miércoles, 31 de octubre de 2018

Crítica: The School (2018)


Primer largometraje del director Storm Ashwood, quien comparte créditos junto con Tessa Alana como co-escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de julio, mientras que su salida en otros países, ya sea en VOD o formato físico, se dio el pasado 23 de octubre.

Sinopsis:

Cuando una doctora despierta en una escuela abandonada, ella tendrá que sobrevivir a un terror sobrenatural y enfrentar sus propios demonios si desea encontrar la verdad sobre el paradero de su hijo perdido.



Comentarios generales:

Cuando se trata del cine de terror australiano lo primero que se te viene a la mente es el gore o experiencias sumamente violentas, ese es su sello particular y resulta difícil poder quitártelo de la cabeza. Características que parecía que íbamos a ver con The School gracias a que en la labor promocional siempre se manejó así, pero la realidad fue otra y lo que terminamos viendo es tal vez una de las películas australianas más ligeras que se han hecho en los últimos años.

Y no es que este mal eso, aunque Ashwood bien pudo haber hecho uso de dichas características considerando que nos cuenta una historia bastante confusa y que tarda demasiado tiempo en establecer la lógica que hay detrás. Poniéndonos de entrada bajo una dinámica en la que se intercambian los escenarios de manera constante para jugar con el tiempo y generar dudas inmediatas con respecto al paradero de Amy, lo cual en teoría se escucha interesante, pero en la práctica no funciona tan bien debido a que esto vuelve complicado involucrarse de lleno en su situación y sentir empatía hacia ella.

Además en este punto todos los eventos dentro de la escuela no siguen un patrón claro, solo quedan en simples ocurrencias sin demasiado peso hasta que inicia la búsqueda del hijo durante el segundo acto. Una búsqueda que mejora ligeramente las cosas, más que nada porque es aquí donde dejan de intercambiar los escenarios para que se tenga una dinámica ágil y se brinda claridad sobre lo qué es este lugar; sin embargo, la persecución que se lleva a cabo en ningún momento añade intensidad o por lo menos situaciones de verdadero apremio. Todo es sumamente ligero y por determinados periodos el comportamiento de ciertos personajes resulta caricaturesco.

La parte final tampoco ayuda a incrementar el nivel. La revelación importante no es tan impactante como debería pero si puede tomar a más de uno por sorpresa, nada más que la utilizan de manera muy superficial y con esto algo que, en teoría debería ser desgarrador, solo alcanza para ofrecer un desenlace desabrido.  

En el tema de las actuaciones puedo decir que la mayoría de los niños/jóvenes están apenas decentes, mientras que Megan Drury (Amy) nunca te logra convencerte de que es una madre totalmente desesperada por encontrar a su hijo ante las dificultades que muestra para reflejar grandes emociones. De la producción no tengo grandes quejas: el trabajo de fotografía es cumplidor la mayor parte del tiempo, la dirección de arte correcta, el score es genérico, el trabajo de sonido tiene ciertos altibajos, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje resulta efectiva.  

Opinión final: The School es bastante mala. Una película sin mucho sentido que provoca más bostezos que otra cosa.

Ojometro:
**

sábado, 27 de octubre de 2018

Crítica: Unfriended: Dark Web (2018)


Secuela escrita y dirigida por Stephen Susco, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, recaudando $9.6 millones en taquilla a nivel mundial. Mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 16 de octubre.

Sinopsis:

Matias (Colin Woodell) se hace de una nueva laptop y pronto descubrirá que el dueño anterior no solo puede verlo, sino que también hará lo que sea para tenerla de vuelta.



Comentarios generales:

Hace tres años la primera Unfriended fue una grata sorpresa y era evidente que tarde o temprano iban a sacar una secuela dado a que el concepto en si es bastante explotable, además de barato para producir. Así que cuando se anunció de la nada Dark Web lo tome como algo lógico, pero conforme pasaba el tiempo la película fue quedando en el olvido gracias a una promoción extremadamente discreta y eso evidentemente generó un mal presentimiento; en especial porque esa suele ser señal de que el producto final no es el mejor y lamentablemente es lo que ocurrió  aquí.

