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jueves, 31 de julio de 2025

Crítica: Hell of a Summer (2025)

Película dirigida por Billy Bryk y Finn Wolfhard, quienes también comparten créditos como los co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 8 de julio.

Sinopsis:

Jason Hochberg (Fred Hechinger) es un consejero de 24 años a quien le encanta regresar al campamento de verano cada año, aunque en esta ocasión empieza a dudar sobre su decisión al no poder conectar con el resto del equipo y por tener que lidiar con un asesino que los está matando uno por uno.


Comentarios generales:

Hacer una comedia teniendo el slasher como base no es algo precisamente innovador, pero es un buen punto de partida para cualquier director joven que quiera experimentar con el cine de terror en una época en la que ya todo se mezcla. Lo malo es que muchas veces esta combinación en particular suele ser un tanto incomprendida y se piensa que con cualquier tipo de humor se puede lograr algo destacado, lo cual Hell of a Summer demuestra que no es así.

Ya que lo presentado por Bryk y Wolfhard carece de gracia desde el inicio y jamás son lo suficientemente capaces para corregir sobre la marcha una historia que depende mucho de la efectividad del humor, sobre todo porque tampoco es que exista un complemento visual que pueda disimular un poco dicha carencia. Especialmente durante un primer acto que, salvo por la introducción, no presenta nada violento y se sustenta en la dinámica de un grupo de consejeros cuyo comportamiento se vuelve desesperante de manera rápida ante lo ridículos que son los estereotipos presentados.

Volviendo esto aburrido gracias a lo poco relevante que ocurre en pantalla y que, para empeorar las cosas, tampoco cambia demasiado una vez que el asesino entra en acción debido a que se le sigue dando prioridad a la comedia de pobre calidad incluso en los momentos que deberían de proporcionar un poco más de fuerza a las acciones. No solo por el hecho de que la mayoría de las muertes son demasiado básicas en su presentación, sino porque la manera de ir generando dudas y conflictos entre los personajes también gira alrededor de situaciones que pierden cualquier clase de impacto por lo absurdas que resultan; especialmente durante la revelación de la identidad del asesino.

Dejando así una parte final en la que se trata de generar mayor intensidad para que al menos la sensación de peligro sea palpable, situación que logran por algunos instantes; sin embargo, la manera en la que se resuelve el problema es demasiado simple y eso provoca que el cierre carezca del impacto que debería de tener.  

Sobre las actuaciones no diría que son terribles ni nada por el estilo, pero el humor tan bobo que se maneja termina afectando mucho las interpretaciones y la mayoría de los personajes te resultan muy odiosos en distintas escalas.

Mientras que en producción tenemos una factura que en general es de un nivel aceptable: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.  

Opinión final: Hell of a Summer es mediocre. Un slasher pobre que no aporta nada nuevo o divertido al subgénero.

Ojometro:
**

martes, 22 de julio de 2025

Crítica: I Know What You Did Last Summer (2025)

Película dirigida por Jennifer Kaytin Robinson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Sam Lansky. Se estrenó en cines dentro de México y los Estados Unidos los pasados 16 y 17 de julio; recaudando hasta la fecha $24.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. 

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Southport, un grupo de amigos son aterrorizados por un brutal asesino que sabe de un horrible accidente del pasado. Trayendo recuerdos de la terrible masacre que azotó a dicha comunidad en 1997.


Comentarios generales:

Tras el fracaso de la serie de 2021 parecía que “I Know What You Did Last Summer” había agotado todas sus opciones para poderse mantener en la memoria colectiva, así que cuando se anunció esta cuarta entrega la reacción general fue más que nada de sorpresa debido a que no se trata de una franquicia por la que los fans estuvieran precisamente clamando por una nueva secuela. Poniéndola así en una situación extraña en la que no se sabía qué esperar y creo que eso mismo se trasladó a lo más profundo de este proyecto.

Ya que lo traído por Jennifer Kaytin Robinson no es que me haya parecido tan malo, pero entre que quiere replicar a la película del 97 y al mismo tiempo poder construir su propia identidad termina por dejar a medias todo lo que propone. Provocando unos primeros 35 minutos aburridos en los que, salvo por el accidente, realmente no tienen nada destacado y fallan en establecer de manera sólida a un grupo de amigos cuyas personalidades se sienten demasiado anticuadas y no generan gran interés con respecto a las brutales consecuencias que sus actos traerán más adelante.

Aunado a lo anterior, también es obvio que la directora no tenía muchas intenciones de darle demasiado tiempo en pantalla a Julie y Ray, dejando su presencia colgando de un hilo muy fino para solo explotarlos en momentos puntuales cuando la falta de conexiones con el material original empiece a ser muy marcado.

Situación que solo genera cuestionamientos con respecto al propósito de esta secuela, aunque para nuestra buena suerte una vez que el asesino empieza a tener mayor presencia las cosas se vuelven un poco más entretenidas dado a que las persecuciones y muertes en términos generales están bien logradas. Brindándole así a la segunda de la mitad de la película un ritmo mucho más ágil y una sensación de riesgo importante debido a que se logra mantener la duda con respecto a su identidad y por lo consiguiente no existe ningún momento de relativa tranquilidad porque la tensión es elevada en ese sentido.

Lo cual desafortunadamente no se traslada del todo a una parte final que se alarga un poco más de lo que debería, no tanto como para que se arruine o sea un desastre, pero si para quitarle fuerza a una revelación que para este punto ya no es tan sorpresiva. Además de que la manera en la que se integran a los personajes originales durante el desenlace resulta demasiado forzada y eso solo incrementa las sensaciones de que realmente nunca hubo intenciones de explotarlos más allá del tema de la nostalgia.

Sobre las actuaciones tenemos a una Chase Sui Wonders (Ava) que jamás la terminas por comprar como la final girl; de hecho, Madelyn Cline (Danica) termina robándole reflectores con un personaje muy bobo. Mientras que la presencia de Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. es mucho menor de lo que se esperaba y eso es algo decepcionante.

Y en lo que se refiere a la producción, sin duda es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es competente, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: I Know What You Did Last Summer está pasable. Secuela con crisis de identidad para perder el tiempo un día que no tengan otra cosa que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 20 de junio de 2025

Crítica: Marshmallow (2025)

Película dirigida por Daniel DelPurgatorio y escrita por Andy Greskoviak. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 6 de junio.

Sinopsis:

Cuando una historia de campamento de verano se vuelve real, un grupo de niños campistas tienen que pelear por sus vidas y lidiar con algunos secretos difíciles de comprender. 


Comentarios generales:

Cuando se lee la descripción y se ve el póster de Mashmallow rápidamente vienen a la mente otras películas cuya temática parece similar, así que de manera natural uno se predispone a presenciar algo predecible que al menos sea entretenido. Simplemente es algo normal si ves cientos de películas de terror a lo largo del año; sin embargo, todavía existen ciertos casos que logran sorprenderte sin que lo esperes y este ha sido uno de esos.

Lo cual incluso para mi es llamativo dado a que lo presentado por DelPurgatorio en un inicio no es precisamente algo emocionante; de hecho, durante todo el primer acto la historia en general es una muy estándar en la que se nos presenta a un conjunto de personajes con los que se sabe de antemano qué esperar de ellos. Llevándonos así por situaciones un tanto olvidables cuyo principal propósito es exponer los traumas de Morgan y en base a eso ir estableciendo los potenciales peligros que podría enfrentar dentro del campamento considerando que es una presa fácil para cualquiera que quiera dañarlo.

