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jueves, 31 de julio de 2025

Crítica: Hell of a Summer (2025)

Película dirigida por Billy Bryk y Finn Wolfhard, quienes también comparten créditos como los co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 8 de julio.

Sinopsis:

Jason Hochberg (Fred Hechinger) es un consejero de 24 años a quien le encanta regresar al campamento de verano cada año, aunque en esta ocasión empieza a dudar sobre su decisión al no poder conectar con el resto del equipo y por tener que lidiar con un asesino que los está matando uno por uno.


Comentarios generales:

Hacer una comedia teniendo el slasher como base no es algo precisamente innovador, pero es un buen punto de partida para cualquier director joven que quiera experimentar con el cine de terror en una época en la que ya todo se mezcla. Lo malo es que muchas veces esta combinación en particular suele ser un tanto incomprendida y se piensa que con cualquier tipo de humor se puede lograr algo destacado, lo cual Hell of a Summer demuestra que no es así.

Ya que lo presentado por Bryk y Wolfhard carece de gracia desde el inicio y jamás son lo suficientemente capaces para corregir sobre la marcha una historia que depende mucho de la efectividad del humor, sobre todo porque tampoco es que exista un complemento visual que pueda disimular un poco dicha carencia. Especialmente durante un primer acto que, salvo por la introducción, no presenta nada violento y se sustenta en la dinámica de un grupo de consejeros cuyo comportamiento se vuelve desesperante de manera rápida ante lo ridículos que son los estereotipos presentados.

Volviendo esto aburrido gracias a lo poco relevante que ocurre en pantalla y que, para empeorar las cosas, tampoco cambia demasiado una vez que el asesino entra en acción debido a que se le sigue dando prioridad a la comedia de pobre calidad incluso en los momentos que deberían de proporcionar un poco más de fuerza a las acciones. No solo por el hecho de que la mayoría de las muertes son demasiado básicas en su presentación, sino porque la manera de ir generando dudas y conflictos entre los personajes también gira alrededor de situaciones que pierden cualquier clase de impacto por lo absurdas que resultan; especialmente durante la revelación de la identidad del asesino.

Dejando así una parte final en la que se trata de generar mayor intensidad para que al menos la sensación de peligro sea palpable, situación que logran por algunos instantes; sin embargo, la manera en la que se resuelve el problema es demasiado simple y eso provoca que el cierre carezca del impacto que debería de tener.  

Sobre las actuaciones no diría que son terribles ni nada por el estilo, pero el humor tan bobo que se maneja termina afectando mucho las interpretaciones y la mayoría de los personajes te resultan muy odiosos en distintas escalas.

Mientras que en producción tenemos una factura que en general es de un nivel aceptable: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.  

Opinión final: Hell of a Summer es mediocre. Un slasher pobre que no aporta nada nuevo o divertido al subgénero.

Ojometro:
**

viernes, 31 de enero de 2025

Crítica: Bloody Axe Wound (2024)

Película escrita y dirigida por Matthew John Lawrence (Uncle Peckerhead). Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de diciembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En el pequeño pueblo de Clover Falls una serie de asesinatos reales han sido puestos en películas y vendidos en la tienda del padre de Abbie (Sari Arambulo) durante décadas. Aunque conforme ella va aprendiendo más sobre el negocio y las victimas, poco a poco empezará a creer que probablemente es momento de utilizar un nuevo enfoque.


Comentarios generales:

No diría que es algo nuevo, pero sin duda nos encontramos en una época en la que algunos slasher están empezando a voltear hacía un público más joven con ideas que para muchos fans de mayor edad pueden no resultar del todo atractivas. Simplemente es parte de un ciclo que cada determinado tiempo se repite por cuestiones lógicas y hay que aceptarlo como tal, así que realmente Bloody Axe Wound puede que no sea para todo el mundo.

Lo cual no significa que lo presentado por Matthew John Lawrence me haya parecido malo; de hecho, cuenta con cosas entretenidas en su búsqueda por burlarse de los clichés plenamente establecidos del slasher que le dan un aire de originalidad a esta historia. Todo por medio de una dinámica entre padre e hija que durante el primer acto se encarga de establecer el hecho de que ambos no son muy diferentes en cuanto a su gusto por matar personas y a partir de esto profundizar sobre una relación que básicamente se sustenta en el deseo de Abbie de mantener la tradición familiar, logrando así que desde temprano existan situaciones con una buena dosis de sangre que hacen que el ritmo sea bastante agradable.

Lo malo es que una vez pasada esta novedad inicial las cosas poco a poco empiezan a caer en lo convencional justo cuando nuestra protagonista se involucra más en la vida escolar, donde nuevamente nos encontramos con muchos clichés, pero sin que estos resulten interesantes dado a que solo llevan a un tipo de comedia juvenil poco efectiva. No como para volver esto algo aburrido, aunque si para que el concepto inicial vaya difuminándose lentamente y las cosas se vuelvan demasiado predecibles en su ejecución; además de que el cambio de sentimiento por parte de Abbie hacia sus víctimas se siente un tanto forzado.

Haciendo con esto que el peso emocional no sea suficiente como para que realmente te importe mucho lo que les pueda llegar a ocurrir; sin embargo, a pesar de dicho problema la parte final se las arregla para ser entretenida. Más que nada porque el conflicto familiar brinda algunos momentos divertidos en los que la violencia es parte central y gracias a ello el desenlace no se siente tan blando.

Las actuaciones está bien con una Sari Arambulo que hace un trabajo correcto al pasar de ser una potencial asesina a una chica que comprende que sus víctimas son más que simples costales de carne que merecen morir. Mientras que Billy Burke (Roger Bladecut) logra tener unos momentos interesantes como el asesino serial que sigue absolutamente todos los clichés.

En cuanto a producción no es de alto presupuesto, pero ofrece buenas cosas: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score resulta a agradable, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta de buen nivel.  

Opinión final: Bloody Axe Wound está ok. Película con una idea curiosa para perder el tiempo y soltar alguna que otra risa.

Ojometro:
***

martes, 14 de enero de 2025

Crítica: Y2K (2024)

Película dirigida por Kyle Mooney, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Evan Winter. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de diciembre, mientras que su salida en VOD se dio el día 24 del mismo mes.

Sinopsis:

Dos donnadies de la escuela preparatoria deciden asistir a la última celebración antes de que inicie el nuevo milenio en la víspera del año nuevo de 1999. Aunque la noche se volverá todavía más loca de lo que hubieran imaginado cuando el reloj marque la media noche.


Comentarios generales:

Recrear las décadas pasadas es algo común en la industria del cine y justo estamos entrando en el periodo en el que los 2000s empiezan a ser traídos de vuelta, algo que personalmente me llama la atención dado a que fue la época en la que viví mi adolescencia y por ello la tengo mucho más marcada en mi memoria. Situación que hacía que Y2K me generara mayor curiosidad de la habitual a pesar de que se veía como una de esas propuestas absurdas sin nada interesante, lo cual en gran parte es cierto, pero no es tan mala como pensaba que sería. 

Ya que lo traído por Mooney es una historia que maneja un humor que puede llegar a fastidiar a más de uno en su propósito de exagerar los comportamientos adolescentes de la época, haciendo que el primer acto sea difícil de digerir. Sobre todo porque el mayor atractivo en esta parte es ver cuales situaciones del pasado logran representar de la manera más fidedigna posible y básicamente no existe ningún tipo de referencia a la paranoia que existió en su momento por el error que causaría la catástrofe informática, convirtiendo esto en una comedia adolescente como cualquier otra que tiene sus momentos de gracia esporádicos.

