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viernes, 27 de junio de 2025

Crítica: The House Was Not Hungry Then (2025)

Producción británica escrita y dirigida por Harry Aspinwall. Se estrenó en cines y formato físico dentro del Reino Unido el pasado 22 de marzo.

Sinopsis:

Mientras busca a su distanciado padre, una joven irrumpe en una casa vacía en el campo donde cada visitante desaparece. Aunque estando ahí tendrá que evadir al hombre que se hace pasar por agente inmobiliario e invita a las víctimas a entrar a la casa.


Comentarios generales:

El cine de terror independiente siempre será algo bienvenido porque de ahí es donde salen el talento y las ideas que en algún punto explotarán a una escala mayor; sin embargo, no es ningún secreto que ese tipo de cine suele retar tu paciencia debido a que se trata de un volado. Poniéndote frente a buenas y malas propuestas por igual de las que siempre tratas de sacar algo positivo, pero la verdad con The House Was Not Hungry Then eso resulta bastante complicado.

Y es que lo traído por Aspinwall se siente tan vacío que, una vez pasados los 10 minutos iniciales, realmente no hay mucho que destacar gracias a que su propuesta minimalista se dedica a repetir lo mismo durante hora y media sin intenciones de profundizar demasiado una cuestión supernatural que no diría que es compleja, pero que si necesitaba un poco más de elaboración para que la experiencia no se sienta pesada ante lo poco que ocurre en pantalla. Sobre todo cuando esta involucra una serie de desapariciones que en realidad son meramente anecdóticas para el desarrollo tanto de la propia historia como del personaje que es responsable de estas.

Llevando con esto a que el ritmo sea lento la mayor parte del tiempo dado a que jamás existe un cambio en el nivel de intensidad que se maneja, ni siquiera cuando se empieza a explotar el vínculo entre la protagonista y la casa. El cual se ven obligados a presentarlo de la manera más simplista posible ante las limitaciones del presupuesto, pero eso no evita que en todo momento se sienta demasiado absurdo el hecho de que esta casa tenga “vida” y aún así lo único que se puede hacer con eso son una serie de diálogos sin sustancia o el desaparecer objetos por medio de un trabajo de edición cuestionable.

Ante esto realmente para la parte final uno no espera nada relevante y dicho sentir se mantiene intacto. Ya que aunque por unos breves instantes tratan de añadir algo de fuerza por medio de un conflicto que se resuelve en un par de minutos, la verdad el desenlace es totalmente irrelevante y solo te deja pensando que pudiste haber aprovechado estos 90 minutos haciendo otra cosa.

En el tema de las actuaciones no hay mucho que decir, solo dos actores tienen peso en esta historia y ninguno de ellos resulta particularmente memorable en lo que ofrecen. Mientras que en producción nos encontramos ante algo de muy bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no convence del todo, la dirección de arte es simple, el score cumple, el trabajo de sonido es discreto y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: The House Was Not Hungry Then es horrible. Película vacía y aburrida que es mejor evitar.

Ojometro:
*

martes, 11 de marzo de 2025

Crítica: Presence (2025)

Película dirigida por Steven Soderbergh, cuyo guión fue co-escrito por David Koepp. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de enero, mientras en México hizo lo propio el pasado 6 de marzo; recaudando hasta la fecha $9.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tras una serie de sucesos extraños, una familia se convence de que no están solos dentro de su nueva casa en los suburbios.


Comentarios generales:

Que Steven Soderbergh dirija una película ligada al género de terror es por sí mismo todo un acontecimiento, pero si a eso le agregas que lo hace con una propuesta que se siente fresca dentro de un subgénero tan gastado entonces tenemos algo que inevitablemente va a atraer muchas miradas. Lo cual convertía a Presence en un trabajo que generó más expectativas de las que probablemente se tenían contempladas y eso se nota en el resultado final.

Ya que lo presentado por Soderbergh no está pensado para generar sobresaltos aleatorios al espectador cada cinco minutos o provocarle una sensación de terror extrema, más bien su prioridad es desarrollar un drama familiar ante los “ojos” de un espíritu que por sí mismo es toda una incógnita debido a que no muestra el comportamiento habitual que uno esperaría. Haciendo que el primer acto no sea el más atractivo dado a que se sustenta en la monotonía de la vida familiar y en el ir plantando varias de las preguntas fundamentales que sostendrán el drama más adelante.

Ante eso las cosas avanzan de manera bastante lenta por las pocas emociones que se presentan en pantalla, aunque conforme vamos entrando al segundo acto se trata que el espíritu vaya adquiriendo un mayor involucramiento en las acciones y gracias a ello se se pueden ver algunos de los pocos momentos con cierto nivel de intensidad que a la postre llevan a que se quiera profundizar de alguna manera sobre este; sin embargo, la forma en la que lo hacen es tan vaga al grado de que queda parado como algo irrelevante. Siendo esa una problemática recurrente dado a que cada situación de importancia es tratada de manera muy superficial y por lo mismo va creando cierta sensación de vacío dentro de una historia a la que pareciera que jamás quieren añadirle más extravagancia ante el riesgo de convertirla en una propuesta convencional sobre fantasmas.

Volviendo con esto el visionado retador, más no particularmente aburrido; en especial durante una parte final que no cambia mucho la fórmula pero logra manejar un grado de tensión agradable. Dejándonos con esto un desenlace hasta cierto punto sorpresivo y, sobre todo, un tanto depresivo.

Las actuaciones no son espectaculares, pero cumplen con el propósito de demostrar la monotonía de una familia que tiene sus problemas y está al borde desmoronarse por diferentes motivos. Siendo Lucy Liu (Rebekah) la que tal vez resalta más por darle vida al personaje con la personalidad más dominante de todas.

Mientras que en producción tenemos una factura bien cuidada, pero discreta: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no destaca demasiado, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos en general son básicos y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Presence está ok. Película con una propuesta fresca a la que le falta desarrollar mejor sus ideas.

Ojometro:
***

martes, 12 de noviembre de 2024

Crítica: Beezel (2024)

Película dirigida por Aaron Fradkin, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Victoria Fradkin. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de septiembre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 26 de noviembre.

Sinopsis:

A lo largo de 60 años, tres residentes de una casa maldita descubren a una bruja inmortal que vive debajo de esta con una insaciable sed por almas vivientes. 


Comentarios generales:

Honestamente no sabía mucho sobre Beezel hasta hace un par de días, pero su trailer hizo un muy buen trabajo para vendérmela debido a que encontrar películas interesantes de brujas este año ha sido complicado. Además de cierta forma también tenía un aire a “Evil Dead” que resultaba difícil de ignorar y si bien no está ni cerca de replicarlo, si podemos encontrarnos con un trabajo que tiene algunas cosas para no decepcionarte totalmente.

Y es que lo traído por Fradkin se maneja como una antología sin que lo sea, dividendo su historia en tres partes para ir profundizando de a poco sobre lo que ocurre dentro de la casa a lo largo de tantos años y cómo se ven afectadas las personas que viven en esta. Siendo la primera parte la mejor de todas debido a que no solo explica de manera concisa la situación ligada a la bruja, sino porque logra generar una atmósfera llena de tensión gracias al extraño comportamiento de Harold y por lo mismo se puede establecer un tono oscuro que ayuda de manera importante a solidificar la constante sensación de riesgo dentro de ese lugar.

