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martes, 22 de julio de 2025

Crítica: I Know What You Did Last Summer (2025)

Película dirigida por Jennifer Kaytin Robinson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Sam Lansky. Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 16 y 17 de julio; recaudando hasta la fecha $24.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. 

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Southport, un grupo de amigos son aterrorizados por un brutal asesino que sabe de un horrible accidente del pasado. Trayendo recuerdos de la terrible masacre que azotó a dicha comunidad en 1997.


Comentarios generales:

Tras el fracaso de la serie de 2021 parecía que “I Know What You Did Last Summer” había agotado todas sus opciones para poderse mantener en la memoria colectiva, así que cuando se anunció esta cuarta entrega la reacción general fue más que nada de sorpresa debido a que no se trata de una franquicia por la que los fans estuvieran precisamente clamando por una nueva secuela. Poniéndola así en una situación extraña en la que no se sabía qué esperar y creo que eso mismo se trasladó a lo más profundo de este proyecto.

Ya que lo traído por Jennifer Kaytin Robinson no es que me haya parecido tan malo, pero entre que quiere replicar a la película del 97 y al mismo tiempo poder construir su propia identidad termina por dejar a medias todo lo que propone. Provocando unos primeros 35 minutos aburridos en los que, salvo por el accidente, realmente no tienen nada destacado y fallan en establecer de manera sólida a un grupo de amigos cuyas personalidades se sienten demasiado anticuadas y no generan gran interés con respecto a las brutales consecuencias que sus actos traerán más adelante.

Aunado a lo anterior, también es obvio que la directora no tenía muchas intenciones de darle demasiado tiempo en pantalla a Julie y Ray, dejando su presencia colgando de un hilo muy fino para solo explotarlos en momentos puntuales cuando la falta de conexiones con el material original empiece a ser muy marcado.

Situación que solo genera cuestionamientos con respecto al propósito de esta secuela, aunque para nuestra buena suerte una vez que el asesino empieza a tener mayor presencia las cosas se vuelven un poco más entretenidas dado a que las persecuciones y muertes en términos generales están bien logradas. Brindándole así a la segunda de la mitad de la película un ritmo mucho más ágil y una sensación de riesgo importante debido a que se logra mantener la duda con respecto a su identidad y por lo consiguiente no existe ningún momento de relativa tranquilidad porque la tensión es elevada en ese sentido.

Lo cual desafortunadamente no se traslada del todo a una parte final que se alarga un poco más de lo que debería, no tanto como para que se arruine o sea un desastre, pero si para quitarle fuerza a una revelación que para este punto ya no es tan sorpresiva. Además de que la manera en la que se integran a los personajes originales durante el desenlace resulta demasiado forzada y eso solo incrementa las sensaciones de que realmente nunca hubo intenciones de explotarlos más allá del tema de la nostalgia.

Sobre las actuaciones tenemos a una Chase Sui Wonders (Ava) que jamás la terminas por comprar como la final girl; de hecho, Madelyn Cline (Danica) termina robándole reflectores con un personaje muy bobo. Mientras que la presencia de Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. es mucho menor de lo que se esperaba y eso es algo decepcionante.

Y en lo que se refiere a la producción, sin duda es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es competente, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: I Know What You Did Last Summer está pasable. Secuela con crisis de identidad para perder el tiempo un día que no tengan otra cosa que hacer.

Ojometro:
***

martes, 1 de julio de 2025

Crítica: M3GAN 2.0 (2025)

Secuela escrita y dirigida por Gerard Johnstone (M3GAN, Housebound). Se estrenó en cines dentro de México y Estados Unidos los pasados 26 y 27 de junio; recaudando hasta la fecha $17.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tras dos años de la amenaza de M3GAN, su creadora tiene que traerla de vuelta para lograr acabar con AMELIA. Una nueva arma de rango militar que fue construida por un contratista robando la tecnología de la otrora muñeca psicópata.


Comentarios generales:

Ante el éxito de la primera película la pregunta nunca fue si iba a haber una secuela, sino más bien cuándo se iba a estrenar debido a que era poco probable que Blumhouse/Universal dejarán pasar la oportunidad de poder sacarle más provecho a un personaje tan mercadeable. Además de que la paranoia por la IA es todavía más fuerte que hace dos años atrás y eso mismo hacía que M3GAN 2.0 tuviera camino libre para explotar el tema a su antojo, cosa que puede ser buena o mala según como se afronte el visionado.

Ya que lo traído por Johnstone representa un cambio bastante radical con respecto a la primera entrega al inclinarse más hacia la acción en lugar de seguir bajo el camino del terror, lo cual puede ser molesto considerando que le quita todo su propósito inicial a M3GAN, pero que va en sintonía con lo que se quiere presentar en pantalla.

Esto debido a que estamos ante una película que jamás se toma tan en serio y desde el primer acto nos deja en claro que se expondrá la amenaza de la IA de la manera más exagerada posible por medio de AMELIA, quien en general es un ser omnipotente cuya abrumadora ventaja obliga a Gemma a tener que traicionar sus ideales para aceptar la ayuda de lo que había jurado destruir. Llevándonos así a una serie de interacciones divertidas con M3GAN que están planeadas para que el espectador vaya sintiendo empatía hacia la otrora muñeca asesina, aunque siempre manteniendo la duda con respecto a si en verdad se puede confiar en ella y gracias a eso se genere una atmósfera tensa en momentos puntuales.

Siendo esto importante porque conforme se va entrando a la segunda mitad de la película las cosas se empiezan a distanciar cada vez más del terror y se centran en secuencias de acción que indudablemente vuelven el ritmo más ágil para que las ideas locas encajen mejor y con ello se trate de maquillar un poco las flaquezas de la historia. En especial porque es a partir de aquí cuando se puede percibir que el desarrollo se tambalea ante las dudas sobre cómo manejar la dualidad de lo que antiguamente era una amenaza sin que se caiga en algo tan ridículo como para que sea imposible arreglarlo durante la parte final.

Una que en términos generales es divertida gracias al caos y al nivel de violencia que maneja, logrando así que todo lo anterior de cierto modo encaje para que la duda central sea respondida de la manera más convincente posible. Dejando así un cierre que, al menos en el papel, parece un tanto definitivo.

En el tema de las actuaciones no hay mucha diferencia a lo visto previamente, aunque en esta ocasión todo el elenco puede manejar un humor todavía más simple que no está mal. Y la adición de Ivanna Sakhno (AMELIA) encaja bastante bien.

Y sobre la producción, tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: M3GAN 2.0 está entretenida. Película palomera para pasar el rato y hasta reírse con la representación más exagerada posible de la IA.

Ojometro:
***

martes, 24 de junio de 2025

Crítica: 28 Years Later (2025)

Película dirigida por Danny Boyle (28 Days Later), cuyo guión fue escrito por Alex Garland. Se estrenó en cines dentro de México y Estados Unidos los pasados 19 y 20 de junio; recaudando hasta la fecha $60 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

28 años después de haberse dado el brote del virus de la ira, este ha sido erradicado de la Europa continental y solo el Reino Unido se mantiene bajo cuarentena. Donde en una pequeña isla se encuentra una comunidad en la que uno de sus miembros más jóvenes se aventura a salir de esta y descubrir los secretos, así como los horrores que representan los infectados.


Comentarios generales:

“28 Days Later” es una de las películas de terror más importantes de todos los tiempos, ya que revitalizó el género de zombies a inicios de los 2000s cuando este se encontraba prácticamente muerto. Así que cuando se supo que había planes para desarrollar una nueva trilogía con Danny Boyle y Alex Garland haciéndose cargo de la primera parte todo el mundo recibió la noticia con alegría, convirtiendo así a 28 Years Later en una de las películas más esperadas del año bajo unas expectativas altísimas que la ponían en una posición medio compleja, pero que ha logrado superar por medio de un enfoque que probablemente no es el que muchos se imaginaban.