Hasta ahí todo avanza sin contratiempos y no hay nada que te haga pensar que esto no es más que un simple slasher, pero una vez que entra en juego la historia del médico las cosas poco a poco empiezan a tomar un rumbo más interesante. No tanto porque se dejen de lado dichas sensaciones previas, sino porque nunca se trata de encubrir la presencia de la amenaza y gracias a eso se logra generar un caos bastante entretenido en el que el elenco infantil es utilizado de manera inteligente para solidificar la idea de que siempre estarán bajo un riesgo considerable y así camuflajear de cierto modo el hecho de que el nivel de violencia es muy limitado dado a que jamás se tiene como meta el hacer de esto un gorefest.

Decisión que se justifica de manera sólida cuando se entra a una parte final en la que se opta por bajar el ritmo para poder darle cabida a un conjunto de revelaciones de las cuales no pienso hablar demasiado por el riesgo de spoilers. Aunque definitivamente es el desenlace poco convencional y más cargado hacía el sci-fi lo que termina elevando la valoración.

En el tema de las actuaciones tenemos a un elenco cumplidor en el que realmente nadie destaca por encima del resto. Mientras que en producción se nota que hubo un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y todo lo referente a efectos/maquillaje no es tan complejo.

Opinión final: Marshmallow me gustó. Una agradable sorpresa que demuestra que todavía se puede hacer algo fresco con conceptos aparentemente gastados.

Ojometro:
****

miércoles, 28 de mayo de 2025

Crítica: Fear Street: Prom Queen (2025)

Película dirigida por Matt Palmer, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Donald McLeary. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 23 de mayo.

Sinopsis:

Para Lori Granger (India Fowler) el baile de graduación podía ser una de las mejores noches de su vida; sin embargo, cuando una figura siniestra empieza a matar a las candidatas para ser la reina del baile en Shadyside su noche perfecta ahora podría ser la última.


Comentarios generales:

Tras el éxito que representó la trilogía de 2021 era más que obvio que Netflix seguiría apostando por la franquicia de “Fear Street”, sobre todo porque tienen material de sobra escrito por R. L. Stine para exprimirla durante bastante tiempo si así lo desean. Sin embargo, también es cierto que dicho servicio de streaming tiene fama de no saber darle la mejor continuidad a proyectos exitosos y Fear Street: Prom Queen lamentablemente es uno de esos casos.

Y es que lo traído por Palmer es un slasher que, contrario a las películas anteriores, se nota que tuvo ciertas limitantes para poder contar la historia de manera más brutal y eso terminó ocasionando que se recargue en algunos de los peores vicios del subgénero para tratar de aligerar las cosas en búsqueda de llegar a un público todavía más casual.

Apostando fuertemente por un conjunto de personajes estereotipados con los que se tiene que desarrollar un evento genérico y por ende la primera media hora resulta bastante aburrida debido a que el propio espectador puede ir anticipando todo lo que ocurrirá sin demasiados problemas al sustentarse en un pleito adolescente que no es precisamente el más original. Lo cual provoca que existan pocas cosas interesantes que logren hacer del misterio sobre la identidad del asesino uno que te genere intriga porque su presencia en esta parte es más bien anecdótica.

Siendo hasta la segunda mitad de la película cuando las cosas mejoran un poco y mucho de eso se debe a que llegan las muertes de manera más constante, aportando con esto no solo la violencia que estaba bastante extraviada, sino también un cambio en el dinámica pasiva predominante. Aunque desafortunadamente esto no es suficiente para acabar con la predictibilidad y eso termina alcanzando al propio asesino; de quien por ciertas decisiones creativas (o cuestiones lógicas que cualquiera puede captar) resulta obvia su identidad y ante eso las acciones caen un bache del que simplemente ya no se puede salir.

Dejándonos así una parte final en la que por lo menos se trata de hacer un esfuerzo para no hacerla tan olvidable. Ofreciendo un desenlace que cuenta con mayor intensidad y una revelación sobre las motivaciones detrás de la masacre a la que se le alcanza a añadir un pequeño giro que, dentro de todo lo predecible, funciona mejor de lo esperado.

En el tema de las actuaciones realmente India Fowler nunca terminó por convencerme como la protagonista gracias a un personaje muy pasivo que por grandes lapsos te termina desesperando por su falta de acción. Aunque en el tema de los secundarios hay alguno que otro caso salvable.

Mientras que en producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el soundtrack es buen complemento, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Fear Street: Prom Queen es decepcionante. Slasher del montón y sumamente predecible con pocas cosas para destacar.

Ojometro:
**

martes, 29 de abril de 2025

Crítica: Heart Eyes (2025)

Película dirigida por Josh Ruben (Werewolves Within), cuyo guión fue co-escrito por Phillip Murphy, Christopher Landon y Michael Kennedy. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 15 de abril.

Sinopsis:

Durante los últimos cuatros años un asesino conocido como Heart Eyes Killer ha ocasionado terror durante el día de San Valentín al acosar y asesinar a parejas por varias ciudades de los Estados Unidos. Y este año no será la excepción.


Comentarios generales:

Creo que todo el mundo sabe que el género slasher es uno de los más desgastados dentro del cine del terror y mucho se debe al hecho de que su fórmula difícilmente puede sufrir grandes cambios, obligando que gran parte de su atractivo comercial este ligado a que el asesino pueda llamar tu atención. Lo cual suele ser algo muy importante con las películas centradas en alguna festividad y eso sin duda representaba el principal foco de atención para un proyecto como Heart Eyes.

Ya que lo traído por Ruben es en parte una comedia romántica que se mezcla con el slasher y gracias a eso cuenta con determinados aspectos que vuelven fundamental la exposición rápida de nuestro asesino para que así el tono y el humor que se manejan durante el primer acto puedan ser más digeribles. Logrando con esto que el misterio por los asesinatos siempre este presente mientras vemos a Ally hacer tremendos ridículos de manera constante debido a su situación laboral/platónica que proporciona algunos momentos ligeros que cumplen su objetivo hasta que inicie la cacería.  

La cual cambia por completo el ritmo de las cosas porque en cuestión de minutos todo se vuelve un caos bastante entretenido en el que se establece de manera sólida lo peligroso que es Heart Eyes y además se empiezan a plantar las principales dudas con respecto a su identidad. Mostrando un nivel de violencia elevado que le brinda la fuerza necesaria a una serie de encuentros que ayudan a vender la idea de que no importa lo que hagan, las victimas siempre estarán en desventaja y en base a eso ir construyendo una química sólida con nuestra pareja protagonista para tratar de emparejar aunque sea un poco las cosas.

Llevándonos con esto a una parte final que tampoco escatima cuando se trata de muertes y sangre, siguiendo con la representación del caos que significa el asesino. Teniendo como resultado un desenlace violentamente entretenido, pero que definitivamente se puede llegar a sentir un tanto rebuscado en cuanto a la revelación de la identidad.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Olivia Holt (Ally) y Mason Gooding (Jay) lo hacen bien, tienen buena química y eso ayuda a que las cosas funcionen de manera correcta. Mientras que en producción no es nada del otro mundo: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el soundtrack no está mal, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Heart Eyes está entretenida. Slasher simple para pasar el rato y nada más.  

