jueves, 5 de octubre de 2017

Crítica: Cult of Chucky (2017)


Séptima entrega de la franquicia, la cual fue nuevamente escrita y dirigida por Don Mancini (Curse of Chucky). Salió directamente en DVD, Blu-ray y formato digital este 3 de octubre; aunque en Estados Unidos también lo hizo por medio de Netflix (en su versión censurada).

Sinopsis:

Cuatro años después de ser culpada por los asesinatos de su familia, Nica Pierce (Fiona Dourif) es enviada a un sanatorio de mínima seguridad donde su psiquiatra planea curarla. Lo malo es que su método involucra al propio muñeco que la atormentó en el pasado y ella sabe que, tarde o temprano, Chucky despertará para tratar de matarla una vez más.



Comentarios generales:

Hace cuatro años con “Curse of Chucky” fue evidente que Don Mancini quería que su creación regresara a sus raíces al anteponer el terror sobre la comedia, teniendo como resultado una de las mejores entregas dentro de la franquicia; la cual además le inyectó nueva vida cuando parecía condenada a desaparecer. Sin embargo, el que perdiera su toque cómico no fue del agrado de todos y por ello temía que Cult of Chucky volviera a centrarse en ese aspecto para satisfacer a un sector de los fans, algo que afortunadamente no pasó y gracias a eso estamos ante la que es sin duda la entrega más sangrienta y rara de todas.

Obvio con esto no quiero decir que Mancini se haya olvidado por completo de la parte cómica debido a que ni él mismo se toma tan en serio a Chucky, pero al menos durante la primera media hora de la película elige seguir un camino mucho más elaborado en donde pretende jugar un poco con el lado psicológico y hacer del personaje de Nica el centro de atención. Esto porque realmente nuestro peculiar asesino aparece poco durante este periodo de tiempo, uno en el que el principal objetivo es el tratar de insertar sin mucho éxito la duda sobre que, tal vez, lo ocurrido fue producto de su imaginación y en verdad es una asesina.

Hasta aquí todo es un tanto convencional y no tan efectivo en ciertos aspectos, pero nunca te aburre lo que estas viendo, sobre todo porque en un punto empieza a ser evidente que la historia tiene mucho más de lo que te han contado. Y eso es lo que vemos durante toda la segunda mitad, ya que es a partir de pasados los primeros 35 minutos cuando las acciones toman un rumbo bastante loco; uno en donde no solo Chucky empieza a lucir, sino también empieza a ser claro que con este se vale hacer cualquier cosa para mantenerlo relevante.

Las muertes empiezan a ser más gráficas y se logran generar algunas escenas que resultan por demás bizarras (mamá amamantando, es lo único que tengo que decir). Igualmente, poco a poco se le empieza a dar sentido a la presencia de personajes del pasado que hasta este punto no tenían un propósito claro; quienes sirven como la vía definitiva para establecer la nueva idea que diferencia a esta entrega de todas las demás.

Una idea que vuelve la parte final muy entretenida al mantener con lo mínimo el balance entre lo que resulta original y lo que es sumamente ridículo; presentando un nivel de violencia mucho mayor y, ahora sí, integrando el humor bien dosificado por medio de Chucky. Además de que logra ofrecer un desenlace que me tomó totalmente por sorpresa debido a que puede expandir la franquicia o terminarla de una vez por todas.

En las actuaciones Fiona Dourif sigue estando muy bien y Brad Dourif cumple nuevamente siendo la voz de Chucky; aunque me decepcionó que Alex Vincent (Andy) y Jennifer Tilly tuvieran roles tan limitados e incluso un tanto intrascendentes. La producción es de buena factura a pesar del bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte genial, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido cumple y los efectos en su mayoría lucen bastante bien, salvo por algún uso cuestionable de CGI.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Cult of Chucky me gustó. Es la entrega que menos se toma en serio de toda la franquicia y eso, junto con su nivel de violencia, hace que valga la pena.

Ojometro:
****

lunes, 2 de octubre de 2017

Crítica: Phoenix Forgotten (2017)


Primer largometraje del director Justin Barber, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a T.S. Nowlin. Se estrenó de manera limitada en cines durante el mes de abril dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico se dio el 1 de agosto pasado.

Sinopsis:

20 años después de que tres adolescentes desaparecieran en medio de los sucesos que involucraron extrañas luces en el cielo de Phoenix, Arizona, la hermana de uno de ellos se dispone a realizar un documental para tratar de encontrar respuestas de este misterioso caso.



Comentarios generales:

Por lo general suelo ser muy selectivo con los found footage que involucran extraterrestres debido a que casi todos son iguales y en el caso de Phoenix Forgotten era muy claro que seguiría cada uno de los convencionalismos conocidos. Sin embargo, el que por alguna razón Ridley Scott decidiera ser el productor de algo como esto no podía pasar inadvertido y eso me dio el impulso final para checarla, tal vez me encontraría con alguna sorpresa, aunque en lugar de eso lo que me encontré fue prácticamente una combinación de “Blair Witch Project” y “Blair Witch”.

