viernes, 26 de abril de 2024

Crítica: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 (2024)

Secuela dirigida nuevamente por Rhys Frake-Waterfield, quien comparte créditos como co-escritor del guion junto a Matt Leslie. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de marzo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 18 de abril; recaudando hasta la fecha $670,778 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Hartos de vivir en las sombras, Pooh, Piglet, Owl y Tiger llevan su batalla al siguiente nivel con el propósito de aterrorizar al pueblo de Ashdown. Donde dejarán un rastro de violencia y sangre como nunca antes se había visto.


Comentarios generales:

Para bien o para mal la primera Blood and Honey fue un éxito comercial y abrió la puerta para que proyectos basados en personajes del dominio público se popularizaran dentro del género de terror. Sin embargo, la simple travesura parecía no ser suficiente con esta franquicia y su creador presentó un peculiar universo cinematográfico (Poohniverse) que promete algo por lo menos más elaborado y con Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 podemos notar los primeros pasos.

Y es que Rhys Frake-Waterfield nos trae una historia que en esencia no es tan diferente a la anterior, pero ahora si se esfuerza por tratar de añadirle trasfondo a esta idea hilarante utilizando de manera más predominante a Christopher Robin al mostrarnos las consecuencias de la masacre que vivió y todos los traumas que esto le dejó. Obvio sin sacrificar la presencia de Pooh y compañía, quienes siguen apareciendo de forma constante en pantalla realizando acciones brutales pensadas para tratar de justificar su animadversión hacía los humanos, mientras al mismo tiempo son la vía ideal para presumir el evidente incremento en el presupuesto.

Aunque una vez pasados los primeros 30 minutos resulta evidente que el director tiene problemas al momento de encontrar un balance adecuado para ambas cosas y poco a poco se va entrando en una dinámica en la que todo lo que involucra el pasado de Christopher Robin se siente demasiado rebuscado, quitándole gracia a las cosas y haciendo por momentos que el ritmo sea pesado. Algo que pretenden solucionar mostrando muertes aleatorias cada vez más gráficas y sacándose de la manga una historia de origen demasiado absurda incluso para estos estándares, lo cual podría parecer un error, pero la realidad es que conforme todo se vuelve más ridículo tenemos mejores resultados y eso queda evidenciado en la parte final.

Una que básicamente se sustenta en una gran masacre que cumple a la perfección su propósito de proporcionar impacto visual y darle mayor protagonismo al desquiciado de Tiger. Dejándonos así ante un desenlace con la fuerza suficiente para que el enfrentamiento decisivo tenga un poco más de emoción y su resolución no se sienta tan vacía como ocurrió el año pasado.  

En cuanto a las actuaciones hay un ligero pasó adelante en comparación a la entrega anterior, pero siguen sin ser las mejores. Mientras que en producción es donde si se nota una gran diferencia en cuanto al presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no está mal, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos (en su mayoría prácticos) están bien hechos y la labor de maquillaje es bastante buena.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 está ok. Una mejora con respecto a la primera entrega para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer.

Ojometro:
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martes, 23 de abril de 2024

Crítica: Abigail (2024)

Película dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Ready or Not, Scream), cuyo guión fue escrito por Stephen Shields y Guy Busick. Se estrenó en cines el pasado 19 de abril dentro de los Estados Unidos y México, recaudando hasta la fecha $15.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de secuestrar a la hija bailarina de una importante figura de los bajos mundos, un grupo de criminales se oculta en una alejada mansión. Aunque lo que no saben es que están encerrados junto a una niña que no es normal.


Comentarios generales:

Los integrantes de Radio Silence se han convertido en unos de los exponentes más relevantes del cine de terror en los últimos años y cuando se supo que habían firmado con Universal se generó un interés bastante grande. En gran parte por el misterio alrededor de este proyecto porque no se sabía si iba a estar vinculado con los Universal Monsters dado a la película en la que está vagamente basada (“Dracula's Daughter”), pero después de verla queda claro que todo eso era irrelevante porque Abigail se puede sostener sin la necesidad de dicho vinculo. 

Ya que lo traído por Bettinelli-Olpin y Gillett es de esas historias que no se toman tan en serio el tema de los vampiros y tratan de manifestarlo sin tener como principal propósito el ridiculizarlos, lo cual ayuda a que desde el primer acto las cosas funcionen de manera efectiva incluso sabiendo desde el inicio que Abigail es un vampiro. Algo que evidentemente le quita cierto misterio a la introducción, más eso no la vuelve aburrida debido a que se tiene la capacidad para hacer de la presentación de los personajes una entretenida no solo por su contraste de personalidades, sino también porque la mayoría logra establecer de manera clara su propósito en todo esto y no queden parados como simples sacos de carne desechables.

Aunque también es indudable que lo mejor llega justo cuando Abigail empieza la masacre debido a que de inmediato hace que el ritmo se acelere bastante por medio de persecuciones intensas en las que se pone en manifiesto lo peligrosa que es y además ayudan a que el nivel de intensidad se vaya incrementando de manera progresiva gracias a que tampoco se escatima al momento de presentar buenas dosis de violencia en pantalla.

Siempre combinándolas con momentos un poco extravagantes y con cierto humor que brindan la oportunidad de establecer una dinámica muy entretenida en la que el grupo de delincuentes siempre va un paso atrás sin importar lo que hagan, siendo esto aprovechado también para ir mostrando de a poco cuales serán los convencionalismos del cine de vampiros que si aplican en esta ocasión. Logrando así un balance sólido que permite construir situaciones de riesgo que van teniendo mayor impacto tanto en lo visual como en lo narrativo.

Con todo lo anterior se deja puesta la mesa para una parte final potente en la que el conflicto entre Joey y Frank escala de una manera sorpresiva que definitivamente le da frescura a un desenlace que cuenta con varios litros de sangre y además deja abierta la posibilidad para algo más grande a futuro.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco sólido con Melissa Barrera (Joey), Dan Stevens (Frank), Kathryn Newton (Sammy) y Kevin Durand (Pete) mostrando una gran química como el grupo de delincuentes. Mientras que Alisha Weir como Abigail está genial con la dualidad de su personaje que pasa de ser una niña inocente a un verdadero monstruo sin piedad.

También en lo que se refiere a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje resulta muy efectiva.

Opinión final: Abigail me gustó. Película de vampiros divertida que no se toma tan en serio y te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
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viernes, 19 de abril de 2024

Crítica: Camp Pleasant Lake (2024)

Película escrita y dirigida por Thomas Walton. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un matrimonio le inyecta vida a un viejo campamento como atracción para los amantes del terror, aprovechando una tragedia del pasado que lleva 20 años sin resolverse. Pero todo sale mal cuando extraños sucesos tienen lugar y las victimas empiezan a acumularse.


Comentarios generales:

Honestamente cuando vi el trailer de Camp Pleasant Lake supe de inmediato que iba a ser uno de esos slashers que le han generado tan mala fama a dicho subgénero; sin embargo, como suelo hacerlo con todas las películas que veo, decidí darle el beneficio de la duda. Aunque no me esperaba que el resultado fuera tan desastroso como lo terminó siendo.

