. Recurriendo a elementos mucho más gráficos que añaden sustancia superficial mientras se compra tiempo y que ciertamente no están mal hechos pero, como todo en esta película, no hacen demasiado para profundizar sobre los propósitos de un demonio que hasta este momento se encuentra lejos de ser esa amenaza enorme que se vendió al comienzo y solo queda parado como un pervertido.

La parte final no está mal, más allá de que pretenden explicar todo en unos cuantos minutos. Aquí es donde básicamente el presupuesto se gastó y entre una muestra importante de efectos prácticos logran, por fin, brindarte un panorama más claro con respecto a los planes del demonio y los motivos por los cuales el tema del sexo es tan importante.

Las actuaciones son exageradas (Augie Duke, Lin Shaye) o muy planas (Henstridge), aunque Hassell ciertamente logra una labor sólida cuando le toca cargar con el peso de las acciones. La producción cumple: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es básica salvo por el final, el score es genérico, el trabajo de sonido es bueno y tanto los efectos como la labor de maquillaje son bastante cumplidores; aunque pueden parecer algo arcaicos.

Opinión final: The Black Room es una película bastante pobre. Tiene algunas puntadas pero en general es un producto que en un par de días van a olvidar.

Ojometro:
**

viernes, 11 de agosto de 2017

Crítica: Breakdown Lane (2017)


Película escrita y dirigida por el debutante Bob Schultz, aunque también contó con la participación de Robert Conway (Exit to Hell) para filmar escenas adicionales que él mismo escribió. Se estrenó a inicios de año en Estados Unidos en VOD y su salida en DVD se dio el pasado 16 de mayo.

Sinopsis:

Cuando la camioneta de Kirby Lane (Whitney Moore) se descompone en medio del desierto, ella no solo tendrá que enfrentar los peligros de la deshidratación y a los coyotes, sino también a cientos de zombies que han comenzado a aparecer de la nada.



Comentarios generales:

Zombies + producciones independientes = desastre. Esto es una constante que cualquier fan del género debe de saber y en mi caso suele ser una de las combinaciones a las que más les huyo cuando se trata de hacer las críticas; sin embargo, los zombies siempre serán una debilidad conmigo y por más que quiera evitarlo termino viendo algunas cosas de las cuales sé de antemano que me voy a arrepentir y definitivamente Breakdown Lane es ejemplo perfecto de esto.

La verdad no sé cuanto material adicional filmó Schultz pero es evidente que en algún punto alguien se dio cuenta que tenían un verdadero desastre y decidieron recurrir a sus servicios para tratar de corregir algo destinado al fracaso, aunque en lugar de mejorar el producto solo terminaron haciéndolo mucho más ridículo. Ya que esta es una de las historias sobre zombies más huecas que me haya tocado ver debido a que, a pesar de que muestran mucho en pantalla, casi nada lleva a algo concreto y en general se trata de una serie de eventos aleatorios que pretenden venderte un apocalipsis zombie a gran escala sin explicarte absolutamente nada; de hecho, los niveles de profundización al respecto son tan pobres al grado de que en cuestión de UN DIA ya muestran a humanos realizando actos de canibalismo.

Realmente pocas cosas parecen tener una razón de ser, lo único constante es ver a esta chica quejándose mientras se integran cada determinado tiempo unas viñetas tipo cómic para tratar de añadir dinamismo a algo que avanza de manera sumamente lenta y que en determinado punto pasa de ser una historia de supervivencia a una de rescate simplemente porque si. Lo cual sirve de excusa para introducir a otro personaje que deja en evidencia la falta de desarrollo y claridad en cuanto al tiempo transcurrido; el cual es el medio para presentar cierto nivel de impacto visual y generar una sensación de desesperanza total, pero que fracasa ante lo débil que resulta el sustento detrás (nuevamente, no han transcurrido ni si siquiera un par de días como para que sus acciones sean creíbles).

La parte final es un burdo intento por querer convertir al personaje de Kirby Lane en alguien badass y hasta cierto punto lo logran, lo malo es que el desenlace no cuenta con absolutamente nada de intensidad como para poder comprarla por completo. Además de que el cierre presentado es por demás ridículo y va totalmente en contra de lo que supuestamente es su nueva personalidad.

De las actuaciones no hay mucho que decir, son bastante malas y en general no te provocan absolutamente nada. La producción también es muy pobre: el trabajo de fotografía es espantoso, el score es genérico, el trabajo de sonido es horrible, los efectos son de muy mala calidad y la labor de maquillaje, aunque extremadamente básica, es lo más decente.

Opinión final: Breakdown Lane es horrible, probablemente una de las peores películas de zombies que he visto. Evítenla.

