viernes, 4 de noviembre de 2016

Crítica: The Evil in Us (2016)


Primer largometraje del director Jason William Lee, quien además es el escritor de guión y tiene una pequeña participación actoral. Salió directamente en DVD dentro del Reino Unido el pasado 10 de octubre, mientras que su llegada a los Estados Unidos y a otros mercados está planeada para 2017.

Sinopsis:

Cuando seis amigos van a festejar el 4 de julio en una remota cabaña, estos se ven envueltos en una terrible situación al consumir una droga diseñada para transformarlos en hambrientos caníbales.



Comentarios generales:

Cuando leí la sinopsis no supe que esperar de The Evil in Us, ya que su premisa lucía tan increíblemente básica que por un momento pensé dejarla pasar de largo; sin embargo, después de ver el tráiler eso cambio. No tanto porque pensara que de la noche a la mañana me encontraría con algo revolucionario, sino porque me llamó la atención el nivel de violencia que pretendían manejar y todo lo que eso podía producir a nivel visual; algo que sin duda es lo que termina dándole cierto valor a una producción que, si hubiera elegido un camino mucho más relajado, sería totalmente intrascendente.

Lo malo es que dicha visión ultra violenta no es algo que se pretenda explotar salvajemente desde un inicio, ya que después de unos primeros cinco minutos brutales que te hacen suponer que estas ante un espectáculo que retará tu estómago, William Lee hace un alto de manera abrupta para centrarse en otras cosas. Las cuales principalmente se ven originadas por la historia tan simple que se maneja y que lo obligan a tratar de añadir un poco más de sustancia al integrar una investigación, así como unas escenas sobre experimentos que parecen no tener ningún tipo de conexión evidente, para que un primer acto diseñado con los convencionalismos de los jóvenes que van a una cabaña remota a festejar y a comportarse como idiotas no se sienta tan pesado (o aburrido).

Realmente no pasa nada relevante sino hasta llegados los 40 minutos, a partir de ahí es cuando las cosas se tornan divertidas, principalmente porque las transformaciones se dan de golpe y gracias a eso el ritmo sufre un cambio radical que no vuelve a disminuir en lo que resta del metraje. Además, la violencia se incrementa y con eso el director tiene los elementos suficientes para realizar un planteamiento visual lo suficientemente atractivo como para que uno se olvide por completo de la raquítica premisa y se vea inmerso en una serie se situaciones cuyos niveles de tensión e impacto son los adecuados para generar una dinámica agradable.

La parte final no cambia mucho la tónica con respecto a todo el segundo acto, lo cual no está mal, pero por momentos si afecta el no tener un poco más de historia para trabajar y eso provoca que la persecución final se torne un tanto repetitiva. Aunque al menos para el desenlace se añade un trasfondo político que le da sentido a las escenas de experimentos previamente mencionadas.

Las actuaciones cumplen, algunas las encontré increíblemente exageradas como la de Ian Collins (John), pero en general van muy acorde con el tono de la película. La producción es sin duda el punto fuerte: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada especial, el score es de lo mejor de la película, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos están muy bien hechos y el trabajo de maquillaje no presenta nada precisamente novedoso, pero cumple a la perfección.

Opinión final: The Evil in Us está ok. Su naturaleza violenta la convierte en un espectáculo entretenido de ver, a pesar de sus evidentes carencias.

Ojometro:
***