Ya que lo traído por Danny Boyle apuesta más por el lado humano y no tanto por la espectacularidad inherente que podrían ofrecer las hordas de infectados, esto con el propósito de darle una continuidad natural a lo que ha sido la destrucción del Reino Unido después de tantos años y mostrar cómo, dentro de lo silvestre, han sido los propios infectados los que han logrado tener una mejor adaptación e incluso mayor evolución.

Dejándonos con esto frente a una primera mitad sustentada en un viaje de padre e hijo en el que básicamente nos enseñan la dinámica de este nuevo mundo por medio de lecciones de supervivencia centradas en... bueno… cómo no ser masacrados. Lo cual puede que no suene tan llamativo pero en la práctica resulta bastante entretenido debido a que en base a los nuevos peligros se va forjando una relación compleja entre Jamie y Spike, quienes conforme van avanzando en su travesía se enfrentan a problemas que añaden mucha intensidad a las cosas y dejan en claro el riesgo que representan los infectados gracias a su vida salvaje.

Algo que sin duda te hace suponer que para la segunda mitad veras una serie de sucesos que terminarán en el colapso de la pequeña comunidad: sin embargo, el camino que se toma es uno distinto para mantener el enfoque en el tema familiar. Llevando a situaciones en las que Spike se encuentra en total desventaja para lograr su objetivo y con las que se logran construir buenas secuencias de acción que añaden las dosis de impacto que habían quedado un poco olvidadas rumbo a una parte final que indudablemente es la que más sorprende.

Ya que esta resulta mucho más emocional de lo que uno hubiera esperado, estableciendo el mensaje sobre lo inevitable de la muerte y cómo se tiene que seguir adelante sin importar las circunstancias que nos rodean. Aunque también hay que decir que la manera en la que concluye el filme puede ser polémica y sentirse totalmente fuera de lugar. 

En cuanto a las actuaciones, la verdad tenemos un elenco sólido con Aaron Taylor-Johnson (Jamie), Jodie Comer (Isla) y Alfie Williams (Spike) logrando una química como familia muy potente que resulta fundamental para que la parte emocional sea efectiva. Mientras que la extravagancia que aporta Ralph Fiennes (Dr. Kelson) es un toque agradable.

Por último, la producción es de una factura de impecable: el trabajo de fotografía es espectacular, la dirección de arte está bien cuidada, el score es genial, el trabajo de sonido limpio, los efectos son de muy buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: 28 Years Later me gustó bastante. Una evolución coherente y sorpresivamente emocional de una de las historias más importantes del cine de zombies. 

Ojometro:
***** 

martes, 20 de mayo de 2025

Crítica: Final Destination: Bloodlines (2025)

Película dirigida por Adam Stein & Zach Lipovsky, cuyo guión fue co-escrito por Guy Busick & Lori Evans Taylor. Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 15 y 16 de mayo; recaudando hasta la fecha $105.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Atormentada por una recurrente pesadilla, Stefani Reyes (Kaitlyn Santa Juana) descubre que está ligada con su abuela y regresa a casa para encontrar respuestas con su familia. Aunque con esto un ciclo de muertes dará inicio y tendrá que tratar salvar a todos de su inevitable destino.


Comentarios generales:

La franquicia de Final Destination cuenta con la peculiaridad de que muchas personas la perciben como una muy actual gracias a las constantes retransmisiones de las películas o por los memes que se ven internet (principalmente de la escena de la carretera de FD2), pero lo cierto es que tuvieron que pasar 14 años para que New Line/WB se atrevieran a revivirla. Lo cual sin duda representaba un riesgo, pero Final Destination: Bloodlines ha dejado en claro que valió la pena tomarlo.

Ya que Stein y Lipovsky hacen los méritos suficientes para que su película pueda ser considerada como la mejor de la franquicia sin que tengan que cambiar de manera radical la fórmula; de hecho, su principal virtud es que mantienen la estructura que conocemos intacta y solo recurren a ligeras variaciones en cuanto al personaje que tiene la premonición para darle cabida a todo el tema de los lazos sanguíneos. Garantizando con esto que el característico desastre inicial tenga como propósito no solo ofrecer un primer acto con una elevada dosis de brutalidad, sino también establecer una problemática con un poco más de sustancia conforme se van uniendo las piezas detrás de la pesadilla.

Algo que es precisamente lo que le brinda la frescura a una historia cuyo manejo del humor negro también se vuelve importante gracias a que con esto se deja en claro que tampoco se debe tomar tan en serio lo que ocurre en pantalla, sobre todo porque algunas de las escenas de muertes llegan a tener tintes caricaturescos por lo ultra elaboradas que resultan. Aunque afortunadamente esto no representa ningún tipo de problema y las acciones siempre avanzan bajo un ritmo agradable, manteniendo la violencia y la sangre en niveles altos para que la sensación de peligro en los personajes siempre esté presente conforme su brutal destino los va alcanzado.

Siendo esto fundamental para que la parte final maneje un sentido de urgencia importante y por lo mismo se pueda generar una atmósfera tensa durante un desenlace que cuenta con bastante fuerza y que, sobre todo, te deja en shock para cuando llegan los créditos.

De las actuaciones hay que decir que cumplen, teniendo a una Kaitlyn Santa Juana que saca adelante a su personaje y con el resto del elenco complementándola de buena forma considerando lo que son estas películas. Además de que ver por última vez a Tony Todd es bastante especial, sobre todo porque su escena es básicamente una despedida perfecta sabiendo la condición en la que se encontraba en ese momento y que sus palabras fueron improvisadas.

Y en cuanto a producción, sin duda tenemos la entrega más ambiciosa hasta el momento: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es agradable, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de muy buena calidad y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: Final Destination: Bloodlines me gustó. Película divertida que no se toma tan en serio y que se posiciona como la mejor de la franquicia.

Ojometro:
****

martes, 5 de noviembre de 2024

Crítica: Terrifier 3 (2024)

Tercera entrega de la franquicia, la cual nuevamente fue escrita y dirigida por Damien Leone. Se estrenó en cines el 11 de octubre dentro de los Estados Unidos y en México hizo lo propio el pasado 31 de octubre; recaudando hasta la fecha $63.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cinco años después de su brutal experiencia, Sienna Shaw (Lauren LaVera) sale de una institución mental para empezar una nueva vida con su tía y toda su familia. Aunque pronto los traumas del pasado regresarán cuando Art the Clown empieza a desatar el caos en Miles County durante la víspera de navidad.


Comentarios generales:

Tras diez años de su aparición en “All Hallows' Eve”, finalmente Art the Clown está logrando entrar al mainstream impulsado principalmente por su peculiar apariencia que lo ha convertido en un personaje llamativo incluso para aquellas personas que nunca han visto alguna de sus películas. Es uno de esos crecimientos orgánicos que suelen darse de vez en cuando, pero que también representan cierto riesgo ante probables presiones externas por tratar de cambiar su esencia para que llegue a más público; sin embargo, Terrifier 3 deja en claro que esas no son sus intenciones.

Ya que Damien Leone nos regala la entrega más salvaje hasta la fecha y desde el primer minuto nos hace saber que su propósito es ofrecer un gorefest que solidifique el peligro que representa Art the Clown para cualquiera, pero sin dejar de lado su meta de seguir expandiendo el lore detrás de este y su conflicto con Sienna. Logrando con esto que exista un buen equilibrio de lo extremo con las dificultades de nuestra protagonista para que así el desarrollo jamás caiga en lo monótono y se tenga una constancia que permita mantener la violencia siempre presente.

Lo cual es sumamente importante debido a que conforme pasan los minutos el nivel de dicha violencia se va incrementando y eso hace que el espectador todo el tiempo sienta curiosidad por saber qué nueva salvajada hará el payaso para superar a la anterior, llevando a situaciones que añaden una gran dosis de impacto e incluso algo de humor perverso. Todo bajo un ritmo que nunca decae y que ayuda a que los momentos enfocados en los traumas de Sienna no sean tan densos como para afectar la dinámica; especialmente una vez que se empieza a mostrar la fracturada relación con su hermano.