Y es que lo traído por Walton básicamente cava su propia tumba desde los primeros minutos al acabar con el único requisito fundamental para que este tipo de trabajos logren mantener el interés del espectador, ósea… ocultar la identidad del asesino el mayor tiempo que sea posible. Evidentemente no mostrándola de manera tan explicita pero cualquiera con la más mínima capacidad de atención sabrá quién será asesino sin esfuerzo alguno y por lo consiguiente puede descifrar hacía donde irán las cosas desde muy temprano, convirtiendo así en una pesadilla el poder elaborar una historia que por sí misma da muchos tumbos al momento de querer encontrar cierta identidad.

Ya que a pesar de que con el paso de los minutos pretenden establecer algo más o menos serio sustentándose en la tragedia del pasado, lo cierto es que esto lo mezclan con una clase de humor involuntario que jamás permite desarrollar la masacre de una manera entretenida. Simplemente todo lo que ocurre se siente muy aleatorio y lo que debería de ser algo lleno violencia se termina convirtiendo en un ciclo repetitivo de apuñalamiento demasiado aburrido que, para empeorar las cosas, tiene que lidiar con el hecho de que las mayoría de las víctimas no son actores profesionales y gracias a ello ninguna de las muertes logra tener algún tipo de impacto significativo que añada fuerza a la trama.

Dejando con esto una parte final en la que se trata de presentar un poco más de caos para incrementar la sensación de locura y disimular la desabrida revelación del asesino con resultados bastante pobres que solo vuelven incoherente el desenlace. Además de que la mayoría de las respuestas a cosas fundamentales se dan fuera de cámara o de plano nunca llegan.

Sobre las actuaciones hay que mencionar que la gran mayoría de quienes mueren en pantalla son fans que cooperaron en la financiación de la película y es muy obvio que no tienen ningún tipo de background en actuación. Mientras que los actores profesionales tampoco tienen muchas cosas para destacar.

En cuanto a producción, se nota el limitadísimo presupuesto: el trabajo de fotografía es cumplidor, la dirección de arte deja mucho que desear, el score es genérico, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos no están tan mal y la labor de maquillaje no presenta nada memorable.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Camp Pleasant Lake es muy mala. Uno de esos claros ejemplos de todo lo que puede estar mal en un slasher.

Ojometro:
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sábado, 13 de abril de 2024

Crítica: Stopmotion (2024)

Producción británica dirigida por Robert Morgan (ABCs of Death 2), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Robin King. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Ella Blake (Aisling Franciosi) es una animadora de stop-motion que sufre para tratar de controlar sus demonios tras la pérdida de su exigente madre y la presión para poder terminar su nueva película.


Comentarios generales:

Después de diez años mis recuerdos de “ABCs of Death 2” son vagos, sin embargo, todavía tengo más o menos presente en mi memoria el cortometraje de stop motion que incluía debido a lo peculiar que era visualmente hablando. Por ello es que Stopmotion me resultaba interesante porque quería ver que tanto podía desarrollar su visión el propio director combinando la animación con actores reales, aunque el resultado final no ha sido tan convincente.

Y es que lo traído por Morgan es una historia en la que trata de integrar su experiencia con el stop motion de una manera que de inicio parece natural, pero con el pasar de los minutos se va quedando como una simple ocurrencia cuyo principal aporte tiene que ver más con lo visual. Ya que realmente la problemática de Ella no es algo que te genere gran empatía hacia ella y la forma en la que trata de sobrellevar la pérdida de su madre carece de cosas de interés para el espectador, quien probablemente encontrará más llamativo cualquier momento con la animación que con el derrumbe mental que empieza a ser evidente desde temprano.

Un derrumbe que pretende convertir el tono en uno más oscuro conforme nuestra protagonista va avanzando en la creación de su película, utilizando situaciones que se pueden catalogar como extrañas pero jamás sin llegar a ser tan extremas como para sustentar la experiencia solo en el shock. Optando mejor por jugar con el lado psicológico al tener la presencia de un personaje en especifico que indudablemente está ahí para generar ciertas dudas, aunque la verdad es que conforme se entra al segundo acto uno puede descifrar sin demasiados contratiempos su naturaleza y eso provoca que las acciones se empiecen a volver un tanto aburridas dado a que el comportamiento errático de Ella lleva a situaciones que no logran aportar gran impacto y son, casi en su totalidad, demasiado genéricas.

Ante esto la parte final queda con la obligación de presentar algo que resulte trascendente y, a pesar de los problemas previos, lo consigue de cierto modo. Más que nada porque el director por fin se atreve a elevar un poco más el nivel de intensidad para construir un suceso con la fuerza suficiente como para que la locura que se pretende reflejar en pantalla sea convincente, además de que también es en el desenlace donde se pueden notar algunos de los momentos más llamativos desde el lado técnico.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, Aisling Franciosi cumple pero nunca logra ofrecer algo tan potente considerando la situación que vive su personaje. Mientras que en producción se nota un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score no está nada mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son de buen nivel y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Stopmotion está pasable. Película un tanto vacía cuyos visuales terminan rescatándola de ser algo peor.  

Ojometro:
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martes, 9 de abril de 2024

Crítica: The First Omen (2024)

Precuela dirigida por Arkasha Stevenson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Tim Smith y Keith Thomas. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 5 de abril, recaudando hasta la fecha $17.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Margaret (Nell Tiger Free) es una joven estadounidense enviada a Roma para que inicie su vida como monja, pero estando ahí encontrará una oscuridad que la hace cuestionar su fe y revela una aterradora conspiración para lograr el nacimiento del anticristo.


Comentarios generales:

Siempre he pensado que “The Omen” es un producto muy de su época y tratar de replicar su estética setentera, así como lograr un impacto significativo con un tema tan explotado no es nada sencillo. Por eso es que cuando se anunció The First Omen me tome con mucha cautela lo que podría llegar a ser este proyecto, sobre todo porque vivimos en tiempos en los que los estudios están tratando de exprimir las franquicias de terror lo más que se pueda debido a su rentabilidad, pero al final lo que me encontré es una precuela más que digna.

Y es que lo traído por Stevenson no pretende integrar mil cosas de golpe al universo de The Omen y mejor se opta por seguir un camino no tan apantallante, pero si lo suficientemente competente para lograr que esta historia vaya adoptando poco a poco la esencia de la franquicia. Presentándonos a una protagonista tan pura como Margaret que tiene que lidiar con el entorno más hostil, alocado y misterioso de Roma para generar así durante el primer acto un contraste idóneo con el que se van construyendo distintos tipos de sucesos en los que se implanta claramente la idea de que existe algo retorcido a su alrededor, no solo por su acercamiento con Carlita, sino también por otro tipo de cosas.

Logrando así que en todo momento existan dudas y mucho misterio, lo cual ayuda a generar una atmósfera pesada que se va magnificando conforme el lazo Margaret/Carlita se vuelve más fuerte. Llevando a momentos que aportan las dosis de impacto necesarias para que el ritmo jamás decaiga y se pueda ir desarrollando una problemática mucho más profunda con la que se explote el tema satánico teniendo a la iglesia muy involucrada; además de que poco a poco los peligros se vuelven más complejos de afrontar para nuestra protagonista debido a que se encuentra completamente rebasada tanto por los individuos que quieren frenarla como por ciertas revelaciones que cambian por completo el rumbo de la parte final.