Algo que cambia una vez que empieza la revolución de la tecnología dado a que con ello llega el caos por medio de situaciones que rayan en lo ridículo, pero que precisamente por eso mismo terminan siendo disfrutables dado a que ayudan a establecer que absolutamente todo es posible. Brindándole así un ritmo un poco más ágil a las acciones y un nivel de violencia suficiente como para que la amenaza resulte de consideración; sin embargo, también hay que mencionar que dicha ridiculez con el pasar de los minutos resulta en un arma de doble filo debido a que, así como hay cosas que funcionan, igualmente hay otras que no y eso provoca que en determinado momento sientas que lo visto en pantalla no lleva a ningún lado.

Y en gran medida así es, aunque debo de decir que la parte final me pareció entretenida y mucho de eso se debe a que integran a la dinámica al vocalista de una banda de Nu metal para resaltar algo que incluso en aquellos años generaba polémica y cierto rechazo. Lo cual probablemente funcionará de mejor manera con quienes crecieron siendo fans de dicha banda o género musical (como es mi caso), pero en general esto hace que el desenlace no resulte tan genérico.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir, la mayoría sirve su propósito en base a estereotipos y comedia muy simplona; aunque Julian Dennison (Danny) tiene algunos momentos que te pueden sacar la carcajada. Mientras que en producción se nota que el presupuesto no fue tan robusto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta. 

Opinión final: Y2K está pasable. Película absurda del montón, pero que tiene algunas cosas que pueden hacerte reír un rato.

Ojometro:
***

martes, 3 de diciembre de 2024

Crítica: Street Trash (2024)

Remake dirigido por Ryan Kruger, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a James C. Williamson. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de noviembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de indigentes rebeldes deben de pelear para sobrevivir cuando descubren un macabro plan del gobierno para exterminar a cada indigente de la ciudad.


Comentarios generales:

Los remakes son algo inevitable dentro de la industria del cine y lo seguirán siendo por muchos años más, así que ya no soy tan negativo ante estos como ocurría hace 15 o 20 años atrás. Sin embargo, incluso para hacer uno creo que se debe de tener cierta conciencia del interés que puede llegar a generar y por eso siempre me parece extraño que se elijan películas de culto de los 80s que para muchas personas son totalmente desconocidas, simplemente es un riesgo muy grande; en especial si cambias cosas del material original como ocurre con Street Trash.

Y es que si bien lo traído por Kruger es un remake que también funciona vagamente como secuela, lo cierto es que toda la sátira política/social desaparece casi por completo y el humor negro se ve suplantado por una comedia barata que pareciera haber sido escrita por adolescentes. Teniendo como base a un grupo de indigentes extravagantes que durante los primeros minutos más o menos logran que dicho humor tan pobre sea digerible dado a que las peculiaridades y la evidente locura de cada uno de ellos hacen que lo malo parezca algo intencional, pero con el pasar de los minutos queda claro que no es así.

Provocando con esto que poco a poco las cosas vayan cayendo en una dinámica bastante fastidiosa en la que la única salvación son las escenas de muertes, las cuales ciertamente son atractivas a nivel visual gracias a los efectos prácticos. Lo malo es que estas se dan de manera esporádica y ninguna tiene un peso significativo en la historia sino hasta mucho más tarde, generando que lo que ocurre en pantalla resulte insípido ante la carencia de un conflicto constante que pueda ir incrementando las tensiones entre ambos bandos y con ello se pueda construir algo mucho más épico durante la parte final.

Una que sin duda es lo más entretenido del filme debido a que es aquí donde por fin se deciden a que sea el caos lo que dicte el rumbo de las acciones y eso lleva a algunos de los momentos más efectivos en cuanto a la violencia se refiere. Aunque también es cierto que la falta de sustancia previa hace que el desenlace no tenga demasiada importancia y al final te quedes con una fuerte sensación de indiferencia.  

Sobre las actuaciones diría que funcionan hasta cierto punto tomando en cuenta el humor absurdo con el que tienen que trabajar y la química del grupo como tal no está tan mal. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es básica, el score es un tanto genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos prácticos están muy bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Street Trash es mediocre. Remake con un humor poco efectivo que difícilmente llegará a ser algo más que una simple curiosidad.

Ojometro:
**

viernes, 8 de noviembre de 2024

Crítica: Carved (2024)

Película dirigida por Justin Harding, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Cheryl Meyer. Se estrenó el pasado 21 de octubre en Hulu dentro de los Estados Unidos y Disney+ en otros mercados.

Sinopsis:

Un grupo de sobrevivientes se encuentra atrapado en una recreación histórica de un pueblo en Halloween, donde tendrán que unirse para luchar contra una sensible y vengativa calabaza.


Comentarios generales:

Este año los servicios de streaming tuvieron una oferta para Halloween bastante discreta en comparación a años anteriores y Hulu no fue la excepción con su famoso Huluween, aunque de todos fue probablemente el que diseñó la estrategia más interesante. Dejando de lado la cantidad y enfocándose más en un puñado de propuestas que resaltaran por su extravagancia, lo cual vimos primero con “Mr. Crocket” y ahora con Carved.

Ya que lo traído por Harding en ningún momento trata de ocultar el hecho de que es una historia absurda y desde temprano establece la violencia que veremos por medio de esta calabaza asesina sin que se tenga que perder mucho tiempo en introducciones de personajes que, en su mayoría, solo servirán como sacos de carne. Brindando así una primera media hora caótica en la que ciertamente todo es muy simple, pero eso no afecta el propósito general de hacer lucir a la amenaza como algo brutal a pesar de lo ridículo que puede resultar su accionar o el detonante de toda su ira.

Llevándonos así a una dinámica en la que hay algunas cosas que funcionan y otras que no, sobre todo cuando se trata de establecer un poco de humor que no termina por sentirse tan bien integrado en determinadas situaciones. Aunque más allá de eso la película fluye de manera agradable y el director se las ingenia para mantener al grupo de sobrevivientes lo suficientemente activos como para que el conflicto no se sienta demasiado cargado hacía un solo lado, logrando con esto que existan pocos puntos muertos y con ello la masacre pueda sostenerse el tiempo necesario sin que parezca que las cosas están siendo alargadas sin razón hasta llegar a la parte final.

La cual es efectiva en lo que presenta al lograr generar algo de tensión y al exagerar todavía más toda la cuestión de la calabaza mutante al introducir lo que termina siendo su punto débil. Emparejando así la balanza de manera divertida para dejarnos ante un desenlace que no es precisamente espectacular, pero hace lo que debe para que el cierre deje más sensaciones positivas que negativas.

En cuanto a las actuaciones no hay mucho que decir, son cumplidoras y nada más. Mientras que en la producción tenemos algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía no es el más lúcido, la dirección de arte cumple, el score es genérico, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje discreta.  

Opinión final: Carved está pasable. Película para desconectar tu cerebro y disfrutar un día en el que no tengas otra cosa más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 13 de septiembre de 2024

Crítica: We Are Zombies (2024)

Película dirigida por Yoann-Karl Whissell, François Simard y Anouk Whissell, quienes también comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de julio, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 27 de septiembre.

Sinopsis:

En una ciudad infestada de zombies no caníbales, tres holgazanes que se encuentran en búsqueda de dinero fácil tienen que pelear contra unos delincuentes de poca monta y una malvada corporación para poder salvar a su abuela secuestrada.


Comentarios generales:

Si bien tengo conocimiento del cómic (The Zombies That Ate the World), la verdad es que nunca lo he leído y por ello esta adaptación no me generaba demasiado interés. Sin embargo, su anuncio emocionó a varias personas que conozco y por lo consiguiente eso fue incrementando mi curiosidad, sobre todo porque las comedias de zombies casi siempre significan que voy a pasar un buen rato y con We Are Zombies no fue la excepción.

