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viernes, 31 de mayo de 2019

Crítica: The Perfection (2019)


Película dirigida por Richard Shepard, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Eric C. Charmelo y Nicole Snyder. Se estrenó exclusivamente en Netflix el pasado 24 de mayo a nivel mundial.

Sinopsis:

Charlotte (Allison Williams) es una prodigio musical que se encuentra con Elizabeth (Logan Browning), la nueva estrella de su antigua escuela de música. Una reunión que cambiará sus vidas y mandará a ambas a un camino siniestro con aterradoras consecuencias.



Comentarios generales:

Desde que empezó a exhibirse en festivales a finales del año pasado The Perfection se convirtió en una de las películas que más llamaban mi atención, no solo por el hecho de que recibía buenas críticas, sino por el secretismo en torno a esta. Ya que una constante era que todo el mundo mencionaba que lo mejor era no saber absolutamente nada antes de verla, generando así unas expectativas muy altas que disparaban mi curiosidad por saber si podía cumplirlas. Cosa que al final puedo decir que logró.

Aunque también debo de admitir que tanto secretismo se me hizo exagerado debido a que lo que nos presenta Shepard, si bien depende del factor sorpresa, tampoco se trata de algo que no pueda vivir sin este; en especial por la manera en la que se encuentra estructurada la historia.

La cual se divide por capítulos y cuyo inicio se centra exclusivamente en una intempestiva relación amorosa que en todo momento sabes que guarda algo extraño detrás y en cierta forma te puedes dar una idea sobre qué será, pero con el pasar de los minutos te empiezan a generar de manera inteligente dudas con respecto a lo que ocurre debido a que en el segundo capítulo incluyen situaciones que rompen por completo la dinámica que tenías pensada. Preparando así el camino hacía el primer gran momento de impacto.

Uno que al inicio puede que sea algo confuso pero que es explicado de manera detallada por medio de un recurso que para algunos resultará una salida fácil, aunque para los propósitos generales de la historia creo que es el adecuado. Sobre todo porque con esto se evita darle muchas vueltas a ciertos puntos claros y ayuda a que el ritmo de la película siga siendo fluido dentro de una etapa en la que se empiezan a desarrollar temas mucho más oscuros con los que se les añade contexto a las acciones de una de las protagonistas y se cambia de manera radical la percepción que se tiene de esta.

Llevando así a que el final del tercer capítulo y todo el cuarto cuenten con un nivel de tensión elevado, explotando los elementos del abuso para que personajes que habían resultado de vil relleno queden parados como verdaderos monstruos. Además, conforme se llega a la conclusión, la película se torna más violenta y con ello se logra un cierre potente que brinda algunos de los momentos más llamativos visualmente hablando.

De las actuaciones hay que decir que Michelle Williams y Logan Browning están estupendas, sin ellas realmente la película no funcionaría como lo hace dado a que ambas forman parte fundamental para que el misterio que sustenta esto resulte efectivo. Mostrando una gran química en pantalla y además logrando un balance adecuado con personajes que en cualquier momento bien podían caer en lo caricaturesco.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es efectivo, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Perfection me gustó bastante. Buena película que sabe combinar el shock y la sorpresa de manera inteligente.

Ojometro:
****

viernes, 1 de marzo de 2019

Crítica: Doom Room (2019)


Película dirigida por Jon Keeyes (The Harrowing), quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Carl Kirshner. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos a mediados de enero, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 12 de febrero.

Sinopsis:

Una mujer se despierta atrapada en un pequeño cuarto sin recordar cómo fue que llegó ahí. Incapaz de escapar y atormentada por una serie de entidades paranormales, ella tendrá que descifrar el acertijo sobre quien es en realidad y por qué está en ese lugar.



Comentarios generales:

Esta era una de esas películas con las cuales llegaba totalmente en blanco debido a que no sabía de su existencia hasta hace unos cuantos días, pero su sinopsis era lo suficientemente atractiva como para alentarme a adquirirla. Nuevamente me deje llevar por mis impulsos y cuando eso pasa por lo general me suelo arrepentir, lo cual, en efecto, fue lo que ocurrió en este caso gracias a que Doom Room es una de las peores películas en lo que va del año.

Por eso mismo es que escribir sobre lo que nos regala Keeyes no es tan fácil porque en realidad estamos ante un trabajo que en la superficie parece ser complejo, pero en realidad solo es puro humo y cosas sin demasiado sentido que pretenden apantallar con elementos sexuales. Algo que ni siquiera se sabe explotar eficientemente ya que el tema sadomasoquismo solo es utilizado de manera ligera y muy efímera dentro de este amontonamiento de ideas que nunca sabes qué es lo que quieren contar o construir.

Y es que todo consiste en flashbacks esporádicos, así como en apariciones y desapariciones de personajes de manera aleatoria que evitan que estos puedan contar con algún tipo de desarrollo sostenido que ayuden a revelar el misterio que hay detrás. Provocando así que este grupo de individuos extravagantes solo sean eso, extravagancias pasajeras, mientras que el resto de la estructura del filme apenas y se logra sostener para hacer que por lo menos cuente con la cantidad de tiempo suficiente para calificar como largometraje.

La parte final no mejora en lo absoluto las cosas, aunque por lo menos aclara de manera superficial el tema de la identidad y el secreto de la locación. Uno que tiene una explicación que encaja con las rarezas pero que al estar tan pobremente desmenuzado no termina por resultar convincente y deja más preguntas que respuestas ante el desangelado desenlace.

Las actuaciones no son tan horribles considerando el desastre general, diría que son pasables para lo poco que tienen con que trabajar los actores. La producción tampoco es de gran factura: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el score es genérico, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos son simples y la labor de maquillaje decente.
 
Opinión final: Doom Room es horrible. Un sinsentido absoluto por el cual no vale la pena desperdiciar su tiempo.  

Ojometro:
*

martes, 8 de enero de 2019

Crítica: Rust Creek (2019)


Película escrita por Julie Lipson y dirigida por Jen McGowan, la cual significa su debut dentro del género. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Sawyer (Hermione Corfield) es una estudiante brillante que se extravía camino a una entrevista de trabajo. Esto la deja en medio de los bosques en Kentucky donde tendrá que escapar de un par de lugareños y formar una complicada alianza con un extraño cuyas intenciones no son claras. 



Comentarios generales:

Las películas con mujeres tratando de escapar/defenderse de hombres abusivos es algo que lleva formando parte del género desde la década de los 70s, pero no fue sino hasta hace unos años que empezó a explotar en cuanto a popularidad gracias a que es un tema delicado que marca la agenda global actual. Por lo general son propuestas intensas, aunque la mayoría suelen ser dirigidas por hombres y es por eso que cuando una mujer está detrás de la cámara se genera algo de ruido gracias a la visión que puede añadir. Un ruido que sin duda con Rust Creek estaba presente y que desafortunadamente no pudo justificar.

