viernes, 7 de mayo de 2021

Crítica: Boys from County Hell (2021)

Producción irlandesa escrita y dirigida por Chris Baugh. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de trabajadores liderados por un padre y su hijo constantemente en disputa deben de sobrevivir la noche cuando accidentalmente reviven a un antiguo vampiro irlandés.


Comentarios generales:

Como ya he comentado en repetidas ocasiones, el cine de vampiros no es precisamente el más fácil de abordar a pesar de ser uno de los subgéneros más antiguos que existen. Parece que ya todo está escrito y cada vez es más complicado poder atraer la atención del espectador a esta clase de películas; sin embargo, eso no quiere decir que cada cierto tiempo te encuentres con buenas propuestas que te recuerden el por qué este subgénero no ha muerto y sin duda Boys from County Hell es una de estas.

Ya que lo que nos trae Baugh es una historia con la que no pretende desbordar originalidad a cada instante, pero si trata de darle un sello único por medio de un humor muy representativo del lugar en el que se desarrolla para que así se pueda sentir que estás viendo algo fresco. Aunque con ello también te exige algo de paciencia debido a que los primeros 30 minutos no son lo más emocionantes que uno se pudiera encontrar al estar enfocados en cierta forma a ridiculizar lo que conocemos de los vampiros y también en exponer la complicada relación de Eugene con su padre.

Afortunadamente en ningún punto esto se vuelve aburrido y cuando finalmente se empieza a darle más exposición a la problemática principal la dinámica se vuelve mucho más ágil en todos los sentidos, sin perder la esencia del humor negro para ofrecer momentos que poco a poco vayan incrementando el nivel de intensidad. Algo que además se da desde dos frentes: uno con los personajes principales y otro con una amenaza ajena a estos que añade cierta dosis de misterio.

Garantizando así escenas con sangre y algo de acción mientras se va construyendo el inevitable choque entre ambas partes durante un último acto que sin duda establece algunas nuevas reglas, aunque falla un poco en hacer del vampiro principal algo más amenazante. No al grado como para que sea un mal cierre (porque no lo es), sino que simplemente lo que ocurre no se siente tan espectacular y puede parecer un tanto anticlimático.  

Las actuaciones están bien, no hay ninguna que destaque en particular pero todas mantienen un buen balance entre la seriedad y la comedia para que las cosas funcionen sin mayores contratiempos. En cuanto a la producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Boys from County Hell me gustó. Película simple, pero bastante entretenida para pasar un buen rato.

Ojometro:
****