Y es que lo presentado por esta tercia de directores ciertamente se siente fresco en su manera de utilizar a los zombies, más allá de que la historia nunca termina por explotar la premisa a su máxima capacidad al auto-restringirse en la manera de mostrar cómo son tratados por los humanos. Apostando más bien por una amistad entre los tres protagonistas que pueda generar momentos graciosos y mucha empatía hacía ellos desde los primeros minutos mostrándonos como sus vidas son incluso más patéticas que la de aquellos que ya están muertos, siendo la vía perfecta para ir revelando cómo la humanidad se ha tenido que ir adaptando a su nueva realidad sin que todos estén precisamente de acuerdo con ello.  

Brindándole así un toque de ligereza que funciona, pero lo cierto es que el humor manejado por varios momentos puede resultar un tanto bobo y eso hace que determinadas situaciones no terminen siendo tan efectivas; en especial cuando se trata de profundizar sobre el tema de la corporación y el conflicto interno existente. Además el hecho de que los propios zombies tengan un rol secundario durante los primeros dos actos es algo que se empieza a resentir con el pasar de los minutos gracias a las pocas dosis de violencia y sangre que eso significa, no tanto como para volver la experiencia aburrida, aunque si hace que la dinámica se sienta monótona hasta que llega la parte final.

Una que afortunadamente logra recomponer ese problema y se atreve a elevar el nivel de violencia de golpe, proporcionándonos así unos minutos en los que se logra encontrar el equilibrio perfecto del humor con el gore para llevarnos a un desenlace lleno de caos que se va a la segura en cuanto a su resolución, sin que esto sea algo precisamente negativo.

Las actuaciones están bien, tal vez por momentos rayan en lo caricaturesco pero en términos generales cumplen con su propósito principal. Mientras que en producción hay cosas interesantes: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no está mal, el score no resalta, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: We Are Zombies está entretenida. Comedia de zombies para pasar el rato y no mucho más.

Ojometro:
*** 

martes, 10 de septiembre de 2024

Crítica: Beetlejuice Beetlejuice (2024)

Secuela del clásico de 1988 dirigida por Tim Burton, cuyo guión fue co-escrito por Alfred Gough y Miles Millar. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos (así como en otros mercados) los pasados 5 y 6 de septiembre, recaudando hasta la fecha $145.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de sufrir una trágica pérdida, tres generaciones de la familia Deetz regresan a la casa en Winter River. Aunque todo se vuelve un caos cuando Astrid (Jenna Ortega) entra por accidente al mundo de los muertos y obliga a Lydia (Winona Ryder) a tener que pedirle ayuda a Beetlejuice (Michael Keaton) para traer a su hija de vuelta.


Comentarios generales:

“Beetlejuice” es una de esas películas con las que todo se alineó para que fuera un éxito total a finales de los 80s, pero salvo por su subsecuente caricatura nunca fue vista como una posible franquicia que se pudiera explotar de manera importante. Sin embargo, conforme pasó el tiempo fue quedando claro que el personaje era uno de esos eternos que jamás iban a desaparecer de la memoria colectiva y un regreso que parecía imposible finalmente se materializó con una secuela que logra darle un segundo aire de manera efectiva.

Y es que Tim Burton nos trae una película concebida totalmente para divertir al público apelando a la nostalgia sin abusar de esta y, sobre todo, apostando por un caos narrativo que le permita exponer a la mayor cantidad de personajes posibles sin importar que esto ponga en predicamentos la cohesión de la historia principal con el resto de las subtramas. Algo que es notorio durante un primer acto en el que se tienen que establecer varias caras nuevas al grado de que por momentos parece que Lydia y Beetlejuice son personajes secundarios, aunque esto en general no afecta demasiado gracias a la forma en la que se muestra cómo las tres mujeres Deetz lidian con la muerte y el humor que se inyecta alrededor de su conflictiva relación familiar.

Ante esto el inicio puede resultar algo lento, pero una vez que entra más en juego Beetlejuice las cosas se agilizan y el ritmo solo va en aumento cuando el tema sobrenatural empieza a tomar el mando conforme se va alternando lo que ocurre en el mundo de los vivos con el de los muertos. Llevándonos no solo a un viaje visual increíble, sino también a situaciones que empiezan a esclarecer las problemáticas principales y proporcionan una dinámica que hace que algunas cuestiones cuyo nivel de importancia parecía mayor sean resueltas de manera sorpresivamente rápida para abrirle el camino a la irreverencia total con nuestro bio-exorcista favorito.

Logrando así varios momentos divertidos que exponen a Beetlejuice como el cabronazo sin escrúpulos de siempre y eso ayuda a construir una parte final que, a pesar de todo, logra amalgamar las subtramas restantes para que sean resueltas al mismo tiempo teniéndolo a él como el engranaje principal. Dejándonos un desenlace que definitivamente es lo más peculiar del filme y que abre la posibilidad de que esto no sea lo último que veamos.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que sin duda son estas las que sostienen a la película y hacen que sea efectiva incluso con el caos mencionado. Con un Michael Keaton que pareciera que nunca dejó de interpretar al personaje durante todo este tiempo y con una excelente Catherine O'Hara (Delia Deetz) que por grandes lapsos opaca a Winona Ryder y a Jenna Ortega con un personaje que rivaliza con el propio demonio en cuanto al nivel de excentricidad.

Sobre la producción nos encontramos con una factura de alto calibre: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte excelente, el score es genial, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son una buena mezcla de prácticos/CGI y la labor de maquillaje es estupenda.

Opinión final: Beetlejuice Beetlejuice me gustó. Película divertida con las dosis de extravagancia y nostalgia necesarias para pasar un rato agradable.

Ojometro:
****

viernes, 6 de septiembre de 2024

Crítica: Hell Hole (2024)

Película dirigida por John Adams y Toby Poser, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Lulu Adams. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Mientras se encuentran trabajando en Serbia, un equipo de extracción estadounidense descubre con vida a un soldado francés de las épocas de Napoleón. Aunque no viene solo, sino que su cuerpo es el anfitrión de un peligroso parasito.   


Comentarios generales:

El humor negro dentro del cine de terror no es algo extraño, pero suele ser difícil manejarlo de manera efectiva sin caer en los clichés habituales y por ello mismo pocas películas trascienden más allá de la simple novedad. Y en el caso de Hell Hole todo indicaba que ese sería su destino dado a que el trailer no mostraba nada particularmente llamativo, aunque el resultado ha sido mucho más mediocre de lo esperado.

Ya que lo traído por Adams y Poser nunca parece tener una idea bien definida sobre lo que quiere lograr al contarnos una historia que siempre se queda a medias en cuanto al humor negro y jamás explota como debería en el lado de película de monstruos. Ocasionando con esto que desde el primer acto sea complejo involucrarte de lleno con la potencial situación de riesgo dado a que el grupo de personajes no es muy carismático y también porque el tema del parasito se expone de una manera poco creativa, al grado de que su peculiar forma de introducirse en sus víctimas solo queda como una mera curiosidad y no como un recurso con el cual se puedan construir momentos divertidos que lleven al caos.

Algo que más o menos tratan de corregir durante el segundo acto al añadir escenas un poco más sangrientas para generar impacto, lo malo es que esto solo tiene un tiempo de efectividad limitado y una vez que pasa dicha novedad se vuelve a caer en una dinámica aburrida en la que se pretende vender un conflicto entre bandos que no lleva a ningún lado. Entrando así en un ciclo repetitivo que nunca es capaz de elevar el nivel de intensidad y por lo mismo hace que la sensación de peligro vaya disminuyendo debido a que realmente no hay demasiada acción que pueda maquillar lo poco que ocurre en pantalla con respecto a la amenaza.  