Ojometro:
***

viernes, 7 de marzo de 2025

Crítica: Mouse of Horrors (2025)

Película dirigida por Brendan Petrizzo (Monster Hunters), cuyo guión fue co-escrito por Harry Boxley y Marc Gottlieb. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En una ciudad costera el caos se desata cuando las monstruosas creaciones del Dr. Rupert asechan por la noche, cosechando partes de cuerpos para un propósito siniestro y provocando que nadie se encuentre a salvo.


Comentarios generales:

Todos sabemos lo que está ocurriendo con las obras que han entrado al dominio público y eso seguirá siendo un tema de conversación durante mucho tiempo; sin embargo, el caso de Mickey Mouse es uno que llama particularmente la atención dado a que se trata de la mascota de Disney. Un monstruo empresarial que tiene seguidores y detractores por igual, así que el poder ver al ratón bajo estas circunstancias es sin duda una extravagancia que seguramente no le gustará a la gente de pantalón largo de dicha empresa, aunque la verdad Mouse of Horrors es tal vez una de las peores formas para explotar a tan icónico personaje.

Ya que lo traído por Petrizzo es un desastre que no tiene sentido y pareciera que conforme fue pasando el tiempo los cambios en el guión se volvieron una constante debido a que, lo que en teoría debía de ser un simple slasher, termina siendo un intento de crossover con “Winnie-the-Pooh: Blood and Honey” y al mismo tiempo una historia sobre un doctor loco con aires de “Frankestein” en la que la percepción del tiempo parece no ser algo relevante para el director, ni mucho menos el cuidado a los detalles.

Tratando de que sea el peculiar comportamiento de nuestro “Mickey Mouse” el principal factor de interés y por ello se expone la mayor cantidad de asesinatos posibles en pantalla sin importar si estos tienen algún tipo de relevancia para el desarrollo. Simplemente se trata de presentar muerte tras muerte con resultados bastante pobres al no generar nada de impacto por medio de estos, además de que conforme van pasando los minutos el nivel de incoherencia llega a tal punto que básicamente uno como espectador se da por vencido en tratar de encontrar algo que pueda resultar al menos interesante más allá de los manierismos del asesino y gracias a eso la experiencia se vuelve muy aburrida.

Ante esto realmente la parte final es bastante irrelevante porque una vez más todo brinca de un lado a otro y se le da prioridad a una pelea poco emocionante entre asesinos que desafían cualquier sentido del espacio y del tiempo. Aunque por lo menos dicho conflicto le brinda un ligero incremento al ritmo para que el cierre llegue más rápido y con ello dé por finalizado el sufrimiento.

Las actuaciones son terribles y eso se magnifica todavía más ante el mar de incoherencias que tiene la historia. Y en cuanto a producción, igualmente tenemos una pobreza muy evidente: el trabajo de fotografía es malo, el score no aporta nada, el trabajo de sonido es atroz, los efectos son de baja calidad y el trabajo de maquillaje es lo único decente.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Mouse of Horrors es muy mala. Otro intento fallido por querer explotar el dominio público.

Ojometro:
*

martes, 11 de febrero de 2025

Crítica: Piglet (2025)

Película dirigida por Andrea M. Catinella (Island of the Dolls 2) y escrita por Harry Boxley. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En el viaje por el cumpleaños número 21 de Kate (Alina Desmond), ella y sus amigas se topan con un monstruoso hibrido humano/cerdo conocido como Piglet. El cual está sediento de sangre y al que Kate tendrá que enfrentar mientras confronta su pasado.


Comentarios generales:

Todos sabemos que las películas de terror basadas en personajes que están entrando al dominio público son una moda que seguirá por unos cuantos años más y en la mayoría de los casos se tratan de proyectos cuya única apuesta para generar interés es el morbo. Simplemente es demasiado tentador ver qué locuras harán con estos personajes, pero también suele ser muy fácil darse cuenta cuando no hay nada más allá de dicho morbo y Piglet es otro ejemplo perfecto de eso.

Y es que lo traído por Catinella es realmente malo y no tienen que pasar más de cinco minutos para entenderlo gracias a que su manera de presentar a Piglet es completamente desangelada y con pocos elementos para volverlo un asesino interesante con el que al menos se puedan dejar pasar las evidentes carencias en pantalla en pro de la violencia. Una que realmente se da a cuenta gotas durante el primer acto y que cuando la tratan utilizar para llevar a momentos más gráficos termina siendo inefectiva porque las muertes resultan irrelevantes y un tanto metidas con calzador para que nuestro asesino no se sienta tan ajeno a las acciones centrales del grupo de amigas.

Las cuales nos llevan por una serie de situaciones aburridas que solo están ahí para poder consumir tiempo y tratar de añadir cierta tensión mientras inicia la matanza principal, siendo estos los únicos minutos en los que el ritmo es más o menos decente. Aunque esto no dura demasiado debido a que nuevamente todo lo referente a Piglet jamás logra tener el impacto suficiente como para que el caos y la sangre hagan de la masacre entretenida, además de que se empiezan a soltar otras piezas de información que solo provocan que algo simple se termine enredando con cosas que claramente están de más.

Dejándonos así ante una parte final de la que no esperas mucho y que se termina volviendo una copia de The Texas Chainsaw Massacre al integrar algo de canibalismo sin demasiado sentido, haciendo con esto que el desenlace tenga un poco más de intensidad. Sin embargo, ante todo lo visto en los minutos previos realmente no existe nada que pueda salvar este desastre.  

De las actuaciones tenemos puras interpretaciones acartonadas y carentes de algún tipo de emoción. Mientras que en producción también vemos cosas lamentables: el trabajo de fotografía es malo, la dirección de arte mediocre, el score no aporta nada, el trabajo de sonido es atroz, los efectos son tal vez lo mejorcito de la película y la labor de maquillaje es ínfima.  

Opinión final: Piglet es terrible. De esas películas sin absolutamente nada destacable que se deben de evitar a toda costa.

Ojometro:
*

viernes, 31 de enero de 2025

Crítica: Bloody Axe Wound (2024)

Película escrita y dirigida por Matthew John Lawrence (Uncle Peckerhead). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de diciembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Clover Falls una serie de asesinatos reales han sido puestos en películas y vendidos en la tienda del padre de Abbie (Sari Arambulo) durante décadas. Aunque conforme ella va aprendiendo más sobre el negocio y las victimas, poco a poco empezará a creer que probablemente es momento de utilizar un nuevo enfoque.


Comentarios generales:

No diría que es algo nuevo, pero sin duda nos encontramos en una época en la que algunos slasher están empezando a voltear hacía un público más joven con ideas que para muchos fans de mayor edad pueden no resultar del todo atractivas. Simplemente es parte de un ciclo que cada determinado tiempo se repite por cuestiones lógicas y hay que aceptarlo como tal, así que realmente Bloody Axe Wound puede que no sea para todo el mundo.

Lo cual no significa que lo presentado por Matthew John Lawrence me haya parecido malo; de hecho, cuenta con cosas entretenidas en su búsqueda por burlarse de los clichés plenamente establecidos del slasher que le dan un aire de originalidad a esta historia. Todo por medio de una dinámica entre padre e hija que durante el primer acto se encarga de establecer el hecho de que ambos no son muy diferentes en cuanto a su gusto por matar personas y a partir de esto profundizar sobre una relación que básicamente se sustenta en el deseo de Abbie de mantener la tradición familiar, logrando así que desde temprano existan situaciones con una buena dosis de sangre que hacen que el ritmo sea bastante agradable.

