jueves, 19 de octubre de 2017

Crítica: Flatliners (2017)


Película dirigida por Niels Arden Oplev, cuyo guión fue escrito por Ben Ripley. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 29 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio durante el fin de semana pasado; recaudando hasta la fecha $24.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cinco estudiantes de medicina, obsesionados con lo que ocurre después de la muerte, se embarcan en un peligroso experimento que involucra parar su corazón por unos minutos. Al inicio los resultados son sorprendentes, pero con el pasar de los días se darán cuenta que jugar con la muerte puede traer aterradoras consecuencias.



Comentarios generales:

Cuando se supo que pretendían hacer una nueva Flatliners creo que la primera reacción de una amplia mayoría de fans fue de sorpresa, ya que de la lista de películas existentes para realizar un remake sin duda es una que difícilmente hubiera figurado. Vamos… nadie la pidió y, para colmo, la constante renuencia por parte de Sony para aclarar sobre si se trataba de una nueva versión o de una secuela solo generó más dudas sobre los propósitos de su existencia. La cual terminó siendo totalmente injustificada.

Antes que nada hay que aclarar que se trata de un remake, uno con el cual Oplev y Ripley solo introducen ciertos elementos de la original para brindar un toque de familiaridad mientras pretenden realizar algo mucho más elaborado con la historia por medio de un grupo totalmente nuevo de personajes. Lo cual convierte a todo el primer acto en uno no tan atractivo, ya que en verdad se toman su tiempo para introducir y explicar de manera más o menos detallada la dinámica que existe entre ellos para que así el espectador pueda involucrarse de lleno con su situación; sin embargo, esto difícilmente se da gracias a que lo que nos muestran no tiene nada interesante detrás y lo único que terminas sintiendo es que se trata de un grupo de estudiantes bastante estúpidos sin un propósito claro.

Es hasta pasados los 50 minutos cuando se propicia un ligero cambio en el ritmo debido a que la película se empieza a enfocar más en el terror, aunque lo hace de una manera muy tibia, sin arriesgarse demasiado y sustentando principalmente este aspecto en las secuencias visualmente llamativas de cuando están muertos. Desencadenando con esto una serie de sucesos diseñados para generar shock o ciertos sustos, pero que fallan de manera importante en dicho propósito; afectando así al evento más importante de todos, uno que debería de representar un cambio radical por su impacto pero que se queda como en algo hasta cierto punto anecdótico.

La parte final es desangelada. Tratan desesperadamente de añadir tensión sin grandes resultados y el uso excesivo de sustos fáciles provoca un desgaste casi instantáneo; además de que la conclusión termina dejando más dudas que respuestas y, sobre todo, una sensación de vacío importante por lo plana que resulta.

Considerando lo pobre del guión es difícil culpar a los actores, hacen lo que pueden con lo que tienen; aunque sin duda Ellen Page y Diego Luna terminan resaltando un poco más (Kiefer Sutherland solo sale como 5 minutos a los mucho). La producción al menos es de buena factura: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte cumple, el score tiene algunas cosas buenas, el trabajo de sonido está bien cuidado y los efectos en general son sólidos.

Opinión final: Flatliners es bastante mala. Uno más que se une a la larga lista de remakes totalmente innecesarios.

Ojometro:
**