Producción irlandesa escrita y dirigida por Aislinn Clarke (The Devil’s Doorway). Se estrenó en cines dentro de Irlanda durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 30 de mayo.
Sinopsis:
Shoo (Clare Monnelly) es una estudiante de enfermería de cuidados paliativos plagada de traumas de su pasado que tienen un efecto desorientador en su presente, su relación, su carrera y su capacidad para ser funcional.
Comentarios generales:
La verdad cuando uno leía la sinopsis de Fréwaka no había grandes motivos para que te generara gran interés debido a que parecía ser una película de terror folclórico más y en gran parte eso es lo que es. Sin embargo, el hecho de que esté hablada en gaélico disparaba mi curiosidad debido a que eso inmediatamente añadía cierta autenticidad a las cosas y sin duda es algo que resulta benéfico, aunque no como para elevar de manera tan marcada el producto final.
Sobre todo porque nos encontramos ante una historia con la que Clarke no tiene muchas intenciones de irse a lo extremo en ningún momento y opta por un enfoque mucho más pasivo para ir desarrollando una relación entre Shoo y Peig en la que siempre se te da a entender que existe un trasfondo más profundo, pero difícilmente te darán algo sustancial para entenderlo. Lo cual hace que la primera mitad de la película resulte pesada dado a que el ritmo es demasiado cansino y carece de momentos destacables, dejando que las excentricidades de la propia anciana sean el principal motor del interés del espectador.
Una situación que no es que cambie demasiado para la segunda mitad dado a que el terror psicológico sigue siendo lo predominante, teniendo como la única diferencia el hecho de que ahora si se le empieza a dar un poco más de foco al propio folclore irlandés. Logrando así que el suspenso sea más marcado y la sensación de peligro palpable ante los sucesos cada vez más raros que van ocurriendo tanto fuera como dentro de la casa; especialmente cuando están enfocados en los propios traumas de Shoo, quien para este punto se vuelve el principal motor en cuanto a la generación de dudas con respecto a si lo que ocurre es real o simplemente producto de su inestabilidad mental.
Preparando así todo para una parte final en la que podemos ver un poco más de ambición con respecto a la generación de momentos con mayor intensidad, obvio sin llegar a nada tan brutal, pero si con lo necesario para añadir impacto. Aunque el cierre definitivamente puede llegar a ser confuso porque se dejan abiertas a la interpretación determinadas cosas.
En cuanto a las actuaciones hay que decir que es su punto más fuerte, ya que Clare Monnelly y Bríd Ní Neachtain (Peig) lo hacen realmente bien. Y es que a pesar de su diferencia de edad logran mantener una gran química en pantalla sin que una se coma a la otra, logrando así que los traumas de ambos personajes se puedan combinar de manera ideal para mantener los misterios a flote.
Y en cuanto a producción, la verdad es que tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sólida, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillajes es relativamente simple.
Opinión final: Fréwaka está pasable. Terror psicológico llevado al extremo para retar la paciencia del espectador.
Ojometro:
***