viernes, 30 de junio de 2017

Crítica: The Belko Experiment (2017)


Película dirigida por Greg McLean (Wolf Creek) y escrita por James Gunn. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo y salió en formato físico el pasado 27 de junio.

Sinopsis:

En un enfermizo experimento social, 80 trabajadores estadounidenses son encerrados en las oficinas de la corporación Belko ubicadas en Colombia para participar en un juego mortal en donde las únicas opciones son matar o ser asesinado.



Comentarios generales:

Cuando alguien tan relevante en la actualidad como James Gunn se adentra en el género es indudable que las miradas estarán puestas de manera inmediata a lo que sea que traiga su nombre vinculado, ya que no suele ser común que figuras de tal tamaño hagan eso. Por ello The Belko Experiment era sin duda una de las películas de terror con más alto perfil de 2017 y, por lo consiguiente, una de las que contaba con mayores expectativas por parte de los fans; sin embargo, su recepción no fue la mejor, aunque después de verla me resulta difícil entender los motivos detrás de eso.

La verdad es que lo que nos traen McLean y Gunn es una película bastante honesta que desde el inicio establece su tono por medio de una versión en español de la canción “I Will Survive”, dando a entender que lo que estamos a punto de ver será algo con cierto toque cómico pero que en todo momento privilegiará el elemento mortal y sangriento de su particular premisa. Una que ciertamente tiene algo de inspiración en “Battle Royale” y por lo consiguiente obliga a tener un extenso grupo de personajes que son debidamente presentados (al menos los 20 más relevantes) antes de que inicie la locura, los cuales son fundamentales para que la sensación de desconcierto sea lo suficientemente creíble dado a que reaccionan como cualquier mortal lo haría ante una situación que resulta difícil de comprender.

Aspecto que hace de todo esto algo realmente interesante ya que, más allá de que el gore se presenta desde muy temprano, es la propia habilidad que tienen los realizadores para ir un paso delante del espectador y mostrar todas las ideas que se te vengan a la mente para que estos empleados puedan evitar el fatal destino al que son injustamente expuestos. Simplemente el ver como cada posible solución es destruida va generando unos niveles de tensión muy elevados debido a que todo conduce a un solo camino inminente; uno que se da de la manera más agobiante posible y que sin lugar a dudas brinda la que es la escena más desgarradora de toda la película por su nivel de impacto tanto visual como emocional.

Después de esto la burbuja explota y lo que había sido un ejercicio de violencia algo contenida se convierte en un gorefest demasiado divertido en el que la sangre no deja de brotar y el ritmo caótico no te permite parpadear. Mostrando distintos tipos de muertes para satisfacer a todo el mundo, pero además brindándole un poco más de rumbo al que se puede decir que es el conflicto central durante la matanza.

Tristemente es el desenlace el que evita que esto sea algo mucho más memorable, no tanto porque la resolución de lo que ocurre dentro del edificio sea mala, sino porque los motivo detrás de esto son muy endebles como para justificar todo lo previo y te deja cierta sensación de vacío.

Sobre las actuaciones, dada la enormidad del elenco, es difícil que alguien destaque sobre el resto; sin embargo, la labor en conjunto en realidad es el punto fuerte en este aspecto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está ok, el score no es nada del otro mundo, cuenta con un gran trabajo de sonido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es destacada.

Opinión final: The Belko Experiment es bastante entretenida. Con un mejor final sería algo mucho más grande, pero se van a pasar un buen rato viendo este baño de sangre.

Ojometro:
****

lunes, 26 de junio de 2017

Crítica: Life (2017)


Película dirigida por Daniel Espinosa, cuyo guión fue co-escrito por Rhett Reese y Paul Wernick. Se estrenó en cines a nivel mundial durante el pasado mes de marzo, recaudando $99.7 millones de dólares en taquilla; mientras que su salida en formato físico se dio el 20 de junio.

Sinopsis:

Un equipo de científicos a bordo de la Estación Espacial Internacional rescata una cápsula con muestras sustraídas de Marte con la esperanza de poder encontrar evidencia de vida en aquel planeta. Para su alegría, una de las muestras contiene lo que tanto habían soñado, aunque con el paso de los días dicho organismo se volverá más inteligente y letal de lo que hubieran imaginado.