Un punto que probablemente sea lo más flojo de la película debido a que todo lo que ocurre entre ellos se siente un tanto desconectado y carece de la importancia que uno pensaría que tendría, pero eso no evita que el camino rumbo a la parte final siga siendo entretenido y mucho menos que esta cumpla con lo que se espera.

Y es que los últimos 25 minutos están llenos de una brutalidad que, al combinarla con la ambientación navideña, hacen que las cosas resulten mucho más llamativas. Dejándonos ante un desenlace que sigue jugando con los elementos sobrenaturales que fueron introducidos en la entrega previa, aunque lo que predomina es el gore en un enfrentamiento que le da su aparente cierre a una cosa y deja abierta la puerta para otra secuela.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Sienna Shaw está genial con un personaje que ahora tiene que lidiar con un trastorno mental y eso hace que no se sienta tan plano. Mientras que David Howard Thornton sigue siendo aterrador como Art the Clown, aunque en esta ocasión también se da el lujo de añadir un poco más de toques cómicos que te hacen reír incluso en las situaciones más extremas.

Sobre la producción sin duda se puede notar que hubo un mayor presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Terrifier 3 me gustó bastante. Gorefest puro y duro que logra lo que se propone de una manera por demás entretenida.

Ojometro:
*****

martes, 22 de octubre de 2024

Crítica: Smile 2 (2024)

Secuela escrita y dirigida por Parker Finn (Smile). Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos los pasados 16 y 18 de octubre, recaudando hasta la fecha $46 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

A punto de embarcarse en un tour mundial, la estrella de música pop Skye Riley (Naomi Scott) empieza a experimentar una serie de inexplicables y aterradores eventos. Una situación que, al combinarse con las presiones de la fama, la forzarán a tener que enfrentar su pasado.


Comentarios generales:

Hace dos años “Smile” tomó a todos por sorpresa con una campaña de publicidad fantástica que la posicionó como una de esas películas que le interesaban incluso a aquellas personas que usualmente no ven cine de terror, convirtiéndola en un fenómeno que para nuestra fortuna tuvo buenos resultados. Por ello es que no fue sorpresivo que anunciaran una secuela, era algo lógico; sin embargo, la búsqueda por tratar de replicar dicho fenómeno iba a ser complicada ya sin el factor sorpresa y eso se notó desde el lado promocional, aunque si logró superar a su predecesora en todo lo demás. 

Y es que con Smile 2 lo que hace Parker Finn es tomar las cosas que funcionaron hace un par de años atrás y potenciarlas para contarnos una historia en la que el trasfondo sobre la esquizofrenia obtiene más relevancia, pero sin dejar de lado los elementos necesarios para añadir un terror convencional que ayude a generar dudas en todo momento por medio de un personaje tan vulnerable como lo es Skye Riley. Cuyos problemas físicos y emocionales facilitan que se pueda imprimir un nivel de intensidad alto desde temprano con el propósito de que la sensación de peligro alrededor de ella siempre esté presente, incluso durante sus actividades de estrella pop que igualmente sirven como una vía para construir algunos momentos de incomodidad bastante efectivos.

Ante esto la acumulación de tensión se va dando de manera progresiva conforme la inestabilidad de nuestra protagonista empieza a ser más agresiva en pantalla durante el segundo acto, donde poco a poco se va generando una atmósfera agobiante que en cada momento te hace cuestionar sobre si lo que ocurre en verdad es algo con tintes sobrenaturales o solo un problema médico. Lo cual afortunadamente el director es lo suficientemente hábil como para nunca revelarlo y aprovecha esto no solo para mostrarnos situaciones que generan un ritmo agradable o jumps scares bien pensados, sino también para brindar un poco más de contexto sobre el origen de la vulnerabilidad de Skye y con ello establecerla como un personaje un tanto grisáceo que no está tan exento de culpas.  

Preparando así todo para una parte final en la que la burbuja de tensión que se fue acumulando por fin explota y eso nos lleva a un caos muy entretenido en el que distinguir entre la realidad y la locura ya no resulta tan sencillo. Dejándonos ante un desenlace sumamente intenso que aclara las cosas que debe y además no ofrece un cierre que abre la puerta a varios posibles escenarios futuros para la franquicia.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que este es el show de Naomi Scott de principio a fin. La chica en verdad está impecable en su papel de pop star paranoica debido a que puede sostener su locura por casi dos horas sin mayores contratiempos, pasando por diversos estados de ánimo que la vuelven un personaje no precisamente para empatizar, pero si para que te importe en todo momento lo que le puede llegar a ocurrir.

Y sobre la producción, nuevamente tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido vuelve a ser increíble, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje sólida.

Opinión final: Smile 2 me gustó bastante. Uno de esos casos en los que la secuela supera en absolutamente todo a la original.

Ojometro:
***** 

viernes, 11 de octubre de 2024

Crítica: V/H/S/Beyond (2024)

Séptima entrega de la franquicia, la cual cuenta con la participación de 7 distintos directores. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Seis escalofriantes y sangrientos videos desatan el terror en un infierno inspirado en el sci-fi, empujando los límites del miedo y del suspenso.  


Comentarios generales:

Pocos lo saben, pero la primera “V/H/S” es una de las razones por las cuales decidí empezar este blog hace 12 años atrás y cada que sale una nueva entrega me remonto a aquella época. Por ello es que siempre les tengo cierta estima a pesar de su marcada inconsistencia en cuanto a la calidad y de mi poco gusto por el subgénero al que pertenecen; sin embargo, debo de decir que con V/H/S/Beyond me he encontrado con la mejoría más notoria desde que la franquicia fue revivida hace cuatro años.

Y es que el hecho de que ya no se centren en un año en especifico eliminó muchos de los problemas que se encontraron en mayor o menor medida con las tres películas previas, logrando con esto que la mayoría de los cortos no estuvieran atados a algo que no pretendían utilizar. Brindando así una libertad creativa que devuelve un poco la esencia de sus inicios sobre que cualquier cosa podía verse en esta antología, incluso si hay una línea predominante en cuanto a la temática (la cual ignoran un par de historias en esta ocasión). 

Sobre la producción solo hay un corto que claramente gozó de un presupuesto mayor dado a que depende muchísimo de los efectos visuales (“Live and Let Dive”). Aunque en realidad eso no afecta demasiado y todos mantienen un equilibrio que beneficia a la estética general del filme.

Pasando a los cortos:


“Abduction/Adduction” (Jay Cheel)

Es la historia enlace y como ya suele ser toda una costumbre, no es muy buena que digamos.

Del lado positivo está la manera en la que la presentan (estilo documental) porque no es algo que hubieran hecho antes, pero la realidad es que el caso principal no es relevante y se le da más importancia a una serie de entrevistas que tratan de añadir un toque realista de la manera más aburrida posible.


“Stork” (Jordan Downey)

Un corto que en esencia es uno de zombies y se sacan de la manga una justificación muy simple para alinearla con el tema predominante. Lo cual podría haber sido un problema de no ser por el hecho de que es sumamente entretenido al manejar un ritmo caótico y muchísima violencia; además de que incluso se dan el lujo de presentar a una criatura que definitivamente genera impacto por lo extraña que es.


“Dream Girl” (Virat Pal)

A mi juicio el más flojo de todos y en gran parte se debe a que está muy cargado de dialogo vació, aplicando la típica estrategia de revelar algo muy exótico con la esperanza de que eso sea suficiente para hacer olvidar la falta de sustancia previa.

Simplemente es aburrido y nada de lo pensado para generar impacto funciona, al grado de que te quedas con la sensación de que no hubiera pasado nada si no lo incluían.


“Live and Let Dive” (Justin Martínez)

Mi favorito.