Una que resulta visualmente potente, oscura y con un grado de intensidad agradable. Aunque lo más importante es que esclarece las dudas principales en lo que respecta a la conexión con la película de 1976 y además integra cosas nuevas que establecen las bases para poder seguir con esta línea de sucesos si es que hay interés por expandir la franquicia.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Nell Tiger Free está muy bien, logra desde temprano que su personaje te importe y el progresivo cuestionamiento a sus creencias funciona a la perfección. Además de que el grupo de secundarios le ayuda a desarrollar de manera sólida situaciones de mayor shock.

Mientras que en producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es tremendo, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The First Omen me gustó. Una precuela sólida que sin duda es lo mejor que la ha pasado a la franquicia desde la película original.

Ojometro:
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viernes, 5 de abril de 2024

The Walking Dead: The Ones Who Live

El pasado 31 de marzo llegó a su fin The Walking Dead: The Ones Who Live, probablemente el spin-off que mayor expectativa generó de los tres anunciados tras el final de la serie principal. El cual tenía la importante tarea de contarnos una historia que había quedado inconclusa y que originalmente estaba pensada para mostrarse en cines, pero que tras diversos contratiempos terminó llegando a TV y afortunadamente ha podido ofrecer un producto que puedo decir sin problemas que es de lo mejor de la franquicia.

En cuanto a ratings la mini serie contó con un promedio de 871,000 espectadores, siendo el tercer episodio (“Bye”) el de mayor audiencia con 905,000. Números extremadamente buenos para AMC que superaron tanto a los de Dead City como a los de Daryl Dixon, aunque al parecer no hay planes para realizar más temporadas.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Química entre Rick y Michonne


Indudablemente la razón principal por la que The Ones Who Live funciona tan bien es por la química que tienen Andrew Lincoln y Danai Gurira en pantalla, lo cual convierte a la dupla Rick/Michonne en algo sumamente especial en cada situación que tienen que afrontar.

Y es que como se menciona en la propia serie, estando ellos dos juntos se siente que son capaces de poder superar cualquier cosa y con el pasar de los episodios es precisamente eso lo que demuestran. No solo desde el lado violento ante los zombies o con otros humanos, sino también ante desafíos más personales que ponen en riesgo su relación.


Conflictos internos de Rick


Uno de los mayores temores que existían sobre The Ones Who Live era que la trama solo se centrará en Rick tratando de escapar de una nueva comunidad y aunque ese es el punto central, lo cierto es que se dio bajo un enfoque diferente al esperado.

Ya que en esta ocasión nos pusieron ante un Rick Grimes vulnerable que ya no era el líder implacable que todos conocíamos, sino que mentalmente era un hombre quebrado que había aceptado su reclusión y en base a ello se fue construyendo cierto conflicto con la propia Michonne que le dio un buen sustento a varios episodios.


Nuevos y efímeros personajes secundarios 


En general lo que vimos fue una historia que se centró más que nada en sus protagonistas, pero eso no evitó que se pudieran tener algunos personajes secundarios interesantes que brindaran el apoyo suficiente a la historia sin extender demasiado su presencia. Siendo Pearl Thorne, el Coronel Johnathan Beale y Pat los más relevantes.


Muerte de Jadis


Si había otro personaje de TWD cuya historia había quedado inconclusa era Jadis, así que verla de vuelta fue agradable. Sobre todo porque siguió manteniendo ese enigma a su alrededor que siempre la caracterizó y la manera en la que se construyó su muerte, donde se pusieron en juego sus propias convicciones, fue uno de los puntos más altos de la serie.


Reunión de Rick con Judith


La verdad no hay mucho que decir, este era EL momento que tenía darse y afortunadamente pudieron mostrarlo para contar con un final emotivo que significa mucho para quienes vieron TWD desde sus inicios.


Valores de producción 


No se sabe realmente cuánto fue el presupuesto para cada episodio, pero si se pudo notar un nivel de producción bastante superior incluso comparándola con los otros spin-offs. Brindándole así una dosis de espectacularidad visual necesaria a momentos clave que magnificaban los peligros que representaban tanto los humanos como los zombies. 


Episodios imperdibles:

(1) Years
(2) Gone 
(3) Bye
(4) What We
(5) Become
(6) The Last Time 


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LO NEGATIVO


Corta duración 


Honestamente lo único negativo que puedo decir es que la serie fue demasiado corta y probablemente un par de episodios extra hubieran ayudado a profundizar un poco más sobre la CRM o algún otro aspecto, pero tampoco me parece algo que afecte de gran manera el resultado final.

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Opinión final: The Walking Dead: The Ones Who Live ha sido genial de principio a fin. Una mini serie que sabe perfectamente lo que quiere contar, sustentándose en la gran química entre sus dos protagonistas, un gran desempeño visual/técnico y retomando un poco las bases de lo que hizo a la serie original tan popular en sus primeros años.

martes, 2 de abril de 2024

Crítica: Lisa Frankenstein (2024)

Película dirigida por Zelda Williams, cuyo guión fue escrito por Diablo Cody. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero y posteriormente hizo lo propio en VOD el pasado 27 febrero, mientras que su salida en formato físico está programada para el 10 de abril.

Sinopsis:

Es el año 1989 y Lisa (Kathryn Newton) es una chica adolescente que tiene problemas para adaptarse a su nueva vida tras la muerte de su madre. Pasando mucho tiempo en el cementerio hablando con la tumba de un joven Victoriano que murió en 1837 y que, para su sorpresa, tras una noche de truenos revive como zombie.


Comentarios generales:

Mentiría si dijera que soy fan de Diablo Cody, realmente nunca he podido conectar con sus guiones y su único acercamiento al género (Jennifer’s Body) me pareció terrible. Sin embargo, siempre estoy abierto a ver cosas que tengan que ver con el terror independientemente de las personas involucradas y la verdad es que Lisa Frankenstein parecía tener potencial para dejar una buena marca, aunque al final se quedó lejos de lograrlo.

Ya que lo traído por Zelda Williams es una comedia de terror que se queda corta en ambos frentes al contarnos una historia que en general sigue una línea básica de comedia adolescente que al inicio resalta gracias a la propia rareza de Lisa y la relación que mantiene con su hermanastra Taffy, la cual ayuda a crear un contraste de personalidades interesante y sirve como una vía rápida para entender el contexto familiar que se vive. Logrando así que los primeros 20/25minutos fluyan sin demasiados contratiempos e incluso el humor un tanto bobo funcione de manera conveniente para los propósitos más básicos de la trama.

Lo malo es que una vez que se integra al zombie las cosas no presentan un cambio radical en cuanto a la dinámica general y su presencia por momentos es más de mero adorno que otra cosa, eso mientras nuestra protagonista va sufriendo un cambio de personalidad que se siente demasiado forzado por la manera en que este es provocado. Algo que claramente está pensado para ir incrementando de a poco el nivel de violencia e ir añadiendo algunas muertes que justifiquen el lado del terror, pero que resultan tan poco impactantes que la verdad no aportan nada particularmente relevante mientras también se va desarrollando un tema amoroso que, como varios aspectos de esta película, solo está ahí porque si.