Un aspecto que beneficia a la segunda parte, la cual es la más simple en su desarrollo pero la que sabe explotar de mejor forma los elementos clásicos del terror para que en ningún momento la protagonista esté cómoda dentro de un escenario que, ahora sí, guarda peligros más palpables y deja algunos momentos visualmente interesantes. Aunque también es a partir de aquí cuando los detalles sobre la bruja empiezan a volverse un tanto vagos y no se les da demasiado seguimiento para añadir más sustancia, reflejándose esto en una última parte que es indudablemente la más floja por lo vacía que se siente.

La cual, para empeorar las cosas, integra elementos de found footage a la ecuación y con ello el ritmo se vuelve un problema dado a que lo que domina la pantalla es un largo y tedioso drama marital con dos personajes sin nada de química. Donde se pueden notar algunos ligeros intentos por tratar de construir momentos de tensión, así como de generar algo de shock; sin embargo, nada de esto evita que el cierre se sienta un tanto acelerado y carente de un mayor impacto.

Sobre las actuaciones hay que decir que hay demasiados contrastes dependiendo de las historias, siendo Bob Gallagher (Harold Weems) quien logra dejarte una mayor impresión. Mientras que en producción tenemos una factura discreta en general: el trabajo de fotografía es sólido, el trabajo de sonido es de buena calidad, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Beezel está aceptable. Película con ciertas cosas interesantes que no está de más el darle una oportunidad.  

Ojometro:
***

martes, 24 de septiembre de 2024

Crítica: The Deliverance (2024)

Película dirigida por Lee Daniels, cuyo guión fue co-escrito por David Coggeshall y Elijah Bynum. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 30 de agosto.

Sinopsis:

Ebony (Andra Day) es el sustento de una disfuncional familia de Indiana que atraviesa graves problemas económicos. Aunque pronto su situación empeorará cuando extraños eventos empiezan a ocurrir dentro de su nueva casa.


Comentarios generales:

Siempre he mencionado que es positivo que directores de renombre volteen a ver el cine de terror porque eso automáticamente atrae miradas de otro tipo de público que por lo general no consume el género. Sin embargo, muchas veces estos experimentos no resultan tan efectivos por diversos factores y The Deliverance es un claro ejemplo de ello.

Y es que Lee Daniels nos demuestra que en realidad no sabe hacer terror al traernos una historia de demonios en la que el demonio es lo menos importante durante un periodo extendido de tiempo y se centra más en un dramón familiar que durante los minutos iniciales puede ser interesante por la compleja relación de Ebony con sus hijos, pero una vez que se asienta esa problemática las cosas empiezan a irse en picada rápidamente. Sobre todo porque la única manera con la que se pretende generar terror es por medio de recursos básicos que ni siquiera son bien implementados, logrando con esto que exista demasiada repetitividad desde temprano y gracias a ello el ritmo sea uno exageradamente lento.

Un problema que se va magnificando conforme se entra a la segunda mitad de la película debido a que la manera de ir exponiendo la posesión carece de imaginación y los momentos pensados para incrementar la sensación de riesgo son demasiado blandos como para sacudir un poco la monotonía. Además, por si esto no fuera suficiente, la obsesión por seguir empujando fuertemente el drama familiar le quita reflectores a todo lo referente al demonio y esto hace que la profundización sobre dicho tema se sienta totalmente improvisada al saltar de una idea a otra hasta que puedan encontrar algo lo suficientemente estable como para agarrarse de eso y así construir una parte final que pueda ser intensa.

La cual sin duda lo es, sin embargo, eso no quiere decir que sea efectiva debido a que todo lo que ocurre carece de sentido. Donde se apuesta a que sean las dosis de espectacularidad las que oculten las inconsistencias dentro de un desenlace en el que pasan muchas situaciones huecas que pretenden ser más de lo que verdaderamente son.

En lo que se refiere a las actuaciones hay que decir que probablemente es donde tenemos los únicos puntos fuertes, ya que Andra Day construye un personaje con muchos demonios internos que no genera empatía pero tampoco desinterés. Mientras que Glenn Close (Alberta) ofrece una interpretación excéntrica como pocas veces se le ha visto y definitivamente es la que más destaca por eso mismo.

Sobre la producción no tenemos mucho que resalte de gran forma: el trabajo de fotografía no es nada del otro mundo, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido cumple, los efectos no son los mejores y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: The Deliverance es mala. Película con muchos problemas que quedará en el olvido rápidamente.

Ojometro:
**

viernes, 12 de enero de 2024

Crítica: Night Swim (2024)

Película escrita y dirigida por Bryce McGuire, la cual está basada en el cortometraje de 2014 del mismo nombre que co-dirigió junto a Rod Blackhurst. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 5 de enero, recaudando hasta la fecha $20.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

La familia Waller se encuentra en búsqueda de un nuevo hogar después de que Ray Waller (Wyatt Russell) se viera forzado a retirarse del beisbol debido a una enfermedad. Y cuando encuentran la casa ideal con una gran alberca parece que sus vidas van por el rumbo correcto, aunque no se imaginan el terrible secreto que guarda dicho lugar. 


Comentarios generales:

Ya he mencionado en ocasiones anteriores que las ideas que funcionan de buena forma en cortometrajes no siempre se traducen en buenos largometrajes, obvio habrá sus excepciones, pero suele ser complicado ver productos redondos. En gran medida porque dichas ideas están concebidas para no tener un desarrollo tan prolongado por las limitantes de tiempo y en el caso de Night Swim eso se manifiesta de manera evidente.

Esto porque lo traído por McGuire es una historia que se va desinflando conforme tiene que presentar mayor información con respecto a lo que rodea a la alberca, dañando así una propuesta que en un inicio resulta bastante efectiva al explotar al máximo su principal fortaleza. La cual radica en la atmósfera tétrica que logran generar por medio de la propia alberca y las tomas acuáticas que ayudan a establecer de una manera hasta cierto punto original a la amenaza; especialmente cuando se trata de exponer el peligro por debajo del agua.

Una fórmula que después de los primeros 35/40 minutos se vuelve insuficiente para mantener el interés debido a que el trasfondo de lo que ocurre con la alberca jamás parece tener un rumbo definido y además el mostrar el deterioro mental de Ray mientras se cura de su enfermedad no resulta tan intrigante como debería. De hecho, conforme esto va tomando forma el ritmo se vuelve más cansino y los momentos pensados para generar impacto no son lo suficientemente eficaces como para ocultar que en realidad las cosas se estancan ante la carencia de sustancia.

Algo que tratan de solucionar durante una parte final en la que se puede decir que lo logran a secas forzando ciertos detalles, aunque eso no evita que se sienta acelerada. Dejándonos ante un desenlace al que indudablemente le hubiera caído bien una mayor profundización y no solo una explicación exprés, pero por lo menos cuenta con la fuerza necesaria para que la sensación de peligro sea considerable y eso lleve a un cierre frio que encaja de mejor manera con lo presentado.

En cuanto a las actuaciones ciertamente Wyatt Russell cumple con lo que se le pide, pero su transformación en una verdadera amenaza para su familia nunca termina por convencerte del todo. Mientras que Kerri Condon (Eve Waller) por momentos logra ser un buen contrapeso y en otros queda parada como un personaje muy débil con poca iniciativa.

Sobre la producción hay que decir que tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte discreta, el score es buen complemento, el trabajo de sonido es genial, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Night Swim está pasable. Un concepto interesante que lamentablemente solo se queda en eso.