Es una historia que combina a la perfección el miedo real de tener un accidente aéreo con la temática extraterrestre, logrando que tanto lo que ocurre en el aire como en tierra resulte igual de aterrador. Y en gran parte se debe a que el director mantiene un nivel de intensidad constante que no permite respiro alguno una vez que inicia el caos, llevando todo a los extremos y ofreciendo las dosis de violencia suficientes para hacer de los aliens unos muy amenazantes.


“Fur Babies” (Christian Long y Justin Long)

Probablemente uno de los cortos más extravagantes no solo de Beyond, sino de toda la franquicia de V/H/S.

Sobre todo porque utiliza de base el amor que los humanos tienen por sus mascotas y lo retuerce de tal manera que, a pesar de no ser tan violento u extremo, si es sumamente eficaz al momento de generar tensión e incomodidad.


“Stowaway” (Kat Siegel)

Indudablemente el de mayor perfil dado a que es el debut de Kat Siegel tras la cámara, pero sobre todo porque fue escrito por Mike Flanagan.

Se podría decir que es el que maneja la temática extraterrestre de forma más tradicional y por lo consiguiente el que se toma mayor tiempo para llevar a algo importante. Y aunque no es el más emocionante o visualmente atractivo, lo cierto es que una vez que empieza jugar de manera directa con la cuestión sci-fi logra presentarnos una situación que te atrapa y no te suelta hasta su efectiva conclusión.

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Opinión final: V/H/S/Beyond me gustó. No es perfecta, pero sin duda es de las mejores entregas de la franquicia.

Ojometro:
****

martes, 10 de septiembre de 2024

Crítica: Beetlejuice Beetlejuice (2024)

Secuela del clásico de 1988 dirigida por Tim Burton, cuyo guión fue co-escrito por Alfred Gough y Miles Millar. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos (así como en otros mercados) los pasados 5 y 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $145.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de sufrir una trágica pérdida, tres generaciones de la familia Deetz regresan a la casa en Winter River. Aunque todo se vuelve un caos cuando Astrid (Jenna Ortega) entra por accidente al mundo de los muertos y obliga a Lydia (Winona Ryder) a tener que pedirle ayuda a Beetlejuice (Michael Keaton) para traer a su hija de vuelta.


Comentarios generales:

“Beetlejuice” es una de esas películas con las que todo se alineó para que fuera un éxito total a finales de los 80s, pero salvo por su subsecuente caricatura nunca fue vista como una posible franquicia que se pudiera explotar de manera importante. Sin embargo, conforme pasó el tiempo fue quedando claro que el personaje era uno de esos eternos que jamás iban a desaparecer de la memoria colectiva y un regreso que parecía imposible finalmente se materializó con una secuela que logra darle un segundo aire de manera efectiva.

Y es que Tim Burton nos trae una película concebida totalmente para divertir al público apelando a la nostalgia sin abusar de esta y, sobre todo, apostando por un caos narrativo que le permita exponer a la mayor cantidad de personajes posibles sin importar que esto ponga en predicamentos la cohesión de la historia principal con el resto de las subtramas. Algo que es notorio durante un primer acto en el que se tienen que establecer varias caras nuevas al grado de que por momentos parece que Lydia y Beetlejuice son personajes secundarios, aunque esto en general no afecta demasiado gracias a la forma en la que se muestra cómo las tres mujeres Deetz lidian con la muerte y el humor que se inyecta alrededor de su conflictiva relación familiar.

Ante esto el inicio puede resultar algo lento, pero una vez que entra más en juego Beetlejuice las cosas se agilizan y el ritmo solo va en aumento cuando el tema sobrenatural empieza a tomar el mando conforme se va alternando lo que ocurre en el mundo de los vivos con el de los muertos. Llevándonos no solo a un viaje visual increíble, sino también a situaciones que empiezan a esclarecer las problemáticas principales y proporcionan una dinámica que hace que algunas cuestiones cuyo nivel de importancia parecía mayor sean resueltas de manera sorpresivamente rápida para abrirle el camino a la irreverencia total con nuestro bio-exorcista favorito.

Logrando así varios momentos divertidos que exponen a Beetlejuice como el cabronazo sin escrúpulos de siempre y eso ayuda a construir una parte final que, a pesar de todo, logra amalgamar las subtramas restantes para que sean resueltas al mismo tiempo teniéndolo a él como el engranaje principal. Dejándonos un desenlace que definitivamente es lo más peculiar del filme y que abre la posibilidad de que esto no sea lo último que veamos.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que sin duda son estas las que sostienen a la película y hacen que sea efectiva incluso con el caos mencionado. Con un Michael Keaton que pareciera que nunca dejó de interpretar al personaje durante todo este tiempo y con una excelente Catherine O'Hara (Delia Deetz) que por grandes lapsos opaca a Winona Ryder y a Jenna Ortega con un personaje que rivaliza con el propio demonio en cuanto al nivel de excentricidad.

Sobre la producción nos encontramos con una factura de alto calibre: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte excelente, el score es genial, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son una buena mezcla de prácticos/CGI y la labor de maquillaje es estupenda.

Opinión final: Beetlejuice Beetlejuice me gustó. Película divertida con las dosis de extravagancia y nostalgia necesarias para pasar un rato agradable.

Ojometro:
****

viernes, 23 de agosto de 2024

Crítica: Alien: Romulus (2024)

Película dirigida por Fede Álvarez (Evil Dead, Don’t Breathe), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Rodo Sayagues. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 15 y 16 de agosto, recaudando hasta la fecha $121.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.  

Sinopsis:

Mientras hurgan en los escombros de una estación espacial abandonada, Rain (Cailee Spaeny) y un grupo de jóvenes colonos espaciales se encuentra cara a cara con la forma de vida más aterradora de todo el universo.


Comentarios generales:

Si bien la franquicia de “Alien” no ha sido tan explotada como algunas otras, lo cierto es que el llegar a una séptima entrega complica a cualquiera que pretenda hacer algo con esta y más tras unos 2010s que no dejaron del todo satisfechos a muchos fans con las películas ofrecidas. Por ello es que Alien: Romulus tenía un gran peso a sus espaldas debido a que daba la impresión de que, si no salían bien las cosas, la franquicia corría el riesgo de ser congelada por tiempo indefinido (al menos en cines); sin embargo, tras lo visto es claro que eso no va a ocurrir.

Ya que lo traído por Fede Álvarez regresa a las bases de las primeras dos películas para ofrecernos una historia que se sienta familiar pero a la vez tenga un aire de modernidad como para no caer en lo anticuado. Centrándose nuevamente en un desarrollo dentro de una nave con la se pueda replicar la estética característica de la franquicia, apostar más por un ambiente de peligro constante y lograr generar un tono oscuro que logre potenciar la amenaza que representa el Xenomorfo en todas sus facetas para que no quede relegado a un plano secundario.

Algo por lo cual realmente las acciones avanzan con relativa rapidez desde la primera media hora y gracias a eso ciertas cuestiones personales entre los personajes no son fastidiosas, dándole así el espacio necesario a la amenaza central mientras poco a poco se nos van presentando conexiones con otras entregas. Logrando con esto un buen ritmo que con el pasar de los minutos solo se vuelve más dinámico conforme el Xenomorfo va haciendo acto de presencia, añadiendo momentos de impacto necesarios y también brindándonos cierta información sobre su comportamiento o evolución que no habían sido expuestos en pantalla anteriormente, tales como la forma de detectar a sus presas o cómo madura tan rápido tras salir de su huésped.

Llevándonos así a un segundo acto que, además de estar lleno de sutiles referencias, también presenta un importante dilema entre Rain y su “hermano” Andy que añade un toque emocional a las cosas. Ayudando con esto a que cada momento de riesgo pueda contar con un nivel de tensión adecuado ante las decisiones que tiene que tomar el propio Andy por el bien de la humanidad y con ello se nos muestren algunas de las mejores escenas de acción que dejan en manifiesto el impecable aspecto técnico del filme.