Dejándonos así con una parte final que debe de tratar de solucionar varios problemas y en su intento por lograrlo solo ocasiona que todo se sienta acelerado. Simplemente no se le da tiempo a nada para que se desarrolle de buena forma, aunque por lo menos se puede obtener cierto cierre “emotivo” con las propias hermanas para que el desenlace no se sienta tan vacío.

En cuanto a las actuaciones Kathryn Newton lo hace bien, no es un papel tan extremo como uno pensaría pero en general cumple con su dosis de locura obligatoria. Mientras que Liza Soberano (Taffy) resulta ser un buen contrapeso para ella con un personaje totalmente opuesto que incluso por momentos es más agradable que la propia Lisa.

Sobre la producción hay que decir que nos topamos con una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos no son nada espectaculares y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Lisa Frankenstein está pasable. Honestamente no me terminó de convencer, pero a lo mejor con un público más joven sea distinto.

Ojometro:
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viernes, 29 de marzo de 2024

Crítica: Vermines (2023)

Producción francesa dirigida por Sébastien Vanicek, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Florent Bernard. Se estrenó en cines dentro de Francia a finales de diciembre del año pasado, mientras que hizo lo propio en México el 21 de marzo; recaudando hasta la fecha $2.03 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Kaleb (Théo Christine) es un apasionado de los animales exóticos y un día adquiere una peculiar araña venenosa que se le termina escapando. Iniciando con ello una verdadera pesadilla para él y todos los vecinos dentro del edificio en el que vive.


Comentarios generales:

Las arañas pertenecen al grupo de animales que históricamente siempre han estado ligados al cine de terror y películas como “Tarantula”, “Arachnophobia” o la divertidísima “Eight Legged Freaks” se encargaron de posicionarlas manera interesante ante los ojos de los fans en distintas épocas. Sin embargo, con el pasar del tiempo han ido quedando un poco olvidadas y los contados intentos por darles nuevamente algo de relevancia no han sido tan efectivos, pero probablemente Vermines pueda cambiar eso.

Y es que lo traído por Vanicek es de esos trabajos que tienen perfectamente claro cuál es su propósito y las fortalezas con las que cuenta para poder alcanzarlo, incluso si durante el primer acto no es tan evidente. Más que nada porque está completamente destinado a presentar a un grupo de personajes bastante ruidosos con los que es complicado poder involucrarse de inicio, pero que definen perfectamente el ambiente que se vive en ese edificio y la compleja dinámica en la que están involucrados que hace del lugar el escenario ideal para la evolución de una amenaza que parece ser un tanto ridícula.

Obvio con lo anterior el ritmo no resulta ser el más atractivo porque las acciones tardan un poco en explotar, aunque una vez que se empieza a mostrar lo peligrosas que son las arañas este cambia de golpe y no vuelve a retroceder en lo que resta del metraje.

Sobre todo porque el director tiene la capacidad para mantenerte siempre expectante al momento de utilizar a las criaturas de diversas formas, ya sea bajo circunstancias que cualquiera de nosotros ha podido experimentar cuando nos aparecen de la nada en nuestros hogares o por medio de situaciones mucho más exageradas cuyo propósito es añadir el shock necesario con el que se logra generar una sensación de peligro elevada y además un tono mucho más oscuro del que pudieras esperar al estar complementado con un poco de crítica sobre cómo las autoridades están dispuestas a sacrificar a los más indefensos en la sociedad para evitar una catástrofe mayor.

Llevándonos así por varios momentos muy bien logrados que cumplen totalmente con el propósito de ir mostrando la evolución de las arañas y la propia relación de los personajes bajo unas buenas dosis de acción. Las cuales llegan a su punto más alto justo con una parte final en la que se suelta todo el despliegue de efectos para lograr un desenlace muy efectivo en el que se juega con la idea de que los propios humanos son igual de peligrosos e impredecibles que los arácnidos.

Sobre las actuaciones hay que decir que son correctas en general, siendo tal vez el propio Théo Christine el más flojo de todos porque realmente tiene complicaciones al momento de mostrar un mayor rango emocional cuando es necesario. Mientras que en producción tenemos cosas para destacar: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son bastante buenos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Vermines me gustó. Una grata sorpresa no apta para aracnofóbicos que sabe perfectamente qué es lo que quiere.

Ojometro:
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martes, 26 de marzo de 2024

Crítica: Ghostbusters: Frozen Empire (2024)

Película dirigida por Gil Kenan (Poltergeist), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jason Reitman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 22 de marzo, recaudando hasta la fecha $61.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando el descubrimiento de un antiguo artefacto libera a una poderosa fuerza del mal, la nueva y la antigua generación de los Ghostbusters tendrán que unir fuerzas para proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Edad de Hielo.


Comentarios generales:

“Ghostbusters: Afterlife” representó un regreso más que satisfactorio para una franquicia que durante años estuvo olvidada a pesar de tratarse de uno de los grandes fenómenos de la cultura pop en los 80s, así que era lógico que hicieran una secuela. Aunque el hecho de que no regresara Jason Reitman tras la cámara era una preocupación dado que él parecía ser el principal motor de todo esto y creo que con Frozen Empire queda un poco en evidencia.

Y es que aunque lo presentado por Kenan no es malo, si te deja con la sensación de que a este le falta una mayor comprensión sobre lo que verdaderamente quieren ver los fans, ya que al traernos una historia que se centra en el salto a la adolescencia de Phoebe Spengler hace que el tono sea mucho más serio del que debería y de paso hace que gran parte del numeroso elenco quede algo relegado. Sobre todo durante una primera mitad en la que sin duda vemos algunos buenos momentos que funcionan porque recurren a la nostalgia de manera bien pensada, pero de a poco van resultando insuficientes para que la problemática central se sienta lo suficientemente relevante y a gran escala.

Siendo esto un problema porque realmente nunca se manifiesta un nivel de urgencia importante que justifique la presencia de todos los Ghostbusters, a los cuales se les trata de brindar pantalla por medio de fragmentos rodeados de un humor que a veces funciona y otras no. Provocando con esto que el ritmo no sea tan ágil como uno esperaría, pero también hay que reconocer que conforme se van uniendo las piezas durante la segunda mitad este va mejorando porque el tono serio del inicio ya no resulta tan predominante y así se le da paso a la acción que trae consigo elementos característicos de la franquicia con los que se puede explotar el tema apocalíptico por medio de un mayor espectáculo visual.

Lo cual roza su punto más alto durante una parte final que es bastante entretenida en términos generales. Especialmente porque ahora si la amenaza resulta imponente y se logra obtener un balance adecuado entre las generaciones para construir un enfrentamiento con su buena dosis de espectacularidad y nostalgia, dejándonos así un desenlace satisfactorio que definitivamente prepara el escenario para una tercera entrega.

En cuanto a las actuaciones no hay mucha diferencia a lo visto anteriormente, aunque Mckenna Grace y Paul Rudd claramente toman un rol todavía más relevante. Mientras que en producción tenemos nuevamente una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Ghostbusters: Frozen Empire está entretenida. Secuela en la que no todo funciona, pero te hace pasar un rato agradable.