Todo porque, en su afán por querer mantener intacta la fórmula, Susco básicamente nos trae una calca a la que le termina afectando de gran manera la ausencia de frescura que tenía la primera entrega. Ya que en cuanto a presentación y estructura es exactamente lo mismo, nada más que ahora se le agrega un drama amoroso en lugar del cyberbullying en lo que significa un cambio para nada benéfico debido a que esto quita la sensación de misterio con respecto a lo que hay detrás de los sucesos extraños en la web y provoca que se tenga que recurrir a una serie de conversaciones banales entre este grupo de amigos que consumen unos treinta minutos del metraje.

Provocando así una carencia de ritmo muy marcada que domina las acciones, las cuales se empiezan a enredar conforme se revela el misterio detrás de la laptop. Uno que termina con todo el tema paranormal pero que en cierta manera tiene sentido; sin embargo, las dudas mostradas para poder desarrollarlo de mejor manera terminan volviéndolo demasiado cansino ya que sin las libertades que permitía lo paranormal lo que ocurre resulta poco convincente y ni siquiera las muertes que se dan pueden evitar ese sentimiento.

Los últimos 15 minutos son por mucho los mejores y en gran medida porque el incremento en el nivel de intensidad es muy evidente. Aquí es donde vemos los momentos más violentos y por fin uno puede sentir algo de pena por lo que le ocurre al protagonista; aunque ciertamente la revelación final dejará a más de uno insatisfecho ante lo simple que resulta.

Las actuaciones no están mal, todo el elenco en general cumple con una labor acertada para darle vida a una serie de personajes muy simples que terminan siendo desechables. La producción no cambia demasiado con respecto a la anterior: todo el tema de la presentación de las herramientas de internet sigue siendo impecable, la edición no es tan fluida, el trabajo de sonido está muy bien cuidado y los efectos son básicos.

Opinión final: Dark Web es decepcionante. Prácticamente se trata de una calca muy aburrida de la original que en un par de semanas olvidarán.

Ojometro:
**

miércoles, 24 de octubre de 2018

Crítica: Down a Dark Hall (2018)


Adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Lois Duncan, la cual está dirigida por Rodrigo Cortés (Buried) y cuyo guión fue co-escrito por Michael Goldbach y Chris Sparling. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 16 de octubre.

Sinopsis:

Una problemática adolescente llamada Kit (AnnaSophia Robb) es forzada a unirse a Blackwood, un exclusivo internado totalmente alejado de la sociedad. Ahí descubrirá un nuevo talento, pero también se verá  atrapada por fuerzas oscuras que rodean a la directora del lugar Madame Duret (Uma Thurman).



Comentarios generales:

Antes que nada debo de decir que, a pesar de que siempre he tenido conocimiento de su existencia, nunca he leído la novela. Es por eso que Down a Dark Hall no me generaba gran interés y la verdad parecía más un intento por captar un público juvenil que otra cosa, tenía todo el sello característico de esas producciones; sin embargo, un par de nombres llamaron mi atención como para que decidiera a verla y al final me encontré un producto más digerible de lo que esperaba.

Y no es tanto porque lo que nos presente Cortés no se enfoque en dicho público, ya que si lo hace, pero siempre mantiene esa fina línea que permite captar el interés de otro tipo de espectadores en esta historia. Una que dicho sea de paso es bastante básica de inicio, presentándonos una serie de personajes que, salvo por Kit y Madame Duret, no son precisamente muy interesantes que digamos; en especial cuando supuestamente la mayoría de las estudiantes que se encuentran ahí tienen vidas caóticas de las cuales apenas logramos conocer lo mínimo mientras presentan el típico comportamiento adolescente que no lleva a grandes cosas, salvo por el misterioso surgimiento de sus talentos.

Hasta aquí realmente la película es bastante aburrida, aunque la atmósfera gótica que se logra construir y toda la cuestión de los talentos son suficientes para capturar la curiosidad del espectador hasta que llegue el segundo acto. Uno que se desarrolla con mejor ritmo y empieza a jugar mucho más con los elementos sobrenaturales para poder generar una sensación de peligro mayor conforme se va exhibiendo el deterioro de las chicas, además de que se profundiza de manera decente lo que hay detrás. Esto último a pesar que por momentos resulta complicado hacerlo ante los pocos detalles proporcionados.