Y es que la verdad lo que nos trae McGowan es simplemente aburrido de ver al presentarnos al personaje Sawyer sin ningún tipo de información y por ende sin conocer nada de ella, lo cual vuelve muy complicado poder sentir cierto nivel de preocupación por lo que le ocurre durante un primer acto que sigue paso a paso lo que se ve comúnmente en esta clase de historias, aunque bajo un tono no tan extremo. Poniendo a esta chica en situaciones de riesgo planeadas para añadir cierta tensión y cuyo desarrollo le brinda un ritmo interesante a los que son en definitivamente los minutos más interesantes de todo esto a pesar de que se muestran algunas decisiones de supervivencia a las que resulta difícil encontrarles sentido.

Lamentablemente este periodo de interés dura poco, ya que una vez que se da el encuentro de Sawyer con su extraño salvador esto se vuelve sumamente lento y, sobre todo, un tanto ridículo. De la noche a la mañana algo que supuestamente tendría que ser una experiencia traumática se convierte en una extraña relación cuyo hilo de unión es la fabricación de metanfetaminas (en serio, no es broma) y con la cual no se profundiza en lo absoluto sobre las motivaciones de Lowell para ayudarla, forzando así la integración de una red de tráfico de drogas que solo está ahí para añadir una cortina de humo que logre ocultar la falta de lógica en lo que ocurre.

La parte final tampoco ayuda demasiado. Esta resulta muy predecible, lo cual normalmente no es algo que me moleste, pero en este caso termina siendo contraproducente ante la pasividad con la que se desarrollan los eventos más importantes y porque evita que se genere algo más de impacto durante una conclusión que supuestamente debería de ser potente.

Las actuaciones realmente no tienen demasiado para destacar, obvio influye mucho lo flojo del guion, pero en general todos son trabajos muy blandos que no te generan ningún tipo de interés por lo que pudiera ocurrir con la protagonista. La producción no es nada del otro mundo: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es básica, el score es sencillo, el trabajo de sonido limpio y lo referente a efectos/maquillaje es muy simple.

Opinión final: Rust Creek es bastante mediocre. Película aburrida que nunca parece tener claras sus pretensiones. 

Ojometro:
**

viernes, 27 de julio de 2018

Crítica: Revenge (2018)


Película escrita y dirigida por la francesa Coralie Fargeat, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro de Francia a inicios de año y tanto en México como en los Estados Unidos (aquí también en VOD) durante  el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico está anunciada para el próximo 7 de agosto.

Sinopsis:

Tres empresarios se reúnen para su cacería anual en el desierto, pero uno de ellos llega acompañado por su joven amante que rápidamente despierta el interés de los otros dos. Esto provoca que las cosas se salgan de control y ella termine muerta… o al menos eso es lo que piensan.



Comentarios generales:

El cine de explotación ha estado ligado al género de terror durante años y por lo regular representa una de las combinaciones más detestadas por parte de la crítica especializada, son películas que ni siquiera suelen recibir una oportunidad y son masacradas hasta más no poder. Es por eso que cuando vi que Revenge estaba siendo bien recibida por su parte me sorprendí; simplemente es algo anormal, de esas cosas que pasan muy de vez en cuando, pero después de verla pude entender bastante bien el porqué de esto.

Y es que se trata de una película que encaja perfectamente con el contexto mundial al presentar una historia cuyo objetivo principal es empoderar a su protagonista, aunque en este caso bajo la visión de una directora. Una situación que no es nueva dentro del cine de terror (American Mary, M.F.A) y que muchos encontrarán poco novedosa de inicio considerando que Fargeat construye un primer acto básico, el cual sigue la misma estructura de trabajos anteriores en el que solo cambia el escenario donde se desarrollan las acciones, pero que resulta efectivo para sus propósitos de generar empatía por el personaje de Jen y gran desprecio por los personajes masculinos.

Realmente durante la primera media hora no ocurre nada fuera de lo común, sin embargo, una vez que se da la “muerte” de Jen las cosas cambian de manera radical. Ya que a partir de aquí la directora se toma ciertas libertades para presentar una venganza agradable de ver que se realiza bajo un ritmo ágil y donde se integran elementos de impacto de manera puntal que ayudan a mantener el enfoque intacto a pesar de contar con algunas situaciones que por momentos resultan un poco difíciles de creer.

La parte final la encontré sumamente entretenida. Es un baño de sangre que visualmente le añade mucho a un enfrentamiento que hubiera resultado muy blando sin el vital líquido siendo expuesto en esa cantidad, aunque sin llegar nunca a niveles grotescos innecesarios para conseguir un shock barato.

En las actuaciones quien más destaca es Matilda Lutz (Jen), quien en su papel de mujer vengativa lo hace perfecto; mientras que Kevin Janssens (Richard) hace lo necesario en su rol de villano. La producción es cumplidora: el trabajo de fotografía es sólido, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están muy bien logrados y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Revenge es entretenida. Película que les hará pasar un rato agradable con su violencia.

Ojometro:
****

viernes, 20 de julio de 2018

Crítica: Incident in a Ghostland (2018)


Película escrita y dirigida por el francés Pascal Laugier (Martyrs, The Tall Man). Se estrenó en cines dentro de Francia durante el mes de marzo y en México hizo lo propio este pasado fin de semana; mientras que en los Estados Unidos lo hizo directamente en VOD. Su salida en DVD está confirmada para el próximo 24 de julio.

Sinopsis:

Una madre y sus dos hijas adolescentes son aterrorizadas por un par de psicópatas durante la primera noche en su nueva casa. Un evento que cambiará sus vidas para siempre.



Comentarios generales:

Cuando se supo que Pascal Laugier estaba trabajando en algo nuevo la emoción entre los fans del género fue evidente, al final de cuentas hablamos de uno de los directores que nos regaló uno de los trabajos más brutales de la década pasada. Sin embargo, hace unos años decepcionó a más de uno con su propuesta en “The Tall Man” y por ello había ciertas dudas con respecto Incident in a Ghostland (o simplemente Ghostland en algunos mercados); dudas que aumentaron cuando se dio un problema legal con una de las actrices debido a un accidente durante la filmación, pero que creo que fueron superadas de manera satisfactoria.

Y en gran medida se debe a que el director francés regresa a sus raíces con esta película al apostar por la brutalidad como elemento base de su historia, utilizándola prácticamente desde el inicio para regalarnos así una serie de eventos potentes con los que establece rápidamente que no tendrá ningún tipo de concesiones con los personajes femeninos y que tratará de llevar a sus límites al propio espectador. Aunque para eso también juega un poco con la estructura del filme al presentar un escenario futuro del cual no pretendo hablar mucho para no arruinarles la experiencia, pero que se vuelve fundamental para integrar cierto terror psicológico que le añade profundidad a algo en apariencia muy predecible.

Logrando así que el segundo acto sea uno intenso, donde el ritmo en general es fluido y el nivel de violencia se mantiene prácticamente intacto para seguir con la tendencia inicial de mostrar un espectáculo brutal en el que el sufrimiento de las protagonistas sea muy marcado, aunque no en niveles tan altos como vimos en Martyrs. Esto en gran medida porque también utiliza ciertos elementos para generar suspenso y algunos sustos fáciles que por momentos resultan excesivos; además de que aquí se presenta al personaje de Beth como un contrapeso importante que es capaz de mantener cierto balance entre ambas partes.

Todo realmente funciona de manera adecuada, hasta que llega la parte final.

