Película escrita y dirigida por Jeremy Rudd. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de agosto, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 14 de octubre.
Sinopsis:
Cuando el notorio asesino serial Benny escapa del manicomio durante la noche de Halloween, su alboroto en traje de espantapájaros convertirá a la Seattle de los años 80s en una pesadilla llena de sangre mientras tiene a una joven en la mira.
Comentarios generales:
Es claro que el “fenómeno Terrifier” se encuentra en su apogeo y en estos momentos existen muchos intentos por tratar de sacar a ese nuevo personaje que pueda colgarse del éxito que dicha franquicia ha logrado construir. El problema es que parece que pocos entienden las razones por las que los fans han recibido de tal forma a Art the Clown y fallan en su intento por replicarlo, tal como ocurre con Die’ced: Reloaded.
Ya que lo traído por Jeremy Rudd es de esos casos en el que aciertan de cierto modo desde el lado de la violencia expuesta, pero falla en todo lo demás. En gran parte porque se trata de una historia cuyo soporte es un cortometraje de 2023 (dirigido por el propio Rudd) y por lo consiguiente la idea central no está pensada para desarrollarse de manera tan extensa, lo cual resulta por demás evidente durante la primera mitad dado a que, tras una introducción sangrienta, realmente no pasan muchas cosas de gran interés que logren expandir de manera significativa lo que existe detrás de este asesino.
Una situación que tratan de corregir para la segunda mitad de la película al presentar de manera más constante escenas de muertes que añaden impacto a nivel visual; sin embargo, el hecho de que dichas escenas no tengan una construcción más elaborada y ocurran con personajes irrelevantes hace que la mayoría quede en el olvido rápidamente por lo poco que aportan. Generando con esto que la experiencia se vuelva aburrida y por grandes lapsos hasta incoherente debido a que la desconexión en detalles que uno supondría son fundamentales para la trama es difícil de ignorar, sobre todo cuando se supone que hay algo más en la obsesión de Benny por la chica a la que persigue.
Dejándonos así ante una parte final que apuesta fuertemente por la violencia para tapar todos los huecos y en cierto modo eso sirve para que sean los minutos más entretenidos. Aunque la manera en la que tratan de resolver las dudas generadas previamente es demasiado pobre y acelerada, haciendo que el rumbo que toman para tener una (casi segura) secuela se sienta demasiado forzado.
Las actuaciones en general son bastante malas y ni siquiera el propio Jason Brooks (Benny) logra generar algo interesante con un asesino que con su imagen podía dar para algo más. Mientras en producción se nota el presupuesto limitado, pero tiene ciertas cosas rescatables: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es poco atractiva, el score no destaca, el trabajo de sonido no está mal, los efectos prácticos tienen un tinte serie b que funciona y la labor de maquillaje es sólida.
Opinión final: Die’ced: Reloaded es muy mala. Un slasher cuya idea no es terrible, pero está pesimamente ejecutada.
Ojometro:
*