La parte final es entretenida. Si se siente un poco acelerada y eso hace que las muertes presentadas no tengan el impacto que deberían, pero si logra brindar ese cierre a gran escala que debía tener considerando el escenario imponente en el que se realiza la historia.

En las actuaciones es donde tiene uno de sus puntos más fuertes debido a que AnnaSophia Robb y Uma Thurman están bastante bien en sus respectivos roles, ambas son quienes muestran más personalidad dentro de un elenco que por grandes lapsos no la tiene y son en gran parte quienes le inyectan vida a esto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score me agradó, el trabajo de sonido es efectivo y los efectos cumplen la mayoría del tiempo.

* Cuenta con una breve escena post-créditos

Opinión final: Down a Dark Hall está ok. Una película para pasar el rato que dentro de un par de años estará en TV para especiales de Halloween.  

Ojometro:
***

domingo, 21 de octubre de 2018

Crítica: Halloween (2018)


Secuela directa del clásico de 1978 dirigida por David Gordon Green, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Danny McBride y Jeff Fradley. Se estrenó dentro de los Estados Unidos y México este pasado 19 de octubre.

Sinopsis:

Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) se prepara para su confrontación final con Michael Myers, la figura enmascarada que lleva atormentándola desde que ella apenas escapó con vida de su ola de asesinatos en la noche de Halloween hace cuarenta años atrás.



Comentarios generales:

Cuando se trata de Halloween suelo ser increíblemente quisquilloso debido a que es mi película favorita y todo lo relacionado a esta lo he tratado con pinzas desde siempre. Es por eso que cuando se anunció este nuevo proyecto me encontraba escéptico, al final de cuentas hablamos de una franquicia que ha tenido más puntos bajos que altos y que parecía ya no tener futuro; sin embargo, conforme se fueron revelando detalles esta nueva entrega se volvía cada vez más atractiva y para nuestra fortuna cumple de manera sobresaliente al ofrecer lo que, en teoría, es un nuevo inicio.

Y lo hace de la manera más inteligente posible gracias a que Gordon Green regresa a las bases que en su momento Carpenter estableció, al darle prioridad a lo básico en lugar de tratar de sobre elaborar un tema al que claramente lo beneficia más la simpleza. Estableciendo desde el primer instante que Michael Myers es la maldad pura, que su deseo de matar es impulsado por eso y que no hay nada más que explicar al respecto; generando así rápidamente el camino a seguir para eliminar del canon a las secuelas que fallidamente trataron de hacerlo y, de paso, empezar a contarnos una historia que es prácticamente la misma que en 1978 con una notable diferencia.

Obvio esa diferencia es el personaje de Laurie Strode, quien ahora vive obsesionada con Myers y es la única que entiende a la perfección su naturaleza al grado de que ha hecho pedazos su vida para mantenerse en su propio mundo de alerta constante. Sirviendo así como el hilo conductor durante un primer acto en el que ciertamente no pasan grandes sobresaltos, pero que te suelta lo necesario sobre el drama familiar y prepara el camino para el caos que está por venir sin demasiadas prisas; dosificando todo para que cuando el mítico asesino haga su movimiento este resulte salvaje.

Y es que si bien la película le da más relevancia al misterio, cuando pretende añadir impacto no se guarda nada. Varias de las muertes en cámara agregan el nivel de intensidad y sangre necesaria para compensar a las que se dan fuera de esta durante un segundo acto que, además, nos presenta sutiles referencias a las ahora ignoradas secuelas y hace sentir a Myers como una amenaza casi omnipotente por medio de cosas tan sencillas como ocultarlo entre la oscuridad.

Hasta aquí las cosas van muy bien, por ahí existen algunos detalles que no funcionan (cierto humor y escenas random como una plática sobre un sándwich), pero es el enfrentamiento final la que la eleva a algo más. Con Laurie transformando su “jaula” en una verdadera trampa con la cual vuelve a demostrar que solo ella entiende a ese mal andante y en donde se dan los momentos más tensos de toda la película, los cuales se ven complementados con varios guiños a la original re- imaginados de manera perfecta.