Comentarios generales:

En un año en el que iba a salir una nueva entrega de Alien probablemente nadie hubiera estrenado una película sobre un organismo extraterrestre a bordo de una nave en el espacio, para cualquiera eso hubiera sido la peor idea de todas, salvo por la gente de Columbia Pictures. Gracias a esto Life pasó de largo para muchas personas durante su periodo de exhibición (entre las que me incluyo), ya que simplemente parecía un trabajo hecho para aprovecharse de la popularidad de otro, pero al final lo que me encontré fue algo mucho más entretenido de lo que esperaba.

Evidentemente lo que nos trae Espinosa no es algo que vaya a recibir muchos elogios por su originalidad, pero desde un inicio se puede notar el cuidado que se tuvo para tratar de hacer esta historia lo más realista posible desde el lado científico. Un aspecto que sin duda puede ser problemático para muchos debido a que gracias a esto los primeros 25 minutos avanzan de manera lenta y se centran principalmente en los cuestionamientos clásicos sobre cómo tratar un descubrimiento tan importante que puede ser potencialmente peligroso para el futuro de la humanidad; aunque, igualmente, es en base a estos conflictos que la película empieza a obtener una atmósfera tensa que explota por completo cuando se pone en manifiesto que el alíen  (Calvin) es una verdadera amenaza.

A partir de ahí el ritmo se incrementa de manera considerable porque se empiezan a dar las persecuciones obligatorias, centrando gran parte en la acción, pero también integrando elementos visuales que le añaden un impacto mucho mayor a las muertes. Sin embargo, el verdadero encanto viene con el hecho de que estos humanos tan inteligentes son puestos en peligro de manera convincente; no son las victimas promedio y sus respuestas ante situaciones adversas son las adecuadas, pero Calvin es mucho más inteligente como para hacerlos parecer unos ineptos y con ello hacer que cada situación presentada resulte agobiante. Lo cual se incrementa cuando se le añade el factor de que todo se realiza sin gravedad, limitando así su margen de maniobra en una instalación de por si delicada.

La parte final me agradó a pesar de ser algo predecible. Está bien manejada y el director logra crear un aire de desesperanza bastante importante para los científicos ante este alíen prácticamente indestructible, logrando con esto que el desenlace cuente no solo con momentos tensos, sino además con un nivel emocional más elevado del que te esperas.

Sobre las actuaciones la verdad es que, más allá de tener un elenco llamativo, nadie sobresale de manera importante y todas se quedan como correctas (Ryan Reynolds claramente fue usado por simple táctica promocional). La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte en extremo cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido impecable y los efectos en general están muy bien hechos (salvo por cierta sangre generada con CGI).

Opinión final: Life me gustó. Definitivamente no es la película más original que se pueda encontrar pero es una buena opción para quienes no quedaron satisfechos con Alien: Covenant.

Ojometro:
****

viernes, 23 de junio de 2017

Crítica: Dead Awake (2017)


Película dirigida por Phillip Guzman y escrita por Jeffrey Reddick. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD a inicios de mayo dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Una joven tendrá que salvarse a sí misma y a sus amigos de un antiguo mal que ataca a sus víctimas por medio del fenómeno de la vida real conocido como la parálisis del sueño.



Comentarios generales:

La parálisis del sueño es un tema que ha adquirido más notoriedad en años recientes y considerando su propia naturaleza era claro que tarde o temprano sería utilizado dentro del cine de terror. Probablemente todavía falte un tiempo para que se vuelva algo mucho más recurrente y eso significa que apenas estamos viendo los trabajos que van a cimentar la fórmula para este tipo de historias, pero también serán aquellos que inevitablemente tendrán que lidiar con algunas comparaciones con cierto clásico de los 80s que estableció mucho con respecto a los sueños dentro del género; algo que en el caso de Dead Awake sin duda va a ocurrir.

Y es que si bien lo que nos traen Guzman no es una copia de Elm Street, ciertamente varios de sus conceptos básicos están muy inspirados en esta y para diferenciarse recurren a una mezcla fantástica/científica que ayuda mucho para brindarle una identidad propia. Sobre todo durante un primer acto en donde las acciones transcurren de manera bastante rápida al presentar desde la primera escena el problema central para que así el espectador pueda sentir empatía con el personaje de Beth, la cual se ve envuelta dentro de una situación que desde cualquier perspectiva la deja mal parada y que en cuestión de minutos la consume de manera importante para que así se pueda generar el momento de shock más relevante; uno que además cambia por completo la dinámica que suponías iba a seguir al darle ahora importancia al personaje de su gemela Kate.