Una que no considero mala en realidad dado a que sigue manteniendo mucha fuerza y violencia, sin embargo, por momentos si se vuelve un poquito aburrida al tratar de explotar nuevamente el tema psicológico que, a diferencia de lo ocurrido previamente, aquí se siente algo forzado y termina por afectar la fluidez con la que se había desarrollado el filme hasta el momento. Igualmente, el que no expliquen mucho sobre los asesinos te deja con cierta sensación de vacío.

Las actuaciones están bastante bien, Crystal Reed (Beth niña) hace un gran trabajo con un papel que le exige mucho tanto emocional como físicamente, mientras que el resto del elenco tampoco lo hace mal (en especial Anastasia Phillips como Vera adulta). La producción también es de buena nota: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje está ok.

Opinión final: Incident in a Ghostland me entretuvo. En definitiva no es para todo el mundo, pero siempre es bueno ver a alguien regresar a sus raíces.

Ojometro:
****

martes, 24 de abril de 2018

Crítica: The Executioners (2018)


Película escrita y dirigida por Giorgio Serafini, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó en DVD y formato digital el pasado 27 de marzo dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Cuatro amigas van a pasar un fin de semana en una casa en el lago, pero pronto terminan siendo rehenes de tres intrusos enmascarados. Aterradas y víctimas de las perversiones de estos, ellas pelearán por sus vidas; incluso si eso significa el tener que cruzar la línea hacia la oscuridad.



Comentarios generales:

Uno siempre está abierto a ver cualquier tipo de películas mientras se tenga una razón más o menos sólida para hacerlo. En el caso de The Executioners esa razón era, según palabras del director y la gente detrás de la raquítica promoción, el mostrar a personajes femeninos de una manera distinta a los estereotipos conocidos; sin duda algo interesante considerando los tiempos en los que vivimos, pero al final nunca pude encontrar nada de eso.

Esto gracias a que Serafini nos trae una película de invasión/violación/venganza que realmente no hace nada distinto a otros trabajos con una temática similar e incluso me atrevería a decir que al menos durante los primeros 25 minutos no sabía exactamente que hacer antes de recurrir al impacto fácil. Ya que realmente lo que ocurre en este lapso es demasiado aburrido y, con excepción de un detalle ligado a unos flashbacks, nada termina teniendo un peso significativo en el desarrollo de la historia; simplemente son eventos random ideados para consumir tiempo hasta que ocurra algo relevante.

Lo cual se da llegando al segundo acto y con ello vemos el primer indicio de que estas chicas no son las típicas victimas debido a que su reacción ante la situación es bastante inteligente; sin embargo, eso solo dura un par de minutos para darle paso al tema de la violación. Un aspecto que la verdad nunca termina por sentirse como algo orgánico debido a que solo se utiliza para generar morbo (hay un striptease que ejemplifica a la perfección esto) y no tanto para desarrollar una situación que por su misma naturaleza proporcione potencia al filme en todos los sentidos; especialmente cuando se hace la transición al tema de la venganza.

La parte final presenta un giro que no me tomó demasiado por sorpresa considerando ciertas situaciones previas, pero tampoco ayuda a mejorar el producto en general. Se siente demasiado absurdo y deja como algo muy vacío las decisiones tomadas por este grupo de chicas.

De las actuaciones no tengo demasiada queja, no son nada para presumir pero tampoco es que exista algo terrible con estas. La producción es discreta: el trabajo de fotografía está ok, el score  tiene cosas interesantes, el trabajo de sonido tiene ciertos altibajos y los efectos con los que cuenta son demasiado simples.

Opinión final: The Executioners es bastante mediocre. Una película que terminará perdida en el olvido en un par de meses.

Ojometro:
**

jueves, 7 de septiembre de 2017

Crítica: Killing Ground (2017)


Primer largometraje del director Damien Power, quien además es el escritor del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que en Australia hizo lo propio en cines a mediados de agosto.

Sinopsis:

El fin de semana para acampar de una feliz pareja se convierte en su peor pesadilla cuando se encuentran con la escena de un brutal crimen.



Comentarios generales:

El cine de terror australiano no es precisamente ajeno a las películas de supervivencia en lugares remotos; de hecho, gran parte de su renacer se ha sustentado en esta clase de trabajos y en cierta medida eso se ha vuelto un sello característico. Han perfeccionado la fórmula a tal grado de que uno sabe de antemano que se va a encontrar con algo entretenido y Killing Ground no fue la excepción, aunque esta obtiene su gracia de una manera un tanto distinta a la acostumbrada.

Con esto no me refiero a que Power no siga la línea de la crudeza o deje de lado a sanguinarios asesinos que gustan de hacer sufrir lo más posible a sus víctimas, eso está presente, pero en lugar de golpearte de lleno desde el primer instante mejor opta por construir una historia que lentamente va a ir despertando tu curiosidad. Ya que el primer acto combina el pasado con el presente en una sola narrativa en la que dos grupos de personas se encuentran exactamente en el mismo lugar pero bajo tiempos distintos, construyendo así un suspenso muy sólido debido a que conforme pasan los minutos uno trata de descifrar qué fue lo que ocurrió, cómo se van a unir ambas historias y, sobre todo, cómo afectará a cada uno de los personajes esto.

Lo cual no suena tan atractivo, pero lo cierto es que la manera en la que se construye todo hace que la tensión se vaya incrementando de manera constante y eso a ayuda a que el nivel de impacto sea realmente elevado cuando las dos líneas de tiempo tengan que converger. No tanto porque sea extremadamente gráfico, sino porque el director por medio de ciertas imágenes te deja en claro que acaba de ocurrir una situación por demás brutal y en base a esta va revelando la propia naturaleza de los asesinos; quienes cuentan con personalidades bastante frías e intimidantes, alejándose por completo de los psicópatas extravagantes de cajón.  

Los últimos treinta minutos son los que se centran por completo en tema de la supervivencia, aquí es donde el ritmo se vuelve muy mucho más dinámico y la violencia se incrementa en todos los sentidos, aunque está lejos de ser un gorefest.

Básicamente en esta parte el mensaje es que en estos casos los seres humanos están dispuestos a hacer lo que sea para mantenerse con vida, dejando de lado los lazos existentes o cuestiones morales que, en teoría, uno no debería de poner a discusión. Eso convierte la película en una muy interesante; sin embargo, la manera en la que se desarrollan ciertas cosas no resulta tan efectiva y hacen que el desenlace no sea convincente.

Las actuaciones en general son bastante buenas, aunque quienes se llevan todos los reflectores son Aaron Pedersen (Sam) y Aaron Glenane (Chook) como los asesinos; en especial este último hace un trabajo estupendo. La producción es discreta: cuenta con un buen trabajo de fotografía, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Killing Ground me gustó. Una película de supervivencia potente que resalta por varias cosas y no solo por su crudeza.

Ojometro:
****

lunes, 12 de diciembre de 2016

Crítica: Pet (2016)


Película dirigida por Carles Torrens (Apartment 143), cuyo guión fue escrito por Jeremy Slater. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro los Estados Unidos el pasado 2 de diciembre, mientras que su salida en DVD está anunciada para finales de mes.