Y esto se incrementa aún más durante una parte final en donde claramente se aceleran de golpe las acciones para no tener que dar demasiadas explicaciones, esperando a que con un par de diálogos científicos sea más que suficiente para solventar este problema y dejarnos ante un cierre que no solo carece de emociones, sino que se siente totalmente vacío.

Las actuaciones son mediocres y mucho de eso se debe a la poca claridad con la que se aborda la temática, lo cual deja a todo el elenco en una posición en la que no saben realmente hacía donde llevar sus interpretaciones. Mientras que en producción tenemos una factura con poco para destacar: el trabajo de fotografía es aceptable, la dirección de arte es pobre, cuenta con un score genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos están ok y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Hell Hole es decepcionante. Película llena de dudas que pasará al olvidó en un par de semanas.

Ojometro:
** 

viernes, 2 de agosto de 2024

Crítica: Pee Nak 4 (2024)

Producción tailandesa dirigida por Phontharis Chotkijsadarsopon. Se estrenó en cines dentro de Tailandia durante el mes de febrero, mientras que en varias partes del mundo hizo lo propio directamente en Netflix.

Sinopsis:

Tres amigos se encuentran investigando un antiguo templo localizado a las afueras de la ciudad. Sin embargo, este guarda una leyenda aterradora: cualquiera que desee ordenarse ahí como monje quedará maldito.


Comentarios generales:

En algún punto escuché sobre las películas de Pee Nak, pero la realidad es que nunca llamaron mi atención y las dejé pasar. Sin embargo, ante la facilidad de poder ver esta cuarta entrega gracias a Netflix decidí darle una oportunidad a la franquicia debido a que por algo sigue en pie, simplemente era un buen momento para hacerlo; aunque al final lo que aprendí es que es poco probable que vuelva a ver otra de sus entregas.

Ya que lo presentado por Chotkijsadarsopon es una comedia de terror que desde los primeros cinco minutos pondrá a prueba tu paciencia por el humor que maneja, el cual es demasiado simplón y no se acopla para nada con el drama que va adherido a la leyenda. Provocando con esto que básicamente se sienta como si estuvieras viendo dos películas distintas que se intercalan una a la otra y por lo mismo no es sencillo que las acciones puedan tener un ritmo fluido porque siempre existe un cambio brusco con respecto a la dinámica, haciendo que sea complicado el poder involucrarte de lleno con la historia del templo que se supone tiene un mayor peso.

La cual se te va contando de forma muy cortada y con poco tiempo para que la tragedia logre tener un factor emocional decente como para que se puedan construir momentos interesantes con algo de fuerza. Y lo peor es que los pocos que más o menos logran serlo se terminan perdiendo entre segmentos de comedia que no solo es que no aporten nada, sino es que además se vuelven cansinos ante la repetitividad que manejan.

Situación que hace de la transición del segundo acto a la parte final sea sumamente pesada, esto a pesar de que se empiezan a añadir elementos un poco más fantasiosos con el propósito de hacer del desenlace algo más espectacular. Aunque en realidad, si bien se puede decir que es lo mejorcito del filme, lo cierto es que este nunca logra alcanzar un nivel de intensidad necesaria como para dejar una sensación positiva a largo plazo.

Las actuaciones son muy malas, algunas rayando en lo ridículo justificándose en la comedia y las que tratan de ser más serias son extremadamente planas. Mientras que en producción las cosas no están tan mal: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es simple, el score genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos son de baja calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Pee Nak 4 es mala. Comedia de pobre calidad que tal vez solo sea apta para aquellos que tienen más conocimiento de la franquicia.

Ojometro:
**

viernes, 28 de junio de 2024

Crítica: A Most Atrocious Thing (2024)

Película escrita y dirigida por Christian Hurley y Ben Oliphint, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Dylan DeVol. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados Unidos durante el mes abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 7 de mayo.

Sinopsis:

Ben (Ben Oliphint), Dylan (Dylan DeVol) y un grupo de amigos realizan un viaje de graduación a una cabaña remota en donde piensan beber, cazar y beber un poco más. Sin embargo, cuando consumen carne de ciervo contaminada, varios de ellos se empiezan a transformar en zombies demoniacos que solo quieren destruir al grupo.


Comentarios generales:

Por lo regular es fácil el poder identificar con solo el trailer cuando una película no se toma tan en serio y por lo consiguiente uno como espectador sabe establecer sus expectativas en base a eso, siendo este el caso con A Most Atrocious Thing. Un trabajo que en el papel suponía algo hilarante para pasar un buen rato, pero que se queda demasiado corto en dicho propósito.

Esto porque lo traído por Hurley y Oliphint es una comedia de terror serie b que no sabe cómo medir el nivel de absurdez que muestra en pantalla y eso provoca que una historia demasiado simple como esta no pueda tener la suficiente sustancia para darle un rumbo interesante, dejándola solo como una curiosidad que por obra de la casualidad tiene que ver con zombies.

Ante esto los primeros 35 minutos son bastante olvidables, llenos de un humor bobo y con avances muy tímidos en el desarrollo; siendo la aparición de una marioneta de ciervo lo único que resalta. Aunque una vez pasado ese periodo de tiempo las cosas mejoran ligeramente conforme el tema zombie va adquiriendo relevancia al construir algunas situaciones entretenidas que por lo menos saben combinar el humor con la sangre, no al grado de ofrecer un festival gore como se podría haber imaginado, pero si para solventar un poco la falta de emociones previas en base a elementos básicos que funcionan de forma correcta a pesar de las claras limitaciones.

Llevándonos así a una parte final que no cambia demasiado la tónica y que en cuanto a intensidad deja mucho que desear al nunca soltar el freno de mano cuando se trata de presentar violencia. Optando mejor por un desenlace que pretende tener cierta emotividad sin los mejores resultados y que queda como algo sin importancia.

De las actuaciones hay que decir que son caricaturescas y en su mayoría se sienten muy amateur. Mientras que en producción es claro el limitado presupuesto con el que se contó, pero no es algo que afecte de gran forma: el trabajo de fotografía es efectivo, la dirección de arte es discreta, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: A Most Atrocious Thing es mediocre. Comedia de terror con alguno que otro momento gracioso y nada más.

Ojometro:
** 

martes, 2 de abril de 2024

Crítica: Lisa Frankenstein (2024)

Película dirigida por Zelda Williams, cuyo guión fue escrito por Diablo Cody. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de febrero y posteriormente hizo lo propio en VOD el pasado 27 febrero, mientras que su salida en formato físico está programada para el 10 de abril.

Sinopsis:

Es el año 1989 y Lisa (Kathryn Newton) es una chica adolescente que tiene problemas para adaptarse a su nueva vida tras la muerte de su madre. Pasando mucho tiempo en el cementerio hablando con la tumba de un joven Victoriano que murió en 1837 y que, para su sorpresa, tras una noche de truenos revive como zombie.


Comentarios generales:

Mentiría si dijera que soy fan de Diablo Cody, realmente nunca he podido conectar con sus guiones y su único acercamiento al género (Jennifer’s Body) me pareció terrible. Sin embargo, siempre estoy abierto a ver cosas que tengan que ver con el terror independientemente de las personas involucradas y la verdad es que Lisa Frankenstein parecía tener potencial para dejar una buena marca, aunque al final se quedó lejos de lograrlo.

Ya que lo traído por Zelda Williams es una comedia de terror que se queda corta en ambos frentes al contarnos una historia que en general sigue una línea básica de comedia adolescente que al inicio resalta gracias a la propia rareza de Lisa y la relación que mantiene con su hermanastra Taffy, la cual ayuda a crear un contraste de personalidades interesante y sirve como una vía rápida para entender el contexto familiar que se vive. Logrando así que los primeros 20/25minutos fluyan sin demasiados contratiempos e incluso el humor un tanto bobo funcione de manera conveniente para los propósitos más básicos de la trama.