Obvio el escenario en el que se desarrollan las acciones es distinto, pero el argumento es prácticamente el mismo y Barber tampoco hace demasiado para ocultarlo. Una situación que al menos de inicio no resulta tan grave gracias a que son en los primeros 20 minutos en donde esta película resulta agradable de ver debido a que la recreación de vídeos viejos está bien hecha y toda la serie de entrevistas iniciales con respecto a la investigación, ya sea con autoridades o familiares, logran un nivel de realismo decente como para que uno llegue a tener la curiosidad suficiente  y quiera ver qué fue lo que ocurrió con estos adolescentes.

Lo malo es que dichos aspectos positivos se desgastan rápido y una vez que se rebasa esa barrera de tiempo lo que ocurre es simplemente aburrido, muy aburrido. Las cosas avanzan de manera lenta y los detalles para seguir generando misterio empiezan dar vueltas hasta que inevitablemente se topan con pared, provocando con esto que todo sea simple relleno hasta que deciden mostrar una última cinta vieja que sigue la fórmula que ya conocemos y que no contiene grandes elementos como para poder construir escenas efectivas de suspenso. Además de que se ve afectada por unos personajes que nunca te generan gran empatía.

La parte final tampoco ayuda mucho. El formato se empieza a volver un auténtico dolor de cabeza gracias a que no se puede apreciar con claridad lo que ocurre, simplemente ves caminar o correr a estos chicos hasta que “algo” se lleva a uno de estos y a partir de ahí se sigue un patrón similar hasta que termina la película; siendo los últimos 5 minutos los únicos rescatables gracias a que son donde la sensación de peligro es más palpable.

Sobre las actuaciones lo que más resalta son los entrevistados, pero en lo que se refiere a los tres actores principales ninguno realiza una labor que se pueda destacar. La producción no está tan mal para ser un found footage: los vídeos caseros viejos están bien hechos (a pesar de la pobre iluminación), el score es aceptable, el sonido es limpio y los efectos, para lo que son, están ok.

Opinión final: Phoenix Forgotten es un found footage del montón. Una cuasi copia de otras dos películas que no vale la pena.

Ojometro:
** 

viernes, 29 de septiembre de 2017

Crítica: The Houses October Built 2 (2017)


Secuela dirigida nuevamente por Bobby Roe, quien además vuelve a compartir créditos como co-escritor del guión junto a Zack Andrews. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de septiembre, mientras que su salida en formato físico está planeada para enero de 2018.

Sinopsis:

Mientras se recuperan del trauma de haber sido secuestrados el Halloween anterior por el grupo de Blue Skeleton, los mismos cinco amigos deciden que deben de enfrentar sus miedos para poder salir adelante. Por ello planean seguir visitando atracciones a lo largo del país aprovechando su nueva fama, aunque pronto habrá señales de que sus antiguos captores no se han olvidado de ellos.



Comentarios generales:

La primera entrega me pareció bastante mala, así que cuando escuche que estaban desarrollando una secuela me sorprendí, ya que no era un concepto que pareciera tener demasiada tela de donde cortar y la verdad tampoco vi mucho clamor popular para que existiera. Pero lo hecho, hecho está, así que le di una oportunidad debido a que suele ser común que las segundas partes sean mejores gracias a que los creadores aprenden de los errores que tuvieron con la original y eso con The Houses October Built 2 no fue la excepción; aunque en este caso dichas mejoras son apenas perceptibles como para poder decir con toda seguridad si superó o no a su antecesora.

Esto porque lo que nos traen Roe y Andrews es básicamente una calca de la primera entrega, con la única diferencia de que ahora cuentan con un argumento que les permite elaborar un poco más la historia por medio de los temores del personaje de Brandy. Aspecto que no hace mucha diferencia debido a que, si bien es tratado de manera esporádica, en general la película vuelve a ser un tipo de documental sobre atracciones de Halloween que se torna demasiado aburrido en poco tiempo y en donde la única novedad es presentar muchísimas tomas aéreas realizadas con un dron.

Y es que se nota que los creadores obtuvieron cierta notoriedad con la primera entrega como para poder acceder a atracciones un poco más elaboradas, pero lamentablemente esto no se aprovecha de mejor manera porque las que salen en pantalla te generan poco interés y en gran medida se debe a que, al ser un found footage, resulta complicado para uno como espectador el poder involucrarse con las experiencias que ofrecen. Simplemente resulta imposible traspasar a la pantalla lo que supuestamente deben de provocar estas situaciones en su propia atmósfera artificial y, en lugar de ver algo al menos interesante, solo te quedas con la imagen de tipos caminando (o corriendo); además de que tampoco las utilizan de manera importante para elaborar algo de suspenso.