Sinopsis:

Seth (Dominic Monaghan) es un hombre solitario que trabaja en un refugio de animales cuya monótona rutina se ve rota cuando se encuentra a una ex compañera de la escuela llamada Holly (Ksenia Solo). Sin embargo, cuando esta lo rechaza, Seth alcanzará unos niveles de obsesión aterradores que lo obligarán a realizar un acto de amor único.



Comentarios generales:

Existen películas que vas a ver bajo cierta idea y que después de terminada te quedas sorprendido por lo completamente distintas que resultaron. Normalmente esto suele ocurrirme con otros géneros y no tanto con el de terror al ser este último uno en donde las sorpresas son escasas, sobre todo con determinadas temáticas, pero en el caso de Pet sin duda me lleve una grata experiencia qué, aunque no es perfecta, si termina dejando una impresión de que se trató de algo diferente.

Y mucho tiene que ver evidentemente el guión de Slater y la manera en la que lleva las acciones Torrens, ya que esta es una historia que durante su primer acto no tiene mucha novedad y todo el tiempo maneja la idea de ser otra más de tortura cuyo protagonista es un hombre solitario urgido de contacto humano. Poniendo conceptos tan básicos sobre la mesa como el rechazo o el stalking para generar unos 30 minutos con una atmósfera diseñada específicamente para hacer de la captura de Holly algo inquietante gracias al cuidado de los detalles y a la manera de comportarse del propio Seth, quien durante este punto parece un psicópata en toda la regla.

Sin embargo, cuando uno espera que el rumbo de la película se vuelva predecible, el guión presenta un giro totalmente inesperado que no solo cambia la dinámica por completo, sino que además altera de manera fundamental el rol de los personajes. Poniéndolos así en una relación poco convencional en donde ambos pretenden tener control sobre el otro mientras se nos va revelando un misterio con el cual incrementan los niveles de tensión hasta llegar a un suceso determinante qué, además de proporcionar impacto visual, también sirve para desestabilizar lo que hasta ese momento había sido el plan perfecto (incluso con el giro mencionado) utilizando el “amor” como base.

La parte final no es precisamente difícil de descifrar y eso le quita cierto encanto. Evidentemente el aumento en el gore le brinda una intensidad agradable, pero al estar tan telegrafiado lo que va a ocurrir el impacto es muy bajo y de algún modo te deja con una sensación agridulce; además de que la conclusión se siente un tanto forzada.

Las actuaciones son buenas, tanto Monaghan como Solo están muy bien en sus roles de individuos totalmente inestables y presentan gran química en pantalla; aunque los secundarios son bastante pobres. La producción es austera: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte cumple, el score no es muy llamativo, el trabajo de sonido esta ok, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es relativamente simple.

Opinión final: Pet es una buena película. Ciertamente el giro influye muchísimo para que destaque, pero en general es una propuesta agradable.

Ojometro:
****

jueves, 28 de enero de 2016

Crítica: Martyrs (2016)


Remake de la película francesa de 2008 dirigido por los hermanos Kevin y Michael Goetz, cuyo guión fue escrito por Mark L. Smith. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de enero, mientras que su salida en formato físico se dará a inicios del mes de febrero.

Sinopsis:

Una década después de haber escapado de una brutal tortura, Lucie (Troian Bellisario) sigue buscando revancha de sus captores y cuando finalmente los encuentra tratará de conseguir todas las respuestas que de niña nunca pudo; aunque esto ponga en jaque su amistad con Anna (Bailey Noble), la única persona en la que confía.



Comentarios generales:

Existen películas que simplemente no están diseñadas para funcionar a nivel mainstream y sin duda la obra original de Pascal Laugier se encuentra en dicha categoría. Por eso cuando se anunció esta nueva versión no pude evitar el tener muchísimas dudas al respecto, no solo porque estaba seguro en que disminuirían la violencia para hacerla mucho más digerible, sino también porque a diferencia de algunos otros remakes aquí no había gente involucrada que me hiciera pensar que en verdad se quería realizar un producto digno que estuviera a la altura de uno de los mejores trabajos de la década pasada. Algo que al final de cuentas fue lo que ocurrió, ya que Martyrs es un remake completamente innecesario.

Uno que durante al menos los primeros 30/35 minutos no se puede decir que sea malo gracias a que los hermanos Goetz aplican la fórmula de duplicar casi de manera intacta esta parte, por ahí le añaden unas cuantas cosas de su cosecha al inicio de la amistad entre Lucie y Anna durante su infancia, pero en líneas generales no se arriesgan demasiado. Obvio tampoco cuentan con ese factor sorpresa que significa la masacre inicial por obvias razones (salvo que no hayas visto la original), aunque se las arreglan para ofrecer buenos momentos de terror a pesar de que no pueden desplegar un nivel de violencia mucho mayor.

Hasta este punto se puede decir que todo es aceptable; sin embargo, una vez que se llega al segundo acto se entra a una espiral de malas decisiones con el guión que son muy difíciles de digerir. Empezando por el cambio de un personaje fundamental (Sam) que de manera inmediata provoca que elementos de gran impacto visual se desvanezcan por completo, dando paso a una historia digamos mucho más simple y en base a esto cambiar de manera muy notoria los caminos de ambas protagonistas.

Básicamente toda la brutalidad por el abuso físico no se da; si tratan de recrear un poco de esto, pero la mayoría de las torturas son fuera de cámara. Simplemente no cuenta con ese aire de desesperanza tan desgarrador con el cual tienes que lidiar de manera forzada para poder involucrarte de lleno con el sufrimiento que experimentan y eso le quita mucho sentido al visionado.

La parte final es tal vez lo más decepcionante. Ante los cambios era claro que no sería igual al original, pero el camino que toman es uno tan convencional y “correcto” que simplemente no te provoca ninguna clase de emoción; además de que todo el misterio que rodea al tema de lo que hay después de la muerte es arruinado por completo al ser básicamente revelado y no dejar que sea el propio espectador quien saque sus propias conclusiones.

Sobre las actuaciones no puedo decir que Bellisario y Noble estén mal, ambas hacen un trabajo adecuado con todo lo que les dan para trabajar y eso provoca que logren una química interesante. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es pulcro, la dirección de arte cumple, tiene un muy buen score (tal vez lo mejor de la película), los efectos son muy básicos y el trabajo de maquillaje se ve reducido al mínimo gracias a los cambios en la historia.

Opinión final: Martyrs es el claro ejemplo de un remake que nunca tuvo que existir. Si vieron la original en definitiva la van odiar; si no, puede que les guste un poco más.

Ojometro:
**

domingo, 8 de noviembre de 2015

Crítica: I Spit on Your Grave 3: Vengeance is Mine (2015)


Tercera entrega de la franquicia desde que esta fue revivida en 2010, la cual está dirigida por R.D. Braunstein y escrita por el debutante Daniel Gilboy. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de octubre, mientras que su salida en formato físico se dio el día 20 del mismo mes. 

Sinopsis:

A Jennifer Hills (Sarah Butler) aún la atormenta la brutal violación que sufrió años atrás, por lo cual se cambio de identidad y de ciudad; además de que se unió de manera reacia a un grupo de apoyo para iniciar una nueva vida. Sin embargo, cuando el asesino de una amiga queda libre y varias historias sobre violadores empiezan a surgir, esta los empezará a cazarlos para hacerlos pagar de la manera más cruel posible.