Esto sin duda ayuda a que las cosas transcurran a un buen ritmo y se pueda tener espacio para elaborar un poco más todo el tema de la amenaza; sin embargo, una vez que se empiezan a revelar aspectos sobre esta, la película también empieza a parecerse más y más al clásico de Wes Craven. Temas como el jugar con los sueños de las victimas para manipularlos o despertarlas para evitarlo se hacen presentes, pero sin resultar en algo memorable porque las interacciones con el demonio casi siempre siguen un patrón similar.

Igualmente se utiliza el no dormir como principal mecanismo de defensa, aunque más que nada para añadir los momentos oportunos que puedan elevar un poco la sensación de peligro cuando se hace evidente que la historia solo se encuentra dando vueltas sin ningún tipo de dirección.

Una situación que hace que la parte final resulte muy poco interesante, no tanto por lo predecible, sino porque verdaderamente no exploran el tema de la parálisis y además esta fuerza maligna ancestral se queda como una simple copia barata de los fantasmas del cine japonés.

Sobre las actuaciones sin duda la que destaca es Jocelin Donahue (Beth/Kate), ya que darle vida a gemelas siempre exige algo más y la verdad es que logra a sacar adelante dicho reto. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score resulta un buen complemento, el trabajo de sonido está ok, los efectos son simples y la labor de maquillaje es efectiva con el único elemento que lo exige de manera importante.

Opinión final: Dead Awake es aceptable. Su idea daba para más, pero ciertamente puede ser una buena opción cuando ya no tengan otra cosa que ver.

Ojometro:
***

martes, 20 de junio de 2017

Crítica: Sacrilege (2017)


Película dirigida por Paul Catalanotto (Proof of the Devil), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Mary Nguyen Catalanotto y Mark Twain Williams. Salió directamente en DVD dentro de los Estados Unidos a inicios de mayo y posteriormente hizo lo propio en diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Jessica (Jenn Foreman) le compra en una venta de garaje una caja musical a su mejor amiga para dársela de regalo de cumpleaños, pero lo que no sabe es que dicho objeto traerá consigo a un ente demoníaco que se alimenta de las vidas de todos aquellos que escuchan la melodía con la que cuenta.



Comentarios generales:

Con el paso del tiempo el cine de terror se ha convertido en un reciclaje de ideas constante y por ello difícilmente sorprende que un trabajo copie distintas ideas de otras películas debido a que eso ha sido hasta cierto grado parte integral del género. La controversia se da cuando un simple reciclaje de ideas se convierte en una cuasi copia de otra película, tal vez con ciertos elementos diferentes, pero que en su núcleo es prácticamente lo mismo y no puede ocultarlo, lo cual es la situación con la que tiene que lidiar Sacrilege.

Esto porque lo que nos trae Catalanotto y compañía es prácticamente una versión pobre de The Conjuring, aunque con ciertas diferencias que hacen que por lo menos en el primer acto uno pueda digerir tal situación. Ya que el inicio debo de decir que si me agradó, sobre todo porque desde la primera escena se logra construir una atmósfera que en cada instante te hace sentir el peligro latente sin saber exactamente de lo que se trata y porque sorpresivamente se toma un camino mucho más depresivo y oscuro del que te imaginas para poder establecer de golpe a este ente que resulta por demás llamativo gracias a la manera en la que consume la vida de sus víctimas; haciéndote suponer que no solo habrá varios sustos fáciles, sino también un poco más de sangre de la que esperabas.

Algo que lamentablemente se queda en una simple suposición, ya que una vez revelado lo que es este ente y la amenaza que significa para nuestros protagonistas las cosas se vuelven por completo una copia de la película de James Wan en prácticamente todo, pero careciendo por completo del impacto necesario para que funcione. En gran parte esto se debe a la introducción de una doctora/exorcista cuya presencia, más allá de ser la vía para que el espectador entienda al demonio en cuestión, solo enreda más una situación que conforme pasan los minutos pierde claridad ante escenas diseñadas para vender la locura de los afectados en lugar profundizar con el tema satánico que debería de ser el punto de partida con este problema.

La parte final la encontré poco efectiva. Cuenta con un giro que lo puedes ver venir prácticamente desde el inicio y la explicación que te brindan se siente sumamente forzada; además de que el ritmo elegido para el cierre resulta contraproducente considerando que por momentos se quiere provocar cierta sensación de shock de golpe y este lo impide por completo.

