viernes, 18 de octubre de 2019

Crítica: 3 from Hell (2019)


Secuela escrita y dirigida por Rob Zombie (The Devil’s Rejects). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de septiembre, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 15 de octubre.

Sinopsis:

Después de estar en prisión durante 10 años, Otis (Bill Moseley) y Baby (Sheri Moon Zombie) logran escapar con la ayuda de su medio hermano Winslow (Richard Brake) y vuelven a desatar su locura como en los viejos tiempos. Aunque sus violentas acciones les generarán enemigos que los perseguirán hasta México. 



Comentarios generales:

Un gran número de fans (entre los que me incluyo) consideran “The Devil’s Rejects” como una de las mejores películas del género de terror de la década de los 2000s y del siglo actual, así que cuando se empezó a especular sobre una nueva entrega con dichos personajes no se sabía que esperar debido a que el final de esa película había cerrado el ciclo de manera perfecta. Simplemente parecía que no había necesidad de hacerla y creo que el resultado lo confirma.

Ya que lo que nos ofrece Rob Zombie en todo momento se siente como un choque de ideas que en algún punto consideró para ser el sustento de esta secuela, pero ninguna la pudo desarrollar en su totalidad y mejor optó por hacer una mezcla con todas estas que deja como resultado una historia por demás inconsistente e incluso aburrida.

Con un primer acto que por momentos parece que se va a sustentar en el fanatismo por los asesinos seriales para así elevar el estatus de Otis, Capitán Spaulding y Baby, aunque este enfoque es rápidamente desechado para dar paso a otra idea que ofrece los momentos más interesantes del filme al centrarse en su etapa dentro de la cárcel, sus condenas y escapes. Sin duda algo que no parece muy novedoso pero que si se siente como un avance natural para los personajes al brindar no solo las únicas escenas de Sid Haig como Spaulding, sino también para ir conociendo un poco más sobre cómo estos diez años los afectaron.

Logrando con esto que la violencia que los caracteriza llegue de manera rápida y se logren generar algunas escenas con un toque de rareza particular que le dan fluidez a las cosas. Sin embargo, conforme van pasando los minutos una vez más se puede ir notando el cambio de rumbo y para el segundo acto básicamente lo que vemos es un reinvención de Rejects que no aporta demasiado más allá de conocer un poco a Winslow y revelar que Baby es, por mucho, quien más dañada está después de su periodo en la cárcel. Un aspecto que parece que será importante pero del que no se profundiza demasiado y se desecha para darle paso a una venganza sumamente improvisada.

Venganza que provoca que la parte final sea demasiado absurda al girar alrededor de una masacre que falla en su intento por establecer una amenaza seria para nuestro trió de asesinos al carecer de momentos memorables. Generando así un cierre desangelado que simplemente se da porque si y no tiene demasiadas consecuencias.

Las actuaciones son lo mejor de la película con un Bill Moseley que sigue estupendo bajo este papel y con una Sheri Moon Zombie que ofrece la que es su actuación más exagerada hasta la fecha para solidificar el tema de la locura. Además de que Richard Blake resulta buen complemento para estos dos a pesar de que su personaje no recibe tanto material.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte tiene buenas cosas, el score es muy bueno, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: 3 from Hell fue una gran decepción. Secuela totalmente innecesaria.

Ojometro:
**