Producción británica escrita y dirigida por Harry Aspinwall. Se estrenó en cines y formato físico dentro del Reino Unido el pasado 22 de marzo.
Sinopsis:
Mientras busca a su distanciado padre, una joven irrumpe en una casa vacía en el campo donde cada visitante desaparece. Aunque estando ahí tendrá que evadir al hombre que se hace pasar por agente inmobiliario e invita a las víctimas a entrar a la casa.
Comentarios generales:
El cine de terror independiente siempre será algo bienvenido porque de ahí es donde salen el talento y las ideas que en algún punto explotarán a una escala mayor; sin embargo, no es ningún secreto que ese tipo de cine suele retar tu paciencia debido a que se trata de un volado. Poniéndote frente a buenas y malas propuestas por igual de las que siempre tratas de sacar algo positivo, pero la verdad con The House Was Not Hungry Then eso resulta bastante complicado.
Y es que lo traído por Aspinwall se siente tan vacío que, una vez pasados los 10 minutos iniciales, realmente no hay mucho que destacar gracias a que su propuesta minimalista se dedica a repetir lo mismo durante hora y media sin intenciones de profundizar demasiado una cuestión supernatural que no diría que es compleja, pero que si necesitaba un poco más de elaboración para que la experiencia no se sienta pesada ante lo poco que ocurre en pantalla. Sobre todo cuando esta involucra una serie de desapariciones que en realidad son meramente anecdóticas para el desarrollo tanto de la propia historia como del personaje que es responsable de estas.
Llevando con esto a que el ritmo sea lento la mayor parte del tiempo dado a que jamás existe un cambio en el nivel de intensidad que se maneja, ni siquiera cuando se empieza a explotar el vínculo entre la protagonista y la casa. El cual se ven obligados a presentarlo de la manera más simplista posible ante las limitaciones del presupuesto, pero eso no evita que en todo momento se sienta demasiado absurdo el hecho de que esta casa tenga “vida” y aún así lo único que se puede hacer con eso son una serie de diálogos sin sustancia o el desaparecer objetos por medio de un trabajo de edición cuestionable.
Ante esto realmente para la parte final uno no espera nada relevante y dicho sentir se mantiene intacto. Ya que aunque por unos breves instantes tratan de añadir algo de fuerza por medio de un conflicto que se resuelve en un par de minutos, la verdad el desenlace es totalmente irrelevante y solo te deja pensando que pudiste haber aprovechado estos 90 minutos haciendo otra cosa.
En el tema de las actuaciones no hay mucho que decir, solo dos actores tienen peso en esta historia y ninguno de ellos resulta particularmente memorable en lo que ofrecen. Mientras que en producción nos encontramos ante algo de muy bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no convence del todo, la dirección de arte es simple, el score cumple, el trabajo de sonido es discreto y la labor de maquillaje ínfima.
Opinión final: The House Was Not Hungry Then es horrible. Película vacía y aburrida que es mejor evitar.
Ojometro:
*