Lo malo es que una vez pasada esta novedad inicial las cosas poco a poco empiezan a caer en lo convencional justo cuando nuestra protagonista se involucra más en la vida escolar, donde nuevamente nos encontramos con muchos clichés, pero sin que estos resulten interesantes dado a que solo llevan a un tipo de comedia juvenil poco efectiva. No como para volver esto algo aburrido, aunque si para que el concepto inicial vaya difuminándose lentamente y las cosas se vuelvan demasiado predecibles en su ejecución; además de que el cambio de sentimiento por parte de Abbie hacia sus víctimas se siente un tanto forzado.

Haciendo con esto que el peso emocional no sea suficiente como para que realmente te importe mucho lo que les pueda llegar a ocurrir; sin embargo, a pesar de dicho problema la parte final se las arregla para ser entretenida. Más que nada porque el conflicto familiar brinda algunos momentos divertidos en los que la violencia es parte central y gracias a ello el desenlace no se siente tan blando.

Las actuaciones está bien con una Sari Arambulo que hace un trabajo correcto al pasar de ser una potencial asesina a una chica que comprende que sus víctimas son más que simples costales de carne que merecen morir. Mientras que Billy Burke (Roger Bladecut) logra tener unos momentos interesantes como el asesino serial que sigue absolutamente todos los clichés.

En cuanto a producción no es de alto presupuesto, pero ofrece buenas cosas: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score resulta a agradable, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta de buen nivel.  

Opinión final: Bloody Axe Wound está ok. Película con una idea curiosa para perder el tiempo y soltar alguna que otra risa.

Ojometro:
***

martes, 10 de diciembre de 2024

Crítica: Stream (2024)

Película dirigida por Michael Leavy, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steven Della Salla, Robert Privitera y Jason Leavy. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 15 de octubre.

Sinopsis:

El fin de semana de descanso de la familia Keenan se convierte en unas vacaciones para morir, ya que cuatro despiadados asesinos llevan a cabo un sádico juego en su hotel. En donde compiten para ver quién mata de la manera más creativa a todos los huéspedes.


Comentarios generales:

Cuando una película tiene dentro de su elenco nombres como el de Tim Curry, Jeffrey Combs, Danielle Harris, Bill Moseley, Tim Reid, Dee Wallace, Felissa Rose y el recién fallecido Tony Todd difícilmente va a pasar desapercibida, incluso si se trata de un proyecto relativamente pequeño. Es básicamente lo más cercano que los fans del cine de terror podrían tener de un crossover tipo Marvel con su MCU, pero lamentablemente Stream no sabe sacarle provecho a esto.

Lo cual es una pena porque lo presentado por Leavy tenía los ingredientes para ser algo entretenido a pesar de que su concepto como tal se encuentra un tanto desgastado, poniéndonos frente a una historia a la que le termina afectando el tener tantos guionistas involucrados dado a que sufre en todo momento para encontrar su identidad y eso conlleva a que el uso de los rostros conocidos sea solo un recurso exprés para desviar la atención. Sobre todo durante unos primeros 35/40 minutos en los que pasan pocas cosas interesantes al centrarse más que nada en un drama familiar que no deja bien posicionados a ninguno de sus miembros como personajes por los cuales sientas gran empatía, aunque por lo menos existen intentos por tratar de sacudir un poco el tedio con algunas muertes que dan una idea del grado de violencia que se debe de esperar.

Siendo precisamente una muerte sorpresiva la que sirve como punto de partida para brindar una mayor dinámica y empezar a ver situaciones intensas que ayuden a que establecer la peligrosidad de cada asesino, quienes a pesar de estar bajo una máscara y no decir ni una sola palabra muestran personalidades bien definidas que le dan su toque único a cada asesinato. Lo malo es que la manera en la que se construye todo alrededor del juego tiene poca intensidad y resulta en extremo predecible, ocasionando con esto que escenas pensadas para añadir impacto no tengan el nivel de efectividad deseado y poco a poco lo que se ve en pantalla termina volviéndose repetitivo.

Algo que sin duda buscan cambiar durante la parte final, donde le dan más exposición al personaje de Mr. Lockwood y eso hace que las cosas adquieran cierto grado de locura para hacer de estos minutos entretenidos. Dejándonos un desenlace que tiene buena intensidad, pero jamás se logra vender la idea sobre la aparente magnitud del juego y por lo consiguiente te quedas con una sensación de vació importante.

De las actuaciones realmente quien más resalta es Jeffrey Combs (Mr. Lockwood), cuyo personaje es el único que tiene un propósito claro en la historia más allá de un cameo glorificado y le sabe sacar el mayor jugo posible. Mientras que en producción es cumplidora: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es desangelada, el score no aporta mucho, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta correcta.

* Cuenta con dos escenas durante los créditos

Opinión final: Stream es decepcionante. Película con muchos nombres llamativos, pero pobre ejecución.

Ojometro:
**

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Crítica: Time Cut (2024)

Película dirigida por Hannah Macpherson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Michael Kennedy. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 30 de octubre.

Sinopsis:

Lucy (Madison Bailey) es una estudiante de preparatoria que accidentalmente encuentra una máquina del tiempo y viaja al año 2003. Un año en el que su hermana fue una de las víctimas de un peligroso asesino serial que aterrorizó al pueblo y que ahora planea salvar.


Comentarios generales:

Que existan películas similares no es algo extraño, son cosas que pasan; sin embargo, cuando uno veía el trailer de Time Cut era inevitable no compararla con “Totally Killer” dado a que no solo la premisa era casi idéntica, sino también porque el look del asesino es prácticamente el mismo. Lo cual no era una buena señal tratándose de un proyecto de Netflix, cuyo control de calidad últimamente no es que sea tan estricto y aquí se nota en demasía.

Ya que lo traído por Macpherson es un slasher muy blando al que pareciera darle vergüenza aceptar su propia esencia y durante todo el tiempo trata de limitar lo más que se pueda la violencia inherente al subgénero para centrarse en una historia de crisis existencial adolescente que no tarda demasiado tiempo en volverse frustrante. Donde a una supuesta masacre traumática para el pueblo se le da un tratamiento muy superficial y la manera en la que se plantea el viaje en el tiempo de Lucy se siente como algo tan improvisado que en ningún momento se logra generar gran interés por saber cómo se resolverá un misterio que tampoco es que tenga demasiada complejidad en cuanto a las posibles opciones de la identidad del asesino. 

Y todo esto va a empeorando cuando estando ya en 2003 este solo es utilizado de forma esporádica mientras nuestra protagonista se la pasa lidiando con ciertos problemas que te dejan la sensación de estar viendo una teen movie con algunas gotitas de sangre en la que todo se vuelve sumamente previsible. Afectando con esto las contadísimas escenas de asesinatos que se supone son la vía para generar algo de tensión, pero que ante la premura por deshacerse de la violencia realmente no tienen ningún tipo de impacto y las decisiones impulsivas de Lucy para este punto dejan de ser relevantes dado a que no parecen afectar en lo absoluto la situación. 