Ojometro:
***

viernes, 3 de noviembre de 2023

Crítica: Hell House LLC Origins: The Carmichael Manor (2023)

Cuarta entrega de la franquicia, la cual está nuevamente escrita y dirigida por su creador Stephen Cognetti. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de investigadores de casos sin resolver se hospedan en la mansión Carmichael. Aunque después de cuatro noches nunca se les ha vuelto a ver y lo que se descubre en los videos de sus cámaras es de lo más perturbador que se ha visto en las cintas Hell House.


Comentarios generales:

Si son lectores del blog desde sus inicios sabrán que el found footage no es precisamente un subgénero que disfrute de gran manera y suelen ser pocos los que logran dejarme buenas sensaciones. Así que realmente Hell House LLC Origins: The Carmichael Manor era una película de la cual no esperaba mucho tomando en cuenta que las entregas previas no habían funcionado conmigo; sin embargo, debo de decir que en esta ocasión me he llevado una muy grata sorpresa.

Y es que para esta cuarta entrega el propio Cognetti nos trae una historia que no está atada a la anterior y en cierta forma puede disfrutarse como algo aparte a pesar de que el hotel Abbadon sigue teniendo presencia en la trama, lo cual ayuda a que se tenga un poco más de libertad al momento de presentar misterios que no es que desborden originalidad, pero logran proporcionar nueva información interesante con respecto a la maldición.

Estableciendo desde muy temprano la tragedia que existe detrás de la familia Carmichael y aprovechándola para presentar una investigación cuya estructura es la estándar en este tipo de trabajos, aunque para darle cierta diferenciación se alterna por algunos lapsos con otra línea de tiempo para brindar contexto sobre los eventos perturbadores que empiezan a manifestarse dentro  la mansión. Unos que para nuestra suerte no se limitan solo a escenas nocturnas, sino también se presentan a plena luz del día con un buen nivel de efectividad para añadir bastante tensión a las cosas por medio de escenas que proporcionan una gran sensación de riesgo y logran establecer un tono oscuro con el que el camino rumbo a la parte final queda bien definido.

La cual resulta bastante intensa al hacer un uso inteligente de los jump scares y explotar la atmósfera para que la agonía de los personajes principales ante su inevitable destino tenga un gran impacto. Además de que también se da tiempo para profundizar un poco más sobre la maldición y con ello llenar los huecos que faltaban para comprender por qué la mansión Carmichael era un lugar tan peligroso desde un inicio.

Sobre las actuaciones hay que decir que todos cumplen, no hay nada fuera de lo común, pero tampoco nada que afecte la experiencia. Y en producción nos encontramos con un presupuesto limitado que es bien aprovechado: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, la edición es muy efectiva, el trabajo de sonido limpio y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Hell House LLC Origins: The Carmichael Manor me gustó. Un found footage bien hecho que sin duda es el mejor de la franquicia.

Ojometro:
****

martes, 8 de agosto de 2023

Crítica: Haunted Mansion (2023)

Película dirigida por Justin Simien (Bad Hair) y escrita por Katie Dippold. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 27 de julio, recaudando hasta la fecha $60.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Gabbie (Rosario Dawson) es una madre soltera que contrata a un guía de turistas, un sacerdote, una psíquica y a un historiador para que la ayuden a exorcizar una antigua mansión que acaba de comprar y se encuentra habitada por fantasmas.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo si vi la película de 2003 con Eddie Murphy y nunca he viajado a alguno de los parques de Disney, así que tampoco tengo mucho conocimiento sobre la atracción en la que está basada la película. Sin embargo, cuando se trata sobre mansiones embrujadas tengo cierta debilidad debido a que estas representan una de las esencias más añejas del cine de terror y por ello Haunted Mansion me generaba interés independientemente de estar enfocada a un público más familiar; aunque al final creo que no logra ser ese producto tan entrañable que se pretendía.

Y mucho de esto se debe a que lo presentado por Simien tiene problemas para establecer su propio tono, ya que si bien la historia se centra en cómo las personas manejan la muerte de un ser querido, también es cierto que en esencia esto es una comedia y durante gran parte del metraje se puede notar lo complicado que les resulta encontrar el balance adecuado entre ambas cosas. Sobre todo durante un primer acto que resulta un tanto aburrido dado a que la presentación de los personajes centrales (Gabbie, su hijo y Ben) no es la más llamativa y la manera en la que se introduce el problema de los fantasmas dentro de la mansión carece de cierta chispa que debería de estar adherida a estos sucesos.

Siendo realmente hasta la entrada del segundo acto con la aparición de los personajes secundarios más excéntricos que las cosas empiezan funcionar mejor, no solo por el hecho de que el humor que estos aportan es efectivo, sino también porque de manera inmediata se activan los elementos sobrenaturales más interesantes para ir dándole forma al misterio detrás de la mansión. El cual es más elaborado de lo que esperas y gracias a eso se pueden construir escenas interesantes que exploten el aspecto visual dentro de esta y también profundicen sobre el tema del duelo con el personaje de Ben sin que el ritmo decaiga.

Logrando con esto que la parte final sea frenética y un buen espectáculo de efectos visuales en el que el villano tenga su momento de buena exposición, aunque en general la manera en la que se resuelve el problema es un tanto genérica y eso le resta puntos a un desenlace que simplemente pasa sin pena ni gloria.

Sobre las actuaciones hay que decir que son lo mejor de la película, aunque Rosario Dawson como la protagonista es la que menos trasciende y queda en un segundo plano a lado de LaKeith Stanfield (Ben). Incluso también queda muy atrás del buen casting de secundarios que incluye a Owen Wilson (Padre Kent), Tiffany Haddish (Harriet) y al siempre hilarante Danny DeVito (Bruce).

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es fantástica, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es de buena calidad, los efectos están bien logrados y la labor de maquillaje cumple su objetivo.

Opinión final: Haunted Mansion está ok. Película de corte familiar para disfrutar con palomitas y olvidarla en un par de meses.

Ojometro:
***

martes, 15 de noviembre de 2022

Crítica: Deadstream (2022)

Película dirigida por Joseph Winter y Vanessa Winter (V/H/S/99), quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 octubre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Shawn (Joseph Winter) es un youtuber en desgracia que trata de recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo dentro de una casa embrujada en la que pasará la noche. Aunque cuando hace enojar a un espíritu vengativo su triunfal regreso se convertirá en una batalla en tiempo real por sobrevivir.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde la relevancia de los youtubers/influencers es cada vez mayor y por lo consiguiente las opiniones sobre estos son diversas, al grado de que para muchas personas resultan totalmente insoportables. Por ello es que no es extraño que con el pasar del tiempo cada vez existan más propuestas con esta temática debido a que suelen atraer miradas por la animadversión natural que provoca y sin duda hasta este momento Deadstream es la que mejor ha sabido explotarla.

Y es que antes que nada hay que mencionar que lo que nos ofrecen los Winter es una comedia de terror cuyo humor puede ser complicado de digerir durante los primeros minutos porque el personaje de Shawn, por diseño, tiene como principal propósito resultarte insoportable gracias a su comportamiento muy a lo “Jackass” y su miedo exagerado a absolutamente todo. Lo cual ciertamente requiere de un gusto muy específico de comedia, aunque poco a poco las cosas dejan de sustentarse en su comportamiento para ir integrando un humor que recae en distintos gags que lo vuelven más humano, ya sea mediante el uso cinta adhesiva para absolutamente todo, sus respuestas a los comentarios hechos por sus fans en el chat o de un soundtrack que él mismo grabó para generar un ambiente tétrico.