Los 20 minutos finales son donde la parte ficticia toma las riendas y no hace demasiado para mejorar el aburrimiento previo. Si se logra construir una atmósfera tensa, además de que es la única parte en donde lo visual está más cuidado; sin embargo, todo lo que le ocurre a Brandy se siente falto de intensidad y exageradamente genérico, lo cual quieren arreglar añadiendo un giro que realmente te termina importando poco.

Las actuaciones siguen la misma línea de la primera, ósea… totalmente desechables. La producción tampoco varía mucho: nuevamente son las propias atracciones las que aportan el aspecto visual (salvo por los últimos 20 minutos), la iluminación mejora, el score pasa desapercibido, el trabajo de sonido no es el mejor y tiene algunos discretos efectos prácticos que funcionan.

Opinión final: The Houses October Built 2 es simplemente mala. Una secuela que nadie pidió y que no es precisamente un gran avance con respecto a la primera entrega.

Ojometro:
**

martes, 26 de septiembre de 2017

Crítica: Mother! (2017)


Película escrita y dirigida por Darren Aronofsky (Black Swan). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 15 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio este fin de semana. Recaudando hasta la fecha $25.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

El matrimonio de una pareja se ve puesto a prueba cuando un par de invitados no deseados llegan a su casa para interrumpir su tranquila existencia.



Comentarios generales:

Cuando Aronofsky reveló que se adentraría de manera más seria al género de terror con su nueva película rápidamente captó mi atención, ya que hace siete años atrás tuvo un ligero acercamiento bastante interesante con “Black Swan” y siempre me quedé con la duda sobre lo que podría hacer si se metía de lleno. Obvio no esperaba algo convencional conociendo su filmografía y eso se confirmó cuando salieron las primeras reacciones en diversos festivales, ya que Mother! está destinada a generar opiniones encontradas debido a que es rara, muy rara. De esas películas con las cuales cada quien tendrá su propia forma de interpretarla.

Y es que a pesar de que existe una clara inspiración en “Rosemary´s Baby”, lo que nos regala Aronofsky es una historia que solo él parece entender de manera exacta debido a que con el pasar de los minutos va mutando no solo en cuanto a los temas que trata, sino también en el tono bajo el cual pretende desarrollarlos. Esto porque lo que vemos en el primer acto se puede decir sin muchos problemas que es una película que camina por los territorios del thriller psicológico al presentarnos a una pareja (de la cual nunca se revelan los nombres) que se ve expuesta a una situación poco común, la cual sirve para ir desarrollando sus personalidades tan opuestas y, además, para generar misterios que todavía mantienen un grado del lógica razonable.

Realmente la intención del director nunca es provocar sustos o algo similar, su meta más que nada es ir construyendo una sensación de soledad muy marcada por medio del personaje de Jennifer Lawrence y así insertarle la duda al espectador sobre qué es lo que puede ocurrirle a ella al quedar envuelta en un conflicto del cual, haga lo que haga, parece no podrá salir gracias al comportamiento ilógico de su esposo. Siendo esa soledad la que ayuda a crear una atmósfera oscura, a desarrollar un nivel de suspenso adecuado y a creer que en todo momento existe un peligro latente dentro de esta casa que se convierte en una jaula claustrofóbica.

Hasta aquí las cosas son extrañas pero algo entendibles; sin embargo, llega el último acto y eso deja de existir. Ya que a partir de aquí todo es, literalmente, un caos; uno en donde el director hace una clara alusión a lo que significa estar casado con alguien famoso y empieza a realizar muchísimas referencias a la biblia o a Dios bajo un ritmo vertiginoso que sin duda convierten a estos minutos en los más bizarros que he visto en el cine durante mucho tiempo. Aunque lamentablemente deja las cosas abiertas a la total interpretación y eso termina dañando muchísimo el producto general.  

En cuanto a las actuaciones esta es una película con un reparto de primer nivel y no decepcionan. Lawrence es el alma al aparecer en un 99% de las escenas y por grandes lapsos te involucras de lleno con lo que le pasa debido a que parece ser la única persona cuerda en todo esto; mientras que Javier Bardem, Ed Harris y Michelle Pfeiffer logran por medio de sus personajes generar diversas sensaciones que van desde locura hasta peligro.

La producción también es de nota alta: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score me agradó bastante, el trabajo de sonido es espectacular y un elemento fundamental para la efectividad de varias escenas. Lo único que deja algo que desear son algunos de los limitados efectos que se utilizan.

Opinión final: Mother! definitivamente es difícil de calificar. Una película en verdad extraña con momentos muy buenos, pero que en su conjunto no me terminó de convencer.

Ojometro:
***