martes, 11 de julio de 2023

Crítica: Little Bone Lodge (2023)

Película dirigida por Matthias Hoene y escrita por Neil Linpow. Se estrenó en formato digital dentro del Reino Unido a mediados de mayo, mientras que en otros mercados hizo lo propio por medio de HBO Max el pasado 1 de julio.

Sinopsis:

En medio de una peligrosa tormenta, dos ladrones buscan refugio en una apartada granja donde vive Maisy (Sadie Soverall) con su sobreprotectora madre (Joely Richardson) y su padre enfermo. A quienes toman como rehenes sin saber que en esa casa se guardan oscuros secretos.


Comentarios generales:

Una de las cosas que traen consigo los servicios de streaming es que logran que sus estrenos alcancen a un público mucho más casual que no suele ver tantas películas de terror y por lo consiguiente cuando una capta su atención se encargan de que esta haga mucho ruido por algunos días, situación que le ha tocado vivir en esta ocasión a Little Bone Lodge. Un proyecto relativamente discreto del que no se sabía gran cosa hasta hace unos días atrás y que se ha convertido en tema de conversación de manera repentina sin que sea algo precisamente espectacular.

Y es que lo que nos trae Hoene es un thriller competente como otros tantos, cuya dosis de sorpresa resulta suficiente como para causar una impresión importante en dicho publico por medio de una historia que de principio a fin juega de manera inteligente en lo que respecta a la verdadera amenaza dentro de la casa. Lo cual no es que sea algo tan complejo de descifrar, pero al menos desde el primer acto logra generar una atmósfera llena de tensión que ayuda a que la dinámica entre ambos bandos resulte entretenida y haga que el espectador mantenga el interés por ver quiénes serán los primeros en cometer el error que llevará todo esto al peor escenario posible.

Algo que se da de una manera simple y efectiva para los propósitos de la trama, sin embargo, una vez que se entra en el conflicto se empieza a sentir que el ritmo se vuelve cansino y poco a poco se cae en un ciclo repetitivo que no resulta del todo atractivo. Esto a pesar de que se trata de añadir cierta intensidad con determinados sucesos que revelan la verdadera cara de la mamá de Maisy, dejándola parada como alguien sumamente peligrosa que evidentemente guarda muchos secretos y cuyas acciones hacen que los ladrones queden parados como la menor de las amenazas e incluso les brinda cierto grado de humanidad sin que en ningún momento se quiera reivindicarlos o convertirlos en los héroes.

Situación que lleva a que la parte final gire alrededor de los cuestionamientos sobre lo que está bien y lo que está mal para todos los involucrados, especialmente una vez que se revela el gran secreto. Uno que, repito, no es tan complicado de descifrar; aunque la verdad sirve para brindarle un tono más oscuro a las acciones y hacer que el desenlace pueda contar con un nivel de violencia mayor al esperado, así como con una conclusión que opta por no tomar el camino más convencional.

En cuanto a las actuaciones tenemos un elenco sólido en general, siendo Joely Richardson la que deja una impresión más marcada gracias a lo dañado de su personaje. Mientras que en producción nos encontramos con algo bien cuidado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos no son tan complejos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Little Bone Lodge está ok. Thriller competente para pasar el rato y olvidarlo en un par de semanas.

Ojometro:
***