Todo bajo una historia que en cuanto al aspecto paranormal es sencilla y solo requiere de la aparición de otro personaje para funcionar, algo que podría parecer aburrido pero en realidad no lo es debido a que el desarrollo como tal resulta muy dinámico ante el uso inteligente de diversas cámaras que ayudan a que el ritmo sea tremendamente ágil por el constante cambio de tomas que se pueden ver. Unas que además son utilizadas no solo como un recurso distractor, sino que en realidad son fundamentales para que nuestro protagonista pueda enfrentar al espíritu gracias a que le dan cierta ventaja para saber lo que ocurre en la casa en tiempo real.

Esto mientras recibe una ayuda externa por parte del chat que le añade contexto a las situaciones que vive, sobre todo porque el tema de maldición ciertamente es más oscuro de lo que esperas y eso ayuda a que conforme avancen los minutos el nivel de intensidad se vaya elevando. Dejando varios momentos muy bien logrados que hacen del sufrimiento de Shawn uno entretenido de ver, pero a la misma vez te genera la empatía suficiente como para querer saber si va a salir con vida del problema en el que se metió.

Llegando así a una parte final que tiene bastante fuerza por medio de algunas escenas que involucran sangre y ciertos elementos grotescos. Aunque realmente lo más importante es el hecho de que jamás se toma en serio y por ende el desenlace resulta tan satisfactorio como absurdo.

Sobre las actuaciones realmente es una película de un solo actor y Joseph Winter hace un trabajo bastante bueno debido a que logra darle vida a un personaje que puede llegar a ser increíblemente odioso, pero al mismo tiempo te puede sacar varias carcajadas. Además de que sabe plasmar de manera impecable la personalidad y vicios que solemos ver en muchos youtubers frente a la cámara.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de muy buena factura para tratarse de un found footage con tan poco presupuesto: el trabajo de fotografía es de gran calidad y parte fundamental para que esto funcione, la edición dinámica, la dirección de arte cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje tiene un toque serie b que puede no ser del agrado de todos.

Opinión final: Deadstream me gustó. Película divertida y ágil que sin duda es una de las grandes sorpresas del año.

Ojometro:
****

miércoles, 31 de agosto de 2022

Crítica: Abandoned (2022)

Película dirigida por Spencer Squire, cuyo guión fue co-escrito por Erik Patterson y Jessica Scott. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados durante el mes de junio, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 13 de septiembre.

Sinopsis:

Después de que una joven pareja se muda a una granja remota con su hijo recién nacido, la mujer (Emma Roberts) lucha contra la depresión postparto cuando esta se intensifica gracias a los propios secretos que guarda su nuevo hogar.


Comentarios generales:

Cuando uno ve que una película cuenta con un elenco conformado por Emma Roberts (Sara), John Gallagher Jr. (Alex) y Michael Shannon (Renner) su primer pensamiento es que se debe de tratar de algo bueno debido a que son actores cuya trayectoria los respalda y además no se encuentran en un periodo de declive que los obligue a elegir proyectos solo para obtener un cheque fácil. Vamos… simplemente no hay señales para pensar lo peor, sin embargo, Abandoned demuestra que incluso con un elenco como este se pueden hacer cosas malas.

Y es que lo traído por Spencer Squire es realmente pobre en todos los sentidos al presentarnos una historia genérica, cuyo único posible punto de diferenciación es el tema de la depresión postparto y ni siquiera saben qué hacer con eso. Ofreciéndonos así una experiencia que desde muy temprano deja en evidencia que será un viaje pesado lleno de situaciones diseñadas para poner a prueba la paciencia del espectador no solo por su lento desarrollo, sino porque absolutamente todo lo que ocurre es predecible y con un nulo porcentaje de efectividad al momento de querer añadir elementos que justifiquen su valoración como película de terror.

Donde además el tema de la depresión tampoco se explota de manera efectiva debido a que en ningún punto puedes sentir una gran empatía por Sara, cuyo deterioro se da de manera un tanto acelerada y sin situaciones que destaquen demasiado. Dejándole gran parte del peso narrativo a un misterio muy mal construido que no genera el terror que debería y jamás te hace sentir una sensación de riesgo importante para la protagonista o su bebé ante tanta repetitividad y cosas que parecen sacadas de la manga para justificar la presencia de determinados personajes que, ciertamente, resultan insignificantes en la trama cuando no debería de ser así.

Con todo lo anterior llegamos a una parte final desangelada con la que se pretende generar mayor intensidad si demasiado éxito. Tratando de justificar cosas por medio de explicaciones poco coherentes y utilizando sustos muy básicos que solo hacen del desenlace uno extremadamente blando que no te provoca absolutamente nada.

En cuanto a las actuaciones, Emma Roberts hace lo que puede y tanto Gallagher como Shannon se ven reducidos a papeles con muy poca relevancia. Mientras que en producción tampoco tiene muchas cosas que presumir: el trabajo de fotografía es aceptable, la dirección de arte muy simple, el score es genérico, el trabajo de sonido cumple y lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión final: Abandoned es muy mala. Película aburridísima y con tan poca sustancia que solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
*

martes, 16 de agosto de 2022

Crítica: 11th Hour Cleaning (2022)

Película dirigida por Ty Leisher, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ed Morrone. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de julio.

Sinopsis:

Un grupo de limpiadores de escenas de crimen sufren para escapar de una casa en la que se ven atrapados por un antiguo demonio nórdico que desatará un infierno para volverlos completamente locos.


Comentarios generales:

Para tratarse de un filme pequeño la verdad es que 11th Hour Cleaning llamaba mucho mi atención gracias a su premisa, ya que realmente no existen muchas películas que utilicen el tema de los limpiadores de escenas de crimen a pesar de la naturaleza sangrienta del género. Eso le brindaba cierta dosis de originalidad y por ello esperaba algo por lo menos entretenido, aunque el resultado estuvo lejos de ser el deseado.

Y mucho se debe a que a lo presentado por Leisher le falta tiempo, lo cual es un problema que seguramente se dio por la falta de presupuesto para extender el periodo de filmación pero que sin duda termina afectándole más de lo imaginado. Esto porque la historia arranca con una serie de potenciales conflictos que te hacen suponer un desarrollo lleno de tensiones que ayudarán a construir una atmósfera densa dentro de la casa; sin embargo, no tiene que pasar mucho tiempo para darnos cuenta que dichos conflictos e, incluso, la premisa de los limpiadores solo son aspectos secundarios cuya única la finalidad es la de perder tiempo mientras entra en escena el demonio nórdico y con ello una dinámica que va a mil por hora.

Ya que realmente nada de lo que se presenta en pantalla resulta muy elaborado, todo se queda a medias para darle lugar a situaciones genéricas vistas en muchos otros filmes y además el propio trasfondo del demonio no es tan interesante como para que tenga un papel fundamental en la trama o pienses que es único. Dejando así que el segundo acto se sustente principalmente en una serie de sustos que no funcionan al ser demasiado predecibles y en situaciones diseñadas para explotar los temores de los personajes que fallan en su propósito de generar una sensación de peligro elevada que te haga sentir preocupación por ellos.

Ante esto realmente la llegada a la parte final resulta muy débil, aunque por lo menos estos minutos son lo mejor de la película. Principalmente porque es aquí donde se logra reflejar un nivel de desesperación adecuado para que el cierre contenga algo de shock a pesar del terrible CGI utilizado y la fuerza suficiente como para que no resulte tan indiferente.