Llevándonos así a una parte final en la que resulta evidente que no se tenía una idea clara sobre cómo concluir la historia y ante una tibia revelación del asesino gracias a la carencia de sospechosos creíbles se termina optando por un desenlace con mayor dinamismo, pero poca lógica. Dejando un cierre que es digno de película de Disney.

Las actuaciones son mediocres en general, siendo Madison Bailey la que resalta un poco más al ser la protagonista y ser el único personaje que no se queda atrapado en un cliché. Mientras que en producción tampoco tiene mucho para presumir: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es pobre, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido es sólido y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: Time Cut es bastante mala. Película que falla como slasher y también como copia de otra película que es mucho mejor.

Ojometro:
**

martes, 5 de noviembre de 2024

Crítica: Terrifier 3 (2024)

Tercera entrega de la franquicia, la cual nuevamente fue escrita y dirigida por Damien Leone. Se estrenó en cines el 11 de octubre dentro de los Estados Unidos y en México hizo lo propio el pasado 31 de octubre; recaudando hasta la fecha $63.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cinco años después de su brutal experiencia, Sienna Shaw (Lauren LaVera) sale de una institución mental para empezar una nueva vida con su tía y toda su familia. Aunque pronto los traumas del pasado regresarán cuando Art the Clown empieza a desatar el caos en Miles County durante la víspera de navidad.


Comentarios generales:

Tras diez años de su aparición en “All Hallows' Eve”, finalmente Art the Clown está logrando entrar al mainstream impulsado principalmente por su peculiar apariencia que lo ha convertido en un personaje llamativo incluso para aquellas personas que nunca han visto alguna de sus películas. Es uno de esos crecimientos orgánicos que suelen darse de vez en cuando, pero que también representan cierto riesgo ante probables presiones externas por tratar de cambiar su esencia para que llegue a más público; sin embargo, Terrifier 3 deja en claro que esas no son sus intenciones.

Ya que Damien Leone nos regala la entrega más salvaje hasta la fecha y desde el primer minuto nos hace saber que su propósito es ofrecer un gorefest que solidifique el peligro que representa Art the Clown para cualquiera, pero sin dejar de lado su meta de seguir expandiendo el lore detrás de este y su conflicto con Sienna. Logrando con esto que exista un buen equilibrio de lo extremo con las dificultades de nuestra protagonista para que así el desarrollo jamás caiga en lo monótono y se tenga una constancia que permita mantener la violencia siempre presente.

Lo cual es sumamente importante debido a que conforme pasan los minutos el nivel de dicha violencia se va incrementando y eso hace que el espectador todo el tiempo sienta curiosidad por saber qué nueva salvajada hará el payaso para superar a la anterior, llevando a situaciones que añaden una gran dosis de impacto e incluso algo de humor perverso. Todo bajo un ritmo que nunca decae y que ayuda a que los momentos enfocados en los traumas de Sienna no sean tan densos como para afectar la dinámica; especialmente una vez que se empieza a mostrar la fracturada relación con su hermano.

Un punto que probablemente sea lo más flojo de la película debido a que todo lo que ocurre entre ellos se siente un tanto desconectado y carece de la importancia que uno pensaría que tendría, pero eso no evita que el camino rumbo a la parte final siga siendo entretenido y mucho menos que esta cumpla con lo que se espera.

Y es que los últimos 25 minutos están llenos de una brutalidad que, al combinarla con la ambientación navideña, hacen que las cosas resulten mucho más llamativas. Dejándonos ante un desenlace que sigue jugando con los elementos sobrenaturales que fueron introducidos en la entrega previa, aunque lo que predomina es el gore en un enfrentamiento que le da su aparente cierre a una cosa y deja abierta la puerta para otra secuela.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Sienna Shaw está genial con un personaje que ahora tiene que lidiar con un trastorno mental y eso hace que no se sienta tan plano. Mientras que David Howard Thornton sigue siendo aterrador como Art the Clown, aunque en esta ocasión también se da el lujo de añadir un poco más de toques cómicos que te hacen reír incluso en las situaciones más extremas.

Sobre la producción sin duda se puede notar que hubo un mayor presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Terrifier 3 me gustó bastante. Gorefest puro y duro que logra lo que se propone de una manera por demás entretenida.

Ojometro:
*****

viernes, 18 de octubre de 2024

Crítica: #AMFAD: All My Friends Are Dead (2024)

Película dirigida por Marcus Dunstan (The Collector, The Collection), cuyo guión fue co-escrito por Josh Sims y Jessica Sarah Flaum. Se estrenó en VOD durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 8 de octubre.

Sinopsis:

Un grupo de amigos universitarios rentan un Airbnb para el festival de música más grande del año, aunque un fin de semana de fiesta pronto se convierte en una pesadilla cuando cada miembro del grupo va siendo asesinado uno por uno.


Comentarios generales:

El caso de Marcus Dunstan es uno peculiar debido a que si bien su curriculum incluye trabajos como guionista en una franquicia tan importante como Saw o una participación en la serie Into the Dark, lo cierto es que la mayoría de la gente lo ubica por “The Collector” y su secuela. Lo cual ha originado que desde hace más de una década los fans solo estén interesados en saber si finalmente se llevará a cabo la tan ansiada tercera entrega, un sueño que parece cada vez más lejano y con #AMFAD: All My Friends Are Dead probablemente empiecen a existir dudas sobre si en verdad será buena idea que la haga.

Y es que Dunstan nos trae un slasher en el que trata de replicar de cierta forma lo que hemos visto en su trabajo insignia, pero la realidad es que falla de manera importante en aspectos fundamentales para hacerlo interesante desde el primer minuto. Contándonos una historia que se sustenta en la dependencia a las redes sociales por parte de las generaciones más jóvenes y así presentarnos a unos universitarios que harán cualquier clase de tonterías para conseguir fama, siendo esto básicamente lo que predomina durante un primer acto que en ningún punto trata de construir algún tipo de suspenso sólido y solo se limita a hacerte saber de la manera más insípida posible que alguien está vigilándolos con oscuras intenciones.

Así avanzan las cosas de manera aburrida y muy genérica hasta que llega la primera muerte, la cual muestra de inmediato otro gran problema debido a que pareciera que el director solo se la quería sacar de encima y la realiza con una rapidez un tanto inusual que no le permite tener el impacto que debería. Iniciando con esto una dinámica en la que se mezcla drama juvenil con asesinatos poco imaginativos sin que en ningún momento se logre generar algo de tensión que haga de estos entretenidos, además de que para este punto no solo el tema de las redes sociales queda en el olvido, sino que uno más o menos se puede ir haciendo una idea de quién podría estar detrás de la masacre por simple descarte y ante eso cada situación se siente menos relevante.

Un problema que incluso resulta más marcado durante una parte final en la que todo se limita a una persecución en un sótano que añade cierta intensidad e impacto, pero no lo suficiente como para salvar las cosas. Dejándonos ante un cierre con una revelación final que, si bien no trata de irse por lo sencillo, lo cierto es que es blanda y se siente demasiado forzada.

Las actuaciones no son las mejores, por ahí un par de actores hacen una labor decente con lo que tienen pero la realidad es que ninguna logra aportar nada significativo a la película. Mientras que en producción tampoco tenemos demasiadas cosas para destacar: el trabajo de fotografía es regular, la dirección de arte está bien, el score es genérico, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: #AMFAD: All My Friends Are Dead es mediocre. Un slasher sin chispa que se volverá irrelevante en poco tiempo.