Las actuaciones en general me parecieron pobres, demasiado planas como para poder involucrarte de lleno con estos personajes y su sufrimiento. La producción es típica de una película con bajo presupuesto: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho, el score es algo repetitivo, el trabajo de sonido decente, los efectos un tanto arcaicos y la labor de maquillaje es bastante simple.

Opinión final: Sacrilege es bastante aburrida. No está tan mal como algunas otras películas sobre casas poseídas, pero no destaca en nada. 

Ojometro:
**

sábado, 17 de junio de 2017

Crítica: Land of Smiles (2017)


Primer largometraje escrito y dirigido por Bradley Stryker, quien además actúa en el mismo. Salió directamente en DVD y Blu-ray durante el mes de marzo en Alemania, mientras que su estreno en Estados Unidos está planeado para darse hasta el 2018.

Sinopsis:

Una joven se ve seducida a viajar por Tailandia, un lugar paradisíaco de tercer mundo en donde se piensa encontrar con su mejor amiga. Ya estando ahí hace algunas amistades, pero también se convertirá en la obsesión de un peligroso sociópata que la sigue por todos lados como parte de un perturbador juego.



Comentarios generales:

Películas sobre indefensos estadounidenses que son secuestrados o brutalmente asesinados en algún país exótico no son algo nuevo, pero después de que hace 12 años “Hostel” popularizara dicho concepto se ha vuelto algo más que recurrente. En general es una fórmula que funciona porque está ligada a un tipo de cine mucho más violento que le agrada a un importante sector de los fans y además es una que pareciera que cualquiera puede realizar sin muchos problemas; aunque Land of Smiles se encargará de romper dicha percepción por completo.

Esto porque lo que nos regala Stryker es un trabajo que desde un inicio muestra una marcada crisis de identidad al manejarse como un found footage clásico, pero a la vez queriendo integrar elementos un poco más convencionales para establecer la historia que simplemente no funcionan ante las habituales limitaciones que ofrece dicho formato. Sobre todo durante un primer acto en el que se nos muestra a la protagonista realizando este viaje de la manera más aburrida que te puedas imaginar, sacando de la manga básicamente todos los convencionalismos conocidos mientras que por alguna razón alguien la está filmando a lo lejos y de manera aleatoria aparecen imágenes de un tipo con máscara de payaso que por lógica sabes que tienen algo que ver con ese seguimiento.

Una revelación que se da llegada la media hora y que supone un cambio en el tono de la película, aunque eso no significa que mejore el ritmo de esta, ya que una vez que se empieza a desarrollar el juego entre ambas partes los repentinos saltos en la historia son muy marcados y esto genera un cambio radical constante en la manera en la que transcurren las acciones. Básicamente estos convenientes saltos evitan que los momentos de tensión que se pudieran llegar a crear sean algo relevante porque rápidamente quedan en el olvido gracias a otro evento que cambia la dinámica, volviendo así muy difícil que el espectador pueda tomar en serio esta aterradora experiencia que, además, carece de violencia extrema o sangre.

El final es bastante pobre. Realmente no es tan evidente pero por ciertas situaciones presentadas se puede descifrar quien es el asesino si se pone la atención debida, aunado a que carece de lógica porque nunca explican sus motivaciones para hacer todo esto. Incluso la conclusión, que supuestamente tiene que ser muy impactante, se siente anti climática y demasiado acelerada.

Las actuaciones no tienen nada para destacar, Alexandra Turshen (Abby) hace lo que puede pero nunca logra generarte suficiente empatía como para lograr que su situación te resulte agobiante. De la producción no se le puede recriminar mucho: está bien editada, la dirección de arte cumple, la música está bien seleccionada, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es limitado.

Opinión final: Land of Smiles es bastante mediocre. Tal vez una de las películas más intrascendentes que han salido en el año. 

Ojometro:
**

martes, 13 de junio de 2017

Crítica: The Bye Bye Man (2017)


Película dirigida por Stacy Title (Let the Devil Wear Black) y escrita por Jonathan Penner, la cual está basada en el capitulo “The Bridge to Body Island" del libro The President's Vampire. Se estrenó a inicios de año dentro de los Estados Unidos, recaudando hasta la fecha $26.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Su salida en DVD se dio el pasado 14 de abril.