Sobre las actuaciones, honestamente puedo decir que no están tan mal ante lo poco que reciben para construir personajes mucho más interesantes. Mientras que la producción es de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no destaca, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos dejan mucho que desear y la labor de maquillaje es muy discreta.

* Cuenta con una escena a mitad de los créditos

Opinión final: 11th Hour Cleaning es decepcionante. Película genérica a la que le podían haber beneficiado unos cuantos minutos más.

Ojometro:
** 

viernes, 1 de julio de 2022

Crítica: The Cellar (2022)

Película escrita y dirigida por Brendan Muldowney. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 21 de junio.

Sinopsis:

La hija de Keira Woods (Elisha Cuthbert) desaparece en el sótano de su nueva casa. Al inicio esto no parece tener una explicación lógica, pero con el pasar de los días irá encontrando extraños símbolos que revelarán que en su hogar habita algo que puede poner en riesgo a toda su familia.


Comentarios generales:

Durante los 2000s Elisha Cuthbert fue indudablemente una de las actrices que más pasiones despertaba entre el público y después de que debutara en algunas películas del género parecía destinada a volverse una nueva “scream queen”. Sin embargo, su carrera tomó otro rumbo y se alejó del terror hasta ahora con The Cellar; donde se le puede ver en un papel que contrasta demasiado con aquella imagen con la que muchos probablemente la recordaban.

Algo que en cierta forma termina siendo el principal atractivo de lo que nos presenta Muldowney debido a que nos encontramos ante una historia basada en un cortometraje que no tiene demasiada sustancia y además sigue al pie de la letra cada uno de los convencionalismos de películas de este tipo que la vuelve sumamente predecible. Lo cual al inicio no es un problema grave considerando que aquí juega como un factor importante la novedad y el ir conociendo a los personajes, así como la mansión en la que viven, pero una vez que se establece la desaparición de la hija la verdad resulta complicado poder mantenerse interesado.

Ya que de manera muy rápida resulta obvio que no existe mucho material para desarrollar esto y las cosas empiezan a sustentarse en lo mismo una y otra vez, tratando de estirar el misterio lo más que se pueda por medio de investigaciones vacías, símbolos y muchas llamadas por celular. Haciendo con esto que el ritmo sea pesado y las acciones se vuelvan aburridas ante lo poco efectivos que resultan los contados sustos que se utilizan para tratar de generar momentos potentes que expongan la peligrosidad de lo que habita en el sótano.

Esperando así hasta que llegue una parte final que está pensada para salvar todo y definitivamente es lo mejor del filme al tener un tono mucho más oscuro y ciertos guiños a “The Beyond” de Lucio Fulci, pero tampoco es suficiente como para solventar lo visto previamente. Sobre todo porque la amenaza casi ni se puede ver en pantalla y la problemática central se resuelve de una manera tan desangelada que termina quitándole cualquier clase de impacto al desenlace.

De las actuaciones hay que decir que Cuthbert está correcta en un papel poco exigente, mientras que el resto del elenco no destaca. En cuanto a producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es muy limitada.

Opinión final: The Cellar es decepcionante. Película aburrida que demuestra que no todos los cortometrajes pueden volverse largometrajes.

Ojometro:
**

viernes, 25 de marzo de 2022

Crítica: Studio 666 (2022)

Película dirigida por BJ McDonell (Hatchet III), cuyo guión fue co-escrito por Jeff Buhler y Rebecca Hughes basándose en una historia pensada por Dave Grohl. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de febrero, mientras que en México hizo lo propio el pasado 17 de marzo.

Sinopsis:

En 2019 la legendaria banda de rock Foo Fighters se muda a una mansión con un oscuro pasado para encontrar inspiración y grabar su tan anticipado décimo álbum.


Comentarios generales:

Cuando se anunció que los Foo Fighters harían una película de terror no sabía cómo reaccionar, siempre he sido fan de su música y por algunos de sus videos se podía intuir que Dave Grohl y compañía siempre habían tenido curiosidad por actuar. Sin embargo, una cosa es hacer videos de cuatro minutos y otra muy distinta es realizar un largometraje con todo lo que eso conlleva, así que las probabilidades de que Studio 666 fuera un desastre eran altas; aunque para mi sorpresa y beneplácito fue todo lo contrario.

Esto porque lo presentado BJ McDonell es una película simple que no trata de reinventar nada y no oculta en lo absoluto cuáles son sus fuentes de inspiración (Evil Dead, The Burning) para contarnos una historia que utiliza todos los clichés conocidos cuando se une el terror con el rock, pero bajo un tono cómico que jamás resulte extremadamente absurdo.

Ya que aunque el humor forma parte importante del desarrollo, lo cierto es que nos encontramos ante algo mucho más elaborado de lo que se pudiera imaginar y por ende para llegar a la parte caótica se tarda un poco, sobre todo porque si se le da su respectivo espacio al tema del bloqueo mental de la banda. Lo cual afortunadamente en ningún momento te resulta aburrido de ver gracias a que la dinámica entre sus integrantes siempre es entretenida y los destellos existentes con respecto al pasado de la casa son lo suficientemente bien manejados como para ir proporcionando momentos que resalten desde el lado visual.

Todo para llevar a una segunda mitad que eleva el nivel de violencia y sangre en pantalla de manera considerable bajo un concepto de posesión muy sencillo con el que también se juega un poco con la fama que tenía Grohl de ser muy exigente en sus grabaciones hace años atrás. Logrando así un ritmo ágil que nunca vuelve a disminuir y sobre todo varias muertes espectaculares que proporcionan el impacto necesario para que la amenaza se sienta como algo importante sin que se deje de lado el aspecto cómico.

Ante esto tenemos una parte final que le brinda un buen cierre al tema de la posesión por medio de uno de los exorcismos más peculiares e improvisados de la historia. Aunque lamentablemente también se extienden las acciones de manera innecesaria para añadir algo que, si bien proporciona más gore, se siente un tanto forzado.

Sobre las actuaciones es claro que ninguno de los miembros de la banda es actor, pero se nota que todos están bastante comprometidos con el proyecto y logran sacar adelante las cosas. Mientras que la presencia de Whitney Cummings (Samantha) y Jeff Garlin (Jeremy Shill) resulta agradable.

En cuanto a producción tenemos una factura cuidada considerando las limitantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos prácticos son bastante buenos (los de CGI no tanto) y la labor de maquillaje es adecuada.

Opinión final: Studio 666 me gustó. Película divertida con pretensiones claras que se puede disfrutar siendo o no fan de los Foo Fighters.

Ojometro:
****

viernes, 1 de octubre de 2021

Crítica: The Night House (2021)

Película dirigida por David Bruckner (V/H/S, The Ritual), cuyo guión fue co-escrito por Ben Collins y Luke Piotrowski. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 23 de septiembre; recaudando hasta la fecha $13.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Beth (Rebecca Hall) es una viuda en proceso de duelo que empieza a descubrir perturbadores secretos sobre su fallecido esposo que pondrán en jaque lo que ella pensaba que era un matrimonio feliz.


