sábado, 28 de octubre de 2017

Crítica: Happy Death Day (2017)


Película dirigida por Christopher Landon (Paranormal Activity: The Marked Ones) y escrita por Scott Lobdell. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de octubre, mientras que en México hizo lo propio durante este fin de semana. Recaudando hasta la fecha $55.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tree (Jessica Rothe) es una estudiante universitaria que tendrá que revivir el día de su muerte una y otra vez hasta que por fin pueda descubrir la verdadera identidad de su asesino.



Comentarios generales:

Hoy en día los trailers son importantísimos para el éxito de una película y por ello los estudios en muchas ocasiones están dispuestos a mostrar de más para lograr que el público tenga interés inmediato, especialmente las generaciones más jóvenes. Esto tiene sus beneficios, pero también suele ser un arma de doble filo si no se sabe manejar de manera adecuada y en el caso de Happy Death Day creo que resultó sumamente contraproducente debido a que le quitaron todo lo novedoso a un trabajo que dentro del género definitivamente lo era.

Inspirándose indudablemente en “Groundhog Day”, lo que Landon y Lobdell nos traen es una comedia con muy ligeros toques de slasher que nunca esconde sus intenciones de buscar a un público de un sector demográfico específico (jóvenes de 18/22 años) al  mostrar desde el inicio por medio del personaje de Tree y todo su entorno un comportamiento con el cual se puedan identificar. Un aspecto que podría ser negativo pero en general no afecta demasiado durante el primer acto debido a que este es uno bastante ágil, el cual genera de inmediato intriga por el fatal destino que esta joven bastante detestable tiene que sufrir y en base a eso ir construyendo situaciones que, si bien se desarrollan dentro de una misma rutina, siempre contienen detalles que la cambian para que se sienta fresca en cada ocasión.

Lo malo es que con esta clase de historias que se sustentan en la repetitividad las cosas se pueden volver aburridas de manera rápida y eso es lo que ocurren aquí, ya que una vez que queda establecida la dinámica simplemente no sientes un gran avance con respecto a la manera en la que nuestra protagonista va a resolver este problema, sobre todo porque llega un punto en donde lo que hace sirve más que nada para tratar de hacerte reír y no tanto para desarrollar la historia. Una que además poco a poco va perdiendo los elementos de terror que al menos al inicio si presentaba, ya que aunque el tema central son precisamente las muertes, estas en su mayoría no son tan memorables.

Casi no presentan sangre e incluso, salvo por un par, no son utilizadas como un medio para poder construir momentos potentes que puedan justificar esa esencia de slasher que supuestamente debería de tener.

En la parte final las cosas mejoran y ciertamente resulta entretenida. Más que nada porque es aquí cuando por fin el tema del asesino obtiene relevancia, provocando así que el nivel de intensidad se incremente y por medio de eso ir mostrando una faceta distinta de Tree. Aunque tampoco te ofrecen respuestas sólidas y terminan añadiendo algo que se siente innecesario.

En las actuaciones todo recae en Jessica Rothe y en general hace un buen trabajo, la chica tiene carisma para sacar adelante un personaje por naturaleza detestable que, además, sufre de cierto estancamiento por la naturaleza misma de la historia. La producción no es nada del otro mundo: tiene un trabajo de fotografía acertado, la dirección de arte es decente, el score no es precisamente el mejor, el trabajo de sonido no presenta contratiempos y los efectos son bastante simples.

Opinión final: Happy Death Day está ok. Película para pasar el rato que gustará en mayor o menor medida dependiendo su edad.

Ojometro:
***