Comentarios generales:

Creo que cuando salió el remake hace cinco años atrás nadie se esperaba que fuera el inicio de una serie de nuevas películas que pretendieran establecer a la franquicia como una importante, especialmente porque la premisa en si no se presta para expandir demasiado este universo. Eso se pudo sentir con la segunda parte y con Vengeance is Mine no será diferente; aunque en esta ocasión se toma un rumbo ligeramente diferente que, si bien le añade algo nuevo, hace que parezcan desesperados por encontrar una idea fresca para poder seguir exprimiendo el nombre.

Y es que Gilboy basa absolutamente todo en la primera entrega para contar su historia, ignorando por completo la segunda parte y con ello evadiendo cualquier tipo de conexión que la justifique; una decisión entendible considerando que para muchos esta pasó desapercibida, pero que a la vez te hace sentir que no existe un rumbo fijo. Lo cual se puede notar bastante en un primer acto donde Braunstein nos ofrece mucho dialogo, dándole prioridad a la forma en que Jennifer lidia con su situación y la paranoia que esto le provoca por medio del mensaje de que todos los hombres son basura; algo que en un inicio funciona pero que con el pasar de los minutos se torna aburrido, dejando solo unos cuantos momentos de dinamismo que involucran a un personaje un tanto exagerado que seguramente provocará opiniones encontradas.

Para el segundo acto es cuando el tono sube de manera considerable al mostrar una serie de muertes bastante gráficas como parte de la venganza que seguramente dejarán satisfechos a los amantes de lo extremo gracias a que por lo menos un par de estas resultan en verdad dolorosas de ver; sin embargo, esto no es suficiente para rescatar una historia que pretende ser más sobre un “anti-héroe” que se va deteriorando física y mentalmente con el paso de los días. Sobre todo porque convierten en una loca sin escrúpulos a un personaje de carácter inicialmente fuerte y con ello sus motivaciones ya no quedan del todo claras (¿Lo hace por vengar a las víctimas o para satisfacer sus propios deseos de sangre?), eliminando de paso mucha tensión o suspenso al añadirle un retorcido toque cómico.

El final presenta un giro que no cambia gran cosa y resulta imposible no pensar que estuvo planeado con el simple propósito de cerrar el capítulo de Jennifer para así tomar otro camino en el potencial caso de una cuarta entrega.

De las actuaciones sin duda el tener de vuelta a Sarah Butler ayuda a imprimirle fuerza a todo lo que tiene que ver con el tema de la venganza, mientras que Jennifer Landon (Marla) le agrega chispa a la parte más depresiva de la película. La producción se nota de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es discreto, el score pasa sin pena ni gloria, tiene buen sonido y la combinación de efectos/maquillaje logra buenos resultados cuando se disponen a generar impacto.

Opinión final: I Spit on Your Grave 3 me decepcionó bastante. Una mala entrega que se siente innecesaria y, sobre todo, muy alejada del concepto original.  

Ojometro:
**

domingo, 7 de junio de 2015

Crítica: The Human Centipede III (2015)


Tercera entrega de la franquicia que está nuevamente escrita y dirigida por Tom Six, la cual además aparentemente será la última. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de mayo.

Sinopsis:

Bill Boss (Dieter Laser) es el encargado de dirigir una prisión que cuenta con muchos problemas: estadísticamente es la que cuenta con más disturbios, costos médicos y cambios de personal del país. Con su puesto en riesgo, su fiel asistente Dwight (Laurence R Harvey) le propone una idea para mejorar la situación, basada en las polémicas películas de The Human Centipede.



Comentarios generales:

Con esta franquicia siempre he tenido claro que el factor shock es mucho más importante que todo lo demás; no importa si la amas o la odias, para su creador basta con que se hable de esta para tener éxito. Es por ello que no esperaba gran cosa con la tercera entrega, era claro que el principal objetivo sería aumentar lo más que se pudiera la controversia y aunque en ese aspecto The Human Centipede III hace su trabajo, al final simplemente es otra exhibición grotesca con falta de contenido.

Six recurre una vez más a no seguir de manera directa los sucesos de la segunda entrega y utilizarla más como mera inspiración para justificar lo que ocurre aquí, llevando a niveles ridículos como nunca antes se había visto al metacine. Una situación que evidencia la falta de ideas para poder expandir algo que se gasto muy rápido y obliga desde temprano a tratar de establecer un enfoque digamos mucho más “cómico” que permita exponer una serie de eventos ofensivos o racistas de una manera graciosa ante los ojos del espectador, pero que termina siendo ineficiente; no solo porque nada de esto te genera gracia, sino porque deja de lado casi completamente el punto central de la historia.

De pronto, más que centrarse en el ciempiés humano, lo que se nos muestran son torturas que no llevan a ningún lugar y que son poco creativas; de las cuales solo una logra crear un momento incomodo mientras te ves envuelto en una ola de aburrimiento bastante importante. Nunca existe el compromiso por tratar de construir algo digno, las cosas pasan porque sí y la inclusión del personaje del gobernador es una justificación muy débil para darle paso a lo que la mayoría quiere ver. Sin embargo, lo peor llega cuando el propio Tom Six hace acto de presencia para glorificarse a sí mismo, ahí simplemente perdí todo tipo de interés en la película.

El final curiosamente es lo menos impactante y en esto tiene mucho que ver el hecho de que durante toda la promoción nos mostraron el resultado de la cirugía. En las anteriores el momento de la revelación del ciempiés significaba algo, pero aquí no tiene importancia porque ya todo el shock ha sido gastado; además de que no se centran demasiado en este, quedando como un simple evento pasajero que resulta opacado por las acciones del personaje principal.

En las actuaciones diría que Laser al menos trata de sacar esto adelante, lo ponen a hacer cualquier cantidad de cosas deplorables como un desquiciado sin aprecio por la vida humana y le crees, aunque se siente en extremo exagerado. La producción es decente: logran crear una atmósfera incomoda aceptable, la ambientación está ok y el trabajo de efectos/maquillaje es lo suficientemente gráfico como para mantener la atención del espectador ante la falta de sustancia.

Opinión final: The Human Centipede III sigue la línea de las anteriores, ósea… es pésima.

Ojometro:

martes, 21 de abril de 2015

Crítica: Headless (2015)


Primer largometraje del director Athur Cullipher, cuyo guión fue escrito por Nathan Erdel. De momento su mayor exposición se ha dado en festivales, pero a finales de marzo e inicios de abril sacaron a la venta ediciones limitadas en DVD y Blu-ray; mientras que ya anunciaron que para el mes de junio tendrá su lanzamiento a nivel nacional dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

El número de cadáveres se incrementa mientras un brutal asesino con máscara de calavera enfrenta a sus demonios del pasado en este slasher “perdido” de 1978.