Ojometro:
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viernes, 22 de marzo de 2024

Crítica: Imaginary (2024)

Película dirigida por Jeff Wadlow (Truth or Dare, Fantasy Island), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Greg Erb y Jason Oremland. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 8 de marzo y en México hizo lo propio el pasado 14 de marzo, recaudando hasta la fecha $23.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando Jessica (DeWanda Wise) se muda con su nueva familia a la casa de su infancia, su pequeña hijastra empieza a hablar con un amigo imaginario ligado a un osito de peluche. Aunque con el pasar de los días su extraño comportamiento empezará a ser motivo de preocupación.


Comentarios generales:

Probablemente Imaginary haya sido una de las películas que más expectativas generó dentro del cine de terror en estos primeros meses de 2024, no solo por tratarse de una producción de Blumhouse, sino porque su concepto en general resultó ser muy mercadeable. Eso daba buenas sensaciones, pero cuando vi quién era el director rápidamente sabía que debía de bajar mis expectativas dado a que suele ser el encargado de los proyectos más genéricos del estudio y tristemente este no ha sido la excepción.

Ya que aunque Wadlow en esta ocasión nos ofrece algo mejor que sus dos anteriores propuestas, la verdad es que sigue sufriendo al momento de poder redondear sus ideas sin caer en lo absurdo. Lo cual es una pena porque aquí tenemos una historia que durante el primer acto logra proponer una situación interesante por medio de un concepto simple para ir construyendo vínculos entre los personajes que hacen que el tema del amigo imaginario encaje a la perfección y además contenga el misterio suficiente en lo que respecta a lo que hay detrás del oso de peluche.

El problema es que una vez que se plantea esto las cosas no se desarrollan de una manera que vaya incrementando el nivel de tensión ante el comportamiento de la hijastra y poco a poco las cosas empiezan a estar rodeadas de una pesadez notoria que, para colmo, se magnifica conforme le dan vueltas a lo mismo una y otra vez. Esperando a que sea una relevación que involucra a Jessica la que pueda solucionar todos los problemas y por ciertos lapsos lo consiguen dado a que una vez que se expone eso entramos a territorios más fantasiosos que indudablemente cambian la dinámica, sin importar que para conseguirlo tengan que ir presentando ciertas situaciones que no resultan tan convincentes.

Algo que la parte final termina resintiendo porque todo lo que ocurre se siente forzado y con soluciones demasiado rebuscadas. Sin embargo, también hay que decir que por lo menos en esta parte las dosis de acción se incrementan y por lo consiguiente la intensidad es la necesaria como para ofrecer un desenlace entretenido.

Las actuaciones no las encontré tan malas; de hecho, DeWanda Wise creo que hace un trabajo adecuado en cuanto al nivel emocional y eso ayuda a solventar bastantes cosas. Mientras que en producción tenemos una buena factura en general: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Imaginary está pasable. Película con algunas cosas interesantes para perder el tiempo cuando salga en streaming.

Ojometro:
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martes, 19 de marzo de 2024

Crítica: Prey for the Bride (2024)

Película dirigida por Dany J. Boyle (The Man with My Husband’s Face) y escrita por Bryan Dick. Se estrenó el pasado 16 de febrero directamente en Tubi, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de damas de honor viajan a Napa para una despedida de soltera, aunque estando ahí se encontrarán en gran peligro cuando un hombre con máscara de lobo empieza a asecharlas.


Comentarios generales:

Si hay algo que reconocerle a Tubi es su persistencia debido a que actualmente ninguna otra plataforma de streaming produce tantas películas de terror como ellos. Obvio la mayoría con una calidad muy cuestionable que vuelve casi imposible recomendarlas, pero en algún punto esa perseverancia les iba a tener que dar resultados decentes y creo que con Prey for the Bride es la primera vez que lo logran.

Ya que lo traído por Boyle es un slasher bien hecho que no tiene pretensiones demasiado altas y eso ayuda muchísimo a que su historia funcione a pesar de que no propone nada nuevo e incluso carece de grandes cantidades de sangre o muertes llamativas. Apegándose al librito desde un primer acto que inicia como debe y luego opta por una construcción un tanto pausada para presentar a un grupo de amigas que al no ser las típicas adolescentes pueden ofrecer un poco más de profundidad a los personajes, implantando rápidamente la duda sobre si ellas tuvieron algo que ver con el problema que se les vendrá más adelante y por lo mismo haciendo que el misterio en si resulte por lo menos interesante desde temprano.

Desarrollándose todo de una manera bastante simple y clara, aunque también hay que decir que al entrar al segundo acto las cosas se tambalean un poco debido a que la presencia constante del asesino tarda en darse y las muertes para ir exponiendo su peligrosidad no son precisamente algo para recordar. Sin embargo, una vez que se entra a la dinámica de riesgo constante se vuelve a encontrar un cierto nivel de estabilidad que permite ir construyendo escenas efectivas que poco a poco exponen las mentiras que rodean al grupo para ir generando tensión desde varios frentes y así mantener oculta durante el mayor tiempo posible la identidad del asesino.

Lo cual ayuda a que el interés se mantenga intacto para llegar a una parte final que en general es entretenida por la intensidad que maneja. Logrando con esto que la revelación definitiva funcione mucho mejor de lo esperado y con ello el desenlace pueda plantear una disyuntiva que es difícil de ver en un slasher actualmente.

Las actuaciones están bien, hay una buena química entre el elenco y eso ayuda a que funcione la mayoría de las cosas que intentan. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es básica, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Prey for the Bride está aceptable. Slasher competente que es sin duda de lo mejorcito que ha producido Tubi.

Ojometro:
***

viernes, 15 de marzo de 2024

Crítica: Alice in Terrorland (2024)

Película escrita y dirigida por Richard John Taylor (Muse). Se estrenó en DVD dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero y en México llegó a las salas de cine este pasado 7 de marzo.

Sinopsis:

Una adolescente que recientemente perdió a su familia se va a vivir con su abuela a una casa aislada en el bosque, sin saber que fuerzas siniestras acechan en su interior.


Comentarios generales:

Ante el sorpresivo éxito que fue “Winnie-the-Pooh: Blood and Honey” no es de extrañar que se venga una oleada de producciones basadas en cuentos clásicos que ya forman parte del dominio público debido a que esto genera una curiosidad natural en las personas ante la posibilidad de ver cosas raras. Una tendencia que a mí también me llama la atención y estoy dispuesto a seguir de cerca; sin embargo, películas como Alice in Terrorland vuelven eso un poco complicado.

Y no tanto porque espere ver obras maestras que cambien el rumbo del género, pero si por lo menos ver un esfuerzo con el que traten de justificar la adaptación de la obra con algo que pretenda ser entretenido y no un simple intento por obtener atención fácil solo por hacer la “travesura”. Algo que lamentablemente Richard John Taylor no entiende y gracias a eso nos pone ante una experiencia que resulta todo un suplicio ante lo tremendamente aburrida que es de principio a fin.

Esto por medio de una historia que siempre pretende manejar un tono depresivo y oscuro que al inicio puede resultar interesante, aunque no tiene que pasar mucho tiempo para caer en cuenta que esto no es más que una fachada con la cual se pretende ocultar varios problemas al momento de desarrollarla. No solo porque la integración de los elementos de la obra de Lewis Carroll es por demás forzada, sino porque en realidad el director de manera intencional alarga varias escenas por medio de diálogos interminables para rellenarlas ante lo huecas que son y eso provoca que el ritmo sea demasiado lento; en especial durante los sueños en los que se sustenta toda la fantasía y cuyo propósito es ir soltando pistas sobre la situación de nuestra protagonista.