Hasta ahí todo es sobresaliente, sin embargo, con la parte final puede que tengamos lo más divisivo. No tanto porque sea mala, sino porque lo presentado puede considerarse demasiado extravagante y diseñado para satisfacer teorías de los fans; aunque en general creo que es entretenida por la fuerza que le imprime a los minutos finales y porque le da cierta claridad a lo que Ridley Scott puso sobre la mesa con “Prometheus”.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que tenemos a un elenco sólido, no espectacular, pero si lo suficientemente competente para sobrellevar las cosas sin muchos problemas. Siendo Cailee Spaeny y David Jonsson (Andy) quienes más destacan por una peculiar relación de “hermanos” que en todo momento se ve puesta a prueba gracias a la naturaleza de ambos.   

Y en cuanto a la producción nos topamos con una factura de primerísimo nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son estupendos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Alien: Romulus me gustó bastante. Película que regresa a las bases de la franquicia para ofrecer un espectáculo de gran nivel.

Ojometro:
*****

miércoles, 3 de julio de 2024

Crítica: A Quiet Place: Day One (2024)

Precuela escrita y dirigida por Michael Sarnoski. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 28 de junio, recaudando hasta la fecha $109.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Una mujer de nombre Sam (Lupita Nyong'o) se ve atrapada en Nueva York durante la etapa inicial de la invasión de criaturas alienígenas súper violentas con un sistema auditivo sumamente sensible.  


Comentarios generales:

A pesar de que era un movimiento lógico por parte de Paramount después del rotundo éxito de la primera entrega, lo cierto es que nadie esperaba que “A Quiet Place” se convirtiera en una franquicia debido a que no parecía que pudiera sostenerse más allá de una secuela. Por ello es que cuando se reveló la existencia de un nuevo proyecto muchos tomamos la noticia con cautela y más cuando se supo que John Krasinski no estaría involucrado; sin embargo, a pesar de las dudas creo que todavía hay algunas cosas puntuales que se pueden contar, aunque no sé si A Quiet Place: Day One sea la prueba más contundente de ello.

Y es que si bien lo traído por Sarnoski es una precuela sólida, lo cierto es que su historia puede que no sea lo que muchos esperaban debido a que esta se va más por el camino del drama que el del terror, utilizando el inicio de la invasión solo como el escenario de fondo para contarnos otra cosa menos emocionante. Lo cual en un inicio no afecta tanto debido a que la primera media hora es trepidante al mostrar la llegada de los aliens y todo el caos que provocan, logrando así algunas escenas con bastante intensidad para seguir demostrando su brutalidad y dar solo una probadita del caos vivido en la tierra durante esas primeras horas.

Hasta ahí todo va más o menos como se espera, pero una vez que se termina ese empuje inicial poco a poco se empieza a profundizar más sobre el estado de salud de Sam y sobre cómo su meta en realidad no es salir de NY. Algo que no encontré precisamente aburrido debido a que su relación con Eric va evolucionando de manera agradable conforme se vuelve más evidente el propósito final, además de que se ven envueltos en situaciones de riesgo bien logradas; aunque también es innegable que esto provoca que el ritmo no sea el más ágil durante la segunda mitad del filme y determinada información que uno esperaba encontrar aquí sobre las primeras dos películas queda en un plano muy secundario o simplemente no se toca por darle prioridad al lado humano.

Dejándonos así ante una la parte final que trata de ser mucho más emocional sin dejar de lado los momentos de peligro. Amalgamando ambos aspectos para construir un desenlace potente y bastante tenso que logra darles el cierre más lógico a nuestros dos protagonistas.

En lo que se refiere a las actuaciones realmente Lupita Nyong'o hace un trabajo que no es espectacular, pero cumple con su cometido y sabe sobrellevar de buena manera el limitado número de diálogos con el que cuenta. Mientras que Joseph Quinn (Eric) funciona como un gran complemento e incluso por varios lapsos es quien más destaca.

En cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido espectacular como siempre, los efectos están bien cuidados y la labor de maquillaje es probablemente lo más discreto.

Opinión final: A Quiet Place: Day One me gustó. Película sólida que tal vez no es lo que muchos esperaban, pero es un buen añadido a la franquicia.

Ojometro:
****

viernes, 21 de junio de 2024

Crítica: The Strangers: Chapter 1 (2024)

Película dirigida por Renny Harlin (The Exorcist: The Beginning), cuyo guión fue co-escrito por Alan R. Cohen y Alan Freedland. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de mayo, mientras que en México hizo lo propio el pasado 13 de junio; recaudando hasta la fecha $40.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de que su automóvil se descompone, una joven pareja se ve obligada a pasar la noche en una cabaña remota en el bosque. Aunque estando ahí se desatará el pánico cuando tres extraños enmascarados los empiezan a aterrorizar sin piedad y sin un motivo aparente.


Comentarios generales:

Hablar de “The Strangers” no es cosa menor, tal vez no sea una película que haga demasiado ruido entre las masas pero es innegable que se trata de una de las mejores películas de terror de los 2000s y por lo consiguiente cualquier proyecto ligado a esta llamará poderosamente la atención. Y más si se trata de uno tan ambicioso como esta trilogía, la cual pretende elevar el estatus de la franquicia a otro nivel; sin embargo, con The Strangers: Chapter 1 no creo que hayan dado el primer paso más efectivo.

Ya que al ser un reboot y a la vez el inicio de la trilogía, lo traído por Harlin se encuentra en una posición extraña en la que tiene que lograr determinadas metas sustentándose principalmente en tratar de replicar sin grandes resultados lo visto en la película de 2008. Esto por medio de una historia que desde su primer acto puede llegar a aburrir al enfocarse fuertemente en conseguir la empatía del espectador hacía la pareja protagonista al ponerla en medio de un ambiente un tanto hostil en el que se empiezan a mostrar roces con personajes secundarios cuya presencia plantea las principales preguntas sobre posibles sospechosos más adelante.

El problema con esto es que cae en ciertos clichés que no encajan precisamente con la idea central sobre lo que representan los extraños y conforme van pasando los minutos empieza a ser evidente que no se tiene una idea tan clara sobre cómo integrarlos en la trama, al grado de que todos esos personajes solo están de adorno y básicamente quedan en el olvido una vez que las acciones se centran en lo que ocurre en la cabaña durante la segunda mitad del filme.

La cual honestamente no está mal, pero en su afán por querer replicar mucho del material original el director hace que el asecho de los extraños sea demasiado genérico al utilizar recursos muy básicos en la búsqueda de crear suspenso y eso hace que rápidamente se caiga en lo repetitivo. Aunque una vez que se eleva el nivel de intensidad las cosas se desarrollan bajo un ritmo lo suficientemente ágil como para que esta simplicidad no resulte tan fastidiosa y se puedan construir algunas escenas lo suficientemente potentes que ayuden a establecer el verdadero peligro que representan estos asesinos.

Algo que afortunadamente se logra mantener hasta una parte final que, a pesar de no ser caótica, si cuenta con una atmósfera de total desesperanza para las víctimas y las dudas con respecto a las incomprensibles motivaciones de los extraños siguen ahí. Lo malo es que el desenlace nada más magnifica la sensación de que lo que viste solo fue la parte menos importante del proyecto y eso deja un sabor agridulce.  

Las actuaciones son normales, realmente hay poco para destacar debido a que ambos protagonistas solo ofrecen lo mínimo indispensable y su relación en ningún punto logra ser tan especial como para sentir gran preocupación por ellos una vez que empiezan a ser aterrorizados por los enmascarados.

Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es efectivo y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Strangers: Chapter 1 está pasable. Película que trata de replicar a la original sin tanto éxito y que se siente solo como un paso muy discreto hacía algo más grande.