Comentarios generales:

Este trabajo es un spin-off creado a partir de la genial "Found" de 2014, por lo cual tenía mucha curiosidad de saber cómo iban a utilizar el concepto presentado ahí; especialmente porque este no era muy elaborado que digamos y, salvo por una serie de brutales imágenes, carecía de contenido. Lo cual se refleja aquí, no porque el producto final sea malo, sino porque te deja la sensación de que un cortometraje hubiera resultado mejor opción para mostrar todo esto.

Ya que lo que nos trae Cullipher y Erdel es en realidad una serie de impactantes asesinatos cuyo lujo de detalle es brutal, iniciando con el ya mostrado en Found para establecer rápidamente el tono que manejará la película, así como el principal propósito: tratar de hacer sentir incomodo al espectador. Realmente la dinámica que sigue no es compleja, de hecho, tal vez sea lo más básico que uno pueda encontrar (asecho, captura, tortura, sexo con una cabeza) dado a que se repite una y otra vez; sin embargo, el ritmo es fluido y lo que ocurre en pantalla te atrapa por varios frentes debido a que no solo se trata de ver violencia extrema de alto impacto, sino que además el trabajo de fotografía logra generar una atmósfera macabra ideal y los diferentes sonidos te golpean a cada instante.

Su problema llega cuando la cuestión del impacto pierde su efecto y te empiezas a dar cuenta que la historia en realidad es casi inexistente, la cual pretenden disimular un poco a base de flashbacks muy huecos e incluso algo grotescos; así como con una pequeña historia entre una pareja que no aporta nada. Esto ocasiona que pasados los 50 minutos la película se torne aburrida porque ya se sabe en automático lo que va a ocurrir, no hay mucho esfuerzo por brindar algo nuevo y aunque entiendo perfectamente que la intención era hacer esto lo más violento posible para encajar de manera adecuada con la reputación vendida, definitivamente le hace falta algo más de sustancia.

La parte final la sentí un poco tediosa. Tratan de darle sentido a los actos del asesino después de revelar los flashbacks en su totalidad, pero se siente demasiado forzado lo que ves y en general no te brindan una respuesta concreta con respecto al niño; aunque es agradable ver que no optaron por el camino fácil en lo que se refiere a la conclusión.

De las actuaciones se puede decir poco debido a que Shane Beasley como el asesino nunca habla, todo se basa en su presencia física; mientras que el resto son personajes desechables. La producción es de muy buena factura: como mencione antes la fotografía juega un papel fundamental, la ambientación setentera es pasable y el score me pareció muy bueno; aunque definitivamente lo que más llama la atención son los efectos prácticos al ser tan gráficos y realistas; así como el trabajo de maquillaje.

Opinión final: Headless es un gorefest puro y duro. Para los amantes de esto será un goce total, pero para el resto probablemente solo quede en un espectáculo visual bien hecho.

Ojometro:
***

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Crítica: Tusk (2014)


Película escrita y dirigida por Kevin Smith (Red State), la cual está inspirada en una historia contada durante un podcast que él mismo conduce. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de septiembre recaudando solo 1.8 millones de dólares en taquilla. Su salida en DVD se tiene planeada para el próximo 30 de diciembre.

Sinopsis:

Cuando el conductor de podcast Wallace Bryton (Justin Long) desaparece durante un viaje por Manitoba, su novia y su mejor amigo van a dicho lugar para poder hallarlo. Lo que no saben es que Wallace probablemente ya nunca será el mismo gracias a la locura de un hombre llamado Howard Howe (Michael Parks).



Comentarios generales:

Sin duda Red State fue un debut sorpresivo por parte de Kevin Smith dentro del género, tal vez no sea la película más original o impactante pero definitivamente hizo que muchos pudiéramos darle un voto de confianza con sus próximos trabajos. Gracias a eso es que Tusk se convirtió en uno de los más intrigantes del año, no solo por ser aparentemente el inicio de una trilogía, sino porque su premisa lucia demasiado loca, ideal para generar una comedia de horror de grandes proporciones gracias al conocido estilo de su director; aunque lamentablemente todo este potencial nunca se ve reflejado.

Y es que después de haberla visto me quedó muy claro el por qué fue un tremendo fracaso en taquilla, ya que lo que nos trae Smith es una historia raquítica cuyo principal sustento se basa en mostrar una situación en extremo bizarra que simplemente no da para más. Con la cual nunca se logra establecer de manera convincente el tono que pretende manejar y provoca que durante gran parte de su duración nunca te quede claro a qué tipo de público quieren atraer: el humor manejado nunca es lo suficientemente controvertido para catalogarla como una comedia negra, mientras que claramente la cuestión del terror es casi inexistente como para poder encasillarla en ese género.

Es como si se quedara perdida en el medio justificándose solo en lo raro, sin ningún otro tipo de merito.

Cuenta con un ritmo estable que ayuda a que no se sienta tan pesada, pero eso termina importando poco cuando uno de los puntos clave (la transformación de Bryton) es dejado fuera de cámara, quitándole así el único momento de genuino interés que se logra generar de manera eficiente por medio del gran esfuerzo de Michael Parks. Lo cual es una lástima porque una vez que se revela todo lo de la morsa el grado de locura presentado en ciertas escenas resulta muy potente y te hace pensar que las cosas subirán de tono; sin embargo, en lugar de eso lo que nos presentan es una búsqueda por demás desangelada que le quita fluidez a la película e incluso termina dejando en segundo plano la idea central.

El final no presenta muchas complicaciones y aunque el humor expuesto por medio del personaje interpretado por Johnny Depp es un tanto estúpido, creo que logra ofrecer una conclusión aceptable.

En las actuaciones sin duda es Parks quien se lleva la mayor atención al ser el responsable de brindar las escenas más significativas en el lado de la locura, pero de ahí en fuera nadie más resalta, ni siquiera Depp con su “súper secreto” personaje. La producción en general tiene buena factura: el trabajo de fotografía y la dirección de arte logran establecer una atmósfera gótica atractiva, el score es sólido y el trabajo de maquillaje no creo que sea espantoso, pero el hecho de que la transformación no se muestre de manera directa le quita ciertos puntos.

Opinión final: Tusk me pareció decepcionante. Probablemente solo la recomendaría para todos aquellos que son fans de toda la vida de su director.

Ojometro:
**

viernes, 3 de octubre de 2014

Crítica: The Poughkeepsie Tapes (2014)


Película dirigida por John Erick Dowdle (Evil), de la cual también es co-escritor junto con su hermano Drew Dowdle. Inicialmente su estreno estaba programado para el 2007, pero por razones desconocidas MGM lo canceló y la tuvo en el olvido por años, hasta que apenas en este 2014 la estreno vía VOD dentro de los Estados Unidos. En el caso de Latinoamérica, hasta donde sé, solo la transmite el canal FX.

Sinopsis:

Dentro de una casa abandonada en Poughkeepsie, Nueva York se encuentran cientos de cintas VHS que muestran los crímenes de un asesino serial de la década de los 90s y en base a las perturbadoras imágenes las autoridades, tanto estatales como federales, pretenden encontrar pistas de su identidad.



Comentarios generales:

Sé que por años esta película estuvo disponible en internet, pero entre que no soy muy fan del formato que maneja y los rumores que me parecían muy absurdos (su estatus en la congeladora se debió más que nada a los problemas financieros de MGM) nunca la vi. Pero ahora que en este 2014 finalmente salió de manera legal y gracias a que FX se encargó de transmitirla hace un par de días por fin pude checarla; dejando como resultado una sensación agridulce.