En las actuaciones es bastante sólida, pero evidentemente quien resalta es Jamie Lee Curtis con un papel que conoce como la palma de su mano y no decepciona con este nuevo enfoque obsesivo. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte sólida, el score (cortesía del propio Carpenter) es genial, cuenta con un trabajo de sonido excelente y tanto los efectos como la labor de maquillaje cumplen. 

Opinión final: Halloween es una de las mejores películas de 2018. Una tan necesaria reinvención que regresa a la franquicia a sus bases para ofrecer una experiencia que no decepcionará a los fans.

Ojometro:
*****

viernes, 19 de octubre de 2018

The Haunting of Hill House: Primera temporada



Este pasado 12 de octubre Netflix estrenó la primera temporada de The Haunting of Hill House, la serie creada por Mike Flanagan basada en la novela del mismo nombre. Sin duda uno de los proyectos más ambiciosos en cuanto al género de terror se refiere para este 2018 y que representaba un verdadero reto considerando que la obra en la que está basada siempre ha sido complicada de adaptar de manera interesante, pero en esta ocasión por fin ha recibido el trato que se merece.

Con respecto a los ratings es difícil encontrar información tratándose de una producción exhibida por un servicio de streaming, pero de momento la serie ha estado recibiendo muy buenas críticas y parece que el nivel de audiencia ha sido positiva. Aunque no se sabe si este fue un proyecto de una sola temporada o si hay planes para varias más.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO

Balance entre lo sobrenatural y el drama familiar


Entre tantas cosas buenas que tiene The Haunting of Hill House para mí la más importante y por la cual alcanza puntos tan altos es debido al gran balance que presenta al momento de desarrollar su historia. Ya que en esencia es una sobre fantasmas, pero a la vez un drama familiar muy intenso que mezcla a la perfección los monstruos ficticios con los terrores de la vida real de manera magistral.


Buen timing con los sustos 


Todo lo que contenga fantasmas irremediablemente involucra el uso de sustos fáciles y eso puede ser algo que arruine la experiencia si no se sabe cómo manejarlos. Afortunadamente Mike Flanagan muestra aquí un sentido del timing excelso que le permite ofrecer varios momentos que te toman por sorpresa, lo cual en mi caso suele ser muy complicado que ocurra pero aquí en un par de ocasiones sucedió.


Los hermanos Crain de niños


El elenco en general está estupendo, pero quienes son el alma de la serie son los hermanos Crain en su niñez. La verdad es que cada uno de los niños hace una labor increíble para que sientas una preocupación genuina por ellos debido a que el nivel de inocencia que manejan es el idóneo y esto ayuda a que varias de las escenas en las que están involucrados sean de las más efectivas al momento de generar terror.


Carla Gugino como Olivia Crain 


Gran parte de la efectividad de la serie recae en Carla Gugino, quien a pesar de no tener el mismo tiempo en pantalla como algunos de los otros miembros del elenco adulto hace su presencia esencial. Su papel de madre amorosa es un buen contrapeso dentro de un ambiente tenebroso y de riesgo constante; además de que su progresivo deterioro mental hasta convertirla en una asesina resulta por momentos desgarrador de ver.


"Two Storms"


Después de cinco episodios era claro que estábamos ante algo muy bueno, cada una de las historias presentadas hasta este punto había logrado su objetivo, pero todavía faltaba ese episodio que elevará las cosas al siguiente nivel y "Two Storms" fue el encargado de hacerlo.

Las tensiones familiares presentadas aquí hacen que el nivel emocional sea mucho mayor y el flashback sobre la tormenta es de los momentos más intensos de toda la serie. Pero sobre todo está la manera en que ciertas escenas son filmadas con la cámara dando vueltas en círculos para obligarte en todo momento a ver el fondo, donde se encuentra el cuerpo sin vida de Nell y que al final tienen una razón para eso (¿Quién puso esos botones en sus ojos?). 


El misterio de la puerta roja


En una historia que cuenta con fantasmas, muertes, temas de drogadicción y conflictos familiares resulta curioso que una simple puerta de color rojo sea uno de los elementos más fascinantes. Desde el primer episodio se establece que su presencia será importante, pero conforme se va desarrollando la serie te la pasas preguntando qué diablos hay ahí dentro y cuando se revela que es la manera en que la mansión manipula a sus habitantes el pago resulta gratificante.