Un recurso que probablemente hubiera funcionado un poco mejor de no ser porque uno puede descifrar en cuestión de minutos lo que está ocurriendo y los intentos por tratar de ocultarlo son demasiado mediocres como para ignorarlo. Además de que las cosas jamás logran subir de intensidad durante el segundo acto dado a que pareciera que el pensamiento siempre fue que con lo extravagante de los icónicos personajes era más que suficiente y no había necesidad de recurrir a momentos más extremos.

Con todo lo mencionado anteriormente uno llega a la parte final desesperado e implorando que esto acabe para poder irse a hacer otras cosas y aunque por ahí intentan agregar un poco más de dinamismo con la revelación que no va a sorprender nadie, lo cierto es que el desenlace es tan blando y carente de emociones que solo te quedas con una sensación de vacío muy grande.

Las actuaciones son pobres en general, algunas resaltan un poco más por la extravagancia misma de los personajes pero realmente no hay nada para destacar. Mientras que en producción se nota el muy bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no está mal, la dirección de arte es decepcionante tomando en cuenta la obra que es, el score resulta genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son de baja calidad y la labor de maquillaje está bien.

Opinión final: Alice in Terrorland es terrible. Evítenla a toda costa.

Ojometro:

martes, 12 de marzo de 2024

Crítica: Double Blind (2024)

Producción irlandesa dirigida por Ian-Hunt Duffy y escrita por Darach McGarrigle. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de febrero, mientras que su salida en formato físico se dio justo esté 12 de marzo.

Sinopsis:

Después de que un test de una droga experimental saliera mal, los sujetos de prueba enfrentan un terrible efecto secundario: si se quedan dormidos morirán. Ahora, atrapados en una instalación en cuarentena, el pánico se desata mientras tratan de escapar y mantenerse despiertos.


Comentarios generales:

En ocasiones anteriores ya he hablado sobre cómo hay películas que uno simplemente no tiene en su radar y de la nada aparecen llamando tu interés, siendo ese el caso de Double Blind. Un trabajo cuya premisa no es que desbordara originalidad, pero que con solo ver su trailer se podía intuir que había cierto potencial para al menos pasar un buen rato y eso es precisamente lo que ocurrió.

Ya que lo presentado por Ian-Hunt Duffy es de esas historias que definitivamente tienen un factor de predictibilidad marcado pero en todo momento notas que tratan de ocultarlo de la mejor manera que se pueda, aunque no sin antes tener que pasar por unos primeros minutos que no son los más atractivos. Donde la presentación de los personajes y del test de prueba se realiza de la manera más estándar posible, construyendo ciertas situaciones que claramente te venden la idea de que hay algo macabro detrás sin que expongan nada memorable entre este grupo de individuos cuyas personalidades no destacan demasiado salvo por la “amistad” que logra formar nuestra protagonista (Claire) con alguien más.

Ante esto el ritmo es uno bastante tranquilo, aunque en realidad lo que ocurre en pantalla nunca te aburre y afortunadamente cuando inicia el caos se da un cambio inmediato en ese sentido para que la sensación de desesperación resulte mucho más marcada una vez que se da la primera muerte. Logrando con esto que el segundo acto tenga algunas buenas dosis de impacto mientras se desarrolla una problemática que no es tan compleja como lo quieren hacer suponer y por momentos cae en los clichés comunes, pero es lo suficientemente sustancial como para hacer que la locura de los personajes sea interesante durante el proceso de construcción del conflicto decisivo.

Llevándonos así a una parte final que es intensa y se va por un camino que se podía visualizar desde minutos antes sin que le afecte demasiado. Más que nada porque el nivel violencia se intensifica y eso ayuda a que el desenlace tenga más fuerza en términos generales para exponer el mensaje sobre el mundo macabro que existe detrás de las farmacéuticas.

En cuanto a las actuaciones se puede decir que el elenco está bien conformado y Millie Brady (Claire) como la protagonista cumple, aunque la presencia de Pollyanna McIntosh (Dr. Burke) es meramente anecdótica. Mientras que en producción tenemos una factura limpia: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no está mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos no son nada espectacular y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Double Blind está entretenida. Película que se puede ver sin mayores problemas cualquier día.

Ojometro:
*** 

martes, 5 de marzo de 2024

Crítica: Trunk: Locked In (2024)

Película alemana escrita y dirigida por Marc Schießer. Se estrenó a nivel mundial el pasado 24 de enero por medio de Amazon Prime Video, aunque no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Malina (Sina Martens) despierta desorientada en la cajuela de un automóvil y para su horror descubre que le hace falta algo más que su memoria. Ahora, teniendo a su celular como el único vinculo con el exterior, iniciará una brutal batalla por sobrevivir.


Comentarios generales:

Creo que no hay cosa más difícil al momento de hacer cine que tratar de contar algo que se desarrolla dentro de un espacio reducido y con solo un personaje, simplemente los riesgos para que eso salga muy mal son demasiado altos y por lo consiguiente son pocos quienes se atreven a hacerlo. Una peculiaridad que sin duda ayudaba a Trunk: Locked In a resaltar dentro de la plataforma en la que se estrenó porque de lo contrario hubiera pasado totalmente desapercibida.

Y es que lo que nos trae Schießer es un thriller que desde el primer instante deja ver su simpleza y no pierde tiempo en tratar de profundizar demasiado sobre la situación de Malina para involucrar de lleno al espectador. Todo bajo una atmósfera claustrofóbica que ayuda a magnificar la problemática mientras se van exponiendo ciertas decisiones que en estas situaciones se pueden considerar lógicas, pero que al ir fallando una por una generan un nivel de frustración importante para nuestra protagonista que sin duda beneficia a la sensación de total desesperanza que se quiere conseguir.

Gracias a eso se pueden tener unos primeros 30/35 minutos muy agradables en los que el ritmo es ágil y realmente no te aburres; sin embargo, una vez que pasamos este punto las cosas empiezan a volverse un tanto tediosas. Ya que conforme vamos dejando la novedad detrás se cae en una dinámica en donde lo predominante es ver a Malina teniendo largas conversaciones por teléfono que evidentemente están pensadas para brindarle una idea al espectador sobre lo que ocurre afuera con su rescate, pero la verdad ninguna logra tener efectos muy positivos y vuelven pesado el visionado con tanta información que, para el colmo, básicamente revela algo que tendría que ser una sorpresa más adelante.

Dejándonos así ante una parte final que intenta recuperar la dinámica agíl y en cierto modo lo logra, incluso teniendo durante el proceso dicha sorpresa que carece del peso emocional que debería. Aunque ya para el desenlace las cosas se vuelven un poco más caóticas y eso ayuda a que por lo menos te termines quedando con una sabor agradable a corto plazo.

De las actuaciones hay que decir que Sina Martens lo hace bastante bien considerando la situación que vive su personaje y, salvo por algunos momentos un tanto fastidiosos, logra que nos importe lo que le pudiera llegar a pasar. Mientras que en producción tenemos cosas destacadas a pesar de la simpleza del proyecto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sumamente básica, el score no está mal, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje cumple.

