viernes, 21 de mayo de 2021

Crítica: Spiral: From the Book of Saw (2021)

Novena entrega de la franquicia, la cual cuenta con el regreso tras la cámara de Darren Lynn Bousman (Saw II, III, IV) y cuyo guión fue co-escrito por Josh Stolberg y Peter Goldfinger. Se estrenó en cines en México y Estados Unidos el 13 y 14 de mayo respectivamente, recaudando hasta la fecha $10.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Trabajando bajo la sombra de su padre, el detective Ezekiel Banks (Chris Rock) y su novato compañero se hacen cargo de una escalofriante investigación que involucra unos terribles asesinatos que recuerdan de manera inquietante el espantoso pasado de la ciudad.


Comentarios generales:

Creo que una de las sorpresas más grandes de los últimos años fue enterarnos que un comediante como Chris Rock era el principal interesado en darle nueva vida a la franquicia de Saw después de que esta parecía haber quemado su último cartucho en 2017 con “Jigsaw”. Simplemente resultaba una combinación muy extraña que pasó de ser rumor a toda una realidad y con ello se le dio vida a Spiral, la entrega que más expectativas ha generado desde hace bastante tiempo.

Aunque la verdad dudo que esta secuela (cuasi spin-off) traída por Bousman logre satisfacer a todo el mundo debido a que se trata de una historia que tiene elementos característicos de Saw y a la misma vez, por grandes lapsos, no sientes que estés viendo una película de Saw.

Más que nada porque en esta ocasión se le da más relevancia al tema detectivesco y, sobre todo, a la crítica social que involucra el abuso policiaco. Lo cual le brinda cierta sustancia pero hace que la violencia quede en un plano secundario mientras se explotan los conflictos que giran alrededor del detective Banks con porcentajes de efectividad variados, ya que lo mismo pueden añadir tensión a las interacciones con otros policías como generarte una sensación de extrañeza gracias a que resulta complicado comprar a Chris Rock bajo este tipo de personaje.

Obviamente con esto no quiero decir que no existan las clásicas muertes que proporcionan el gore porque si las hay, pero más que nada se utilizan como complemento para que el ritmo de la película nunca se vuelva pesado. Algo que sin duda es benéfico para el visionado; sin embargo, una vez que ocurre un evento en particular durante el segundo acto es prácticamente imposible el no descifrar quien está detrás de los asesinatos y a partir de ahí las cosas se tornan sumamente aburridas ante su predictibilidad, al grado de que ya nada puede causar impacto y con ello el misterio como tal pierde relevancia.

Problemática que logran contrarrestar un poco durante la parte final por medio de las que son las muertes con la producción más elaborada de todas para añadir unos visuales llamativos. Lo malo es que el desenlace como tal resulta muy flojo, realmente nunca sientes la tensión que debería de generar tal evento y el cierre en general pone en duda la longevidad del planteamiento sobre los policías (de ahí que parezca más un spin-off que una secuela).

Sobre las actuaciones, tal como lo mencione antes, resulta muy difícil comprar a Chris Rock bajo un papel como este. No es que lo haga mal, pero jamás logra alcanzar el nivel de intensidad necesario y eso se acentúa mucho más cuando el resto del elenco en la mayoría de los casos solo está de adorno.

En cuanto a la producción tenemos lo habitual con la franquicia: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es impecable y todo lo referente a efectos/maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Spiral es decepcionante. Entrega que le dará nueva vida a la franquicia, aunque dudo que se vuelva una de las favoritas de los fans.

Ojometro:
**