Episodios imperdibles:

(1) Steven Sees a Ghost
(3) Touch
(5) The Bent-Neck Lady
(6) Two Storms
(7) Eulogy
(9) Screaming Meemies
(10) Silence Lay Steadily


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LO NEGATIVO

Inicio algo lento


Evidentemente esto se trata de algo que puede o no ser un problema dependiendo de la persona, pero si hay quienes piensan que el inicio de la serie es algo lento no los culpo. Ciertamente el ritmo implementado por Flanagan no es el más ágil y por lo menos durante tres episodios puede ser un reto para la paciencia de muchos.


Shirley Crain (adulta)


La serie cuenta con un grupo de personajes fantásticos, pero definitivamente el de Shirley en su versión adulta no es uno de ellos. No digo que sea un desastre o que su presencia afecte, sino que simplemente es muy poco interesante lo que gira en torno a ella y al final te queda la sensación de que su  presencia no era tan importante.


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Opinión final: Yo esperaba algo bueno, pero The Haunting of Hill House superó todas mis expectativas. Mike Flanagan nos trae una de las series de terror más redondas que han salido al combinar de manera prácticamente perfecta el drama con elementos sobrenaturales para regalarnos no solo una historia sobre fantasmas, sino un tobogán a nivel emocional que te golpea de principio a fin. 

martes, 16 de octubre de 2018

Crítica: Goosebumps 2: Haunted Halloween (2018)


Película dirigida por Ari Sandel y escrita por Rob Lieber. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México este pasado 12 de octubre, recaudando $19.9 millones de dórales en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Sonny (Jeremy Ray Taylor) y Sam (Caleel Harris) son dos amigos que se dedican a recoger chatarra en su búsqueda por encontrar tesoros. Un día esto los lleva a una vieja casa en donde encontrarán algo de gran valor, pero a la vez traerán de vuelta a la vida al aterrador Slappy.  



Comentarios generales:

Si por algo me gustó la primera Goosebumps fue porque capturaba por completo la esencia de los libros al estar orientada a una audiencia más familiar, pero a la vez conservando los elementos necesarios para que una más adulta y que había crecido leyéndolos pudiera mantener el interés. En general se notaba que a Sony le interesaba hacerlo bien; sin embargo, cuando con esta secuela empezaron a salir noticias sobre retrasos, cambio de director e incluso que se habían escrito dos guiones distintos se percibía que algo no andaba bien y después de verla eso quedó claro.

Y es que con Haunted Halloween es evidente que el estudio ahora si buscaba un enfoque totalmente inclinado al lado familiar, por lo cual Sandel nos ofrece un trabajo que se asemeja más a uno para TV producido por el Disney Channel. Presentándonos a un conjunto de personajes envueltos en situaciones genéricas rodeadas de un humor muy inocente que solo están ahí para consumir tiempo hasta que hace acto de presencia Slappy, quien al menos de inicio también se ve inmiscuido dentro de esta dinámica proporcionando momentos diseñados para hacer reír y no tanto para desarrollar de gran manera la historia.

La cual toma forma hasta como por los treinta minutos de metraje y la verdad es que no se diferencia mucho con respecto a la de la primera entrega, presentando como base a un gran grupo de monstruos que empiezan a aterrorizar al pueblo. Aunque en esta ocasión utilizando solo a un puñado de los pertenecientes a los libros y el resto siendo creaciones random.

Una situación que ayuda a ofrecer las que son las escenas más divertidas de la película, pero que también significan una decepción al ver que realmente los monstruos solo son algo secundario y que, salvo por un par de casos, nunca se les da tiempo en pantalla para que puedan resaltar dentro de un caos que le brinda un ritmo más dinámico al segundo acto.

La parte final es predecible. Aquí se nota que la inclusión de Jack Black básicamente se dio para poder tener un rostro reconocible en la promoción debido a que su personaje no tiene ningún tipo de peso en lo que ocurre, dejando todo en un enfrentamiento entre los niños y Slappy que no presenta gran ciencia para cumplir con el objetivo de brindar un final feliz e incluso dar señales de una posible tercera entrega.