Lo malo es que una vez que se integra al zombie las cosas no presentan un cambio radical en cuanto a la dinámica general y su presencia por momentos es más de mero adorno que otra cosa, eso mientras nuestra protagonista va sufriendo un cambio de personalidad que se siente demasiado forzado por la manera en que este es provocado. Algo que claramente está pensado para ir incrementando de a poco el nivel de violencia e ir añadiendo algunas muertes que justifiquen el lado del terror, pero que resultan tan poco impactantes que la verdad no aportan nada particularmente relevante mientras también se va desarrollando un tema amoroso que, como varios aspectos de esta película, solo está ahí porque si.

Dejándonos así con una parte final que debe de tratar de solucionar varios problemas y en su intento por lograrlo solo ocasiona que todo se sienta acelerado. Simplemente no se le da tiempo a nada para que se desarrolle de buena forma, aunque por lo menos se puede obtener cierto cierre “emotivo” con las propias hermanas para que el desenlace no se sienta tan vacío.

En cuanto a las actuaciones Kathryn Newton lo hace bien, no es un papel tan extremo como uno pensaría pero en general cumple con su dosis de locura obligatoria. Mientras que Liza Soberano (Taffy) resulta ser un buen contrapeso para ella con un personaje totalmente opuesto que incluso por momentos es más agradable que la propia Lisa.

Sobre la producción hay que decir que nos topamos con una buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos no son nada espectaculares y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: Lisa Frankenstein está pasable. Honestamente no me terminó de convencer, pero a lo mejor con un público más joven sea distinto.

Ojometro:
***

viernes, 19 de enero de 2024

Crítica: Destroy All Neighbors (2024)

Película dirigida por Josh Forbes (Contracted: Phase II), cuyo guión fue co-escrito por Mike Benner, Jared Logan y Charles A. Pieper. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de enero, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

William Brown (Johan Ray) es un músico frustrado cuyo sueño es terminar su obra maestra de rock progresivo, aunque esto se complica cuando confronta a su nuevo grotesco vecino de nombre Vlad (Alex Winter) y lo termina matando de forma accidental.


Comentarios generales:

Hay películas que al ver su trailer sabes inmediatamente que no tendrás que preocuparte por encontrar tramas complejas o mensajes demasiado profundos, dejándote con la clara idea de que su prioridad es antes que nada divertir. Un propósito simple más no sencillo de cumplir porque se corre el riesgo de caer en lo absurdo rápidamente, algo que para nuestra suerte Destroy All Neighbors logra evitar casi la mayoría del tiempo.

Y es que es evidente que lo traído por Forbes está hecho para no tomarlo muy en serio, aunque durante el primer acto la verdad no es tan sencillo poder asimilar esto porque el humor que se maneja durante este periodo no es el más efectivo. Principalmente porque nuestro protagonista se ve envuelto en situaciones que no destacan por su originalidad y en cierta forma van llevando la historia a terrenos que resultan familiares gracias a otras comedias, dejando el terror de lado salvo por la peculiaridad disruptiva que representa el propio Vlad.

Proporcionando así 25 minutos que se pueden clasificar como decepcionantes, sin embargo, una vez que se da la muerte de Vlad la locura se desata de golpe y las cosas cambian de manera radical. No solo porque significa un incremento en el ritmo durante toda la segunda mitad del filme, sino también porque lleva a la exageración de absolutamente todo lo que se presenta en pantalla y con ello vemos el descenso progresivo hacia la locura de nuestro protagonista por medio de sucesos hilarantes que proporcionan las dosis de sangre necesarias al mezclar de buena forma la comedia física con la violencia extrema.

Llevándonos así a una parte final cuyo mensaje básicamente radica en que cada uno se debe hacer responsable de sus decisiones y no culpar a todos los demás de tus fracasos, pero obviamente bajo un tono muy poco serio. Lo cual deja un desenlace que lleva el tema del rock progresivo a un sitio demasiado exótico con el que se explotan los efectos prácticos y se genera el caos suficiente para que algo como esto pueda funcionar relativamente bien.  

Las actuaciones cumplen con un Johan Ray que logra que su delirio tenga un tono exagerado que jamás fastidia y un irreconocible Alex Winter cuyo pintoresco personaje te deja una impresión importante. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es buen complemento, el trabajo de sonido limpio, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Destroy All Neighbors está ok. Película extravagante con la que se van a pasar un rato divertido.

Ojometro:
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viernes, 15 de diciembre de 2023

Crítica: The Conference (2023)

Producción sueca dirigida por Patrik Eklund, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Thomas Moldestad. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 13 de octubre.  

Sinopsis:

Una conferencia de trabajo en equipo se transforma en una pesadilla cuando acusaciones de corrupción empiezan a relucir y arruinan el ambiente laboral. Y al mismo tiempo, un misterioso asesino empieza a matar a todos los participantes.


Comentarios generales:

Es común que los slasher que se producen fuera de los Estados Unidos tomen como referencia precisamente a los más significativos de dicho país y por lo consiguiente son productos que tienen un estilo estadounidense muy marcado que provoca cierta falta de identidad. Es algo normal, pero con The Conference se podía percibir en el trailer que ese no sería su caso y afortunadamente dicha percepción se cumplió. 

Esto porque lo traído por Eklund propone no solo un slasher como tal, sino también una comedia de humor negro que no se tienta el corazón al momento de exponer la hipocresía de las conferencias para fortalecer el trabajo en equipo y también los negocios turbios que existen detrás de grandes construcciones. Lo cual podría resultar poco interesante en un inicio gracias a que esto lleva a que los primeros 30/35 minutos de la película se sustenten fuertemente en la interacción de un grupo de personajes intergeneracional cuyas personalidades son en su mayoría excéntricas; sin embargo, esta carga hacía lo ridículo no afecta demasiado porque el humor acido complementa el hecho de que la aparición del asesino no es tan llamativa.

Aunque una vez que se establece plenamente su presencia las cosas toman un rumbo bastante sangriento en el que las muertes se vuelven más violentas conforme pasan los minutos, logrando así una dinámica estándar que hace que todo se desarrolle de manera ágil y existan pocos momentos de pesadez. Lo malo es que también llega un punto en el que se nota cierto estancamiento que obliga empezar a extender las persecuciones de manera innecesaria, llevando a algunas situaciones que simplemente no son tan efectivas como se esperaría y dejan la sensación de que no se sabe realmente cómo revelar la identidad del asesino.

Algo que se puede comprobar durante la parte final debido a que esto se da de la forma más random posible, pero tampoco es como que afecte demasiado al desenlace. Uno que opta por la comedia de corte sangriento para resolver los problemas y la verdad es que termina funcionándole dicha apuesta al proporcionar un cierre lo suficientemente intenso y contundente.

Las actuaciones son sólidas por medio de un elenco bien elegido en el que cada actor cumple su rol sin contratiempos para que no todo recaiga en un solo personaje. Mientras que en producción se tiene una factura de buen nivel: el trabajo de fotografía es efectivo, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: The Conference está entretenida. Slasher disfrutable para pasar el rato viendo violencia, sangre y un peculiar "trabajo en equipo".

Ojometro:
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martes, 24 de octubre de 2023

Crítica: Totally Killer (2023)

Película dirigida por Nahnatchka Khan, cuyo guión fue escrito por David Matalon, Sasha Perl-Raver y Jen D'Angelo. Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video el pasado 6 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando el infame asesino conocido como "Sweet Sixteen Killer" regresa 35 años después de su primera ola de asesinatos en el pueblo de Vernon, la joven Jamie Hughes (Kiernan Shipka) viaja de manera accidental en el tiempo al año 1987 y estando ahí tratará de evitar que inicie su masacre.


