viernes, 4 de agosto de 2023

Crítica: Skinford: Death Sentence (2023)

Producción australiana dirigida por Nik Kacevski, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Tess Meyer. Se estrenó en formato físico durante el mes de mayo dentro de Alemania, mientras que hizo lo propio en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de julio.

Sinopsis:

James Skinford (Joshua Brennan) tiene un plan: robar y vender un misterioso camión para ganar dinero fácil y salvar la vida de su padre enfermo. Todo parece muy simple… hasta que se encuentra con una mujer que vuelve inmortal a todo aquel que toca.


Comentarios generales:

Honestamente Skinford: Death Sentence parecía una película más de torture porn australiano; sin embargo, al dar un repaso por la historia de esta producción uno se encontraba con algo peculiar cuando te enterabas que en realidad se trata de una película de 2017 que nunca salió de Australia y al parecer solo tuvo unos re-shoots para poderla sacar como una producción de 2023. Situación que no es extraña de ver dentro el género, pero si suele ser una señal de que el producto en cuestión probablemente tenga demasiadas carencias como para que pueda trascender y sin duda este es uno de esos casos.

Ya que si bien lo traído por Kacevski tiene potencial para convertirse en un filme de culto, la verdad es que desde un inicio queda claro que será un caos al que el espectador tendrá que tratarle de encontrar sentido como pueda al ponernos frente a una historia cuya meta es brindarte el menor contexto posible y maximizar el nivel de rareza durante la persecución de Skinford. Lo cual funciona durante algunos minutos dado a que realmente ante la extravagancia uno no se pone a cuestionar demasiado lo que ocurre en pantalla, aunque una vez que se empieza a entrar en temas un poco más serios como la trata de mujeres las cosas flaquean.

Y mucho de esto se debe a la renuencia por profundizar en aspectos fundamentales de la trama, algo que inmediatamente hace que las secuencias caóticas (muy bien hechas para un proyecto de este tamaño) se sientan huecas y como una simple distracción más, convirtiendo al segundo acto en uno donde pasa mucho y a la vez no pasa nada. Esto bajo un ritmo que nunca decae para evitar que te aburras mientras sigues presenciando las extravagancias que brincan de un lado a otro entre los villanos y que así la sensación de peligro siempre se encuentre presente, además de los elementos gore encargados de añadir impacto visual.

Llevándonos con todo lo anterior a una parte final que resulta igual de frustrante ante la falta de respuestas concretas, especialmente sobre el tema de la inmortalidad. Apostando nuevamente más por la espectacularidad que por el contenido, pero en este punto eso ya no funciona y el desenlace termina sintiéndose como algo totalmente irrelevante.

Las actuaciones son regulares y la mayoría de estas con un toque caricaturesco que a veces funciona y otras no dependiendo del personaje. Mientras que la producción está bien pulida para tratarse de una de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es un tanto genérico, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos son una combinación de prácticos/CGI bien lograda y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Skinford: Death Sentence es mediocre. Película sin demasiado sentido y con solo ciertos detalles para destacar.

Ojometro:
**