Sinopsis:

Al mudarse a una vieja casa fuera del campus, tres estudiantes universitarios liberan de manera involuntaria a un ente conocido como The Bye Bye Man, quien caza a aquellos que mencionan su nombre. Ahora ellos tendrán que tratar de salvarse mutuamente, pero a la vez tratar de mantener la existencia de The Bye Bye Man en secreto para salvar a otros de ese mortal destino.



Comentarios generales:

Creo que ya lo he comentado anteriormente, pero a las creepypastas no las veo precisamente como la mejor fuente de inspiración para una película de terror. Puede que sean muy efectivas para generar mucha plática en el mundo del internet y todo eso, sin embargo, cuando se ha tratado de adaptarlas a cine los resultados no han sido los mejores gracias a que el material no es tan extenso como para elaborar guiones sólidos y eso las vuelve muy incoherentes, un problema del que The Bye Bye Man tampoco pudo librarse.

Lo cual es una pena porque el flashback inicial con el que cuenta es magistral, ya que te vende de inmediato parte del concepto y, sobre todo, le brinda un alto nivel de impacto a las cosas que no te esperabas de manera tan temprana. Hasta ahí todo bien, pero al trasladar la historia a la época actual todo se viene rápidamente abajo no solo porque por cuestiones obvias Title tiene que calmar las cosas para establecer el contexto en el que se encuentran los personajes, sino que además debe de invertir tiempo para que el espectador sepa de la amenaza y se familiarice con esta, algo que resulta sumamente aburrido de ver porque gran parte de lo que ocurre en pantalla se siente genérico e increíblemente acelerado.

Básicamente es pasar del suceso Y al suceso X lo más rápido que se pueda para que el ritmo no decaiga, una fórmula que en ocasiones funciona pero en este caso se vuelve completamente obsoleta gracias al terrible guión con el que se cuenta. En serio, de pronto nos encontramos ya por completo de frente con este hombre con capucha que aparece y desaparece, pero del que no sabes absolutamente nada porque nunca se toman algunos minutos para explicar sus orígenes o el significado de lo que hace (por ejemplo… ¿Por qué utiliza la moneda?); dejando que todo recaiga en momentos de locura por parte de los tres estudiantes que resultan muy exagerados y, además, siempre se quedan con un aire de vacío importante debido a que prácticamente ninguno conduce a algo relevante.

La parte final definitivamente regresa un poco del impacto mostrado al inicio y por lo menos intentan integrar cierta dosis emocional incluyendo al hermano y a la sobrina de Elliot, pero por alguna razón los creadores eligen añadir cierto humor que le quita toda la fuerza a un momento que en teoría tendría que ser desgarrador. Además dejan un final abierto que no ayuda en nada.

Las actuaciones son pasables, no están tan mal considerando la falta de contenido con la que tienen que lidiar. La producción es cumplidora: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es muy básica, el score está ok, el trabajo de sonido no tiene problemas y la labor de maquillaje es aceptable; lo único que si deja que desear son algunos de los efectos.  

Opinión final: The Bye Bye Man es bastante mala. Una película absurda que terminará siendo relegada a la programación anual de Halloween de varios canales de TV.

Ojometro:
**

sábado, 10 de junio de 2017

Crítica: The Mummy (2017)


Película dirigida por Alex Kurtzman, cuyo guión fue co-escrito por David Koepp, Christopher McQuarrie y Dylan Kussman. Se estrenó en cines a nivel mundial durante este fin de semana.

Sinopsis:

Después de haber sido sepultada en las profundidades del desierto, una antigua princesa, cuyo destino le fue injustamente arrebatado, es despertada en la época actual y con ello toda su maldad acumulada por miles de años que traerá un tipo de terror que desafiará toda comprensión humana.



Comentarios generales:

Los monstruos de Universal Studios forman parte de una de las etapas más importantes en la historia del cine de terror, sin estos muchas cosas dentro del género simplemente no existirían y por eso mismo su estatus de personajes legendarios es más que merecida. Sin embargo, cuando se empezó a hablar de lo que sería el Dark Universe siempre mantuve mis dudas al máximo debido a que, si bien estos para muchos de nosotros son algo muy importante, para las generaciones más jóvenes no y era evidente que Universal iba a tratar de tomar un camino distinto; uno que fuera más acorde con las tendencias cinematográficas mainstream actuales y con The Mummy ha sido más que evidente eso, aunque con mejores resultados a los que esperaba.