Lo que no puedo negar con The Poughkeepsie Tapes es que se trata de un falso documental que, como tal, está muy bien hecho; donde se nota desde el primer instante que Dowdle puso un gran esfuerzo para obtener niveles de realismo muy elevados debido a que su presentación bien podría pasar como episodio especial sobre asesinos seriales en cualquier canal de televisión. Cuida mucho los detalles con las entrevistas, así como la manera en que se van presentando los casos para ir incrementando poco a poco el nivel de violencia y que así el espectador vaya sintiendo curiosidad por el grado de locura del asesino. Aunque por medio de este formato sacrifica un poco el propio ritmo de la película; limitándola a uno un tanto pesado que no ayuda demasiado cuando el efecto de shock pasa después de los primeros 20 o 25 minutos.

Tiene momentos fuertes, pero en general los aspectos más perturbadores son narrados por los entrevistados; realmente nunca vemos en pantalla algo atroz (los vídeos en si no dejan ver mucho), sino que se deja a la imaginación de uno mismo lo que sufrieron la mayoría de las víctimas. Esto es lo que no funcionó conmigo, especialmente porque conforme se va desarrollando la historia le van añadiendo más rarezas e incluso un giro poco creíble que se salen de la línea general, quitándole así ese nivel de realismo manejado previamente; al grado de que las escenas más efectivas durante los últimos tres episodios son aquellas que no muestran nada violento, pero que de alguna forma te generan bastante tensión por lo que pudiera ocurrir como es el caso de las niñitas exploradoras.

Diría que sus años de atraso terminaron afectándola, ya que lo impactante simplemente no lo es gracias a que hemos visto cosas mucho más fuertes durante los siete años que transcurrieron.

El final me pareció un tanto absurdo. La entrevista con Cheryl si te incomoda pero la manera en que dejan parado al asesino, casi como villano de cómic súper inteligente, no me convenció en lo absoluto.

Las actuaciones son muy pobres, al nivel que uno esperaría para este tipo de trabajos en donde los actores tienen que lucir lo más reales posible pero siempre se ven forzados. La producción tampoco es para resaltar demasiado, en especial los vídeos del asesino: están pésimamente filmados y aunque en parte esa era la idea al ser VHS, la verdad resulta imposible ver con claridad varias cosas que ocurren. De ahí en fuera no tiene mucho; alguno que otro pequeño trabajo de maquillaje por ahí y por allá, contados efectos con sangre y un sonido aceptable.

Opinión final: The Poughkeepsie Tapes es pasable, pero está muy lejos de ser aquella maravilla que por años se estuvo rumorando entre los fanáticos.

Ojometro:
***

martes, 23 de septiembre de 2014

Crítica: Found (2014)


Película dirigida por Scott Schirmer, la cual es una adaptación de una novela del mismo nombre escrita por Todd Rigney. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD y diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de agosto, mientras que su salida en DVD se dio precisamente el día de hoy.

Sinopsis:

Marty (Gavin Brown) es un alumno de quinto grado modelo: saca buenas calificaciones, escucha a sus maestros y nunca se mete en problemas. También es fanático de las películas de terror y victima de bullying por parte de otros niños; sin embargo, un día descubre que su hermano mayor es un asesino serial y guardar el secreto amenaza con cambiar su vida para siempre.



Comentarios generales:

Debo de admitir que no he leído la novela, así que cuando vi el titulo lo primero que pensé fue que este trabajo estaría conectado de alguno y otro modo con el found footage, especialmente con su ínfimo presupuesto, pero me lleve una agradable sorpresa al ver que no era así.

Con Found lo que nos trae Schirmer es una historia que podía haber caído en la simpleza de vendernos la idea de que uno se vuelve violento por lo que ve en pantalla (en este caso, las películas de terror), pero en lugar de eso le brinda un enfoque totalmente distinto al utilizarlo más como un síntoma provocado por la desestabilidad en el hogar y otros temas complejos como el bullying o el racismo.

Todo desde la perspectiva de un niño de 12 años que tiene que lidiar con una situación aterradora incluso dentro del único lugar en donde supuestamente está a salvo, provocando así una sensación de inseguridad y terror muy fuerte durante más de una hora a pesar de que la película en si no ofrece muchas escenas de impacto; aunque las que tiene logran aportar muchísimo en dosis muy bien cuidadas para no convertirla en un trabajo de serie b más que le quite atención a lo verdaderamente importante.

Básicamente por medio de un ritmo semi lento se construye una dinámica entre los hermanos muy interesante en la que no estás completamente seguro sobre como reaccionará cada uno o si Marty terminará sucumbiendo ante la oscuridad como lo hizo su hermano; un ritmo que puede llegar a ser un problema para varios y no los culparía, ya que por momentos la película se siente pesada con tanta escena contemplativa cuyo único propósito es  evitar que el espectador se sienta bajo la idea de que está viendo un slasher convencional. Otro problema que le encontré es que nunca mencionan la época en la que se desarrolla la historia, ya que por los VHS uno asume que es en los 80s o 90s, pero al tratar temas tan actuales como que hace corto el no saber muy bien la década.

El final es tremendo. Perturbador y con muchísima fuerza; en donde el director nos invita a imaginarnos las atrocidades fuera de cámara sin que eso afecte en lo más mínimo el resultado. 

Las actuaciones de Brown y de Ethan Philbeck como su hermano Steve son muy buenas, tienen mucha química; aunque especialmente el primero logra ofrecer varios momentos destacados con su lenta transformación de niño bueno a niño con conflictos bastante pesados. La producción, como era de esperarse para un trabajo con un presupuesto aproximado de $8000 es muy discreta, pero en ocasiones ni lo parece: tiene un buen trabajo de fotografía, el score es absorbente y todos lo que tiene que ver con la cuestión de efectos/maquillaje logra de manera efectiva su tarea de recrear un estilo ochentero en los filmes expuestos. Lo único criticable es el sonido, algo que no es de extrañar en esa clase de películas.

Opinión final: Foud es probablemente la mejor película indie de este 2014. Bastante recomendable.

Ojometro:
****

jueves, 24 de julio de 2014

Crítica: Seed 2: The New Breed (2014)


Secuela escrita y dirigida por Marcel Walz, pero cuyo productor principal es nada más y nada menos que nuestro amigo Uwe Boll. Salió directamente en DVD para Alemania este mes de julio; mientras que su llegada a los Estados Unidos bajo este formato, así como en VOD, está programada para el próximo mes de octubre.

Sinopsis:

Regresando de su despedida de soltera en Las Vegas, Christine (Natalie Scheetz) junto con sus amigas maneja a lo largo del gran y caluroso desierto de Nevada. Sin embargo, ellas no se encuentran solas en dicho lugar, ya que el asesino serial Max Seed está de regreso y ahora trae a toda su familia con él.