Comentarios generales:

Cuando empezó a salir a la luz información sobre The Night House a inicios del 2020 era evidente que se trataba de una película en la que se tenían puestas muchas esperanzas para aprovechar el auge del mal llamado “elevated horror”, pero para su mala suerte se le cruzó la compra de Fox por parte de Disney. Dejándola así en una posición poco favorecedora que empeoró con la pandemia y que poco a poco la llevó entrar en una zona de intrascendencia muy marcada de la que, para su mala suerte, difícilmente podrá salir.

Ya que lo ofrecido por Bruckner claramente está concebido para satisfacer a un tipo de público muy especifico y gracias a eso nos encontramos ante una historia de fantasmas que por grandes lapsos se siente limitada por tratar de seguir ciertos pasos que no le ayudan en su desarrollo. Sobre todo durante un primer acto que se centra fuertemente en el periodo de duelo de Beth y que presenta pocos momentos que te hagan sentir empatía hacia a ella y genuina curiosidad por saber si lo que experimenta es solo parte del proceso mental que atraviesa o si en verdad existe algo sobrenatural detrás.

Simplemente todo transcurre bajo un ritmo demasiado pesado y la forma en la que se va desenvolviendo el misterio, aunque no es compleja, si presenta ciertos enredos que evitan que las acciones fluyan de una manera atractiva. Siendo hasta casi la mitad del segundo acto cuando las cosas mejoran y en gran parte se debe porque por fin se le empieza a dar más juego al aspecto sobrenatural, dejando tanta seriedad a un lado para que así los cuestionamientos hacia el pasado del esposo de Beth resulten mucho más perturbadores. Además de que esto también provoca que la atmósfera y el tono se vuelvan más oscuros.

Algo que termina beneficiando a una parte final que definitivamente es lo mejor de la película debido a que aquí el nivel de intensidad que se maneja es mayor al que estuvimos viendo previamente y cada pieza del rompecabezas termina encajando de forma natural. Sin embargo, también hay que decir que el desenlace en general no es tan potente como se esperaría al apostar más por lo visual y no tanto por el impacto de la situación que se está llevando a cabo, lo cual deja una sensación de vacío importante.

En las actuaciones es Rebecca Hall quien acapara todo y la verdad hace un buen trabajo a pesar de que su personaje por varios lapsos llega a ser odioso. Mientras que en la producción nos topamos con una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte tiene cosas interesantes, el score es sólido, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son nada del otro mundo y la labor de maquillaje es discreta.  

Opinión final: The Night House está ok. Película lenta que cuenta con buenos momentos, pero que no logra explotar todo su potencial.

Ojometro:
***

viernes, 20 de agosto de 2021

Crítica: El Exorcismo de Carmen Farías (2021)

Producción mexicana dirigida por Rodrigo Fiallega y escrita por Molo Alcocer Délano. Se estrenó en cines en México durante el mes de mayo, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 9 de agosto.

Sinopsis:

Después de la muerte de su madre, Carmen (Camila Sodi) descubre que heredó la casa de su abuela. Lugar que decide visitar sin saber que esconde oscuros secretos sobre su pasado.


Comentarios generales:

Uno de los principales problemas con el cine de terror mexicano actual es el querer replicar lo que vemos en el cine estadounidense al pie de la letra, olvidándose por completo de la identidad que alguna vez llegó a tener. Evidentemente no es algo exclusivo de mi país y tampoco lo considero como algo terrible, pero para que esto funcione se debe de tener una gran habilidad al replicar tanto el aspecto visual como el narrativo y El Exorcismo de Carmen Farías logra lo primero, aunque falla bastante en todo lo demás.

Y es que lo que presenta Fiallega se sustenta de manera marcada en ideas tan desgastadas que termina ofreciendo una historia que desde muy temprano se vuelve aburrida y en la que realmente uno puede ir adivinando sin demasiados problemas cuáles serán las situaciones que vendrán con el pasar de los minutos. Dejando así gran parte del atractivo en un apartado visual bien cuidado y en la generación de una atmósfera que ayuda a que la casa resulte un lugar lo suficientemente tétrico como para que por lo menos te interese la manera en que van a explotar dicho espacio para mover hacia adelante una trama tan simple.

Lo cual evidentemente no logran de manera atractiva debido a que el visionado se vuelve más y más pesado con el pasar de los minutos; en gran parte por lo increíblemente obsoletos que lucen todos los recursos para lograr sustos fáciles (que además carecen de un timing adecuado), pero también por el tiempo que se tardan para revelar aspectos fundamentales ligados al propio exorcismo. Ya que por alguna razón se tiene miedo a mostrar de más, todo lo van soltando por pedacitos y eso, en lugar de ayudar a la construcción del frágil misterio, solo hace que el ritmo se haga lento e incluso se genere una sensación de que simplemente le están dando vueltas a lo mismo para que sea la parte final la que resuelva los problemas existentes.

Algo que resulta contraproducente debido a que, si bien esta es la mejor parte de la película, también es cierto que se siente acelerada. Con la intervención de uno de los sacerdotes más ineptos que recuerde y un cierre genérico que al menos cuenta con un nivel de intensidad correcto.

En lo que respecta a las actuaciones realmente la película era un capricho para explotar la popularidad de Camila Sodi, quien no da el ancho para este tipo de personajes. Esto porque se le dificulta bastante el poder manifestar diferentes tipos de emociones para que no luzca tan acartonada en momentos específicos de mayor importancia.

Sobre la producción, es donde claramente tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos salvo por contadas excepciones y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: El Exorcismo de Carmen Farías es aburrida. Una película genérica de exorcismos que pasará sin pena ni gloria.

Ojometro:
**

miércoles, 12 de mayo de 2021

Crítica: Things Heard & Seen (2021)

Adaptación de la novela “All Things Cease to Appear”, la cual está escrita y dirigida por Shari Springer Berman y Robert Pulcini. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 29 de abril.

Sinopsis:

Catherine Claire (Amanda Seyfried) se muda junto a su familia a Hudson Valley, aunque pronto empezará a sospechar que su matrimonio se encuentra rodeado por una siniestra oscuridad. La cual proviene del peculiar pasado de su nueva casa.


Comentarios generales:

No he leído la novela, pero ciertamente Things Heard & Seen me parecía una película interesante dentro el enorme catálogo que Netflix anunció que iba a sacar durante 2021. Contaba con un buen elenco y ciertamente el trailer hacía una excelente labor vendiéndola como un trabajo de alto calibre; sin embargo, el resultado final creo que ha sido uno de los más decepcionantes en lo que va del año.

Esto porque lo que nos presentan Berman y Pulcini es aburrido de principio a fin al contarnos una historia que en todo momento se siente como si tuviera el freno de mano puesto y con ello llevar tu paciencia hasta el límite. Siguiendo paso a paso el esquema habitual de las películas sobre casas poseídas pero sin mostrar demasiadas intenciones por generar algo que le dé un toque distintivo, esperando que sea el agradable trabajo de fotografía o los efímeros jump scares los que brinden cierta frescura a un drama cuyo desenvolvimiento no podría ser más tedioso ante lo predecible que resulta.

Provocando que el misterio central sea muy débil y por lo consiguiente se le tenga que dar varias vueltas a lo mismo para tratar de construir escenas que valgan la pena. Lo cual en cierta manera les funciona de manera breve debido a que durante el segundo acto se tienen algunas bien logradas que añaden algo de suspenso, mas no evitan que el ritmo sea lento y por lo consiguiente tienen poco peso en un conflicto marital que va incrementando su tensión a base de situaciones que la mayoría de las veces se quedan cortas en proporcionar el impacto que supuestamente deberían de tener.