La verdad es que utilizar esta película como el comienzo de lo que será todo un universo cinematográfico resultaba extraño y lo que hace Kurtzman es seguir el librito establecido en la original sin tomar demasiados riesgos con un inicio estándar que no solo establece las bases de la historia, sino que además deja bastante claro que aquí la acción (y algo de humor) será lo que va a predominar y el terror pasará a un segundo plano. Algo que sin duda será lo que genere más molestia, pero lo cierto es que para los efectos del primer acto sirve de manera adecuada gracias a que cuenta con algunas secuencias muy bien logradas que le brindan un ritmo frenético a algo que no presenta mucha novedad y ayuda a que la dinámica sea fluida de aquí en adelante.

Ya para el segundo acto las cosas se ponen más interesantes gracias a que los elementos de terror empiezan a aparecer de manera ligera, la momia por fin adquiere más protagonismo y, sobre todo, se nos presenta finalmente lo que unirá a todo este universo con la aparición relevante de Dr. Jekyll y su organización Prodigium (atención con las referencias dentro de las instalaciones). Esto en cierta forma expande mucho más el concepto, pero lamentablemente no se profundiza demasiado en el tema de los monstruos gracias a la urgencia mostrada por centrar nuevamente todo en la acción, lo cual no está mal y no me generó gran molestia dado a que está bien hecha, nada más que si hubiera sido interesante desarrollar un poco más dicho aspecto considerando que este filme es el punto de partida.

La parte final  cumple, pero no es precisamente memorable. El conflicto central si logra tener una dosis emocional más elevada y se juega de manera efectiva con el tema del bien y el mal; aunque definitivamente carece de fuerza.

De las actuaciones realmente de Tom Cruise tenemos lo de siempre y Russell Crowe creo que queda bastante bien en su rol de Dr. Jekyll; sin embargo, es Sofia Boutella quien destaca en su rol de momia (Ahmanet). La producción es primer nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es agradable, el trabajo de sonido es espectacular, la labor de maquillaje es sólida y los efectos en general lucen genial, aunque me hubiera gustado que no todo fuera CGI.

NOTA: La película cuenta con una cantidad de referencias importante a varios clásicos prácticamente desde el inicio, así que estén muy atentos. 

Opinión final: The Mummy es una película palomera. Opta más por la acción que por el terror, pero logra su objetivo de generar curiosidad por el Dark Universe.

Ojometro:
***

martes, 6 de junio de 2017

Crítica: 7 Witches (2017)


Película dirigida por Brady Hall, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ed Dougherty. Salió directamente en VOD el pasado 9 de mayo dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Dos mujeres están a punto de contraer matrimonio y para ello deciden realizar su boda en las grises playas del Noroeste de Washington, donde estarán presentes sus familias: los Boyles y los Sklar. La primera es una familia completamente disfuncional y la segunda una familia extraña que ha vivido en el área desde que esta fue fundada, cuyos secretos guardan una historia particularmente sangrienta.



Comentarios generales:

Después de la maravillosa “The Witch” era evidente que la fórmula para realizar películas sobre brujas iba a cambiar de manera importante al ver el éxito que esta tuvo, en especial porque se trata de un subgénero un tanto olvidado que tenía años implorando por algo nuevo. Simplemente era cuestión de tiempo para que empezáramos a ver trabajos que dejaran de lado el aspecto fantasioso y 7 Witches es de las primeras en seguir dicho camino, aunque sin dominarlo plenamente.

Ya que lo que nos trae Hall es algo que se cocina a fuego lento, en donde los elementos característicos de todo lo referente a la brujería son expuestos de manera tímida en un inicio para darle prioridad a una dinámica familiar que en todo momento te vende un conjunto de peculiares personalidades destinadas a chocar constantemente y que no necesitan de elementos grotescos para generar cierta incomodidad. Una que se incrementa cuando hace acto de presencia la otra familia y con ello los marcados choques culturales, los cuales se ven complementados por la generación de una atmósfera bastante oscura, incluso diría deprimente, que poco a poco va convirtiéndose en parte fundamental para hacer que todos los misterios que hay detrás vayan saliendo a la luz de manera discreta.

Una situación que sin duda no será del agrado de muchos, ya que esto conlleva a que la película se desarrolle bajo un ritmo pausado y sin grandes sobresaltos; en especial durante un segundo acto en el que el director hace evidente que los Boyles se encuentran en grave peligro, pero sin revelar los detalles de manera contundente. Dando pie así a una serie de extraños eventos que forman parte de un ritual complejo que finalmente empieza a integrar elementos que uno espera ver en historias que involucran brujas y que, una vez más, vuelven a generar incomodidad entre los personajes para encaminarlos a un evento trágico que sin duda es de los momentos con más impacto.