Ojometro:
*

martes, 8 de agosto de 2017

Crítica: Bonejangles (2017)


Película dirigida por Brett DeJager (The Legend of Cooley Moon) y escrita por Keith Melcher. Se estrenó en VOD el pasado 18 de julio dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre su salida en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras se encuentran trasladando al temible asesino serial Bonejangles a una nueva instalación de máxima seguridad, un grupo de policías entra a un pueblo que sufre de una maldición que lo infesta de zombies una vez al año. Atrapados y desesperados, su única alternativa para salir con vida y salvar al pueblo es al mismo tiempo su peor pesadilla: liberar a Bonejangles.



Comentarios generales:

El cine serie b es un gusto culposo no solo para mí, sino para muchas otras personas debido a que suele ser una vía de entretenimiento sin grandes complicaciones con la cual puedes desconectar el cerebro un rato y reír por diversos factores que rodean a esta clase de producciones. Lo malo es que en años recientes también se han vuelto la excusa perfecta para realizar trabajos de muy cuestionable calidad que, bajo el argumento de ser serie b, quieren escudar todas sus falencias y desafortunadamente Bonejangles es uno de esos ejemplos.

Lo cual es una pena porque la premisa era lo suficientemente absurda para que DeJager nos pudiera regalar algo divertido tomando en cuenta que su historia mezclaba slasher con zombies, dos de los subgéneros más convenientes para poder exagerar todo lo que quisiera y regalar un bonito baño de sangre. Sin embargo, en lugar de eso mejor decide sustentar su trabajo en el humor, pero no en uno inteligente, sino en más bien en uno juvenil que depende casi exclusivamente de chistes sobre sexo (incluso para la breve aparición de Reggie Bannister) en su intento de generar risas mientras nos presentan en pantalla a un asesino serial que supuestamente es una máquina de matar pero que durante todo el primer acto es opacado por un grupo de policías estereotipados.

Realmente el inicio no diría que es lento, aunque tampoco tiene demasiadas cosas como para emocionarse y no es sino hasta que llegan al pueblo cuando la dinámica se vuelve un poco más digerible gracias a que los zombies y el asesino suelto provocan de manera automática eso. Lo malo es que realmente todas las escenas que los involucran se sienten muy genéricas, sin intensidad; básicamente están hechas de un modo para que nada más ocurran porque si mientras se le sigue dando prioridad al humor hueco y se trata de mezclar el tema de la maldición de manera sumamente forzada en unos cuantos minutos para poder justificar la presencia de Bonejangles, quien por un periodo importante de tiempo pasa a segundo plano.

La parte final tampoco ofrece muchas cosas memorables. De hecho, lo que uno supone será una batalla al menos entretenida termina siendo opacada, una vez más, por el humor excesivo y una conclusión que carece por completo de cualquier tipo de emoción.

Sobre las actuaciones puedo decir que, salvo por Bannister, prácticamente todo el elenco es uno bastante amateur por lo exagerados que resultan en pantalla. La producción tiene cosas buenas y cosas malas: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte es pobre, el score no tiene nada destacado, el trabajo de sonido cumple, los efectos son arcaicos y la labor de maquillaje es digna de atracción de Halloween.

Opinión final: Bonejangles es decepcionante. Un pobre intento de cine serie b que solo a unos cuantos les parecerá entretenido.  

Ojometro:
** 

viernes, 4 de agosto de 2017

Crítica: Darkness Rising (2017)


Película dirigida por Austin Reading, cuyo guión fue escrito por Vikram Weet. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado 30 de junio dentro de los Estados Unidos, pero no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En compañía de su novio y su prima, Madison (Tara Holt) irrumpe dentro de su antigua casa abandonada antes de que sea demolida para encontrar algunas respuestas sobre por qué su madre se volvió loca y casi la mata cuando era niña.



Comentarios generales:

Por alguna razón Darkness Rising obtuvo una promoción mucho más grande de la que normalmente obtienen otras películas de escala similar y gracias a ello el interés por esta se fue elevando poco a poco conforme pasaban los meses a pesar de que su premisa ciertamente no era nada del otro mundo. Se veía como un trabajo más sobre casas poseídas, pero con el potencial de tener algo escondido que la diferenciara de manera importante del resto; aunque al final esta suposición no pudo ser más errónea.  

Ya que lo que nos regalan Reading y Vikram no solo es algo que tiene bien poco sentido incluso en cosas tan simples como el establecer los tiempos en los se desarrollan los eventos en los que sustentan la historia, sino que además fue realizado con el manual sobre cómo hacer lo más genérico que se pueda todo lo que ocurre en pantalla. Obligándote a ver un largo y tedioso primer acto cuya meta es establecer que el pasado de Madison es traumático para así poder sentir empatía hacia ella, pero eso simplemente nunca se da debido a que con lo que ocurre durante este periodo de tiempo sientes que será más un peligro que otra cosa; esto mientras tratas de fingir sorpresa o espanto con cada uno de los trucos utilizados que ya has visto en incontables ocasiones (muñecos con ojos sangrando, niño muerto apareciendo de la nada, algo detrás de las cortinas de baño, etc).