Llevándonos así hasta una parte final que, a pesar del largo y tedioso desarrollo, de manera increíble se termina sintiendo muy acelerada. Donde el elemento sobrenatural queda como algo secundario y mejor se opta por apostar a un cierre común que por ahí trata de dejar cosas abiertas a la interpretación, pero que en general no tiene nada que provoque más que indiferencia.

En el tema de las actuaciones no puedes dejar de sentir que Amanda Seyfried está desaprovechada y eso se extiende a prácticamente todos los demás actores, siendo James Norton (George Claire) la única excepción. Sobre la producción al menos tenemos una bien cuidada: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos y los efectos son muy sencillos.

Opinión final: Things Heard & Seen es decepcionante. Película sumamente aburrida que tal vez solo convenza a los fans de la novela.

Ojometro:
**

martes, 4 de mayo de 2021

Crítica: The Resort (2021)

Película escrita y dirigida por Taylor Chien, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de abril, aunque todavía no se sabe si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuatro amigos viajan a Hawái para investigar los reportes sobre un hotel abandonado que aparentemente se encuentra poseído por un terrible fantasma.


Comentarios generales:

La verdad siempre trato de ver cualquier película con una mentalidad positiva independientemente de que esta no luzca nada atractiva desde el inicio, pero durante los últimos meses eso se ha vuelto más complicado. En parte por el hartazgo natural que ha provocado el confinamiento por la pandemia, aunque la realidad es que también el nivel de las producciones este último año no ha sido el más elevado debido a que están dando luz verde a aquellas que bajo otras circunstancias probablemente jamás saldrían de la bóveda y The Resort es el último ejemplo de esto.

Y es que lo que nos trae Chien es de esas estafas grandes que difícilmente olvidas, no solo por el hecho de que existe una decisión creativa que básicamente te cuenta quien vive y quien muere a tan solo siete minutos de haber iniciado, sino que además nos encontramos ante algo que dura 75 minutos y no pasa nada sino hasta que se cruza la barrera de los cincuenta.

Limitando todo a largas caminatas para mostrar el paisaje, mucho diálogo con bromas inefectivas y una escena en una cascada que la insertan en gran medida para cambiar un poco dicha dinámica. Así como para poder contemplar a las actrices en bikini o ver que existe un clon Jason Momoa.

Así transcurren las acciones hasta que por fin pasa algo relevante y a partir de ahí vienen los que son los minutos más intensos del filme por medio de situaciones no tan interesantes, pero que al menos cuentan con algo de gore bien hecho que le brinda cierto aire a “Evil Dead”. Aunque estos pequeños logros terminan sirviendo de poco o nada ante un giro que no tiene ningún sentido.  

Sobre las actuaciones no hay nada que destacar, pero también hay que decir que los actores tampoco tenían mucho con qué trabajar. En lo que respecta a la producción, es donde podemos ver los pocos aciertos que tiene: el trabajo de fotografía es decente, el score no destaca, el trabajo de sonido cumple y la labor de maquillaje es lo mejor de la película.

Opinión final: The Resort es muy mala. Evítenla a toda costa.  

Ojometro:
*

martes, 20 de abril de 2021

Crítica: The Banishing (2021)

Película dirigida por Christopher Smith (Severance), cuyo guión fue co-escrito por David Beton, Dean Lines y Ray Bogdanovich. Se estrenó en VOD dentro del Reino Unido y los Estados Unidos el pasado 26 de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 24 de junio.

Sinopsis:

En 1930 un joven sacerdote, su esposa y su hija se mudan a una mansión que guarda un aterrador secreto y que con el tiempo se convertiría en la casa más embrujada de Inglaterra.


Comentarios generales:

The Banishing es una de esas películas que notas que pueden tener mucho potencial gracias las personas involucradas y prácticamente de inmediato te generan cierto nivel de interés. Por si eso no fuera suficiente, el seguir una tendencia que ha funcionado mucho en el cine de terror en los últimos años parecía que le brindaba una oportunidad única para posicionarse dentro de lo mejor de 2021; sin embargo, al final todo fueron falsas esperanzas.

Ya que lo presentado por Smith se queda muy lejos de ser bueno, tal vez no llegue a ser malo, pero a lo mucho diría que le alcanza para ser mediocre debido a que todo el tiempo se puede percibir un cruce de ideas que terminan generando constantes conflictos en la manera que se desarrollan las acciones.

Con un primer acto que al inicio fluye de manera ágil gracias a conceptos básicos del género y al establecimiento de un misterio sobrenatural dentro de la mansión, pero que rápidamente se empieza a desviar del camino dejando eso de lado para centrarse en los temas políticos que rodeaban a la iglesia durante la popularización del nazismo. Lo cual en el papel resulta interesante, aunque la realidad es que esto solo provoca que cada aspecto que parece fundamental para el desenvolvimiento de la trama se quede a medias y poco a poco el ritmo se vuelva demasiado cansino.

Simplemente nada de lo que intentan funciona y todo carece de profundidad, obligando a que se busquen soluciones rápidas durante los 30 minutos finales. En donde si existe una mayor cantidad de sustos y elementos visuales que tienen un nivel de efectividad razonable, sin embargo, muchas cosas resultan confusas al grado de que se dejan sin explicación concreta y mejor se opta por cerrar con lo más sencillo para que por lo menos el espectador se quede con cierta sensación de clausura por lo que acaba de ver.

Las actuaciones son probablemente lo más destacable con Jessica Brown Findlay (Marianne), Sean Harris (Harry Reed) y John Lynch (Malachi) teniendo interpretaciones aceptables a pesar de la falta de sustancia que enfrentan por grandes lapsos. La producción tiene sus pros y sus contras: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte parece de película de TV, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Banishing es decepcionante. Película genérica y muy aburrida que solo servirá para incrementar el catálogo de los servicios de streaming.

Ojometro:
**

martes, 9 de marzo de 2021

Crítica: The Vigil (2020)

Película escrita y dirigida por Keith Thomas, la cual significa su primer largometraje.  Se estrenó en diversos mercados a mediados de 2020, mientras que en Estados Unidos se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado 26 de febrero.

Sinopsis:

Un joven falto tanto de fe como de dinero acepta cumplir con la práctica judía de la comunidad ortodoxa de vigilar por toda una noche el cadáver de un miembro fallecido. Dejándolo así en compañía del muerto y su viuda enferma bajo los confines claustrofóbicos de un hogar que se ha convertido en el anfitrión de una entidad maligna.


Comentarios generales:

Películas que sustenten su trama en el judaísmo no son algo nuevo, pero tampoco suelen ser tan comunes y por lo consiguiente gozan de un grado de novedad mayor que aquellas que se sustentan en otras religiones. Es un plus a favor con el que muy pocos trabajos cuentan hoy en día y el que sin duda le terminó beneficiando a The Vigil, ya que sin este muy probablemente se hubiera quedado en el olvido.

Esto porque lo que nos presenta Thomas es una historia bastante aburrida cuya simpleza por momentos te resulta abrumadora, sobre todo durante un primer acto en el que la principal encomienda es lograr cierto nivel realismo por medio de escenas que incluyen mucha conversación en hebreo. Lo cual provoca que desde muy temprano el ritmo se vuelva pesado ante tanta pasividad y solo se recrudezca conforme transcurren los minutos gracias a la tediosa dinámica del protagonista que solo consiste en verlo sentado mientras lee o contesta mensajes desde su celular.