Comentarios generales:

Ante el fracaso que representaron la antología Welcome to the Blumhouse y las películas que lanzaron en 2022, era claro que la estrategia de Blumhouse con Prime Video tenía que cambiar de algún modo debido a que sus proyectos no lograron captar para nada el interés de los fans. Simplemente el enfoque era muy poco atractivo y la mayoría de las veces parecía que ni siquiera querían mostrarnos una película de terror, siendo este un problema que con Totally Killer se nota cierta iniciativa para corregirlo.

Y es que lo traído por Khan es básicamente la combinación de “Halloween” con “Back to the Future”, lo cual puede sonar muy raro, pero lo cierto es que la propuesta funciona de manera agradable la mayoría del tiempo. En gran parte porque la esencia slasher nunca se pierde a pesar de ser una comedia y es en base a esto que se construye una historia que durante el primer acto pudiera parecer algo genérica gracias a que no toma ningún riesgo al momento establecer cada detalle importante sobre el asesino; sin embargo, una vez que se da el detonante para el viaje en el tiempo las cosas toman un rumbo extravagante que le brinda un tono muy distinto al que se pensaba iba a ser el predominante.

Obviamente con esto el lado cómico obtiene más relevancia ante el choque de pensamientos entre Jamie y el resto de los personajes sobre cómo eran las cosas en los 80s, llevando a escenas con un humor un tanto bobo que puede que no funcionen tan bien en determinados casos, aunque sin duda sirven para construir las muertes y empezar a jugar un poco con la fidelidad de los hechos que supuestamente ayudarían a nuestra protagonista a frenarlas. Incrementando así las dudas con respecto a la identidad del asesino.  

Todo lo anterior bajo un ritmo ágil y un nivel de violencia que se intensifica en los momentos necesarios para lograr que la sensación de peligro siempre esté presente, sobre todo durante una parte final que todavía se guarda algunas sorpresas. Siendo estos los minutos en los que el espectador tiene que hacer un poco más de concesiones dado a que la cuestión del viaje en el tiempo genera algunas situaciones medio forzadas, sin que esto signifique un detrimento importante para un desenlace que resuelve el caso de manera adecuada.

De las actuaciones hay que decir que Kiernan Shipka lo hace bastante bien como esta chica que sufre el choque cultural de la época actual con la de 80s, utilizando su pensamiento más progresista para tratar de resolver la situación y a la vez integrar algo de humor con eso ante su poca efectividad. Además de que se encuentra respaldada por un elenco secundario bien elegido.

Y en cuanto a producción también vemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos y todo lo referente a efectos/maquillaje es efectivo en lo que busca.

Opinión final: Totally Killer me gustó. Película con una mezcla de ideas muy peculiar que, a pesar de todo, termina funcionando para que te pases un buen rato.

Ojometro:
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martes, 5 de septiembre de 2023

Crítica: ZOM 100: A Bucket List of the Dead (2023)

Adaptación del manga del mismo nombre, la cual está dirigida por Yusuke Ishida y escrita por Tatsuro Mishima. Se estrenó a nivel mundial el pasado 3 de agosto por medio de Netflix.

Sinopsis:

Akira Tendo (Eiji Akaso) es un joven empleado de oficina que es explotado por su jefe, trabaja horas extra y no tiene vida propia. Aunque un día descubre que para volverse a sentir vivo lo único que necesitaba era que iniciara un… ¿apocalipsis zombie?


Comentarios generales:

A pesar de que he escuchado sobre el manga, la verdad es que no lo he leído y por ello mi conocimiento sobre esta adaptación es muy limitado, así que evidentemente no puedo saber si es fiel o no al material base. Aunque lo que si podía saber con tan solo ver el trailer es que ZOM 100: A Bucket List of the Dead no iba a ser una experiencia común y en definitiva causaría opiniones divididas gracias a su manera de lidiar con la temática zombie, lo cual fue lo que pasó.

Y es que lo traído por Ishida es una historia de zombies muy ligera en la que estos tienen poca relevancia y en la que el nivel de tolerancia hacía la personalidad extravagante de nuestro protagonista resultará fundamental para poder disfrutarla o de plano detestarla, sobre todo durante un primer acto en donde él es el principal punto de diferenciación dentro de este mundo apocalíptico que no tiene nada distinto a otros tantos que ya hemos visto. Donde su actitud positiva e ingenua es el medio para ir construyendo momentos cómicos que en ocasiones funcionan y en otras no tanto, provocando así que exista cierto tedio desde muy temprano dado a que pasada la novedad de la lista no parece que las cosas vayan hacia ningún lado.

Algo que va cambiando poco a poco una vez que Akira empieza a interactuar con otros personajes de manera continua, no solo porque con ello se integra de manera más relevante a los zombies en ciertas escenas de acción, sino también porque Kencho y Shizuka hacen que su actitud se vuelva más digerible sin que se altere demasiado el tono ligero que vemos desde el inicio. Logrando con esto que sus metas vayan evolucionando y se vuelvan más significativas a pesar de su simplicidad, aunque esto conlleva a que una vez más entremos a terrenos demasiado pasivos en los que ocurren pocas emociones y, peor aún, se sienta que el tiempo de duración es más largo de lo que debería.

Ante esto los últimos 35 minutos quedan en una posición compleja y más cuando se muestra que se retomará la problemática inicial de Akira; sin embargo, a pesar de todo logran sacarlos adelante. En parte porque el ritmo se vuelve ágil, pero principalmente por la presentación de una de las criaturas zombie más ridículas que recuerde y que entre lo absurdo de su propia naturaleza termina añadiéndole un toque de acción importante al desenlace para que por lo menos no te deje totalmente indiferente.

Las actuaciones son algo complicado de analizar porque están pensadas para imitar lo que sería una adaptación en anime, exagerando el comportamiento de los personajes al extremo y subiendo el tono de voz de manera importante. Objetivo que logran, pero la verdad es que Eiji Akaso puede llegar a desesperarte muy rápido y, salvo por una excepción (Mai Shiraishi como Shizuka), el resto del elenco es similar en ese sentido.

Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no están nada mal y la labor de maquillaje es de muy buen nivel.

Opinión final: ZOM 100: A Bucket List of the Dead está ok. Comedia de zombies extravagante que causará división, pero no está de más checarla.

Ojometro:
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martes, 25 de julio de 2023

Crítica: The Blackening (2023)

Película dirigida por Tim Story, cuyo guión fue co-escrito por Tracy Oliver y Dewayne Perkins. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de junio, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Siete amigos afroamericanos van a pasar un fin de semana en una cabaña donde los espera un asesino. Obligándolos a formar parte de un juego en donde su conocimiento sobre cultura negra y películas de terror podría ayudarlos a mantenerse con vida… o tal vez no.


Comentarios generales:

Existe una broma desde hace mucho tiempo entre los propios fans sobre que los personajes afroamericanos son los primeros en morir en las películas de terror, así que no es de extrañar que con el pasar de los años eso se haya vuelto una tema que ha generado ciertos debates que giran alrededor de los estereotipos. Aunque afortunadamente también existen quienes han aprovechado esto para realizar proyectos que se lo toman con humor sin dejar de señalar dicha situación y The Blackening es un ejemplo perfecto de eso.

Ya que lo traído por Oliver nos presenta una historia en la que muestra plena conciencia sobre dichos estereotipos pero en ningún momento trata de esconderlos, sino más bien los aprovecha al máximo para construir su humor negro alrededor de un grupo de amigos muy llamativo. Algo que durante el primer acto puede que no sea lo más atractivo si no se está tan familiarizado con el contexto afroamericano porque muchas de sus bromas tienen que ver con eso y ciertamente algunos de los chistes no funcionan de la mejor manera; sin embargo, una vez que entra en escena de manera predominante el asesino las cosas se vuelven bastante entretenidas.