Ojometro:
**

viernes, 16 de agosto de 2024

Pretty Little Liars: Summer School

El pasado 20 de junio finalizó Pretty Little Liars: Summer School, la segunda temporada de este spin-off de terror que en 2022 dejó un buen sabor de boca a pesar de estar rodeado de muchas dudas al provenir de una franquicia que no está ligada al género y que para esta ocasión llegaba probablemente con un poco más de expectativas precisamente por el recibimiento positivo. Algo que se traducía en mayor presión por darle buena continuidad a la historia y que han sabido solventa, aunque tal vez no con tanta efectividad como hace un par de años atrás.

Sobre el tema de los ratings es difícil saber números concretos al tratarse de una serie transmitida por Max y no se sabe si será renovada para una tercera temporada, pero por lo que ocurrió en el episodio final y algunas declaraciones de sus creadores (Roberto Aguirre-Sacasa y Lindsay Calhoon Bring), no sería raro que sucediera esto.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO

Los traumas de Imogen

Probablemente el punto más fuerte de Summer School fue la forma en la que manejaron a Imogen, ya que al darle seguimiento a los traumas provocados por todas las horribles experiencias que vivió se logra convertirla en un personaje mucho más interesante. No solo por la vulnerabilidad mental ante los ataques/amenazas que involucran a Bloody Rose, sino por las situaciones comunes que la hacen explotar y que van forjándole un carácter mucho más fuerte.


Buen manejo del misterio detrás Bloody Rose 

Si algo ha tenido la serie durante estas dos temporadas es que han sabido ocultar de manera efectiva la identidad de sus asesinos y aunque en Summer School descifrar el misterio es más sencillo, lo cierto es que logran tenerte con dudas la mayor parte del tiempo. Logrando así que sea complicado que pienses abandonarla por la simple curiosidad que te genera lo que ocurre.


Continuidad inmediata

Fue una agradable sorpresa ver que la segunda temporada literalmente arranca justo donde se quedó Original Sin, lo cual vuelve muy sencillo el poder involucrarte de lleno nuevamente con la historia y los personajes. Además de que esto ayuda a que la aparición de una nueva amenaza no se sienta forzada y pueda tener una conexión lo suficientemente sólida con “A”.


 Episodios imperdibles:

(1) Chapter Eleven: Spookyspaghetti.com
(3) Chapter Thirteen: Sweet Sixteen
(6) Chapter Sixteen: Hell House
(8) Chapter Eighteen: Final Exam


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LO NEGATIVO

Pocas muertes… otra vez 

Un problema que se tuvo en la primera temporada y que desafortunadamente se volvió a presentar en esta segunda fueron las pocas muertes en pantalla, algo que sin duda termina afectando debido a que estamos hablando de una serie slasher.

Lo peor es que en esta ocasión ni siquiera existió una verdaderamente significativa provocada por Bloody Rose y solo se limitaron a matar personajes de poca importancia o vil relleno. 


La iglesia/culto 

En los primeros episodios parecía que la subtrama de Kelly con esta iglesia/culto tendría mucha importancia; sin embargo, conforme pasaban los episodios se fue perdiendo y en realidad terminó quedándose más que nada como una ridiculez cuyo principal propósito fue ser la vía para mandar un mensaje de tolerancia que no estuvo mal, pero definitivamente no era lo que se esperaba.

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Opinión final: Summer School es cumplidora. Una segunda temporada que solidifica la existencia de la serie sin demasiados cambios y con una idea clara sobre cómo quieren contar su historia, a pesar de que por momentos se puede caer en cosas absurdas o de corte muy adolescente que pueden fastidiar a más de uno. 

martes, 16 de julio de 2024

Crítica: MaXXXine (2024)

Película escrita y dirigida por Ti West (The Innkeepers, X). Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 5 de julio, recaudando hasta la fecha $14.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En el Hollywood de los años 80s, la estrella de filmes para adultos y aspirante actriz Maxine Minx (Mia Goth) finalmente obtiene el papel que tanto ha anhelado. Pero mientras un misterioso asesino serial pone de cabeza a la ciudad, un rastro de sangre amenaza con revelar su siniestro pasado.


Comentarios generales:

La trilogía de X debe de ser uno de los proyectos más peculiares que se hayan dado dentro del género en los últimos años, ya que se combinaron un estudio y un director con visiones/estilos poco amigables para el público mainstream con una apuesta que bien pudo haber fracasado desde un inicio. Sin embargo, ante todo pronóstico eso no sucedió e incluso logró captar miradas fuera de la burbuja de fans del cine de terror para poner a MaXXXine en una posición envidiable y que creo supo aprovechar lo mejor que pudo.

Esto porque para el cierre de su trilogía Ti West apostó por los excesos del Hollywood de los 80s esperando atraer más miradas y sobre todo para volver a las raíces slasher de “X”, pero bajo un enfoque distinto en el que Maxine se vuelve la víctima a pesar de que sigue siendo un personaje siniestro cuya única meta es volverse famosa a como dé lugar. Utilizando a la propia ciudad como un personaje más que la envuelve no solo en el ambiente de excesos que rodeaban la industria en ese entonces, sino también en un ambiente hostil en el que su pasado la alcanza por medio de un detective privado y un asesino serial que la van acorralando por medio de situaciones que la involucran directa o indirectamente.

Ocasionando así que la primera mitad de la película no sea tan brutal como uno esperaría, aunque afortunadamente nunca se vuelve aburrida y gracias a la atmósfera que se logra generar siempre existe una sensación de riesgo palpable que ayuda a magnificar el peligro que representa el asesino para nuestra protagonista. Quien poco a poco se empieza a desestabilizar mentalmente y se vuelve algo vulnerable, pero no al grado de dejarla como alguien débil para que así empiece a resolver sus problemas de la única manera que sabe y con ello incrementar la intensidad conforme se va entrando a la parte más violenta.

Llevándonos así a unos 20 minutos finales que sin duda generarán opiniones divididas porque, si bien contienen momentos de shock y sangre, lo cierto es que se siente un tanto forzado lo que ocurre. Tal vez no en cuanto a las motivaciones que hay detrás, sino más bien porque quien lo planea no es un personaje tan relevante para este punto y simplemente no logra proporcionar ese gran impacto que debería, provocando que el desenlace no sea el más memorable para el cierre de una trilogía.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Mia Goth vuelve a hacer un buen trabajo, no con un nivel de trastorno tan elevado como en Pearl, pero manteniendo una línea similar con un personaje más exótico como Maxine. Mientras que Kevin Bacon (John Labat) esta genial como secundario con un personaje exótico y patético que deja su huella.

En cuanto a producción contamos con una buena factura en general: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: MaXXXine me gustó. Buen cierre para la trilogía, aunque tal vez no sea tan controvertida como se esperaba.

Ojometro:
****

martes, 9 de julio de 2024

Crítica: In a Violent Nature (2024)

Película escrita y dirigida por Chris Nash (ABCs of Death 2). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de mayo, mientras que hizo lo propio en VOD el pasado 28 de junio; aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un relicario es removido de una torre de bomberos derrumbada en el bosque, el cadáver putrefacto de Johnny vuelve a la vida para recuperarlo. Desatando su furia contra un todo aquel que se le cruce en el camino mientras recuerda un brutal crimen que ocurrió 60 años atrás.


