viernes, 27 de enero de 2023

Crítica: Mal de ojo (2022)

Producción mexicana dirigida por Isaac Ezban (Los Parecidos), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Junior Rosario y Edgar San Juan. Se estrenó en cines dentro de México en septiembre del año pasado, mientras que hizo lo propio en formato digital durante este mes de enero.

Sinopsis:

Nala (Paola Miguel) es una adolescente de la ciudad que viaja a la casa de su desconocida abuela (Ofelia Medina) en el campo para tratar de encontrar una cura a la misteriosa enfermedad de su pequeña hermana. Aunque pronto descubrirá que su abuela no es exactamente lo que aparenta.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo por qué dejé pasar Mal de ojo durante el año pasado, sobre todo porque era una película que llamaba la atención por su propuesta que trataba de alejarse un poco de las eternas costumbres del cine de terror mexicano. Lo cual es algo que siempre se agradece debido a que realmente son pocos lo que se atreven a hacerlo y, más allá de que el resultado no es tan espectacular, la verdad es que se trata de un trabajo que no tiene desperdicio.

Ya que lo presentado por Ezban juega con el folclore y lo fantástico que de manera inherente traen consigo las historias sobre brujas para lograr una combinación que genere una sensación de modernidad a pesar de que las acciones se desarrollan en un lugar que contrasta con eso. Dejándonos ante una problemática familiar que de inicio no es precisamente la más emocionante considerando que lo que vemos durante el primer acto es algo bastante estándar en lo que respecta a la presentación de los personajes y en la manera en la que se comporta la propia abuela, pero gracias a pequeñas pistas proporcionadas por medio de un cuento se puede entender de manera sencilla lo que ocurre y lo que está por venir.

Construyendo así poco a poco un peligro ante el cual resulta evidente que las niñas no tienen muchas posibilidades de éxito y que conforme pasan los minutos va haciendo que la atmósfera se convierta en una mucho más oscura al ir integrando elementos sobrenaturales/satánicos que proporcionan visuales interesantes. Esto bajo un ritmo agradable que hace que todo fluya de manera efectiva, incluso durante algunos momentos en los que se excede con el recurso de los sueños para añadir jump scares que bien podrían haber cortado dicha fluidez, pero que resultan bien contenidos para que el desarrollo no sufra en demasía rumbo a una parte final en la que recae mucho de la posible efectividad de la película.

Una que afortunadamente es bastante buena no solo por el hecho de que logra elevar ligeramente el nivel de intensidad, sino porque también todas las piezas encajan de manera orgánica y con ello se logra que el desenlace resulte tanto sorpresivo como contundente. Además de que opta por no irse hacia el camino feliz y gracias a ello resulta mucho más convincente.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Ofelia Medina es quien se lleva la película, tanto por su caracterización como por el hecho de que es capaz de sostener las acciones por medio de una presencia imponente que en todo momento genera incomodidad. Mientras que en producción encontramos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Mal de ojo está entretenida. Película de brujas para pasar el rato que se sale un tanto de lo habitual con el cine de terror mexicano.

Ojometro:
***