jueves, 29 de abril de 2021

Crítica: Honeydew (2021)

Película escrita y dirigida por Devereux Milburn, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de abril, aunque todavía no hay información sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Extraños antojos y alucinaciones se apoderan de una joven pareja después de encontrar refugio en la casa de una anciana y su peculiar hijo.


Comentarios generales:

No es raro que los directores debutantes se aferren a sus principales influencias durante sus primeros trabajos y que además quieran experimentar un poco para ir encontrando su propia identidad. El problema con esto es que, así como te puedes encontrar con propuestas que funcionan, también te puedes topar con algunas que no funcionan en lo absoluto y eso es lo que pasa con Honeydew.

Ya que Milburn nos trae una historia que probablemente ni él mismo entiende del todo al plantear algo que claramente tiene a “The Texas Chain Saw Massacre” como inspiración y por lo consiguiente está ligada al canibalismo, pero la maneja más como un drama convencional con el que renuncia al terror de manera muy marcada. Sobre todo durante unos primeros 40/45 minutos en los que en verdad se sufre ante la lentitud de las acciones y porque todo lo supuestamente inquietante se deja a espaldas de una anciana que, si bien al inicio resulta perturbadora, con el paso de los minutos pierde originalidad tras realizar lo mismo una y otra vez.

Simplemente nada se desarrolla de manera constante, ni el tema de Sordico y mucho menos los problemas de la pareja protagonista. Limitando todo a escenas random alargadas de manera innecesaria que tal vez desde el lado visual pueden llegar a aportar algo interesante, aunque en realidad no añaden nada al desarrollo y eso solo provoca que cuando se llegue a la parte menos aburrida de todas se tengan que dar demasiadas explicaciones para justificar el tiempo perdido y por lo consiguiente se pierden minutos valiosos que se pudieron aprovechar de otra manera.

Dejando así una parte final en la que por fin el tema del canibalismo (que era por demás evidente) toma algo de relevancia y eso eleva un poco el nivel de tensión. Lo malo es que nuevamente se opta por llevar todo con una calma desesperante y gracias a esto un desenlace que se supone debería ser potente se queda nada más como algo raro que carece de totalmente de impacto.

En el tema de las actuaciones quien más destaca es Barbara Kingsley (Karen), ella es la única que proporciona el elemento de terror más marcado pero lamentablemente se va perdiendo ante lo repetitivo de su personaje. En el tema de producción tiene algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es lo mejor de la película, el trabajo de sonido tiene altibajos y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Honeydew es decepcionante. Experiencia aburrida con la que realmente nunca sabes qué eran lo que buscaban.

Ojometro:
**