Las actuaciones son aceptables para las exigencias de esta historia, obvio por momentos rayan en lo caricaturesco pero no a niveles como para volverlas insufribles. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sólida, el score es bastante agradable, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje está bien hecha.

Opinión final: Haunted Halloween es decepcionante. Un paso atrás que pone en jaque a futuras entregas, aunque en definitiva es ideal para los niños.

Ojometro:
**

viernes, 12 de octubre de 2018

Crítica: He's Out There (2018)


Película escrita por Mike Scannell y dirigida por Quinn Lasher, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó directamente en formato físico dentro del Reino Unido y otros países en Europa el pasado 24 de septiembre, mientras que en Estados Unidos lo hizo por medio de VOD.  

Sinopsis:

De vacaciones en una remota casa en el lago, Laura (Yvonne Strahovski) y sus dos hijas tendrán que pelear por sus vidas después de caer en una aterradora y bizarra pesadilla concebida por un psicópata.



Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde pareciera que cada vez existe menos espacio para las cosas simples, todo tiene que tener mucha complejidad o algún tipo de mensaje para que se considere que el gasto de tiempo y dinero valió la pena. Eso en si no es algo malo, sin embargo, dicha tendencia ha provocado que trabajos que no aspiran más que a entretener sean desechables incluso antes de que se estrenen y He's Out There probablemente sea uno de los mejores ejemplos.

Esto porque lo que nos regala el debutante Lasher es realmente una película muy simple cuyas intenciones no van más allá de hacerte pasar un rato ameno y en ningún momento las oculta, ya que cuando te pone el escenario de una casa remota sabes a la perfección de qué va a tratar. Situación que aprovecha para construir una atmósfera adecuada que en todo momento refleje soledad para este grupo de personajes femeninos a los que, bajo un ritmo semi-lento, se les va colocando en una situación apremiante de la que tienen pocas posibilidades de salvarse.

Dicho ritmo ayuda a que cuando finalmente el asesino hace acto de presencia la película obtenga de golpe un nivel de intensidad agradable y que sus acciones iniciales tengan un mayor impacto considerando que algunas son bastante peculiares. Lamentablemente este impacto inicial se va perdiendo ya entrando de lleno en el segundo acto, sobre todo porque llega un punto en donde el personaje de Laura toma decisiones verdaderamente estúpidas y poco a poco se empieza a dejar de lado las rarezas para empezar una dinámica en extremo repetitiva que se limita a correr del punto A al punto B mientras el par de niñas lloran de manera desesperante.

La parte final la encontré aceptable. Es bastante predecible y las motivaciones del asesino caen en lo ridículo, pero se hace un buen trabajo para mantener la sensación de peligro en todo momento a pesar de que nunca se atreven a cruzar la línea de la violencia extrema que le hubiera añadido mayor fuerza al desenlace.

Con respecto a las actuaciones Strahovski y Ryan McDonald como el asesino cumplen, pero definitivamente las dos niñas son un auténtico dolor de cabeza en todo momento y son estas las que vuelven complicado poder sentir preocupación por su situación. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no tiene nada que resalte, el score está ok, el trabajo de sonido es algo inconsistente, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: He's Out There está pasable. Se trata de una película extremadamente simple que les gustará o no dependiendo de lo que estén buscando.

Ojometro:
***

martes, 9 de octubre de 2018

Crítica: Sleep No More (2018)


Película dirigida por Phillip Guzman (Dead Awake) y escrita por Jason Murphy. Salió directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos durante el pasado 2 de octubre.

Sinopsis:

En la década de los 80s un grupo de graduados lleva a cabo un estudio sobre el comportamiento ante la privación del sueño, pero algo resulta terriblemente mal con el sujeto de prueba. Ante esto y el cierre de su departamento de investigación, el equipo sigue con su estudio; nada más que ahora ellos serán los sujetos de prueba.



Comentarios generales:

La verdad cuando supe de Sleep No More mi reacción fue de total indiferencia, esta no lucía como algo especial y además con el paso de los años he aprendido que, salvo que involucren a un tal Freddy Krueger, las películas sobre la falta de sueño no son tan interesantes. Sin embargo, el ver el nombre de Jeffrey Reddick ahí metido me generó curiosidad, al final de cuentas es el creador de una franquicia como la de Final Destination y el año pasado ya había jugado con este tema en “Dead Awake”, así que tal vez podría encontrarme con alguna sorpresa; aunque al final eso no sucedió.