Lamentablemente todo lo anterior se ve afectado por una parte final que se siente como de otra película. No digo que esta sea mala en sí, pero después de lo que se manejo previamente el que las cosas se tornen mucho más dinámicas por medio de disparos y persecuciones elimina de golpe el aspecto aterrador de lo que hay detrás; además de que provocan que los propósitos generales del ritual no queden del todo claros.

Las actuaciones son aceptables, nada del otro mundo y sin ninguna que resalte de manera importante, pero en conjunto logran buenas dinámicas en las escenas entre las familias. La producción es discreta, aunque bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score es agradable, cuenta con un trabajo de sonido sólido, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje es bastante básica.

Opinión final: 7 Witches está ok. Una producción pequeña que hace muchas cosas bien, pero que no sabe como terminar de contar las cosas.

Ojometro:
***

sábado, 3 de junio de 2017

Crítica: The Secrets of Emily Blair (2017)


Primer largometraje del director Joseph P. Genier, cuyo guión fue escrito por Patricia Harrington. La película salió directamente en Netflix el pasado 9 de mayo, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Desesperado por salvar a su prometida Emily (Ellen Hollman) de un demonio que ha tomado posesión de su cuerpo, William (Will Kemp) recurre a su sacerdote de toda la vida para que lo ayude.



Comentarios generales:

No diría que vivimos en una época en donde las películas sobre exorcismos están de moda porque ciertamente estas nunca han dejado de estar presentes, pero desde un tiempo a la fecha ha sido evidente que la mayoría de estas siguen un patrón muy similar que difícilmente presenta cambios radicales. Lo cual no creo que sea precisamente malo, pero gracias a esto se ha vuelto complicado que esta clase trabajos me generen emoción ante lo predecibles que resultan y con The Secrets of Emily Blair eso no cambio demasiado.

La verdad debo de reconocer que por lo menos Harrington y Genier le ponen velocidad a las cosas para que en cuestión de minutos se dé la posesión, lo cual da un margen de maniobra amplio para poder realizar lo que les plazca con el personaje de Emily justificando todo bajo la excusa de que no es ella quien realiza todas esas cosas. Un aspecto que logra ofrecer un par de momentos interesantes pero que con el pasar de los minutos va perdiendo fuerza principalmente por la manera en la que el resto de los personajes reaccionan ante dicho comportamiento, provocando así que desde muy temprano la película caiga en un ritmo no muy agradable que te hace sentir que todo avanza muy lento.

Ya entrado el segundo acto la historia adquiere una estructura mucho más clásica cuando se refiere a posesiones, sin embargo, las escenas diseñadas para proporcionar los niveles de impacto necesarios en ocasiones resultan algo cómicas (principalmente por culpa de los efectos) y además el hecho de que nunca se expliquen de manera adecuada los motivos por los cuales el demonio eligió a Emily provoca un vacío importante. Uno que resulta mucho más evidente cuando el sacerdote presentado resulta incompetente y decide buscar ayuda, algo que luce como una simple excusa para añadir con calzador un pequeño conflicto que, al igual que básicamente todo lo que ocurre aquí, no recibe demasiada profundización en cuanto a los problemas del pasado entre ambos personajes y solo integra a alguien más en la dinámica para generarte más preguntas (¿Por qué diablos el demonio conocía al otro sacerdote?).

La parte final tampoco tiene mucho para destacar. El exorcismo es totalmente anti climático, carece de fuerza y al final de cuentas no se responden las preguntas que el espectador lleva teniendo en su cabeza por más de una hora. Incluso dejan la posibilidad abierta para una secuela bajo algo que no tiene gran sentido precisamente por la nula explicación previa.

De las actuaciones no hay mucho que destacar, la única que hace algo un poco más llamativo es Ellen Hollman con su doble personalidad pero tampoco es algo tan espectacular como para elevar el nivel de la película por sí sola. La producción cumple, salvo por un detalle: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho, el score es discreto, el trabajo de sonido es bueno y la labor de maquillaje sólida; sin embargo, toda la cuestión de efectos deja mucho que desear.

Opinión final: The Secrets of Emily Blair es bastante olvidable. Una película genérica sobre exorcismos que pasará sin pena ni gloria.

Ojometro:
**