viernes, 18 de septiembre de 2020

Crítica: Black Water: Abyss (2020)

Secuela dirigida por Andrew Traucki (Black Water, The ABCs of Death), cuyo guión fue co-escrito por John Ridley y Sarah Smith. Se estrenó en cines dentro de Australia el pasado 20 de julio, mientras que hizo lo propio en VOD durante el mes de agosto. Su salida en formato físico está confirmada para el próximo 6 de octubre.

Sinopsis:

Cinco amigos que van a explorar una remota cueva en el norte de Australia de pronto se encontrarán siendo amenazados por un gran y hambriento cocodrilo.


Comentarios generales:

La primera “Black Water” fue una película que solo le interesó a aquellos entusiastas de esta clase de trabajos durante una época en la que estaban condenadas a salir en DVD o a ensanchar la oferta de algún canal de TV, así que cuando se anunció esta secuela trece años después creo que tomó a todos por sorpresa. Aunque al considerar el hecho de que en años recientes han cobrado relevancia y han tenido éxito en taquilla tiene mucho sentido la existencia de Abyss, a pesar de que no deja de ser un producto extraño.

Y digo extraño porque igual podrían haberla promocionado como un reboot y no hubiera cambiado la percepción del producto en general, ya que lo que nos trae Traucki lo único que comparte con la original es el hecho de que aparece un cocodrilo. Contándonos una historia exageradamente simple que hace de la primera media hora algo bastante irrelevante no solo por la carencia de situaciones interesantes, sino porque además no existe demasiada intención de darle un poquito más de sustancia a los personajes para que por lo menos sus destinos te importen.

Todo resulta plano salvo por cierto drama amoroso y por lo consiguiente cuando inicia el ataque no sientes una gran urgencia por saber si saldrán con vida de ahí, generando así un grave problema porque básicamente esa es la esencia de estas películas. Algo que de paso también termina afectando a las cosas buenas que se hacen durante el segundo acto como la capacidad de poder crear una atmósfera claustrofóbica que representa otro riesgo o a las propias escenas con el cocodrilo que, aunque carecen de gran impacto ante la decisión de no mostrar mucho de manera tan clara, si ayudan a por lo menos incrementar la sensación de peligro.

Con todo lo mencionado anteriormente el camino rumbo a la parte final resulta muy aburrido la mayor parte del tiempo, dejando que sean los minutos finales los que traten de salvar esto. Decisión que por momentos pareciera que va a funcionar; sin embargo, cuando las cosas van más o menos por un rumbo adecuado se decide alargar las acciones con un contratiempo metido con calzador para cerrar con una situación que tiene poca lógica.

Las actuaciones son promedio y en realidad nadie destaca. En el tema de producción es bastante cumplidora: el trabajo de fotografía es correcto, el score tiene cosas interesantes, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Black Water: Abyss es decepcionante. Opción más que nada para aquellos que gustan de películas con animales salvajes, ya que de lo contrario les va a aburrir.

Ojometro:
**