Es hasta pasada la media hora cuando finalmente las cosas se vuelven un poco entretenidas, principalmente porque el personaje de Katrina Law (Izzy) obtiene más relevancia y, con ello, llega una exageración de los sucesos que por lo menos logran brindarle una dinámica distinta a la película. Lo malo es que esto no es suficiente para ocultar todas las inconsistencias que existen y no tiene que pasar mucho tiempo para que se caiga una vez más en lo repetitivo, haciendo que el espectador se empiece a impacientar cuando la información recabada hasta el momento no lleva a ningún lado; en especial cuando todo el tema de los espíritus, que supuestamente es lo importante, solo ha sido utilizado de manera superficial.

La parte final es un desastre. Ciertamente se eleva el nivel de intensidad con algunas escenas que añaden impacto y por fin deciden elaborar un poco más los motivos de los espíritus, pero todo esto se siente tan forzado que solo termina dejándote con más dudas que respuestas (y con algunas cuentas que no encajan).

De las actuaciones no tengo mucho que decir, tanto Law como Holt por ciertos momentos logran cosas decentes; mientras que Bryce Johnson (Jake) aporta poco o nada. La producción tampoco tiene grandes cosas que destacar: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte no resalta, el score es muy simple, el trabajo de sonido está ok, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es probablemente lo más llamativo.

Opinión final: Darkness Rising es bastante mala. Una película genérica que solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
**

martes, 1 de agosto de 2017

Crítica: Sam Was Here (2017)


Primer largometraje del director Christophe Deroo, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Clement Tuffreau. Se estrenó directamente en DVD dentro de Francia (bajo el nombre de “Nemesis”) durante el pasado mes de abril, mientras que su llegada a los Estados Unidos está anunciada para algún punto de 2017.

Sinopsis:

En 1998 Sam (Rusty Joiner) viaja por algunas de las pocas zonas habitadas del desierto de Mojave en búsqueda de clientes, aunque para su sorpresa no hay ni una sola persona en dichos lugares. Con la sensación de que todo el mundo lo anda evitando decide marcharse de ahí, pero ese solo será el comienzo de una experiencia que lo quebrará tanto a nivel físico como mental.



Comentarios generales:

Tener una visión y plasmarla tal como quieres es algo que siempre se tiene que admirar dentro de una industria en la que existen diversas presiones por generar dinero a como dé lugar, mucho más dentro de un género en el que pareciera que ya todo está escrito. Es por eso que el que Sam Was Here haya podido salir a la luz me resulta sorprendente, ya que detrás de su premisa y trailer en apariencia “convencionales” se esconde una de las películas más ambiguas que haya visto en los últimos años.

Algo que en un inicio no parece serlo en lo absoluto debido a que Deroo construye un primer acto hasta cierto punto simple, donde el principal objetivo es generar una atmósfera solitaria que de inmediato ponga en alerta a nuestro protagonista y en base a esto ir desenvolviendo poco a poco un misterio no precisamente original, más si interesante. Sustentándose principalmente en un show de radio y en una serie de acciones realizadas por el personaje de Sam que no parecen tener nada fuera de lo normal, pero que se empiezan a convertir en un aspecto clave durante una travesía en la que absolutamente todo le sale mal dentro de un escenario que no le proporciona muchas opciones para poder lidiar con sus problemas.

Es entrando al segundo acto cuando las cosas se vuelven prácticamente indescifrables, donde el ritmo cambia de golpe y se le da pie a situaciones destinadas a generar impacto visual, aunque sin saber exactamente los motivos por los cuales se dan. Realmente lo único que tienes es este show de radio que te va dando ciertas ideas pero que está lejos de ser suficiente para entender por qué de la noche a la mañana Sam se ha vuelto un tipo odiado al que quieren matar, dejando a partir de este punto todo al aire, sin las mínima intención de establecer las bases de algo que igual puede ser una historia sobre un asesino serial, de aliens o un simple capítulo de The Twilight Zone.

La parte final si contiene un mayor nivel de violencia al integrar a más personajes para propósitos específicos que añaden cierta fuerza y algunos elementos visuales interesantes, pero todos pensados de manera meticulosa para que sea el espectador quien interprete la resolución como le plazca. Una situación con la cual no suelo tener problemas; sin embargo, en esta ocasión si considero que termina siendo contraproducente considerando que a lo largo de la película son muy pocos los elementos que se te brindan como para poder sacar una conclusión sólida y no dejarte con esa sensación de que nada de esto tuvo sentido.

De las actuaciones realmente todo recae en Joiner, quien hace una gran labor para mantenerte interesado en el filme a pesar de que durante gran parte de este no sabes qué es lo que está pasando. La producción es donde tiene varios de sus puntos más fuertes: cuenta con un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte es simple, el score es genial, el trabajo de sonido sólido, los efectos no son la gran cosa y la labor de maquillaje es muy limitada.

Opinión final: Sam Was Here me pareció interesante, pero es una película bastante complicada de calificar. Recomendable más que nada para aquellos que buscan cosas poco convencionales.

Ojometro:
***