Opinión final: Trunk: Locked In está aceptable. Thriller con altibajos que se puede ver para perder el tiempo.

Ojometro:
***

viernes, 1 de marzo de 2024

Crítica: Stranger in the Woods (2024)

Película dirigida por Adam Newacheck y escrita por Holly Kenney. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Olivia (Holly Kenney) y sus amigos van de vacaciones después de que la encontraran moribunda en su tina tras el funeral de su prometido. Todos piensan que se quiso suicidar, pero ella está convencida de que alguien la quería matar.


Comentarios generales:

Cuando tu película lleva como título Stranger in the Woods realmente no tienes demasiado margen de maniobra debido a que las personas van a esperar algo muy especifico y eso complica bastante las cosas. Obligando con esto a tener que buscar ciertas soluciones para tratar de diferenciarse y en este caso es evidente que se hace un esfuerzo con el que se pueda obtener un resultado competente, más no espectacular.

Ya que lo presentado por Newacheck probablemente no sea la historia más llamativa en cuanto a violencia se refiere, pero trata de compensar eso con un desarrollo de personajes poco habitual en esta clase de trabajos. Ofreciendo así un primer acto en el que lo importante es tratar de comprender la compleja situación que vive Olivia y cómo sus amigos tratan de ayudarla a superarlo, algo que puede no escucharse tan atractivo y aún así funciona dado a que no todo es color de rosa porque también existen ciertas situaciones incomodas que brindan un poco más de realismo a todo esto; además de que la presencia del personaje de Clayton añade un peligro potencial que desde ese momento jamás se puede dejar de lado.

Sin duda una construcción que brinda un colchón suficiente para poder trabajar de forma efectiva durante la segunda mitad del filme, sin embargo, una vez que llega el momento de elevar la intensidad empiezan los problemas. No tanto porque no existan situaciones concretas que puedan aportarla, sino porque realmente al director no le interesa hacerlo debido a que cada que parece estar todo listo para empezar a añadir impacto este recula y mejor opta por no arriesgarse demasiado en lo que se refiere a la violencia en pantalla, limitando el número de muertes (solo hay una) con tal de seguir incrementando las dudas con respecto a las intenciones de Clayton basándose únicamente en su extraña personalidad.

Llevándonos así a una parte final que puede ser un tanto predecible si uno se fija en determinadas cosas previas, pero por lo menos es aquí donde se puede notar mayor dinámica. Teniendo como resultado un desenlace con bastante fuerza que ata todos los cabos sueltos y resuelve el conflicto utilizando un poco más de sangre.

Las actuaciones son cumplidoras en general, siendo Teddy Spencer (Clayton) quien más destaca y con una Holly Kennedy que no lo hace mal como la protagonista. Mientras que en producción es de una factura cuidada: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es sólido y todo lo referente a efectos/maquillaje es simple.  

Opinión final: Stranger in the Woods está ok. Película cumplidora y un tanto predecible para ver un día que no tengan nada que hacer.

Ojometro:
***

martes, 27 de febrero de 2024

Crítica: Gods of the Deep (2024)

Película escrita y dirigida por Charlie Steeds (Escape from Cannibal Farm, Freeze). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una importante misión submarina llega a una abertura encontrada en el fondo del océano, donde encontrarán una civilización perdida en la que sin desearlo despiertan a una raza de seres de otro mundo.


Comentarios generales:

Hacer terror debajo del océano o terror cósmico es algo que casi siempre requiere un poco más de presupuesto para que lo que quieras contar resulte lo más convincente posible, obvio no es una regla inquebrantable, pero por lo regular es así. Por ello es que Gods of the Deep no era una propuesta que me llamara mucho la atención porque era claro desde que veías el trailer que ese requisito no lo cumplía y lamentablemente tampoco se sabe como compensarlo para que no afecte de manera importante.

Ya que lo traído por Steeds claramente tiene ciertas ambiciones que desde muy temprano uno se puede dar cuenta que no las va a poder alcanzar, sin embargo, también se mantiene la curiosidad por saber cómo va a tratar de solucionarlo. Logrando con esto unos primeros 25 minutos en los que pasan poco o nada no resulten tan pesados y por lo menos tengan la sustancia necesaria para exponer de manera simple a un grupo de personajes con los que se puede intuir rápidamente que tipo de rol tendrán en esta historia y añadir cierto toque de excentricidad en algunos de estos que encaje con el “desastre” que está por venir.

Lo cual afortunadamente no tarda demasiado en llegar, pero honestamente cuando se empiezan a desarrollar los primeros peligros es complicado tomarlos con seriedad y solo te terminas riendo porque varios de los momentos más importantes parecieran que son de una serie de televisión producida en los 70s, especialmente cuando se trata de exponer a la criatura de las profundidades (literalmente es una persona con un disfraz). Ante esto se pierde cualquier clase de impacto que se pudiera dar y poco a poco las cosas van yéndose hacia un camino muy predecible por medio de un conflicto central aburridísimo que se apega a todos los convencionalismos conocidos para tratar de sacar esto adelante.

Dejándonos así ante una parte final que a la que se llega sin demasiado impulso, aunque hay que decir que durante estos minutos es donde se dan los momentos de mayor intensidad. Teniendo como consecuencia que el desenlace por lo menos sea lo más entretenido, a pesar de que mucho de lo que ocurre tiene poco sentido.

Las actuaciones honestamente no son tan malas, la mayoría cumple con lo que tiene para trabajar, solo que tampoco te vas a acordar de alguna de las interpretaciones en un par de horas. Mientras que en producción se nota que el presupuesto fue ínfimo: el trabajo de fotografía no es nada del otro mundo, la dirección de arte es muy básica, el score repetitivo, el trabajo de sonido está bien, los efectos parecen de serie de TV de los 70s y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Gods of the Deep es mediocre. Película que hace lo que puede con lo que tiene, pero sin los mejores resultados.

Ojometro:
**

viernes, 23 de febrero de 2024

Crítica: Baghead (2024)

Producción británica-alemana dirigida por Alberto Corredor, cuyo guión fue co-escrito por Christina Pamies y Bryan McGuire. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido a finales de enero e hizo lo propio dentro de México el pasado 16 de febrero, recaudando hasta la fecha $2.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Iris Lark (Freya Allan) hereda un antiguo pub por parte de su padre y descubre que este guarda un oscuro secreto escondido en su sótano: una criatura cambia formas llamada Baghead. La cual te deja hablar con tus seres queridos fallecidos, aunque no sin algunas terribles consecuencias.


Comentarios generales:

La verdad es que Baghead no era una película que estuviera en mi radar inmediato, pero gracias a las bondades que ofrece México en cuanto a exhibición de cine de terror llegó a las salas de cine durante una época en la que resultó sencillo poder verla. Y honestamente era de esas ocasiones en las que iba con mentalidad bastante abierta porque no sabía qué esperar y al final creo que la experiencia ha sido al menos agradable.

En gran parte porque lo traído por Alberto Corredor es de esas historias que no pretenden elaborar demasiado las cosas y desde muy temprano establece las bases para tener una idea clara sobre cómo será la dinámica general por el resto del metraje, tratando de brindar solo la información suficiente sobre nuestra protagonista y su vinculo con lo que ha heredado. Algo que ayuda a que no tenga que pasar demasiado tiempo para conocer a Baghead y con ello lograr que el primer acto pueda tener un tono oscuro con el que se magnifique lo amenazante de la criatura, cuya peculiaridad visual se ve bien complementada con ciertas reglas utilizadas bajo el propósito de no desgastar de golpe lo que la hace especial.

