martes, 8 de enero de 2019

Crítica: Rust Creek (2019)


Película escrita por Julie Lipson y dirigida por Jen McGowan, la cual significa su debut dentro del género. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Sawyer (Hermione Corfield) es una estudiante brillante que se extravía camino a una entrevista de trabajo. Esto la deja en medio de los bosques en Kentucky donde tendrá que escapar de un par de lugareños y formar una complicada alianza con un extraño cuyas intenciones no son claras. 



Comentarios generales:

Las películas con mujeres tratando de escapar/defenderse de hombres abusivos es algo que lleva formando parte del género desde la década de los 70s, pero no fue sino hasta hace unos años que empezó a explotar en cuanto a popularidad gracias a que es un tema delicado que marca la agenda global actual. Por lo general son propuestas intensas, aunque la mayoría suelen ser dirigidas por hombres y es por eso que cuando una mujer está detrás de la cámara se genera algo de ruido gracias a la visión que puede añadir. Un ruido que sin duda con Rust Creek estaba presente y que desafortunadamente no pudo justificar.

Y es que la verdad lo que nos trae McGowan es simplemente aburrido de ver al presentarnos al personaje Sawyer sin ningún tipo de información y por ende sin conocer nada de ella, lo cual vuelve muy complicado poder sentir cierto nivel de preocupación por lo que le ocurre durante un primer acto que sigue paso a paso lo que se ve comúnmente en esta clase de historias, aunque bajo un tono no tan extremo. Poniendo a esta chica en situaciones de riesgo planeadas para añadir cierta tensión y cuyo desarrollo le brinda un ritmo interesante a los que son en definitivamente los minutos más interesantes de todo esto a pesar de que se muestran algunas decisiones de supervivencia a las que resulta difícil encontrarles sentido.

Lamentablemente este periodo de interés dura poco, ya que una vez que se da el encuentro de Sawyer con su extraño salvador esto se vuelve sumamente lento y, sobre todo, un tanto ridículo. De la noche a la mañana algo que supuestamente tendría que ser una experiencia traumática se convierte en una extraña relación cuyo hilo de unión es la fabricación de metanfetaminas (en serio, no es broma) y con la cual no se profundiza en lo absoluto sobre las motivaciones de Lowell para ayudarla, forzando así la integración de una red de tráfico de drogas que solo está ahí para añadir una cortina de humo que logre ocultar la falta de lógica en lo que ocurre.

La parte final tampoco ayuda demasiado. Esta resulta muy predecible, lo cual normalmente no es algo que me moleste, pero en este caso termina siendo contraproducente ante la pasividad con la que se desarrollan los eventos más importantes y porque evita que se genere algo más de impacto durante una conclusión que supuestamente debería de ser potente.

Las actuaciones realmente no tienen demasiado para destacar, obvio influye mucho lo flojo del guion, pero en general todos son trabajos muy blandos que no te generan ningún tipo de interés por lo que pudiera ocurrir con la protagonista. La producción no es nada del otro mundo: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es básica, el score es sencillo, el trabajo de sonido limpio y lo referente a efectos/maquillaje es muy simple.

Opinión final: Rust Creek es bastante mediocre. Película aburrida que nunca parece tener claras sus pretensiones. 

Ojometro:
**