En gran parte porque no se pierde mucho tiempo en la construcción de la problemática y se va de manera directa al juego, lo cual ayuda a brindar más dinamismo a las acciones para que así se tenga una mayor sensación de riesgo dentro de este ambiente en donde predomina el tono cómico. Logrando con esto que el asesino funcione y no quede ridiculizado ante el número reducido de muertes, siendo esto un detalle que se trata de complementar con escenas de acción que en su mayoría funcionan bastante bien al combinarlas con situaciones exageradas que siguen aportando a la causa de ridiculizar todo lo que vemos.

Ante esto se llega a la parte final de buena forma, incluso teniendo como hándicap el hecho de que la sorpresa en la que se sustenta no es tan complicada de descifrar. Proporcionando un desenlace que cumple su objetivo de generar cierto nivel de caos y darle al asesino una justificación que, si bien no es tan convincente, funciona para los propósitos de la trama.

Las actuaciones están bien, cada quien tiene sus momentos para brillar y no hay nadie que destaque de sobremanera por encima del resto. Mientras que en producción es de factura decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es la gran cosa, el score es algo genérico, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

* Cuenta con un par de escenas a la mitad de los créditos

Opinión final: The Blackening está entretenida. Comedia ligera con buenos momentos que les hará pasar un rato agradable.

Ojometro:
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martes, 23 de mayo de 2023

Crítica: We have a Ghost (2023)

Película dirigida por Christopher Landon (Happy Death Day, Freaky), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Geoff Manaugh. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 24 de febrero.

Sinopsis:

Encontrar un fantasma de nombre Ernest (David Harbour) viviendo en su nueva casa le brinda la posibilidad a la familia de Kevin de volverse una sensación en las redes sociales. Pero cuando Kevin y su nuevo amigo empiezan a investigar su pasado rápidamente se convierten en objetivos de la CIA.


Comentarios generales:

Actualmente me encuentro en un punto en el que las películas de Netflix no me generan demasiada expectativa debido a que, salvo por contadas excepciones, la gran mayoría resultan ser propuestas poco memorables que solo sirven para rellenar su catálogo. Por ello es que We have a Ghost no me llamó mucho la atención cuando fue anunciada, sin embargo, por el talento involucrado me resultaba difícil poder seguir ignorándola y honestamente me he llevado un buen sabor de boca.

Y es que lo traído por Landon hay que entenderlo como un producto para entretener a un público familiar y bajo dicho parámetro cumple su objetivo de manera satisfactoria al presentarnos una historia que desde los primeros minutos establece su tono ligero sin demasiadas complicaciones por medio de una dinámica familiar con la cual muchos se podrán sentir identificados y con la presentación de un fantasma que desde el primer instante deja claro que está concebido más para generar risas que terror. Algo que termina encajando perfectamente con todo el concepto de las redes sociales y esto hace que la primera mitad de la película fluya de manera ágil con momentos cómicos bien logrados que ayudan a posicionar a Ernest como un personaje interesante y del que quieres saber más, así como soltar cierta crítica hacía todo lo absurdo que viene con la fama instantánea que brinda el internet.

Lo malo es que esto termina teniendo cierto límite de efectividad y cuando es momento de integrar otras cosas para añadir variedad se opta por una problemática con la CIA que no es para nada interesante y en todo momento sientes que ha sido integrada con calzador porque simplemente no lleva a ningún lado. Aunque afortunadamente también existe otro misterio que hace que la película logre soportar lo anterior y gracias a eso el ritmo en realidad nunca decae; de hecho, gracias a este también se logran integrar unas escenas de acción que ayudan a sacudir un poco el estancamiento de las acciones y que la amistad Kevin/Ernest logre solidificarse.

Dejando con esto una parte final en la que para nuestra suerte se desecha rápidamente el tema de la CIA y se le da prioridad al misterio para así ofrecer un desenlace que es un poco más oscuro e intenso de lo que imaginarías, pero también logra resultar emocional cuando debe de serlo.

Sobre las actuaciones puedo decir que todos cumplen, siendo David Harbour el que tiene la labor más compleja debido a que no dice ni una sola palabra y aún así logra manifestar bastantes cosas por medio de expresiones faciales. Mientras que en producción es de una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte muy simple, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: We have a Ghost está entretenida. Película simple para pasar un buen rato cualquier día de la semana.

Ojometro:
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martes, 2 de mayo de 2023

Crítica: Renfield (2023)

Película dirigida por Chris McKay, cuyo guión fue co-escrito por Ryan Ridley y Robert Kirkman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 14 de abril y en México el 27 del mismo mes; recaudando hasta la fecha $22.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Renfield (Nicholas Hoult) lleva sirviéndole a Drácula (Nicolas Cage) por siglos sin importar lo degradantes que sean sus órdenes. Sin embargo, ya en el mundo actual empieza a cuestionarse si está listo para tener una nueva vida lejos de su exigente jefe y cortar dicha relación extremadamente tóxica… sin pensar en las brutales consecuencias.


Comentarios generales:

Sin duda alguna la mejor decisión que pudo tomar Universal Studios fue desistir en su búsqueda por crear un universo cinematográfico con los Universal Monsters, simplemente no funcionaron sus múltiples intentos y la verdad era un desperdicio mantener a franquicias que todavía gozan de reconocimiento por parte de los fans atadas a un proyecto sin pies ni cabeza. Por eso el nuevo enfoque personalizado que han adoptado para cada proyecto me parece muy interesante porque no todo tiene que estar siempre conectado y si bien Reinfield no alcanza los niveles magistrales de la película anterior (The Invisible Man), si logra dejar sensaciones positivas.

Y sorprendentemente lo hace siendo una cuasi secuela de “Drácula” de 1931 que toma el riesgo de ser una comedia de terror, lo cual podría haber sido una receta para el fracaso pero en realidad lo que nos presenta McKay logra encontrar un balance ideal para que las cosas funcionen la mayoría del tiempo y eso se nota prácticamente desde el inicio. Donde se establece la compleja relación entre Renfield y Drácula respetando el legado de su historia original mientras se le adapta a los tiempos modernos bajo un tono cómico que encaja perfectamente con la personalidad de nuestro protagonista y lo vuelve alguien más cercano para el espectador debido a que sus cuestionamientos sobre su forma de vida resultan bastante válidos, aunque al mismo tiempo también se nos recuerda que aquí hay cosas más fantasiosas de por medio al presentar escenas de acción que garantizan no solo mucha sangre, sino también un nivel de violencia más elevado del que esperarías.

Brindándole así un ritmo dinámico que ayuda a que la comedia pueda ser digerible incluso en los momentos de mayor simplicidad gracias a que con esto pocas situaciones se extienden más de lo que deberían y por lo mismo el conflicto se desarrolla de manera ágil. Sobre todo durante un segundo acto en el que se empieza a involucrar a la policía y a la mafia de forma más activa con el propósito de añadir sustancia a los problemas morales que se manejan, además de que su presencia sirve como la excusa perfecta para construir secuencias que proporcionen las principales dosis de espectacularidad y así llegar a la parte final con muchísima fuerza.

La cual afortunadamente logran mantener durante un enfrentamiento decisivo que por momentos se puede sentir algo forzado en determinadas cuestiones; sin embargo, estas no evitan que se genere un caos bastante entretenido con el que la sangre siga fluyendo y se exponga una manera de derrotar a Drácula que ciertamente resulta original.

En lo que se refiere a las actuaciones, sin duda nos encontremos con una de las fortalezas del filme debido a que Nicholas Hoult y Nicolas Cage lo hacen muy bien. No solo porque tienen buena química en pantalla, sino que además ambos logran imprimirles un aire extravagante a estos dos icónicos personajes sin caer en lo ridículo y así lograr que se adapten perfectamente al tono predominante manteniendo su esencia.

