miércoles, 31 de enero de 2024

Crítica: Lord of Misrule (2023)

Película dirigida por William Brent Bell (The Boy, Orphan: First Kill) y escrita por Tom de Ville. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos y México en diciembre de 2023, mientras que hizo lo propio en VOD el pasado 8 de enero.

Sinopsis:

Rebecca (Tuppence Middleton) es la nueva pastora del pueblo cuya hija desaparece durante su festival anual. Desesperada por encontrarla empieza a seguir unas pistas extrañas, pero eso la llevará a descubrir los oscuros secretos de su nuevo hogar.


Comentarios generales:

Originalmente tenía planeado que Lord of Misrule fuera la última película de la cual iba a escribir el año pasado, pero gracias a la fecha en la que se estrenó y lo limitada que fue su exhibición me resultó imposible verla. Algo que me dejó cierto sabor amargo porque gracias a su trabajo promocional se podía notar el potencial para que fuera de las mejores películas de 2023; sin embargo, al final el resultado no ha sido tan espectacular como pensaba.

Y no es porque lo presentado por Brent Bell carezca de ideas interesantes debido a todo el folclore del cual se sostiene la historia (Gallawgog) proporciona el material suficiente para construir algo sólido, pero la forma en la que se nos exponen las cosas no es precisamente la más adecuada. Siendo la primera mitad del filme la que resulta con el mayor grado de efectividad al ponernos frente al concepto de que la fe no se encuentra precisamente atada a la religión y en base esto ir construyendo una búsqueda que no solo se centre en el sufrimiento de Rebecca, sino que bajo un tono tétrico también establezca dudas sobre el involucramiento del pueblo por su extraña forma de reaccionar ante el suceso.

Un proceso que sin duda se lleva su tiempo para tomar forma y por lo consiguiente el ritmo es un tanto pausado, el cual se mantiene hasta que se llega a una segunda mitad que pretende volverlo dinámico por medio de escenarios comunes en esta clase de historias. Situación que no es que sea mala en sí, aunque cuando el misterio empieza a esclarecerse para darle paso a un drama más estándar la atmósfera siniestra generada se va perdiendo y además salen a relucir ciertas inconsistencias con respecto al comportamiento de los pobladores que, más que provocar shock, solo terminan enredando las cosas.  

Algo que afortunadamente para la parte final logran recomponer un poco al regresar el tono tétrico y, sobre todo, al sacar a relucir que el origen de Gallawgog está íntimamente ligado con el cristianismo. Eso básicamente hace que el desenlace sea muy potente tanto en su discurso como en lo visual y deje una resolución que no la vi venir.

En cuanto a las actuaciones tenemos a una Tuppence Middleton que hace un buen trabajo, manteniendo siempre un rol con mucha fuerza de voluntad pero sin decaer al momento de mostrar vulnerabilidad en situaciones puntuales. Mientras que la presencia de Ralph Ineson (Jocelyn Abney) como el antagonista le proporciona un buen contrapeso.

Y sobre la producción hay que decir que tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Lord of Misrule está ok. Película con mucho folclore que nunca termina por alcanzar otro nivel.

Ojometro:
***