Comentarios generales:

La verdad me sorprendió bastante el enterarme que habría una secuela de Seed, uno de los trabajos más controvertidos de Uwe Boll no solo por ser malo, sino por el grado de violencia/morbo que manejaba. Simplemente no había forma de que se pudiera igualar esto último y por ello esta entrega tenía que ser diferente de algún modo, lo cual ocurrió.

The New Breed es un ente distinto a su predecesora debido a que Walz prefiere no solo ofrecer un slasher híper violento, sino que además trata de contar una historia mucho más compleja que no deje de lado la violencia o los momentos sádicos que pusieron en el mapa a Max Seed. Esto mediante la idea de ir revelando todos los acontecimientos de manera alterna, sin seguir una línea de tiempo fija que le permita al espectador sentirse cómodo con lo que está viendo y que así vaya descifrando desde antes lo que va a ocurrir; una idea que ciertamente no es mala, pero esta tan mal implementada ya que por momentos convierte a la historia en una muy difícil de seguir por el poco sentido que le da a las acciones de la familia asesina.

Simplemente le quita mucha fluidez; de pronto estás viendo una escena intensa llena de sangre y en lugar de continuar con esa línea para ir revelando más detalles lo que se hace es cambiar de manera abrupta a otra escena que en la línea de tiempo ocurrió antes e involucra una conversación aburrida entre las amigas. Así es la película como por 50 minutos, los avances se dan muy lento, el impacto de las muertes nunca llega a ser tan efectivo y además a eso hay que agregarle que realmente nunca te explican muy bien las creencias religiosas de la familia o los motivos por los cuales toman decisiones tan extrañas: es el típico caso en donde pasa mucho en pantalla, pero realmente te dicen poco todo el tiempo.

El final es lo mejorcito por un par de sorpresas que hay, pero al igual que todos los minutos previos se siente muy flojo; sin impacto.

Las actuaciones son bastante lamentables, nadie se salva. En la producción tiene sus puntos fuertes en el soundtrack y sin duda con los efectos/maquillaje que le añaden un nivel de brutalidad adecuado a la película; en especial a una escena de crucifixión.

Opinión final: Seed 2 evoca a absolutamente todos los atroces trabajos de Boll, aunque al menos se nota un poco más de idea en cuanto a la presentación general.

Ojometro:
*

sábado, 21 de junio de 2014

Crítica: Savaged (2014)


Película escrita, dirigida y editada por Michael S. Ojeda, quien hace su debut dentro del género. Se la pasó rondando por diversos festivales y salió directamente en formato físico en Alemania el pasado 15 de abril; aunque todavía no hay fecha tentativa de estreno por este lado del mundo.

Sinopsis:

Zoe (Amanda Adrienne) es una chica sordomuda que emprende un viaje por carretera para irse a vivir con su novio, pero en el trayecto tiene un desafortunado encuentro con un grupo de rednecks que la brutalizan. Dándola por muerta estos la entierran en el desierto; sin embargo, un chaman la encuentra y trata de salvarla, aunque algo sale sumamente mal.



Comentarios generales:

Las películas de venganza por parte de un personaje femenino no son algo fuera de lo común, lo raro es encontrar propuestas que se salgan un poco de los elementos establecidos previamente y aunque Savaged tiene muchos de estos, también ofrece algo que se siente fresco a pesar de lo exagerado que pudiera llegar a parecer.

En el que es realmente su primer largometraje, Ojeda demuestra bastantes virtudes contándonos una historia en la cual vemos un alto grado de violencia y aspectos sobrenaturales que, si bien son en gran medida la parte llamativa, también son el conducto para hablar sobre los actos que puede provocar el racismo por parte de las personas; esto sin dejar de lado el horror. Básicamente no se anda con rodeos, ya que a los 5 o 10 minutos desata el terror para la protagonista sin que realmente conozcamos más que lo básico de ella (es sordomuda, se va a vivir con su novio...) y de ahí pasa a un proceso de conocimiento de los personajes antagónicos muy importante para empezar a desear que les vaya en verdad mal una vez que llegue el momento de la venganza; aspecto que en esta clase de películas es vital para que funcione de manera efectiva la segunda mitad.

Y vaya que funciona, ya a que no solo disfrutas la cacería, sino que además nos sorprenden al agregar un aspecto sobrenatural que la convierte en una película mucho más violenta y gráfica de lo que esperaba al presentar un gorefest extremadamente disfrutable que le brinda un ritmo dinámico, lleno de algunas muertes memorables e incluso de un aire setentero de serie b que termina beneficiándola en el aspecto visual.

Aunque tiene un problema que le baja muchos puntos: la integración completamente forzada del novio. Realmente nunca entendí esta parte detectivesca considerando el hecho de que nunca se nos muestra mucho de su relación, generando así que se sienta un vacío importante en todo lo que lo involucra e incluso afecta las interacciones entre ambos personajes que se supone deben de ser muy fuertes emocionalmente hablando.

El final es bastante entretenido. Es lo que esperas que pase desde un inicio y no le dan muchas vueltas, algo que se agradece.

En las actuaciones Amanda Adrienne en términos generales creo que hace un buen trabajo, pero son Rodney Rowland y Tom Ardavany quienes destacan como los líderes de los rednecks; simplemente son detestables hasta el punto de que quieres verlos bien muertos. La producción es discreta, pero no desmerece nunca: tiene un muy buen score, unos efectos especiales extremadamente sólidos (salvo por un atropello ahí medio flojo) y un trabajo de maquillaje de diez que termina resultando importantísimo en el desarrollo del personaje principal.

Opinión final: Savaged es una buena película. Se pasarán un buen rato a pesar de su historia un tanto exagerada.

Ojometro:
****

martes, 4 de marzo de 2014

Crítica: The Hospital (2014)


Película dirigida por la dupla conformada por Tommy Golden y Daniel Emery Taylor (este último también es uno de los guionistas). Salió directamente en DVD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, pero apenas el pasado 1 de marzo en VOD y diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Una joven estudiante decide ir al hospital St. Leopold's para hacer una investigación escolar respecto a todas las leyendas que rodean dicho lugar, pero es secuestrada por un tipo de nombre Stanley. Días después un grupo de investigadores paranormales llegan al lugar y Stanley será una de las tantas sorpresas que les esperan. 



Comentarios generales:

Tenía pensado escribir la crítica como generalmente lo haría con cualquier película, pero después de meditarlo durante unos minutos he decidido que no vale la pena desperdiciar mi tiempo.

Ya que The Hospital tiene absolutamente TODO mal, al grado de que sería inútil detallar por segmentos cada cosa que me haya disgustado; mucho más cuando es un trabajo que a los cinco minutos varios se darán cuenta que es un asco y muy probablemente la dejarán de ver.

En serio. Yo entiendo que hay entusiastas que hacen cine por amor a pesar de tener un presupuesto prácticamente nulo, pero este trabajo parece más que nada una manera de reflejar deseos ocultos de los guionistas ya que no le encontré nada de interesante o que justificara mostrar múltiples escenas de violaciones, necrofilia e incluso una clase de pintura con esperma. De hecho, me sorprende que alguien haya dado luz verde para su distribución.

En fin… NO LA VEAN.

Opinión final: Decir que es una mierda sería poco. The Hospital es simplemente un insulto a los fans y al género.

Ojometro: Cero estrellas