Mientras que en producción tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de primer nivel y la labor de maquillaje está muy bien lograda.

Opinión final: Renfield me gustó. Película bastante divertida para pasar un buen rato viendo mucha acción y sangre.

Ojometro:
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martes, 15 de noviembre de 2022

Crítica: Deadstream (2022)

Película dirigida por Joseph Winter y Vanessa Winter (V/H/S/99), quienes además comparten créditos como co-escritores del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 octubre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Shawn (Joseph Winter) es un youtuber en desgracia que trata de recuperar a sus seguidores transmitiendo en vivo dentro de una casa embrujada en la que pasará la noche. Aunque cuando hace enojar a un espíritu vengativo su triunfal regreso se convertirá en una batalla en tiempo real por sobrevivir.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde la relevancia de los youtubers/influencers es cada vez mayor y por lo consiguiente las opiniones sobre estos son diversas, al grado de que para muchas personas resultan totalmente insoportables. Por ello es que no es extraño que con el pasar del tiempo cada vez existan más propuestas con esta temática debido a que suelen atraer miradas por la animadversión natural que provoca y sin duda hasta este momento Deadstream es la que mejor ha sabido explotarla.

Y es que antes que nada hay que mencionar que lo que nos ofrecen los Winter es una comedia de terror cuyo humor puede ser complicado de digerir durante los primeros minutos porque el personaje de Shawn, por diseño, tiene como principal propósito resultarte insoportable gracias a su comportamiento muy a lo “Jackass” y su miedo exagerado a absolutamente todo. Lo cual ciertamente requiere de un gusto muy específico de comedia, aunque poco a poco las cosas dejan de sustentarse en su comportamiento para ir integrando un humor que recae en distintos gags que lo vuelven más humano, ya sea mediante el uso cinta adhesiva para absolutamente todo, sus respuestas a los comentarios hechos por sus fans en el chat o de un soundtrack que él mismo grabó para generar un ambiente tétrico.

Todo bajo una historia que en cuanto al aspecto paranormal es sencilla y solo requiere de la aparición de otro personaje para funcionar, algo que podría parecer aburrido pero en realidad no lo es debido a que el desarrollo como tal resulta muy dinámico ante el uso inteligente de diversas cámaras que ayudan a que el ritmo sea tremendamente ágil por el constante cambio de tomas que se pueden ver. Unas que además son utilizadas no solo como un recurso distractor, sino que en realidad son fundamentales para que nuestro protagonista pueda enfrentar al espíritu gracias a que le dan cierta ventaja para saber lo que ocurre en la casa en tiempo real.

Esto mientras recibe una ayuda externa por parte del chat que le añade contexto a las situaciones que vive, sobre todo porque el tema de maldición ciertamente es más oscuro de lo que esperas y eso ayuda a que conforme avancen los minutos el nivel de intensidad se vaya elevando. Dejando varios momentos muy bien logrados que hacen del sufrimiento de Shawn uno entretenido de ver, pero a la misma vez te genera la empatía suficiente como para querer saber si va a salir con vida del problema en el que se metió.

Llegando así a una parte final que tiene bastante fuerza por medio de algunas escenas que involucran sangre y ciertos elementos grotescos. Aunque realmente lo más importante es el hecho de que jamás se toma en serio y por ende el desenlace resulta tan satisfactorio como absurdo.

Sobre las actuaciones realmente es una película de un solo actor y Joseph Winter hace un trabajo bastante bueno debido a que logra darle vida a un personaje que puede llegar a ser increíblemente odioso, pero al mismo tiempo te puede sacar varias carcajadas. Además de que sabe plasmar de manera impecable la personalidad y vicios que solemos ver en muchos youtubers frente a la cámara.

En cuanto a producción nos encontramos con algo de muy buena factura para tratarse de un found footage con tan poco presupuesto: el trabajo de fotografía es de gran calidad y parte fundamental para que esto funcione, la edición dinámica, la dirección de arte cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje tiene un toque serie b que puede no ser del agrado de todos.

Opinión final: Deadstream me gustó. Película divertida y ágil que sin duda es una de las grandes sorpresas del año.

Ojometro:
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viernes, 4 de noviembre de 2022

Crítica: The Munsters (2022)

Película escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects, Halloween). Se estrenó en Netflix dentro de los Estados Unidos el pasado 27 de septiembre y ese mismo día también salió tanto en formato físico como digital.

Sinopsis:

Herman Munster (Jeff Daniel Phillips) y Lily (Sheri Moon Zombie) inician su relación para el desagrado de El Conde (Daniel Roebuck), lo cual desencadenará una serie de eventos que los llevarán a mudarse de la comodidad de Transilvania a los suburbios estadounidenses.


Comentarios generales:

Ya se sabe que todo lo que haga Rob Zombie va a generar un ruido enorme debido a que ningún director divide tanto a los fans con su estilo y visión como lo hace él, pero el hecho de que por primera vez se embarcara en un proyecto de corte familiar sin duda generaba gran curiosidad. Mucho más al estar relacionado con una franquicia tan querida como The Munsters, cuyas esperanzas de volver al mainstream se sustentaban en esta película y tristemente creo que después de esto puede caer en el olvido por varios años más.

Y es que resulta evidente que Rob Zombie no sabe hacer comedia y se siente fuera de su elemento natural al ofrecernos una historia que probablemente en cuanto al concepto no está tan mal si tomamos en cuenta que se trata de una precuela de la serie, pero ya al momento de plasmar sus ideas ante la cámara los resultados están lejos de ser los mejores.

Lo cual es una pena porque en realidad durante el primer acto lo que vemos es entretenido y mucho de esto se debe a que el humor como tal está bien dosificado por medio de una serie de personajes secundarios que le aportan mucha vida a este mundo sin que lleguen a resultar fastidiosos, siendo especialmente Dr. Wolfgang y Floop los que logran llamar más la atención. Además de que el diseño colorido de los impecables sets logra que desde el lado visual se tengan muchos detalles a los cuales ponerles atención.

Hasta ahí todo camina de manera relativamente correcta, sin embargo, es justo cuando aparece Herman Munster que la película empieza su espiral descendente y no tanto porque la actuación sea mala, sino porque las situaciones que se construyen alrededor de él no tienen gracia y su química con Lily es prácticamente inexistente. Algo que conforme nos adentramos en el segundo acto empeora debido a que la libertad creativa del propio Zombie empieza a ser un factor cada vez más negativo debido a que el desarrollo brinca de un lado a otro sin rumbo fijo y, cuando por fin parece que hay un evento especifico que dictará el rumbo las acciones, mejor se decide ir por otro lado y lo termina dejando tirado para pasar rápidamente a la parte final.

Una que está más conectada a lo que todos conocemos de la serie, pero que se siente acelerada y muy ajena a todo lo demás. Con solo dos o tres momentos graciosos que no son suficientes como para contrarrestar un desenlace que te deja con una sensación de vacío importante ante lo random que resulta.    

En cuanto a las actuaciones hay que decir que en el caso de Jeff Daniel Phillips como Herman Munster y Daniel Roebuck como El Conde tenemos trabajos que no están mal, ambos cumplen bien con sus roles pero se ven sumamente afectados por el guión tan pobre; sin embargo, el caso de Sheri Moon Zombie si es insalvable. Aunque también vale la pena destacar a Richard Brake (Dr. Wolfgang) y Jorge García (Floop), quienes tienen una gran química y su dupla es por mucho la que proporciona los momentos más divertidos.

Sobre la producción sin duda es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es lo mejor de la película, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es bastante buena.

Opinión final: The Munsters es mediocre. Una de las grandes decepciones del año que puede enterrar a la franquicia por un buen rato.

Ojometro:
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