Unas reglas que ciertamente pueden hacer recordar a “Talk to Me”, aunque aquí el enfoque es un poco diferente dado a que plantea más que nada el ¿y tú qué harías? ante la posibilidad de poder obtener dinero fácil. Lo cual evidentemente solo sirve como excusa para solidificar la peligrosidad de Baghead y sus verdaderas intenciones, llevando así a un segundo acto que no te aburre pero si empieza a mostrar ciertas flaquezas al momento de profundizar sobre la maldición debido a que se va soltando información de manera demasiado apresurada y sin ningún tipo de estructura bien pensada con la que se pueda darle claridad a las cosas.

Ante esto se llega de manera intempestiva a una parte final a la que sin duda le hubieran beneficiado unos cuantos minutos más para poder desarrollar mejor ciertos sucesos fundamentales. Aunque también hay que decir que se logra generar la intensidad suficiente para que el desenlace funcione y además deje buenas sensaciones al optar por no irse hacía el camino fácil.

De las actuaciones no hay nada que pueda considerar espectacular, aunque al menos Freya Allan hace un trabajo sólido como la protagonista. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Baghead está aceptable. Película para pasar el rato que podría haberse beneficiado de unos minutos extra.

Ojometro:
***

martes, 20 de febrero de 2024

Crítica: Skeletons in the Closet (2024)

Película dirigida por Asif Akbar, cuyo guión fue co-escrito por Koji Steven Sakai y Joshua A. Cohen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Asechada por un malvado espíritu desde su infancia, una madre desesperada accede a ser poseída con la esperanza de salvar la vida de su hija enferma en etapa terminal.


Comentarios generales:

Cuando una película de terror tiene un elenco en el que se encuentran Terrence Howard, Cuba Gooding Jr. y a Udo Kier difícilmente va a pasar desapercibida, brindándole una exposición mucho mayor a la que normalmente hubiera tenido con otros nombres. Por ello Skeletons in the Closet me llamaba la atención y tenía las esperanzas de ver algo de buena calidad considerando a todos los involucrados; sin embargo, el resultado ha sido realmente desastroso.

Y es que lo presentado por Akbar es de esas películas que parecen más hechas por encargo o mero capricho personal y no tanto como una propuesta bien pensada que trate de aprovechar al máximo su fuente de inspiración, el cual en este caso es la Santa Muerte. Ya que la historia en sí no creo que esté tan mal pensada considerando que desde muy temprano se nos deja en claro que algo asecha a Valentina y con ello se puede construir algo interesante, pero la realidad es que durante el primer acto no se establecen bases sólidas como para que la situación apremiante que vive esta familia te genere gran interés.

Empeorando de ahí en adelante debido a que cada situación que pasa resulta más absurda que la otra y lo peor es que ninguna logra aumentar la sensación de riesgo como se supondría debería de ser, esto sin importar si se trata de algo vinculado con otros humanos o con la Santa Muerte. Mostrando una incapacidad notoria para construir momentos tensos que ayuden a mejorar el ritmo durante el segundo acto y, sobre todo, pretendan hacer del espíritu uno amenazante porque el director parece no saberse otro recurso más que el jump scare más básico que existe.

Ante eso la experiencia resulta sumamente pesada y para cuando se llega a la parte final ya no existe ningún tipo de solución que ayude a mejorarla. Obligándonos a tener que soportar una serie de revelaciones demasiado forzadas y un desenlace que, a pesar de que lo intenta, falla en su búsqueda por ser emotivo.

Las actuaciones son bastante malas, lideradas por un Terrence Howard (Mark) al que simplemente no se le da mucho eso de mostrar emociones. Quien está acompañado por Valery M. Ortiz (Valentina) y Cuba Gooding Jr. (Andres) bajo personajes a los que jamás les tomas mucha importancia y, además, por momentos resultan demasiado exagerados.

Mientras que en producción tampoco hay mucho para destacar: el trabajo de fotografía es regular, la dirección de arte básica, el score es bastante genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son de pobre calidad y la labor de maquillaje no tiene nada sobresaliente.

Opinión final: Skeletons in the Closet es terrible. Película sin pies ni cabeza que es mejor evitar.

Ojometro:
*

viernes, 16 de febrero de 2024

Crítica: The Windigo (2024)

Película dirigida por Gabe Torres y escrita por Brent Jordan. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:         

Un adolescente nativo americano resucita a un antiguo demonio para proteger a su familia de unos traficantes de metanfetaminas, pero pronto descubrirá que la sed de sangre de la criatura es incontrolable. Forzando a su propia familia a terminar con la maldición antes de que sean sus siguientes victimas. 


Comentarios generales:

Películas que giran alrededor del wendigo no son algo extraño (en 2021 tuvimos la fantástica “Antlers”) y en general suelen ser trabajos variados en su manera de utilizarlo, pero es claro que también conlleva ciertas limitantes propias del folclore del que proviene. Cosa que hacía de The Windigo un proyecto del que no sabía qué esperar, sobre todo porque su premisa se escuchaba muy genérica y tristemente eso jamás logra quitárselo en ningún momento mientras la estás viendo.

Ya que lo traído por Torres desde muy temprano establece ciertas cosas que ya hemos visto en muchas otras ocasiones y no se toma la molestia de tratar de añadir un poco de variedad, siendo la extravagancia de la abuela tal vez el único detalle que destaca en ese aspecto. Construyendo una historia que durante el primer acto realmente no tiene mucha sustancia y cuyo principal propósito es establecer la dinámica entre los hermanos (Bree y Ry) dentro de un ambiente nuevo para ellos que magnifique sus personalidades y no sea complejo entender por qué el evento “traumático” que viven afecta más uno que al otro.

Algo que ciertamente no es tan interesante y va haciendo que las cosas se vuelvan aburridas rápidamente, sobre todo por lo predecible que resulta el desarrollo al caer en una espiral de estereotipos con los que sabes para donde apunta todo. Lo cual tratan de ocultar un poco justo cuando el wendigo empieza a hacer de las suyas y al menos con eso se logran construir algunas escenas que añaden un impacto visual decente; sin embargo, una vez que se estabiliza la dinámica nos volvemos a encontrar con la pesadez dominante rumbo a la parte final.

Una que afortunadamente tiene ciertos momentos de mayor dinamismo con los que se expone de mejor manera a la criatura y gracias a ello puede contar con una fuerza que había estado ausente durante el filme. Logrando así que el desenlace resulte funcional, aunque el nivel emocional que pretenden reflejar no logra su propósito debido a lo poco que te importan los personajes.

Las actuaciones son mediocres en general, los estereotipos son muy marcados y realmente nadie logra que su personaje conecte con el espectador. Mientras que en producción vemos una factura competente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está ok, el score no resalta, el trabajo de sonido cumple, los efectos son decentes y la labor de maquillaje está bien hecha.

Opinión final: The Windigo es decepcionante. Película del montón que olvidarán en unos cuantos días.

Ojometro:
**