Así nos llevamos un poco más de 30 minutos hasta que por fin se empiezan a develar más detalles sobre lo que habita en la casa y con ello tratar de ir generando situaciones que incrementen la tensión, aunque en lugar de recurrir a los famosos jump scares (que realmente hay muy pocos) mejor se opta por apostar algo que se sustente más en la atmósfera. Logrando así un tono bastante oscuro que definitivamente resulta efectivo, pero que ante la lentitud para desarrollar los momentos más importantes solo se queda como un agradable recurso para disimular el poco contenido existente.

Uno que al menos resulta suficiente como para aclarar en la parte final todas las dudas que se fueron generando y con ello hacer que el encuentro final tenga sentido. Dejando así un cierre que, a pesar de que se podría considerar como uno “feliz”, la verdad es que termina dejando más un cierto aire de melancolía.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Dave Davis (Yakov) hace lo que puede ante lo limitado del guión y su trabajo es lo que evita que el visionado se vuelva mucho más pesado de lo que ya es. En cuanto a la producción, sin duda es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y los efectos son discretos.

Opinión final: The Vigil es decepcionante. Película aburrida con algunos aspectos interesantes que no dudo que le pueda terminar gustando un poco más a otras personas.   

Ojometro:
**

martes, 29 de septiembre de 2020

Crítica: Ghosts of War (2020)


Película escrita y dirigida por Eric Bress. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de julio, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 18 de agosto.

Sinopsis:

Cinco soldados estadounidenses son asignados para defender una mansión francesa en los momentos finales de la Segunda Guerra Mundial.  Una misión aparentemente sencilla, pero que de pronto se convierte en una pesadilla cuando se encuentran con una amenaza supernatural más aterradora que cualquier cosa que hayan visto en el campo de batalla.



Comentarios generales:

El que no existan demasiadas películas de terror ubicadas durante la Segunda Guerra Mundial (o cualquier guerra, de hecho) probablemente se deba a que estos eventos por si solos ya son lo suficientemente aterradores como para explotarlos de otra manera. Así que cuando salen trabajos de este tipo por lo regular suelen llamar la atención más que nada por querer saber cómo van a explotar dicho contexto y definitivamente Ghosts of War es la que lo ha hecho de manera más peculiar. 

Y es que aunque lo verdaderamente alocado tarda en llegar, lo cierto es que Bress presenta una historia que en ningún momento sigue un camino predecible y en base a esto es como logra generar más interés con un grupo de personajes que resultaban perfectos para irse con el típico camino heroico yanqui. Sin embargo, en lugar de eso termina sorprendiendo con algo que al menos durante 40/45 minutos es un filme de casas embrujadas en toda la regla y explota al máximo cada truco conocido para lograr efectividad.

Presentando algunos sustos fáciles bien pensados y consiguiendo una atmósfera lo suficientemente tétrica como para entender de inmediato el nivel de riesgo que existe dentro de la mansión. Esto sin dejar de lado las escenas de acción con elementos de impacto y sangre necesarios para recordarte que aquí hay una guerra de por medio.

Así las cosas avanzan de una manera agradable y sin muchos contratiempos, pero después de ese punto se van llevando las acciones hacia otra dirección con la que ciertamente se empieza a generar confusión. Utilizando a los fantasmas de manera más agresiva, aunque sin establecer de forma convincente los motivos detrás de sus acciones y haciendo que los propios soldados empiecen a tener comportamientos u experiencias poco coherentes.

Ahora, mencionado todo lo anterior, es indudable que la opinión positiva o negativa que se termine teniendo de la película recaerá en un 80% en si te convence lo ocurrido durante la parte final gracias a que lo que ocurre aquí cambia todo de manera extrema. Es un giro muy brusco que no diría que se siente forzado debido a que tiene cierto sentido considerando lo que pasa previamente, pero aún así no es del todo convincente y deja paradas a las cosas buenas del filme como algo meramente anecdótico. 

Con respecto a las actuaciones no tengo muchas quejas porque el elenco en su conjunto está bien, no ofrecen nada fuera de lo común pero cumplen con el nivel de intensidad que exige este tipo de historias con contexto bélico. En cuanto a producción es de factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es medio genérico, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Ghosts of War está aceptable. Una experiencia cuya parte final determinará mucho que tanto les gusta. 

Ojometro:
***

viernes, 28 de agosto de 2020

Crítica: Guests (2019)


Producción rusa dirigida por Evgeniy Abyzov, cuyo guión fue escrito por Sergey Ageev y Olga Ageeva. Se estrenó en cines dentro de Rusia el año pasado y durante este 2020 ha llegado en DVD a distintos mercados.

Sinopsis:

Katya (Angelina Bit) conoce a un grupo de jóvenes que tienen un entretenimiento específico: organizar fiestas en las casas vacías de otras personas. Para su buena fortuna ella conoce una casa de verano que ha sido abandonada por su antiguo dueño desde hace mucho tiempo, aunque estando ahí se darán cuenta que no se encuentran solos y… tampoco son bienvenidos.



Comentarios generales:

No es que el cine de terror ruso sea nuevo, en realidad siempre ha estado ahí, más bien su historia es mucho más joven en comparación a la de otros países debido a que estaba prohibido durante la existencia de la Unión Soviética. Digamos que apenas anda entrando en una etapa de madurez y por ello es que en los últimos tres o cuatro años hemos visto más producciones de aquel país que se atreven a explorar otros temas que tienen más resonancia para nosotros y por lo regular no suelen ser tan comunes para ellos, tal como es el caso de Guests.

Una historia de mansión embrujada con la que Abyzov y compañía no toman demasiados riesgos al recurrir a elementos que hagan de la experiencia una mucho más cargada hacía la explotación de la atmósfera y no tanto al desarrollo de los personajes o la complejidad sobre los demonios que hay detrás. Lo cual hace que la primera media hora de película sea bastante aburrida, no solo porque el ritmo es lento, sino porque además las acciones presentadas no contienen nada realmente interesante o llamativo tomando en cuenta que el tema de las fiestas, en teoría, tendría que traer consigo ciertos riesgos.

En general lo que ocurre se siente vacío y no es sino hasta la aparición de determinado personaje que las cosas obtienen mayor sustancia para añadir contexto a lo que rodea la casa y, a la vez, cierta problemática que le dé sentido a la presencia de los demonios. Logrando con esto que la dinámica mejore ligeramente con muertes y situaciones cargadas con un poco más de acción que ayudan a generar una sensación de riesgo que había sido inexistente hasta este punto, aunque sin alcanzar niveles tan altos como para hacer de la amenaza una extremadamente peligrosa.

Algo que termina siendo un tanto contraproducente para la parte final, ya que aquí los demonios gozan de suficiente tiempo en pantalla y en realidad nunca terminan por posicionarlos como algo tan relevante. Ocasionando con esto que el desenlace carezca de fuerza y por lo consiguiente resulte bastante blando e incluso te deje indiferente.

Las actuaciones están lejos de ser malas o terribles, pero tampoco cuentan con el grado de emoción o intensidad que esta clase de tramas exigen para resultar más allá del promedio. La producción es donde tiene sus mejores atributos: el trabajo de fotografía es sólido en un 80% del metraje (hay algunas escenas demasiado oscuras), la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un score cumplidor, el trabajo de sonido no tiene fallos y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: Guests es decepcionante. Película aburrida más que nada, la cual se les olvidará en un par de horas.

Ojometro:
**