Ojometro:
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viernes, 26 de abril de 2024

Crítica: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 (2024)

Secuela dirigida nuevamente por Rhys Frake-Waterfield, quien comparte créditos como co-escritor del guion junto a Matt Leslie. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de marzo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 18 de abril; recaudando hasta la fecha $670,778 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Hartos de vivir en las sombras, Pooh, Piglet, Owl y Tiger llevan su batalla al siguiente nivel con el propósito de aterrorizar al pueblo de Ashdown. Donde dejarán un rastro de violencia y sangre como nunca antes se había visto.


Comentarios generales:

Para bien o para mal la primera Blood and Honey fue un éxito comercial y abrió la puerta para que proyectos basados en personajes del dominio público se popularizaran dentro del género de terror. Sin embargo, la simple travesura parecía no ser suficiente con esta franquicia y su creador presentó un peculiar universo cinematográfico (Poohniverse) que promete algo por lo menos más elaborado y con Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 podemos notar los primeros pasos.

Y es que Rhys Frake-Waterfield nos trae una historia que en esencia no es tan diferente a la anterior, pero ahora si se esfuerza por tratar de añadirle trasfondo a esta idea hilarante utilizando de manera más predominante a Christopher Robin al mostrarnos las consecuencias de la masacre que vivió y todos los traumas que esto le dejó. Obvio sin sacrificar la presencia de Pooh y compañía, quienes siguen apareciendo de forma constante en pantalla realizando acciones brutales pensadas para tratar de justificar su animadversión hacía los humanos, mientras al mismo tiempo son la vía ideal para presumir el evidente incremento en el presupuesto.

Aunque una vez pasados los primeros 30 minutos resulta evidente que el director tiene problemas al momento de encontrar un balance adecuado para ambas cosas y poco a poco se va entrando en una dinámica en la que todo lo que involucra el pasado de Christopher Robin se siente demasiado rebuscado, quitándole gracia a las cosas y haciendo por momentos que el ritmo sea pesado. Algo que pretenden solucionar mostrando muertes aleatorias cada vez más gráficas y sacándose de la manga una historia de origen demasiado absurda incluso para estos estándares, lo cual podría parecer un error, pero la realidad es que conforme todo se vuelve más ridículo tenemos mejores resultados y eso queda evidenciado en la parte final.

Una que básicamente se sustenta en una gran masacre que cumple a la perfección su propósito de proporcionar impacto visual y darle mayor protagonismo al desquiciado de Tiger. Dejándonos así ante un desenlace con la fuerza suficiente para que el enfrentamiento decisivo tenga un poco más de emoción y su resolución no se sienta tan vacía como ocurrió el año pasado.  

En cuanto a las actuaciones hay un ligero pasó adelante en comparación a la entrega anterior, pero siguen sin ser las mejores. Mientras que en producción es donde si se nota una gran diferencia en cuanto al presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no está mal, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos (en su mayoría prácticos) están bien hechos y la labor de maquillaje es bastante buena.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 está ok. Una mejora con respecto a la primera entrega para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 13 de octubre de 2023

Crítica: V/H/S/85 (2023)

Sexta entrega de la franquicia, la cual cuenta con la participación de 5 distintos directores. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Revelados durante un documental hecho para la TV, cinco videos emergen para llevar a los espectadores a un aterrador viaje dentro de la siniestra mitad de la década de los 80s. 


Comentarios generales:

El que la franquicia de V/H/S se haya vuelto anual tiene sus pros y sus contras, ya que por un lado siempre se agradecerá el poder contar con una antología lista para las épocas de Halloween, pero por el otro se obliga a que el proceso creativo sea mucho más acelerado, provocando un patrón en el que veamos una entrega buena y una mala. Algo que se pudo notar en los dos años anteriores y que sigue siendo evidente con V/H/S/85, aunque en esta ocasión del lado positivo.

Siendo esta la mejor entrega desde que se trajo de vuelta a la antología y mucho se debe a que el año elegido en esta ocasión se siente mejor aprovechado, tanto en estética como en las historias. Tal vez todavía no con la consistencia idónea para ofrecer un producto más trascendente, pero si se puede notar un poco más de innovación en lo que quiere contar cada director y eso hace que se sienta mayor frescura en comparación a lo visto anteriormente.

En cuanto a producción es evidente que ninguno de los cortos tuvo un presupuesto muy elevado y eso ayuda a que todos mantengan una presentación similar. Algunos con un poco más de cuidado en los detalles (“God of the Dead”) y otros explotando de mejor forma los elementos de impacto (“No Wake”, “Dream Kill”).

Pasando los cortos:


“Total Copy” (David Bruckner)

Esta es la historia enlace y honestamente no es muy atractiva, lo cual es lo habitual en la franquicia. Sirviendo primordialmente para poder darte tiempo de digerir las propuestas de los demás directores, aunque todo lo que presenta es demasiado predecible y eso le quita interés.  


“No Wake” (Mike P. Nelson)

Un muy buen inicio que no parece ser nada extraordinario, pero en cuestión de instantes cambia por completo el rumbo. Proporcionando un nivel de impacto elevado por medio de una situación agobiante en la que hay sangre y momentos gráficos; donde el no saber exactamente bien qué fue lo que ocurrió le añade mucho misterio con un propósito claro que comprenderemos (en parte) más adelante.


“God of the Dead” (Gigi Saul Guerrero)

Corto que utiliza como base el sismo del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México y en el que se plasma de gran manera la estética ochentera de la televisión mexicana de aquella época. Lo malo es que después de unos primeros minutos intensos se va cayendo poco a poco hasta llegar a un punto en el que la idea inicial se difumina y termina mostrando algo que siente un tanto fuera de lugar.


“TKNOGD” (Natasha Kermani)

Probablemente el más flojo de todos.

Gira en torno a cómo se le satanizaba a la tecnología en aquella época; sin embargo, al estar fuertemente sustentado en el dialogo se vuelve aburrido y jamás puede redondear el concepto. Afectando sus intentos por añadir cierto shock en su conclusión.


“Ambrosia” (Mike P. Nelson)

Es la continuación de “No Wake” y aunque no es tan sólido como este, si logra ofrecer un rato agradable. Más que nada porque nuevamente apela a la sorpresa y es gracias a esta que se da la conexión, además de que proporciona una buena dosis de acción que magnifica la peligrosidad de los individuos que la protagonizan.


“Dream Kill” (Scott Derrickson)

Sin duda el corto que más llama la atención gracias a su director.

Es el más original y el que cuenta con mayor tiempo para desarrollarse, algo que es de gran ayuda debido a que la historia es demasiado fantasiosa. Igualmente, es el que cuenta con una atmósfera más absorbente y la mayor exposición de violencia para generar un tono oscuro con el propósito de provocar una sensación de riesgo importante que termina explotando de manera genial en los minutos finales.

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Opinión final: V/H/S/85 está entretenida. Probablemente la mejor entrega de la antología desde V/H/S/2 y una buena opción para pasar el rato durante este Halloween.   

Ojometro:
***

martes, 10 de octubre de 2023

Crítica: The Exorcist: Believer (2023)

Película dirigida por David Gordon Green (Halloween), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Peter Sattler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $45 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Angela (Lidya Jewett) y Katherine (Olivia Marcum) desaparecen en el bosque y son encontradas tres días después sin que ninguna de ellas recuerde lo que ocurrió. Sin embargo, con el pasar de los días su comportamiento perturbador hace que sus padres recurran a todo lo posible para curarlas, incluyendo buscar la ayuda de Chris MacNeil (Ellen Burstyn).


Comentarios generales:

No existen muchas películas de terror que cuenten con el estatus de “The Exorcist” a nivel industria y cultural, así que cada vez que sale un nuevo proyecto con su nombre las expectativas suelen ser muy altas por todo lo que significa históricamente para el género. Ante esto la responsabilidad es demasiado grande, pero gracias a la presencia de Blumhouse y David Gordon Green parecía que la franquicia había quedado en las mejores manos posibles y el anuncio de una nueva trilogía emocionó a muchos; sin embargo, The Exorcist: Believer está lejos de ser ese gran inicio que se esperaba. 