Y no es tanto porque los que nos presente Guzman sea una aberración, más bien se debe a que esta es una historia sin demasiada sustancia que cae rápidamente en lo genérico mientras trata de encontrar una identidad propia dentro de lo que es básicamente una mezcla de “A Nightmare on Elm Street” y “Flatliners”. Presentando un inicio poco convincente en el que después de establecer que hay algún tipo de peligro nunca se logran crear los momentos necesarios para ir incrementando esa sensación de intriga en el espectador, a quien optan por ponerle frente a una serie discusiones, pruebas medicas o escenas con un ligero toque cómico que no llevan a nada, mientras se trata de recordar que todo esto se desarrolla en la década de los 80s por medio de canciones de aquella época.

Realmente es hasta como por los 40 minutos que se da algo relevante, que es la aparición de la amenaza. Una que no es nada del otro mundo pero que por lo menos brinda más material para trabajar situaciones que permitan construir un peligro palpable y que ayude a empezar a exponer los síntomas provocados por la falta de sueño, los cuales hasta este punto habían quedado como meros datos anecdóticos sin peso alguno.

Los últimos 20 minutos son probablemente lo más entretenido. Primero porque es por mucho la parte con el ritmo más dinámico, pero también porque es aquí donde el nivel de locura y fatiga de los personajes logra ser lo suficientemente convincente para hacer de la amenaza algo interesante. Además de que ayuda a que el desenlace no sea tan simple.

Las actuaciones diría que están aceptables, por momentos rayan en lo caricaturesco algunas de estas, pero la mayoría de los actores son capaces de reflejar una locura creíble. La producción cumple: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es adecuada, el score no presenta nada extraordinario, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje es decente y los efectos vía CGI lucen de pobre calidad.

Opinión final: Sleep No More es bastante aburrida. No diría que es un desastre o que está dentro de lo peor del año, simplemente es una película más.

Ojometro:
**

viernes, 5 de octubre de 2018

Crítica: Puppet Master: The Littlest Reich (2018)


Película dirigida por Sonny Laguna y Tommy Wiklund (Wither), cuyo guión fue escrito por S. Craig Zahler. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 25 de septiembre.

Sinopsis:

El infierno se desata cuando una extraña fuerza reanima a unas marionetas dentro de una convención que celebra el 30 aniversario de los asesinatos cometidos por Andre Toulon.



Comentarios generales:

La franquicia de Puppet Master es una con la cual es difícil estar en sintonía si no eres fan desde sus inicios debido a su premisa tan absurda y porque ciertamente cuenta con una de las cronologías más confusas dentro del género. Por eso cuando se anunció que The Littlest Reich sería un reboot me alegre, era algo que se necesitaba urgentemente y la verdad es que terminó siendo la mejor opción.

No tanto porque se aleje demasiado a lo que estábamos acostumbrados a ver con Charles Band y Full Moon, sino porque un nuevo comienzo era necesario para darle estabilidad a una historia que ya no daba para más y que ahora bajo esta nueva etapa obtiene un sello políticamente incorrecto bastante marcado. Aunque en un inicio Laguna y Wiklund no lo hacen tan evidente al centrarse más en la construcción de una relación acelerada y, sobre todo, en establecer la figura de Andre Toulon ahora como la de un villano nazi muy enfermo que le dará sentido a las acciones cometidas por sus marionetas

Y es que hay que decir que la dupla de directores no se guarda nada, dejando de lado varios tabúes para que así el segundo acto sea una masacre en la que las muertes tienen un impacto considerable no solo en la cuestión visual. Ya que estas también se encuentran ligadas a temas raciales que indudablemente podrían incomodar a más de uno, aunque cumplen a la perfección su propósito de incrementar el nivel de violencia e ir construyendo una amenaza lo suficientemente creíble considerando que se trata de marionetas asesinas.