Comentarios generales:

Siempre he dicho que las altas expectativas pueden llegar a ser un arma de doble filo debido a que ponen un peso irreal sobre películas que probablemente no estén pensadas para ser algo tan grande, sobre todo cuando medios que no suelen cubrir cine de terror empiezan a ponerles atención. Siendo este el caso de In a Violent Nature, un slasher hecho y derecho que llamó muchísimo la atención por su concepto, inflando así una burbuja de expectativas que parecía imposible que pudiera llegar a cumplir y creo que ese ha sido el caso.

Y es que si bien lo presentado por Nash no lo encontré malo, lo cierto es que la manera de contar su historia resulta tan simple que por momentos da la impresión de que no está ocurriendo nada debido a que la estructura básica del slasher está ahí presente, pero al enfocarse completamente en el asesino todo lo que ocurre a su alrededor con el resto de los personajes es un tanto irrelevante. Lo cual provoca que la experiencia en general pueda llegar a ser pesada al tener que ver a Johnny caminar en el bosque por grandes lapsos mientras se te brinda determinada información sobre lo que le ocurrió en el pasado de manera un tanto superficial.

Algo que es mucho más marcado durante los primeros 20/25 minutos, aunque una vez que inicia la matanza las cosas cambian y se entra en una dinámica mucho más divertida; en especial porque cuando se trata de exhibir violencia en pantalla no se escatima en lo absoluto con los recursos. Presentando algunas muertes que aportan un nivel de impacto y sangre realmente elevado que llevan las acciones a terrenos más conocidos bajo una perspectiva que añade una sensación de crudeza extra por la frialdad con la que se expone la brutalidad de Johnny contra sus víctimas.

Desafortunadamente toda esa gran masacre que vemos no logra ser aprovechada debido a que la parte final es en verdad terrible. No solo porque nos desentendemos por completo de nuestro asesino, sino porque todo lo que ocurre en estos últimos 20 minutos no aporta absolutamente nada a la trama entre corridas por el bosque, diálogos sin sustancia y un cierre que trata de vender cierta sensación de paranoia de manera por demás deficiente.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, la naturaleza misma de la película no deja que se den interpretaciones llamativas y tampoco es que las necesite porque claramente el propósito de la película es enfocarse en el asesino (o más bien su espalda) y todo lo demás es hasta cierto punto irrelevante mientras se cumpla con lo más esencial.  

En cuanto a producción tenemos una muy buena factura: el trabajo de fotografía es genial (literalmente lo que hace interesante al filme), la dirección de arte resulta básica, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.  

Opinión final: In a Violent Nature me entretuvo. Propuesta original a la que le falta redondear mejor su idea, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
***

viernes, 31 de mayo de 2024

Crítica: Bloodline Killer (2024)

Película dirigida por Ante Novakovic, cuyo guión fue co-escrito por los hermanos Anthony y James Gaudioso. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Moira Cole (Shawnee Smith) trata de reconstruir su vida después de que su familia fuera asesinada por su trastornado primo cuando era joven. Ahora, varios años después, tanto ella como sus seres queridos se ven en peligro cuando este regresa bajo la identidad pública de Skulleton.


Comentarios generales:

A pesar de ser un subgénero explotado hasta el cansancio, siempre he pensado que el slasher tiene que seguir siendo una pieza fundamental del cine de terror por su capacidad de crear nuevos villanos cada determinado tiempo y por ello cuando sale uno nuevo con cierto potencial para iniciar una franquicia me genera mucha curiosidad. Situación que sin duda se dio con Bloodline Killer, pero al final las cosas no salieron como lo esperaba.

Ya que lo traído por Novakovic y los hermanos Gaudioso claramente tiene una marcada intención para ser una franquicia de nicho dentro del género; de hecho, su historia en general te hace recordar de cierto modo a “Halloween”. El problema es que aquí la forma en la que se expone la relación de Moira con el asesino es demasiado superficial en todo momento y eso conlleva a que la información relevante sea presentada bajo un desorden muy marcado que hace que te cueste trabajo el poder involucrarte de lleno con esta problemática familiar, hasta el punto de sentir que varios de los sucesos son demasiado random y sin un propósito claro.

Provocando con esto que la película tenga un ritmo poco atractivo que tampoco pueden sacudírselo añadiendo algunas muertes porque Skulleton cuenta con una presencia limitada en pantalla durante al menos unos 40 minutos, aunque cuando este empieza a tener más relevancia en la segunda mitad las cosas presentan una ligera mejoría. No solo por el hecho de que hay muertes (poco llamativas, pero las hay), sino porque con nuestro asesino más involucrado la paranoia de Moira con todo su entorno adquiere mayor sentido y en base a ello se logra generar algo de tensión para que la llegada a la parte final no resulte tan descafeinada.

Lo cual se agradece porque al menos es aquí cuando el nivel de intensidad se incrementa y eso hace que la falta de profundización quede un poco de lado. Dejando un cierre que es la mayor muestra del peligro que representa Skulleton, aunque al estar completamente pensado para dejar todo abierto para una eventual secuela lo ocurrido te genera más indiferencia que otra cosa.

De las actuaciones hay que decir que no son lo mejor a pesar de tener un elenco con experiencia, lo cual dice mucho de la pobre labor de dirección en términos generales. Siendo Shawnee Smith la única que más o menos trata de ofrecer algo que se salga de la mediocridad, incluso si eso significa caer un poco en lo exagerado.

Y en cuanto a producción, la factura es decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es poco llamativa, el score no está mal, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Bloodline Killer es decepcionante. Uno de esos casos en donde la buena idea está ahí, pero no sale como se espera.  

Ojometro:
**

viernes, 17 de mayo de 2024

Crítica: Founders Day (2024)

Película dirigida por Erik Bloomquist (She Came from the Woods), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Carson Bloomquist. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero y en VOD el pasado 7 de mayo; mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 4 de junio.

Sinopsis:

Un pequeño pueblo se ve sacudido por una serie de brutales asesinatos en los días previos a las acaloradas elecciones para nombrar al nuevo alcalde.


Comentarios generales:

Es innegable que cualquier slasher comparte similitudes con muchos otros que hemos visto a lo largo de las décadas, pero en el caso de Founders Day era inevitable que no se te viniera a la mente la comparación con “Thanksgiving”. Al inicio más que nada por la cercanía en los estrenos de ambas producciones, pero después de verla queda claro que tienen más cosas en común de lo que se piensa y aún así los resultados son muy diferentes.

Y es que lo presentado por Bloomquist apuesta más que nada a la cantidad y desde muy temprano deja en claro que nos va a bombardear de personajes sin importar su relevancia dentro de la historia para tratar de mantener el abanico de sospechosos lo más amplio que se pueda y así evitar que la simpleza que hay detrás sea un problema. Lo cual en cierto modo resulta efectivo porque eso, al combinarlo con el elemento político que viene integrado, proporciona varios distractores durante el primer acto que indudablemente sirven en la búsqueda de generar conflictos dentro del pueblo que ayuden a plantar dudas razonables sobre la identidad del asesino.