Y es que lo traído por David Gordon Green es una historia que raya en lo genérico y su única carta fuerte para tratar de diferenciarse es tener dos posesiones simultáneas, lo cual nunca se aprovecha dado a que se muestra una gran falta de imaginación para integrar dicho recurso de manera interesante. Obligándonos a tener que tragarnos una primera media hora demasiado aburrida en la que la desaparición de las chicas es el punto central, pero todo lo que ocurre carece de interés dado a que no se profundiza en sus personalidades o en su amistad, dejándonos ante una situación en la que resulta difícil poder sentir preocupación por ellas.

Un problema que se queda anclado por el resto del filme y que ni siquiera con las posesiones se puede solventar, sobre todo porque una vez que empiezan a manifestarse el enfoque se traslada más a las creencias de los padres y no tanto al sufrimiento de las niñas. Poniendo sobre la mesa el tema de que cada cultura/religión tiene sus propios rituales para expulsar al mal dentro de una persona y no es algo exclusivo del catolicismo, siendo este un punto interesante que lamentablemente tampoco se desarrolla de la mejor manera y solo sirve para meter con calzador al personaje de Chris MacNeil, cuyo aporte a la trama es nulo.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, otro grave problema es que jamás se logra generar una atmósfera oscura que ayude a construir escenas visualmente memorables durante la segunda mitad de película. Y tampoco existe la suficiente habilidad para lograr que los pocos jump scares utilizados sean efectivos en su tarea de vender la idea de que la amenaza va más allá de lo ordinario.

Llevando así a una parte final que por lo menos cuenta con una pequeña dosis de originalidad por medio de los rituales de otras culturas al momento de realizar el exorcismo y gracias a eso se logra que esto sea de lo poco que valga la pena. Especialmente porque durante el desenlace se hace una revelación que añade bastante impacto y con ello la carga emocional que había sido casi inexistente ahora si se pueda sentir.

En el tema de las actuaciones las únicas que sobresalen son Lidya Jewett y Olivia Marcum como las niñas poseídas, ellas hacen un buen trabajo. Aunque del elenco adulto no se puede decir lo mismo ante lo complicado que resulta poder comprar su pena y las actitudes demasiado exageradas que presentan; ni que decir del cameo glorificado de una totalmente desperdiciada Ellen Burstyn.

Y en cuanto a producción, se tiene una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score sólido (Tubular Bells nunca decepciona), el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: The Exorcist: Believer es decepcionante. Película con ideas poco claras de la que se puede rescatar poco. 

Ojometro:
**

martes, 3 de octubre de 2023

Crítica: Saw X (2023)

Décima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Kevin Greutert (Saw VI, Saw 3D) y cuyo guión fue co-escrito por Josh Stolberg y Pete Goldfinger. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 29 de septiembre, recaudando hasta la fecha $29.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un enfermo y desesperado John Kramer (Tobin Bell) viaja a México para someterse a un procedimiento medico experimental buscando curar su cáncer, aunque durante su recuperación se da cuenta que todo ha sido una estafa por la que hará pagar a los responsables.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años atrás salió “Spiral: From the Book of Saw” el sentimiento general fue que no era una buena película, pero que por lo menos iba a servir para darle nueva vida a una franquicia que se encontraba en terapia intensiva. Algo que hasta hace no mucho parecía impensado gracias a la sobreexplotación que tuvo y por lo cual resulta agradable ver un regreso tan satisfactorio como el que ha representado Saw X.

Y mucho de eso se debe a que Greutert y compañía toman una decisión inteligente al no enfocarse únicamente en el shock continuo como ha sido habitual en muchas de las secuelas y mejor tratan de construir una historia sólida en la que sea John Kramer el centro de atención (esta se lleva a cabo entre Saw I y II). Lo cual podría sonar no tan emocionante, pero la realidad es que como consecuencia tenemos un primer acto bastante interesante en el que podemos ver un lado más humano e incluso vulnerable de nuestro protagonista, quien en su desesperación por curarse del cáncer baja la guardia como nunca antes y gracias a ello podemos conocer a un conjunto de personajes con los que está más que justificada la brutalidad que se viene por delante.

Ya que cuando se revela la estafa las cosas se vuelven más oscuras y la vibra conocida de Saw se empieza a manifestar, aunque durante este periodo también se recurre a un terror un poco más convencional para traer de vuelta a Amanda. Generando así una expectativa importante con respecto a la venganza de Jigsaw, cuyos juegos en esta ocasión puede que no resulten tan rimbombantes en lo que respecta a la elaboración, más si cumplen por completo el objetivo de proporcionar un nivel de tensión brutal y las dosis de impacto visual elevadas que uno espera; especialmente porque no se ponen ningún tipo de limite en los fatales resultados.

Junto con esto también nos encontramos con ciertos dilemas por parte de Amanda que ayudan a profundizar su relación con Kramer y, sobre todo, le dan cierta pausa a las cosas. Logrando así que después de que cada muerte exista un periodo donde se pueda desarrollar de manera clara la situación y también se vaya posicionando al personaje de Cecilia como alguien de cuidado rumbo a la parte final.

Una que pone a nuestra pareja de asesinos en una situación un tanto atípica que no es tan sorpresiva, pero que ayuda a que el desenlace sea intenso y se pueda construir el típico giro de estas películas. El cual tal vez no sea el más impactante en cuanto a su ejecución, aunque si deja las semillas plantadas para una posible secuela directa.

De las actuaciones sin duda es la entrega en donde se puede ver al mejor Tobin Bell, ya que no solo mantiene todo lo que hizo a John Kramer/Jigsaw tan popular, sino que también se puede ver un lado más humano que le añade profundidad al personaje. Y lo mismo aplica para Shawnee Smith (Amanda) en un nivel más bajo; además de que Synnove Macody Lund (Cecilia Pederson) también realiza un buen trabajo como la antagonista.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de muy buen nivel y la labor de maquillaje impecable.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Saw X me gustó bastante. Sin duda la mejor entrega desde la original de 2004 y una que vuelve a poner a la franquicia en el mapa.

Ojometro:
*****

martes, 12 de septiembre de 2023

Crítica: The Nun II (2023)

Secuela dirigida por Michael Chaves (The Conjuring: The Devil Made Me Do It), cuyo guión fue co-escrito por Ian Goldberg, Richard Naing y Akela Cooper. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos el 6 y 8 de septiembre respectivamente; recaudando hasta la fecha $88.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Francia: 1956. Un sacerdote es asesinado y el mal se vuelve expandir por Europa, haciendo que la Hermana Irene (Taissa Farmiga) salga de su exilio para enfrentar nuevamente a la monja demonio Valak.


Comentarios generales:

El consenso con la primera entrega fue que se trató de una decepción y que en definitiva era la película más floja del universo cinematográfico de “The Conjuring”, dejando un signo de interrogación sobre su futuro dentro de este. Sin embargo, al ser Valak un personaje tan interesante que cuenta con una gran popularidad resultaba difícil pensar que WB la dejaría en el olvido y hacer una secuela para tratar de recomponer el rumbo parece que fue la decisión correcta.

Y es que The Nun II si es una mejora con respecto a lo visto en 2018 debido a que lo traído por Chaves se siente como una historia mejor pensada para explotar al popular demonio y, de paso, darle un mayor peso a Irene dentro de este universo. Aunque no sin tener que pasar por ciertos obstáculos al momento de desarrollarla, ya que hay que decir que los primeros treinta minutos no son precisamente lo más emocionantes al sustentar mucho de lo que ocurre en la generación de una atmósfera oscura y algunos jump scares mientras se trata de encontrar el balance correcto para volver interesantes las acciones que se desarrollan desde dos frentes distintos.