En general la sangre no para de fluir por un buen rato y la creatividad presentada es demasiado agradable si no tienes problemas con lo anteriormente mencionado; sin embargo, una vez que se tiene que hacer una pausa la película pierde dinamismo. Además de que resulta un tanto decepcionante que, a pesar de que se menciona que existen unas 60 marionetas, solo terminan presentando a las mismas 7 u 8.

La parte final no es la mejor. Cumple con lo básico y sigue mostrando la violencia necesaria, pero la creatividad ciertamente ya no es la misma al optar por brindarle un poco más de desarrollo a la relación, así como por mostrar un desenlace que se siente un tanto fuera de lugar; aunque asegura la continuidad de la franquicia.

Las actuaciones están aceptables, en el tono habitual y sin nadie que verdaderamente destaque (aunque ver a Barbara Crampton siempre es agradable). La producción igual se mantiene con el mismo sello: el trabajo fotografía es aceptable, la dirección de arte no es la gran cosa, el score tiene un toque de giallo muy marcado, el trabajo de sonido no es el mejor, la labor de maquillaje es sólida y los efectos son en su mayoría prácticos; con algunos luciendo arcaicos pero en general cumplen.

Opinión final: Puppet Master: The Littlest Reich está ok. Es más para fans, pero si son de los que no se ofenden tan fácilmente seguramente pasarán un buen rato.

Ojometro:
***

martes, 2 de octubre de 2018

Crítica: Patient Zero (2018)


Película dirigida por Stefan Ruzowitzky (Anatomie) y escrita por Mike Le. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 14 de septiembre.

Sinopsis:

Después de una pandemia global sin precedentes que convierte a los seres humanos en violentos “infectados”, un hombre con la habilidad de poder hablar su lenguaje lidera al último grupo de sobrevivientes en la búsqueda del paciente cero para encontrar una cura.



Comentarios generales:

Existen películas con las que uno puede percibir casi de manera inmediata que no hay algo bien, las señales son diversas, pero por lo regular la más clara es cuando el estudio empieza a titubear con las fechas de estreno. Justo lo que ocurrió con Patient Zero, la cual estaba originalmente planeada para salir hace dos años y que poco a poco fueron olvidando hasta que obtuvo una salida en VOD que a nadie le importó; dejándola a merced de una irrelevancia más que merecida.

Esto porque, sin temor a exagerar, estamos ante una de las peores películas sobre zombies/infectados que recuerde por parte de un estudio mayor; en donde Ruzowitzky y Le básicamente toman la mítica “Day of the Dead” como referencia para regalarnos una historia cuya falta de contenido raya niveles absurdos. Algo sorprendente cuando la idea central (un tipo que puede hablar con los infectados) daba mucha tela de donde cortar y que realmente solo utilizan de manera superficial para ir construyendo un drama absurdo en el que insertan un dilema amoroso al que por momentos le dan más importancia que a la propia búsqueda de la cura.

Dejando así todo lo referente al terror en una serie de interrogatorios cuyo propósito es brindar cierto contexto sobre lo que ocurrió y, de vez en cuando, alguno que otro sobresalto con acciones de impacto aisladas.

Realmente eso es lo que ocurre por una aburridísima hora hasta que por fin se acuerdan de que parte importante de esto son los infectados y con ello inicia una masacre genérica que no solo carece de momentos memorables, sino que además no los hace lucir mucho más amenazantes considerando que cuentan con una inteligencia elevada.

La parte final es ridícula debido a que el tema amoroso sigue siendo explotado incluso con la masacre desarrollándose y el enfrentamiento decisivo no lleva a absolutamente nada. De hecho, pareciera que el plan era que esto fuera el inicio de una franquicia porque la película termina de golpe, sin responder siquiera las preguntas más básicas y dejando un panorama abierto a algo mucho mayor.

De las actuaciones solo puedo decir que tipos como Matt Smith (Morgan) y Stanley Tucci (El profesor) no cuentan con demasiado material para lucir el talento que se sabe que tienen, mientras que Natalie Dormer (Gina) solo está de adorno. La producción es lo más decente que tiene: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es básica, el score intrascendente, el trabajo de sonido es bueno, los efectos simples y la labor de maquilla es lo habitual con esta clase de filmes.

Opinión final: Patient Zero es un desastre. Una de las peores películas de infectados que se han hecho, evítenla a toda costa.

Ojometro:
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