Sin embargo, cuando llegamos a la mitad de la película ocurre algo en particular que cambia por completo las cosas y si bien eso añade frescura, lo cierto es que a partir de aquí es cuando empiezan los problemas. No tanto por la carencia de muertes en pantalla o porque perjudique el ritmo, sino porque en este punto es obvio que no existe demasiada cohesión en lo que ocurre para desarrollar el misterio detrás de los asesinatos y eso poco a poco va provocando que la película caiga en terrenos en los que no te importa demasiado lo que le ocurre a las víctimas ante la ausencia de situaciones de verdadero impacto tanto a nivel visual como en lo narrativo.  

Algo que para nuestra buena suerte logran corregir durante la parte final por medio de un par de sorpresas que la hacen mucho más entretenida de lo que esperarías. Tal vez con cierto nivel de predictibilidad en ciertos detalles, pero utilizando el elemento político de una forma adecuada para proporcionar un desenlace sólido que encaje a la perfección con este.  

En cuanto a las actuaciones hay que decir que todas están decentes. Con Naomi Grace (Allison), siendo la que más tiempo en pantalla recibe y con un grupo de secundarios demasiado extenso que por eso mismo no puede contar con demasiada exposición para dejarnos algo más interesante en este rubro.  

Mientras que en producción tenemos una buena factura para tratarse de una producción independiente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada especial, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Founders Day está aceptable. Un slasher para pasar el rato con cosas que funcionan y otras que no tanto.

Ojometro:
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viernes, 26 de abril de 2024

Crítica: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 (2024)

Secuela dirigida nuevamente por Rhys Frake-Waterfield, quien comparte créditos como co-escritor del guion junto a Matt Leslie. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de marzo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 18 de abril; recaudando hasta la fecha $670,778 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Hartos de vivir en las sombras, Pooh, Piglet, Owl y Tiger llevan su batalla al siguiente nivel con el propósito de aterrorizar al pueblo de Ashdown. Donde dejarán un rastro de violencia y sangre como nunca antes se había visto.


Comentarios generales:

Para bien o para mal la primera Blood and Honey fue un éxito comercial y abrió la puerta para que proyectos basados en personajes del dominio público se popularizaran dentro del género de terror. Sin embargo, la simple travesura parecía no ser suficiente con esta franquicia y su creador presentó un peculiar universo cinematográfico (Poohniverse) que promete algo por lo menos más elaborado y con Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 podemos notar los primeros pasos.

Y es que Rhys Frake-Waterfield nos trae una historia que en esencia no es tan diferente a la anterior, pero ahora si se esfuerza por tratar de añadirle trasfondo a esta idea hilarante utilizando de manera más predominante a Christopher Robin al mostrarnos las consecuencias de la masacre que vivió y todos los traumas que esto le dejó. Obvio sin sacrificar la presencia de Pooh y compañía, quienes siguen apareciendo de forma constante en pantalla realizando acciones brutales pensadas para tratar de justificar su animadversión hacía los humanos, mientras al mismo tiempo son la vía ideal para presumir el evidente incremento en el presupuesto.

Aunque una vez pasados los primeros 30 minutos resulta evidente que el director tiene problemas al momento de encontrar un balance adecuado para ambas cosas y poco a poco se va entrando en una dinámica en la que todo lo que involucra el pasado de Christopher Robin se siente demasiado rebuscado, quitándole gracia a las cosas y haciendo por momentos que el ritmo sea pesado. Algo que pretenden solucionar mostrando muertes aleatorias cada vez más gráficas y sacándose de la manga una historia de origen demasiado absurda incluso para estos estándares, lo cual podría parecer un error, pero la realidad es que conforme todo se vuelve más ridículo tenemos mejores resultados y eso queda evidenciado en la parte final.

Una que básicamente se sustenta en una gran masacre que cumple a la perfección su propósito de proporcionar impacto visual y darle mayor protagonismo al desquiciado de Tiger. Dejándonos así ante un desenlace con la fuerza suficiente para que el enfrentamiento decisivo tenga un poco más de emoción y su resolución no se sienta tan vacía como ocurrió el año pasado.  

En cuanto a las actuaciones hay un ligero pasó adelante en comparación a la entrega anterior, pero siguen sin ser las mejores. Mientras que en producción es donde si se nota una gran diferencia en cuanto al presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no está mal, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos (en su mayoría prácticos) están bien hechos y la labor de maquillaje es bastante buena.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Winnie-The-Pooh: Blood and Honey 2 está ok. Una mejora con respecto a la primera entrega para ver cuando no tengan otra cosa más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 19 de abril de 2024

Crítica: Camp Pleasant Lake (2024)

Película escrita y dirigida por Thomas Walton. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un matrimonio le inyecta vida a un viejo campamento como atracción para los amantes del terror, aprovechando una tragedia del pasado que lleva 20 años sin resolverse. Pero todo sale mal cuando extraños sucesos tienen lugar y las victimas empiezan a acumularse.


Comentarios generales:

Honestamente cuando vi el trailer de Camp Pleasant Lake supe de inmediato que iba a ser uno de esos slashers que le han generado tan mala fama a dicho subgénero; sin embargo, como suelo hacerlo con todas las películas que veo, decidí darle el beneficio de la duda. Aunque no me esperaba que el resultado fuera tan desastroso como lo terminó siendo.

Y es que lo traído por Walton básicamente cava su propia tumba desde los primeros minutos al acabar con el único requisito fundamental para que este tipo de trabajos logren mantener el interés del espectador, ósea… ocultar la identidad del asesino el mayor tiempo que sea posible. Evidentemente no mostrándola de manera tan explicita pero cualquiera con la más mínima capacidad de atención sabrá quién será asesino sin esfuerzo alguno y por lo consiguiente puede descifrar hacía donde irán las cosas desde muy temprano, convirtiendo así en una pesadilla el poder elaborar una historia que por sí misma da muchos tumbos al momento de querer encontrar cierta identidad.

Ya que a pesar de que con el paso de los minutos pretenden establecer algo más o menos serio sustentándose en la tragedia del pasado, lo cierto es que esto lo mezclan con una clase de humor involuntario que jamás permite desarrollar la masacre de una manera entretenida. Simplemente todo lo que ocurre se siente muy aleatorio y lo que debería de ser algo lleno violencia se termina convirtiendo en un ciclo repetitivo de apuñalamiento demasiado aburrido que, para empeorar las cosas, tiene que lidiar con el hecho de que las mayoría de las víctimas no son actores profesionales y gracias a ello ninguna de las muertes logra tener algún tipo de impacto significativo que añada fuerza a la trama.

Dejando con esto una parte final en la que se trata de presentar un poco más de caos para incrementar la sensación de locura y disimular la desabrida revelación del asesino con resultados bastante pobres que solo vuelven incoherente el desenlace. Además de que la mayoría de las respuestas a cosas fundamentales se dan fuera de cámara o de plano nunca llegan.

Sobre las actuaciones hay que mencionar que la gran mayoría de quienes mueren en pantalla son fans que cooperaron en la financiación de la película y es muy obvio que no tienen ningún tipo de background en actuación. Mientras que los actores profesionales tampoco tienen muchas cosas para destacar.

En cuanto a producción, se nota el limitadísimo presupuesto: el trabajo de fotografía es cumplidor, la dirección de arte deja mucho que desear, el score es genérico, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos no están tan mal y la labor de maquillaje no presenta nada memorable.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Camp Pleasant Lake es muy mala. Uno de esos claros ejemplos de todo lo que puede estar mal en un slasher.

Ojometro:
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