Una situación compleja gracias a que lo que pasa en el colegio es más llamativo que la investigación de Irene y como consecuencia el ritmo se torna algo inconsistente, pero con el pasar de los minutos este se va estabilizando conforme se empiezan a revelar las motivaciones de Valak. Construyendo con esto momentos visualmente atractivos que explotan a la perfección toda la oscuridad que rodea a nuestra monja favorita y que ayudan a tener un segundo acto en el que se simplifican varias cosas para dar paso a algo más ágil con lo que se pueda elevar el nivel de riesgo bajo el objetivo de hacer que la parte final resulte emocionante.

La cual sin duda cumple con dicho propósito porque los últimos 25 minutos están llenos de acción sin respiro. Ofreciendo escenas que no solo se limitan al típico exorcismo, sino que aprovechan toda la locación con el fin de establecer la omnipotencia de la amenaza por medio de distintos peligros que proporcionan la violencia, intensidad e impacto necesarios para que el desenlace se sienta como algo trascendente.

Las actuaciones no están mal con una Taissa Farmiga que hace un trabajo correcto como el principal adversario de Valak en esta ocasión. Mientras que Katelyn Rose Downey (Sophie) y Jonas Bloquet (Maurice) logran plasmar en pantalla una amistad muy sólida que ayuda a sentir mayor empatía por el personaje de este último.

En cuanto a producción volvemos a tener una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido es brutal, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje está impecable.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Nun II está entretenida. Una mejora con respecto a la anterior que les va a hacer pasar un buen rato.

Ojometro:
*** 

martes, 15 de agosto de 2023

Crítica: Subspecies V: Blood Rise (2023)

Quinta entrega de la franquicia, la cual nuevamente ha sido escrita y dirigida por Ted Nicolaou (Subspecies). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 18 de julio.

Sinopsis:

Robado por los cruzados cuando era un bebé, él no tiene conocimiento de que su padre era un vampiro y su madre un demonio. Sin embargo, cuando varios años después regresa al castillo en donde nació para matar al vampiro Vladislas se entera de su verdadero linaje que lo convertirá de un noble hombre al temible vampiro Radu Vladislas (Anders Hove).


Comentarios generales:

No es de extrañar que el regreso de Subspecies haya pasado desapercibido debido a que estamos frente a una franquicia de nicho que llevaba 25 años en el olvido y cuyo público principal somos aquellos fans que crecimos en los 90s sabiendo de su existencia. Incluso diría que su regreso se puede catalogar como una auténtica excentricidad considerando su propia naturaleza que no encaja en lo absoluto con las tendencias actuales dentro del cine de terror, poniendo a Subspecies V: Blood Rise en un lugar complejo del que no sale bien librada.

Y es que a pesar de que Nicolaou tomó una buena decisión al hacer de esto una precuela para no tener que ver las cuatro películas anteriores, lo cierto es que por la limitante del tiempo no le alcanza para exponer de manera coherente todas las ideas que tiene en mente en su búsqueda por expandir la historia de Radu. Siendo esto por demás evidente desde unos primeros 25/30 minutos en donde todo se desarrolla de manera acelerada con saltos de tiempo que no ayudan a establecer de la mejor forma la corrupción que sufre nuestro vampiro protagonista, presentando situaciones que en el fondo sabes que son importantes pero que a los cinco minutos pasan a segundo término ante una nueva subtrama salida de la nada.

Lo cual sin duda puede generar confusión debido a que básicamente con esto se hace que la premisa inicial vaya difuminándose para centrarse en una relación maestro/discípulos que trata de añadir cierta complejidad por medio del conflicto natural que existe en las aspiraciones de cada una de las partes; sin embargo, esto nunca logra generar el nivel de tensión adecuado para que resulte interesante. Sobre todo porque es en esta parte cuando se empieza a divagar bastante en el verdadero propósito de Radu y con ello realmente el espectador se tiene que fijar en otras cosas como la atmósfera o el propio score para encontrar detalles que lo hagan aguantar el aburrimiento al que se ve expuesto.

Llevándonos así a una parte final en donde, una vez más, se da otro volantazo con la intención de regresar a la idea inicial. Lo malo es que aquí otra vez se añaden situaciones que no se sienten como algo natural de la trama e incluso se terminan contradiciendo elementos clave que se establecieron en la entrega original de 1991, dejando así un desenlace que lo único que provoca es que cuestiones sobre si en verdad era necesario revivir la franquicia.

Las actuaciones no están mal. Anders Hove sigue manejando el papel de Radu como lo hizo en los 90s con ese toque de excentricidad absoluto, mientras que Denice Duff (Helena) bajo un nuevo personaje hace el esfuerzo mínimo necesario dentro de los pocos minutos que le dan en pantalla.

Sobre la producción lo que tenemos aquí es algo que se siente muy similar a lo que vimos hace tres décadas atrás: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte muy simple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos en general son discretos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Subspecies V: Blood Rise es decepcionante. Precuela con muchas ideas a las que difícilmente saben cómo exponerlas de manera coherente. 

Ojometro:
**

martes, 18 de julio de 2023

Crítica: Bird Box: Barcelona (2023)

Spin-off dirigido por Álex y David Pastor, quienes además son los responsables del guión. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 14 de julio.

Sinopsis:

Después de que el mundo se vio plagado por una misteriosa fuerza que manipula las emociones de las personas para que estas se suiciden, Sebastián (Mario Casas) y su hija empiezan una travesía para sobrevivir dentro de la ciudad de Barcelona.


Comentarios generales:

No cabe duda que, cuando salió en 2018, Bird Box fue todo un fenómeno de marketing que se vio beneficiado por el hecho de que en aquella época Netflix todavía gozaba de una buena reputación entre el público a nivel general; sin embargo, cuando uno la veía se topaba con un producto mediocre en el que lo más llamativo era su enorme similitud con “The Happening”. Por ello es que este spin-off no parecía ser tan buena idea porque se veía complicado que pudiera corregir todo lo que no pudo hacer bien la historia base y esos es, en efecto, lo que ocurre con Bird Box: Barcelona.

Ya que lo traído por los hermanos Pastor es más de lo mismo al presentarnos una historia que jamás trata de esclarecer las cosas con respecto a la amenaza e inmediatamente propone algo que cambia por completo la perspectiva sobre el personaje de Sebastián, convirtiéndolo prácticamente en un villano cuyas motivaciones no son difíciles de entender, más si resultan un tanto huecas dado al poco contexto que existe sobre lo que está acabando con la humanidad. Provocando así que desde temprano uno no sienta demasiado interés por él y su drama personal, el cual está pensado para ser la fuerza dominante detrás de sus encuentros con otros sobrevivientes, pero que ante la falta de sorpresa vuelve aburrido el visionado rápidamente.

Ante esto la entrada al segundo acto no tiene muchas cosas llamativas, aunque probablemente lo mejor de la película lo vemos aquí debido a que se atreven a construir algunas escenas que logran proporcionar tensión por medio de muertes y la desconfianza que el comportamiento de nuestro protagonista empieza a provocar entre los demás personajes. Algo que lamentablemente no se logra mantener por mucho tiempo gracias al problema fundamental de no saber cómo explicar lo que es la amenaza y tratarlo de maquillar con un culto que sabes que está ahí, más no representa nada fundamental en el desarrollo dada su raquítica presencia en pantalla salvo por un par de flashbacks.

Situación que hace que la parte final difícilmente tenga un gran impacto, a pesar de que se deja de lado el sigilo para dar paso a la acción. Teniendo así un desenlace que por lo menos trata de cambiar un poco la dinámica previa y hacer que Sebastián tenga su momento de redención, sin que esto signifique que logren buenos resultados; en especial porque con el cierre dejan más dudas que certezas.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, Mario Casas está correcto como todo el elenco y nada más. Mientras que en producción se nota que hubo un presupuesto de consideración: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Bird Box: Barcelona es decepcionante. Película con básicamente los mismos problemas que la original.

Ojometro:
**